Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Notas Carmesi por Hando Kurai Tamashi

[Reviews - 37]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Ohayooo!!! Como estan? jeje bueno aqui les dejo Cap. como siempre cada 15 dias jeje xD
Y bueno, este lo hice yop n.n , Asis-san esta bien cansada todabia jaja owo de hecho hemos estasdo haciendo muchas cosas, ultimamente nos ha ido muy pesado pero ni modo a seguirle como dicen ;D

jeje ok A leer!

Era tarde y tres chicos se encontraban caminando por el centro de la ruidosa ciudad

 

-Ya esta demasiado oscuro…- Dijo el pelinegro de los chicos mirando la hora en el celular – Vaya ya son las 10:00 – Dijo algo desanimado

 

-Jaja realmente es tarde- Suspiro el chico de cascada de lava que tenia por cabellera

 

-Bueno si no hay mas será mejor retirarnos- Dijo el chico rubio a lo que los dos restantes asintieron

 

-¿Puedo acompañarte Ace?- Dijeron ambos chicos al pelinegro al mismo tiempo cosa que hizo que se mirasen mutuamente, a la vez que se reían ante la repentina coincidencia

 

-Descuiden, no es necesario…- Negó la petición a la vez que daba vuelta – Sera mejor así; nos vemos mañana- Avanzo y los chicos le despidieron

 

-Bueno entonces hasta mañana Marco-san -  Dijo el oji verde alzando la mano

 

-Hasta mañana Ozz-kun – Devolvió el rubio, y sin más agarraron rumbos diferentes…

 

                Era de mañana en la ciudad, la cual se encontraba tranquila dado a que era Sábado, día en que la mayoría de las personas dedica para levantarse un poco más tarde. Pero ese no era el caso para quienes atendían el café, levantarse temprano tenían que hacer.

 

-¿Ace-san que tal el movimiento?- Pregunto una chica de verde cabellera

 

-Pues a decir verdad no es mucho, pero… es más que de costumbre- Dijo pensando el pelinegro –Creo que necesitan ayuda con las entregas, ¿no?- Dijo tomando dos bandejas destinadas para sus respectivos clientes

 

-Jeje la verdad si- Contesto Kaimi

 

-Bueno entregare estos- Dijo saliendo de allí el chico; si, la verdad era que el café había agarrado cierta popularidad en la ciudad, el local estaba por las nubes.

 

                Cambiando un poco el escenario, dos chicos se encontraban en una pequeña plaza en el centro de la ciudad

 

-Buenos días Bartolomeo-san – Dijo de manera suave y tentativa un chico de rubia cabellera

 

-Buenos días Candevish-san – Devolvió el peli verde

 

-Me alegra que vinieras- Dijo Candevish con una sonrisa traviesa, no se podía expresar mas felicidad de la que su rostro mostraba, se acerco rápido y elegante junto al chico de pincirs, el cual se sentó exageradamente en la esquina de aquella banca, dejándole al rubio un espacio para que sentara, pero aquel área era más de lo que era requerido, dejándole practicante toda la banca al rubio, alejándose, como queriendo no estar cerca, sin querer rozarlo, ni respirar el mismo aire, el cual suponía estaba lleno de feromonas, bueno eso le parecía estando al lado del rubio, al parecer el aire que le rodeaba tenía pinta rara.

 

-¿Que sucede?- Pregunto con una sonrisa ladina, que indicaba que la pregunta salía sobrando, el ya lo sabía perfectamente

 

-N…No es nada…- Dijo tímidamente el peli verde girando su rostro a otro lado

 

-Oh – Dijo divertido – ¿Te había dicho que me encantan tus ojos?-

 

-¡¿Eh?!- No pudo evitar aquella expresión que salió sola, por instinto; acto que hizo que el rubio riera levemente con aquella sonrisa perfecta que poseía, sacada de algún comercial.

 

-Que dulce eres- Susurro al oído del otro, que al estremecerse y al no haber más pedazo de banca… termino cayendo al suelo, en su intento desesperado de alejarse

 

-¿Te encuentras bien Bartolomeo-san?- Pregunto el rubio poniéndose inmediatamente de pie ofreciendo su mano de ayuda

 

-Yo… este…- No sabía qué hacer  decir, lo único que sabía era que aquel chico le hacía comportarse de una manera para nada normal en el, cosa que le confundía

 

-Vamos no seas terco- Dijo tomándole del brazo sin aviso previo, levantándole, y una vez de pie le rodeo con los brazos por la cintura, cortando todo rastro de distancia entre ellos

 

