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La Ciudad de los Muertos por InfernalxAikyo

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Notas del capitulo:

Holaaa! Querubines! >_< 

Les tengo una mala (?) o incómoda (?) noticia. 

Mañana parto de vacaciones D:! me iré por dos semanas y no creo que pueda actualizar durantre ese tiempo ._____. 

Se, soy muy mala, porque los dejaré con toda la intriga Q_Q pero serán dos semanas, nada más. Prometo escribir durante esos días para poder actualizar a penas llegué. 

Si esque llego encontrar una computadora en la casa a la que voy a quedarme, les avisaré xDDD

Eso (?) Espero que les guste el cap
Nos leemos pronto! 

Abrazotes! :) 

 

Capítulo 82: “Perder”


- Oh, por dios...- Ethan aceleró el paso cuando vio unas siluetas humanas en la intersección de unos pasillos. Tardamos algunas horas, pero habíamos logrado rodear la torre que se derrumbó y habíamos vuelto en nuestros pasos. Soltó mi mano con suavidad y corrió hacia el grupo de personas que demoré en reconocer.

Hasta que la vi a ella.

Vestía un sweater floreado color rosa que ya estaba manchado por el barro. Su cabello parecía un poco más largo, pero no demasiado, quizá era efecto de que lo traía suelto y no atado en dos coletas, como lo recordaba. Sus pequeñas manos eran tomadas por las de Claire e Ivy, no tardé en reconocerlas a ellas también. Giró la cabeza hacia mí y sus hermosos ojos verdes brillaron y se abrieron sorprendidos.
 
- ¡Aiden!- gritó, soltándose de las chicas.

“Oh, por dios” había dicho Ethan – Oh, por dios...- fue lo único que atiné a decir, lo único que escapó de mi boca - ¡Por dios, Amy!- grité, mientras corría hacia ella y nos encontrábamos a mitad de pasillo. Saltó hacia mí y estiré los brazos para tomarla, poco me importó tener una muñeca fracturada. Inmediatamente su voz un poco chillona, entre gritos, lágrimas y risas me inundó los oídos y me llenó de una felicidad inexplicable, una alegría que casi me hace olvidar el caos en el que estábamos metidos.

- ¡Aiden! ¡Aiden!- las manos de la niña se aferraron a mi cuello mientras ella comenzaba a llorar descontroladamente. Me arrodillé en el suelo aún con ella en mis brazos y sentí las primeras lágrimas en mis ojos también.

Si se lo decía no iba a entenderlo, pero le debía mucho a esta pequeña.

- ¿Estás bien, Amy?- la solté para observarla, para comprobar que estuviera bien, que no estuviese herida. Palpé su cabello, sus mejillas, sus hombros, sus brazos -¿Las personas de este lugar te han hecho algo?- Amy secó sus lágrimas con la manga sucia del sweater, manchándose el rostro.

- Estoy bien, Aiden- infló los cachetes infantilmente y sus dedos se posaron sobre la venda que cubría mi ojo -¿Qué te pasó?-

- Si te contara no me creerías- sonreí y me puse de pie para tomarla de la mano – Pasaron muchas cosas desde la última vez que nos vimos- ambos comenzamos a caminar hacia donde estaban los demás. Ethan y Eden se abrazaban como estaba seguro jamás se habían abrazado en la vida, mientras los demás avanzaban hacia nosotros, lanzando muchas preguntas a la vez que me confundían un poco. Amy se soltó de mi mano con cuidado cuando nos reunimos con el resto.

- ¡Ethan!- el pelinegro volteó hacia ella y se separó de su hermano.
- ¡Amy! ¡Ven aquí!- la tomó en sus brazos y la elevó muy alto, mucho más de lo que yo habría podido con mi muñeca dislocada. Alguien me abrazó de repente.

- ¡Me alegra tanto que estés bien!- era la voz de Claire, la reconocí inmediatamente. Sus manos temblaban sobre mi espalda – De verdad creí que...- sus palabras cesaron cuando Jack corrió para unirse a este abrazo, rodeándonos a la pelirroja y a mí, le siguió Ivy, quién nos abrazó a los tres y luego Chris, Eden, Ethan y Amy. Me sobrecogí en un escalofrío por la emoción. 

Les recordaba a todos, a cada uno de ellos. Fue como si siempre hubiesen estado ahí, guardados en mi inconsciente esperando el momento para volver a mostrarse.

 Esta gente era mi familia, eran mis amigos. Esta gente...era todo lo que tenía.

Se escuchó un ladrido que inmediatamente me hizo reír.

