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El aniversario de mis sueños [VKook]. por Neverislate

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Notas del capitulo:

Y bueno, este capítulo está narrado desde el punto de vista de Taehyung, al igual que el anterior.

¡Espero que lo disfruten!

A los minutos más tarde, el vehículo se detuvo y la curiosidad de mi novio claramente aumentó en demasía. Movía la cabeza de un lado a otro en señal de desorientación y buscaba mi mano como si del aire se tratase. Proseguí por bajarme primero del auto y le di la vuelta a este, abriendo la puerta junto a mi novio. Sujeté su mano y lo ayudé a bajar de manera cuidadosa, quería que se sintiera seguro a mi lado, quería que supiera que al estar conmigo nada malo le ocurriría.


 


Me encontré rodeando su cintura con los brazos y mis dedos yacían entrelazados sobre su abdomen mientras yo, estando detrás de él y con el mentón sobre su hombro, lo iba guiando hasta la playa. Se escuchaban las olas y la fresca brisa nos golpeaba sutilmente el rostro. Era una playa bastante apartada de la ciudad, a decir verdad y esta disponía de varias cabañas de veraneo, todas muy distantes entre sí. Me pareció que sería el lugar perfecto para celebrar nuestro primer año juntos siendo que fue en esa misma playa donde le pedí que fuera mi novio; era un lugar especial, nuestro lugar especial. Cuando llegamos a la orilla, tal vez un metro antes de tocar el agua, susurré sobre su oído a la par que brindaba caricias a su abdomen.


 


— ¿Lo puedes sentir? ¿Ya imaginas en qué lugar estamos, bebé?


 


— Esa brisa... —De pronto pude oír su susurro y sonreí como un bobo.


 


— Te dejaré ver, mi vida. —Dicho eso, mis manos subieron a la cabeza de mi pareja y comencé a desatar cuidadosamente el nudo de su venda, quitándola en su totalidad. Después de guardar el trozo de tela en mi bolsillo, mis brazos volvieron a su cintura—. ¿Y... qué te parece?


 


— Es... simplemente maravilloso, hyung. ¡Eres el mejor! —Exclamó con emoción y giró estando aún entre mis brazos. Pude ver aquel hermoso brillo en sus oscuros ojos y la amplia sonrisa que dejaba a la vista su dentadura blanca perfecta. Alegremente, rodeó mi cuello con sus brazos y finalmente me besó en los labios. Fue un beso increíble, casi tan magnífico como el primero que le di y no tardé ni un segundo en corresponder.


 


Permanecimos totalmente unidos, besándonos en aquel lugar tan importante para nosotros y lentamente fuimos intensificando el acto. Mis labios se movían sobre los de él y mis manos fueron bajando hasta su espalda baja, aferrándome a esta de manera posesiva.


 


Ya estaba anocheciendo; llegamos justo para ver el atardecer, como lo había planeado. Mis manos bajaron hasta sus muslos y lo levanté, pues no quería deshacer el beso mientras lo guiaba a la acogedora cabaña que se encontraba a unos cuantos metros tras nosotros. El beso cada vez era más profundo y más delicioso. Sus labios me enloquecían, más de lo que ya estaba.


 


Ni siquiera recuerdo cómo fue que llegamos a la habitación sin chocar con nada. Fue en un abrir y cerrar de ojos cuando ya me hallé sobre su cuerpo, en la cama. Acaricié sus costados con lentitud mientras mis labios trazaban un camino de besos hasta su cuello, al que me dediqué en atender. Lentamente le fui quitando la camisa y continué haciendo lo mismo con la mía. Su cuerpo me tentaba, era demasiado hermoso.


 


Mucho tiempo había esperado por este momento, pero quería que fuera especial. Después de todo, sería nuestra primera vez. Mis manos se controlaban solas, mi cuerpo entero lo hacía y no lo culpo... ¿Quién podría resistirse ante tanta belleza? Lo tenía ahí, casi desnudo y jadeante, sólo para mí en donde nadie podría salvarlo de mis lujuriosos deseos. En realidad, esto no era parte del plan o tal vez sí... pero no pensaba que resultaría, me sentía nervioso y el temblor en mis manos lo demostraban. No podía creer que esto estaba sucediendo. ¿Acaso era un sueño? Debía de ser un sueño... Pero no, era real. Él estaba ahí para mí y lucía casi tan ansioso como yo. Me estaba haciendo enloquecer.


