Dont’t Leave Me [EXO]
Capítulo 2 BaekYeol
Aún no se lo podía creer, estaba a minutos de casarse con la chica que lo había cautivado desde hace tiempo. Chanyeol pasaba los días en la universidad observando a Sandara, quien lo traía hecho un loco desde la primera vez que lo vio. Él estaba acostumbrado a vivir con varones solamente, ya que se había criado en un orfanato y no tenía muchas oportunidades de ver alguna niña. Cuando tenía catorce años le sucedió lo más increíble en la vida, fue adoptado por una amorosa familia, ahora tenía padres y una hermana mayor. Claro que no descuidaba de sus pequeños hermanitos en el orfanato y de vez en cuando se pasaba a saludarlos, asegurándoles que siempre podían acudir a él.
No fue una cosa fácil el conquistar a su actual novia, pues Sandara constantemente rechazaba al chico alto con pretextos un tanto burdos, aun así Chanyeol no se rindió y fue en una noche lluviosa que observó como un chico la abandonaba en medio de la calle para irse en su auto. Park no dudó dos veces en acercarse y ofrecerle su paraguas, sorprendiéndola con su generosidad a pesar de que ella se había portado tan mal con él. Fue así como comenzaron a ser amigos y, con el tiempo, terminaron siendo novios, graduándose ambos con éxito. La misma noche de la graduación, Chanyeol le propuso que fuera su esposa, ella aceptó y programaron la boda para un mes después. Ahora estaba que los nervios se lo comían.
-Tranquilo, hermanito, arruinarás tu peinado- le dijo Yura un tanto desesperada de verlo caminar por toda la habitación.
-Tu hermana tiene razón, hijo- agregó su madre ante el comportamiento de sus hijos- Tu padre debe de estar afuera, ¿por qué no vas a verlo? Tal vez él logre que te calmes.
-Creo que iré por algunos consejos, enseguida vuelvo- respondió Chanyeol y luego salió al pasillo del hotel donde sería su boda. Caminó un poco y vio a su padre fumando en un balcón- Papá, sabes que eso te hace daño.
-Lo sé, hijo, pero es sólo que el clima implora que fume, sólo será uno te lo prometo- Chanyeol negó con la cabeza- ¿Nervioso?
-Bastante realmente, pero estoy más feliz que nunca. Sandara es el amor de mi vida y me casaré con ella, ¿puedes creerlo?
-Me da gusto por ti, espero que seas un buen hombre, aún mejor de lo que ya eres- abrazó a su hijo- Sabes que te amo, hijo, y deseo que tengas una vida feliz. Tranquilo y verás que todo saldrá bien.
-Muchas gracias, de verdad, por todo- correspondió el abrazo- no sabes lo mucho que los amo, de verdad gracias.
-No tienes que agradecer- le sonrió- Ahora creo que debes regresar a la habitación, creo que tu madre y Yura han bajado ya. Nos vemos en un rato.
Chanyeol asintió, se despidió y se dispuso a caminar hasta la habitación en donde estaba minutos antes. Antes de entrar, divisó a Sandara abrir la puerta de su habitación unos metros adelante. Él le sonrió ampliamente, pues su prometida se veía más que hermosa dentro del vestido de novia, pero se extrañó ante la mirada que ésta le dirigió. Se veía como si se estuviera disculpando y para nada que devolvió la sonrisa dada por el alto. Chanyeol tuvo un mal presentimiento, pero descartó todo, tal vez también estaba nerviosa, después de todo en una boda es a la novia a quien le prestan más atención. Antes de que pudiera cruzar una palabra con ella, ésta cerró la puerta rápidamente.
Momentos después, se encontraban frente a frente en la ceremonia, sosteniéndose de las manos. Por alguna razón, ella se seguía observando un poco extraña, como si estuviera insegura y constantemente observaba a la salida, parecía que estaba esperando a alguien. El ministro le preguntó a Chanyeol si juraba amarla y respetarla hasta que la muerte los separase, a lo que el chico de orejas grandes respondió un claro sí. Cuando la pregunta fue dirigida a la novia, Sandara se estremeció un poco, con lágrimas en los ojos.
-Lo siento… yo, no puedo…- susurró, sólo Chanyeol pudo oírla.
Acto seguido, Sandara se volteó y comenzó a correr para salir del lugar, dejando a todos los invitados sorprendidos, dejando a Chanyeol parado allí, con la mano extendida hacia ella y preguntándose qué es lo que había hecho mal en su vida para ser lastimado de esa manera. Primero se sintió dolido, luego avergonzado de estar allí parado solo y con todas las miradas encima, al final se enfureció. Si ella se acobardaría, le hubiera respondido un simple no cuando se lo propuso, hubiera parado con los preparativos de la boda, hubiera hablado con él unos malditos cinco minutos antes de comenzar con la ceremonia. Pero como dicen, el hubiera no existe y en vez de eso, lo dejó con el corazón roto en la mano mientras Sandara huía y un sujeto en motocicleta se paraba para recogerla.
Tres meses, tres meses habían pasado ya.
Su familia lo apoyó incondicionalmente durante todo este tiempo, por supuesto que la fiesta fue cancelada y el novio fingió estar bien. Chanyeol se dedicó a sonreír todo el tiempo, pretendiéndose ver como la persona más feliz del mundo, a quien no lo le había afectado quedarse plantado en su propia boda. Sus padres pensaban que todo estaba bien, pero Yura notó que en realidad era lo contrario, así que acudió al mejor amigo de su hermano, Jongin.
-Chan, debes dejar salir lo que realmente sientes, sabes que esto a la larga te hará más daño- le regañaba su amigo.
