Al terminar fuimos de los primeros en salir, llevé a Sehun al café en donde trabajaba y le agradecí haber salido conmigo, él me invitó uno y terminé saliendo de ahí.
Me quedé en la acera de la tienda de café, sentado, ya era de noche así que mientras lo bebía miraba hacia el cielo, las estrellas, recordaba lo divertido que se veía Key con Sungmin, tal vez él verdaderamente es feliz con esa persona.
Tal vez sí tenga que irme de su lado.
Y ahora será feliz con él.
-Ánimo amigo.- volteé por encima de mi hombro, ahí estaba Sehun. –¿Ese es el chico del que hablabas?- asentí.
-Estuvo mirándote todo el tiempo. Al inicio me asustó porque me miraba por el espejo que sacaba cada cuanto, lo enfocaba para mirarte.- negué lentamente y dejé el vaso semi vacio en el suelo.
-Gracias por intentar animarme.- le sonreí.
-De nada.- se levantó de la acera. –Nos vemos luego.- asentí lento, tomé mi basura para levantarme e ir hacia el bote de basura más cercano, lo tiré y saqué mi celular.
Quizá será hora de terminar ya todo con Key.
End Pov’s Jonghyun
Pov’s Key
Me separé de Sungmin, sus labios aun chasquearon un poco.
-Lo, lo siento.- susurró desviando su mirada. Yo tapé mis labios sonriendo apenado.
-No hay cuidado.- susurré. Estábamos viendo una película, hice palomitas, una mosca comenzó a rondarme cerca de mi cabello, estoy seguro que es por la cera para el cabello con aroma a uva que me puse, porque la mosca me atacó pero en defenderme me piqué el ojo y le pedí a Sungmin que me revisara para ver si no tenía algo malo.
Como irritado o algo.
Pero me miró a los ojos, noté sus pupilas moverse lentamente, también estaban dilatadas y de un segundo a otro, ya tenía sus labios sobre los míos.
-Me dejé llevar, lo siento.-
-No te preocupes, tampoco me morí por eso.- aunque se sintió muy extraño, sus labios son diferentes a los de Jonghyun.
-Es que.- susurró, luego de mirar hacia todos lados seguía mordiéndose los labios nervioso.
-¿Qué ocurre?- pregunté extrañado, ¿yo me veía así cuando me ponía nervioso con Jonghyun?
-A mí me gustas mucho, y estos días me han encantado. Es decir, no quiero asustarte ni nada, pero me gustaría… no sé, y si tú me lo permites… estar a tu lado.- me miró aun apenado, yo no podía evitar sonreír.
-Sungmin.- susurré mirándolo. –Eres muy tierno, pero llevamos aun dos días saliendo, es muy pronto para formalizar, aun no me conoces ni te conozco para comenzar.- él asintió apenado. –No te estoy diciendo que no, sólo que es muy pronto.- le sonreí.
-Me encantaría seguir saliendo contigo.- susurró sonriendo.
-A mí también.- ¿qué cosa? –Sigamos mirando la película.- sugerí cabeceando en dirección a mi tv, Sungmin asintió y ambos nos giramos para estar más cómodos.
Tenía el tazón de las palomitas así que en ocasiones su mano rozaba con la mía al tomarlas, se ganará un punto si no mastica los granitos que no explotaron.
Por alguna razón luego de que las palomitas se terminaran y de dejar el tazón en la mesa de centro, Sungmin se recargó en mi hombro, no me molestó en absoluto, además, no lo movería porque entonces perdería mis modales.
-¿Era un vampiro?- preguntó, alzó la mirada pero sin despegar su cabello de mi hombro.
-Supongo.- sólo porque le crecieron los colmillos y en sus ojos apareció un delineador negro se considera vampiro, entonces sí.
Noté que Sungmin no había dejado de mirarme, bajé con cautela mi mirada y al hacer contacto sentí algunas cosquillas en mi estomago. Sungmin se irguió en el sofá pero de todos modos quedó muy cerca de mí, seguía mirándome y por alguna fuerza que desconozco me fui acercando a su rostro.
Cerré los ojos y separé los labios, sentí los suyos y su respiración cálida sobre mi philtrum. Comencé a mover mis labios lento, escuchaba los chasquidos de los suyos, pasé mis manos por su nuca para acercarlo más a mí, igual sentí las ajenas en la mía, ladeé mi rostro para profundizar y al hacerlo los chasquidos incrementaron de volumen.
Sentí que mi respiración comenzaba agitarse, esto… me gusta.
Me gusta como mueve sus labios, me gusta el sabor de su saliva, me gusta la forma de su labio inferior, me gusta su respiración mezclándose con la mía, me gustan sus labios. En definitiva me gusta besarlo.
Nos fuimos separando lentamente, mi mano se deslizó por su clavícula hasta que quedó sobre su hombro derecho, la suya dejó mi cuerpo en su totalidad.
Nos miramos a los ojos sonriendo.
-Ahora fue mi culpa.- susurré sin dejar de ver mi reflejo en sus pupilas. –Lo sien…- cerré los ojos al contacto con sus labios, esta vez se movía un poco más rápido, sentía como los abría y cerraba, las bocanadas de aire que ambos tomábamos comenzaron a hacer que la sangre recorriera más a prisa mi cuerpo, su lengua rozándose con la mía, terminando en una firme fricción entre ambas.
Tuve la osadía de tomar su labio inferior y tirar de él al separarnos.
-Me gustas.- susurró mirándome.