Eran las 9:00 am. Y en el Parque se encontraban un grupo de chicos jugando baseball, entre ellos los que más se destacaban eran el peli verde de mirada maliciosa, el rubio elegante y bien portado, el moreno de larga nariz y el pelinegro de de simpática sonrisa; Zoro y Sanji estaban en el mismo equipo, mientras que Luffy y Usop estaban en el contrario, corrían energéticos sobre el campo, tratando de atrapar la pelota o desplazándose sobre las bases. En un intento de atrapar la pelota el rubio termino cayendo de golpe al suelo, tras el accidente, el moreno peli verde se ofreció a llevarlo a la banca, pues el chico no podía caminar muy bien por el momento. Una vez estando allí.
-Te dije que si no te sentías bien no era necesario que vinieras, vez como acabaste- Se quejaba el moreno
- No es nada, solo no calcule la distancia eso es todo – Respondió “ Aun me da vueltas la cabeza” pensó
-Bueno, volveré al juego si necesitas algo me avisas- Se despidió
-Espera… - Pidió el chico, que se encontraba cabizbajo, estaba apenado por lo que iba a decir, tenía muchas dudas, no sabía que había ocurrido esa noche y si había dicho lo que sentía, si le había sacado las respuestas a esas preguntas, quería volver a preguntar, quería una respuesta – Z…Zoro… a…a… a t… ti-
-Dilo de una vez, que quieres?-
-A ti te gusta Luffy?- Sanji estaba rojo de preguntar algo como eso, además tenía miedo de la respuesta, quería escuchar la negación salir de aquella boca aunque, no sabía porque preguntaba eso si la respuesta era tan obvia he imposible de tapar, aquella respuesta que anhelaba por más lejana que pareciera era una de las pocas esperanzas para seguir aferrándose a él.
-Pero que pregunta es esa?- Dijo y salió a paso rápido
-Espe… ouch- Quería verlo a la cara, una respuesta aunque no fuera con palabras, pero su pie izquierdo le impedía ir tras él, estaba rojo de la ira y la vergüenza, nunca antes había experimentado ese tipo de emociones revueltas no se quedaría así, ya había pronunciado aquello y le sacaría la respuesta como fuera; así que se puso a mover su pie para que se le pasara el dolor del golpe.
- Como se encuentra Sanji?- Dijo Usop
-Está bien no te preocupes- Contesto
-Zoro! Es nuestro turno de batear!- Dijo Luffy
Ambos equipos cambiaron puestos, mientras el peli verde estaba centrado en sus pensamientos, recordaba aquellos momentos con Luffy “Que si me gusta? Soy tan obvio supongo para que el cocinero se dé cuenta, porque me preguntaría eso? Para qué? Que si me gusta? Porque me enamore de el? que fue? Su sonrisa? Sus ojos? Su forma de ser? No lo sé, no sé cómo empezó todo, pero lo único que me queda claro es que lo quiero bastante, y amo todo sus ser, si lo tuviera entre mis brazos me volvería loco, sería una bestia haciéndolo mío, estar cerca del despierta mi instinto salvaje, no sé qué tiene que me provoca eso, me lo he imaginado miles de veces y la verdad no puedo con la idea de verlo a él, alguien tan inocente cometiendo semejante acto tan pecaminoso”
-Cuidado!- exclamaron sus compañeros pero escucho demasiado tarde, el peli verde termino en el suelo encima del causante de sus lujubres pensamientos.
-Zowo, pesas… no puedo respirar…- Se quejo Luffy, quien se encontraba jadeante por la falta de oxigeno, corría hacia la tercera base pero no se fijo que Zoro estaba enfrente, tanto correr y con el peso de su amigo encima lo estaban sofocando demasiado, sentía que en cualquier momento se desmayaría.
-Lo siento, te encuentras bien?- Dijo, iba a quitarse cuando quedo inmóvil, aquel rostro, todo, era similar a sus pensamientos, sentía que no podía mas tenía unas ganas incontrolables de tirársele encima y hacerle miles de cosas, con las que soñaba hacerle, pero tenía que desistir, la situación no se prestaba para eso. Sus compañeros los ayudaron a levantarlos.
Ya avía acabado el partido, cada quien había ganado su rumbo por las obligaciones, a excepción del cocinero y el espadachín.
