Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La Ciudad de los Muertos por InfernalxAikyo

[Reviews - 1104]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:


Holaaaaaaaaaaaaaa, Querubines :D

Les traigo actualización! Las cosas están que arden :3

Espero que les guste :D

Abrazos n.n

 (Quite de aqui una nota que no debia estar) 

Capítulo 78: ''Cura'' 


- ¿Crees que lograremos salir vivos de está?- me acurruqué nuevamente contra el pecho de Ethan  que seguía caliente. Comenzaba a congelarme.

- No lo sé...- su mano se coló entre mis cabellos y comenzó a acariciarlos – Estoy bien con esto...-

- No estaremos bien si seguimos más tiempo aquí...-

Ethan dejó escapar un suspiro.

- Tienes razón...- palmeó mi espalda para que me levantara, obedecí y me senté en el helado suelo - ¿Cómo está tu ojo?-

- No lo sé...no he quitado las...-
me estremecí cuando su mano pasó por mi mejilla para quitar mis vendajes. Intentó mantenerse serio, pero noté cuando sus ojos se abrieron como platos al ver la herida. Debía estar horrible.

- ¿Es muy grave?-

Él negó con la cabeza.

- N-No...Es solo qué-

- Dime la verdad...no recordaba que fueses un buen mentiroso-

- No está infectada, pero está muy inflamada y...-
volvió a poner los vendajes en su lugar – Es mejor no mirarlo...- se puso de pie y se dirigió hacia la puerta - ¿Crees que deberíamos salir?-

- Tenemos que hacerlo-

- Bien...-
empujó el refrigerador con una facilidad que aún luego de recordar el porqué de ella seguía asombrándome – Voy a abrirla...- caminé hasta él y me puse del otro lado, para avisar si veía algo.

- Tres...-

- Dos...-

- Uno...-
la abrió. Miré hacia todos lados, el pasillo estaba destrozado pero no había nadie ahí.

- Despejado-

- ¡Vamos!- me tomó del brazo.

- ¿A dónde?-

- Tenemos que reunirnos con los demás-

 
Me detuve en cuanto dijo eso.

- Tengo que hacer algo primero-

- ¿¡Qué dices!?-
otra vez me encontraba caminando por los patios en compañía de Ethan. Habíamos aprovechado el caos en el personal para pasar desapercibidos - ¿¡Cómo es posible que sea tan hijo de...!?-

- Lo sé-
interrumpí y le hice una seña para apuntar una puerta que estaba abierta. Entramos a la torre M – La descubrí por casualidad, la tenía encerrada y encadenada, sin comida ni agua ¿puedes creerlo?- Ethan guardó silencio al escucharme y se mordió el labio inferior. Una mueca angustiada se le dibujó en el rostro.

- Aiden...sobre eso...- bajamos las escaleras que daban al calabozo dónde estaba encerrada mi madre –Hay algo que tengo que contarte...- la puerta se abrió antes de que nosotros llegáramos a ella. Wolfang apareció delante de nosotros.

 Sonrió a modo de saludo y pasó entre ambos para subir las escaleras. Ethan y yo nos quedamos mirándole, confundidos. Se perdió escalones arriba.

- ¿Wolf...? ¡Mamá!- me adentré en la habitación, Ethan me siguió sin dudarlo. El tan conocido sonido de las cadenas se escuchó en el interior de una de las celdas. Me acerqué a ella.

- Aiden...- la voz débil y apenas audible de mi madre susurró mi nombre.

- ¡Busca el interruptor!- ordené. El hierro de las cadenas dejó de sonar - ¡Enciende la luz, Ethan!-

- ¡Eso intento, maldita sea!-
el calabozo se iluminó.

- ¡Mamá!- presioné los barrotes con fuerza y caí arrodillado al piso - ¡Mamá! ¿¡Estás bien!?- estaba tirada en el húmedo suelo de su celda, aún atada, aún encadenada a la muralla, parecía inconsciente - ¡Mamá! ¡Respóndeme!-

- ¡Apártate!-
oí la voz de Ethan. Me alejé de la celda, él tomó los barrotes de la puerta y tiró de ellos. Quitó la entrada de la reja en un movimiento brusco y la lanzó lejos. Entré en el calabozo.

