Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lolita por Kuran Mikaode

[Reviews - 153]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola linduras, espero que estén bien˜

A mí me alegra poder estar nuevamente con ustedes trayendo un nuevo capítulo, esta vez un poco más pronto (Hallelujah), aún así más tardado de lo que esperé pues apenas terminé el capítulo mi teclado comenzó a fallar y tuve uno nuevo sino hasta hace un mes... Así que siento que estuvo bien, un mes no es una mejora jajaja

Espero que disfruten mucho este capítulo, a mí aún me sabe un poco intenso˜

Gracias a todos ustedes por siempre esperar por mí y hacerlo con hermosas palabras de aliento, esto ha sido una jornada larga y accidentada, pero espero al menos sea placentera.

Pueden seguirme en mi FB: Kuran Mikaode, y mantenerse al día conmigo o simplemente hablar conmigo, siempre disfruto de hablar con ustedes, también me encuentro gente en FB desde mi FB personal que siempre me están diciendo cosas lindas >//< Sois los mejores.

En mi página podes encontrar algunas ilustraciones que me esfuerzo en hacer sobre la historia, aún no soy muy buena pero espero emjorar. Aquí tienen, https://m.facebook.com/364464894509357/photos/a.364482107840969/364482084507638/?type=3&source=54&ref=page_internal y aquí está la ilustración que hice de portada en Wattpad https://m.facebook.com/364464894509357/photos/a.364482107840969/400764707546042/?type=3&source=54&ref=page_internal

Gracias a todas las personas que se han pasado por Wattpad también a leer la historia

Sin más disfruten el capítulo y no se olviden en dejar comentarios

Capítulo 23.

The moral of the story

 

Sasuke no entendía que pasaba por la cabeza de su padre y su hermano. Parecía que en su mente no cabía el hecho de que ya no había nada que cuidarle, ya le había dado a Minato todo lo que había querido y nunca podrían recuperar eso. Además, le parecía ridículo que creyeran que volvería a pasar. Sasuke prefería ir al inferno y de vuelta antes que volver a estar con él. Aún recordaba los angustiosos meses previos al final de su relación, como Minato se había encargado de hacerlo sentir insuficiente. Tampoco le había perdonado que le echara la culpa de su relación, como si fuera cualquier cosa, como si fuera un error. Su error. Sasuke solía atribuirse la responsabilidad hasta que oyó esas palabras salir del hombre al que tanto había amado. Recordaba las sonrisitas permisivas que Minato le prodigaba cada vez que sutilmente lo tocaba de más, cómo recorría su cuerpo con la mirada ante cada gesto sugerente, la forma fiera en la que le había devuelto aquel primer beso y no hay que decir todas las veces que lo citó a su apartamento para coger. Sasuke, indudablemente, se había sentido seducido por un hombre tan guapo, inteligente y amable como él. Sasuke no lo habría besado primero si Minato no le hubiese mostrado interés, no le hubiese agasajado con gestos seductores, si Minato no se lo comiera con la mirada con tal descaro.

Ahora entendía lo pequeño que lo había hecho sentir a su lado. Pequeño en todos los sentidos. A veces lo hacía sentir tonto, inexperto, joven e inmaduro. Demasiado insuficiente. No era lo suficientemente listo para entender lo que le decía, no tenía la suficiente madurez para comprender la situación en la que estaban, no era lo suficiente mayor como para que estuvieran juntos, no tenía la suficiente experiencia como para que sus sentimientos le resultaran suficientes. Y así podía alargar la lista de las innumerables cualidades que Sasuke no podía llenar por completo, siempre quedándose en algún lugar a la deriva. Suspendido en la insociable incertidumbre. Desde aquel día que Minato habló con su padre haciéndolo sentir profundamente traicionado, Sasuke no podía sino ver todos los defectos de su relación.

Subió al auto de su padre aun sintiéndose incrédulo de la situación. Desde el asiento del conductor su padre miró con desdén su vestido, pero ciertamente no tenía mucho por lo cual protestar así que lo dejó pasar. No sabía que le resultaba más incómodo, si el aura fría y hostil que rodeaba a su padre y a su hermano o el hecho de estar junto a Haku mientras ambos pretendían que el otro no existía. Suspiró suavemente y desvió la mirada hacía la ventana, sería un viaje bastante largo.

Aunque le parecía ridícula la actitud de su padre y su hermano, no es como si Sasuke hubiese podido evitar, lo había intentado y la discusión no había salido para nada a su favor. Le había reclamado a su padre por no confiar en él y la conversación había empeorado un poco la situación.

 

[…]

“Actúan como si me fuera a ir a encontrar con Minato. Sólo voy al cumpleaños de Naruto”, dijo con exasperación, Itachi y su papá realmente necesitaban conseguirse una vida para que dejaran de inmiscuirse en la suya.

Su padre le miró fijamente durante unos segundos como si estuviera decidiendo si le creía o no, hasta que finalmente negó sutilmente con la cabeza y dijo: Ustedes son expertos en buscar excusas para encontrarse”.

“Podrían confiar un poco en mí, ya les dije que eso ya había terminado”.

“¿Qué confíe en ti, dices?”, Fugaku se acercó a Sasuke ejerciendo autoridad con su imponente figura. “En serio crees que voy a confiar en ti; toda mi confianza la perdiste cuando me mentiste durante meses para reunirte con ese hombre que decía ser mi amigo”.

Sasuke se quedó callado y desvió la mirada apretando los labios.

“No entiendo por qué tanto alboroto, ¿qué tiene de malo que echemos una miradita?”, no pudo evitar voltear a mirar a Itachi con enojo, mientras que este se hacía el inocente y pretendía que no había dicho nada malo. A veces Sasuke desearía simplemente poder golpearlo.

Como era de esperarse, inmediatamente Fugaku asintió ante esas palabras, como siempre mostrándose de acuerdo con Itachi. “Si no tienes nada que ocultar podemos ir a dejarte a la dichosa fiesta esa, ¿no?”.

[…]

 

  Que Haku estuviera allí sólo lo ponía un poco más tenso, pero ya le habían prometido a Zabuza que lo llevarían y Zabuza había prometido ir a recogerlos. Sasuke estaba seguro de que a Haku pronto se le pasaría el berrinche así que no quería hacer la situación más grande de lo que era. Aunque en ese momento preferiría que hicieran una tregua, el sólo pensar que al llegar a casa de Naruto se encontraría a Minato con su esposa le revolvía el estómago. El sólo hecho de tener que verlo le era difícil, y ahora encimándole que estaría junto aquella mujer en su casa suburbana perfecta, jugando a ser la familia perfecta, con su hijo perfecto… echándole en cara lo que Sasuke nunca podría ofrecerle.

Sin embargo, tuvo que recordarse que él iba a ver a Naruto. El sólo hecho de pensar en Naruto y su cálida presencia aliviaba un poco el caos en su cabeza. Naruto que lo miraba y sonreía. Que siempre seguía el movimiento de sus labios cuando hablaba. Quien se acercaba a él durante el receso con una sonrisa nerviosa y las mejillas un poco sonrojadas para pedirle que fueran a dar una vuelta, excusa que siempre usaba para que fueran algún lugar privado a besarse.

A pesar de tanta insistencia, cuando llegaron a casa de Naruto, Fugaku se negó a bajar del auto y le pidió a Itachi que los acompañara adentro. En su camino a la estancia Itachi no paraba de hacerles recomendaciones como si fuera la primera vez que salía de casa, a Sasuke le parecía molesto, habría jurado que su hermano ya había superado esa fase de mamá gallina y Sasuke seguía un poco enojado con él, así que sus palabras sólo le provocaban fastidio. Itachi se detuvo un momento, le miró de arriba a abajo y le dijo: —Ya está empezando a hacer frío, ¿no deberías ponerte algo encima?