-¡¿Que haces?!- Dijo ante la impresión, todavía no dirigía el hecho de su comportamiento tan tímido ante el rubio y este parecía hacer lo que se le antojase

 

-Solo quiero estar cerca de ti, ¿acaso hago mal?- Dijo al oído del peli verde, que se le erizaba la piel de solo escuchar aquella vos demasiado coqueta en un intento de seducirle. No sabía que responder ante tales palabras  -Bartolomeo-san … ¿que sucede? ¿Porque no me respondes?- Dijo sonriente

 

-Yo… e…este… yo…- Volvió en su trance de parecer retrasado mental

 

-Me encanta esa expresión en tu rostro- Dijo mirándole a los ojos, donde los oscuros pero brillosos ojos del peli verde se cruzaron con los celestes cielo del rubio, una combinación de luz y oscuridad,  algo demasiado irónico, puesto que los ojos transparentes, bueno si mostraban literalmente la lujuria que tenia; del rubio y los oscuros pero inocentes del peli verde

 

-No sigas- Dijo tratando de separarse, pero se le hizo imposible Candevish le tenía bien sujeto

 

-No seas tímido, solo quiero estar a tu lado- Dijo acurrucando su cabeza en el hombro de Bartolomeo, quien se ruborizo más de la cuenta –No te preocupes, no pienso hacerte alguna cosa estúpida por el momento… solo quiero, un poco de tranquilidad a tu lado – Dijo suspirando y diciendo con una voz más relajada y profunda, palabras que quitaron un poco de aquellos nervios del peli verde

 

-Yo… no entiendo… ¿Porque?- Dijo confundido el peli verde, inclinando la mirada, encontrándose con el suelo. Palabras que el rubio había predicho, sonrió tierno y en tomo por el mentón obligando a sus miradas cruzarse una vez mas

 

-No hay que tener una explicación , me gustas- Soltó – eso es más que suficiente- Dijo dando un cálido beso en la frente del chico – Se que esto es repentino y no pienso presionarte en que tomes una decisión, yo te esperare, esperare lo que sea necesario, unos día, semanas, meses, años… no pienso soltarte…- Le miro con sinceridad

 

-Yo… no sé qué decir…-

 

-Tomate un tiempo, como he dicho yo esperare por ti- Dijo deslizando sus dedos entre el verde pasto que tenia por cabello el caníbal.

 

-jeje … si no es mucho pedir, me gustaría pasar la tarde junto a ti-

 

-Emm… yo, este, bueno…-

 

-Tomare eso como un sí- sonrió abrazándole mas fuerte, como no queriendo dejarlo ir

 

                Mientras en una habitación…

 

-¡Ahgg! – Resonaban los gemidos producidos por un chico de cabellera rosa, que estaba siendo penetrado por un rubio de cabellera larga –M…Mas… ,as rapi…do- Pedía con cierta desesperación meneando un poco sus caderas de forma exasperada

 

-Jeje… ¿entonces lo quieres mas dentro? ¡Agggh!- Pronuncio el rubio que embestía ahora de manera salvaje y apresurada, sintiendo la adrenalina y placer por todo su cuerpo, como esta le invadía y llenaba ese hueco de necesidad de sentir; pronto exploto dentro de la pequeña cavidad llenándola de su semilla, a la vez que el peli rosa dejaba caer de golpe su rostro contra el suelo de la habitación, exhausto, satisfecho y adolorido se encontraba el pobre.

 

-Estuviste bien- Dijo con voz agitada el chico penetrado

 

-¿Bien? ¿Solo eso? – Decía en el mismo estado que el otro pero añadiendo una leve risita – en ese caso no seré tan amable la próxima-

 

-jeje… no… no sería mala, idea- Dijo intentando girarse, pero el dolor era tal que termino sin moverse

 

-Vaya Coby ¿así de raro te has convertido?- Sonrió el rubio saliendo del pequeño orificio, a la vez que se recostaba a un lado de su amante

 

-jeje no digas rarezas Helmeppo-san – Respondió

 

-¿Cuantas veces te he dicho que solo me digas Helmeppo?- Protesto a la vez que le besaba en los labios

 

-Lo sé, pero me es imposible- Reprocho

 

-Bueno, será mejor que tome una ducha para ir al trabajo- Dijo Helmeppo intentando levantarse, pero  su brazo fue apresado por los de Coby

 

-Quédate un rato mas- Pidió

 

-Aunque quiero, tengo que cumplir con el trabajo, además ya casi es mediodía, hoy mi turno es hasta tarde- Pidió en comprensión, a la vez que Coby hacia una mueca de no aprobando aquello –jajaja pareces un niño cuando te comportas así de caprichoso – Dijo besándole la frente