 


Al final, ambos nos encontramos completamente desnudos y mi lengua delineó su clavícula mientras mis inexpertas manos bajaban a su hombría. Lo tomé dentro de mi puño y sin lastimarlo, comencé un vaivén que provocó que suaves gemidos escaparan de la boca de mi amado. Escucharlo era como música para mis oídos, me encanta.


 


— Tae-Taehyung... —De pronto escuché mi nombre ser susurrado por sus labios, aunque no me detuve.


 


— ¿Qué... qué sucede, bebé? —Conseguí susurrar, acelerando los movimientos que mi mano ejercía.


 


— Na-nada... —Un rubor se mantenía en sus mejillas y habló entre jadeos, aferrándose a mi espalda mientras me abrazaba con fuerza. Lucía hermoso.


 


Sus gemidos continuaban siendo en un volumen muy bajo y no tardé en meterme entre sus piernas luego de haberlas separado con mi mano libre. Acaricié sus muslos múltiples veces, hasta que acerqué tres de mis dedos a su boca. Me miró algo extrañado y diablos, había olvidado lo inocente que era; él me encanta. Fue por ello que le ordené qué hacer.


 


— Lámelos, bebé.


 


De inmediato obedeció a mis palabras y la imagen, Dios, era magnífica, él era magnífico. Con cuidado introduje el dedo índice en su estrecha entrada y el dolor que le causó se vio reflejado en su rostro, además de que clavó las uñas en mi espalda. Un gemido se le escapó.


 


— ¿Quieres que me detenga? —De pronto susurré en su oído, manteniendo el dedo quieto dentro de él.


 


— N-no... Siga... —Su voz jadeante me convenció y sin que lo dijera dos veces, comencé un lento vaivén con mi dedo. A los segundos introduje un segundo dedo y un grito ahogado salió del menor, al mismo tiempo que apretaba los ojos con fuerza y seguía rasguñando mi espalda—. ¡Ah! E-eso duele...


 


— ¿Continúo? —Cuestioné algo dudoso, sabía que la sensación era incómoda para mi novio y como veía, también era dolorosa. Lo único que deseaba era que lo disfrute, pero ambos sabíamos que la primera vez sería dolorosa.


 


— Co-continúe... —Apenas hablaba y eso lo hacía ver aún más adorable de lo que ya era. Obedecí y moví mis dedos dentro de él formando una especie de tijeras, en un intento de dilatar su estrecha entrada. Repetí la acción después de meter un tercer dedo y cuando mi amado ya se había acostumbrado a estos, los retiré.


 


— ¿Estás listo, mi amor? —Susurré en su oído mientras llevaba la mano a mi erecto miembro, rozando este con la intimidad de Kook. Aunque mientras esperaba por su respuesta, estiré uno de mis brazos hacia el mueble que había junto a la cama. Ya antes había estado en la cabaña en realidad, pues con Jimin llevamos las cosas que Kook y yo necesitaríamos durante el tiempo que estaríamos allí. Y yo había guardado el lubricante en ese mueble. Si es que llegásemos a necesitarlo, estaría a nuestro alcance. Ahora tenía la el envase en mis manos y puse un poco del lubricante en mi mano para luego comenzar a llenar mi erección con la sustancia.


 


— Es... Es mi primera vez, hyung... —Murmuró con timidez, manteniendo el color carmín en sus mejillas—. Sea cuidadoso, por favor...


 


— Haré que sea inolvidable, cariño. —Quedé totalmente enternecido al escuchar su respuesta y luego de volver a llevar la punta de mi miembro a su entrada, empujé sólo un poco hasta conseguir meter sólo mi glande en su interior.


 


— ¡Ah~! ¡Taehyung! —Exclamó en un alto volumen y arqueó la espalda mientras unas cuantas lágrimas caían de sus ojos. Me preocupé, eso claro está, pero sabía que era normal. Así que me mantuve quieto, esperando a que se acostumbrara a mi tamaño. Lo que menos quería era desgarrarlo, me esforcé en contenerme. Pero diablos, no había nada mejor que sentir la estrecha y caliente entrada de Jungkook alrededor de mi miembro. Sólo deseaba entrar en él completamente. El deseo de embestirlo con rudeza me estaba enloqueciendo.