-Te gusta cierto-Dijo secamente el rubio
-A que viene esa pregunta a todo esto?! …- Replico, para después respirar profundamente y decir –Hire por agua, tienes sed para traerte-
- No evadas el tema! Y mírame a la cara demonios!- Exclamo, esto hizo que el moreno volteara –Ni sé por qué rayos te pregunto!… si la respuesta es tan obvia, pero soy tan terco que no la quiero aceptar… aunque trates de negarlo, se bien que lo… quieres. Además, en qué demonios estabas pensando espadachín pervertido de mierda!!- Dijo enfurecido
-Qué?! – Gruño
- Maldito pervertido, se puede saber en que estabas pensando?!, lo vi todo, cuando te levantaste, aunque lo intentaste disimular a mi no me engañas! Estabas excitado verdad?! Dime que tanto pensaste en hacerle?! Que tanto fantaseaste en ese momento, eh?! Estás loco! Acaso planeabas correrte enfrente de Luffy?!!- Estallo Sanji, Cada palabra la desea con vergüenza, tristeza y rabia
-Que?- Venirse enfrente de Luffy, eso le cayó como un puñetazo al hígado –Sanji en primera no es lo que parece, y ahora mismo quiero que me expliques todo esto- Dijo
-Y porque debería?! Jodete maldito hombre de mierda!!- Escupió las palabras con rabia a la vez que le daba la espalda para salir corriendo de allí, quería poner todo en orden de una vez, pero tanto le dolía que estaba a un paso del llanto y su orgullo no se lo permitió, no quería verse derrotado ante los pies de él; había pensado en cosas aun peor, que tal si le humillaba por haberse enamorado de él, de su rival? No le daría ese gusto. Se alejo a pesar de los gritos del otro.
Maldición! Que tantas calamidades dice! – Grito el peli verde sobándose el seño, hasta que escucho su celular sonar, estaba algo inquieto por las palabras del rubio que quería desquitarse con quien fuese… pero respiro hondo y se calmo, no debía perder la calma, no quería decir algo de lo que después se arrepintiese, vio quien era el que lo llamaba y al ver el nombre de Luffy en el celular contesto inmediatamente – Hola Luffy, sucede algo?-
-Hola Zoro… - Se escuchaba del otro lado de la línea, esa voz tan dulce lo tranquilizaba -Zoro… yo… quiero decirte algo pero… no sé como lo tomes, eres uno de mis mejores amigos y … no se qué hacer… - Decía, el corazón del moreno comenzó a latir con más fuerza, si no se equivocaba Luffy sonaba nervioso y ansioso.
-De acuerdo, si tienes que decirme algo iré para hablar, si te parece, claro-
-Por supuesto, acabo de salir de la guardería, si quieres nos podemos ver en el parque que está en la calle Hikari – Contesto
-Muy bien iré para allá, nos vemos- Colgó y salió en marcha, que le quería decir Luffy porque estaba así de ansioso, quería llegar lo más rápido posible, y así fue llego en menos de media hora, camino a paso veloz pues estaba desesperado en llegar, una vez en aquel sitio, vio a Luffy sentado en una banca de dicho parque.
-Yo- Saludo Zoro
-Zoro me alegra verte – Dijo sonriente, Zoro se sentó al lado de Luffy
- Bueno que me querías decir- Pregunto
-Bueno veras… yo… no sé como decírtelo, pero, no… no se- Dijo tapando su cara con sus manos, se ponía rojo de la vergüenza
-Que sucede, anda dime, sabes que puedes confiar en mí- Dijo
- Me… M… Me gu… - Procesaba torpemente
- jeje a ese paso pareces cabra – Rio el moreno
- Zoro!- Dijo el pequeño dándole de ligeros golpes al chico delante de el
-Perdón, perdón, ignórame, puedes seguir- Dijo
- Bueno – Dijo Luffy volviendo a su postura de ase segundos – Pensé en contárselo a Usop pero… creí que sería mejor si te lo decía a ti- Tomo aire y prosiguió – Zoro… que piensas… acerca de si yo me enamorara de un chico?- Expulso
Zoro quedo ondeado con la pregunta – Que… si te gusta… un, chico? –
-Ah! Lo siento, no debí decírtelo, lamento haberte quitado tiempo – Dijo poniéndose de pie haciendo una leve reverencia en señal de disculpa, al darse vuelta fue sujetado del brazo.
