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La Ciudad de los Muertos por InfernalxAikyo

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Notas del capitulo:

Holaaa! 

Lamento haber llegado tarde D:! No pude actualizar el domingo y bueno...son las 2 de la mañana del lunes (osea..ya es martes) y acabo de terminar el cap. 

Estoy administrando mal mi tiempo :C Intentaré ser puntual la proxima vez 

Tengo algo de sueño así que eso...solo espero que les guste y que si encuentran algun error háganmelo saber. 

Un abrazo

Capítulo 56: "Mentiras"

 
­- ¡A levantaos, hijos de puta!- no fue el estruendo de la puerta siendo abierta a la fuerza o el sonido de las vasijas que estaban a la entrada quebrándose estrepitosamente lo que me hizo despertar. Fue esa frase que escuché y que me trasportó en un deja vú a la guarida de Scorpion. Estoy seguro también que fue el grito horrorizado que solté cuando oí estas palabras lo que despertó a Ethan. Me puse de pie como un gato y comencé a vestirme con rapidez.

- ¿Qué pasa, Aiden?- El pelinegro pareció asustarse cuando me vio la cara, seguramente estaba pálido.

- Vístete, Ethan- ordené con voz quebrada. Por un momento todo mi cuerpo tembló de miedo. Conocía esa frase.

Cazadores, habían llegado cazadores.

Oí otro ruido y en un movimiento rápido e instintivo Ethan tomó la pistola que descansaba en una repisa y disparó hacia la puerta. Vi el cuerpo de un hombre caer bajo su umbral. Tenía la cara maquillada como un reptil y las facciones de su rostro quedaban irreconocibles al a vista. Dejé escapar un grito.

- ¡El primer escuadrón!-

- Así es, vámonos-
Ethan se dirigió hacia mí y me tomó de la mano con brusquedad, arrastrándome hacia fuera.

- ¿Llevas tu arma?-

- S-Si-


- Bien-

Pasamos por sobre el cadáver intentando no pisarlo. Jack y Eden salieron de la habitación que estaba al fondo del pasillo.

- ¿Están todos bien? Oí un disparo…-

- Nos atacan-
aclaró el pelinegro - El primer escuadrón logró entrar…- cuando terminó la frase Eden y Jack ya habían entrado nuevamente a la habitación para tomar sus armas y ahora volvían a nuestro lado. Con algo de torpeza me solté de la mano de Ethan para dirigirme a la habitación de Amy y las chicas. Cuando la pequeña rubia me abrió la puerta intenté recomponerme lo mejor que pude, no quería que ella viera mi miedo.

- Amy…- me agaché para llegar a su altura – Ve a buscar a Ivy y a Claire ¿sí?- la pequeña sin entender mucho corrió hacia el interior y a los pocos segundos llegó junto a Claire e Ivy.

- Chicas…- intenté decir.

- Entró el primer escuadrón y nos están atacando-
soltó Ethan desde el pasillo secamente. Le dirigí una mirada molesta - ¿Qué?- se encogió de hombros – No hay tiempo para rodeos-

Seis de ellos lograron subir. Ethan se adelantó y tiró a dos desde las escaleras, aproveché el momento para tomar a Amy y sacarla de ahí para reunirla con Eden y Jack. Vi como uno de los cazadores se lanzaba encima de Ethan pero este le evitó y le pateó en las costillas cuando cayó al suelo, haciéndole volar algunos metros. Me quedé boquiabierta algunos segundos. Su fuerza era impresionante.

El cuarto elevó un arma y disparó. El sonido de la bala se escuchó con fuerza, Ethan le quitó el arma y le dio un golpe en la cara, el hombre cayó al suelo. Los otros dos últimos hombres aprovecharon el descuido de Ethan para saltar sobre nosotros. Oí un silbido desde las escaleras y los cazadores cayeron al suelo a solo metros de mí, habían sido atravesados por ¿¡Una flecha!?

Corrí hacia Ethan y pude observar que Cassie y Teo subían los escalones, ellos nos habían salvado.

- ¿¡Estás bien, Ethan!?- con nerviosismo dirigí mis manos a su brazo. El me miró con cierta confusión, como si no entendiera lo que estaba ocurriendo – Estás sangrando…- expliqué – Te dispararon- ¿Acaso no se había dado cuenta?

