-Haciendo berrinche no ganarás nada.- dije para levantarme de la silla, escuché que Taemin bufó molesto, negué riendo para ir a revisar el otro hot cake que ya tenía la superficie burbujeante, lo giré con la espátula.
-Kiss me~ Kill me~- tarareé con la música de fondo. ¿Música de fondo? Ese es mi celular. Bajé el fuego de la estufa para girarme e ir hacia el fondo de la cocina, es una llamada. Saqué mi celular de la bolsa del delantal, es Key.
-¿Hola?- pregunté. Sentí un airecito macabro pasar por mi oído, extraño mi cabello largo, ubiqué lo que pasó volando a mi lado, era el tenedor que le había dejado a Taemin. –Ahí estaré no te preocupes.- contesté caminando por el tenedor.
-¿Quién es?- la voz de Taemin cambió a ser una ruda y agresiva. Negué riendo.
-Está bien, yo pago.- dije desclavando el tenedor. –Nos vemos.- me giré para revisar el hot… los labios de Taemin se estrellaron contra los míos, tomó mis mejillas apretando el celular contra mí.
Presioné los ojos cuando su lengüita entró en mi boca, intenté bajar el celular pero Taemin no lo permitía. Me va a patear cuando me vea en persona por los sonidos húmedos que se oyen, y con la bocina del celular a la altura de mi boca… mejor ni pensarlo.
-Ahh.- ¡gimió! Miré asustado a Taemin, pero él sólo sonrió. –Buenos días, amor.- y volvió a besar mis labios.
Se separó de mí, me lanzó un guiño y luego se giró para ir al comedor.
Bajé mi celular aun anonadado, finalicé la llamada sin dejar de mirar a Taemin. Él sólo le puso miel a su hot cake para comenzar a comerlo. Hace una llamada estaba llorando porque no vio la película del unicornio y ahora viene y me besa así a mitad de una llamada.
-Era mi mamá.- susurré mirándolo.
-Ella dijo que no se cohibía.- lo miré con obviedad. –¿Ya no te acuerdas?- negué suspirando para ir por el hot cake que por suerte aun no se quemaba. Lo saqué del sartén y apagué la estufa. El resto de la masa la guardé en el refrigerador, desconozco si aun siga sirviendo para la noche pero no la voy a vaciar por el fregadero.
-No era mi mamá.- dije caminando con el sartén para darle el otro hot cake. –¿Por qué me besas así?- después de dárselo regresé a la cocina para dejar el sartén.
-Yo sólo hice lo que dice tu mandil.- bajé la mirada para leerlo “Besa al cocinero” me lo quité ligeramente molesto que en el acto me lastimé los oídos.
-No puedes hacer eso.- lo dejé en la barra desayunadora para ir al comedor y sentarme en la silla. –Yo no lo hago cuando tú atiendes tus llamadas.-
-Porque no quieres.- negué sonriendo. Suspiré profundo para calmarme. –¿Vas a desayunar?-
-No tengo hambre.- contesté.
-Haciendo berrinche no ganarás nada.- cerré los ojos rendido, ¡no me la puede devolver!
-Tú sólo come y crece.- saqué mi celular para revisar la hora, las 11 am. –¿A dónde vas a ir después de desayunar?- lo volví a guardar para mirar a Taemin.
-Con…- si dice Niel creo que seré un poquito más feliz que si dice con Kai, aunque en ambas tengo de perder pues Niel sigue siendo el ex y Kai lo llevaría a Club Sándwich en donde estará Kris. –Las Copias.- gracias papá.
-¿Qué no están trabajando en el café?-
-Sí.- contestó antes de comer del hot cake. –Pero Minwoo va a ir hoy a una audición de baile y lo voy a cubrir.- ¿qué? ¿Tú más café? ¿Donghyun sabe lo peligroso que eres y aun así te pone a trabajar en un café? –Minho, ¿cuál es la primera letra del alfabeto en inglés?-
-A…- el trozo de hot cake que tenía en su tenedor terminó dentro de mi boca.
-No puedes salir de casa si no has desayunado antes.- masqué el hot cake. –¿Lechita?- me tendió el frasco de la banana milk. Negué con ambas manos mientras lo pasaba.
-Quedé en desayunar con quien nos escuchó.- le regresé su lechita. –Voy a verlo en el café, así que te dejo trabajando y paso a recogerlo.-
-Bueno.- se encogió de hombros. –¿Estás enojado?-
-No.- contesté.
-A bueno.- ¿dijo ¡sonriendo?! –Por un momento pensé que sí.- en mi mente estrellaba mi mano contra mi frente. –Pero si lo estuvieras te diría algo como que lo siento mucho pero era mi momento de atención fue interrumpido por una llamada. Esa persona me robó tu atención y me vi en el derecho de reclamarte como mío, pero no pensé en las consecuencias que esto implicaría, a lo mejor era tu mamá o el Director Oda, alguien importante que ya nos escuchó y pueden malinterpretar todo.- alcé las cejas sorprendido incluso mi boca cayó levemente. –Perdóname.- hizo una reverencia que no se fijó su cabello entró al hot cake llenándose de miel.
-Está bien, no te preocupes.- dije tomando una servilleta para levantarme de la silla e ir con él, le limpié la miel de su cabello o la esparcí que ahora no se ve.
-Aun tengo un par de cosillas en las que me puliré, pero lo haré.- se levantó de la silla para abrazarme. –El amor que…-
-Te tengo es directamente proporcional al miedo que me da perderte, lo sé, lo sé.- completé correspondiéndole el abrazo por dos segundos, luego lo separé para volverlo a sentar y así termine su desayuno. –No me molesta.- tanto. –Porque sé que eres impulsivo y muchas cosas las haces sin pensar, así que no te preocupes por eso.- de menos, no demasiado.