-Espera, que acabas de decir- estaba tan esperanzado de que Luffy sintiera algo por él y por fin estuviera abriendo sus sentimientos, pero al mismo tiempo, sentía un gran temor de que no fuera el al que le entregaría su corazón – Vamos dímelo, confía en mí- lo sentó nuevamente en la banca.
- No te da repugnancia saber que me gusta un hombre?- Pregunto
-Para nada – Negó con la cabeza – Al contrario, en estos casos es cuando se que mas necesitas que te escuchen, y el amor es el amor no importa si es un hombre o una mujer, lo que cuenta es que lo ames con todo tu ser- No bromeaba, quería hacerle saber que lo apoyaba, aunque no lo eligiese a él, que él solo pensarlo lo hería mas.
- Gracias, Zoro… es un chico que conocí, hace ya tiempo… su nombre es Trafalgar Law, no sé si lo conozcas, aunque yo lo llamo Torao, jeje- Soltó la bomba
-Ah, vaya… no, nunca lo he visto… - Dijo, sentía que el aire le faltaba, algo dentro de él se había roto en mil pedazos, el llanto lo llamaba.
- Es un buen tipo, está en la misma escuela que nosotros, deberías conocerlo es muy divertido, aunque a veces es demasiado frio, pero igual… me gusta- Dijo con gran alegría
-Que bien…- Dijo el peli verde ´´Me gusta¨esa palabra resonaba en su cabeza, nunca creyó que el dijera esas palabras tan importantes para él, palabras que anhelaba escuchar y que ahora esas mismas eran dirigidas a un completo extraño, se sentía como un niño al cual le robaban la atención, el cariño de su madre; sentía que le habían robado.
-Aunque… muchas chicas se le insinúan y eso, no sé si me molesta- Dijo mirando al suelo
-Como que no lo sabes?!- Exclamo, era evidente que se sentía dolido, bofeteado, al borde del colapso; pero la lógica tan irracional de Luffy siempre lo desconcertaba – Luffy, es lógico, cuando te gusta una persona solo quieres que tenga ojos para ti, sonara muy egoísta pero así es-
-Quizás…- Dijo
- Dime una cosa, ya… ya le dijiste de tus sentimientos?- Pregunto
-Si-
-Que te dijo-
-Solo me dijo que quería que quedáramos como amigos- dijo desilusionado
-Porque dices que lo quieres?-
- Todavía estoy confundido… pero es justo como dices, solo quiero que me vea a mí, aunque es inútil; sabía que si le confesaba lo que sentía se alejaría de mi, pero aun a sabiendas de eso tome ese riesgo… lo deseo para mi, eran tanto los celos y pensé en mejor actuar, decir lo que sentía antes de que me arrepintiera; tenia, no mejor dicho tengo miedo de que llegue alguien y lo aleje de mí, no quiero, no quiero… - Decía a la vez que se encogía de hombros e inevitablemente su voz sonaba quebrada acompañada de unas leves lagrimas que llevaban su frustración - Zoro… no se qué hacer… desde ese día se comporta más distante, temo que un día me diga que le doy asco, que lo deje en paz… pero, yo también no estaba seguro! Nunca he sentido algo parecido, nunca creí que llegaría al menos no tan pronto y menos de esta manera! – Decía cubriéndose el rostro dejando caer la impotencia que traía, Zoro no sabía qué hacer; él nunca ha sido bueno para dar concejos y menos animando a las personas, era demasiado negativo a su manera.