 

-Ya llevamos semanas saliendo- Dijo el peli rosa

 

-Lo sé, bueno esta sería nuestra segunda vez- Aclaro – Y siento como que mejorado- Dijo pícaro, a lo que el peli rosa se sonrojo – jeje amo tus mejillas inocentes – Dijo pegándose más al chico –Pero si te parece… ¿porque no nos bañamos juntos?- Dijo ahora cargando al chico en sus brazos, que se pesco fuerte del cuello del rubio, el cual le llevo a la ducha…

 

Había pasado ya tiempo, y el reloj marcaba exactamente las 12 del mediodía, el sol en lo alto y las nubes revoloteadas por el inmenso cielo, corría aire sumamente fresco y en aquel local se encontraban demasiadas miradas.

 

-Ace-san si te soy sincera amo este trabajo- Dijo una chica de cabello oscuro – Aunque a veces… siento que es algo excesivo-

 

-¿A que te refieres?-

 

-Pues, la verdad, hay ocasiones demasiado incomodas, alguna gente cree que somos realmente sirvientas y nos tratan de la peor manera – Dijo triste, recordando a Hoddy, cosa que Ace noto

 

-Descuida, el no ha vuelto-

 

-…La verdad… no hace mucho me encontré con él en la calle…- Confeso – Y como siempre, intento utilizarme- Ace sintió mal estar – Pero me resistí… claro no permitiría que hiciera conmigo lo que quisiera. Desde que estas aquí siento que he perdido el miedo a las personas, pues eso creí al ser maid, tomar el papel de una, sentía que obedecían a las personas crueles. Pero una vez comencé me di cuenta que estaba equivocada, ahora me alegra atender a los clientes, sin temor…- Decía alegre pero fue interrumpida

 

-Ace-kun necesito una mano aquí en la cocina- Se escucho la voz de la chef, que mesclaba desenfrenadamente una charola

 

-Hablamos luego- Dijo el pelinegro corriendo a la cocina para ayudar a su otra compañera

 

-¿Ace-kun puedes hacer el glass?- Indico la peli rosa

 

-Claro- Dijo enseguida a la vez que tomaba los materiales.

 

Paso una hora ajetreada, después de todo era la hora en que todos salían a comer, pronto después todo se calmo, algunas personas se encontraban aun en el local, la mayoría eran muchachas merendando; esta situación la habían a garrado las trabajadoras para inculpar al pecoso como la razón por la que estaban aquí las presentes, cosa que incomodo al pobre chico. Que ahora mismo recogía las tazas y platos de los clientes que se habían retirado en una charola.

 

-Vaya, vaya ¿miren nada mas a quien tenemos aquí?- Se escucho una voz irritablemente familiar resonar en el local, después de haberse escuchado abrir la puerta con cierto desdén. Haciendo que todos dirigiesen sus miradas al nuevo invitado, hubo muchas reacciones, pero sin lugar a dudas la del pelinegro fue única, se le fue el habla al ver de quien se tratase, quedo helado ante la presencia del rubio con aires de superioridad que le veían detenidamente, observándolo de arriba abajo, el pobre pecoso se sentía analizado, como un depredador ante la presa, como si este escogiese de donde servirse. –Nada mal Ace-san – Dijo con una sonrisa de lado, haciendo mención al atuendo que vestía, pues de acuerdo al aire del café, tenía que vestir como mayordomo. Tanto los clientes como los empleados observaban la escena - ¡Te quiero a ti!- Soltó como si de una orden se tratase a la vez que le apuntaba con el índice de la mano

 

-¡Me rehúso!- Soltó el pelinegro por instinto, aquellas palabras que exigían sacaban su rebeldía a flote, no soportaba escucharle hablar.

 

-Jajaja No seas tímido- Dijo en burla acercándose mas al chico. Los espectadores de aquella rara escena no hacían más que mirar, aunque la mayoría, por no decir todas las chicas amantes del moe, observaban detenidamente, cada detalle, cada palabra y gesto, para ellas esto era como algún tipo de fanservice, estaban literalmente emocionadas al ver dicha escena con chicos sumamente guapos, para ellas era algo extremadamente lindo, caso contrario al del pobre pelinegro, que al ver que el rubio se acercaba peligrosamente dejo la charola que llevaba llena en la mesa y tomo una vacía colocándola frente a él, como si ese pequeño pedazo metálico fuera una barrera impenetrable entre ellos. – Quiero ver esos lindos ojos que tienes- Dijo acercando su rostro más de la cuenta al del pelinegro que noto las malas intenciones del rubio, haciendo la bandeja para en frente, cosa que hizo que Leonid besara la charola en lugar del chico.

