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Freistaat Bayern por Mizuki_sama

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Freistaat Bayern

Capítulo 13

                A mi bien amado amigo                                                            

Aquí en el palacio las cornejas han comenzado a cantar a orillas del lago, donde el juicioso trabajo del anterior servidor  ha comenzado a rendir sus frutos y la pequeña corte se muestra conforme a nuestras leyes

Solo queda un punto, de tres arboles solo quedan dos y uno se ha ido  marchitado en el palacio, lo que ha deprimido a la condesa que teme que se haya producido una epidemia contra los árboles.

Hemos comentado que eso no es posible, pero lo hemos hecho investigar: ella está muy afligida.

Aun así del antiguo servidor aunque se ofrecen los resultados, puede ser que los medio que haya usado no hayan sido muy juiciosos: los arboles no son los únicos afectados, los arbustos también están enfermos y no parece que vayamos a averiguar mucho por verlos…

He mandado plantar nuevas semillas en el jardín de la condesa, pero no se han visto resultados.

Me temo que el árbol desaparecido haya sido destruido de raíz.

Investigare más, pero por el momento solo puedo pensar que la condesa no está muy feliz.

Siempre atento a serviros.

Lestrade

 

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-¿Está todo bien, señoría?- pregunto con voz serena su mayordomo al verle mirar con tanto ahínco los papeles.

“no”

-Si Donovan todo está bien, puedes retirarse- apenas levanto los ojos de los papeles mientras le comenzaba a dar vueltas y pensaba en qué hacer.

“la orden Draconiana” “el club del fuego infernal” “el club de la muerte” “la hermandad”

 

Y la lista continuaba aún más,  Logan Wolf miro con mala cara todas las listas y aparto al segundo siguiente las mismas de su vista para ponerse a dar vueltas como una fiera en el interior de su despacho.

Su majestad había sido amable cuando él se había presentado ante ella, claro, pero no le perdono el haberse presentado primero a su díscolo hijo.

“es evidente que prefiere la compañía de su edad” lo había dicho con aquel tono estilizado y lento como una serpiente de cascabel, se apretó las manos y solo un lento y seguro monologo acerca de respetar las normas de etiqueta y algo acerca de su tía Alessa Von Tomer había detenido a la reina de comentar más.

Y le había dado aquella extraña tarea.

“el antiguo arconte de Ansalli fue muy amable con nuestro reino… demasiado amable para poder confiar en su memoria ¿me entiende?”

Si, la entendía muy bien, debía mantener un ojo vigilante sobre el nuevo arconte y su bella… “amiga”

“No vamos a negar la feroz fidelidad de lady Von Tomer, pero me temo que su nieta ha vivido demasiado tiempo en Ansalli”

Eso último también y tal como la reina decía al parecer el antiguo arconte jamás había comentado nada de sus deberes privados a su esposa o esta nunca había comentado nada con nadie si este había hablado. Por tanto no era de fiar.

“Si usted tuviera a bien conversar con el joven hijo del marques de Antares, sin duda…. Podría sacar algo, no demasiado el joven es precisamente eso… muy joven y aunque es evidente que el arconte sintió fascinación por él sus encuentros no fueron más de dos… pero quizás notara algo, no apostaría por ello, pero no lo pierda de vista”

Solo el encuentro oficial, pensó sintiendo enfurecer por la cruda insinuación de su majestad, Charles, lo había visto era un joven sensible educado y muy virtuoso, además de inteligente, sospechaba que el joven era demasiado perceptivo como para caer en la cuenta, de que algo así pudiera ocurrir. Sin duda sospecharía y se sentiría ofendido por las acciones de Logan, si este se acercaba con aquellos comentarios, y Logan, todo hay que decirlo, no deseaba ofenderle, Charles Xavier era poco menos que encantador, de hecho, era adorable y él había disfrutado el poco tiempo pasado con él.

Pero debía ser consciente de su deber… “el dux Lensherr funge como invitado de lady Suffore, su amante, la cual… es prima mía” lo lamentaba, pero ser su familia no cambiaría las cosas, decidió antes de levantarse de la silla donde había terminado descansando su cuerpo, decidido a ignorar el hecho de que en si prefería desconfiar de su prima a desconfiar de Xavier, después de todo, era más probable ella que él.

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“el club del fuego infernal” era el nombre que Shadow había puesto a su íntimo grupo de amigos, o más bien, compañeros, muchos de ellos constituían a sus amantes, sus amigos y  también, a sus acólitos. Todos ellos le guardaban un cierto tipo de respeto o adoración, y todos ellos, estaban fascinados con él.

Sebastián observo a lady Diamond mirarlo con sus ojos oscuros como dos gemas gemelas, y sonrió satisfecho, aquella reunión no era como las otras y la sala estaba virtualmente vacía.

“No tengo un gran conocimiento de él” sonrió al hermosa mujer mirándolo con unos ojos atractivos “pero corren rumores, la muerte de Suffore fue bastante… extraña, dicen… que pudo ser un asesinato y no una muerte natural” comento ella con delicadeza y sonriendo de lado, Shadow asintió, por supuesto… si Lensherr había asesinado a quien fuera su mayor aliado y protector, entonces debía estar loco por Emma.

