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La granada por DanaeS

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Notas del fanfic:

es un fic basado en una mitologia: la historia del rapto de persefone por hades uwu

tendra toques de comedia y una levita parte de sex .7.)/ 

 

Notas del capitulo:

dsadsadsad no tengo perdon porque la inspiracion da pero no para lo que quiero uu

yyyy este lo tenia pensado en halloween pero como me entere que por estas fechas cumple el mono psss dije sera para su cumple uwu 

DAMAS Y CABALLEROS

!!SHOWTIME!!

La Granada

Hace mucho tiempo, en el gran territorio griego, existían seres inmortales con poderes increíbles, les decían dioses, ellos vivían en el Olimpo disfrutando de la paz y de las ofrendas que daban los mortales para sus cosechas o tener suerte gracias a los dioses

El gran dios, o mejor conocido como el dios de los dioses era Mikoto, de apariencia calmada pero era una gran bestia a la hora de pelear pero era muy… cariñoso con otros, estaba casado con Reisi, dios del matrimonio (aunque se dice que también del orden), era muy celoso con cualquiera que se le acercaba a su marido y odiaba con todo su ser a sus amantes (sean mortales o dioses), hubo tiempos en los que solo le daba un golpe y no le dirigía la palabra por un tiempo haciendo que la pobre humanidad sufriera el estrés del gran dios por no tener una noche especial con su esposo o en el peor de los casos, castigar al amante con maldiciones crueles

No solo eran estos dioses, también había otros:

Kamamoto, dios del vino, era el más fiestero y tomaba de los mejores vinos todo el día

Totsuka era el dios del teatro y de las artes, cada día disfrutaba pintar, bailar o tocar un instrumento, adoraba muchas historias que los mortales hacían de ellos e incluso se maravillaba de los poemas

Izumo, dios de la agricultura, el dios más serio y tranquilo de todo el Olimpo, pasaba los días paseando por los campos viendo como florecían y cuando era la primavera hacia lucir toda la belleza de la naturaleza al máximo   

Shouhei, dios de la medicina y moral, sus conocimientos solo eran para el bien de la humanidad, feliz con todo mundo y descansaba mucho dejando en duda su especialidad, siempre miraba a cierto dios con la esperanza a que estuviera a su lado durante toda su inmortalidad

Bandou, del hogar, es un buen dios pero le pesa ser virgen inclusive siendo un dios que puede disfrutar de ese deseo, mas nunca se le ha dado la oportunidad, en especial con cierto par de ojos detrás en su espalda, tuvo un accidente con un pegaso hace mucho tiempo 

Chitose, dios de la fertilidad, aunque en esculturas muestran todo lo contrario de este, el era un hombre apuesto, hubo rumores que bajaba del Olimpo para poder coquetear a una mujer de gran belleza, claro que no tenia suerte y con otro dios en especial cuando se acercaba a el

Dewa, dios de la sabiduría, serio y leal a su cargo, es blando con los demás dioses menos con el dios anterior, por suerte no tenía hijos regados como otro pero le molestaba tanto que se metiera en problemas por sus estantes coqueteos, dudaba mucho que fuera un dios maduro

Fujishima, dios de la guerra, sin duda es diferente a la hora de la guerra, tranquilo con los demás, un verdadero guerrero a la hora de la batalla, se lleva bien con otro dios porque había ocasiones que luchaba en sus tierras pero este lo ayudaba, casi por decir que se llevan tan bien que con una simple mirada entendían

Eric, dios del mar, era tan tranquilo que era raro que hablara, aunque fuera raro, no sabía del todo nadar pese a eso estaba mucho tiempo en el Olimpo que en su hogar

Anna, diosa del amor, pero también se encargaba como Cupido, a la hora de flechar a las personas Chitose le vendaba los ojos para que no viera con especifiques a quien le daba con la flecha, es muy unida a Mikoto (gracias a que Munakata soporta su presencia para bien por ser una niña)

Yatagarasu (mas bien su nombre verdadero es Misaki pero odia cuando lo mencionan) hijo de una de las aventuras de Mikoto con Kusanagi (claro que Reisi le dejo de hablarle un gran tiempo y dándole golpes cuando se acercaba pero no odio al chico increíblemente) siempre estaba junto a padre ayudándolo con la tierra y los trabajos, no tenía un cargo en especial pero disfrutaba mucho vivir las maravillas que hacia su padre con la naturaleza, claro que era un chico violento pero por causas razonables

 Por último pero no menos importante:

Saruhiko, el dios de la muerte, a diferencia no vivía en el Olimpo con los demás dioses sino en el inframundo, un chico serio que nunca sonreía, a este no le agradaba mucho estar en el mismo lugar con un promiscuo casado con un celoso de primera y con los otros dioses con su ridícula armonía, a pesar que Mikoto le convenció en derrotar a su padre “Incoloro” le prometió mucho pero al final lo mando a vivir ahí para cuidar las almas de los desgraciados, odia a Mikoto por un sinfín de razones y solo se veía con los otros dioses cuando había una fiesta ridícula por una razón ridícula

A pesar de eso se sentía solo estar en un lugar obscuro con almas en pena o sufriendo castigos que él les había dado por cualquier razón y era hacer enojar a un dios o hacer algo en contra de ellos, pensó por un momento que hubiera un “alguien”

Y solo pensaba que no lo lograría al estar en un lugar frio y obscuro

---en el inframundo---

Suspiro con pesadez y se levanto de ese trono para ver los ríos donde solo había almas, la misma vista que veía desde los comienzos de la humanidad

-*suspiro* odio esto…- regreso a su trono desganado hasta que escucho unos ladridos fuertes-jm, cerbero ya se despertó- 

Camino hacia las puertas y bajar unas escaleras caracol, oía desde su castillo los gritos desgarradores de las almas al sufrir su castigo, la verdad eso le importa poco desde que llego

Nunca le importo que fuera de color negro con azul su palacio, esos colores le traían calma para pensar las cosas, aparte de evitar hacer una revuelta con Mikoto, quería derrotarlo una vez por todas pero cuando estaba enfrente de algo lo detenía, se congelaba y no podía hacer un movimiento, solo quedándose en su lugar molesto al no sentirse fuerte como el

A  pesar de que lo invitaban a sus fiestas iba cuando en verdad sentía que valía la pena, y esa última vez que fue era una que recordar, Kusanagi se embarazo de Mikoto, Reisi exploto de furia y agarro la bandeja de oro para estampárselo en la cara, estaba en la sombra de un árbol y gozaba mucho la vista como 4 dioses intentaron calmar al peli azul mientras que Anna y Eric miraban como Mikoto fue noqueado por el golpe mientras que Bandou comprendía mucho al rubio, todo mundo sabía cómo era Mikoto, si hubo un tiempo en la que seducía a Totsuka pero no lo logro porque este conocía la furia de su esposo, fue el mejor día de su eterna vida, ojala hubiera algo para vivirlo otra vez. Como recordaba ese tiempo con una sonrisa, ojala que fueran así todas las fiestas que hacían los dioses ya si seguiría yendo para ver como el gran dios es golpeado por su esposo por su infidelidad