- ¿Así que han traído al perro también?- levanté la cabeza sobre las demás para buscarle con la mirada - ¿Abercrombie? ¿Dónde estás, chic...?- pero callé, ya le había encontrado. Apareció por uno de los pasillos, jadeando, con la lengua afuera y con el rabo sacudiéndose feliz para todas partes. Una mano el acariciaba el lomo.

Me estremecí cuando recordé al dueño de esa mano.

- T-Teo...-  la voz me tembló, no era para menos, la última vez que nos vimos...

Yü,  a quién tardé en reconocer debido a un cambio en su cabello,  Ayame, Sam y Morgan aparecieron tras él. Instintivamente llevé la mano a mi bolsillo, solo para asegurarme que la cura siguiera en su lugar ¿Debía contarle a Morgan sobre ella? Ya había visto actuar a la resistencia, ellos velaban por sus propios intereses, aunque en estos momentos los intereses del médico fuesen encontrar la cura para intentar solucionar esta crisis, yo ya la había conseguido para mi hermano ¿No estaba siendo yo el maldito egoísta? ¿Y si usaba solo un poco en Ethan y el resto se lo daba a Morgan? Sí, eso sonaba una buena idea.

Ethan cruzó una mirada cómplice conmigo. Negó con la cabeza, capté el mensaje.

Sí, sería un secreto hasta encontrar a mi hermano.

El abrazo grupal se deshizo cuando los demás llegaron. Teo estaba ahora frente a mí, mirándome con los ojos verdosos llenos de odio.

- Teo...- repetí – Y-Yo...- 

- Mejor cállate- soltó con desprecio. Un nudo se me hizo en la garganta. Él de verdad me odiaba.

“Yo nunca quise hacerle daño a Cassie” fue lo que quise decir, pero no lo hice, no iba a escucharme de todas formas. Le entendía, entendía la impotencia, entendía la rabia, estaba dolido, y en parte era mi culpa.

Una mano cayó sobre mi hombro.

- Se le va a pasar, ya verás- susurró Chris cerca de mi oído. Di un respingo cuando le vi la mano con el garfio, casi había olvidado que le habían mordido, casi olvidé que se la habían amputado. Casi olvidé la noche en que lo vi sobre una mesa bromeando sobre sí mismo, diciendo que era un pirata.

Casi olvidé los pocos y cortos buenos momentos que habíamos logrado pasar todos en este tiempo. Ahora, tenía la sensación de que nada sería cómo antes.

Ethan carraspeó la garganta y todos miramos hacia él - ¿Cómo lograron entrar?- preguntó.

- Noah nos encontró y nos pidió que le ayudáramos a entrar aquí- respondió Eden.

- ¿Pedir?- Jack interrumpió – Si no lo seguíamos seguramente nos mataba a todos- soltó en un sarcasmo – Pero admito que nos ayudó a rescatarte, junto a Kat y...-

- ¿Kat está aquí?- pregunté, sorprendido.

- Si, está decidida a destruir todo este lugar-

- ¿¡Dónde está!?-

- No lo sé...-
Jack miró hacia los otros pasillos – Hasta hace un rato ella estaba con nosotros, pero...- dio un segundo vistazo - ¿Y dónde se fueron Steve y Cobra?- me estremecí.

- ¿¡Jacob también está aquí!?- alcé la voz con nerviosismo. Definitivamente era una maña señal, si él lograba establecer contacto con Allen entonces estaríamos perdidos.

- ¿Jacob? ¿Te refieres a Cobra? Sí, Steve lo capturó y él nos ayudó a entrar...al parecer tenía cuentas pendientes con un hombre de este lugar-

Instintivamente, busqué a Amy con mis manos y la atraje hacia mí. Este no era lugar para ella. Ethan caminó hasta nosotros, se quedó de pie tras de mí y posó sus manos en mis hombros, sus dedos seguían temblando y ardían, pero él estaba bien.

Tenía que estarlo.

- ¿Cómo vamos a salir de aquí?- preguntó.

- Hay túneles subterráneos, unos alcantarillados, por ahí entramos-

- Bien...-
sus manos presionaron con fuerza mi piel – Aiden y yo tenemos algo que hacer, adelántense- se escuchó un estruendo que hizo que las ventanas y el piso temblaran.

- ¿¡Qué es tan importante para que quieran quedarse en un lugar que está a punto de explotar!?- Jack tuvo que gritar, otro estruendo nos ensordeció. Nos pusimos en marcha, la torre en la que estábamos se desmoronaría en cualquier momento - ¿¡Qué demonios fue  lo que pasó aquí!?-

- Creo que Allen quiere destruirlo todo...-
la mano de Ethan tomó la mía cuando empezamos a correr, yo tomé la de Amy.