Sasuke le miró con extrañeza.

—Estamos dentro de la casa —añadió con obviedad.

—¿Y cuando vayan a volver? —Sasuke no entendía que le había pasado a Itachi tan de repente; no entendía por qué lo estaba reteniendo con una conversación tan absurda, por lo cual, como respuesta, levantó el crop sweater que colgaba sobre su brazo y siguió su camino hacia la estancia encontrándose con la imagen de Naruto junto a Hinata. Aquella escena le golpeó con fuerza— Como que le falta tela a ese suéter ¿no crees?

—Estás siendo ridículo —dijo con más hostilidad de la que pretendía.

Empero, su hermano no desistía con el tema y comenzó a insistirle que usara su chaqueta de mezclilla. Esa chaqueta vieja y desgastada que le quedaría demasiado grande. Sasuke había invertido una considerable cantidad de tiempo escogiendo el atuendo correcto para la ocasión con la esperanza de que Naruto se lo quitara al final de la noche.

La insistencia de su hermano le parecía absurda e infantil. No obstante, Sasuke se dio cuenta de que algunas personas estaban siguiendo su pequeño y estúpido altercado con ojos indiscretos, así que, antes de que su hermano pudiese decir algo más, impulsado por la vergüenza pueril, le dijo: —Cállate, me estás abochornando.

Itachi pareció un poco descolocado por sus palabras, pero antes de que finalmente pudiera huir de aquella conversación tan estúpida, Itachi le tomó decididamente del brazo y le llamó con un tono de advertencia que casi nunca solía emplear. Sasuke se quedó anonadado por la seriedad que Itachi le estaba poniendo el asunto, por lo cual, no sin un poco de reticencia, tuvo que aceptar ponerse su fea chaqueta para al fin zafarse de su hermano.

Cuando por fin llegó frente a Naruto lo notó disperso, se veía un poco preocupado. Sin embargo, cuando sintió sus manos atraerlo hacía su cuerpo, el nudo que se le había hecho en el estomago al verlo tan cerca de Hinata desapareció por completo. Sasuke no era adepto de las demostraciones publicas de afecto, o de las demostraciones de afecto en general, pero en ese momento sintió que nada le importaba. Todo el peso de las inseguridades que venían agobiándolo se aligeraba cuando Naruto lo miraba como si él fuera todo lo que estaba bien en el mundo. Lastima que Itachi estuviera allí para arruinarlo. Y cuando Sasuke trató de encararlo, tuvo el descaro de pretender suma inocencia mientras le decía “Pero que dices Sasuke, yo sólo quiero felicitar a Naruto-kun”.

Sasuke resopló con fastidio, Itachi estaba decido a ser una molestia. Por más que lo intentaba no conseguía deshacerse de él, y este no hacía más que interponerse entre Naruto y él como si hubiese olvidado su objetivo principal. La perseverancia de Itachi solo conseguía ponerlo mucho más tenso de lo que ya se sentía. Un peso indescriptible punzaba sobre sus hombros, sentía sus pensamientos densos y su humor ligeramente irritado. Sasuke lo único que quería era por fin tener un pequeño momento de paz y estar rodeado de tantas personas tampoco lo ayudaba a sentirse más tranquilo.

 

***

 

Sasuke siempre procuraba mantener un semblante estoico. Su rostro constantemente cincelado en un gesto inexpresivo y apacible. Sin embargo, Itachi se preciaba de conocerlo muy bien, y en algunos sentidos, lo conocía mejor que nadie y por eso sabía que Sasuke era capaz de producir las expresiones más lindas; eso sí, siempre necesitaba cierto incentivo externo para llegar a ello, por lo cual como buen hermano mayor que era siempre procuraba provocarlas en aras de deleitarse con la lindura de su pequeño hermano. Lamentablemente, para Sasuke, la expresión facial más fácil de sonsacarle eran las de molestia.

Sabía que Sasuke realmente se estaba enojando. Que a él no le hacía nada de gracia lo que estaba sucediendo, pero Itachi no podía evitarlo. Simplemente no podía evitarlo. Lo que realmente le entretenía de aquel asunto era la cara de molestia de Sasuke. Aquella expresión compungida en la que fruncía ligeramente el seño y apretaba los labios con enfado. Sasuke creía que se veía realmente amenazante, peligroso, aterrador; pero para él simplemente lucía adorable. Había extrañado esa expresión y reconocía para sí mismo que había provocado intencionalmente esa expresión en él durante años. Realmente sabía cómo hacerlo, qué decir o hacer y que tanto insistir para llevarlo hasta aquel estado.

Sinceramente no tenía nada contra el novio de Sasuke. Itachi no tenía nada en contra de él más allá de la aversión natural que le producía el que su hermano, su pequeño hermano bebé, tuviera un novio.  Desde el principio, aquel rubio le había parecido un buen chico, lo suficiente como para que Itachi no tuviera ganas de golpearlo por acercarse demasiado a su hermanito, además, al pobre se le notaba en la cara que estaba loco por Sasuke. Tal vez se le notaba demasiado.

Observó al chico durante un par de minutos, lo suficiente como para que él lo notara y se incomodara por ello. Suspiró suavemente. Parecía que su nuevo cuñado era un poco atolondrado e Itachi iniciaba a pensar que tenía cara de pervertido. Realmente no quería pensar en que ese chico se aprovecharía de la inocencia de su hermano y lo pervertiría; pero es que Sasuke sabía tan poco de la vida, era tan ingenuo y tan inocente. Ese rubio atolondrado podría aprovecharse de él, así como ya lo había hecho el otro.

Itachi estaba concentrado en sus cavilaciones, determinando que tanto le agradaba aquel rubio y si realmente podría confiar en él. Tal vez deberían tener una pequeña charla. Una charla de hombre a hombre para aclarar las cosas. Tal vez Itachi sería un poco rudo en el proceso, sólo para dejar las cosas bien en claro. Estaba tan inmerso en sus pensamientos que no cayó en cuenta de que lo estaba mirando fijamente sino hasta que Sasuke “inocentemente” le dio un fuerte codazo en las costillas.

—Naruto-kun —le llamó con voz suave, pero firme, le pediría hablar a solas un momento para aclarar un par de asuntos. Sin embargo, no pudo lograr su cometido porque Kushina-san lo llamó para pedirle que le ayudara con algo en la cocina. Mujer lista, seguro se había dado cuenta de que había estado hostigando a su hijo. Itachi suspiró, dejaría aquella conversación para otra ocasión.

Kushina-san no lo entretuvo por mucho tiempo. Cuando Itachi volvió a la estancia, su hermanito y el rubio estaban sentados juntos. Itachi se detuvo un momento a observar la escena. Estaban tan juntos que sus hombros y sus piernas se tocaban, e incluso, desde donde estaba pudo notar que tenían sus dedos entrelazados. El chico estaba hablando de algo que no entendía, tal vez alguna anécdota mientras sus amigos comentaban o daban detalles de la historia. Sasuke no decía nada, lo cual no le extrañaba, en su familia eran más bien del tipo introvertidos y siempre se les habían dificultado las relaciones sociales. Aún así Itachi sabía lo abierto que Sasuke podía llegar a ser cuando entraba en confianza.