Llego hacia donde estaba su mascota entrando hacia una cueva gigante donde descansaba cerberos, el perro que cuidaba la entrada al infierno

El perro de 3 cabezas ladraba mucho hasta que apareció por fin su dueño, el de la cabeza del medio bajo su hocico hasta Saruhiko

-¿pasa algo cerbero?-

El gran perro conocido por ser un gran guardián de las puertas del infierno gimoteo dándole entender que no estaba contento

-¿lo notaste?-

Otro acerco su nariz para acariciar a su amo levemente con la mejilla de su dueño

-estoy bien cerbero…-

La tercera cabeza gimoteo sabiendo que era mentira, movió la cola ansioso

-no se preocupen por mí, estaré bien-

Acaricio esa cabeza haciendo que el animal se tranquilizara, levantaron su cabeza mirándolo esperando otra respuesta

 -tal vez tenga que salir por un tiempo para poder estar tranquilo-

Ambas cabezas ladraron de acuerdo por la decisión

-te encargo las entradas-

Con eso camino hacia las puertas del inframundo para salir de su monótona vida aunque sea por un rato

---en la superficie---

Yata y Kusanagi estaban en los campos de Grecia, el segundo cosechaba mientras que su hijo miraba los pájaros cantar y las mariposas volando por las flores

-Yata-chan-

-¿pasa algo Kusanagi-san?-

Aunque era su padre estaban de acuerdo que no dirá su nombre (Misaki) mientras no le diga mami a Kusanagi, cuando lo tuvo fue un golpe certero a su “juventud” pero por un lado estaba feliz de tener un hijo pero no le gustaba la idea que le diga “mama” nunca le conto que su padre era Mikoto

-si quieres puedes ir con tus amigos a pasear por aquí-

-¿enserio?- volteo alegre viendo a su padre

-sí, no quiero verte aburrido viendo aves mientras hago mi trabajo- dijo con una leve sonrisa

-si Kusanagi-san-  respondió tranquilo pero gritando de felicidad por dentro

Empieza a correr a una parte donde era su preferido pero antes de irse más lejos se detuvo y se despidió del rubio, después continuo con su carrera para ir a ese lugar. Pasaron unos minutos y llego donde había un lago junto a unas flores y unos árboles, un hermoso paraíso para cualquiera

-¡ya llegue!-

En ese mismo instante que grito apareció un gato rosado, un conejo blanco y un perro de color negro que conforme se acercaban se trasformaron en unos apuestos jóvenes

-creí que hoy no llegarías- dijo el que era el conejo blanco su nombre es Shiro

-tuve suerte que Kusanagi-san estuviera de buenas hoy, lo bueno es que estamos en verano y las flores darán sus frutos, por ahora estoy libre-

-¡sí!- grito la que era el gato rosado, su nombre es Neko- ¡podremos jugar al fin!-

Yata al ver la mujer desnuda se tapo los ojos de golpe

-¡Neko! ¡Te he dicho que te vistieras!- dijo el conejo negro que se llama Kuroh

-¿Por qué?- respondió con una mueca de enojo

Kuroh no necesito hablar, solo señalo al hijo del dios de la agricultura a lo que la chica volteo a verlo y noto que el chico tenía tapado sus ojos

-por eso-

-oh…-

Camino hacia un arbusto y se puso una túnica para taparse, no paso mucho tiempo para que regresara ya vestida

-deberías ya superar eso Yata- dijo Shiro con una gota, la primera vez que la vio pego un grito nada masculino que asusto medio mundo animal

-¡ni crean que es fácil!- se destapo los ojos pero aun sonrojado

-dejando eso a un lado- interrumpió el pelinegro- vámonos ya que te dejaron pasar por aquí- sonrió al recordar el permiso

-¡sí!- olvido el detalle de la chica y le devolvió la sonrisa

Los 4 empezaron a correr cerca del lago con una sonrisa  en sus rostros, disfrutando uno de los días soleados

---con Saruhiko---

Salió a la superficie y la luz solar lo cegó, con su capa trato que taparse la vista pero aun podía notar ese molesto brillo atreves de su ropa

-tsk- cerró sus ojos por el brillo que pegaba en su cara de una manera molesta -odio ese sol…-

Miro por donde estaba la cueva que conectaba el inframundo con el exterior, por un momento pensó en regresar hasta que se acordó de la promesa con su mascota y empezó a caminar hacia un bosque, poco a poco empezó a arrepentirse por salir pero para no preocupar a cerberos no tuvo otra opción, el junto a otros seres le daban una buena compañía pero sentía que le faltaba algo y que eso llenaría un extraño hueco en su corazón

No le importa que los humanos alabaran su nombre o le temen, son mortales y a él nunca le intereso la vida de los humanos  pero había ese algo que lo hacía sentirse incompleto, un extraño vacio en su pecho que le causaba frio, a pesar de estar con el perro de tres cabezas sentía que debía de llenarlo con otro más especial

-…-

Siguió caminado hasta que escucho unas risas en el frente, muy molestas, demasiado alegres para su gusto

-tsk-

Logro ver más al frente que empezaba una pradera llena de flores y animales, por un momento pensó que era una vista melosa y cursi, la odio por un momento. Se subió a unas ramas de un árbol y se recostó, ni siendo un mortal tocaría ese lugar que le hacía vomitar, no es amargado solo que esas cosas no le sientan bien, cerro sus ojos esperando poder dormir un poco hasta que escucho unos pasitos en el pasto

---con Yata---

Neko (como gato) corrió hacia las flores, salto en ellas disfrutando su suavidad y olor por un momento se quedo oliéndolas, disfrutando de su perfume blando

-¡Neko!-

La chica escucho los gritos y se escondió mas entre las flores hasta quedar fuera de vista gracias a los pétalos y tallos, justo que escondió su cola llego Yata cansado de tanto correr, miro el paisaje pero en vez de disfrutarlo lo hacía sentirse algo molesto

-¿Cómo se logra encontrar un gato en este lugar?...-

Derrotado empiezo a buscar por las flores, no las arrancaba, solo las movía un poco para poder ver si estaba oculta debido a que las estas eran un poco altas, ignoraba el hecho que estaba en frente de un par de ojos azules quienes lo veían con un brillo nunca antes visto en estos