 

-Por favor vete, Leonid- Pidió el pelinegro esforzándose en quitarse al rubio que insistía en acercarse mas.

 

-Ace-kun es un cliente, un cliente- Le susurro Kaimi al pelinegro, pues Madam Shiarley le había pedido a la peli verde, decirle eso a Ace, no porque fuera un cliente, sino que al igual que las chicas se intereso en aquella escena, queriendo ver un poco más. Claro no lo diría. Ace no tubo de otra que retirar la charola resignado, oportunidad que el rubio aprovecho para estrujarlo entre sus brazos gustoso, Ace solo suplicaba que no hiciera alguna estupidez. Una vez el rubio termino de magullar al chico se dirigió a una mesa que se encontraba sola y se sentó con toda la elegancia e imponencia.

 

-Bien, ¿que tal un poco de vino para empezar?- Dijo no como pregunta, era claro que quería vino el rubio

 

-Aquí está el menú – Dijo la chica pelinegro acercándose al rubio entregándole el tarjetón del contenido

 

-Ba, es claro que comeré lo mejor que tengan no pienso comer cualquier cosa…- Dijo a la vez que ponía el menú a un lado, ni se dio la molestia de ojearlo, Ace solo suspiro – Si me sirven algo indigente cerrare este local- Advirtió divertido en una sonrisa retorcida que solo a él le salía. No tardo en llenarse de murmureos el local, todos se decían quien era ese chico tan engreído, hasta que algunos parecieron haber resuelto el enigma, Ace ya sabía quién era, y literal, tenía el poder de eso y mas

 

-¿Quien es ese chico Madam?- Dijo algo indignad una de las maid a la pelinegro

 

-Jamás creí conocerlo, jeje que pequeño es el mundo- Dijo la señora – Leonid Barush hijo de Alexander, descendientes del Barón Barush son la segunda familia más rica en Rusia – Dijo sin cambiar su expresión como si no fuera la gran cosa; los presentes se encontraban atónitos.

 

-Date prisa, sabes que no me gusta esperar, ah y una sonrisa - Ordeno, Ace trato de sonreír, pero se notaba que era una sonrisa forzada – Jajajaja me está empezando a gustar este lugar- Sonrió, a la vez que el negro entro a la cocina a un paso que parecía que sus pies eran de plomo, se encontraba irritado

 

-¿Que me recomiendas hacer?- Pregunto el pecoso a la peli rosa

 

-¿Pidió el especial no? Supongo que el omelet de arroz es el indicado- Dijo la chica, a la vez que hace se puso manos a la obra, guiso el arroz, vatio el huevo, hasta que quedo listo. Inmediatamente le llevo el platillo al rubio, quien miraba atento el platillo. Sin más comenzó el movimiento en el local y el rubio comía tranquilamente, hasta paso de un tiempo.

 

-Ace-kun la cuenta- Dijo el rubio dirigiéndose al pelinegro, que se encontraba recogiendo unas tasas en la mesa de al lado

 

-Es un milagro que no te hayas quejado por el sabor de la comida, mi señor- Dijo el pelinegro, lo dijo sin mirarle a la cara, pero cuando lo hizo el chico ya se encontraba delante de él a muy pocos centímetros

 

-Todo lo que tu cocines lo comeré con gusto- Dijo, Ace noto lago diferente, realmente se sentía diferente, el tono de voz, la expresión, la mirada, hasta la postura tan erguida paso a una más normal

 

-¿Te sientes bien?- Dijo el pelinegro al notar el cambio

 

-S…si- Dijo el rubio ya más a la normalidad, se había ido por un instante, se perdió en las palabras del pelinegro sin darse cuenta –Bueno, en fin la cuenta… y para el camino… ¡Te llevare a ti! – Ordeno, Ace le miro incrédulo, y de fondo se escuchaban los chillidos de las chicas, que increíblemente habían perdurado desde el inicio. Ace se puso rojo de la vergüenza, cosa que hizo que el rubio se acercara a abrazarle sintió los brazos del chico rodearle y por instinto le empujaba con las manos en el pecho, quería quitárselo de encima de una buena vez “Maldición, porque soy así de blando, jamás hubiera permitido que se acercara así” Pensaba el pelinegro “Quizás sea porque se parece a Ozz, no me atrevo a lastimarlo” Pensó con tristeza, a la vez que el atrevido de rubio decidido a robar un beso, descaradamente se acerco pero Ace queriendo impedirlo solo logro hacerse para atrás a como pudo y el rubio acertó al cuello del chico, cosa que le cabreo sintiendo unas incontrolables ganas de tirarle un golpe, pues estaba haciendo un completo teatro dentro del café, le incomodaba ser el centro de atención de las amantes de lo moe, que gritaban por lo alto y más aun al ver como sus compañeras estaban igual pero bien que le disimulaban, no comprendía qué demonios les pasaba por la cabeza,  mientras se escucho la campanilla en la puerta sonar