Se adentró al salón y con toda la casualidad del mundo se sentó entre ellos, aunque para hacerlo tuvo que, muy sutilmente, empujar al pobre rubio. Sasuke volvió mirarle con enfado e Itachi le pasó la mano por los hombros y lo atrajo hacía su cuerpo. De repente tuvo la sensación de que Sasuke estaba creciendo demasiado rápido; él aún podía recordar las largas horas que pasaba junto a su primo Shisui cuidando al pequeño bebé Sasuke. Aunque, bueno, Itachi podía incluso recordar a lujo de detalle el día en el que su hermano había nacido; pero ese no era el caso.

—Eres insoportable —siseó Sasuke mientras se removía entre el agarre de su brazo, pero Itachi no cedió y lo siguió abrazando.

—Yo creía que mi hermana era así conmigo porque es mayor —dijo un chico con cara de perro con un tono entre divertido y pensativo.

Itachi le sonrió suavemente.

—Hermanas —dijo en un suspiro—, no puedes vivir con ellas pero tampoco sin ellas.

Itachi dejó un rato a Sasuke, concentrándose en las personas a su alrededor maravillándose al descubrir una nueva similitud entre ellos, pues aunque a ninguno de los dos se les daban las relaciones sociales, parecía que terminaban envueltos en grandes grupos de personas. Itachi detuvo su mirada en Haku y lo observó hablar de forma casual con el chico sentado a su lado. Conocía a Haku desde que este era un pequeño niño, recordaba que Shisui y él habían llevado a Sasuke a jugar en un parque un tanto lejano y que aquel chico no tardó en adoptar a Sasuke como su amigo. Para cuando se fueron ya había hecho que su hermanito jurara que serían mejores amigos por siempre y casi que fue doloroso separarlos.

El chico rubio también parecía del tipo popular. También le parecía demasiado alegre y avasallante. Le parecía curioso que Sasuke pasara tanto tiempo con él sin abrumarse, los dos rubios antes de él parecían tranquilos. Itachi se descubrió mirando a Naruto nuevamente, tratando de sopesar que tanto podría agradarle. Aunque no lo pareciera Itachi se fijaba mucho en todo lo que hacía Sasuke, siempre procuraba mantener un ojo en él. Quería cuidarlo aun cuando Sasuke últimamente se mostraba demasiado reacio a ello. Quería que Sasuke se abriera con él y le contara lo que le pasaba aunque después de como había arruinado las cosas por un error de borracho dudaba mucho que su hermano volviera a confiarle sus secretos. Al menos sentía que podía confiar en sus amigos para mantenerlo fuera de peligro… El pequeño tiburoncín y la pared de músculos no parecían de mucho fiar pero Itachi confiaba en que le tenían a Sasuke el suficiente cariño o le temían a su padre y a él lo suficiente como para no perjudicar a su hermano.

—¿Ya le hablaste de los otros dos? —habló volviendo a centrarse en Sasuke que parecía haberse conciliado con él hecho de que mientras estuviera allí no se iba a separar mucho de él. Sasuke le miró sin entender. Más bien le miraba como si fuese un retrasado mental, últimamente hacía mucho eso; Itachi empezaba a pensar que para cuando la tormentosa adolescencia de Sasuke terminara a él ya le habrían salido canas. Ese chico parecía pensar que el universo entero se había unido para hacerle la vida imposible— El tiburoncín y la pared andante.

Sasuke bufó un poco. Sabía que al igual que su padre, él tenía la manía de negarse a llamarlos por sus nombres; tal vez su padre si los hubiese olvidado porque muy poco le importaba como se llamaban esos “pequeños delincuentes”, pero Itachi tenía memoria eidética, incluso ya sabía los nombres de todos los presentes aún cuando no los hubiesen presentado.

Itachi se giró a Naruto con un expresión que pretendía ser amable. —Ya conoces a sus otros novios, ¿no?

—Te odio tanto en este momento —exclamó Sasuke con una expresión increíblemente mortificada.

<>, pensó divertido <>

—Yo en cambio a ti te amo tanto —dijo con divertido mientras le atraía a su cuerpo y le besaba el cabello a la vez que ignoraba sus protestas. Aunque Sasuke pretendiera que no, le encantaba sentir que los demás se desvivían por él y siempre se sentía celoso cuando creía que quería a Shisui un poco más que a él.

Itachi decidió que ya era momento de dejar a su hermano en paz pues sabía que si seguía presionando el asunto se tornaría un tanto desagradable. Habló un poco con los chicos acerca de cosas que a él sinceramente no le interesaban pero que con la practica se había acostumbrado a mostrar cierto interés. También se distrajo un poco con las señoritas, a Itachi no le costaba mostrarse galante con las chicas puesto que generalmente no pasaba mucho tiempo con ellas mientras que con los chicos si sentía que debía demostrarles que era una persona normal, que encajaba. A las chicas no parecía importarles mucho eso -con sus excepciones claro está- más distraídas con su apariencia y la galantería coqueta con la que había aprendido a tratarlas.

—Itachi —Sasuke lo interrumpió mientras hablaba con una chica rubia a la cual no parecía importarle que de vez en cuando sus ojos vagaran hacía su pecho. Itachi sabía que era un gesto sexualmente agresivo pero cuando por error su mirada se había desviado la chica había parecido muy complacida así que él se lo tomó como un permiso para mirarlos de vez en cuando.

Itachi desvió toda su atención hacia Sasuke un poco curioso de lo que le iba a decir sobretodo porque su tono había sonado a todo menos hostil. —¿Si?

Sasuke inhaló sutilmente y le miro fijamente con sus grandes ojos negros. Itachi adoraba que hiciera eso, podía recordar exactamente esos mismos ojos en el rostro de su madre.

—El otro día estaba hablando con Kisame y me contó un par de cosas interesantes sobre ti.

—¿Ah si? —preguntó tratando de mostrarse totalmente interesado pretendiendo que no había notado el brillo malicioso en su mirada, ya podía ver por donde iba el asunto— ¿Qué tipo de cosas si puedo saber?

Por un momento Sasuke pareció demasiado orgulloso de sí mismo, seguro pensaba que Itachi había caído en su pequeño juego.

—Ya sabes —dijo sin poder borrar completamente los pequeños trazos de deleite en su expresión, seguro había de pensar que era todo un maquiavelo—, sólo un par de cosas que al parecer te has esforzado en mantener en secreto.

Itachi no tenía ni la menor idea de que podrían hablar Kisame y Sasuke pero dudaba mucho que fuera algo con importancia, dudaba que Kisame cometiera semejante desliz y si lo hubiese hecho seguro se lo habría dicho de inmediato.

—Tal vez no me esforzado lo suficiente —dijo con simpleza. Vio como Sasuke se mostraba ligeramente decepcionado ante su reacción. Itachi no sentía que hubiese nada en su vida que tuviera que ocultar, aunque si se sentía un poco violentado con él hecho de que Sasuke supiera cosas que no debería saber. Sasuke debió ver algo en él porque rápidamente volvió a mirarlo con decisión, demasiado determinado a llevar a cabo su malvado chantaje. Era tan tierno.

—Sería una lastima ¿no? —Sasuke habló cuidadosamente como si estuviera tanteando el terreno en el que se movía. Itachi sintió su teléfono vibrar en su bolsillo y ni siquiera tuvo que mirarlo para saber de qué se trataba — Sería una lastima que todo tu esfuerzo se desperdiciara.

Itachi se contuvo para no sonreír, temeroso de que Sasuke creyera que se estaba burlando de él. No sabía que tipo de información creía que tenía pero seguro pensaba que era lo suficientemente escambroso como para poder intimidarlo. Le enternecían sus intentos para deshacerse de él.