El dios del inframundo al momento que abrió sus ojos al escuchar a una persona hablando sola, lo vio, miraba al chico que buscaba en las flores a ese gato y vaya que no tenía la oportunidad de encontrarla estando lejos de ella

Era simplemente perfecta esa imagen, delgada pero no llegando a que pareciera una mujer, músculos en buena forma sin exagerar, ojos amarillos como el mismo sol, cabello del mismo color de otoño, piel morena “Perfecto” fue lo que se le cruzo en la mente de Saru

En ese momento salió el gatito asustando a Yata tirándolo

-¡miau!-

-¡AAH!- brinco hacia atrás dejando que el gato se escapara -¡no huyes!-se levanto con dificultad para después correr para intentar alcanzarla

Saru no quería dejar de observar al chico, era hermoso, era perfecto, no podía permitir que se alejara más. De un salto bajo del árbol y camino por donde se fue el pelinaranja, este no notaba su presencia, mejor para el ya que por el grito noto que tenía una potente voz y casi le destrozo el tímpano

-¡Neko!- miro por los lados esperando no perderla de vista, era una cosita rosada en todo verde, sería tonto si no lograra encontrarla

-¡miau!- para su sorpresa estaba escondida en un arbusto y le salto encima

-¡hey!- salto hacia atrás para evitar ser rasguñado por la gatita, ella cayó en su pecho

-¡jajajaja!- el gato se trasformo y dejo verla en su forma humana, para desgracia de Yata, no tenía su ropa

Se cubrió los ojos de golpe que por un momento dudo en gritar

-¡Yata es un inocente niño~!- salto la mujer a otro lado para correr dejándolo solo otra vez

-¡no soy un niño y tapate antes de que un humano te vea! ¡Gata tonta!- corrió hacia está tratando de no verla pero no para perderla de vista

El peli azul no dejaba de ver al chico, pudo apreciar que era como una contraparte de él, daba una sensación cálida, era alegre y vivo, no como el que estaba aburrido de casi todo

Pero ahora no lo estará

Quiere ese chico para él, quiere sentir su piel en sus manos, acariciar ese cabello alborotado, ver más de cerca esos ojos con el brillo del oro, sentir su interior, el latir de su corazón, probar todo su cuerpo, palmear ese esbelto cuerpo delgado

Lo quería

Con una sonrisa algo macabra invoco un carruaje tirado por caballos negros dándole un aire terrorífico a este, Saruhiko camino hacia uno de ellos, le acaricio el lomo y subió al carruaje fijando su mirada al chico, movió las cuerdas que tenían amarrados a estos se movieran más rápido, reaccionaron instantáneamente empezando la persecución

El pelinaranja empezó a cansarse por perseguir a la chica quien se reía de su condición, no podía acercársele ya que Neko estaba desnuda y el no podía aguantar ver a mujeres desnudas

-¡Yata es muy lento~!-

-¡cállate!-

De pronto se escucharon unos cascos pegar al suelo deteniendo su juego por completo, un leve temblor sintieron ambos, la peli rosa miro por donde estaba Yata con miedo, se quedo fría sin moverse pero su mirada mostraba pavor

-¿Neko?-

-a… ¡¡corre!!- grito asustada mientras se convirtió en un gato  otra vez para escapar y no del hijo del dios de la agricultura

-¿eh?- un resoplido y un chillido llamaron su atención y volteo rápido alarmado

Logro ver el carruaje que asusto a la chica, pero no noto la mano que de un momento a otro lo agarro sujetándolo de la cadera

-¡ah!-

-eres mío…- una voz lúgubre hizo que se le helara la sangre

-¿Qué?...- miro al quien lo tenía sujeto con un brazo, en su vida conoció a este pero emitía un aire tétrico, hizo que temiera mas por su vida-¡no! ¡Ayuda!- quito el brazo para poder bajar de carruaje pero Saruhiko lo sostuvo con fuerza para que no se atreviera a saltar

-cállate…- sacudió las cuerdas y los caballos corrieron a una dirección, al inframundo- ahora me perteneces-

El oji amarillo abrió los ojos de horror

-¡no! ¡¡Papá!!- aunque grito con sus fuerzas no fue oído por su padre

Para su desgracia, cruzo la puerta al inframundo mientras tenía todavía esperaba a que Kusanagi llegara a rescatarlo pero al momento que perdió de vista la luz del sol sintió miedo por primera vez de ver que es lo que le espera ahora con ese lunático que lo secuestro

---con Neko---

Huía con rapidez y con miedo a flor de piel para buscar a Shiro y a Kuroh, Yata no la seguía y eso no era bueno, volteo con la esperanza que estuviera atrás pero no había nadie y choco con un cuerpo

-¡ah!-

-¡miau!-

Ambos cayeron de golpe

-¡Neko!- ese fue el pelinegro- ¡que te dije de correr!

-c-chicos… y-Yata…Yata…- no podía hablar por el miedo y la impotencia por no llevárselo con ella

-¿Qué paso con él?- Kuroh noto que su voz se quebraba

-¿se perdió?- pregunto Shiro empezándose a asustar

-¿está herido?-

Preguntaron asustados al notar que no está el mencionado con la gatita, ella empezó a hipar

-¡n-no! ¡l-lo han…!-

-¿Qué pasa Neko? ¡Dime!- Kuroh se desespero

-¡l-lo secuestro un tipo de armadura negra!- grito asustada y soltó a llorar por no evitar el secuestro del hijo del dios de la agricultura

-¡¿Qué?!- ambos sorprendidos miraron a Neko

-¿no es uno de tus bromas?- Shiro trato de calmarse, puede que si sea una broma de ella

-¡claro que no! ¡Un tipo con unos caballos se llevo a Yata a no sé donde!-

-eso no es bueno…- dijo Kuroh serio

-debemos de decirle a Kusanagi- Shiro hablo por los tres

-¿¡estás loco!?- dijo el pelinegro

-no sabemos quién es ese tipo que se llevo a Yata, ni mucho menos a donde lo llevo-

-cierto… pero Kusanagi no se lo tomara bien- dijo Neko algo recuperada

-claro que no, ver que su hijo está desaparecido no será bueno para el- aclaro Kuroh serio- debemos de decirle para que empiece la búsqueda-

= ¡sí!=

Se convirtieron en animales y se fueron corriendo en busca del padre del chico

---con Yata---

Cuando no logro ver ya la luz solar sintió una gran obscuridad rodeándolo y el brazo de su secuestrador empezó a apretarlo más a él haciéndolo temblar

-¡no me mates! – grito asustado, no tenia poder especial para poder defenderse, aun no lograba encontrar que era especial para ser un dios como los demás- ¡no te hice nada!-