-Tranquilízate, respira lento- Trataba de calmarlo y por instinto lo abrazo, no estaba seguro de lo que hacía, y en un intento de tranquilizar a ambos, decidió decir lo que realmente sentía sin dañar la amistad que tenían – Luffy, no soy bueno en eso de ser soñador, de creer, de ilusionarme; al contrario soy una persona nada expresiva, pero no es que sea frio, sino… que no sé cómo reaccionar ante una situación, seque es un gran defecto pero escucha. Si la vida me ha dejado algo muy claro, y déjame decirte que con lo terco y necio que soy ,a golpes me ha hecho abrir los ojos. No te quedes con el deseo de hacer algo, pues te arrepentirás, la vida te lo pone en bandeja de plata ya es tu decisión si lo tomas o te esperas; pero yo con lo orgulloso que soy decidí esperar, y al final la vida misma… no, no me lo quito, nunca fue mío… decidió ponerlo en la mesa de alguien mas- Decía amargamente – Te arrepientes de haberle confesado tus sentimientos?-
- No, no me arrepiento- Dijo entre los brazos de su amigo
- Entonces es un buen indicio, mientras no te arrepientas todo está bien… ahora que te has impulsado para adelante, sigue avanzando y no dejes que nadie te detenga, porque quizás una vez que retrocedas te arrepentirás; te lo digo por experiencia – No pudo evitar derramar una lagrima, y al notarla la quito inmediatamente de su rostro, no quería que sus lagrimas lo delataran, siempre avía aparentado ser la persona fuerte que no se doblega ante nadie, no quería parecer débil, pues llevaba el papel de quien confortaba al causante de su dolor, que al igual que el sufrían por amor; si se echaba a chillar, que lograrían dos adultos llorones? Seria patético, pensaba. Luffy no entendía exactamente lo que trataba de decirle su amigo, solo se aferro mas a los brazos de él desahogando todo lo que sentía.
Mientras tanto en la residencia de Portgrass. En aquella habitación que fue ocupada hace días, se encontraba el pequeño demonio observando una caja que se encontraba arriba de la mesa “Ace, no quiero que vuelvas a involucrarte con ese tipo de nuevo, lo que tuvieron en el pasado se quedo allí, por favor no cometas algo de lo que te arrepentirás” estaba angustiado.
Flashback
En la mañana, Ace salía del baño, vestía unos pantalones negros, tenis negros con blanco, y una camisa de tres cuartos celeste con una franja blanca en el pecho, tenía una toalla entre el cuello pues todavía tenía el pelo mojado, una vez salió se puso a acomodar lo poco que había traído, al abrir el armario, sacaba cosas que tenía bastante sin ver, parecía un niño pequeño feliz de encontrar algo preciado que se le había perdido. Al esculcar encontró una vieja caja de regalo, no recordaba que había envuelto, si lo iba a regalar o se lo regalaron.
-Mira Sasha lo que encontré- Dijo alegre
-Ace, creo que deberías dejar eso donde estaba no lo abras… las cosas del pasado se quedan en el olvido… olvida que viste eso y déjalo donde estaba- Dijo alterado
-Vamos que malo puede pasar? Me pregunto que habrá dentro?- Decía agitando lentamente la caja, la puso sobre la pequeña mesa y cuidadosamente la abrió, hubo un largo silencio en la habitación, Ace se quedo quieto mirando el contenido de la caja, que aun permanecía dentro de esta, estaba serio, tenía la sensación de haberlo visto en alguna parte, así que decidió sacarlo, Sasha solo lo miraba preocupado, al sacarlo por completo, vio que era una especie de joyero o caja, mediría unos 25 cm. Aproximadamente de color celeste con bordes plateados, era hermosa aquella caja, al abrirla vio que en la tapa, había un espejo y por el borde inferior estaba pintado un paisaje a cada lado venia una bailarina, y en el centro un espejo más pequeño, curioso puso las bailarinas en el centro del espejo pequeño estas se unieron, al parecer debajo había imán, parecía ser una caja musical, divertido ante la idea dio vueltas a la palanca y al sonar la melodía las bailarinas daban vueltas giraban creando un circulo entre ellas era muy hermoso, pero Ace quedo impactado, puso la caja en la mesa.
-Ace?- Pregunto Sasha
-Sasha, dime… yo esta caja la iba a regalar no es así? Porque no la entregue? Tu sabes, verdad. Dime que paso… - Dijo serio, pero Sasha permaneció en silencio; mientras Ace interior mente trataba de encontrar el porqué, tenía una extraña sensación, ansiedad, miedo; a la vez sentía que se arrepentiría de saberlo; y ante eso un punzante dolor de cabeza le vino, se apoyo de una silla pues casi cae al suelo.
-Realmente quieres saberlo?- Pregunto
-No estoy seguro del todo, tengo miedo de la verdad… aunque siempre lo sospeche, desde que me fui, esto tiene que ver con mis padres, cierto?- Dijo Ace, Sasha solo callo – Lo sabía, siempre quise preguntarle a ellos que sucedió exactamente ese día, pero me era imposible estando tan lejos, sabes cómo soy las cosas se dicen de frente, no es así? No te preocupes arreglare esta situación tan desagradable- Dijo para después salir de la habitación.
