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Lolita por Kuran Mikaode

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Notas del capitulo:

Hola navidades prematuras~

¿Cómo están linduras?

Espero de todo corazón que el virus y el huracán no les haya afectado mucho.

Y yo pues... sigo respirando.

No les voy a decir cuanto me costó este capitulo, me tomó más de un año al fin estar conforme (no un año completo, creo que trabajé en el por ahí unas 5 veces). Pasé por los peores momentos de mi vida y mucha ansiedad y aquí está ¡Yeii! No saben el alivio que siento en este momento, hacía mucho tiempo que no me sentía así y no me canso de decirles que dejan los mejores comentarios, en serio que yo los leía y me llenaban de animos para salir del encacillamiento que no me dejaba escribir... También gracias a las personas que se han puesto en contacto conmigo a través de mi FB, nunca me esperé que aún se acordaran de esta historia, yo siempre siento que sólo van a quedra grillos. 

 

Sin más, 30 paginas, más de 10 mil palabras con todo mi amor para ustedes~

Otra vez agradecimientos especiales para mi amorcito porque, la verdad me costó este caítulo porque nunca estaba conforme, sin embargo ella se tomó el trabajo de leerlo y mandarme capturas de todas sus partes favoritas y me mandaba audios. Cintia nunca te dije lo especial que fue eso para mí OuO

Capítulo 22.

Love on the brain.

Naruto encontró a Sasuke sentado contra el tronco de un árbol, tenía las piernas pegadas a su pecho y el rostro escondido entre sus brazos. Se acercó a él lentamente sintiéndose preocupado. Notó que su cuerpo no se sacudía, por lo cual supuso que, contrario a Haku, él no estaba llorando.

—¿Estás bien? —preguntó con cautela.

Sasuke levantó la cabeza buscándolo con la mirada. No parecía sorprendido de verlo allí, tampoco parecía triste. Su rostro estaba tan inquietantemente estoico que consiguió perturbarle. Si lo reflexionaba bien, Sasuke nunca se dejaba ver triste o decaído; tampoco rebosante de alegría. Naruto pocas veces le había visto sonreír de alegría o mostrar abiertamente una emoción que no fuera ira, fastidio o malicia.

—¿Qué dices? —preguntó un tanto desubicado.

—Vimos a Haku salir de aquí, tenía el rostro rojo como un tomate. Así que quise venir a ver cómo estabas —respondió sentándose a su lado. Sasuke hizo una mueca con los labios y dejó caer su cabeza sobre su hombro —¿Puedo preguntar por qué discutieron?

—Creo que está celoso porque paso mucho tiempo contigo y cree que lo he dejado de lado —dijo tras un suspiro cansado y cierto retintín en su tono de voz que demostraban lo estúpido que le parecía todo aquello.

—Sabes, Gaara me dijo lo mismo hace poco. Me dijo que pasaba mucho tiempo contigo e insinuó que eras una femme fatal —Naruto dejó escapar un suave resoplido de risa. Obviamente no le había gustado escuchar las palabras de Gaara, sobre todo porque sentía que había insultado a Sasuke, pero estaba seguro de que entre ellos no había nada de drama. Sasuke levantó la cabeza y lo fulminó con la mirada como si Naruto le hubiera ofendido vilmente—. Obviamente, que me seduzcas o me manipules, como él dice, no me importa. Pero, los otros chicos también se quejaron de que ya nunca salgo con ellos así que lo medité… Creo que es una fase, aún estamos muy deslumbrados el uno con el otro, ya le bajaremos a nuestra intensidad con el tiempo.

Sasuke volvió a reposar su cabeza contra su hombro y Naruto tomó una de sus manos para entrelazar sus dedos. Se quedaron en silencio un par de minutos dejando que el tiempo pasara. Hasta que Sasuke por fin rompió el silencio.

—Gracias Naruto.

Naruto le miró sin entender.

—¿Por qué me das las gracias?

Sin embargo, Sasuke no respondió a su pregunta. Naruto ya se había acostumbrado a que Sasuke no le dijera todo, pero eso no lo hacía menos angustiante. Quería saber todo de Sasuke, quería que le buscara cada que tuviera un problema; aun cuando Naruto no pudiera hacer nada, se conformaría con saber que siempre estaba para él. Pero Sasuke parecía preferir guardar silencio, y muy pocas veces se molestaba en expresar aquello que lo molestaba. Naruto trataba ser paciente y no presionarlo, en su experiencia, cuando presionaba a Sasuke, éste se tornaba hiriente y se esforzaba por huir de la situación, y en estos momentos lo que más temía era que Sasuke se escapara de él cuando por fin parecía que le estaba alcanzando.

Los días comenzaban a refrescar con el comienzo del otoño. Naruto apoyó su cabeza sobre la de Sasuke y observó a su alrededor. Nunca había estado en esa parte del colegio realmente, aún cuando estaba a un par de metros de la cancha de beisbol. Era un lugar tranquilo, pero no estaba muy aislado del patio. Dejó de observar el lugar para fijarse en su mano entrelazada con la de Sasuke, era algo que les resultaba tan natural que muchas veces ni se daban cuenta cuando lo hacían. Naruto, que de niño había sido aislado por los demás, nunca había estado tan en contacto con una persona como para ir tomadas de las manos, cuando por fin consiguió hacer amigos ya era un preadolescente y no era el niño favorito de las chichas. Ahora que ya no era un niño flacucho las chicas solían acercársele con más frecuencia, no obstante, tendían a abrazarse a su brazo y refregar sus senos contra él y Hinata, quien había sido su novia, a penas si podía tolerar que Naruto le pasara el brazo sobre los hombros, suponía que al ser su primer novio simplemente la ponía nerviosa.

Mientras divagaba, por fin entendió el significado de las palabras de Sasuke. La respuesta llegó a su mente al darse cuenta que Sasuke apretaba suavemente su mano como si quisiera constatar que realmente estaban juntos. Definitivamente Sasuke era la persona más compleja que había conocido en su vida, pero, a la vez, Naruto sabía que valía completamente la pena.

—Procuraré estar siempre para ti, lo prometo —su voz sonó suave y sincera. Y es que lo decía en serio, desde que se había amistado con Sasuke había procurado ser lo más comprensivo y tolerante que pudiera. Sasuke era una persona muy difícil y, por lo general, Naruto tenía que contenerse e ir a su ritmo, tanto así que sospechaba que la razón por la que sus discusiones habían disminuido su ímpetu era por el simple hecho de que él le daba por su lado a Sasuke y le dejaba estar. Sasuke solía estar a la defensiva la mayor parte del tiempo y reaccionaba de mala forma ante la más mínima provocación, aun cuando las personas no pretendían ofenderlo. Era realmente un chico complicado.

—Solo los infieles y los tramposos hacen promesas —Naruto se separó un poco de Sasuke y le lanzó una mirada dura, de todas formas, había cosas que tampoco estaba dispuesto a dejarle pasar. Sasuke siempre daba con la forma de pinchar su mal genio y Naruto era demasiado impulsivo como para dejar pasar sus alegatos.

Se forzó a recordar que había ido allí para consolar a Sasuke y pudo controlarse lo suficiente como para que su comentario mordaz se convirtiera en un: —¿Es esto acaso algo patológico? —su tono de voz había sido más duro de lo que pretendía y podía sentir su ceño ciertamente fruncido.

—Sólo digo que las personas solo prometen las cosas que saben que no van a hacer. Si me lo prometes es porque supones que en el futuro no lo harás —Sasuke también se separó de él—. No me gustan las promesas, sólo promueven la esperanza en sucesos que ciertamente no sucederán.

La expresión en su rostro se suavizó. Poniéndolo en perspectiva, aun cuando Sasuke era tan… Sasuke -a falta de un mejor término para explicarlo-, su personalidad tan atípica terminaba por resultar atrayente y enigmática y, por esto, a Naruto no le costaba tanto no tomarse tan apecho sus, lamentablemente constantes, sagaces comentarios.

Aún más, nunca debió haber esperado algo más de él. Ciertamente no era del tipo de persona que solía conmoverse y tampoco reaccionaba de igual forma que los demás. Así que, no le extrañaba que sacara lo peor de sus bien intencionadas palabras. Era justo esa una de las razones por las que le gustaba tanto a Sasuke, hacía parte de esa actitud rebelde e inalcanzable que le atraía de él. Siempre creyó que quería tener una novia complaciente, atenta y cariñosa, pero al parecer era un masoquista y prefería estar con alguien que lo retara y le hiciera enojar de cuando en cuando.