Saruhiko lo miro por un momento y detuvo el carruaje

-¡…!-

Sin dirigirle la palabra lo levanto como un saco de papas y empezó a caminar hacia una dirección

-¡oye! ¡Suéltame! ¡Déjame o veras las consecuencias!- empezó a patalear buscando la forma de que el otro lo soltara

-silencio… tienes una voz fuerte-

-¡y qué!- contesto molesto al ver que pedía silencio el tipo de armadura negra-¡suéltame!-

-no, eres mío- después de decírselo entro y fue recibido por su guardián quien curioso miraba al nuevo inquilino

-¡…!- el oji amarillo trago en seco ¿pensara en hacerlo alimento para esa cosa? ¡Eso necesita 10 ejércitos!- ¡no me mates!-

-maldición- gruño el oji azul- cállate…- miro a su mascota quien movía sus cabeza al ver que el pequeño entraba en pánico rápido- estaré con el- palmeo el trasero de su víctima- que nadie me molesta-

Con un ladrido aseguro que será así

Con una sonrisa el dueño de cerberos se fue directo a su cuarto con el chico

---con los chicos---

-¡Kusanagi!-

= ¡KUSANAGI-SAN!=

Gritaron con sus fuerzas los chicos quienes al verlo corrieron con todas sus fuerzas hasta llegar enfrente a este

-¿Qué pasa?- respondió el adulto preocupado por ellos, los conocía, pero faltaba alguien- ¿y Yata-chan?-

-Kusanagi-san… fue secuestrado- dijo Neko cansada pero tratando de no llorar- un tipo se lo llevo-

- ¡¿Qué?! ¡¿Cómo?!-  ahora se asusto, no ha hecho nada malo su hijo, no hay nadie quien quiera lastimarlo, ningún mortal lo haría, ni mucho menos los dioses- ¡díganme!-

-no sé quien era Kusanagi-san- dijo la gatita- t-tenía una armadura negra y…-

-dime bien como es el- la sujeto de los hombros pero con cuidado de no asustarla más- ¿cómo era?- por dentro estaba aterrorizado

-no pude verlo bien, era negro por completo… y… me dio miedo… no pude verlo bien…- empezó a llorar en silencio- ¡no pude correr por el por miedo!-

Soltó en llanto al recordar que solo huyo sin saber que iría por él, con solo mirarlo hizo que su corazón se detuviera y pensara más en su vida

Izumo por primera vez en su vida sintió un hueco en su pecho, el aire empezó a desaparecer y sus crecieron: su hijo fue secuestrado por un desconocido, respiro hondo 5 veces para no caer en pánico, tenía miedo en pensar que le sucederá a su hijo, no quería pensar que nunca lo vera

-empiezan la búsqueda, busquen a alguien que lo ha visto, no descansare hasta verlo sano y salvo- dijo decidió mirando a los chicos quienes se perdieron en su mundo por un momento hasta que les llamo la atención- ¡¡no aceptare que nunca veré a mi hijo otra vez!!-

= ¡sí!= respondieron ansiosos, pero seguros

Con eso Kusanagi desapareció mientras que los más jóvenes se trasformaron en animales en busca de una pista del chico

La prioridad era encontrar a Yata donde quiera que este

---en el inframundo---

-¡aaah!- fue lanzado a la cama como si fuera un trapo, miro con miedo al desconocido, sentía miedo pero no podía mostrarlo, simplemente empezó a odiarlo -¿Qué es lo que quieres de mi?- se hizo hacia atrás hasta chocar con la parte de la cama, maldecía que a veces eran pequeñas

-¿Qué qué es lo que quiero de ti?-empezó a quitarse la armadura ante los ojos del chiquillo, no le importaba si lo viera desnudo, si se va a quedar junto a él debería acostumbrarse mirándolo desnudo casi todos los días- *suspiro* tendré que decírtelo ya que eres muy lento para captar-

-¡oye! ¡El hecho que me llevaste a un lugar tan macabro haces que piense que solo me tienes aquí para matarme! ¡Mi papá no te dejara!-

-… ¿tu padre?- alzo una ceja, como para que ese mocoso hablar de su padre era algo raro

-Izumo Kusanagi, dios de la agricultura, ¡será capaz de hacerte trizas!- reclamo orgulloso

-…-un momento- Izumo… Kusanagi…-

-¿Qué tiene?-

-…- tuvo que hacer cuentas, desde el embarazo de Kusanagi no hubo fiesta desde que Rei casi hace explotar todos los volcanes cerca después de darle el golpe con la bandeja a ese molesto dios y por lo que sabía tuvo uno… oh por dios

Ese mocoso, es hijo de Kusanagi ¡y Mikoto! ¡De Mikoto! ¡Ese odioso perezoso dios! ¡¿Acaso era un tipo de maldición encontrarse con algo cercano a ese tipo?! ¿De todas las cosas que hizo pensó 500 veces que hizo para que el destino le trajera a ese chico ligado con Mikoto? Ni pensara en dejarlo, lo ha atado a él al punto de pensar cómo será su vida con él, viéndolo alegre y sus sonrisas especiales… demonios a tan poco tiempo de conocerlo y secuestrarlo empezó a sacar su lado cursi

-oye…- se acerco algo preocupado, de un momento a otro empezó de moverse, casi parecía una estatua- no me asustes de esa manera-

-¿sabes quién es tu padre?-

-no y lo ignoro- dijo restándole importancia- no es algo que me quita el sueño todos los días- miro a un lado- me llevo bien con los demás, la verdad no sentí algo raro con alguien, por lo que se, Reisi-san siempre despierta a su esposo estrellándolo con la pared desde hace un gran tiempo, nunca me dijeron el porqué -

Bueno, es algo bueno oír eso, aparte de los “buenos días” de Munakata, no tendrá aires de ser superior por ser hijo del dios de los promiscuos

-eso no importa ya- se quito la última aparte de la armadura para empezar a quitarse la ropa especial para su traje

-cámbiate a otro lado- el chico miro a otro lado

-vamos, somos hombres-  “en un futuro seremos más que conocidos” pensó – ni que la tuviera tan grande…- se quito la ropa- ¿o sí?-

Yata giro para contestarle, cuando vio que no traía nada se tapo los ojos de golpe, no pudo evitar hace segundos antes bajar la mirada ahí, la verdad lo superaba y sentía que fue un cierto golpe a su masculinidad

-¿acaso te dio miedo?- pregunto burlón

-como si lo tuviera de un secuestrador que me trajo a una cueva donde hay un perro grande de tres cabezas- giro para reclamarle pero aun tenía sus ojos cubiertos por sus manos

-se nota que no sabes quién soy- camino hasta quedar enfrente del chico, este estaba sentado pero no lo veía por puro pudor- deberías tenerme más respeto por ser hijo de un dios y no ser un dios por completo-