- ¡Madre! - me arrodillé junto a ella y la tomé entre mis brazos. Ethan llegó tras de mí.

- Voy a liberarla...- dijo y con sus manos siguió el camino de las cadenas, hasta llegar a la pared en la que terminaban. Tiró de ellas y las quitó.

- Venimos a sacarte de acá ¿me escuchas?- acaricié su cabello castaño y golpeé levemente sus mejillas pálidas y famélicas para intentar despertarla. Ethan salió del calabozo y se dirigió a la puerta de la habitación, seguramente para vigilar.

Me abracé al cuello de mi madre.

- Mamá...- susurré sobre su oído – Sé que estás cansada pero tienes que despertar, hay que salir de aquí...- intenté sentirle el pulso, no lo logré  - ¿M-Mamá?- se me hizo un asfixiante nudo en la garganta - ¿M-Madre?- la sacudí por los hombros y volví a sentir su pulso, algo palpito en su cuello. Emitió un quejido - ¡Mamá!- sonreí y acaricié su frío rostro – Vamos a salir de aquí, no te preocu...- abrió los ojos de golpe.

Me miró unos segundos, sus ojos verdes estaban ahora oscuros y vacíos. La esclerótica también había oscurecido y pequeños hilos la manchaban.

- ¿Estás...bien?- pregunté con voz temblorosa. Soltó un alarido y me mostró los dientes, la solté y caí sentado sobre el suelo, me arrastré hasta un rincón de la celda.

- ¡Aiden!- Ethan se escuchó preocupado.

- ¿Ma...má?-  Se puso de pie y avanzó en mi dirección. Mis miembros se paralizaron al ver cómo las venas se le marcaban en el pálido y casi irreconocible rostro. Se había convertido. El estómago se me revolvió y el nudo en mi garganta me impidió respirar bien. Inevitablemente, comencé a llorar.

- N-No...- me llevé las manos a la cabeza. Se abalanzó sobre mí y terminó de tirarme al suelo. Intentó morderme, pero tomé su rostro entre mis manos sin importar el dolor de mi muñeca y la alejé de mí unos centímetros – N-No, mamá...no- lloré frente a ella y soltó un gruñido que me erizó la piel.

Dejé que mis manos se soltaran y cerré los ojos.

Se lanzó a mi cuello.

Oí el desagradable sonido de carne siendo aplastada y desplazada de su sitio. El peso que tenía sobre mí desapareció. Mi madre cayó a mi lado, con un barrote atravesándole la sien.

- ¿¡Qué se supone que hacías!?-  Ethan quitó el fierro de su cráneo y lo dejó caer a un lado. Me quedé unos segundos mirando el cuerpo ahora completamente inerte de mi madre.

- ¿Qué hiciste...?- todo mi cuerpo empezó a temblar.

- Aiden...se había convertido...-
se agachó para tomarme de un brazo y ayudar a levantarme, di un tirón brusco para que me soltara.

- ¡La mataste!- grité y terminé de romper en lágrimas. El dolor que me llenó el pecho en ese momento casi me deja sin respiración - ¡La mataste!- repetí y me puse de pie rápidamente e intenté golpearle en la cara, él me esquivo.

- ¡Ella iba a matarte a ti! ¡La soltaste! ¿¡En qué estabas pensando!?-

- ¿¡Qué te importa en qué estaba pensando!?-
grité más fuerte y algo semejante a la histeria me invadió.

- ¡No podía dejar que...!.-

- ¡Era mi maldito problema!-
la voz quebrada por las lágrimas apenas hacía entendible mis palabras. Salté sobre él y lo embestí. Ambos caímos al suelo. Le di un puñetazo.

Su labio inferior comenzó a sangrar.

-¡No debiste haberla matado!- grité sobre su rostro. Invirtió la posición en un movimiento brusco y cayó sobre mí. Con una de sus manos me tomó ambas muñecas y las apretó con fuerza sobre mi cabeza.

No vi venir el golpe que cayó sobre mi rostro. El dolor punzante en mi mejilla me obligó a despertar.

- ¡Ya estaba muerta!- gritó y su voz se quebró. Tomó mis hombros hasta que sus dedos se clavaron en ellos y me sacudió con aún más brusquedad - ¡No iba a dejar que te suicidaras!  ¡Idiota!-

El ruido de mi respiración agitada terminó de traerme de vuelta a la realidad. El dolor en mi muñeca y en mi mejilla se intensificó de golpe.