—Realmente sería una lastima —Sasuke se mostró descolocado puesto que Itachi había fallado en imprimir en su voz la seriedad que pretendía y sabía que una sonrisa jocosa se tambaleaba entre sus labios. Pero antes de que Sasuke pudiera llegar a sus medidas desesperadas, escuchó un ruido en la puerta y supo que había llegado el momento— Así que creo que es momento de irme.

Dejó que Sasuke pensara que se había salido con la suya, sentía que ya lo había atormentado mucho y también se sentía ligeramente agradecido de que hubiese optado por medidas menos hostiles. Le besó el cabello a Sasuke una vez más, se acercó a Haku para despedirse de él también, felicitó al cumpleañero y se dirigió a la entrada.

 

*

 

Sasuke se sentía muy complacido de sí mismo, por fin había logrado deshacerse de Itachi. No entendía que le había pasado y porque parecía haberse vuelto sobre Naruto tan de repente. Naruto le apretó el muslo bajo la mesa y lo miró con cierto alivio. Naruto parecía apunto de decirle algo pero pareció distraerse, Sasuke giró el rostro y sintió como se le cerraba la boca del estomago con ansiedad. En el pasillo que daba hacía la entrada su hermano se había detenido para susurrarle algo al oído a Minato. Sasuke creía que estaba preparado mentalmente para verlo pero al parecer no era así, de repente se sintió demasiado consciente de donde y con quién estaba. Por un momento se le pasó por la cabeza irse junto con su hermano, sabía que su padre aún estaba afuera esperándolo y él podría ir a casa. Desechó rápidamente la idea. No iba a huir de Minato, él ya no era tan importante en su vida y mucho menos estaba allí por él. Pero aún con esas ideas en la mente no pudo evitar seguirlo con la mirada y mucho menos pudo dejar pasar la expresión entre dura y sorprendida que se instauró en su rostro cuando sus ojos lo divisaron en la estancia.

Sasuke sabía que a diferencia de él Minato no había tenido la oportunidad de prepararse para un encuentro. La expresión en su rostro se tornó indescifrable a medida que se adentraba a la estancia, pero nunca desvió su mirada de Sasuke, ni siquiera cuando su esposa llegó rápidamente a su lado para darle la bienvenida. Minato siguió acercándose a él y aunque suponía que seguramente iba a felicitar a Naruto, quién seguía sentado a su lado, Sasuke se sintió increíblemente expuesto. Al principió Minato pretendió que no había estado taladrándolo con la mirada, se acercó a Naruto y lo abrazó con una sonrisa en el rostro, saludó a todos los presentes y compartió un pequeño abrazo con su padre. Sasuke pretendió para si mismo que no estaba siguiéndolo con la mirada, analizando cada movimiento y cada palabra mientras Minato pretendía ignorarlo. Tampoco ayudaba que Naruto de repente hubiese dejado de llamar su atención, tal vez el también estaba tratando de pretender que nada estaba pasando.

Después de que el tiempo prudente hubiese pasado, Minato volvió a mirarlo fijamente con una expresión deliberadamente abierta. —Sasuke —le llamó y él simplemente odió la forma tan casual en la que salió su nombre de su boca, como si no se hubieran estado revolcando durante más de seis meses. Sasuke se reprendió a sí mismo por haber volteado a verlo con tanta ansiedad, le estaba costando controlarse a sí mismo—, necesito hablar contigo de una cosa.

Sabía que Minato estaba tratando de sonar casual e inofensivo pero Sasuke conocía aquel deje contenido en su expresión corporal, así que para evitar que su cuerpo le traicionara simplemente le siguió hacía un lugar apartado mientras sentía un par de miradas curiosas seguirlos. Lo condujo a lo que parecía ser una biblioteca pero Sasuke no estaba de ánimos para fijarse mucho en la decoración de la estancia, no obstante, su cuerpo casi que se movió sólo cuando vio que Minato pretendía cerrar la puerta. No quería estar a solas con él, todavía estaba demasiado descolocado con la situación y no sabía que sería capaz de hacer, se sentía muy poco dueño de sí mismo y mantener la puerta abierta le proveía un poco de cordura.

Se quedaron en silencio un par de segundos, mirándose, analizándose, tratando de develar para que habían accedido a hablar en privado. Sasuke recorrió a Minato con la mirada detallando el rictus tenso en su rostro y como se empeñaba en mantener sus manos ocupadas como si temiera que terminaran cometiendo una locura, lo cual no le parecía muy descabellado a Sasuke, él mismo no se sentía muy cuerdo en aquel momento.

Como siempre, Minato, haciendo gala del hecho de ser el adulto maduro entre los dos, fue el primero en decir algo y con este paso se hizo del control de la situación, determinando por completo el camino que tomaría su conversación. Sasuke ahora podía reconocer que entre ellos dos todo había sucedido bajo los términos de Minato, aún cuando Sasuke hubiese sentido que era él quien tenía el control de ciertos eventos, nunca hubiera hecho nada si Minato previamente no le hubiese demostrado de forma intrínseca que estaba bien proseguir.

—¿Qué haces aquí Sasuke? —le dijo con ese tono paternal de amistosa reprimenda que Sasuke tanto odiaba. Minato tendía a hablarle con ese ligero tono de decepción cuando Sasuke se ponía impertinente, como si quisiera que se diera cuenta por sí mismo que era lo que estaba haciendo mal. Sasuke siempre odió que le hablara así, lo odiaba porque le hacía sentir como un niño tonto y mal portado, le hacía sentir como si estuvieran en una relación paternal cuando era todo lo contrario.

Habían hábitos que al parecer nunca morían, y por tanto, como siempre sucedía en aquellas situaciones, Sasuke desvió la mirada y se negó a responder. No es como si él no supiese que hacía allí, pero aún estaba decidiendo que tal ofendido debería sentirse en ese momento puesto que ya empezaba como iba a proseguir todo aquel asunto.

—¿Qué haces aquí en mi casa? —reformuló la pregunta previendo que Sasuke le iba a responder que simplemente el lo había llamado. Sasuke se mordió el interior de la mejilla aún confundido con sus propios sentimientos. La nostalgia y el anhelo sosegando los sentimientos más violentos— En mi casa con mi esposa, mi hijo… —hizo una ligera pausa mientras se pasaba una mano por la cara con cansada frustración. Sasuke siguió sin decir nada, conocía a Minato y simplemente quería saber hasta donde iba a llegar con todo aquello. Quería saber que era lo que realmente pensaba de la presencia de Sasuke en su casa, conviviendo con su pequeña y perfecta familia feliz. Quería saber que pensaba Minato sobre esto ya que sabía que en comparación Sasuke valía muy poco— Incluso mis padres están aquí —exclamó con cierta mortificación, a Minato siempre le había importado demasiado la opinión que sus padres tuviesen de él.

Sasuke seguía un poco apabullado con la intensidad de la situación. Era muy consciente de que Minato era un adulto y él apenas si había dejado de ser un niño, así que aquella aura un tanto agresivamente dominante conseguía petrificarlo. No sabía que decirle, porque en ese momento, con sus sentimientos enfrentados, sabía que no podía mentirse. Realmente si había esperado ver a Minato, sabía que volvería a verlo al lado de su mujer y estaba vez en un espacio no le era totalmente conocido. Sasuke realmente había esperado ese momento, lo que no había esperado era que le afectara tanto. Empero, se negaba raudamente a demostrarle a Minato que realmente tenía el poder en aquella situación, al fin y al cabo los juegos de poder siempre habían sido lo suyo.