 


— Calma, bebé. Respira... Haré que se vaya el dolor. —Dichas estas palabras, brindé un tierno beso a sus labios y tomé sus manos, dejándolas a cada lado de su cabeza al mismo tiempo que entrelazaba nuestros dedos. Dejé pasar un rato y volví a empujar un poco. Realicé lentos movimientos para poder adentrarme más en él, aunque sólo llegué a la mitad. Me estaba costando demasiado entrar en él completamente, por un momento temí que no lo conseguiría.


 


— Du-duele mucho... —Esta vez no gritó, pero sabía que estaba aguantando el dolor que le causaba. Finalmente, no pude contenerme más e introduje todo mi miembro en él de una sola vez. Él gimió en un volumen sumamente alto y apretó mis manos que aún le aprisionaban en la cama mientras que mantenía los ojos cerrados con fuerza. Volví a esperar a que se acostumbrara a mi tamaño durante unos segundos y no pude evitar lamerme los labios de forma deseosa ante lo siguiente que escuché. Sólo escucharlo me excitó todavía más de lo que estaba y sonreí—. Hyung... Muévase...


 


Esas simples palabras fueron órdenes para mí y no tardé en obedecer. Lentamente comencé a embestirlo y sus gemidos se fueron haciendo más audibles. Pero después todo cambió. Él comenzó a rogarme por más, estaba sucumbido en el placer al igual que yo. Mis movimientos se volvieron más veloces y las embestidas eran con mayor profundidad, provocando gritos de placer de parte de mi novio.


 


— ¡Ah! ¡Taehyung! ¡Sigue! —Jamás imaginé escucharlo así, aunque hasta en ese momento seguía luciendo inocente. Su cuerpo era exquisito, cómo negarlo y su cuello me tentaba nuevamente, así que volví a atenderlo. Dejé varias marcas en su blanquecina piel y unas cuantas lamidas como si con ello me disculpara. Cabe decir que la profundidad de mis embestidas nunca disminuyó. Parecía que me esforzaba por llegar todavía más adentro, pero no lo conseguía. Mis testículos golpeaban contra él cada vez que lo penetraba y la velocidad de mi vaivén fue incrementando juntos con los gemidos de Jungkook y mis jadeos.


 


— Gime mi nombre, otra vez. —Ya lo había escuchado antes, pero quería que se repitiera. Amé escuchar mi nombre en sus labios de aquella manera y por esa razón, lo penetré de una forma más brusca. No lo podía evitar. Anhelaba ser brusco con él, pero aún así tenía algo de miedo. ¿Sería demasiado para él? Era su primera vez de todas maneras, debía ser cuidadoso. ¡Pero diablos! Era casi imposible controlarse.


 


— ¡Taehyung! ¡Ah! Que... Que rico. —Sonreí como un bobo cuando escuché sus gemidos y más porque mi novio se había corrido en el estómago de ambos, provocando que sus mejillas volvieran a tornarse rosas. No había nada mejor, gimió mi nombre mientras llegaba a su orgasmo. Era el maldito paraíso.


 


— Te amo, bebé. —Dije en su oído al sentir que yo también llegaba al orgasmo, el cosquilleo incrementando en mi virilidad me lo anunciaba. Por ello aumenté la velocidad en cada embestida y al cabo de unos segundos me corrí en su interior, liberando un suave gemido sobre su oreja, el cual llevaba su nombre. Esta fue la mejor noche de mi vida.


 


— Y yo te amo a ti, hyung... —Luego de escucharlo, caí cuidadosamente sobre él y me salí de su interior. Creo que nunca antes me había sentido más exhausto, pero había valido la pena. Permanecimos acurrucados en la cama, sólo mirándonos y sonriendo, brindándonos suaves caricias mientras nuestras respiraciones se normalizaban. Al final, cuando noté que mi bebé se había quedado dormido con el paso de los minutos, cubrí ambos cuerpos con las mantas. Concluí por también dormirme, aunque no sin antes dejar un beso dulce sobre sus labios estando aferrado a él. Sin duda, fue el aniversario de mis sueños.

Notas finales:

THE END

 

Y aquí se termina. Espero que les haya gustado. Este es el primer fanfic que escribo y bueno, escriban sus comentarios, por favor. Me gustaría saber qué opinan y así motivarme a escribir más historias. 

Los quiero<3.


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