-ni aunque fueras un dios grande no te respetare ¡me alejaste de mi padre!- se levanto de la cara sin saber que lo tenía enfrente

-¿enserio?- quedo a centímetros- ¿tu padre no te dijo que debes de respetar a tus mayores?- agarro las muñecas del pequeño- …porque cuando menos lo esperas…- con una gran fuerza que para el hijo del dios de la agricultura le asusto por la increíble fuerza que quito sus manos, este miro sus ojos como él a los suyos, había miedo, superioridad, sorpresa  arrogancia-…te encontraras con el dios de la muerte-

-¡…!- el pelinaranja miro con horror al tipo de ojos azules, debió suponerlo desde un principio, su mirada era tan fría que cuando lo veía temía por su vida de un momento a otro, con sus fuerzas movió sus manos en busca de liberarlas del agarre, pero parecía que estaba atado a cadenas ya que no cedían-…a-ah…- no lo comprendía pero su voz desapareció por un momento, empezó a sentirse mal, tenía miedo

-pero tienes suerte… Yata Misaki- lo jalo para que quedaran pegados- no tengo intenciones de matarte- paso sus labios por la mejilla izquierda levemente provocando escalofríos al pequeño, se acerco hacia su oído- tengo otros planes… especiales contigo-

-c… ¿Cómo… sabes mi nombre?- trago en seco, su piel era fría comparada con la de él, cuando sintió los labios pensó por un momento que sintió hielo

-se muchas cosas Misaki~- una mano soltó una muñeca y viajo hasta rodearle la cadera- como cierto detalle personal-

-…- su corazón empezó a latir con locura, no podía pedir auxilio porque no había nadie a quien recurrir, lo tenía bien sujeto como para que encontrara una apertura para empujarlo y escapar, de pronto sintió una espada por sus piernas, parecía una espada por la dureza- ¿q-que…?- trato de alejarse del arma pero no se lo dejo Saruhiko

-desde hoy… te quedaras conmigo…- lo empujo a la cama otra vez

El oji amarillo se levanto asustado hasta que noto que esa arma no era como pensó, provocando más temor

-serás mi esposo- se acostó encima del otro, con intención de chocar su miembro  con el suyo con vulgaridad- prometo ser tranquilo en el principio- paso su mano por el muslo y empezó a subirlo hasta donde estaba su ropa de seda

-¡…!- respingo asustado, no había escapatoria, era un pequeño al lado de ese dios, cerró sus ojos asustado

---con Kusanagi---

-¡¡Yata!!- salió del bosque gritando su nombre, el tiempo pasaba y la paz se desvanecía- ¡¡Yata!!- corrió hacia otro lugar- ¡¿Dónde estás hijo?!- su corazón se oprimía mas al no encontrarlo

-Kusanagi-san- llego Shiro cansado

-¡¿lo encontraron?!- pregunto desesperado acercándose rápido al albino

-n-no… ya es tarde Kusanagi-san, sin luz no podemos seguir la búsqueda-

-¡no! ¡No puedo dejarlo!- contesto el rubio nervioso- n-no debí dejarlo solo… es mi culpa-

-¡no diga eso Kusanagi-san! Nadie tiene la culpa, s-solo él quien se lo llevo- no sonaba del todo bien pero si era la única manera para que el dios no se sintiera mal debía ser así- no te sientas mal, lo encontraremos… pero sin luz no podremos seguir con la búsqueda, m-mañana podemos pedirle ayuda a los demás…-

-…- el por primera vez se sintió impotente, no quería dejar la búsqueda, su hijo era como su sol- seguiré… hasta que salga el sol buscare ayuda… no quiero pensar que por mi retraso el está sufriendo-

-Kusanagi-san…-

-descansa, seguiré yo-

-…- bajo la cabeza triste, pero la levanto enseguida- entonces yo también seguiré buscando, Neko tiene buena vista en la obscuridad-

-Shiro…- se sorprendió por la ayuda-…gracias-

El albino sonrió al dios y se fue al otro lado del bosque para seguir con la ayuda, no habrá descanso hasta que lo encuentren sano y salvo 

---con Mikoto---

Miraba desde su nube la tierra, noto algo diferente en ella, como si el tiempo paro de un momento a otro, pensó que era Kusanagi el motivo de eso, el hacia cambios increíbles a la tierra, cada día veía la tierra de colores diferentes, hoy paro de forma repentina

-… ¿Por qué se detuvo?...- a pesar de ser sereno y darle menos importancia a las cosas, mas hoy fue una excepción, decidió darle un tiempo, si seguía así la humanidad perecería por ello

---inframundo---

-ah…ahh…aah-  el ritmo empezó a subir cuando su cuerpo le advertía que llegara al límite, algo que nunca sintió en siglos

-AAH…AH…AH- mordió con fuerza su prenda mientras se trataba de sostener en la cama, aunque lo había preparado la invasión era incomoda, su cuerpo de repente le decía que pronto llegara, era desconocido ese placer, nada que ver con probar el mejor vino o la mejor comida, o el placer de disfrutar el día, nunca lo experimento-MMH…AAAH-  exploto rápido manchando su ropa que quedo por suerte en su cadera, el otro solo levanto lo de abajo y rompió lo de arriba, su cuerpo tenia leves mordidas y chupetones cerca de sus pezones, su cuerpo tembló al perder energía

Estaba en 4 y el otro estaba fuera de la cama dándole estocadas, Saruhiko logro sentir el verdadero placer desde que fue enviado al infierno, cerro sus ojos cuando estaba por llegar, con un quejido se vino dentro del chico quien dio un espasmo al sentir el líquido caliente en su interior

-MMH…- dio otra estocada, su deseo es que el cuerpo contrario reciba su semen, abrió levemente lo ojos disfrutando ver su cometido, aun con su pene dentro logro ver el espeso liquido salir del ano del pequeño-aah…- salió poco a poco y mas liquido salió de la entrada

-NNGH- el oji amarillo abrió los ojos cuando eso salió de el-a-ahh…a…-

El oji azul se acostó a su lado recuperando el aliento, el lo miraba cuando lo vio y regreso su mirada rápido hacia arriba

-Misaki…-

-n-no digas ese nombre…no es muy masculino…-

-“hermosa flor” es digna del hijo del dios de la agricultura-

-tch- le dio la espalda- debió de ponerlo si fuera niña-

En ese momento sintió unos brazos rodearle la cadera  y un beso por su hombro, le sorprendió el afecto del dios de la muerte

-los que merecen ese nombre tienen dentro de su corazón una gran belleza-  el peli azul se acerco hasta que su pecho pego con la espalda morena- vi esa belleza en el momento que te vi-