—Eso lo dices porque no me conoces —Sasuke le lanzó una mirada burlona seguramente creyendo que era un ingenuo— ¡Hay muchas cosas que aún no sabes de mí! —se defendió con ímpetu— Yo siempre cumplo mis promesas, ya lo verás.

Sasuke hizo un sonidito apreciativo. —Nunca me esperé que fueras uno de esos chicos misteriosos —le respondió Sasuke con cierto grado de coquetería. Era el mismo tono apreciativo con el que le había dicho una vez que lucía sexy en pantalones cortos y el mismo tono con el que se le había insinuado aquella primera vez en su habitación. Naruto tragó en seco, este giro en la conversación no se lo esperaba. Los ojos de Sasuke brillaban con un toque de diversión y Naruto tontamente solo pudo sonrojarse por la insinuación y conmoverse por el hecho de que Sasuke parecía creer plenamente en sus palabras— Te estás sonrojando —apuntó con diversión.

—Me alegra que te estés divirtiendo —le dijo en un tono que pretendía ser seco, pero su voz lo traicionó porque realmente le alegraba que Sasuke hubiera recuperado un poco de buen ánimo. Naruto se preguntó si estaría bien besarlo.

Sasuke se pegó un poco más a su cuerpo. Sintió su cuerpo empezar a tensarse. Reconocía ese gesto. Sasuke siempre se apretaba contra su pecho cuando quería que las cosas se tornaran un poco más apasionadas.

—No soy experto consolando personas, pero creo que este es el momento en el que tú me besas —la voz de Sasuke bajó una octava haciéndolo sonar sexy.

—¿Estás seguro? —Se suponía que Naruto debería estar reconfortándolo y sentía que si intentaba algo en ese momento estaría, de cierta forma, aprovechándose de él.

—Estoy seguro. Quiero olvidarme de esto por un momento —Sasuke se movió lentamente hasta quedar frente a él—. Además, no creas que no me he dado cuenta de que todo este tiempo has estado mirándome los labios mientras hablo —se pasó lentamente la lengua por los labios y se sentó sobre su regazo.

Su corazón latió con fuerza y sintió su miembro empezar a endurecerse con expectativa. Sasuke tomó suavemente su rostro entre sus manos, acariciando su mejilla y la línea de su mandíbula con la yema de sus dedos. Tenía la mirada fija en sus ojos, su expresión era tan intensa que Naruto llegó a creer que Sasuke intentaba decirle algo, sin embargo, no pudo siquiera pensar en ello porque Sasuke acercó su rostro para juntar sus labios. Los labios de Sasuke eran tan suaves que Naruto casi deja escapar un sonidito de satisfacción. Se besaron de forma lenta, pero con tal intensidad que parecía que degustaban sus labios. Con el tiempo, los brazos de Sasuke se enredaron en su cuello y su pecho se apretaba firmemente contra el suyo. Sus manos aún posadas en la cintura de Sasuke se tornaron inquietas y comenzaron a bajar por su espalda con cierta ansiedad.

Cuando Naruto había empezado a meter sus manos debajo la falda del uniforme de Sasuke, comenzaron a escuchar silbidos y risitas burlonas. Se separaron con cierta frustración ya era la segunda vez que los interrumpían. No es como si no solieran escabullirse por allí para besarse, pero por lo general esos lugares eran lo suficientemente privados como para que no se presentaran escenitas como aquella. Levantó la vista y se encontró con un grupo de estudiantes de último año que pasaban por allí y los observaban divertidos con sonrisas socarronas plasmadas en su rostro. Aquel lugar no estaba precisamente resguardado de los ojos indiscreto, aunque si estaba lo suficientemente apartado como para que llegaran a creer que era una buena idea.

—Busquen una habitación —les gritaron y siguieron burlándose.

Naruto estaba demasiado avergonzado como para decir algo, así que se sorprendió cuando Sasuke simplemente se levantó, le tendió la mano y le dijo: —Vamos a un lugar más privado.

Aquello simplemente hizo que las burlas y los silbidos se hicieran más intensos. Naruto le dio la mano a Sasuke, se levantó y técnicamente lo alejó casi que corriendo de allí. No sabía a donde ir, seguramente la mayoría de los conocidos besuqueaderos del colegio estarían ocupados para esa hora, así que, sin meditarlo, llevó a Sasuke a la cancha de baseball. Confiaba en que no habría nadie por allí a esa hora y además estaba bastante apartada de los otros edificios.

—Lo siento, son unos idiotas —Naruto había logrado reconocer a uno de sus compañeros de equipo entre sus espectadores.

—No te preocupes, no es tu culpa —Naruto llevó a Sasuke detrás de las gradas, no quería que nadie los sorprendiera en caso de que se decidieran en continuar lo que ya habían comenzado—. Además, fue un poco excitante ¿no crees?

Naruto estuvo a punto de decirle que estaba loco cuando notó toda la adrenalina corriendo por su cuerpo. El corazón le estaba latiendo super rápido, sentía su cuerpo vigorizado por el pulso acelerado y una cálida y agradable sensación embargando su cuerpo. Haló a Sasuke del brazo y cuando lo tuvo más cerca en un arranque apasionado pasó sus brazos por sus piernas y lo levantó. Sasuke dejó salir un gritito sorprendido, sus piernas rodearon su cadera y se aferró fuertemente a sus hombros como si creyera que lo dejaría caer.

—Ahora debes besarme —su voz sonó como si se hubiera quedado sin aliento. La forma en la que Sasuke lo estaba mirando le había hecho sentir que su corazón se detenía.

—No tienes que pedírmelo.

En esa ocasión se besaron con más ganas, más ímpetu. Naruto pasó sus manos por sus piernas desnudas, masajeándolas y acariciándolas a consciencia. Pronto, su cuerpo empezó a sentirse sumamente caliente y necesitado. Sasuke pasaba las manos por sus hombros y brazos y había comenzado a besarle el cuello de una forma pecaminosa. Pero cuando empezó a sentir que necesitaba algo más, que quería seguir adelante, se sintió inexplicablemente sucio y degenerado.

—Espera, espera —le dijo a Sasuke mientras volvía a dejarlo en el suelo. No obstante, Sasuke no pareció tomarlo en serio porque volvió a besarlo e, incluso, comenzó a desabrocharle la camisa para acariciarle el pecho —Detente, por favor —exclamó con frustración mientras apartaba las manos de Sasuke de su cuerpo.

Sasuke frunció el ceño y le miró con extrañeza.

—¿Qué sucede?

—Estamos en la escuela.

—¿Y? —añadió con impaciencia.

—Alguien nos podría ver.

—No hay nadie por aquí.

—Es que creo que nos estamos dejando llevar y no quiero hacerlo aquí.

—No vamos a hacerlo —Sasuke puso los ojos en blanco.

—Eso no es lo que mi amiguito piensa —dijo tratando de quitarle hierro al asunto—. En serio no me siento cómodo con esa posibilidad… Tú no lo sabes, pero solía meterme mucho en problemas. Una falta más a mi expediente y probablemente me expulsen.

Sasuke volvió a poner los ojos en blanco y prosiguió a acomodarse el uniforme. Naruto lo observó sintiéndose un poco arrepentido, pero sabía que era lo mejor.

—¿Lo siento? —Volvió a hablar, Sasuke parecía de malas.

—Tú te lo pierdes —su voz había sonado seca y enfadada por lo que Naruto se acercó a abrazarlo y le dio un corto beso en los labios.

—Te lo compensaré.

—Ya quisieras rubio —respondió huraño sin devolverle el abrazo. Naruto lo volvió besar, lo hizo otra vez y otra vez hasta que Sasuke dejó de parecer enojado— ¿Quién te dijo que podías detenerte?

 

***

 

Sasuke se forzó a no pensar en Haku durante el resto del día. Cuando entró con Naruto al salón de clases al terminar el descanso, se dio cuenta de que todo el mundo sabía que había discutido con Haku. Nada más atravesó la puerta Haku le lanzó una mirada de pocos amigos a sus manos entrelazadas por lo que Sasuke comprobó lo que se temía, no era un berrinche momentáneo. Cuando terminaron las clases Sasuke se apuró a ir a casa agradecido de que Naruto le haya provisto una distracción momentánea. Cuando llegó a casa saludó a su padre, quien por alguna extraña razón no estaba trabajando, ignoró a Itachi y subió rápidamente las escaleras y se encerró en su cuarto. Una vez allí se dejó caer sobre la cama sintiendo como la frustración lo embargaba. Sintió el pánico empezar a atenazar su cuerpo por lo que rápidamente se levantó de la cama y se forzó a hacer algo. Empezó por empacar sus libros y apuntes de francés, además de una libreta y una serie de utensilios de papelería; lo hizo de una forma prolija y metódica procurando ocupar su mente solo en lo que estaba haciendo. Luego se quitó el uniforme, cepilló su cabello, se limó las uñas de las manos y finalmente se vistió.