- Estoy bien…no duele-  quitó mi mano para llevar la suya a su brazo herido y comprobó cómo efectivamente estaba sangrando. Presionó sobre la herida unos segundos –No duele…- repitió mirándome a los ojos en un gesto aturdido, como si tratase de convencerse de ello. Rasgó un trozo de su camisa y lo colocó sobre la herida

- ¿Están todos bien? Vamos a largarnos de aquí ahora-

- ¿Está todo bien arriba?- se oyó un disparo desde el primer piso - ¡Debemos irnos ya!- la voz le pertenecía a Morgan y el disparo salió del fusil francotirador de Sam, quién desde el fondo del salón intentaba mantener fuera a los cazadores que entraban luego de haber tirado la puerta.

Tomé con fuerza la mano de Ethan. Parecíamos atrapados.

El pelinegro echó a correr y me arrastró junto a él.

­- ¡Vamos por la puerta trasera!- fue todo lo que dijo e inmediatamente todos comenzaron a seguirle. Sam se quedó en el salón junto a Ayame y otros chicos más de la resistencia, conteniendo a ese grupo de hombres que como energúmenos hacían todo por entrar.

Ethan me detuvo en la puerta.

- Aiden…- comenzó con nerviosismo en la voz ­– Creo que esos cazadores están buscándome a mí- me quedé estupefacto.

- ¿Qué dices?-

- S-Sé que suena extraño pero la primera vez que intentaron atraparnos lanzaron un dardo que contenía un calmante y…-

- ¡Se muy bien lo que lanzaron, Ethan! ¡Yo fui el que recibió ese disparo!-

- Por eso mismo-
Eden nos interrumpió e intento calmarme, de pronto me encontraba con los nervios de punta – Esos tipos buscan a Ethan, váyanse ustedes primero y nosotros los distraeremos aquí-

- No, Eden…mi idea no era esa-

- ¿Pensabas quedarte tú aquí para distraerlos mientras nosotros escapábamos?-
la voz del mayor de los gemelos sonó algo sarcástica ­– Está bien…ese virus te habrá dado extra fuerza y todo lo que quieras, pero no podrás contra un ejército de cazadores- hizo una pausa y clavó su mirada en la mía – Sácalo de aquí, Aiden. Cuando noten que él no está acá nos dejarán tranquilos y con suerte no matarán a ninguno-

Morgan, quién había oído toda la conversación se acercó a nosotros.

- Toma…- le entregó una especie de teléfono a Ethan – Cuídalo bien…tiene una línea privada que nos permitirá comunicarnos. Coordinaremos un reencuentro cuando ellos se larguen y salgan a buscarlos. No vayas hacia el Great Bridge, será demasiado predecible-

- No voy a hacer eso, doc. No voy a irm…-

El hombre soltó una risa molesta y algo violenta.

- ¿Crees que esto es por ti?- la voz del moreno escapó sarcástica y burlona – Si la resistencia decide quedarse aquí para que escapes no es por ti. Eres la posible cura para este virus, Ethan, no puedes caer en manos de los cazadores. Que no se te olvide eso-

Inspiré hondo y tomé a mi indeciso amante de la mano.

- Ven acá…- lo arrastré hasta su motocicleta y prácticamente le obligué a subirse en ella.

- Vamos, vete- el pelinegro solo pareció reaccionar cuando le dije esto.

- ¿¡Estás loco!?- gritó – No pienso irme sin ti-

- P-Pero…-
titubeé. Morgan me empujó hacia adelante.

- ¡Váyanse de una vez!- Me subí a la parte trasera de esa motocicleta más por el impulso de Morgan que por cualquier otra cosa. Un nudo me atravesó la garganta y me dejó con la horrible sensación de estar traicionando a los demás si me largaba en ese momento. El motor de aquella Harley Davidson color negro arrancó antes de que si quiera pudiera replantearme la idea de huir. Me aferré a la cintura de Ethan y empezamos a correr. Un estrecho atajo donde apenas sí entró el vehículo conectaba con el jardín.