-…- no podía decir mucho, claro que fue en ese momento que lo secuestro cuando vio esa “belleza”, odiaba el hecho que está encerrado con en el inframundo con el dios de la muerte sin la posibilidad de ver a su padre, debe estar tan asustado como el

Saruhiko acomodo a Yata en la cama cubriéndolo con las sabanas para empezar a dormir, en toda la noche pudo escuchar con felicidad el latido del pequeño y sentir el calor que producía al estar junto a el

----horas después----

---con Kusanagi---

Cansancio no era lo que sentía, era impotencia, pasaron  todo un completo día en busca de su hijo y no había ni una pista de su hijo, nadie vio nada, solo sabían que era un tipo con armadura negra, no recuerda a alguien con esa característica, respiro hondo por decima des desde que comenzó el día, no quería entrar en pánico, deberá buscar mas

Le pidió a Shiro, Kuroh y Neko descansar, el se encargaría lo demás

Ahora no podía perder más tiempo, buscara hasta los rincones del mundo, no descansara hasta encontrar a su pequeño, ahora él es su mayor prioridad, recordó cuando lo trajo al mundo fue el día mas dichoso que nunca creyó experimentar, cuando veía a las madres mortales con sus hijos era una curiosidad inmensa el experimentar ese cariño especial, cuando tuvo a Yata en sus brazos, sonrió como nunca, no lo puede perder, definitivamente encontrara a su hijo a toda costa sin importarle nada

El tiempo pasaba y el dios de la agricultura buscaba hasta debajo de las rocas, de las montañas, atravesaba ciudades, miraba dentro de casas, palacios en busca de su más preciado hijo sin éxito, pero su amor materno con él era tan inmenso que olvidaba por completo dar frutos de los árboles y cosechas, las flores empezaban a marchitarse, el pasto se volvía seco, llego el día en que la naturaleza estaba muerta, dejando que solo el frio los cubriera, la humanidad sufrió hambre, trataban de no comer de mas con el temor de no tener nada para darle a sus hijos comer, los días pasaban y todos perdían su forma hasta quedar flacos, empezaban a robar lo poco que tenían los demás, fuerzas perdían para seguir trabajando, el mundo iba a perecer

Ante los ojos de Mikoto

Por otro lado, en el inframundo, Yata con el paso del tiempo se sentía entre incomodo y confundido, el dios de la muerte desde de esa noche lo trataba con amor, besaba sus manos y mejillas, le daba acaricias dulces y nunca lo toco después de ese día, por un momento pensó que solo lo quería para eso y lo dejaría en paz mas nunca fue así, pasaba más tiempo con él y sin pensarlo empezó a conocerlo más y del porque estaba ahí. Parecían más un par de casados por el tiempo y los mimos del Saruhiko, admitía que nunca le intereso el matrimonio, de hecho ni se imaginaba con alguien del Olimpo hasta que llego su secuestrador, pero al igual que su padre sufría su falta y nunca comía lo que le ofrecían los sirvientes ni aunque fuera el mismo Saruhiko

---en la tierra---

-Izumo-

Una voz lo saco de su búsqueda volteando curioso de saber quien le interrumpía

-¿…? ¡Mikoto!- abrió sus ojos de sorpresa al encontrarse con el gran dios lejos del Olimpo

-¿Qué se supones que estás haciendo? Todo está muerto, no has dado cosechas a la humanidad- hablo con voz tranquila pero seria, pero su mirada mostraba molesto

-lo sé Mikoto, pero no descansare hasta encontrar a Yata-chan- lo miro deprimido, aun ese hueco estaba en situado en su pecho, su hijo es el único que lo puede llenar

-¿Qué?-

-ha-hace tiempo lo secuestraron… nadie vio nada, no quiero dejar de buscar hasta encontrar a mi hijo… no quiero perder más tiempo Mikoto, lo siento- giro por sus talones y se alejo de el

-¡espera!- lo llamo pero este lo ignoro por completo, ¿que nadie vio nada? no estaba del todo seguro lo que decía, pero sabia quien podría ayudarlos, tenía que hacerlo rápido antes de que los humanos mueran de hambre

----en el Olimpo----

-Munakata- Mikoto llego a sus aposentos, no encontró a nadie- ¿Qué?-

BAM

Una bandeja de oro fue lanza a la cara de Mikoto, lo bueno es que se acostumbro a los golpes de su esposo, a decir verdad le extrañaba que hoy no recibiera un golpe de la bandeja favorita de Reisi

-¿Dónde demonios estabas Mikoto?- pregunto furioso mientras sonreía a su esposo- ¿se puede saber porque de un momento a otro te fuiste? ¿Otro amante?-

-necesito que vayas con Seri- pidió Mikoto sereno

-¿Por qué?- pregunto todavía molesto, dudaba mucho de él y le hacía muy raro que le pidiera ayuda a la diosa del sol

-estamos en un problema, el hijo de Kusanagi desapareció, y el todavía lo está buscando, si no lo encontramos rápido la humanidad morirá de hambre-

Reisi con impresión dejo la bandeja, le sorprendió verlo serio en un asunto

-¿Qué te dijo más?-

-lo secuestraron, pero no encontró a nadie que le dijera donde podría estar, lo estuvo buscando tanto tiempo que no hay ni trigo en la tierra, hasta este punto… la humanidad está sufriendo-

-eso sí es grave…- puso una mano en su barbilla- iré con ella rápido, cuando me tenga la información regresare contigo-

-si-

-… ¿Por qué no vas tú?-

-porque pensaras que iré por ella también, solo tengo ojos para ti Munakata-

-…- lo quería aparentar pero eso fue un flechazo a su corazón, cuando quería era romántico con el pero con el paso del tiempo se volvió muy cariñoso con todo mundo que empezó a dudar, pues se merecía los golpes que le daba por andar dejando hijos por todos lados- ya regreso- con eso desapareció dejándolo solo

Mikoto dio una leve sonrisa, al menos sintió que recupero un poco la confianza de su esposo, solo esperaba que ella logro ver quien fue el secuestrado del fruto de una noche con Izumo

---con Seri---

Al igual que Mikoto le incomodaba la vista, gente empezando a comer lo que podía encontrar, las cosechas secas, pronto el ganado sufrirá la escases, la gente empezó perder su color y los huesos empezaban a notarse hasta en los niños

-¿Qué pasa Kusanagi…?-

-Seri-

Una voz conocida atrajo su atención, volteo levemente hasta encontrarse con el esposo del dios promiscuo

