-O estar bajo la lluvia.- sonrió y me sentí, como en una segunda fase de hipnotismo por él. Por su mirada, por su sonrisa. Por ser Taemin.
-¿Recuerdas cuando estábamos en Jeju?- pregunté mirando hacia otro punto focal, algo que no fueran sus pupilas, miré sus lindas mejillas, su barbilla, la línea de su quijada, sus cejas mojadas, las comisuras de sus ojos, sus pupilas.
-No.- rió haciendo que sus ojitos se encogieran. –¿Tú sí?-
-Recuerdo haber estado contigo, antes del ataque de los cangrejos, en la costa, jugando con las olas. Y que tenía muchas muchas ganas de besarte.-
-¿Ahora las tienes?- asentí lento.
-Y es por tus ojos magnéticos.- susurré llevando mi mano a su mejilla., él ladeó levemente su rostro para sentir más mi tacto. –Es como su hicieras que mis circuitos se bloquearan por hacerle caso a tu magnetismo.- me acerqué lentamente a su rostro, sentí sus labios y su aliento.
Los labios de Taemin o los míos, no supe cuáles se posaron primero sobre los contrarios, sólo sabía que lo estaba besando. Que sus pequeños labios se movían entorna a los míos y que las gotas de lluvia se metían entre nosotros haciéndolo un poco más húmedo.
Lentamente el calor del aliento de Taemin se retiró de mí, así que abrí los ojos para verlo, para volver a caer en su mirada magnética.
-¿Crees que sea un magnetismo errado?- negué lento, preso de ese hipnotismo.
-Creo que soy un tonto por ponerme en “situaciones” que tu magnetismo crea.- susurré, veía como las gotas de lluvia caían sobre su frente y se escurrían por su mejilla. Llevé mi mano hacia su cabello para deslizarlo hacia la derecha y descubrir su frente, así no habrá conductores hacia su rostro.
-¿Y Crees que esas situaciones estén mal?- asentí lento de nuevo. –¿Cómo cuales?-
-Como ahora.- susurré. –Estar bajo la lluvia, besándote, como estar besándote en la cocina de tu casa con tu madre en las escaleras, o estar haciéndotelo en el baño en desuso de la escuela.-
Taemin me sonrió, tomó mis manos, entrelacé nuestros dedos sin dejar pasar un segundo más.
-Dime más.- susurró mirándome, sonriéndome hasta con sus ojos.
-Cuando me secuestraste en la fiesta de Key, cuando arrancaste el cartel sólo porque tenía mi nombre.-
-Estaba en negritas.- susurró riendo.
-Cuando asustaste a Key con el tiburón, cuando hiciste el aegyo en la fogata, cuando el chapoteadero de los bebés, bajo el tobogán.- cada situación que decía, Taemin reí o sonreía nervioso.
-Tú también me has hecho pasar por “situaciones”.- se quejó. –Lanzarme por el tobogán donde han muerto algunas personas.-
-¿Cuál otra?- pregunté riendo, mirándolo a los ojos.
-Ammm… la polilla en tu armario.-
-Esa fue idea tuya.- susurré. –Tú quisiste ponerte el kimono dentro de mi armario.-
-¿Te gustó que me lo hubiera puesto?-
-Si te digo que sí voy a sonar muy pervertido, pero si te digo que no, estaré mintiendo.- sonreí nervioso.
-Pervertidote.- susurró con su voz aniñada.
-Yo era una manzana sana.- dije riendo.
-¿Y yo? ¿Era la manzana mala?-
-Eras una naranja que cayó dentro de la cesta de manzanas, y ahora esta manzana, quiere ser una naranja.-
-Eres un cursi.- dijo riendo, desviando la mirada. –Eres…- me miró a los ojos, alcé una ceja esperando. –Perfecto.- susurró con las mejillas levemente rosas.
-Tú me haces ser alguien mejor.-
-Ahora también seré alguien mejor.- susurró mirándome, noté que sus pupilas comenzaban a moverse, como queriendo llorar. –Porque mereces algo mejor. También me deshelaré por ti.-
-No hace falta.- susurré.
-¿Crees que nuestros papás nos estén mirando?-
-Creo que sí.-
-¿Y crees que estén felices con lo que miran?-
-No.- contesté.
-¿Por qué?- pregunto con un hilo de voz, casi llorando.
-Porque nos estamos mojando y muy probablemente nos vayamos a enfermar.-
End Pov’s Minho
A la mañana siguiente estaba Jonghyun en la Casa de la Cultura de Seúl, en el salón del piano, presionando algunas teclas sin disfrutar mucho de la actividad.
Y es que preferiría estar en su casa, en su habitación pero hoy muy temprano su madre le sacó de la casa con un billete de cien para que fuera a no deprimirse más. Si con ese billete pudiera regresar el tiempo, dejaría de estar deprimido.