“Ha ocurrido en otras ocasiones, que la razón es bastante volátil, una mujer hermosa o un omega astuto pueden ser letales, si así lo desean” determino tras unos minutos la mujer levantándose cuan alta era y comenzando a quitarse el abrigo que llevaba encima, Shadow tenía esperanzas en lo que ella llevaba debajo, era una mujer hermosa. Y tenía un gusto  exquisito.

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Lady Diamond era su amante desde hacía tres años, hermosa y muy rica había sido una de sus aliados más importantes desde hacía años, y aunque ambos disfrutaban de a compañía mutua, era evidente que nunca se casarían, al menos para él era evidente, después de todo, no solo se trataba todo de amor o de pasión, Shadow era un hombre para el cual sus ambiciones ocupaban un lugar primordial en su existencia, y planeaba algo más perfecto que un simple rostro bonito para ocupar la cabeza de la familia, a su lado.

Nunca lo había encontrado y no esperaba encontrarlo, por ello cuando su tía había comentado acerca de una posible boda futura para obtener el puesto de arconte, se había sentido sorprendido y molesto a veces iguales, optando por mantener silencio, consciente de que en realidad y políticamente Alessa von Tomer tenía toda la razón del mundo.

Y la noche pasada le había p puesto delante a l joven hijo de los Xavier, Shadow conocía al marqués y a la marquesa, más a la última todo hay que decirlo, era una mujer hermosa y no contaba con el favor de la dama, quizás por haberse portado en el pasado como un auténtico patán, pero contaba con la reputación de su casa y con la delicadeza de la dama, hablar de su comportamiento con ella solo serviría para arruinarse ella misma, cuando había hablado con el muchacho había descubierto una personalidad fina y delicadamente peligrosa bajo la apariencia de unos modales perfectos, sospechaba que en realidad Chales Xavier tenía mucho por esconder y muy poco por ofrecer sin tener cuidado verdadero, se había delatado a si mismo con sus maneras, con sus ojos, con sus palabras, un adorable enigma, que se proponía desenterrar, la noche pasada había hablado de matrimonio, sospechando que eso ofendería y elevaría la curiosidad del más joven, muy rápido, pero ahora, con la mente en frio, todo lo frio que podía estar, con su hermosa amante prodigándole sus favores, se preguntó si estaba siendo cuerdo, no negaba la belleza y la socialización del más joven, no lo negaba, era encantador y adorable y perfecto en el baile, con una conversación interesante, lo que habían hablado tras aquella larga incomodidad creada por el mismo, había sido perfecto, creando entre ambos una suerte de comodidad o un placer perfecto por el simple hecho de oír su voz, eso ultimo era el verdadero problema, al hablar con él había visto un posible futuro delante de sus ojos, con la respetabilidad que da un matrimonio y había aceptado que no le había molestado en lo absoluto, de hecho le había gustado, quería ese futuro, la pregunta era… ¿sus aspiraciones podían llegar a hacerse realidad?

-Querida, es la primera vez que me molesta tener la reputación que tengo- dijo repentinamente, causando que la mujer lo mirara sorprendida.

-¿Qué quieres decir querido?-pregunto deteniendo sus caricias y sentándose a su lado, con un deslizante movimiento de la bata transparente que cubría su desnudez.

-planeo casarme… con un joven de reputación intachable…-explico, provocando que su amante le mirara.

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Lady Diamond siempre había esperado conseguir algo más que los afectos del hombre frente suyo, lo había deseado tras verlo en una fiesta de su esposo, y se había sentido terriblemente contenta cuando el Shadow le había prestado su digna atención, había ignorado desde entonces a su marido, prestándole a Shadow toda su atención, su cuerpo, sus favores su importancia

¡Era ella quien había soltado a la reina, de quien era una de las damas de honor, el nombre de Shadow como posible nuevo arconte ahora que el anterior había muerto! ¡Era ella quien había comentado que debía traerse a Shadow de Ansalli! ¡Era ella quien le había dado su apoyo y ahora…! la sonrisa fría que adorno sus labios ¿debió advertir  Shadow de que su amada estaba molesta? Es posible pero él estaba demasiado ocupado internalizándose, ella ladeo un poco la cabeza, mientras su mente corría como un huracán y destrozaba palacios a lo lejos, pero se calmó rápidamente, antes de gritar nada, era más inteligente de lo que un hombre esperaría de ella, en cambio supo ver una oportunidad rápidamente donde había visto desastres, no quería perder a Shadow, aunque le molestaba y mucho que este le hubiera comunicado tan fríamente que tomaría como consorte a la joven sensación de la temporada, Charles Xavier, sin embargo había asentido animadamente a lo que su amante había dicho mientras pensaba rápidamente.