-Jongin, no sé de qué me hablas, sabes perfectamente que no me siento herido en absoluto- respondió Chanyeol bebiendo su refresco- creo que ordenaré una rebanada de pastel- dijo atrayendo la atención de una de las meseras del restaurante donde se encontraban.
-Estoy hablando enserio, Chanyeol. Tal vez debas salir a conocer a alguien más, o simplemente convivir con alguien que no sea tu familia, los niños del orfanato o yo- añadió el moreno, el más alto iba a reclamar pero fue interrumpido- Los compañeros de trabajo no cuentan. Bueno, por lo menos deberías intentar buscar un compañero de departamento, acabas de mudarte y tienes bastante espacio, podría venirte bien un poco de compañía.
-Tal vez…- suspiró y por primera vez dejó de sonreír y se puso serio- Tal vez tengas razón. Escucha, lo pensaré, pero no me convence eso de vivir con alguien más.
Jongin se conformó con eso por el momento, sabía que era lo máximo que obtendría de Chanyeol a como lo veía y prefirió no insistir más o su hyung podría arrepentirse. También se habían conocido en la universidad pero el moreno era un poco menor y aún le faltaban unos meses para graduarse. Sacó su celular sin que Chanyeol lo notara y envió un mensaje de texto a Yura: “Misión cumplida, inicia objetivo buscar un compañero”. Al otro lado de la ciudad, la hermana mayor recibió la notificación y sonrió ampliamente, se acomodó en la silla donde estaba sentada dentro de un café junto a un compañero suyo del teatro donde trabajaba, bastante lindo si cabría decirse.
-¿Qué te hace sonreír tanto Yura-noona?- preguntó el chico.
-Baekkie, habías mencionado que buscabas un departamento que quedara cerca del teatro, ¿no es así?- mencionó pícara.
-Sí, así me sería mucho más fácil llegar a los ensayos, ¿por qué la pregunta?- tomó un sorbo muy elegantemente de su cappuccino.
-Bueno, sucede que conozco a alguien que busca un compañero de departamento, y la dirección está sólo a unas cuantas cuadras del teatro. Entonces se me ocurrió que tal vez te interesaría, ¿mencioné que el dueño del departamento es bastante apuesto?- respondió ella y se felicitó a sí misma cuando el chico frente a ella se interesó bastante.
-¿De verdad?- dijo emocionado, pero luego se reincorporó y se fingió seriedad- Tal vez vaya a echar un vistazo.
-En ese caso te daré la dirección y el celular, se llama Park Chanyeol- escribió en un papel y se lo tendió- Llámalo antes de ir.
Yura había conocido a Byun Baekhyun hace un mes y le pareció la persona más adorable del mundo, el chico se había graduado como actor de teatro hace un año y apenas comenzaba a trabajar en el lugar que ella se encargaba de administrar. Chanyeol alguna vez mencionó que los hombres también le traían, por lo que no lo pensó dos veces y se decidió a actuar como cupido entre su hermano y el tierno actor. Su plan estaba en marcha, cuando se despidió de Baekhyun tomó su celular y contestó el mensaje de Jongin: “Compañero encontrado, inicia objetivo intentar que Chanyeol no se niegue a aceptarlo”
Dos días después, Chanyeol recibió la llamada de un tal Baekhyun que iría a ver el departamento para decidirse si vivir allí o no, él no pudo negarse ya que estaba en su oficina haciendo mil y una cosas y cuando se dio cuenta, ya había confirmado la cita para esa tarde. Regresó un poco malhumorado a casa, ni siquiera había accedido totalmente a la sugerencia de Jongin y ya le estaban mandando candidatos, llamó a su amigo para reclamarle pero éste dijo que había sido plan de Yura, así que al llegar a su departamento fue directamente al teléfono y llamó a su hermana para quejarse.
-Chan, no es para tanto, prácticamente ya habías aceptado- se defendió ella desde la otra línea
-Dije que lo pensaría, es diferente- dijo entre dientes.
-Pensarlo, aceptarlo, ¿cuál es la diferencia? Vamos hermanito, lo hecho hecho está- agregó Yura.
-Sí, pero es mi casa y…- el timbre sonó y de mala gana fue a abrir aún con el teléfono en la mano- Escucha no voy a permitir que…- se detuvo un segundo al observar al chico parado frente a él.
-Hola, soy Byun Baekhyun, hablamos por teléfono esta mañana. Vine a ver el departamento- wow su sonrisa era encantadora.
-¿Hola? ¿Chanyeol, estás ahí? ¿Ya lo viste? ¿No es lindo? ¿Lo dejarás quedarse?- su hermana sonaba emocionada, pero no le hacía caso.
-Yura, te llamo después- respondió aún embobado con el joven más bajito que él- Hola, yo soy Park Chanyeol, un placer conocerte.
-Entonces…- el tiempo pasaba y Baekhyun no sabía que hacer- Entonces, ¿puedo pasar?
-Oh, claro, claro. Disculpa, pasa por favor- Chanyeol se hizo a un lado para dejarlo entrar.
Baekhyun sentía que se moría, su noona no había mentido. Ese chico Park era un sueño hecho hombre, era muy muy apuesto, era exactamente su tipo. Estaba convencido de que debía aceptar vivir allí, pero algo lo desconcertó y fue el observar de nuevo a Chanyeol y notar una mirada triste escondida detrás de esa cara feliz. El más bajito se interesó especialmente en eso y se preguntó qué era aquel sentimiento de querer borrar esa tristeza del más alto. Chanyeol seguía hipnotizado ante la belleza de su más reciente conocido, no pensó sentirse atraído a otra persona de nuevo, pero estaba sucediendo, ¿qué era esa necesidad que sentía de protegerlo?