- ¿Eso es lo que tienen que hacer? ¿Detener a Allen?-

- Mi padre y mi hermano están aquí-
aclaré.

- ¡Fantástico!-

- Si, fantástico-
solté con sarcasmo.

- Iremos todos- dijo Eden – No deberíamos a separarnos. Rescataremos a tu padre y a tu hermano y evitaremos que Allen continúe con esta locura-

- No sé si mi padre necesite ser rescatado...- susurré en voz baja, nadie me escuchó.

Las ventanas del pasillo que estábamos recorriendo explotaron. Tomé a Amy y nos lanzamos al suelo.

- ¡Vamos, vamos, vamos!- Ethan nos ayudó a levantarnos y comenzamos a correr más rápido, todos los vidrios empezaron a quebrarse, las explosiones se volvieron más estruendosas, estábamos cada vez más cerca del verdadero desastre. Salimos de la torre y llegamos a un jardín. Nos detuvimos.


- Bien, chicos...- Ayame se detuvo delante de nosotros y se quitó la mochila del hombro para abrirla – Toma, Ethan- sacó una pistola y se la entregó junto con unos cartuchos de munición – tenemos que estar preparados para cualquier cosa- tomó otra arma del fondo – Aiden...- me la entregó - ¿Están todos armados ahora?- hubo un sí al unísono. La chica oriental se quedó mirando a Amy que temblaba tras de mí. Se quitó la escopeta calibre doce que traía atada a su espalda y se quedó solo con su fusil automático – Toma, Amy...-  la estiró hacia ella – guárdala, por si Aiden o Ethan se quedan sin munición- la pequeña se aferró a mi cintura antes de decidirse avanzar hacia Ayame – no intentes usarla tú, eres muy pequeña- se agachó para llegar a su altura. Me alarmé ¡Le  estaba entregando una maldita arma a una niña! - ¿vas a cuidarla?- las manos de la pequeña dejaron de temblar.

- S...Si-

- El  seguro está puesto, no intentes quitárselo a menos que te veas obligada a disparar, hazlo solo si alguno de tus amigos está en peligro y no puede defenderse. Si puedes entregarle el arma a otra persona para que dispare, hazlo-
su mano le acarició el rostro – pero si te ves forzada a hacerlo, apóyate contra una muralla, ten cuidado con tus hombros y tómala de esta forma...- Ayame tomó la escopeta para  mostrarle a Amy - ¿Ves? Esta mano va aquí, en el guardamanos. Así, la otra va aquí, en la empuñadura- la levantó en sus manos y se la llevó frente a la cara – Tienes que apoyarla contra tu hombro para que no recibas el impacto. Quitas el seguro así, y disparas presionando aquí...- Amy se encontraba muy absorta prestando atención a todo lo que le decía Ayame. De pronto, me pareció que la niña había cambiado. Ya no estaba temblando.

- Solo le está dando algo que hacer, algo en qué concentrarse para que no entre en pánico...- susurró Ethan a mi lado – Amy no llegará a disparar esa arma-

- Eso espero...-
murmuré.

- ¿Entendiste?- preguntó la chica de cabellos negros ajustando la escopeta a la espalda de Amy.

- S-Si...-

- ¿Me prometes que vas a cuidarla?-

- Si...-

- Mantenla siempre cerca de ti, como si fuese lo más sagrado que tienes... ¡mira!-
se levantó un poco la camisa para sacar de su cinturón un cuchillo militar – A este le puse nombre, se llama Aoi-

- ¿Aoi?-

- Era el nombre de mi hermano pequeño...tenía tu edad-
sonrió y deslizó sus dedos por el filo del cuchillo que brillaba – Nunca me ha fallado -

- ¿Puedo ponerle nombre también?-

- ¡Claro! De eso se trata ¿cómo quieres llamarla?-

- N-No sé...-
la pequeña rubia volteó un poco la cabeza para mirar el arma que estaba amarrada a su espalda -¡Elise!- exclamó y me miró - ¿¡Puedo llamarla Elise, Aiden!?- un escalofrío me recorrió la espalda y tuve que inspirar hondo para contener el nudo que se me había formado en la garganta. Asentí con la cabeza.

- ¿Era tu madre?- preguntó Ayame.

- Sí...-

- ¡Muy bien! ¡Cuida a Elise entonces! ¡Y úsala solo en caso de emergencia!-

- ¡Entendido, señora!-


Un nuevo estruendo en la torre a la que estábamos a punto de entrar nos indicó que teníamos que retomar el camino. Ayame se puso de pie nuevamente.