Una nueva ola de lágrimas me invadió.

Ahora solo quedaba el dolor de la pérdida. Ethan me soltó al verme más calmado, empecé a llorar descontroladamente. Levantó mi cuerpo para abrazarme en el suelo, apoyé la cabeza contra su hombro y me deshice en lágrimas ahí.

- Lo lamento...- balbuceó. No respondí y en cambio me aferré a su cuello. Él me abrazó con más fuerza – Lo lamento mucho...- besó mi cabello y enredó sus dedos en él para acariciarlo – Pero no podía dejar que hicieras eso, no así...ella no habría querido que...-

- Es mi culpa...-
interrumpí entre lágrimas – D-Debí haberla rescatado cuando tuve la oportunidad...- Ethan tomó mi rostro y clavó los ojos oscuros sobre mí.

- No te culpes, Aiden...- su labio continuaba sangrando y solo entonces tomé conciencia de lo que había hecho. Dirigí la manga de mi chaqueta para quitar la sangre, pero él apartó el rostro - No tenías como saber que iba a pasar esto...- continuó hablando – No puedes culparte...-

- P-Pero yo...-

- No. No lo hagas –
apoyó su frente contra la mía.  Poco a poco, dejé de temblar. Nos quedamos en silencio unos minutos, mirándonos. Empecé a sentirme más tranquilo.

- Lamento haberte golpeado...- dijo luego de un rato.

- No...- Negué con la cabeza – Me lo merecía. Yo lo lamento...no debí-

- Está bien...-
sonrió y me dio un pequeño beso en los labios. Sentí el sabor a sangre.

Ethan se puso de pie y yo me arrodille al lado del cuerpo de mi madre.

Cerré sus párpados con cuidado.  

Noté un pequeño agujero en su antebrazo.

- Le inyectaron...- murmuré, más para mí mismo que para él y la aparición de Wolfang antes de que nosotros entráramos tomó sentido.

Oí un golpe brusco contra la muralla, Ethan había dado un puñetazo.

- ¡Debí haberlo atrapado cuando lo encontramos!- gritó - ¡Sabía que no podía estar haciendo nada bueno aquí, joder! ¡Debió haberle inyectado el virus!-

Me puse de pie.

- Vamos a buscarlo...no debe estar muy lejos- sequé el resto de algunas lágrimas que seguían en mis ojos – No voy a dejar que se salga con la suya- metí las manos en los bolsillos de la chaqueta y sentí algo, saqué un encendedor de ella.

- ¿Es tuyo?-

Él se encogió de hombros.

- No lo es, la chaqueta tampoco es mía-

Miré a mi alrededor y observé nuevamente el cuerpo de mi madre. Era injusto si solo la dejaba allí tirada y tampoco podía enterrarla, no había lugar, nunca había lugar para enterrar a nuestros muertos.

Saqué la pequeña botella de alcohol que había guardado en mi bolsillo cuando estaba en la habitación de hospital y rocié su cuerpo con ella.

- ¿Qué vas a hacer?-

- Darle un funeral decente...-
Ethan se apartó y salió de la celda al oírme decir eso. Di unos pasos atrás y me dirigí hacia donde estaba antes la puerta. Prendí el encendedor y lo lancé hacia mi madre. Empezó a incendiarse.

Observé como su cuerpo se quemaba  y desaparecía por unos minutos. Me habría gustado entonces dedicarle unas palabras, una oración, algo, pero no sabía cómo hacerlas y jamás creí que las necesitaría. Nunca la vi como una buena madre, pero quizás, si ella hubiese vivido…podría haberlo sido.

Y quizás eso era lo que me dolía más, saber que pudo haber sido algo.

- Vamos...- ordené y di media vuelta para dirigirme a la salida. Ethan palmeó mi espalda cuando pasé junto a él..