—¿Qué no es obvio? —dijo con un poco de ironía hostil promovida por la seguridad que le provocaba saber que decía la verdad— Naruto me ha invitado a su cumpleaños.

Minato le lanzó una mirada dura que consiguió apabullarlo por un momento, realmente nunca lo había visto molesto con él y se descubrió temiendo a su ira de la misma forma que temía cuando su padre realmente se enojaba con él. Sin embargo, una vez recuperado de la impresión inicial Sasuke se sintió enojado, nuevamente Minato estaba usando su diferencia de edad en su contra y Sasuke realmente aborrecía que lo tratara como un niño y mucho más cuando sentía que seguramente así se ponía cuando regañaba a su hijo.

Sintió un acceso a un arrebato de ira. Estaba empezando a desesperarse, no entendía Minato que pretendía con su actitud de victima indefensa como si no le hubiese metido la polla con el mayor de los entusiasmos. Rodó los ojos con fastidio y se dio la vuelta, todo este asunto le parecía increíblemente ridículo.

Minato rápidamente le tomó del brazo y lo obligó a encararlo. Tenía los hombros cuadrados y una actitud que indicaba que no lo dejaría marcharse hasta que no hablaran de ello. Sasuke nuevamente se sintió apabullado y sintió miles de reclamos atragantarse en su garganta. Estaba muy dolido con Minato por las palabras que le había dicho a su padre. La forma en la que lo hizo ver a él y a su relación eran inaceptables. Sasuke nunca creyó que Minato podría lastimarlo de esa forma, sabía que esas palabras no habían sido dichas para que él las escuchara pero el simple hecho de que las hubiera pronunciado lo habían herido hondamente.

Tal vez un poco de esos sentimientos habían traslucido en rustro porque Minato aflojó ligeramente el agarre y lo observó con una expresión más suave y apesumbrada.

—No creo que sea prudente que estés aquí —le dijo con un tono conciliador y suave que volvió a hacerlo enojar. Él no era un niño que no dimensionaba la situación en la que se encontraba pero había ido con toda la disposición a pretender que nunca se habían acostado -sabía que lo había pasado entre ellos iba más allá pero le era más fácil reducir todos sus sentimientos, ilusiones y esperanzas en un simple acostón-, a pretender que nada estaba mal y todo eso lo iba a hacer por Naruto, porque Naruto se merecía mínimamente eso de ellos dos—, no debiste haber venido. No sé que pretendes con esto pero no vas a lograr nada ¿te quedó claro?

Sasuke lo miró incrédulo e indignado. En un principio no entendía lo que Minato quería decir, sus palabras le habían sonado extrañas como si las hubiese pronunciado en un idioma que no conocía. Su cerebro no era capaz de encontrarles un significado o un propósito. Eran palabras extrañas que desentonaban en su mente pues nunca creyó que Minato pensara tan poco de él. Sabía que a Minato le parecía muy poca cosa en comparación a su pretendida vida perfecta, había notado que tal vez Minato no le daba la importancia que se merecía cuando lo escuchó a hablar a hurtadillas con su padre, sabía que Minato pensaba de él como un niño pequeño e inmaduro demasiado desentendido de la vida; pero nunca creyó que pensara de él como un ser tan vil y rastrero y mucho menos consentiría que hablara de él de esa forma.

Con algo de brusquedad zafó su brazo de su agarre y se irguió en toda su estatura. La ira bullía incandescente por todo su cuerpo y a pesar de ello por primera vez desde que lo vio a travesar la entrada se sintió dueño de sí mismo. Miró a Minato fijamente con una expresión decidida. Esta vez no iba a permitir que Minato se saliera con la suya, estaba determinado a evitar que Minato se sintiera mejor consigo mismo a cambio de su propia estabilidad.

Una sonrisa irónica se torció en sus labios mientras fruncía el seño. Minato no podría ser más descarado.

—Por supuesto Minato —su voz salió tan calmada y suave que incluso él mismo se sorprendió porque en ese momento no se sentía para nada de esa manera. Se sentía dolido, humillado, enojado y muy desesperanzado; una combinación que convergía en un estado emocional casi violento, nunca antes había tenido tantas ganas de golpear a alguien—, me has atrapado —terminó de decir con simpleza mientras se acercaba agresivamente a Minato. Puso una mano sobre su rostro y lo acarició suavemente con una ternura que no sentía. El tacto no duró mucho pues sintió cierto repelús al ser consciente de lo que Minato acababa de implicar—. Estoy tan enamorado de ti —dijo con una cantidad casi inhumana de sarcasmo impregnado en su voz—, te amo tanto que no puedo vivir un día más sin estar a tu lado—dio un paso hacia atrás sin dejar de mirarlo—. Eres mi razón de vivir —dijo para luego agregar con sarcasmo—, el centro de mi vida, ¡No!, el centro de todo el universo. Eres la razón por la que me levanto cada mañana, no duermo, no como, no respiro si no estoy contigo. Mi vida gira alrededor de tu existencia.

Se quedó en silencio observando a Minato. Lo observaba con los ojos analíticos con los que observaba una pintura cuando la terminaba. Lo observaba como si estuviera valorando el trabajo que había hecho. Se sintió complacido, al notar los ojos furiosos de Minato sobre su cuerpo Sasuke se había encargado de dejarle claro lo que pensaba de él, estaba actuando como un completo imbécil.

—No puedo creer que seas tan egocéntrico —escupió aquellas palabras antes de que Minato pudiera decir algo. Ya había escuchado demasiado de aquel hombre—. Te la tiene bien creída, ¿eh? Pues déjame decirte que tu polla no es tan maravillosa e inolvidable como tu crees como para que no pueda superarla —Minato no dijo nada sobre eso y puede que Sasuke no tuviera mucha experiencia con otras personas pero si le había quedado en claro que el sexo seguiría siendo bueno y al menos en ese sentido estaba más que superado—. Naruto y yo somos amigos —le dijo tratando de sonar lo más sincero posible—. Muy buenos amigos —recalcó—. Y aunque no nos guste tener que vernos tendremos que vivir con ello.

—Sasuke…

—Yo estoy aquí por él no por ti —le interrumpió. No quería darle explicaciones y aunque se decía que lo hacía por el bien de Naruto una parte de él sabía que aun deseaba la aprobación de Minato— y estoy completamente dispuesto a pretender que no te conozco. Es más, pretendería que no existes pero eso nos pondría en evidencia. Así que trágate tu orgullo de machito y no te preocupes por mí. En lo que a mí respecta lo que tu y yo tuvimos, si es que alguna vez tuvimos algo, está muerto y enterrado.

Se quedaron en silencio mirándose en uno al otro. Ya no había nada más que decir entre ellos. Después de desahogarse la ira que sostenía firmemente su cuerpo se apaciguo un poco dejándolo nuevamente presa del dolor y la tristeza. Minato y el habían pasado por tantos momentos juntos, se habían dicho tantas cosas y ahora entre ellos ya no quedaba nada. Sasuke no reconocía al hombre que estaba frente a él y este no parecía conocerlo en absoluto.

Su corazón latía desbocado y golpeteaba duramente contra su pecho. Sasuke podía sentir que le estaba costando un poco respirar pero preferiría morir antes de mostrarse débil o susceptible ante Minato nuevamente. Que Minato pensara de él como un ser tan bajo le dolía aún más de lo que le había dolido cuando lo había dejado por una mejor opción pues en ese momento Sasuke se había consolado así mismo diciéndose que de esa forma Minato, e incluso, Naruto serían más felices, y al final de cuentas, él quería que ellos dos fueran felices.