- ¡Sujétate bien!- ordenó él y obedecí tanto como pude, pero las manos me temblaron cuando vi a un grupo de cazadores cubriendo la reja que nos separaba con el exterior ¡Era imposible que pasáramos por ahí! Mis manos se ciñeron tanto contra su cuerpo que pude sentir como su sudor atravesaba la ropa. Cuando estábamos a punto de salir fuera, cerré los ojos y me preparé para oír los gritos y el ruido de alguien siendo atropellado, pero no escuché absolutamente nada, solo sentí como me elevaba en el aire y el golpe contra el suelo que hizo temblar mis piernas y mi espalda de una manera violenta.

Abrí los ojos, estábamos al otro lado de la calle. Miré hacia atrás, habíamos saltado por sobre la cabeza de los cazadores que tapaban la puerta.

Ethan había saltado en su maldita motocicleta.

La imagen de la casa, los cazadores y los demás dentro desapareció rápidamente de mi vista y en cambio frente a mí comenzaron a pasar a gran velocidad un montón de calles y callejones que jamás había visitado ¿A caso él sabía dónde nos dirigíamos? Apoyé la cabeza contra su espalda y me concentré en no perder el calor en las manos y en no gritar horrorizado. Íbamos muy rápido, demasiado como para estar sobre cemento con rastros de nieve aún, era tan jodidamente peligroso pero no teníamos opción. El frio y el viento chocando contra nosotros hacían que todo mi cuerpo comenzara a congelarse y que la motocicleta se tambalease un poco, pero no podíamos parar. No sabiendo que los teníamos encima.

Seguramente no estaba en los planes de Morgan salir de una manera tan espectacular, saltando sobre las cabezas de todos esos hombres. Despegué mi cabeza de su cuerpo para mirar hacia atrás y con nerviosismo noté que no nos seguía nadie aún. Mis manos temblaban y el cuerpo de Ethan también.

- ¡No sé a dónde ir!- gritó para que yo le pudiera oír.

- ¡Tú solo sigue avanzan…! ¡Cuidado!- Ethan alcanzó a girar bruscamente para evitar toparnos de frente contra un grupo de zombies que no tardaron en comenzar a perseguirnos. Me sentí nervioso y algo mareado…eran demasiados.

- N-No...No…no puede venir una crisis ahora-  hablé para mí mismo, intentando controlarme.  

Creí que podría controlarme.

- ¿Estás bien?- Su rostro giró hacia mí.

- ¡Mira hacia el frente!- grité con algo de desesperación en la voz y me aferré con más fuerza a su espalda. Mis manos comenzaron a temblar aún más y la conocida sensación de asfixia se hizo notar lentamente – Otra jodida crisis no…- susurré, una y otra vez. Cerré los ojos, si no les veía entonces seguramente podría calmarme, intenté apaciguar mi respiración mientras trataba de enfocarme en otro lugar, en alguna imagen dentro de mi cabeza que me trajera algo de paz.

Algo…

Mi mente se trasladó a un recuerdo de mis primeros años de infancia. Yo tenía diez años y Ethan ocho, jugábamos en las escaleras de la casa cuando escapamos de la ama de llaves cuando oímos su voz enfurecida al encontrar el jarrón que habíamos roto minutos atrás. Recuerdo que huimos hacia el jardín y empezamos a correr alrededor de la piscina para que ella no nos alcanzara. Entre gritos y súplicas ella intentaba darnos caza y nosotros entre risas y burlas corríamos de ella.

Pero en algún momento…Ethan cayó a la piscina.

Aun le recuerdo…hundiéndose hasta tocar el fondo. Y luego recuerdo a James, el mayordomo, lanzándose dentro para rescatarle.

Desde ese momento que a Ethan le aterró el agua.

Sacudí la cabeza varias veces. Ese no era un buen recuerdo, menos para este momento.

- ¡Voy a detenerme dentro de ese almacén!- gritó Ethan - ¡Te tiemblan las manos y te has quedado callado de pronto! ¡Solo no te desmayes, por favor!- Asentí con la cabeza y simplemente me esforcé por no desmoronarme ahí mismo. La sensación de encierro comenzó a hacerse cada vez más grande.