- ¡Bien!- aplaudió una vez - ¡Ahora sí todos estamos armad...!-

Algo la interrumpió y la tiró al suelo, de pronto se había callado. Escuché un grito, era de Amy. Fue tan rápido que mis ojos no alcanzaron a procesarlo bien. Corrí hacia la pequeña y la tiré hacia atrás, abrazándola y cayendo ambos al suelo. Un montón de lodo se levantó y salpicó hacia todos lados. Todo se desarmó, los gritos cubrieron el lugar. Quité con mi manga el lodo que me había caído encima del único ojo que podía ver.

Se produjo un silencio justo cuando miré al frente, donde antes había estado Ayame.

Había alguien sobre ella, alguien que sostenía su cabeza pegada al suelo mojado. Desde la corta distancia a la que estaba logré reconocer que estaba sangrando, que se había golpeado contra una roca, logré ver las abolladuras en su cráneo. La fuerza con la que había sido golpeada había sido brutal. Desde esa distancia pude ver también, sus ojos completamente blancos en el rostro lleno de sangre que se hallaba contra el piso.

- ¡Aaaaahhh!-  Amy dejó escapar un grito más fuerte que el anterior que me inundó los oídos y me llenó de horror. Instintivamente le cubrí la vista con mis manos, pero ya era tarde. Ella también lo había visto.

Reconocí el cabello blanco y la silueta delgada de la persona que la había embestido de pronto y le había golpeado la cabeza contra el piso. Giró su rostro hacia mí, las venas marcadas en su rostro y cuello eran casi palpables.

- Eve...-

- ¡Hija de puta!- Ethan corrió hacia ella y saltó sobre Eve, embistiéndola y arrastrándola por el suelo húmedo. Claire llegó a mi lado y tomó a Amy, gateé hasta donde estaba Ayame.

- ¿Ayame?- la sacudí por el hombro.

- ¿Ayame, estás bien?- Yü llegó corriendo. El chico se arrodilló en el suelo y la sacudió también,  con más fuerza - ¿Ayame? ¿Ayame?- giró su cuerpo, vio su rostro y sus manos comenzaron a temblar – A-A-Aya...- la voz se le quebró al mismo tiempo que una mueca de dolor se le marcaba en el rostro. Intentó volver a hablar, pero las palabras no lograron salir.

Solo pudo gritar. Un grito desgarrador y doloroso que hizo que se me erizara la piel.

- ¡No!- se dejó caer sobre su cuerpo y comenzó a llorar mientras gritaba - ¡No! ¡No! ¡No! ¡No!- Teo llegó tras él y le abrazó por los hombros para intentar sacarlo de ahí.

- ¡Suéltame!-

- ¡Tranquilízate, Yü!-

- ¡Ayame! ¡Ayame!-
 se dejó llevar por los brazos de Teo que lo alejaban del cuerpo de su amiga. Sus gritos bajaron su nivel, como si de pronto estuviese perdiendo las fuerzas y solo le quedara energía para llorar, deshaciéndose en lágrimas en los brazos del ojiverde

 Tomé el arma que Ayame me había entregado hace unos pocos minutos atrás y me puse de pie. Busqué con la mirada a Ethan, les encontré dándose puñetazos bajo un árbol. Empecé a caminar hacia ellos y por cada paso que daba sentía como la rabia iba creciendo en mi interior.

- ¡Estoy harto de esto!- grité entre lágrimas ¡Estaba cansado de ver a gente morir a mi alrededor a manos de estos malditos! Eve se posicionó sobre Ethan y le dio un fuerte puñetazo en la mejilla, apunté el arma hacia ella, directamente a su cabeza. No sentí remordimiento alguno, quizás alguna vez la creí de los míos, a ella y a su hermano, pero ya no cometería el mismo error, nunca más.

- Muere, perra- disparé, o creí hacerlo. Escuché el estruendo de la bala saliendo del arma, pero nunca llegó a herirla.

- ¿Qué estabas tratando de hacer?-  Allen apareció delante de mí, sonriendo y  jugando con una bala que pasaba entre sus dedos. La bala que yo había disparado él la había alcanzado en el aire ¿cómo? Ni siquiera logré verlo.

- ¡A-Allen! ¿¡Cómo demo...!?- no vi venir el puñetazo que me dio en la cara y que me tiró al suelo con fuerza.

- ¡Aiden!- Ethan se soltó y tomó a Allen de los hombros para embestirle contra una muralla mientras Jack corría a socorrerme.