—¿Para dónde vas? —le preguntó su padre cuando lo vio salir de su habitación—. Dile a tu hermano que te lleve, está por irse a trabajar.

Sasuke no se aguantó y puso los ojos en blanco. Su padre frunció el ceño e Itachi, quien, por supuesto se encontraba hablando con él en el pasillo, le miró extrañado.

—No le queda en camino. Ayudaré a Naruto a estudiar.

—¿Vestido así? —le preguntó señalando su cuerpo como si fuera algo obvio.

—¿Qué tiene de malo? Siempre me visto así —respondió con frustración.

—No vas a salir vestido de esa forma. Cámbiate.

—Vamos papá —como siempre Itachi actuaba de mediador—, no tiene nada malo.

—¿No tiene nada de malo? Se viste como una ramera.

—Claro que no, supongo que sólo es la moda —respondió Itachi mientras Sasuke todavía estaba sopesando las palabras de su padre y decidiendo si lo estaba llamando ramera o no. A su padre nunca le había gustado como se vestía, solía quejarse por sus faldas cortas o porque simplemente encontraba su atuendo inadecuado; sin embargo, últimamente simplemente le lanzaba miradas reprobadoras a su ropa y mostraba abierto disgusto por sus faldas y vestidos—. Ya no parecía importarte tanto como se vestía. Déjalo estar.

—Eso era cuando no sabía para quién se vestía así —respondió de mal genio—. Cámbiate ya —volvió a dirigirse a Sasuke con voz autoritaria.

Sasuke, a quien nunca le había gustado que su padre le hablara de esa forma, en medio de su frustración se dejó llevar y le respondió.

—No soy uno de tus subordinados, no puedes comandar mi vida.

—Soy tu padre y yo te digo que haces y que no —espetó con un tono duro y autoritario que sólo consiguió enojarlo más.

—¡Tiempo fuera! ¡Tiempo fuera! —Itachi se interpuso entre ellos haciendo una “T” con sus manos—. No hagan esto más grande de lo que es —giró a mirar a Sasuke y le puso suavemente las manos sobre los hombros—. Sasuke, tu ve a cambiarte.

—Pero —empezó a protestar.

—No discutas, tienes que aprender a escoger mejor tus batallas. Solo ponte un jean y un suéter, no pasa nada.

Sasuke no tuvo más remedio que hacerle caso y regresó a su habitación a cambiarse. Se puso un jean negro con Destroyer desde los muslos hasta por debajo de la rodilla y suéter de lana que se le transparentaba, todo con la intención de molestar a su padre. Cuando salió de su habitación encontró nuevamente a su hermano y su padre hablando a susurros en el pasillo. Entrecerró los ojos de forma retadora mientras pasaba a su lado, pero luego se decidió a dejarlo por la paz.

—¿Quieres que te lleve? No tengo ningún problema —le inquirió Itachi cuando estaba en el genkan poniéndose los zapatos.

—Iré en tren —aún seguía enojado con Itachi por su traición.

—¿Estás enojado conmigo? A decir verdad, no sé qué hice, pero lo siento —Itachi le sonrió suavemente, en otras circunstancias Sasuke le hubiese dejado estar, pero en aquella ocasión no se sentía capaz.

—Voy retrasado Itachi.

Su hermano suspiró levemente pero no pareció perder el buen ánimo. El muy cretino.

—Cuando vayas a volver a casa nos avisas e iremos por ti —dijo y se levantó dejándolo solo.

Sasuke odiaba ir en tren. Ahora que lo pensaba mejor hubiera preferido un incómodo viaje con Itachi, el vagón estaba lleno y no encontró asiento, además había un señor pervertido tratando de ver a través de su suéter. Siempre había odiado sentirse vulnerable y desprotegido. A mediada que fue creciendo se dio cuenta que no podría imitar la seguridad que emitía Itachi o la imponencia de su padre, así que tuvo que idear su propio mecanismo de defensa. Aun así, muchas veces lo encontraba insuficiente, lo cual le generaba impotencia y ansiedad.

No era un viaje muy largo, pero Sasuke lo sintió eterno. Cuando salió de la estación Naruto ya estaba en la entrada esperándolo. Estaba de espaldas, pero aun así Sasuke podía reconocerlo. El día era algo frío, así que llevaba un buso negro y unos pantalones jogger color arena que le quedaban un poco ajustados. Sasuke sentía que cada día Naruto se ponía marginalmente más guapo, no sólo tenía un rostro atractivo, sino que su cuerpo estaba divinamente definido gracias al constante ejercicio. Sintió un ramalazo de placer recorrer su cuerpo al recordar sus fuertes brazos, sus sedosos pectorales, su abdomen marcado y esas piernas de infarto. Con el tiempo, Sasuke había aprendido que no podía resistirse a Naruto cuando llevaba pantalones cortos, simplemente se volvía gelatina.

—Sasuke —Naruto se giró seguramente al sentir la pesadez de su mirada. Su voz había sonado con anhelo, como si hubiera estado pensando en él durante todo ese tiempo.

—¿Esperaste mucho?

Naruto se encogió de hombros.

—Solo un par de minutos, creí que me matarías por llegar tarde.

—Lo siento, tuve que cambiarme de ropa.

—Ya te he dicho que me seduces más cuando te la quitas… No tienes por qué preocuparte por eso —Naruto le guiño un ojo con infinita coquetería y Sasuke se descubrió fantaseando acerca de Naruto sin ropa.

Mientras hablaban Naruto comenzó a guiarlo hacia casa de sus abuelos. Sasuke miraba todo a su alrededor mientras caminaban, no reconocía absolutamente nada, no estaba acostumbrado a ir al norte de la ciudad excepto por las visitas que le hacía a Haku. Pronto llegaron a un enorme conjunto de edificios. Los abuelos de Naruto vivían en un penthouse en el 35avo piso de un edificio. Al abrirse el ascensor Sasuke se encontró un poco decepcionado, aunque no era tan cálido como la casa de Naruto, ciertamente faltaba de la opulencia superflua que Sasuke esperaba.

—¿Quieres que estudiemos aquí o que vayamos en la habitación?

—Uhmmm —Sasuke ladeó la cabeza pensativo—. Creo que en la habitación perturbaríamos menos a tu abuelo.

—¿Te enseño la casa? —Sasuke miró a su alrededor, técnicamente todo estaba a la vista excepto por las habitaciones. Paseo su vista lentamente por todos los entornos y luego negó— ¿Quieres algo de comer o de beber?

—Ahora no, gracias —respondió con una cortesía poco natural en él. Al parecer Naruto estaba nervioso, lo cual, lo ponía nervioso a él también.

Naruto se rascó la nuca con nerviosismo y lo llevó a su habitación. No era muy diferente a su habitación en casa de sus padres, sólo que ésta estaba menos amueblada y más limpia. Naruto le indicó a Sasuke que tomara asiento y luego salió de la estancia para pocos segundos volver con una mesa ratonera que dejó sobre la mullida alfombra. Naruto se sentó en el suelo frente a la mesita y se sacó el buso. Durante el proceso, se le levantó un poco la polera que llevaba debajo, dejando ver parte de su fuerte abdomen. Sasuke se quedó mirando fijamente aquella pequeña porción expuesta de piel y se lamió lentamente los labios, desde aquella tarde se sentía un poco caliente y no ayudaba que hacía mucho que no se ponían más íntimos.

—¡Sasuke! —Sasuke espabiló y subió la vista para ver a Naruto mirándole interrogativamente— Te decía que la calefacción está encendida y que si quieres te puedes quitar el suéter —Sasuke negó distraídamente con la cabeza mientras ahora paseaba su mirada por los brazos fuertes y tensos de Naruto— ¿Seguro? Está haciendo un poco de calor aquí y… —Naruto se levantó y se acercó a él— ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? Te noto algo distraído.

—No tengo nada bajo el suéter —comentó sin fijarse.

Naruto rio suavemente.

—Estas muy loquito hoy —le tomó del brazo y lo hizo sentar frente a la mesa y a su lado— ¿empezamos?

—No —Naruto le miró extrañado. Sasuke se levantó sobre sus rodillas y se sentó sobre su regazo abrazándolo con sus piernas— Necesito hacer algo primero —dijo sobre sus labios, pero en vez de besarlo, cruzó sus brazos sobre su torso y se sacó el suéter.

Naruto siguió el doblez de la prenda comiéndoselo con la mirada. —¿Por qué llevas algo así bajo la ropa?