- ¿Estás bien?- preguntó. Asentí con la cabeza. Tuve miedo de hablar, el nudo en la garganta me quebraría la voz –Bien...- se me adelantó y subió las escaleras velozmente – Me adelantaré e intentaré seguirle el rastro- avanzó por el pasillo y yo le seguí con la mirada. Empecé a caminar rápido tras él y a medida que avanzaba un nuevo sentimiento de ira iba reemplazando el dolor por perder a alguien querido. En mi cabeza, imaginaba el montón de atrocidades que le haría a Wolfang si le encontraba, quería golpearle, patearle en el suelo, quería matarlo. Empecé a correr impulsado por este nuevo sentimiento, estaba mal, lo sabía, pero era inevitable. Ese hombre me había hecho mucho daño, pero también lo hizo mi padre.

Luego me encargaría de él.

Ethan se detuvo delante de mí, estaba a unos cuantos metros.

- ¡Cuidado, Aiden!- gritó en voz baja y su voz me hizo despertar. Oí un gruñido y vi como una bestia venía corriendo hacia mí velozmente. Mis pies se posicionaron en el suelo de tal forma que me permitirían un rápido escape, le esquivé cuando se halló muy cerca y aproveché el impulso que llevaba para aventarlo contra la pared y golpear su cabeza contra ella varias veces.

Me detuve solo cuando dejé de oír sus gruñidos. Su cuerpo cayó al suelo. Me miré las manos llenas de sangre. Había actuado sin pensar.

- ¿Dónde aprendiste a hacer eso?- Ethan llegó a mi lado y pateó el cuerpo del zombie para comprobar que estuviese efectivamente muerto.

- No sé...- una rápida imagen llegó a mi cabeza. Un niño, en la guarida de Scorpion...

 Me llevé las manos ensangrentadas a la boca y contuve las ganas de vomitar, las quité, el olor a muerto solo empeoraba las cosas. Hice varios esfuerzos para no hacerlo.

- Creo que en la guarida de Scorpion...- dije, tapándome con la manga de la chaqueta. Aún no recordaba absolutamente todo lo que había pasado, eso no me gustaba. No quería más imágenes como esta.

 - No voy a preguntar cómo tuviste que usarla aquella vez...-  me quedó mirando e hizo el gesto de limpiarse las manos contra los pantalones.

- Ah, claro...- le imité y me quité la sangre de las manos con mi ropa.

No había sido yo el que usó esa técnica, la habían usado, la había visto, nada más.

Ambos reanudamos un paso un poco más calmado. Correr por los pasillos era algo demasiado escandaloso y tenía la certeza de que Wolfang tenía varios encargos más que hacer, aparte de envenenar a mi madre y estaba seguro que mi padre le había mandado a hacer todos esos encargos.

- Mi papá está detrás de todo esto...- dije. Ethan se detuvo y se me quedó mirando sorprendido y asustado – Lo sé...es aterrador. El encerró a mi madre y seguramente envió a Wolfang a...-

- Ahora lo entiendo-
murmuró.

- ¿Qué cosa?- él pareció incomodarse.

- Aiden…- comenzó.

- ¡Espera!- oí un ruido que me puso en alerta.

- Yo también lo he oído…- dijo y me hizo una seña para que le siguiera –  detrás de esa puerta…- murmuró y apunto hacia una habitación que se encontraba al final del pasillo. Ambos caminamos silenciosamente hasta ella.

- ¿¡Cómo que no es importante!?- pegué una oreja a la puerta para oír lo que estaba ocurriendo dentro - ¡No puedes hacerme esto, Wayne! ¡He dado mi vida por este proyecto!-

- Es Wolfang…-
dijo Ethan moviendo los labios sin hacer sonido. Sentí como la adrenalina comenzaba a subir. Dirigí mi mano a la manilla de la puerta.

- Dame treinta minutos…- su voz se oía angustiada. Moví la manilla silenciosamente – Intentaré salvar algunas cosas y…espera- se detuvo. Me había oído. Abrí la puerta de golpe.

- ¡Wolfang!- me detuve  apenas entré en la habitación. Estaba en completo silencio y a oscuras. Caminé por la pared buscando un interruptor.

- ¡Cuidado!- alguien me dio un empujón y caí al suelo. El estruendo de una bala me estremeció y me ensordeció por algunos segundos. La luz se encendió de pronto. Ethan estaba tirado junto a mí, él me había empujado y me había salvado, Wolfang estaba en la puerta, apuntándonos con un arma.