-Querido, no podría imaginar que tu gusto fuese menos exquisito, pero Xavier es apenas un debutante… ¿no crees que te aburrirá sobremanera? Por qué por lo que dices planeas hacer brillar a tu consorte ante la sociedad y Xavier es… joven- Shadow había vuelto su oscura mirada hacia ella y sonreído burlonamente.

-Querida mía, no podría imaginar que no lo notaras, pero veo que no has conversado con el

-debes comprender querido, que no suelo acompañar debutantes, soy muy joven aun para ello- comento, ignorando convenientemente su edad actual - y no he tenido el placer de apreciar al joven, aunque debo acepar que es precioso- había dicho aquello con tono delicado, sintiendo que se ahogaba, pero decidida a tantear el terreno y no perder a Sebastián.

-si conversaras con él  lo entenderías, dudo mucho llegar a aburrirme algún día con él, es… muy diferente de los otros debutantes- aseguró Shadow mirándola con una ceja alzada, como si estuviera repentinamente sorprendido con ella, ella había sonreído y ladeado la cabeza.

-comprendo, entonces querido, si has venido a decirme eso, es porque necesitas mi ayuda ¿no es así?-había preguntado echando la cabeza hacia atrás, causando que con el movimiento su largo cabello rubio cayera detrás suyo, encantadoramente.

-sí, necesito tu apoyo… querida, no entiendo demasiado de debutantes, pero hubo un día en que tú lo fuiste y aunque fuiste maravillosa según sé… estoy seguro que podas ayudarme, verás que no tengo experiencia con criaturas semejantes y  como tengo pocos deseos de que mi futuro consorte me deteste, o sienta miedo de mí, pensé en tí.

-Quieres que Xavier se enamore de ti, comprendo querido, pero… ¿acaso no es suficiente mirarte para amarte? Eres tan atractivo que…

-si te refieres al atractivo, le atraigo, de hecho podría decir que le gusto, pero el deseo no es igual al amor, querida si hicieras esto por mí, te lo agradecería profundamente- la había mirado a los ojos atándola a una profundidad diferente y casi provocando que su corazón se detuviera- y tú sabes, que me harías muy feliz…

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“sabe que le amo” pensó enfurecida, por haber aceptado ayudarle mientras apretaba el vaso de cristal entre los dedos, lamentando no poder romperlo… “le odio” cerro los ojos suspirando, sabía que apoyaría a Shadow, porque le amaba y porque… no quería perderle “es el único que le da brillo a esta vida tan aburrida” pensó hastiada mientras avanzaba dos pasos delante caminando hacia su tocador, de donde saco  una pluma de garza, escribiría una nota a lady marquesa Xavier , vería el modo de acercarse a todos ellos, pero debía pensar bien las cosas, podía haber dicho que no había tratado directamente con Charles Xavier pero no había sido porque no quisiera o se sintiera atacada por su preciosa cara o su juventud sino por algo muy diferente… tenía los ojos llenos de una sabiduría peligrosa.

Shadow la había convencido de eso.

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Erick Lensher miro a su Emma Suffore con gesto pensativo, la mujer reía en medio del jardín , junto a otras damas, la fiesta de té de aquel día estaba siendo un éxito y lo que es más, nadie lo molestaba demasiado, demasiado ocupados en atender a lady Von Tomer, se daba cuenta de que la dama era algo más que importante era admirada y casi reverenciada, puesto que cada invitado buscaba algún momento para gozar de su compañía, lo que hacía pensar al dux que evidentemente su importancia era más alta de lo que sospechaba,  Erick debía reconocer que la dama era incansable y una anfitriona casi perfecta, pero no le prestaba demasiada atención, demasiado ocupado con Emma, había querido hablar con ella desde hacía horas, pero no se atrevía, la noche pasada habían reñido duramente tras que él le hiciera notar de la manera más cortes que quizá su comportamiento estaban siendo escandaloso, no lo había hecho con la mala intención, de hecho había sido todo lo contrario, pero ella lo había tomado como un reclamo por haberlo separado de Charles Xavier, con quien, ella había acusado duramente Erick había supuestamente coqueteado toda la noche.

Erick se había defendido alegando que ella había sido quien primeramente había coqueteado con el joven, acusando las miradas que había atrapado entre ambos, pero aquello solo había exacerbado más a Emma al punto de que la discusión se había convertido en huracán, el dux sospechaba que todos los sirvientes debían haber escuchado detrás de la puerta aquello, y el al notar eso, había acudido a la puerta abriéndola, se había topado con el mayordomo a quien había reñido y sacado de allí, como modo de salir de la habitación, cerrando la discusión con un hablaremos luego, se había topado entonces por la mañana con que tenían invitación para una fiesta de té que no podía rechazar, puesto que era de la duquesa.

Cerro los ojos en un gesto de hastió mientras pensaba, tenía pocos deseos de disculparse por algo que consideraba no era culpa suya, pero aun así… le molestaba verse en una situación como aquella ¿Por qué tenía Emma que comportar así? En una suerte de venganza pensó que sin duda Xavier no perdería nunca lo estribos de esa manera.


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