—Se llama lencería ¿te gusta? Creí que querrías un poco de motivación.

Naruto hizo un pequeño gesto de desesperación, pero luego volvió a enfocarse en su torso —Voy a reprobar el examen.

—Claro que no, solo nos besaremos un poco. Lo prometo.

—Me temo que yo no puedo prometer lo mismo.

—Vamos Naruto, no me dejes otra vez con las ganas —dijo apretando los labios y frunciendo ligeramente el ceño.

Naruto negó suavemente la cabeza, pero Sasuke sabía que más bien se trataba de un gesto de resignación más que una negativa, lo cual comprobó cuando Naruto pasó sus brazos por sus rodillas y en un movimiento enérgico invirtió sus posiciones y comenzó a besarlo.

—No tienes ni idea de lo loco que me traes, Sasuke —murmuró entre besos.

Sasuke asintió suavemente pensando en lo bien que se sentía todo aquello y lo bien que se sentía estar con Naruto en general. Cruzó una de sus piernas sobre la espalda de Naruto quien rápidamente comenzó a acariciarla mientras trataba de mantenerla en su lugar. Sus manos se movían rápidamente sobre el cuerpo de Naruto, tratando de tocar cuanto pudiera. Sus labios comenzaron a pasearse por la comisura de sus labios, recorrieron parte de la línea de su mandíbula y bajaron por su cuello.

—¿Naruto? —se dejó escuchar una voz madura y algo ronca— ¡Oh joder! Lo siento, es que la puerta estaba abierta y… ¡joder!

Sasuke dejó caer su cabeza en el suelo con resignación. No le parecía para nada divertido. Naruto le regaló una mirada de disculpas, aunque sus hombros se notaban caídos, y se separó de él. Sasuke se quedó allí tendido rumiando en su frustración.

—Lo siento, debí haber cerrado la puerta.

—No es tu culpa —le respondió mientras se sentaba—. El universo me quiere con dolor de huevos —se encogió de hombros.

Naruto lo miró con una expresión divertida en el rostro.

—No te preocupes, tal vez solo no es el momento —Naruto le besó suavemente—. Pero si empezamos a estudiar ahora te llevaré a un love hotel la próxima vez que te den ganas.

Sasuke le besó una vez más antes de enfocarse en lo que debían hacer. Tomó su mochila y sacó su libro y su cuaderno, era un simple examen de vocabulario así que supuso que sería fácil de enseñar. Al principio fue un poco frustrante, Naruto parecía demasiado distraído y tenía que repetirle las cosas una y otra vez, pero Sasuke procuró ser paciente y no desesperarse, seguro Naruto estaba más frustrado que él al no conseguir entender, pero no parecía decaído y tampoco parecía querer rendirse, más bien parecía bastante determinado. Con el pasar de las horas Naruto por fin consiguió enfocarse totalmente y empezó a memorizar las palabras. Con un poco más de dedicación Sasuke le explicó algunas normas gramaticales que parecían dificultársele.

Cuando empezó a anochecer el abuelo de Naruto volvió y les preguntó si querían cenar sushi. No parecía nada incomodo al estar enfrente de ellos después de haberlos visto técnicamente revolcarse sobre la alfombra. Es más, se conducía de una forma bastante confianzuda y bonachona, le recordaba tanto a Naruto que por un momento había olvidado que era el padre de Minato. Minato no se parecía mucho a él, no solo por el hecho de que era adoptado, sino porque era un hombre mucho más comedido y tranquilo, mientras que Jiraiya y Naruto eran más impetuosos y ruidosos; tal vez se debía a la tardía adopción de Minato, mientras que Naruto si había pasado más tiempo junto a él mientras todavía era un niño influenciable. Naruto y su abuelo parecían llevarse bastante bien. Sasuke también se llevaba bien con su abuelo, incluso le tenía confianza, pero entre ellos no existía aquella camaradería que Naruto y su abuelo compartían, parecían ser buenos amigos. Se trataban de forma tan desenfadada que se sorprendió cuando Jiraiya protestó porque Naruto le llamó sabio pervertido después de que éste le confesara que era un reconocido novelista; incluso le confesó que Naruto se llamaba así en honor al protagonista de ‘Camino Ninja’ su libro más vendido.

—De niño decía que quería ser un ninja intergaláctico —le dijo en un tono secretivo. Naruto protestaba de cuando en cuando, pero parecía bastante divertido.

—Eso es más interesante que el baseball.

—Creí que querías ser mecánico.

—Cambia con mi estado de ánimo —Naruto se encogió de hombros vagamente—, ahora quiero ser veterinario.

—¿Tú a qué quieres dedicarte Sasuke?

—Aún no lo sé —dijo con cierta incomodidad.

—¿No quieres ser cantante? —Sasuke negó— ¿Por qué? Se te da muy bien.

—No lo sé, simplemente no quiero.

Naruto lo miró sin entender, parecía que le iba a preguntar algo cuando Jiraiya dijo apreciativamente: —Bonita y talentosa —asintió en su dirección con aprobación— ¿te molestaría deleitarnos con tu melodiosa voz?

Naruto miró a su abuelo con el ceño fruncido y comenzó a protestar ante la galantería de su abuelo. —No te fíes de él, también es un reconocido escritor de novelas pervertidas —le dijo como si le estuviera susurrando un secreto, pero en un tonó fuerte y claro para que Jiraiya lo escuchara.

La cara de Jiraiya se tornó ciertamente ofendida. Bufó y dijo: —Creí que a esta edad ya sabrías apreciar la buena literatura —Desvió su mirada de Naruto y le tendió la mano a Sasuke mientras que le pedía que lo acompañara. Lo condujo a lo que parecía ser su estudio. La instancia estaba tapizada por grandes y pesados libreros de piso a techo los cuales estaban repletos de libros. Jiraiya le condujo a una sección de los libreros y le enseñó los libros allí expuestos con orgullo—. Naruto es un idiota que no sabe disfrutar de un buen libro, pero cada uno de estos me toma bastante tiempo e investigación, lo cual los hace únicos en su especie. He ganado varios reconocimientos internacionales nada más con mi serie Icha Icha Paradise.

Parecía tan orgulloso de ello que Sasuke se limitó a asentir mientras observaba los lomos de los libros con dedicación. Sin embargo, no pudo evitar sentir que ya había visto esos libros antes, nada más que no podía recordar en dónde.

 

 

***

 

Se despertó antes de que la alarma sonara. Por lo general solía quedarse dormido después de apagarla, pero cuando estaba muy ansioso o entusiasmado se despertaba cuando empezaba a clarear la mañana. Ese día era su cumpleaños. Diecisiete años, en tres años sería mayor de edad y en un año se graduaría de la preparatoria. Suspiró cansinamente, no sabía que iba a estudiar ni a qué universidad iría. De lo único que estaba seguro era que lo más probable es que fuera reclutado por algún equipo de baseball universitario puesto que sus notas no eran muy buenas. Además, últimamente había empezado a fantasear con un futuro al lado de Sasuke. Podía ver a Sasuke ayudándole a pasar sus exámenes parciales, alentándolo a hacer sus trabajos y dándole ánimos en sus partidos. Algunas noches, resguardado en la privacidad de sus sabanas, incluso había llegado a fantasear con pasar el resto de su vida con él. A su abuelo le había agradado mucho, demasiado para su comodidad. Se había portado muy galante en presencia de Sasuke y se había esforzado en hacerlo sentir cómodo, algo bastante difícil puesto que Sasuke era demasiado desconfiado y no se sentía a gusto con desconocidos.

«Bien hecho muchacho», le había dicho su abuelo luego de despedir a Sasuke cuando su hermano pasó a recogerlo. Era casi media noche, habían adelantado algunos trabajos para que Naruto pudiera pasar su cumpleaños sin preocupaciones. Naruto le miró sin entender. «Tu novia es candente», le explicó con una sonrisa picarona. Naruto estaba acostumbrado a que sus amigos llamaran a Sasuke su novia, sin embargo, la palabra sonó extraña en los labios de su abuelo.

«Sasuke no es mi novia», dijo en un apresurado murmullo, incluso pudo sentir como las mejillas se le calentaban. Y era cierto, le gustaba muchísimo Sasuke, es más, le quería. Pero Sasuke y él nunca habían hablado de una relación y si bien Sasuke le había dicho que creía que también le gustaba, le parecía mal tratar de presionar cuando hacía apenas dos meses que había terminado con su padre, nada más ni nada menos. Muy a su pesar, en el fondo, Naruto se sentía celoso e inseguro.

