-Sí lo haré, sí tomo la rutina, pero cuando no esté Jonghyun.- me encogí de hombros, sé que Key no es fanático de ese ejercicio y que podría ser, a comparación de Jonghyun. Un polo opuesto.
-¿Notaron el eslogan de ese gym?- preguntó ChangMin sentándose en medio del asiento trasero.
-No tiene eslogan.-dijo Key girando en una esquina, leí que decía “Av. Girasoles.”
-Dice “Nosotros no usamos maquinas, las creamos” Key, te va a doler.-
-Dímelo al rato, cuando esté todo musculoso y ustedes no.- mágicamente sentí que los bordes de las mangas cortas de mi playera me apretaban.
-No te imagino musculoso.- contesté riendo. –El musculoso en la relación es Jonghyun.- a él sí lo veo y lo imagino porque lo es.
-Tienes razón.- contestó Key riendo. –Él es el musculoso.- se estacionó en una casa con un jardín delantero demasiado amplio. Muy verde. Lindo pasto. –Aquí es.- apagó el motor, entonces salimos del auto.
Caminamos hacia la puerta principal y llamamos al timbre. ChangMin se quedó detrás de nosotros porque él no estaban en la tarjeta que Key repartió.
-Buenas tardes, somos el Imperio de Cortadores de Césped KeyHo.- ambos hicimos una reverencia. –Y un amigo.- apuntó a ChangMin, él sólo se rió.
-Buenas tardes, en un momento les traigo la herramienta.- era una señora de ammm no más de cuarenta años, simpática.
-¿Y qué cuenta Jonghyun?- pregunté mirando al pasto.
-No mucho.- susurró Key. –El anillo que pisaste era de mi abuela, gracias por eso.- alcé las cejas sorprendido.
-Lo siento.- hice una reverencia. –Pero para qué lo dejas en el suelo.- le regañé.
-No lo dejé en el suelo, se le olvidó a Jonghyun.-
-¿Jonghyun?- preguntó ChangMin acercándose. –¿No era Jonggie?- Key negó lentamente, como si dudar en siquiera hacerlo. –¿Por qué?-
-Muchas cosas.- susurró riendo. –Estupidez principalmente.- ¿será que ya pasó lo que tenía que pasar?
-¿Key?- lo llamé. -¿Acaso tú y él?- separé mis manos para ser un poco gráfico.
-No lo sé.- susurró.
-Tengo una podadora y unas tijeras.- miramos hacia la puerta en donde estaba la señora. –Espero que sea suficiente.-
-No se preocupe, señora, lo será.- dijo Key sonriendo. Cabeceó en mi dirección para que fuera tomar las tijeras.
-La podadora no la puedo sacar.-
-Sólo dígame en dónde está y la sacaré.- ChangMin se fue tras la señora, así que me quedé con Key. Relamí mis labios incomodo, se supone que no debo de meterme, él me lo pidió, pero siento que Key me dice a gritos que le pregunte qué ocurrió.
-Lindo clima.- susurré mirando las tijeras.
-Sí.- susurró. –Es lindo.- presioné mis puños.
-Key, lo siento.- hice una reverencia. –Pero no puedo preguntarte acerca de Jonghyun, tú me lo pediste.-
-Lo sé.- suspiró caminado hacia mí, él tomó mis hombros para levantarme, sentí el calor de su pecho contra el mío y sus brazos rodear mi cuello. –Y me arrepiento tanto.- hiperventiló cerca de mi cuello, que pude escuchar perfectamente cómo se rompía.
-Lo siento.- lo abracé.
-¡Mmm! ¡Gay, gay, gay!- tan inoportunamente e inesperado, mi finísimo “amigo” Niel. –¿Qué pasa Romeo? ¿Porque Taemin sale conmigo tú sales con Key?- me quería separar de Key para usar las tijeras con Niel, pero no pude.
-Ignóralo.- susurró Key en mi cuello, eso sí me dio asdasdas.
-Sólo que ahora Tae no está conmigo, se quedó en El Palacio de la Pizza Wong con Kai, voy por un amigo, sino sí hubiera venido conmigo.- sentía un venita brotar en mi sien, supongo que Key también sintió que me estaba enojando. –Porque ya sabes, a Taemin le encanta mi moto.- suficiente.
-Piérdete.- alcé las cejas por el veneno que había en esa palabra. Vi que Niel se pasmó y al mismo tiempo que él, pasé saliva.
Niel asintió lento y se fue caminando hacia su motocicleta, sin dejar de mirar a Key se subió, se puso el caso y luego se fue.
-Ya me quitaron mi juguete favorito, no permitiré que se lleven el de repuesto.- dijo dejando de abrazarme. –No literalmente.- asentí.
-Gracias.- supongo. –Aun así, no puedo meterme al menos por diez días.- e incluso cuando regrese de Jeju le preguntaré y comenzaré a investigar por qué pasó y si tiene solución.
-Aquí está la podadora.- miramos hacia la puerta, venía ChangMin con una de esas podaderas que sacan el pasto costado volando, a tal velocidad que pareciera te han lazando una navaja. Lo sé porque es igual a la de la escuela. –¿Cómo vamos a empezar?-
-No sé, Key es el cerebro.- dije mirándolo.
…
-Fue tan rápido.- susurró Key, él estaba sentado en el pasto que ya corté con las tijeras mientras ChangMin está hasta el otro extremo por la podadora porque las hojitas nos lastiman.
-¿Qué tan rápido?- preguntó ChangMin.