La motocicleta se detuvo y me bajé como pude. Ethan quebró la cadena que sujetaba la reja principal solo con las manos y con esa misma cadena rompió el vidrio del ventanal que nos permitiría entrar. Hizo una seña para que esperase afuera y se adentró en la oscuridad. A los pocos minutos oí seis disparos.

- ¡Listo! ¡Despejado!- su mano firme fue la que me ayudó a entrar. Apoyé mi espalda contra una pared y me deslicé hasta dejarme caer sentado sobre un suelo frio. Las manos me sudaban en exceso y la respiración estaba agitada. Oí el ruido de Ethan buscando algo entre los cajones y cajas. Pareció encontrarlo y le oí dirigirse hacia el ventanal roto, la poca luz que entraba por él desapareció, dejándome sumido en una densa oscuridad que solo hizo que perdiera los estribos más rápido. Mordí mi labio inferior con fuerza, quizás algo de dolor me distraería del ataque de nervios que estaba sufriendo. Oí nuevamente como Ethan removía todas las cosas del lugar en busca de algo. Escuché su encendedor y una vela encendida apareció frente a mis ojos e iluminó su rostro y el mío. La luz resaltaba los ojos negros de Ethan que parecían aún más negros que la oscuridad misma del lugar y esto le daba un aire tétrico a su cara.

Sonrió.

- Debes calmarte, Aiden- dejó la vela a un lado – Deja de temblar…por favor- tomó mis manos entre las suyas – Dios…estás sudando- me estrechó en un abrazo.

- Lo siento…- balbuceé confundido – Es solo que…toda esa gente detrás nuestro y seguramente ahora los cazadores…estamos atrapados Ethan…no…no vamos a salir de esta ¿Estarán los chicos bien? ¿Hicimos bien en escapar? ¿¡Y si los matan a todos!?-

- Cálmate, Aiden-
ordenó en tono más severo – Ellos estarán bien…en cualquier momento ese teléfono que nos dio va a sonar y…- como si él lo hubiese adivinado, el móvil empezó a sonar, causándome un escalofrío por el susto - ¿Ves?- lo buscó en su chaqueta y me mostró con una sonrisa la pantalla iluminada. Contestó y lo puso en alta voz.

- Ya nos tenías preocupados, Morgan-

Se escucharon risas al otro lado de la línea. Supe inmediatamente que todo había salido mal.

- Morgan no puede hablar ahora- la voz se escuchó siniestra y se me hizo ligeramente conocida ¿Acaso todos los cazadores tenían el mismo tono de voz? – Está tirado inconsciente durmiendo como un bebé…al igual que casi todos los demás niñatos que creísteis podrían contra nosotros…incluyendo esa pequeña chiquilla…- le arrebaté el teléfono a Ethan.

- ¡No le hagan nada a Amy!- se escucharon más risas y susurros entre ellos – Por favor…no le hagan nada…-

- ¿Aiden Rossvet?-
me quedé helado cuando pronunciaron mi nombre.

- S-Si…-

- ¡No te preocupes! Les dejaremos libres a todos si se entregan amablemente-
dijo el hombre al otro lado en notable sarcasmo. Se escuchó un ruido fuerte y gritos.

- ¡Hijo de puta! ¡Deja de ocultarte tras esa máscara! ¡Voy a…!- un disparó lo silenció todo, luego oímos un quejido de dolor. El que había gritado era Steve, y a él le habían disparado también.

- Bueno…quizás no todos lleguen a salvo-

Ethan me arrebató el teléfono.

- ¡No vamos a confiar en ustedes!-

- ¡No me hagas perder la paciencia! ¡Están atrapados! En estos minutos que llevábamos hablando los hemos podido localizar y ahora mis hombres están fuera de su maldito escondite-
me puse de pie inmediatamente y quité la tabla que cubría el ventanal roto. Efectivamente, dos camionetas de cazador estaban fuera – Si quieren a sus amigos vivos saquen sus culos de ahí y caminen hacia nuestros vehículos ¡Por separado! …el jefe no los querrá juntos- todo mi cuerpo comenzó a temblar. Tenía miedo ¿de qué jefe hablaba? Entendía que buscaran a Ethan pero ¿Para qué demonios me querían a mí?

