-¿Ustedes son pareja o algo así?- ambos volteamos hacia el barman.
-Sí.- contestó Taemin. Algún día seré yo quien diga eso. –¿Lo hacemos bien?- tomó mi mano para regresarme hacia la barra, él se volvió a sentar en su silla y yo en la mía.
-Hacen bonita pareja.- nos sonrió.
-Gracias.- contesté.
…
-Estoy tan cansado~- esuché a Taemin tras entrar a mi casa y terminé por cerrar la puerta, Taemin ya estaba acosado en el sillón de mi sala de estar.
-¿De qué?- pregunté acercándome a él.
-De ser tan guapo.- le piqué en el hombro para que me volteara a ver, y cuando lo hice le indiqué que se levantara.
-¿Te cansas de ser guapo?- pregunté riendo.
-Sí, es cansado, ¿tú no te cansas?- se levantó del sofá. Tomé su mano para apagar el foco del pasillo entre la sala y el comedor, así ya nos estamos preparando para dormir. –¿No te da miedo tener todo oscuro?- comenzamos a subir las escaleras para ir a mi habitación.
-No mires hacia atrás.- susurré porque él va detrás de mí. –Si oyes crujidos son normales.-
-Para ti es normal una niña atravesando tu sala.- pasó corriendo delante de mí y escuché el portazo que dio en mi habitación. Pero no sólo eso, sino un relámpago muy fuerte también. Caminé hacia mi habitación, cerré la puerta del baño a un lado de la habitación de mi mamá, la que cerré también.
Luego fui hacia el cuarto de estudio para cerrar la ventana, regresé a a mi habitación, busqué a Taemin y creo que lo encontré en mi cama, cubierto hasta el cabello hecho bolita.
-¿Te dio miedo?- pregunté caminado hacia la ventana para cerrarla. Porque si llueve es probable que el Angulo de las gotas hagan que entren a mi habitación.
-Claro que no.- susurró descubriéndose con la cobija.
-Seguro.- contesté caminado hacia la puerta para cerrarla.
-¡No me dio miedo!- gritó al mismo tiempo que un relámpago caía, pero el estruendo fue opacado por el nuevo grito de Taemin.
-A mí también me da miedo.- susurré sacando la pijama de Taemin, o mínimo la ropa mía que usa cuando se queda aquí a dormir.
-No dije que me daba miedo.- contestó mirándome.
-Toma, ponte esto.- le tendí la playera y el pants. –No vayas a arruinar tu ropa.-
-Me la voy a poner, pero no le tengo miedo a los rayos.- tomó la ropa para caminar hacia el baño, pero otro relámpago cayó antes de que la abrirá, y justo cuando se terminó la iluminación del rayo, Taemin estaba de vuelta en mi cama.
-Prometo no decirle a nadie acerca de esto.- dije tomando mi ropa para dormir.
-¡Que no le tengo miedo!- me aventó su playera en la cara.
-No decía de tu miedo por los relámpagos.- bromeé un poco más. –Sino de que hoy es un día hábil igual que mañana, y que vas a dormir en la casa de un profesor.- aunque sí me refería a lo de los relámpagos.
-No le tengo miedo a los relámpagos.- susurró poniéndose mi playera.
-¡Taemin!- grité, él se subió a la cama.
-¡Qué! ¡¿Qué hay?! ¡Quiero a mi mamá!-
-Ja, ja, ja, no, no había nada, sólo que te ves muy bien con mi ropa.- ahora su pantalón me cubrió la cara de manera violenta. –Lo siento.- susurré doblándolo para que no se maltrate.
-Lo siento.- me arremedó.