Su abuelo le lanzó una miradita que decía “Ni creas que puedas engañarme”. Su abuelo le palmeó un par de veces la espalda y le dijo con tono serio y reflexivo «Una chica con ese carácter no es para pasar el rato». Cuando Naruto trató de refutarlo le agregó «No es tu novia por ahora… Ohh~ Lo que daría por tener unos años menos», se rio y Naruto se sintió incómodo, su abuelo siempre había sido un mujeriego y aunque amaba a su abuela, y seguramente nunca le había sido infiel, no paraba de posar sus ojos en otras mujeres aludiendo que eran simples investigaciones para sus libros.

Se levantó de la cama y se dio una larga ducha. Aun cuando era temprano había dormido en casa de sus abuelos y le quedaba lejos del colegio, también estaba un poco nervioso por su examen de francés, su futuro inmediato dependía de ello. En el comedor lo esperaban sus abuelos, había decorado la estancia y la sonrisa en sus rostros le dejó una sensación cálida en el pecho. Había ramen de cerdo como desayuno y también había una pequeña tarta de chocolate. Tras desayunar sus abuelos le desearon un feliz cumpleaños y le prometieron verlo en la tarde.

Sus amigos y compañeros de clase también lo felicitaron, incluso algunas personas en los pasillos le desearon un feliz día. Naruto recordó con algo de melancolía que hace un par de años casi ni tenía amigos y que la mayoría de las personas lo evitaban. Ahora tenía muchos amigos, era un chico popular y algunas chicas aseguraban que era el chico más guapo que habían visto. Y ahora con todo lo que estaba pasando con Sasuke, con su madre estando más estable y constante, sentía que nunca había sido tan feliz.

Salió del examen de francés a la hora del almuerzo. Se encontró con Sasuke en la cafetería, a él lo habían exonerado del examen, al parecer seguía peleado con Haku porque lo vio solo haciendo fila para comprar el almuerzo. Haku tenía otros amigos en el colegio que había dejado un tanto de lado cuando Sasuke llegó puesto que éste prefería no estar muy acompañado. Naruto se acercó a Sasuke a comentarle como le había ido en el examen y tuvo que insistirle que era su cumpleaños para que aceptara almorzar con él y sus amigos.

—¿Cómo les fue ayer? Ya saben, “estudiando” —inició Kiba con un tono jocoso, el muy idiota.

—Seguro Sasuke te dio muuchaa motivación —Comentó Chouji levantando las cejas apreciativamente.

—Tal vez demasiada —Agregó Shikamaru con aburrimiento.

—Tanta motivación no es provechosa.

—Pero seguro le sirvió de consuelo, no lo veo llorando porque no pasó el examen.

Naruto rodó los ojos mientras que Sasuke parecía que ni siquiera los estaba escuchando. Sus amigos siguieron molestándolo un rato más sin llegar a ser guarros, seguramente para no faltarle al respeto a Sasuke. Naruto se esforzaba en seguirles el juego. Sasuke y él nunca habían tenido sexo en formas y no habían vuelto a tocarse tan íntimamente, aunque emocionalmente cada vez eran más íntimos.

Cuando se les unieron las chicas y Haku, Naruto notó que Sasuke se puso mucho más tenso y callado, estaba incómodo. Sasuke siempre había sido algo callado e inexpresivo, pero Naruto notaba que lo era mucha más cuando estaba con otras personas, se le veía estoico y sólo dejaba su mutismo para ocasionalmente pronunciar monosílabos. Cuando estaban juntos Sasuke solía responder a su incesante parloteo y también le había visto fruncir el ceño, bufar, rodar los ojos e incluso sonreír. Le había visto sonreír de muchas formas, sobre todo de forma maliciosa o burlona. También lo había visto gemir y jadear de placer.

Le alegraba que Sasuke se sintiera tan a gusto con él, pero también le preocupaba que tuviera tal grado de ansiedad social. Cuando habían ido al bar con sus amigos también lo había notado tenso, pero no tanto como ahora. Sabía que Sasuke era una persona introvertida y que trataba de alejar a los demás con su actitud. Pero ni siquiera había abierto la boca para responder con acidez a los comentarios confianzudos de sus amigos y tampoco había tratado de incomodar a Hinata con sus comentarios provocativos. Suponía que su presencia y la de Haku no era suficiente para hacerle sentir cómodo entre tantas personas y le dolió. Le dolió apenas notar lo inseguro que debía de ser Sasuke y que toda esa fanfarronería y coquetería no eran más que una fachada.

Le pasó un brazo por los hombros y le abrazó con suavidad. También le besó los cabellos ganándose una mirada extrañada de parte de Sasuke. Supuso que ya que Haku y Sasuke estaban peleados era su deber hacerlo sentirse cómodo y a gusto.

—¿Qué me compraste de cumpleaños?

—¿Quién dice que te compré algo?

—Vamos Sasuke, es mi cumpleaños. Debes, no, tienes que regalarme algo. De preferencia algo sexy —agregó en un tono divertido.

—Es una sorpresa —dijo con cierto misticismo. Se le veía un poco más relajado—. Pero estoy seguro de que va a encantarte.

—¿Ah sí? —la voz le salió en un suspiro, Sasuke le estaba acariciando el brazo bajo la mesa y ciertamente le estaba coqueteando. Por su mente empezaron a pasar un sinfín de posibilidades, recordó que le había pedido que usara algo sexy y que le gustaba más cuando estaba sin ropa. Su corazón comenzó a latir desbocado redirigiendo la sangre en su cuerpo hacía su entrepierna.

—Es algo que quieres desde hace un tiempo pero que no has podido tener. Se de buena fe que va a gustarte muchísimo.

—Suena a que será un excelente regalo —dijo casi sin voz. Necesitaba comprar condones y lubricante. Había estado averiguando sobre el sexo anal, pero, ¡Jesús! se sentía muy nervioso y no quería lastimar a Sasuke. No sabía si Haku quisiera darle algunos consejos.

—Por supuesto que lo es.

—¡Naruto! —Sakura le llamó sacándolo de su ensoñación. Ya se le había olvidado que estaban en compañía. Le veía algo molesta, pero Naruto no le dio mucha importancia, Sakura siempre se molestaba con él, decía que era muy infantil, muy ruidoso, muy irresponsable o muy pervertido— Cuando vas a empezar a estudiar para el examen de química, ya sabes que no siempre voy a tener tiempo para ayudarte.

No obstante, en esta ocasión no sintió la imperiosa necesidad de tratar de congraciarse con ella; en lo que él le concernía, no le había hecho nada como para que se enojara, tal vez se había emocionado mucho con las palabras de Sasuke, pero había mantenido sus perversiones en su imaginación. Es más, empezaba a ser muy cansado que siempre pareciera molesta con él por cualquier cosa.

—No te preocupes Sakura-chan, Sasuke va a ayudarme a estudiar para mis exámenes.

Naruto volteó a ver a Sasuke para confirmar que su ofrecimiento seguía en pie. En respuesta Sasuke le agarró del brazo y volvió a imitar la sonrisa adorable que solía acompañar el rostro de Haku. A Naruto le incomodaba que hiciera eso, porque sabía que era una sonrisa falsa. Naruto sabía muy bien cómo eran sus diferentes sonrisas.

—Todo lo que tú quieras —agregó con un tono complaciente que le confundió. Le recordaba al día que se encontraron en la playa durante el verano, ese día Sasuke había sido tan amable que Kiba le había acusado de serle infiel a Hinata.

—Ay Naruto, Naruto —expresó con resignación Chouji— prepárate para repetir el año.

—O te motiva o distrae, cuando te canses de tanto cuchicuchi yo te ayudaré a subir tus notas.

—Que poca fe me tienen —se quejó Sasuke.

—Yo no tengo dudas de ti, pero mira a Naruto. No hace sino babear por ti —Kiba negó un par de veces con pesar—. Va a reprobar el año.

—No voy a reprobar el año.

—Al menos va a mojar —consoló Chouji.

—Obviamente no le dejaré tocarme si no se aprende las lecciones.

Naruto se giró hacia Sasuke pretendiendo estar herido, pero en el fondo le alegraba verlo participar en la conversación.

—No me ayudes tanto —le dijo con falso enojo—… Además, según recuerdo si hubiera sido por ti hubiera reprobado el examen —le acuso.

—Quien te viera Sasuke, quien te viera.

—Picarones, guarden sus intimidades.