Sasuke nunca se hubiera imaginado que Minato sería capaz de lastimarlo de aquella forma. Ni siquiera se había retractado las cosas que le había dicho a su padre y no parecía muy arrepentido de haber desconfiado de él.

Se habrían quedado mucho más tiempo parados mirándose él uno al otro si no hubiesen escuchado un ligero carraspeo proveniente de alguien frente a la puerta abierta. Sasuke apenas si tuvo tiempo para registrar a Jiraiya mirándoles desde el marco de la puerta con una expresión curiosa.

—¿Qué pasa? —preguntó con extrañeza.

Sasuke no dijo nada, simplemente pasó por su lado y a paso firme salió de aquel lugar. Sentía que tenía que huir a medida que el aplomo que había conseguido mantener se iba desvaneciendo. Se sentía tan estúpido por haber ido allí, por haber accedido a hablar a solas con Minato. No entendía que otra cosa había esperado que le dijera, pero ahora tenía bien claro lo poco que le importaba a Minato. Pues bien, a Sasuke él tampoco le importaba para nada.

—¿Sasuke? —lo llamó Naruto cuando pasó rápidamente por la sala sin siquiera mirar a nadie pero aún así tuvo que pasar por la vergüenza de sentirse observado en un momento tan vulnerable.

—Tengo que ir a la… —ni siquiera pudo pensar en algo y no se molestó en terminar de articular la oración, solamente subió las escalares hacia la segunda planta rápidamente -se había sentido tentado a salir de la casa pero no pensaba armar una escena y, ciertamente, agradecería un poco de privacidad.

Una vez subió las escaleras se dio un momento para respirar. Sentía que se estaba ahogando con el peso de sus propios sentimientos. El dolor que apresaba su cuerpo lacerando su pecho, comenzaba a escocerle en los ojos, pero aun así el se negaba a ponerse a llorar como un niño tonto. Levantó la vista y se quedó un momento de pie en medio del corredor un tanto desconcertado tratando de recordar cual era la puerta hacia la habitación de Naruto.

Minato era un imbécil. Si podía llegar a pensar esas cosas de Sasuke era porque realmente no le conocía. Y si no le conocía era porque no se había molestado en hacerlo. Sasuke sintió su pecho arder más y su estómago contraerse dolorosamente al decirse que por supuesto que Minato no quería conocerlo, pues para él no había sido más que una cara linda dispuesta a abrirle las piernas cada que él tuviera ganas. Sasuke habría podido vivir con ello, había amado tanto a Minato que estaba dispuesto a cualquier cosa por un poco de su afecto, aún si eso significara rebajarse a sí mismo. Pero no entendía porque Minato tenía que llegar tan bajo como para pretender que lo amaba, como para pretender que lo que pasaba entre ellos era algo mucho más grande. Sasuke sintió como se le aguaron un poquito los ojos mientras imágenes de los momentos que habían pasado juntos flasheaban en su cabeza, a pesar de todo Sasuke aun guardaba todos sus recuerdos con mucho cariño.

Minato le había dicho a Sasuke que lo amaba y le había prometido todas aquellas cosas que no había jurado ya antes a otra persona. Empero, Minato no necesitaba decirle que lo amaba para que Sasuke se acostara con él, incluso cuando se lo había dicho ya tenía aquello más que garantizado y realizado. Sasuke no podía evitar sentirse sumamente estúpido en ese momento, pero, en todo caso, entre ellos dos la persona vil y rastrera no era Sasuke precisamente aun cuando Minato no pareciera verlo.

—¿Qué te pasa? —escuchó la voz tenue de Naruto a sus espaldas mientras éste pasaba suavemente sus brazos alrededor de su cuerpo.

Por un momento Sasuke despreció el hecho de que Naruto pretendiera ir siempre a su rescate como si Sasuke necesitaran que lo salvaran. Él podía lidiar con sus propios asuntos perfectamente por su cuenta, no necesitaba de él ni de nadie más. Incluso que creyera que lo necesitaba le ofendía.

—Nada —respondió con voz fría.

Naruto suspiró pesadamente luego de pronunciar su nombre con resignación. Sin embargo, Naruto no se dio por vencido y se marchó, simplemente tomó a Sasuke de la mano y lo condujo a su habitación. Sasuke apoyó la cadera contra el escritorio mientras observaba a Naruto cerrar la puerta y apoyarse contra esta. Sasuke se quedó viendo a Naruto, detallado la expresión ligeramente preocupada en su rostro hasta que decidió que no debería estar apesumbrado. Minato ya no significaba nada para él, había ido a esa fiesta por Naruto y más valía que eso quedara claro. Necesitaba que él supiera que a Sasuke ya no le afectaba, que ya lo tenía más que superado.

—Hace rato que quería estar a solas contigo —le dijo, era cierto pero aún así sentía que estaba mintiendo—, sabía que vendrías.

Naruto no pareció para nada convencido de sus palabras y Sasuke sabía que con mentiras nunca lograría convencerlo así que prefirió distraerlo. Sasuke conocía una forma bastante efectiva de hacerlo. Camino hacia Naruto, pero este al verlo avanzar se apresuró a llegar hasta él en rápidas zancadas.

Sasuke pasó sus brazos por su cuello acariciando los suaves cabellos de su nuca mientras lo miraba fijamente a los ojos. Deslizó una de sus manos hacía su mejilla deleitándose de como la sensación cálida de la piel de Naruto comenzaba calentar un poco sus manos frías. —Me gustas muchísimo.

Naruto se sonrojó un poco y le miró un tanto apabullado, sus palabras lo habían tomado por sorpresa. Sasuke sonrió suavemente ante la espontaneidad de Naruto y continuó acariciando su rostro. Estaban tan cerca que lo único que podía ver, sentir u oler era el cuerpo cálido de Naruto.

—Tu también me gustas un montón —se apresuró a decir Naruto y aunque lo dijo con un tono galante, Sasuke pudo notar que se había atragantado un poco con sus palabras. y Sasuke sintió su vientre estremecerse con la genuinidad de ese sentimiento.

Aún con la ternura sosegando su cuerpo Sasuke no podía olvidar la ira pasiva que seguía en su cuerpo. Besó a Naruto con fiereza y de forma entregada. Sus labios se movían con la determinación que solo la familiaridad podía proveer y con cierta agresividad. Naruto recibió su beso gustoso aunque al principio le había costado seguirle el ritmo debido al repentino ímpetu. Atientas Naruto dejó que Sasuke lo condujera hacia la superficie más cercana hasta que sintió la parte de atrás de sus rodillas chocar contra la base de su cama.

Sasuke rompió el beso, pero antes de que alguno de los dos pudiese recuperar el aliento empujó su cuerpo sobre el de Naruto hasta conseguir recostarlo sobre la cama. Se sentó sobre su regazo y volvió a besarlo. Con pasión desbordada se desquitó el enojo que sentía con Minato y con una actitud abiertamente sexual se dedicó a demostrar lo poco que le importaba. Mordió suavemente el labio inferior de Naruto y tanteó con su lengua la comisura de sus labios antes de descender a la línea de su barbilla, succionado y llenándola de besos y suaves caricias.

Sasuke estaba entretenido mordisqueando aquel pequeño espacio en el que su mandíbula se unía con su cuello y su oreja cuando sintió las manos de Naruto, que anteriormente habían estado vagando por sus piernas, aventurarse bajo su ropa. Sasuke se sintió complacido. Minato bien podría quedar con su casita perfecta con su esposa y a Sasuke no le importaba, él estaba decidido a estar con Naruto, estaba allí por él y estaba más que feliz con llevar su relación a otro nivel.

