Pero sólo consiguió hacerse de un lugar en la Casa de la Cultura, *para usar el piano hasta las tres de la tarde.
Presionaba las teclas lento, marcaba una melodía que recién había inventado y que llevaba todos sus sentimientos.
-Gris se ha vuelto el cielo, aunque estaba amaneciendo.- susurró lento. -Y el azul de tu silencio es el que ha hecho oscurecerlo.- Kibum. -No el verde de los ojos, ni unos los labios rojos.- negó lentamente. -Porque no existe un color en la tormenta de tu cuerpo.- cómo lo extrañaba. -Sólo relámpagos.- Peleas. -Seguidos de los truenos… Que suenan cada vez que te echo un poco más, un poco más… un poco mas de menos.-
-Wow.- miró hacia el marco de la puerta. –Qué profundo fue eso.- Jonghyun sonrió lento, pero terminó negando. –Hola.- entró Yui para caminar hacia el piano de cola y sentarse a un lado de Jonghyun, en el banquillo.
-Hola.- contestó sin dejar de presionar las teclas del piano.
-Eso fue deprimente.- susurró Yui mirándolo.
-Jé.-
-Dicen que las obras de los artistas siempre estás teñidas de algo suyo.- miró hacia el piano, porque si veía a Jonghyun este podría cohibirse o sentirse atacado.
-Estoy deprimido.- susurró dejando de tocar el piano. –Perdí algo muy importante para mí.- por no decir la mitad de su alma.
-Ya veo.- susurró Yui. –¿Y qué vas a hacer para recuperarlo?- preguntó mirándolo, Jonghyun alzó las cejas extrañado, incluso sonrió por esa pregunta.
-¿Qué dices?-
-Cuando se me pierde el celular, una púa, un zapato, siempre hago algo por recuperarlo. Por eso te pregunto qué vas a hacer tú.-
-Conseguí entradas para la obra.- ambos miramos hacia el marco de la puerta, en donde estaba Changjo con los dos boletos en la mano, mostrándoselos.
-¿Qué voy a hacer?- susurró Jonghyun, saboreando las palabras.
Al día siguiente, en la escuela…
Pov’s Taemin
-¿Me pasan la mostaza?- una buen hot dog necesita de mostaza. Abrí mi mano para recibirla pro a los tres segundos de no hacerlo, volteé a verlos. –Chicos, ¿alguien me puede pasar la mostaza?- pregunté mirándolos.
-Tómala tú.- dijo Niel. –Me duele todo como para darte la mostaza.- fruncí el entrecejo.
-KwangMin, pásame la mostaza.- lo miré.
-Me duele el brazo de sólo pensar que tengo uno. Tómala tú.- suspiré molesto.
-Minwoo, ¿me puedes pasar la mostaza?- lo miré sonriendo.
-Taemin, me duelen músculos que no sabía que tenía.- bien, me levanté de mi silla para estirarme y tomar la mostaza.
-Culpa de ustedes, porque dejan la mostaza a la mitad de la mesa.- me volví a sentar para ponerle a mi hot dog. –La clase de Minho tampoco es tan pesada.- se han estado quejando de eso desde que los vi en la mañana.
-Lo dices porque no la tomaste.- me encogí de hombros, ayer hubo junta del Comité Estudiantil para ver qué iba a pasar con el baile de graduación, así que no pude ir a la clase de Minho, cuando llegué, todos estaban en las duchas.
Al final le llamamos a Key para preguntarle si podía, y dijo que sí, pero que nos acopláramos a su horario y su forma de trabajo. Parece que tiene cosas en mente para sustituir la venta de garaje.
Y que lo haría como labor social, no nos iba a cobrar por ello.
Pero eso sí dijo “No será mi labor social, tendrán que contarle el tiempo que yo invierta para saldar las horas que Jonghyun debe”.
-Ya quiero que sea miércoles para que tomes esa clase, y que el jueves estés como fresca lechuga.- miré a KwangMin y le sonreí.
-Yo también espero.- dije mordiéndole a mi hot dog.
-¿Está ocupado?- volteé por encima de mi hombro mientras bajaba mi hot dog al plato. –¿Me puedo sentar?- ¡es Jonghyun hyung!
-Claro profe.- iba a decir algo pero eso que dijo Niel hizo que se me olvidara.
-¿Profe?- pregunté limpiándome los labios por una servilleta.
-Le estoy ayudando al profesor de Música a cubrirlo cuando no pueda, soy como su ayudante.- comenzó a preparar su comida, también tomó un hot dog.
-Ahora que eres solita.- dijo Minwoo tapándose la boca porque seguía comiendo. –Es más alentador tomar la TAE de Música.-
-¿Eso crees?- preguntó mi hyung mirándolo.
-Sí.- asintió sonriendo.
-Gracias.- susurró Jonghyun.
-¿Estás siendo profesor también?- le pregunté limpiando mis labios con una servilleta.
-Sí.- susurró sonriendo.
-¿Cómo Minho?- preguntó KwangMin.
-No, tampoco tanto.- rió levemente mirándonos. –Imagina una pirámide, en la cima está el Director, y hacia abajo va el subdirector, los prefectos, los maestros y profesores en la misma categoría, y luego estoy yo, en los tutores o ayudantes.- ya veo…