Naruto sonrió complacido de haberse salido con la suya. Incluso se sintió muy ufano al dejarle saber a sus amigos que él no siempre era el instigador y que Sasuke también le deseaba con locura. Haku se excusó y les dijo que se verían luego, seguramente se iba para aguantarse las ganas de hablarle a Sasuke, a ambos se les notaban las ganas de reconciliarse. La partida de Haku le hizo notar la presencia silenciosa de Hinata. La chica era tan tímida y callada que apenas si se había percatado de que estaba allí. Hinata se sonrojó al notar que la estaba mirando fijamente y lo saludó con demasiada timidez. Recordó que hacía poco que era su novia y ahora le estaba restregando su relación de pseudo noviazgo con Sasuke y se sintió mal.

Hinata había sido una buena novia, cariñosa y atenta. Pero Naruto apenas si podía tocarla sin sentir que se iba a desmayar y nunca habían pasado de un par de besos castos. Además, Hinata no le gustaba como mujer, era una chica muy guapa, con un cuerpo de infarto y una excelente amiga. Pero como le había recalcado Sasuke su personalidad tan simple y su falta de carácter le quitaban todo el atractivo. Asimismo, a Naruto nunca le había gustado realmente. Aun así, lo que menos quería era lastimarla y quedaba muy claro que le había terminado para estar con Sasuke.

Ino y Sakura parecían enfrascadas en una detallada conversación sobre tendencias de moda otoñal y aunque Hinata quiso unírseles parecía que no encajaba. Sasuke tampoco parecía interesado en su conversación aún cuando sabía que a él si le interesaba todo aquello sobre la ropa, lo había oído hablar con Haku sobre ir de compras y también había visto la cantidad obscena de ropa que tenía, aunque suponía que las chicas eran así, pero Sasuke no era una chica-chica era una chica-chico y el solo hecho de compararlo con sus amigas le parecía un concepto increíblemente alien.

Dejó de prestarle atención cuando empezaron a hablar de maquillaje. Sasuke se despidió de ellos. Naruto no le insistió porque no quería presionarlo mucho ya había hecho un gran avance aquel día. Trató de enfocarse en la acalorada discusión que sostenían Shikamaru y Chouji sobre si era mejor jugar en consola o en pc. Gaara y él tomaron partido en que era mejor jugar en consola, mientras que Kiba y Shino aseguraban que era mejor jugar en pc.

 

*

 

Gaara le estaba abrazando. Tal vez con más fuerza y por más tiempo de lo que podría considerarse “normal”. Naruto estaba simplemente maravillado con el hecho de que su mejor amigo había coordinado con el equipo una fiesta sorpresa para él. Naruto había presentido aquella mañana que aquel sería su mejor cumpleaños, nunca en su vida se había sentido tan aceptado, no, más bien, nunca en su vida se había sentido tan querido. Desde que era pequeño había fantaseado con hacerse una carrera de renombre que le permitiera ganarse el cariño y la admiración del público. Había fantaseado con una sarta de profesiones y había tenido las ideas más locas. Nunca entendió que había mal con él como para que las demás personas simplemente lo repelieran, pero lo que sea que fuera parecía haber desaparecido con el tiempo.

Cuando regresó a casa se sentía como si estuviera flotando en una nube y Gaara no parlaba de pincharle diciéndole que no sabía que fuera tan sentimental. Pero lo que realmente le conmovía era que su amigo se hubiera tomado la molestia en hacer algo para él, aún cuando se había pasado toda la mañana exigiendo detalles y obsequios, la verdad es que no estaba acostumbrado a ellos. Le pasó el brazo a Garra sobre los hombros y lo abrazó con camaradería, aún le costaba creer que fuera su mejor amigo siendo que se conocieron como enemigos en una pelea callejera.

—Si sigues sonriendo y abrazándome voy a creer que estás enamorado de mí —Comentó Gaara con un suspiró; como si él no le estuviera correspondiendo sutilmente cada tanto.

—Pero si yo te amo Gaara-chan —Le dijo Naruto en un tono tan desenfadado como si estuviera hablando del clima. Observó a Gaara por el rabiló del ojo y notó como se había quedado tenso en su lugar con una expresión de circunstancias. Naruto empezó a reír a carcajadas— No homo —le dijo quedándole hierro al asunto, aun cuando hacía un par de meses que Naruto venía replanteándose su sexualidad, no era algo que precisamente le quitara el sueño por el momento, pero si se trataba de asunto sin resolver que de vez en cuando se colaba en su línea de pensamientos como una pregunta a la cual no sabía qué respuesta podría darle.

Cuando abrió la puerta de la casa se encontró con su mamá parada sobre una silla colgando un letrero sobre el arco que conducía hacía la estancia. Observó detenidamente como se balanceaba sobre la silla al inclinarse con sus zapatos de tacón mientras se preguntaba cuánto tiempo faltaba para que encontrara algo que le llamase la atención. Ya llevaba dos meses en casa, no era el mayor período de tiempo que había pasado con ellos, pero aun así su presencia se le hacía alíen puesto que no la había visto desde el año pasado, poco antes de la navidad. Había sido el mayor período de tiempo que habían pasado sin verse, se suponía que luego de haber recibido tratamiento durante cinco años, con medicación regulada, sus etapas maniacas se habían regulado.

Naruto podía sentir la mirada de Gaara pesada sobre su rostro. Llevaba dos minutos parado en la entrada sin siquiera decir nada. Ya le había hablado un poco de lo de su mamá, era su mejor amigo, pero sólo le había comentado vagamente y sin mucho detalle la situación en su casa. Sintió un vacío en la boca del estómago y una ligera opresión en el pecho, llevaban dos minutos de pie en la entrada y ella no los había notado, demasiado concentrada en lo que estaba haciendo. En sus 17 años de experiencia, Naruto sabía que eso no era una buena señal. No obstante, aún cuando algunos de los recuerdos de su tierna infancia solían atormentarlo, Naruto se repetía una y otra vez que ella ahora estaba mejor, más estable. Eso no le quitaba lo critico a la situación, pero sabía que ahora era manejable.

—Buenas tardes, Kushina-san —Gaara se decidió a romper el silencio.

Aún así su mamá se tomó un par de segundos para enderezar el letrero, una vez conforme se bajo de la silla y se giró a encararlos con una sonrisa cálida plasmada en el rostro. El malestar en su cuerpo se agudizó, mientras que él se reprendía internamente por seguirse preocupando.

—Oh, chicos, ya están aquí —el rostro de Kushina se iluminó como si acabaran de atravesar la puerta—. Bienvenido a casa —dijo fijando su vista en Naruto mientras se acercaba a abrazarlo. Naruto tuvo que luchar contra el impulso de apartarla de su cuerpo. Cada vez se sentía más ansioso, aún cuando el día anterior había estado dichoso con la situación actual que por un momento había olvidado que en cualquier momento ella se iría de nuevo —Vayan a arriba mientras yo termino de ultimar detalles —Kushina se rio un poco mientras los apresuraba a subir las escaleras—, no me había fijado de que ya casi era hora, he estado tan concentrada cocinando y decorando que no me di cuenta del paso del tiempo.

—Huele muy bien mamá —se aventuró a decir, aunque las palabras sonaron extrañas. Tenía que recordar su motivación de la mañana, este sería un buen día, sería su mejor cumpleaños, ya mañana podría preocuparse por cosas que aún no estaban pasando. Pero pasarán, le recordó una pequeña voz en su cabeza.

Tomó a Gaara del antebrazo y se apresuró a subir las escaleras. Cuando entró a su habitación notó que ciertamente su madre debió de haberla arreglado. Naruto no la había dejado así la mañana anterior, no obstante, debía de reconocerse que se estaba esforzando mucho para que el desorden no se descontrolara. No sería capaz de llevar a Sasuke a su habitación si esta lucía como una pocilga, y no podía intentar algo con él en la estancia arriesgándose a que sus padres lo atraparan. En especial su papá. Aún recordaba la expresión apesumbrada en su rostro mientras le decía que amaba a Sasuke. Naruto estaba seguro de que él apreciaba a Sasuke mucho más y mejor de lo que su papá lo había hecho -inintencionalmente, el había sido testigo de su dinámica como “pareja”-, pero eso no significaba que quisiera lastimarlo.

Generalmente no pensaba en su padre y Sasuke como pareja. Sentía a Sasuke tan suyo que en su cabeza no cabía la idea de él enamorado de otro hombre, pero a veces la realidad le golpeaba. Sentía que había pasado una vida desde que conoció a Sasuke, a veces le costaba creer que habían empezado a salir hacía casi un mes y que se conocían hace poco más de dos meses. Tenía a Sasuke tan tatuado en su alma que sentía que se conocían de hace mucho tiempo, que ya se habían encontrado en vidas anteriores. Un sentimiento cálido recorrió su pecho al recordar que tan acostumbrados estaban el uno del otro, conocía de memoria los gestos de Sasuke, tan así, que a veces presentía la forma en la que iba a reaccionar o lo que le iba a decir.