-¡Munakata-sama!- se levanto de su asiento sorprendida- ¿Qué le trae por aquí?-

-necesito que recuerdes que habías visto en los bosques de Grecia-

-¿eh?- anonada por la pregunta

-Kusanagi dejo su trabajo en busca de su hijo, alguien se lo llevo y no sabemos el paradero, si sigue así el hambre matara a todo mundo-

-eso es horrible- puso una mano en su pecho- por ello la humanidad esta pereciendo… pero casi no vi al hijo de Kusanagi, puede que cambio-

-no te apures, yo lo he visto y no ha cambiado en lo absoluto-

-ya veo…- cerro sus ojos tratando de memorizar lo que había visto- ahora que recuerdo, hubo un día que había parado Kusanagi… ha de ser por la desaparición de su hijo- abrió los ojos seria

-trata de recordar lo que puedes, si lo logras todo regresara a la normalidad-

-estoy haciendo lo posible Munakata-sama...- cerro mas sus ojos y empezó a memorizar el día que misteriosamente el dios dejo a un lado su deber- había un chico con el… se con unas ninfas a jugar… pero se me hizo curioso que… ¡…!-abrió los ojos de sorpresa

-¿Quién fue?- dijo ya ansioso por ver el rostro de su amiga

-…fue…- lo miro aun asombrada- Fushimi-kun…-

-¡¿Qué?!-

-mi memoria no me falla, ¡fue el!- dijo alterada por el descubrimiento- ¿en qué pensó al secuestrar al chico?- puso una mano en su cabeza consternada

-no tengo ni idea, pero gracias a ti sabemos donde esta- dijo el peli azul serio- iré a decirle a Mikoto-

-espero que sea rápido, es cuestión de tiempo que la vida en la tierra desaparece- contesto rápido la mujer con nervios

-eso es lo que haremos- con lo ultimo dicho desapareció dejándola sola

“espero que no comió nada de ahí…” Seri cerró sus ojos esperando que solo sea su ansiedad la que le está jugando con su cabeza

----en el infierno----

Saruhiko estaba sentado en su trono mientras que a su lado estaba su amor, nunca aparto su vista de él a menos que sea para trabajar y comer, mas el otro nunca probó nada

-¿acaso quieres morir de hambre?- dijo mordiendo una granada

-no tengo hambre, nada mas eso- este miro a otro lado deprimido

-es mucho tiempo, se que no eres humano pero afectara el hecho que no has probado algo-

-…solo no quiero nada-

-…-

El peli azul se levanto y se dirigió al pequeño, nunca lo diría enfrente de alguien pero le preocupaba su pequeño amante, sabía que hizo mal en tomarlo de un momento a otro, pero fue un flechazo fugaz que su corazón lo empezó a mover, le dolía no ver ese brillo en sus ojos y la sonrisa cambiada por una mueca

Se acerco levemente, con una mano levanto la vista del chico quien no lo rechazo, su mirada estaba llena de dolor

-¿Qué te sucede?-

-… extraño a mi papá-

-…- no dijo nada, es obvio eso, llamaba a su padre el primer día que se lo llevo, pensó  que hacer, no quería que se fuera pero no quería ver a su amor triste-… te propongo algo- algo en su interior le decía que debía hacerlo rápido

-¿eh?...-

En eso le ofreció la granada que el comió hace minutos antes, vio la fruta curiosa, solo eran semillas en su interior, rojas

-primero come un poco… no quiero que mueras de hambre y prometo buscar la manera para que regreses-

-¿Qué?- abrió los ojos sorprendido

-come un poco y pensare lo que podemos hacer…-

-…yo…-

-no quiero que tu padre al verte trate de matarme por no alimentarte- claro sincero, es tranquilo Kusanagi pero cuando se enoja es irreconocible

-s-si… - agarro el pedazo que le ofrecía- d-después de todo a mi papá no le gustaría verme así…-

Levemente acerco su boca la fruta logrando agarrar 6 semillas de ella, los mastico lentamente probando el singular sabor de la granada ante los ojos del dios

Hasta que un trueno los interrumpió

-¡…!-

-tch- Saruhiko volteo molesto encontrándose con el dios que odia con toda su inmortal vida

Mikoto

-debí de suponer que estaría aquí abajo…- hablo tranquilo mientras se acerco a los dos- después de todo este tiempo era de esperarse, no estabas arriba… por lo que cual deberías estar en el inframundo…-

-¡Mikoto-san!-

-¿Qué es lo que quieres?- se interpuso del pelirrojo y del pelinaranja, lo miraba con desprecio

-solo lo regresare con su padre, solo vine a eso- se rasco la nuca desinteresado

-¡tsk!- como lo odiaba, ya cuando estaban haciendo la pases aparecía ese ingrato a quitarle su felicidad

Lo que ninguno de los 2 fue ver a Izumo aparecer detrás del otro dios

-¡Yata-chan!-

-¡papá!- Yata corrió a su padre abrazándolo con alegría después de no verlo por mucho tiempo- t-te extrañe- trataba de no llorar pero sentir después de tanto tiempo los brazos de su padre hacia que hipara al tratar de evitarlo 

-lo mismo hijo- este a diferencia lloraba pero era mas de felicidad al verlo completamente ileso- por fin estamos juntos hijo mío-

Fushimi miro con la escena con un amargo sabor de boca, apretó sus manos molesto, otra vez está solo, miro a otro lado para no ver como por culpa de Mikoto no tendrá a nadie, ni aunque peleara contra Mikoto saldría ganando, mordió su labio inferior molesto por ser débil a comparación del dios mujeriego

Por otra parte Mikoto miraba el lugar con cierta curiosidad, ese dichoso lugar nunca lo miro a sí que le era interesante a pesar de ser todo negro, paso su miraba al trono del dios de la muerte y se encontró con la granada mordida

-… ¿Quién comió la granada?- su mirada se volvió seria al igual que su rostro

-¿Eh?- Yata miro al rey de los dioses quien no dejaba de mirar la fruta- Saru y- y yo-

-… *suspiro*- volteo a la familia reunida- ¿sabes lo que has hecho Yata?-

Ante las palabras del mayor de los 4 este tembló, pensando que había hecho algo malo y merecía un castigo grande, trago en seco

-¿Qué hice…?- se abrazo mas a Kusanagi quien lo recibió igual con miedo

-… te casaste con el- señalo al anonado dios- al comer las granadas te quedaras con él, no debiste comer nada de aquí en primer lugar-

=¡¡…!!= Yata y Kusanagi abrieron los ojos destrozados

-¡…!- al igual que ellos pero era de sorpresa

-n-no, no me haga esto Mikoto-san – no se separo de Izumo, ahora empezó a llorar mas- no quiero quedarme para siempre…-

-Mikoto por favor- Kusanagi lo abrazo mas, sufrió en buscarlo y saber que no estará con él le rompía su ser- no me lo quiten…-