Fin del Flash Back*
Entre tanto en el Café…
-Ace-Kun puedes llevar este té a la mesa cuatro por favor- Decía una chica peli rosa de ojos celestes como el agua.
-Pero claro que si- Respondió sonriendo
- Jiji, no nos equivocamos al decir que ese traje te queda genial, espero no te moleste que sea yo quien cocine – Decía la chica
-Para nada Hirahoshi, hoy no ha habido mucho movimiento así que con que uno de los dos cocine, está bien- Dijo
-Gracias por cubrirme ayer, no me sentía bien, solo necesitaba descansar –
-no te preocupes- Dijo a la vez que se fuia con el pedido, ya era tarde y como era Domingo faltaba poco paraqué el Café cerrara.
- Aquí esta su pedido, mi señor – Dijo, dejando un vaso de té en la mesa que le indicaron, en un tono amable y alegre, el cliente era un chico como de su edad, de piel coral, ojos negros profundo y pelo castaño, corto y con una larga cresta de copete.
- …Ace? – Pronuncio
Tras escuchar aquello presto más atención al joven, pudo reconocer algo en él, no sabía muy bien, pero sin duda ya se conocían; inclino un poco la bandeja tratando de cubrir su rostro, haciendo una leve reverencia en señal de retirarse, pero el muchacho lo llamo – Por… por favor, no te vayas – Pidió – Tenemos que hablar, es urgente- Ante estas palabras, Ace se detuvo y dio media vuelta dirigiéndose hacia él, con la cabeza un poco agachada. – Eres Ace, verdad… que alegría!- Después de esto, lo abrazo fuertemente, con un sentimiento profundo
-Eres Tatch?- Pregunto Ace
-Claro que soy yo! Pero mírate cuanto has crecido!- Decía llorando, Ace no comprendía realmente que sucedía – Trabajas aquí?- Pregunto
-Así es- Afirmo
-Entonces no puedo interrumpirte, pero tenemos que hablar inmediatamente… hoy, cuando salgas, te parece?-
-De acuerdo- “Porque se comporta de esta manera? O Dios que habrá hecho mi padre o mi madre para que este así; porque me tiene que suceder esto? Solo espero de no enterarme de algo que no es a su tiempo nuevamente… ahora que quería preguntarle a mi madre sobre antes de que me fuera, que sucedió durante todo este tiempo? Recuerdo que Tatch era uno de mis mejores amigos, comprendo que sea normal que uno se emocione al ver de nuevo a una persona, pero que el reaccionara de esa manera realmente me sorprendió, pues no es de ese tipo de persona, que se expresa de esa manera… Tranquilo, Ace. Solo responde a lo que pregunte y ponle unas limitantes, así será mejor, no tendrás que enterarte de algo que no era a su momento. Pero de algo estoy seguro, de que los secretos entre mi familia y yo hoy mismo se resuelven” pensaba, el pobre sentía frio, tenía miedo de que algo saliera mal, no comprendía porque tanto misterio en las acciones de sus padres. Por un momento sintió que sus pies le traicionaban casi cayendo al suelo, un viejo recuerdo, vago pero fuerte llego a él. Entro a la cocina y se sostuvo de la pared y agarraba aire, “Creí que ya lo había superado… por dios Ace que sucede? Eso quedo en el pasado, un acontecimiento que no vale la pena ser recordado, solo me causo mucho sufrimiento, llevar esa carga tan pesada desde ese día, incluso hasta hoy. Por favor… no mas… no mas recuerdos dolorosos… de haber sabido que no lo podría superar preferiría no recordar nada, ni mi propio nombre!” Se encontraba aterrado.
-Ace-san te encuentras bien?- Pregunto la peli rosa
- No te preocupes Hirahoshi- decía tomando aire – esto no es nada, no podemos distraernos ay mucho trabajo que hacer, así que manos a la obra! – Dijo poniéndose de pie, respiro hondo y sonrió.
-Vale…- Hirahoshi sabía que el pobre se encontraba nervioso, pero solo pudo esperar a que todo se resolviera.