Irguió su torso comenzó a menearse suavemente sobre la ingle de Naruto sintiendo su miembro semierecto bajo sus pantalones. Un suave jadeo escapó de sus labios. Sasuke dejó caer la chaqueta de denim de su hermano de sus hombros y con apoyó una de sus manos sobre el pecho de Naruto ejerciendo un poco de presión para evitar que levantara el torso. Quería dominarlo, quería estar en total control de lo que estaba pasando. Naruto lo buscó con la mirada enfebrecida dándole a entender a Sasuke que estaba consiguiendo lo que quería. Sasuke llevó ágilmente una de sus manos hacía la cinturilla del pantalón de Naruto, desabrochó sus pantalones y metió su mano dentro de ellos dejándose embargar por el calor que irradiaba su ingle. Naruto jadeó ahogadamente mientras entrecerraba los ojos disfrutando del tacto.

Sasuke cesó sus caricias durante un momento tratando de buscar una posición más cómoda. No obstante, en los segundos que le tomó hacerlo algo pareció haberse apagado entre ellos. Trató de poner a Naruto a tono nuevamente pero cuando se acercó a besarlo Naruto le pasó las manos por la cintura y se impulsó hacía arriba para sentarse. Sasuke maldijo para sus adentros, conocía esa expresión en su rostro pero esta vez se negaba rotundamente a aceptarlo. Se inclinó hacía Naruto y comenzó a besarle el cuello, sabía que Naruto no podía resistirse a ello, lo sabía por la forma en la que se estremecía cada vez que lo besaba suavemente en aquel lugar.

—No creo que…

Sasuke ya sabía lo que le iba a decir, lo podía leer en su expresión apenada y su mirada de disculpa. No entendía que estaba haciendo mal, creía que eso era lo que Naruto quería, metía sus manos bajo su ropa siempre que podía, siempre estaba mirándolo con detenimiento y le coqueteaba todo el tiempo… Le había dicho que le gustaba. Se apartó de Naruto con fastidió y se alejó de él dándole la espalda. Al parecer para Naruto ni siquiera era lo suficientemente bueno para un rápido revolcón.

—Sasuke —lo llamó Naruto suavemente. Sasuke no se molestó en girar a mirarlo podía intuir que tenía esos ojos de cachorrito apaleado a los que tendía responder con indulgencia.

—Ahorratelo —dijo cortante.

—No es que no quiera acostarme contigo.

—¿Oh, enserio? ¿Qué será lo que me habrá dejado con esa sensación?

—No es que no quiera acostarme contigo —repitió inmune a su sarcasmo. A veces Sasuke sentía ganas de golpear a Naruto, siempre estaban discutiendo acaloradamente acerca de cosas tan tontas que ni siquiera podía recordarlas, pero en los momentos importantes siempre parecía mantener la calma sin importar lo que él dijera o cuánto quisiera lastimarlo con sus palabras. Realmente odiaba que Naruto lo hiciera sentir tan expuesto e indefenso al derrumbar la fachada con la que se resguardaba del resto del mundo—. En realidad no hay nada que desee más en el mundo —Sasuke podía oír el nervosismo en su voz—, pienso en ello todo el tiempo tanto que cuando te veo siento que voy a enloquecer —Sasuke sintió las manos de Naruto pasearse por sus costados mientras éste recargaba su barbilla sobre su hombro—. Pienso en ti cada noche antes de acostarme y eres en lo primero que pienso al despertarme —la voz de Naruto sonaba baja, suave y encantadora; su respiración calidad acariciaba la sensible piel de su cuello mientras hablaba—. Nunca antes en la vida me había sentido así por otra persona. Nunca antes había deseado tanto algo o alguien —Las manos de Naruto dejaron de vagar y sus brazos se ciñeron entorno a su cuerpo dejándole una sensación cálida en el vientre bajo mientras que sus palabras le robaban el aliento— He pensado tanto en ello que me he generado ciertas expectativas —Naruto le dio la vuelta y siguió hablándole muy cerca, tan cerca que Sasuke de repente se sintió acorralado por la presencia avasalladora de Naruto—, expectativas que no puedo cumplir si estamos escabulléndonos en medio de mi fiesta de cumpleaños con todas esas personas en el piso de abajo. En cualquier momento podría entrar mi mamá a la habitación —dijo eso con mortificación—, yo no quiero que ella me vea, uh-mm, ya sabes.

Sasuke se mordió suavemente el labio inferior no sabiendo como reaccionar ante lo que había dicho Naruto. Se sentía sobrecogido por sus palabras y el corazón le latía como loco. Como no sabía que decir hizo lo primero que se le ocurrió en ese momento así que besó a Naruto, besó a Naruto no porque esta vez necesitara demostrarse a sí mismo que Minato no le importaba, besó a Naruto porque así lo quería, porque Naruto le gustaba, porque Naruto le hacía sentir pequeño y débil pero a la vez protegido y seguro… besó a Naruto porque su corazón latía desboscado con anhelo cada vez que lo tenía cerca.

Las reservas que anteriormente había manifestado Naruto parecieron desvanecerse ante la intensidad de sus sentimientos o, tal vez, se debía que sus caricias habían perdido el agresivo interés sexual que anteriormente había evocado. Sasuke se descubrió a sí mismo dirigiendo a Naruto a la silla de su escritorio con sus intenciones muy claras en su mente. Aunque la agresividad se había apaciguado el deseo seguía consumiéndolo, un calor ardiente fulgurando por todo su cuerpo, una chispa electrizante que estremecía cada rincón de ser. La necesidad de sentirse cerca a Naruto lo abordaba de forma arrolladora, de una forma en la que Sasuke no podía explicarse sus propios sentimientos y las palabras placer y deseo se quedaban cortas. Eran sentimientos que iban más allá de lo carnal pero su mente incapaz de reconocerlo, dejándolo confundido y la merced del deseo de su cuerpo por manifestar aquello que no podía comprender con su mente. Cuando se trataba de Naruto Sasuke siempre se sentía en los extremos, muy lejos del estoicismo que Sasuke prefería para sí mismo.

Naruto observó con detenimiento a Sasuke mientras éste se arrodillaba en medio de sus piernas. Aún cuando Naruto solía ser como un libro abierto Sasuke no pudo reconocer la emoción que se escondía tras sus ojos. Sasuke había notado el momento justo en el que se le cortó la respiración cuando por fin notó que estaba a punto de suceder, pero aún así sabía que la expresión en su rostro no evocaba lo que se escondía en su mirada. Tenía los ojos oscuros por sus pupilas completamente dilatadas y miraba a Sasuke con una atención acechante.

—Déjame darte un pequeño regalo de cumpleaños —le dijo mientras sacaba su miembro semierecto de sus boxers. Sasuke lo acarició suavemente con sus manos sintiéndose alentado por el peso de la mirada de Naruto que seguía atentamente cada uno de sus movimientos sin decir ni una sola palabra.

Sasuke siguió acariciándolo, no era la primera vez que hacía aquello y sabía muy bien dónde y cómo a Naruto le gustaba que lo tocara, por lo cual no tardó en notar como su miembro se endurecía entre sus dedos. Sasuke levantó la mirada para ver a Naruto mientras una de sus manos se colaba entre sus boxers y acariciaba suavemente la piel tersa y delicada de sus testículos. —Vaya, sí que eres un niño grande —dijo suavemente, tratando de llenar el silencio en la habitación.