El pelirrojo al ver las lagrimas de los dos y que el ahora esposo del chico no decía nada pensó en la situación

-… ¿Cuántas semillas comiste?-

-¿Qué?- a quien le dirigió la pregunta lo miro consternado- ¿por qué…?-

-hare esto- aclaro mirándolos- dependiendo de cuantas comiste serán los meses que te quedaras con Fushimi-

= ¡…!=

-f-fueron… 6 semillas…- dijo inseguro

-*suspiro*…- cerro sus ojos y hablo- entonces esta así- abrió levemente los ojos- desde hoy estarás con tu padre- dijo a lo que los 2 sonrieron levemente- pero- dijo rápido antes de que comenzaran a llorar de alegría- cuando pase 6 meses irán con Fushimi aquí- señalo al peli azul quien lo miraba serio- y cuando pasen 6 meses regresaras con tu padre…será así- termino de hablar para mirar a Saruhiko- ¿alguna objeción?-

Este por un momento quiso hablar pero miro a su Misaki quien esperaba entre asustado y nervioso sus palabras, el brillo regreso a sus ojos y ahora podía estar con su padre un tiempo y un tiempo con él, era mejor que ver a su amor triste

-ninguna- cerró los ojos encogiéndose de hombros

Yata sonrió feliz con lágrimas en sus ojos al escucharlo

-entonces desde ahora empezara el trato, se verán después de 6 meses y estarás con él hasta que se cumplen otros 6 meses-

Dio un chasquido y los 3 desaparecieron dejando al dios de la muerte solo

-…  por su bien… por su sonrisa- regreso a su trono esperando a que los 6 meses no fueran largos- y porque lo amo…-

----años después----

Yata recogía unas frutas de las cosechas que su padre hizo, desde que llego a la tierra él empezó a trabajar  casi todo ese día para hacer que los arboles empezaran a sacar frutas y regresar a la vida los campos de trigo entre otros, de un momento a otro la humanidad logro salvarse, ese día los humanos celebraron el día que vieron todo lleno de vida y con colores vivos, curiosamente la denominaron “primavera” y la otra fase del trabajo de su papá “verano” ya que por el calor decidió llenar todo de frutas para el calor

-ya me voy con Saru Kusanagi-san- se puso la bolsa en su hombro mientras se acerco a su padre, quien este al escucharlo paro en un instante

-… p-puedes quedarte un rato si quieres Yata-chan-

-tranquilo- lo abrazo- el no me ha hecho nada y no quiero que por estar un momento más contigo me castiguen con mas meses lejos de ti-

-… es cierto, Mikoto a pesar de ser perezoso es muy peligroso con los castigos…- sonrió triste- prométeme que te cuidaras-

Yata sonrió

-tranquilo, el nunca hará algo malo conmigo- le dio otro abrazo y se fue dejando a Izumo solo

Su padre quien siempre lo veía partir le dolía, pero era bueno saber que siempre llegaba bien, pero su presencia era tan importante que de un momento a otro se ponía triste. El día que Yata se iba el pasto y los arboles tenían un color anaranjado a lo que los humanos lo llamaron “otoño” y con el paso del tiempo un gran frio envolvía a la tierra, la denominaron “invierno”. Por suerte, la humanidad sabia que a esas fechas las cosechas iban a desaparecer, por suerte han logrado buscar la manera para tener comida durante los días dios del año

---en el inframundo---

-…y con la guerra con 3000 muertos- dijo el ayudante de Saruhiko quien se llamaba Andy

-tsk- este se masajeaba las sienes- siendo romanos son molestos, ese tipo nada mas esta burlándose de ellos…-

-ya llegue-

Al escuchar la voz Saruhiko se levanto rápido del trono a recibir a su esposo quien con verlo le brindo una sonrisa dulce

Después de andar yendo y viniendo lo trato más con cariño al punto que logro ganar su corazón, a pesar que estaba arrepentido por ultrajarlo sin su consentimiento este le dio poca importancia diciéndole “a pesar de todo siempre quise que fuera él quien me quitara mi virginidad fuera la persona que amo, y ese eres tú” dándole entender que empezó a enamorarse de el

-mi amor- se acerco a él dándole un dulce beso- bienvenido- paso sus manos en las mejillas del moreno

-te extrañe también Saru- toco sus manos feliz- ya regrese- le dio otra sonrisa dulce y le devolvió el beso

-vamos- el peli azul agarro su mano con suavidad y entraron a su palacio felices

---en otro lugar en el Olimpo---

Tatara y Anna hablaban alegres mientras la pequeña arreglaba su flecha y arco

-¿entonces fuiste tú Anna?- pregunto el rubio

-n-no fue mi culpa del todo- hizo un puchero

-no me digas que estaba practicando y una flecha salió volando a otro aparte y le dio a Saruhiko-kun-se recargo en sus manos sonriendo

-b-bueno, pero no fue casi del todo como dices, el se veía triste y quería que estuviera con alguien, nunca pensé que vería a Yata, debió ser al revés-

-pero siendo tú es algo raro que apuntes mal-

-¡he practicado!- dijo todavía con su puchero- hasta logre disparar 3 flechas- levanto tres dedos

-¿enserio?- dijo sorprendido- ¿Cómo?-

-fácil- dijo con una sonrisa- solo agarro 3 flechas- agarro dichos objetos y los puso en el arco- y después disparo-

De pronto una gran ráfaga de viento hizo que Anna mandara a volar sin querer las flechas picando a tres dioses: Reisi, Bandou y Dewa

En una nube Tatara y Anna miraban con algo de miedo como de un momento a otro Reisi se volvió tan cariñoso con su esposo (que por cierto después de eso no hubo infidelidades por parte del pelirrojo) y como los otros dioses correspondían el amor de los otros dioses con besos y mimos

Pero eso es otra historia

FIN 

Notas finales:

la parte donde habla con andy es un evento historico conocido como guerras punicas los romanos tenian un enemigo especial que se llamaba hannibal (no es el que come a las personas) el por su padre ha odiado tanto a los romanos que ha tratado (porque sus lideres lo detuvieron) de tener sus tierras a base de estrategia increibles ha reducido tropas romanas e incluso hizo travesias imposibles, una de sus batallas contra los romanos de casi 16000 guerreros solo 3000 han logrado sobrevivir pero en cada batalla era un gran numero de muertos a manos de las tropas de hannibal, lo que quiso decir saru es que el literalmente los burlaba atacandolos en lugares que a ningun romano se le ocurrio uwu (pildorita del saber~)

espero que les gusto uwu y ahora con su permiso que tengo fics que hacer ;7;)/

un review no le hace dano a nadie 

se aceptan piedras por mi falta en los otros fics ;3;


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