Ethan cubrió el teléfono contra su pecho y se acercó a mí para hablar muy bajo.

- Aiden…- comenzó en un susurro apenas audible – Tan solo son dos camionetas, no creo que lleven a más de una docena de hombres…quizás puedo salir y…-

- ¿Y si no puedes contra todos ellos? ¿Y si uno alcanza a dar aviso? Matarán a todos nuestros amigos…-
miré el teléfono contra su cuerpo – No podemos arriesgarnos…- se lo arrebaté por segunda vez.

- Saldremos en paz…- intenté ocultar la voz quebrada cuando dije eso – Pero dame a alguno de los chicos para asegurarme de que ellos estarán bien-

- Está bien…si acceden a salir nos iremos inmediatamente-
se oyó un ruido y como alguien que había estado llorando era levantado bruscamente – Habla…- ordenó el hombre al otro lado de la línea.

- ¿H-Hola?- tardé algunos segundos en reconocer esa voz.

- ¿¡C-Cassie!?-

- A-Aiden… ¿Dónde está Ethan?- miré al pelinegro a mi lado pero él negó con la cabeza, seguramente no quería hablar.

- Él no puede hablar ahora… ¿Están todos bien?-

- E-Estamos bien… ¡No pueden entregarse!-
la chica comenzó a llorar desconsoladamente - ¡No pueden entregarse a estos idiotas!...- se oyó un golpe seco y frio sobre su mejilla y como el teléfono era soltado para volver a ser tomado por la chica.

- ¿¡Cassie estás bien!?- su respiración se oía agitada y temblorosa, llena de miedo. Oí sus sollozos al otro lado del teléfono.

- Tenemos que ir con ellos, Cassie…- intenté de que mi voz sonase calmada, pero no lo logré. Moví por completo el tablón sobre la ventana y comencé a avanzar hacia adelante. Ethan tomó mi mano y avanzó junto a mí – Dile a ese hombre que estamos caminando hacia sus camionetas…- la chica balbuceó apenas mi mensaje y se escuchó una especie de radiotransmisor que básicamente repetía lo mismo.

- Se…se están yendo- lloriqueó luego de un rato - ¡Aiden! ¡No vayan! ¡Escapen ahora!-

- No podemos, Cassie…-
cuidadosamente dejé el teléfono en mi bolsillo sin saber si había colgado o no y me aferré a la mano de Ethan. Cruzamos una mirada frente a las camionetas, diez hombres nos apuntaban con armas.

- No te preocupes, Aiden- él intentó sonreír, a pesar de que seguramente estaba igual de aterrado que yo. Cinco hombres se dirigieron a él y lo esposaron varias a veces, como si tuviesen miedo de que fuera a romper el hierro de las cadenas. Le obligaron a entrar en uno de los vehículos.   

Sentí como un mundo caía sobre mí al verle alejarse. Fui obligado a entrar al segundo vehículo.

¿A dónde nos llevarían? ¿Qué es lo que harían con nosotros? El miedo era tanto que ni siquiera me dejaba pensar claramente. Creí que desde el virus toda mi vida se había vuelto incierta y atemorizante.

Pero esto…esto era demasiado.

No pude controlar las lágrimas que comenzaron a escapar de mí involuntariamente. Me arrinconé lo más que pude contra una de los lados de la camioneta mientras era apuntado con un arma y me abracé a mis piernas. Todo mi cuerpo temblaba al mismo tiempo en escalofríos incontenibles. Los vehículos se dirigían hacia el Great Bridge ¿Por qué? No tenía idea.

Por unos minutos, ambos vehículos pudieron moverse por la misma avenida. Mi mirada se cruzó con aquellos ojos negros que me miraban a través de la ventana de la otra camioneta. Parecía perdido, pero me miraba fijamente. Sopló sobre la ventana y el vidrio se empañó. Su dedo escribió algo que por unos momentos me tranquilizó.

“Vamos a estar bien”

Sentí que eso era una horrible mentira.

Pero necesitaba una mentira como esa. 

Notas finales:

Críticas? Comentarios? Pueden dejarlo en un lindo -o no tan lindo- review :3 

Besoos! 


PD: Desde ahora comienza lo trágico :D 


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