- Quieto los dos o mato al chico. No va a salvarse de otro disparo- apuntó directamente a mi cabeza. Tenía el delantal blanco salpicado con sangre y sus lentes estaban trizados, el cabello le caía desordenado y sudado por la frente, parecía nervioso.

- No vas a dispararle…- Ethan se puso de pie y se paró frente a mí – Y sabes que un disparo no me matará, dispararás y antes de que la segunda bala salga ya te estaré asfixiando…estás acorralado-  Wolfang bajó y guardó su arma.

- Está bien, quizás las balas no sirvan, pero…- metió las manos en uno de sus bolsillos y me sonrió. Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo - ¿Qué tal esto?- sacó una pipeta con un líquido de tonalidad rojiza dentro.

- ¿Qué demonios es eso?-

- La única muestra de la cura para el virus, obviamente…- dijo sin apartar la mirada ni la sonrisa de mí – Apuesto que Aiden la querría…y yo torpemente podría tirarla al suelo- terminó con sarcasmo.  

- ¿Y para qué demonios voy a querer la cura?- intenté restarle importancia. Cualquier persona viva en esta ciudad la querría para salvar al mundo, pero no iba a demostrarle eso.

- Veo que tu amigo no te lo ha dicho…- su sonrisa se ensanchó.  Los hombros  de Ethan se  tensaron.

- Decirme ¿qué…?- mi pregunta fue directamente hacia Ethan. Giró la cabeza para dedicarme una mirada que sugería disculpas por adelantado.

- Aiden…- intentó decir.

- ¡Que tu hermano está vivo por supuesto!- gritó Wolfang en una carcajada. Toda mi mente se fue a blanco.

- ¿Ethan está…vivo?- la voz me tembló al mismo tiempo que mis cabellos se erizaban y me estremecía en un horrible escalofrío. Tomé el hombro del pelinegro con fuerza y lo jalé hacia atrás - ¿¡Es verdad eso, Ethan!? ¿¡Mi hermano está…!?-

- Intenté decírtelo, Aiden-

- ¿¡Cuándo intentaste…!?-

- Y está infectado, obviamente…-
continuó Wolfang – Una escuadra enviada por tu padre le encontró moribundo bajo un auto a punto de ser devorado por un montón de zombies…decidió usarlo como prueba humana- soltó un suspiro – El pobre sufrió bastante antes de empezar a controlar el virus…-

Mis piernas tambalearon y me dejé arrastrar por la pared hasta caer sentado al suelo. Comencé a reír.  

- Tiene que ser una broma…- dije en una carcajada y sentí las primeras lágrimas correr por mi rostro.

- No es una broma, Aiden…-Ethan me miró preocupado.

- ¡Ethan está vivo!- reí más fuerte - ¿¡Oíste eso!?-

- Aiden, está infectado y Allen le lavó el cerebro, ahora solo quiere destruirlo todo…-

- ¿¡Y qué importa!? ¡Está vivo!-
la euforia que sentí en ese momento fue indescriptible - ¡Vamos a buscarlo, Ethan!-

- ¡Tu hermano te odia, Aiden!-
gritó y se acercó amenazante hacia Wolfang.  El científico sacó su arma e intentó dispararle, Ethan le esquivó y se acercó aún más. Ambos comenzaron a forcejear.

La pipeta…

- Ethan…detente… ¡Ethan!- me puse de pie y corrí hacia ellos - ¡La cura!- me tapé los oídos cuando otra bala resonó y pasó muy cerca de mi hombro. Vi en cámara lenta como la pipeta caía de las manos de Wolfang. Me lancé al suelo e intenté alcanzarla, mis manos no llegaron. Cerré los ojos.

No oí ningún vidrio estrellándose y rompiéndose contra el suelo. Solo una voz, familiar y desagradable para mí.

- Manos arriba, pequeño pedazo de mierda…-  


 

Notas finales:


Adivina adivinador quién está apuntando a Wolfang con un arma ahora mismo :D

Espero les haya gustado n.n

Críticas? Comentarios? Pueden dejarlo todo en un lindo –o no tan lindo- review :3

PD: Aiden se volverá loco con tantas emociones juntas.

PD2: Aiden merecía ese puñetazo, no lo nieguen.

PD3: Maltrata a tu perra, Ethan!

PD4: Estoy desvariando, nos vemos
Abrazos :3   


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).