Se sacó la camiseta y se acercó al armario mientras decidía que se iba a poner. Se sorprendió extrañando a Sasuke, era consciente de que últimamente no pasaba mucho tiempo con sus amigos y extrañaba sus competencias de videojuegos o simplemente pasar el rato. Y en aquellas ocasiones en las que podía estar con ellos, aunque realmente lo disfrutaba, todo el tiempo pensaba en que no podía esperar para hablar con Sasuke y contarle alguna anécdota de lo que estaba sucediendo. Quería contarle el último chiste de Kiba, quería chismosearle del cada vez más evidente crush de Shikamaru con la hermana de Gaara, simplemente quería hacerle participe de absolutamente cada detalle de su vida.

Empero, no pudo evitar recordar la forma en la que Sasuke siempre evadía contarle las cosas. Hacía semanas que lo sentía distante, algunos días estaba como el Sasuke de siempre y al siguiente volvía a verlo apagado. Le daba ansiedad sentir que no podía llegar a Sasuke, que había una parte de él que resguardaba de Naruto. Era una sensación más intensa de la que sentía cuando lo veía interactuar con sus amigos, porque bien a mal, Sasuke había compartido experiencias y anécdotas con ellos mientras Naruto no lo conocía, pero, saber que Sasuke se callaba sus problemas, se callaba las cosas que le estaban pasando en ese momento, que no quisiera compartir su sentir con él, lo mataba. Naruto sentía que con sus acciones y sus palabras le había estado demostrando que podía contar con el incondicionalmente, pero parecía que sus esfuerzos habían sido en vano, por más que se esforzaba, por más que lo intentaba, Sasuke no se abría del todo con él.

A veces le daban ganas de tomarlo de los hombros y zarandearlo hasta que le contara todo aquello que lo atormentaba. Pero Naruto sabía que presionar a Sasuke era una pésima idea. Sasuke era tan difícil de tratar que la mayor parte del tiempo sentía que se estaba parando sobre cascaritas de huevo y que al primer paso en falso todo se vendría abajo. Suspiró un poco agobiado, e internamente intentó darse ánimos; ni con todo su malgenio Sasuke conseguiría hacerlo desistir de ellos dos. Salió del baño y se dirigió a su habitación, Gaara estaba exactamente donde lo había dejado. Se acercó a la cama a tomar su ropa para comenzar a vestirse cuando escuchó un carraspeó. Giró a ver su amigo y pudo notarlo evidentemente incomodo y con una expresión de circunstancia memorable.

Naruto estaba apunto de reír cuando Gaara, intentando recobrar la compostura le dijo: —Estas desnudo.

Naruto se extrañó con sus palabras. Estaban juntos en el equipo de Baseball y estaban acostumbrados a ver hombres en diferentes estados de desnudes. Es más, Gaara le había visto sin ropa un montón de veces en los vestidores del equipo e incluso sabía que disimuladamente le había visto la polla. Naruto se había sentido un tanto intimidado ante tal indiscreción, pero reconocía para si mismo que un par de veces sus ojos se habían desviado un poco con curiosidad. Nada sexual, solamente estaba comparando. Así que no le había tomado mucha importancia. Tampoco pensó que a Gaara le importaría que se cambiara frente a él cuando ya lo había hecho cientos de veces, si bien Gaara era muy serio y distante, nunca esperó que fuera tan remilgoso.

—¿Qué? ¿Es que te hace sentir emasculado? —le dijo a modo de broma— No te sientas intimidado, algunos tuvimos la fortuna de estar muy bien dotados —Añadió con fanfarronería. No entendía porque a Gaara le incomodaba que estuviera enseñando un poco de piel. Se le acercó con una sonrisa entre orgullosa y divertida—. Le quieres echar un vistazo a semejante máquina.

—Naru… —Gaara no alcanzó a terminar de hablar cuando Naruto ya se estaba abriendo la toalla. Gaara estaba sentado en la cama así que su entrepierna le quedaba casi que a la altura de la cara.

Naruto se sacó la toalla mientras se preguntaba que clase de expresión pondría Gaara. Nunca esperó que Gaara se quera estoico con la mirada fija en su ingle. Si no fuese porque llevaba los boxers puestos, se habría sentido violado por la intensidad de su mirada.

—¡Joder Gaara! —su voz sonó chillona y muy poco masculina, lo cual lo hizo sentir absurdamente vulnerado— Me querías ver la polla —le dijo con un tonó acusador. Todavía no se lo podía creer.

Gaara parpadeó un par de veces antes de subir la mirada. De repente Naruto se sintió incómodo, demasiado consciente de su desnudez.

—Ni que fuera la gran cosa, más que polla parece un pollito.

Naruto le miró indignado y olvidándose de la incomodidad que empezaba a sentir se dispuso a defender su honor y orgullo de hombre.

—¡Jo! —Exclamó sintiéndose provocado, mientras el viviera no permitiría que nadie dijera que la tenía pequeña— ¡¿Pollito, dices?! Si esto que tengo aquí más que polla parece un gallo —Naruto es que creyera que tuviera la polla excesivamente grande, era una polla decente, allí promedio, cómo todo hombre debería de tenerla. Pero estaba en juego su masculinidad.

—Si, ajá, cómo digas Naruto —lo despachó Gaara mientras se levantaba, seguramente se dirigía al baño.

—Si serás —se quejó Naruto—, nada más no te la enseño porque tu orgullo nunca se recuperará de semejante obra de arte —Le gritó antes de que saliera de la habitación— Que la tengo pequeña dice —siguió rumiando y bufando luego de que Gaara abandonará la habitación.

 

 

***

 

Decir que estaba conmovido era muy poco. Nunca antes se había sentido tan pleno con su vida. Se sentía como si acabara de pisar el suelo luego de haberse subido en una montaña rusa. No obstante, esto era algo que nunca había tenido. No se tratará del hecho de que nunca antes había recibido tantos detalles, sino, de las personas que se los prodigaban. Si bien, hacía ya un tiempo que los había conocido, ahora sentía que realmente eran amigos, que podía contar con cada una de estas personas cada vez que lo necesitase, al igual que él procuraría estar allí para ellos.

Estaba tratando de sostener una conversación banal con Hinata cuando llamaron a la puerta, su cuerpo se tensó un poco con anticipación esperando que fuera Sasuke quien atravesara la puerta. Se le hacía raro que aún no hubiese llegado teniendo en cuenta lo absurdamente puntual que solía ser. Trató de concentrarse en lo que Hinata le decía, pero hablaba tan bajo y con una voz tan insegura que le costaba entender lo que le estaba diciendo, además no podía evitar lanzar miradas fugaces a la entrada sin entender cómo era posible que su mamá se demorara tanto en abrir la puerta. Empezaba a ser consciente de como su corazón comenzaba a latir con intensidad, quería ver a Sasuke, ya le había visto en la mañana, pero no había tenido ni un segundo a solas con él y ni siquiera se podría decir que habían hablado.

Su pequeño momento de ansiedad se disipó cuando vio, no sin cierta decepción, a su abuelo pasar a la estancia. Había llegado solo, seguramente su abuela Tsunade y su papá se demorarían más llegar. Su abuelo le abrazó y le removió el cabello a modo de saludo y se siguió de largo hacía la cocina. Trató de concentrarse nuevamente en Hinata consciente de que era la primera vez que tenían una conversación los dos solos desde que terminaron. Se sentía como un completo cretino cuando estaba en su presencia, era muy obvio que le había cortado para ir tras las faldas de Sasuke y no ayudaba el hecho de que sus amigos adoraban achicharlo por su relación con Sasuke, ya que todos daban por sentado que estaban más que liados.

—¿N-naruto-kun? —Le llamó Hinata con una expresión interrogante. Naruto sintió sus mejillas enrojecer, seguramente le había preguntado algo y él no se había dado ni por enterado; joder, lo mínimo que le debía a Hinata era un poquito de consideración.

Estaba listo para excusarse cuando escuchó la voz de Sasuke provenir del recibidor. Levantó la mirada tan rápido que por unos escasos segundos le fue imposible enfocar la vista. Allí estaba Sasuke, tan atractivo como siempre y con esa expresión estoica y rígida que solía mantener cuando estaban con otras personas. Estaba tan concentrado en bebérselo con la mirada, detallando su ceñido vestido color camello, la forma en la que se sacudía su cabello con cada paso que daba y la forma tan sugerente en la que se movían sus labios mientras hablaba, que apenas si había notado que Haku y su hermano Itachi iban a su lado.