- ¿Estás bien?- me tomó de un brazo y me arrastró hacia donde estaba el resto del grupo - ¡Dios! ¡Ese imbécil te ha roto la cara!-

- ¡Te-tenemos que ayudar a Ethan!-
intenté ponerme de pie pero tambaleé, me sentía mareado, el golpe había sido demasiado duro. Con horror vi como los dos hermanos saltaban sobre Ethan y comenzaban a golpearle en el suelo - ¡Jack! ¡Ethan! ¡Tenemos que...!- una ráfaga de balas disparadas por Chris, Teo y Eden se dejó oír al unísono con un trueno que anunciaba más lluvia. Los mellizos se detuvieron, vi cómo por la camiseta de Allen se filtraba un poco de sangre que había comenzado a salir de su espalda, pero tuve un mal presentimiento. El peliblanco levantó nuevamente el puño en el aire y lo estrelló contra el rostro de Ethan, que al parecer había dejado de moverse.

- ¡Ethan!- aparté el brazo de Jack, tomé el arma y corrí hacia ellos. Disparé el arma cuatro veces, dos de las balas le dieron a Allen, una le dio a Eve en una pierna, pero ninguno se movió. Los disparos parecían no dañarles en absoluto  - ¡Déjalo, maldita sea!- tomé al peliblanco de los hombros e intenté quitárselo de encima, pero él ni se inmutó, solo se movió cuando giró hacia mí y se puso de pie.

- ¡Sal de aquí!- me tomó de un brazo y me lanzó lejos. Me golpeé contra una muralla, en la cabeza. La vista se me hizo borrosa.

No podía acercarme a Ethan.

- ¡Aiden! -

Algo voló por los aires, era Eve siendo apartada por Ethan, Allen volvió sobre sus pasos para golpearle pero el pelinegro ya se había levantado y lo había embestido en una tacleada que los tiró a ambos al suelo. Por unos segundos, los ojos profundamente negros de Ethan se encontraron con los míos a la distancia, un escalofrío me recorrió todo el cuerpo.

Sus ojos, sus pupilas estaban completamente dilatadas. Las venas en su rostro habían vuelto, su piel otra vez había empalidecido.

No, no podía dejar que perdiera el control.

- ¡Eth...!-

- ¡Vete, Aiden!-
gritó con voz ronca y aterradora mientras tomaba la cabeza de Allen y la embestía contra el suelo, dejando un agujero en la tierra mojada - ¡Váyanse todos, ahora!- Eve saltó sobre él, pero él logró zafarse y también la golpeó.

- ¡No!- grité - ¡No podemos!-

- ¡Váyanse, maldita sea! ¡Tienes que encontrar a tu hermano!-
me puse de pie con dificultad e intenté avanzar hacia él - ¡No te me acerques!- gritó, mas fuerte.Eden corrió hacia mí y me tomó por los hombros para arrastrarme lejos. Seguí mirando fijo a los ojos de Ethan, de pronto se me hicieron irreconocibles.

- ¡Los alcanzaré cuando termine con ellos!- gritó y noté como su voz había cambiado por completo - ¡Eden! ¡Llévatelo! ¡Estaré bien!- ordenó.

- ¡No! ¡No! ¡No!- intenté zafarme de las manos del pelinegro, pero estaba muy débil - ¡Déjame! ¡Ethan!- él miró hacia mí cuando le llamé y se distrajo, Allen aprovechó para invertir la posición y golpearle en el estómago.

- ¡Vete, por favor!- bajo su cuello y sus brazos también destacaban aquellos manchones rojizos y azulados tan característicos de las personas que están bajo los efectos del virus - ¡Váyanse!-

- ¡Hazle caso! ¡Dejaremos a Amy en un lugar seguro y volveremos a ayudarle!- Eden tiró de mí y de pronto yo perdí las fuerzas para seguir resistiéndome, no sabía cómo reaccionar, mi cuerpo estaba congelado, estaba paralizado por el miedo.  Tenía miedo de no volver a tiempo, tenía miedo de que él no pudiera controlarse, de que se convirtiera.

Tenía miedo de perder a Ethan, otra vez.

 

Notas finales:

u.u bueno, no me odien :O sabíamos que esto tenía que pasar. Ahora todo depende de Ethan, si se convierte o no Q.Q 

¿Críticas? ¿Comentarios? ¿Preguntas? Pueden dejarlo todo en un lindo -o no tan lindo- review. 

Intentaré actualizar en menos de dos semanas, pero no les prometo nada. Cualquier noticia, recuerden informarse en la página de facebook, les mantendré informados. 

Cuídense, que tengan una linda semana. 

Abrazos!  


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