—¿En serio? —Naruto parecía más halagado por el hecho de que le acabara de hacer un cumplido a su pene que por el hecho de que Sasuke estuviera a punto de comerle la polla.

—Si —no quiso articular más, aunque lo había dicho en serio no era como si Sasuke hubiera visto muchos penes en su vida.

Naruto no volvió a decir nada así que Sasuke apoyó una de sus manos en la base del miembro eréctil de Naruto mientras se acercaba a besar suavemente su glande. Naruto jadeó suavemente, lo cual animo a Sasuke a seguir. Siguió besando suavemente la punta de su miembro, permitiendo que sus besos se hicieran cada vez más húmedos, succionando con sus labios suavemente de cuando en cuando.

La respiración pesada de Naruto le indicó que había llegado el momento de ir más allá, así que pasó su lengua por toda la extensión de su miembro saboreando el gusto algo salado que tenía mientras lo humedecía. Sus movimientos se tornaban cada vez más ansiosos, así que sin más premura se llevó su miembro a la boca succionando con fuerza con cada movimiento acariciando con su lengua la piel caliente y sensible de su pene. Sasuke se entretuvo jugueteando con su lengua alrededor del prepucio sintiendo el inconfundible sabor del líquido preseminal embargar sus sentidos. Sintió la mano pesada de Naruto posarse sobre su cabeza, pero, contrario a lo que Sasuke había esperado, en vez de presionarlo para agilizar sus movimientos Naruto simplemente se dedicó a acariciarle el cabello.

Sasuke frunció el ceño y duplicó sus esfuerzos, no tenían mucho tiempo, en cualquier momento alguien subiría a ver porqué estaban demorando tanto. Sasuke comenzó a mover su boca más rápido sobre el miembro de Naruto, succionado con voracidad y apretando suavemente el glande entre su paladar y su lengua como sabía que a Naruto le gustaba. Con sus manos continuó acariciando la base de su polla apretando suavemente entre sus dedos. Los suaves gemidos de Naruto comenzaron a mezclarse con el obsceno sonido húmedo de sus labios, por lo que Sasuke supo que ya estaba cerca del orgasmo.

De repente la mano que descasaba pasivamente sobre cabeza bajo suavemente hasta detenerlo desde el cuello. Sasuke gimió con frustración y sintió a Naruto estremecerse fuertemente. Levantó la mirada para mirarlo interrogante, aún cuando no podía moverse siguió succionando y lamiendo de forma sugerente, era lo menos que le debía a Naruto después de que casi lo utiliza para tener sexo de venganza. El no quería que su primera vez con Naruto fuera a expensas de Minato y aunque Naruto no lo supiera, Sasuke estaba más que dispuesto a compensarlo y a mostrarle su aprecio.

Cuando sus ojos se encontraron con los ojos Naruto notó que aquella emoción oscura se había intensificado en sus ojos, era una emoción tan intensa que le cortó el aliento, tan apabulladora que Sasuke apenas notó que Naruto se había puesto de pie permitiendo que su miembro duro y palpitante se escurriera de entre sus labios. Sasuke se sintió un poco triste y desesperanzado, pero cuando abrió su boca para preguntarle que estaba haciendo mal Naruto le dio un tirón desde su agarre en su cuello forzándolo a erguirse y presión su miembro contra sus labios semiabiertos.

Sasuke observó como Naruto entrecerraba los ojos con un suspiro y comenzaba a embestir en su boca. Movimientos rápidos y certeros que le permitían ir más profundo de lo que Sasuke había llegado hace unos instantes. Naruto mantuvo su agarre sobre el cuello de Sasuke, sus manos se cernían contra su cuello lo suficientemente fuerte como para evitar que se moviera, manteniéndolo en aquella posición un poco incomoda, pero no tan fuerte como para lastimarlo. No obstante, Sasuke no podía evitar sentir cierto pánico a medida que el miembro de Naruto se abría paso en su garganta llegando cada vez más profundo haciéndole sentir que se ahogaba. Con sus manos se aferró a las piernas de Naruto tratando de calmarse. Se concentró en la expresión de placentera en el rostro de Naruto y en lo mucho que parecía estar disfrutándolo, este hecho fue suficiente para que Sasuke se relajara permitiendo que Naruto se adentrara tan profundamente como su cuerpo se lo permitiera. Sasuke apenas si podía respirar, sentía que apenas si podía moverse y sus rodillas comenzaban a dolerle por la fricción, aún así una parte de él se sentía deleitada al ver la a Naruto acalorado y sudoroso mientras se desfogaba en su cuerpo pues sabía que Naruto nunca le haría daño.

El orgasmo llegó a Naruto con el mismo ímpetu de sus movimientos. Sasuke observó con deleite como su cuerpo se sacudía mientras un gemido se ahogaba en su labios y el sabor de su semen invadía todos sus sentidos. El agarre de Naruto cesó por lo que Sasuke pudo empujarlo un poco para evitar que lo ahogara con su semite que se derramaba fuertemente contra su garganta. Naruto, aún jadeante, lo tomó de los brazos y lo levantó de sus rodillas para besarlo con fiereza, lo besaba con un deje de necesidad como si aquello fuera más importante que recuperar el aliento.

Naruto lo besaba de forma demandante y voraz. Un beso húmedo en el que Sasuke se esforzaba en seguirle el ritmo mientras su lengua se movía de forma decadente dentro de su boca. Naruto mordió suavemente su labio inferior sacándole un suave jadeo. —La boca te sabe a pito— le dijo con una sonrisa en los labios. Sasuke frunció el ceño pero antes de que pudiera protestar Naruto volvió a besarlo dejándolo obnubilado, jadeante y deseoso. Sentía que sus rodillas cedían y que el fuerte estremecimiento de placer en su vientre bajo era casi doloroso.

Naruto se dejó caer sobre la silla de su escritorio y Sasuke se sentó sobre la mesa frente a él. Naruto seguía acechándolo con la mirada, pero esta vez con una expresión más abierta y limpia. Tomó entre sus manos una de sus piernas la apoyó contra el reposabrazos de la silla, Sasuke notó que Naruto tenía húmedo el nacimiento del cabello y que, ciertamente, lucía bastante acalorado. Tomó un libro que estaba a su lado y comenzó a abanicarlo mientras este pasaba sus manos por su pierna y le prodigaba pequeños besos casi que con adoración. Sasuke no podía evitar sentirse apabullado cuando Naruto lo miraba de esa forma; cuando lo miraba como si Sasuke lo fuera todo en el mundo.

—Feliz cumpleaños —anunció suavemente como si fuera lo único correcto para decir en ese momento.

Naruto suspiró, y su aliento resopló contra la cara interna se su muslo derecho estremeciéndolo suavemente —Uh, y qué cumpleaños —Naruto le estaba mirando fijamente con los labios apenas si separados de su piel y por la intensidad de su mirada Sasuke que sus palabras ocultaban algo más.

Notas finales:

Descripción del Sasuke en los últimos capítulos: 40% sarcasmo 60% horney jajaja

¿La vida se apiadara de Sasuke y le aliviará el dolor de huevos al darle el revolcón que tanto quiere? Lo descubriremos en el próximo Capítulo XD

Lo sé, yo también me quedé esperando que tuvieran sexo, pero el capítulo estaba quedando infinito y estaba teniendo problemas para manejarlo si seguía así se me iba a ir otra vez la vida sin actualizar OmO

Realmente espero que hayan disfrutado el capítulo y que no odien a Minato tanto XD

No se olviden de seguirme para que puedan estar atentos a las actualizaciones,

Besos y ronroneos,

Nos leemos pronto <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).