—Estás siendo ridículo —la forma en la que pronunció aquella última palabra la hizo sonar como el peor de los insultos. Naruto no captaba con cuál de sus acompañantes estaba hablando, pero la forma en la que Haku se adelantó para saludarlo indicaba que ciertamente no era con él.

—Feliz cumpleaños —le dedicó una sonrisa tan adorable que sintió que el corazón se le derretía un poco. Haku le entregó una caja decorada con papel de motivo de ramen y un gran listón naranja antes de abrazarlo.

Naruto le devolvió el abrazo y un poco abochornado le dio las gracias. Aún cuando él había sido, indirectamente, el motivo de la pelea entre Sasuke y Haku, este último seguía tratándolo con la misma amabilidad y cariño de siempre. Haku le hizo un poco más de platica, su tono de voz era más alto y animado que el de Hinata por lo cual le era más fácil concentrarse en lo que decía. No obstante, Naruto lo único que quería era ir a saludar a Sasuke, quien parecía muy metido en una discusión con su hermano como para siquiera notarlo.

—Cállate Itachi, me estás abochornando —exclamó Sasuke con un tono de sufridísimo dramatismo, mientras se apartaba de su hermano y por fin se adentraba a la instancia. Naruto sonrió para sus adentros, no sería Sasuke si no hiciera hasta de las cosas más simples algo absurdamente complejo.

Itachi se quedó parado en el arco mirando a Sasuke con azaro. La expresión de circunstancia en su rostro dejaba bien claro que nunca antes le habían acusado de abochornar a otra persona. Sasuke ya le había comentado que su hermano y él solían ser muy cercanos así que el hecho de que la acusación proviniese de su hermanito le debió haber dejado más que descolocado. Inconscientemente se inició a preparar para encontrarse con Sasuke, irguió su postura, se acomodó el suéter y se pasó la mano por sus alborotados cabellos. Pero cuando iba a dar un paso hacía el frente para acercarse a Sasuke, Itachi le agarró del brazo y lo giró hacía él.

—Sasuke —el mesurado tono de advertencia no pasó desapercibido. Naruto trató de desviar la mirada y pronto se dio cuenta que no era él único observando el intercambio.

Tratando se mantener una actitud relajada mientras el ambiente se tornaba un poco más serio, se giró a Haku y le dijo medio en broma —¿Vino a cuidarle?

—No creo que se quede, Fugaku-san está esperando afuera —le respondió Haku con simpleza. Naruto tragó en seco, el hermano de Sasuke no le daba muy buena espina, la fría amabilidad con la que lo trataba siempre conseguía ponerlo incomodo, no obstante, el padre de Sasuke era otro cuento, había visto el hombre en dos ocasiones, lo suficiente para tenerle miedo. Tenía una cara de yakuza que dejaría helado a cualquiera y el hecho de que tuviera permiso para portar siempre un arma no ayudaba a sus nervios.

Trató de tranquilizarse —Vaya q-que celosos —la voz le tembló un poquito al imaginarse al padre de Sasuke traspasando la puerta. Naruto no creía que fuera capaz de acercársele mucho a Sasuke en su presencia. En las dos ocasiones en las que coincidieron le dedicó una mirada tan pesada y acusadora que le hizo pensar que estaba esperando a que cometiera el más mínimo error.

Haku le miró con ternura, como si pudiera sentir su inseguridad. —No te preocupes —le dijo mientras le acariciaba el rostro con suavidad. Naruto trató de contagiarse de su aura cálida y segura—. No están aquí por ti.

—¿Ah no? —Parpadeó un par de veces un poco perplejo.

—Están aquí porque saben lo de Namizake-san —Haku se separó un tanto de él y luego volvió a acercarse— ¿es que no sabías que ya se enteraron? —Haku no esperó ni siquiera a que pudiera procesar sus palabras y continuó— Pasó hace unas semanas, creí que ya lo sabías, con eso de que ahora son inseparables.

Haku no dijo nada más, simplemente se dio la vuelta, se alejó y dejó que Kiba lo abrazara y le hiciera conversación. Naruto se quedó estático, estaba perplejo. No sabía que le había golpeado más duro, si las palabras de Haku o el tono amable y complaciente en el que lo había dicho. Había querido herirlo. Lo sabía porque había visto a Sasuke hacer eso un millón de veces, incluso en muchas de esas ocasiones él había sido el objetivo.

Salió de su ensimismamiento para ver a Sasuke de pie frente a él. Ahora llevaba encima la chaqueta de denim de su hermano, le quedaba un poco grande, lo suficiente para cubrir casi por completo su vestido. Naruto supuso que ese era el propósito.

—¿Estás bien? —le preguntó Sasuke con sigilo.

Naruto asintió con suavidad y en un arranque de posesividad lo abrazó con fuerza y acercó su rostro para besarlo sin importar que Itachi, su mamá y su abuelo estuvieran presentes. Sin embargo, sus labios no consiguieron alcanzar los de Sasuke, es más, por más fuerza que ejercía no podía seguir bajando la cabeza. Levantó la mirada con extrañeza y se topó con la mirada fría de Itachi a la vez que se dio cuenta de que le estaba reteniendo al empujar su mano contra su frente para evitar que besara a Sasuke.

—Están muy juntos, sepárense.

Naruto se separó de Sasuke con resignación. Sólo Dios sabría cual de sus pecados estaba pagando en ese momento.

—Ya hice lo que querías, ahora lárgate Itachi —el tono de voz de Sasuke no dejaba espacio para replicas y volvió a acercarse a él mientras lo abrazaba. Sasuke nunca había sido una persona cariñosa y generalmente nunca propiciaba el contacto físico, sino que lo toleraba, pero, Naruto sabía que Sasuke si que era aficionado a llevarle la contraría a los demás. Se dejó embargar de la presencia de Sasuke, el aroma cítrico de su shampoo y la delicada esencia a jabón que siempre desprendía su cuerpo, sin embargo, la mirada insistente de Itachi le hizo reconsiderar el posar sus manos sobre su cintura y apretarlo contra su pecho.

Notas finales:

¿Qué les pareció el capítulo?

A mí me gustó mucho hacerlo desde el punto de vista de Naru OuO disfruto mucho escirbir desde la perspectiva de Naruto porque aunque el también es una persona retrospectiva es más sincero que Sasuke y no está complicandolo todo.

No se preocupen por Haku y Sasuke que al fin sé como reconciliarlos, aunque no pude evitar que en mi cabeza sonara: Say someting I'm giving up on you, cada vez que estaban en la misma habitación.

Espero que les haya gustado, estuvo tan acidentado que siento que no me ha quedado del todo como quería, pero como me dijo una persona sabía, los proyectos no se acaban sino que se abandonan y ya quiero seguir escribiendo la historia y acabarla. Le estaba diciendo a Cintia que ya casi se acaba pero faltan varios giros argumentales. No sé cuanto me tome, porque el cumpleaños de Naruto lo tenía proyectado para el capítulo 18 y miren jajaja me explayé.

Por cierto he estado aprendiendo a hacer dibujo digital, ya puedo hacer cosas decentes y he estado haciendo dibujos de Lolita. Todavía no sé cómo publicarlos para enseñarselos. Tal vez en mi tumbrl, aún no sé, si tienen ideas me las dejan saber en los comentarios.

 

¿Chicos sabían que otra u otro KuranMikaode (pero así juntos)? Yo me di cuenta hace poco que entré a revisar la pagina porque ya nunca entro y me dio curiosidad y empecé a ver los suarios y busqué la k para encontrarme y vi otra Kuran Mikaode y ya hace años cuando inicié en Mundo Yaoi a leer fanfics alguien me confidió creo que con el/ella... Lo saco a colación porque desde hace rato quiero tener el mismo usser en FF net pero no puedo porque nos generaria el mismo url, esa persona no está activa así que si alguien le conoce que por fis me ceda el usuario ya llevo más de 7 años con este usser y quiero que sea uniforme~

 

Ahora si, nos leemos luego, un abrazo psicologico.

Realmente esperó que hayan disfrutado del capítulo, proximamente nos adentraremos del todo (AL FIN) en el escambroso noviazgo tan esperado, se han dado más de rogar que quien sabe qué jajaja.

No sin más,

Besos y ronroneos~

PD. Extrañaba mandarles besos y ronroneos~

PDD. Si quieren hablarme, el link a mi FB está en mi perfil si quieren agregarme y no les he aceptado la solicitud me mandan un mensaje por fa, es que soy muy decuidada con ello y ahora con la pandemia es que uso más mi FB.

PDD. Los amo <tres


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