 

-¿Leonid, Ace?- Se escucho aquella voz ¿Mierda,¿ porque?” Maldijo su mala suerte el pecoso al mirar a aquella persona

 

-O…Ozz…- Dijo muy apenas el pelinegro ante la presencia del mencionado delante de él, que veía desconcertado la escena; el chico no hablo por un momento, parecía más bien mirar la situación para aclararse, pero aunque hiciera eso no daba al clavo; sus ojos solo observaban a su engreído hermano menor estrujando entre sus brazos a lo que podría decirse su mejor amigo, y no solo eso, el chico estaba pegado como pulga a la piel del pelinegro, como si fuese un vampiro sediento de sangre, además de que el pelinegro vestía demasiado formal, como si de un mayordomo se tratase, nada encajaba para él.

 

-Explíquense… - Exigió el pelirrojo a los dos chicos delante de él, pues al no saber exactamente qué pasaba quería que ellos mismos le explicasen, aunque por lo que veía ya tenía una idea clara; el rostro del pelinegro se tiño de un rojo intenso de la rabia y la vergüenza provocada por el rubio.

 

-No hay nada más que explicar- Respondió de manera cortante, a la vez que miraba retador a los ojos esmeraldas de su hermano el cual le fulmino con la mirada, la verdad el pelirrojo se notaba molesto, sus ojos expresaban todo lo que sentía y el rubio lo sabía bien, en lugar de apartarse del pelinegro, hizo todo lo contrario, lo hecho a su hombre, Ace reacciono demasiado tarde, la mente se le bloqueo ante Ozz y ahora volvía tras ver lo que Leonid ha hecho con el –Si quieres una explicación solo te daré una simple, Ace-san es mío- Declaro

 

-¡Deja de decir sandeces! ¡Yo no te pertenezco!- Interrumpió Ace colérico, antes de que el pelirrojo lo hiciese, de fondo, los chillidos de las chicas que se encontraban ahora bien con falta de oxigeno de la emoción -¡Leonid, de todas las locuras que he tenido que aguantarte, esta es la más humillante!- Gruño

 

-Jajaja! Amo cuando te enfureces- Rio el rubio, Ace se movía bruscamente quería que le soltara cosa que el otro no estaba dispuesto a hacer, Ozz estaba dispuesto a quitarlo de las garras de su hermano menor “Maldición justo cuando pasa algo malo, tiene que pasar algo peor, que si llega a llegar Marco me muero” Pensaba

 

-¿Que sucede?- Se escucho la voz detrás, no podía verle pues la espalda del rubio le bloqueaba la vista, pero solo con escuchar sabia de quien se trataba “!!Rayos!!” Maldijo mas

 

-Es solo mi hermano menor- Respondió el pelirrojo al ojinegro

 

-Hu ¿no puede estar quieto por un momento?- Pregunto irritado, pero después enfoco mas su vista a la persona que tenía en el regazo el rubio –¿Ace?- Dijo dudoso, lo que hizo dar un escalofrió al mencionado, Leonid se percato de este cambio pues, desde la llegada del otro rubio dejo de resistirse, no se movía, como creyendo que si no se movía no se percatarían de él, pero claro como pasaría por alto si estaba en el hombro del otro como un costal –Ace- Pronuncio más seguro esta vez queriendo acercarse

 

-¡Te he dicho que me sueltes!- Dijo ya más molesto el pelinegro, logrando hacer que el rubio le soltase

 

-Oye si te atreviste a hacerle daño…- Dijo amenazante el rubio al otro

 

-¡Basta ya!- Exclamo en desesperación – No soy un objeto que deban tener, soy una persona…- Dijo al aire, estaba tan conmocionado que ya ni sabía que pensar, solo salió disparado a la cocina, estaba demasiado avergonzado como para verles a los ojos. Los chicos permanecieron callados Ozz suspiro

 

-Bien no sé si deseen algo de beber- Dijo Keimi

 

-Jajaja fue interesante- Dijo la señora pelinegra acercándose – No es por nada pero hay más clientes de lo habitual- Sonrió

 

-Iré a ver a Ace- Dijo Marco

 

-Espera- Dijo la pelinegro –No creo que sea el mejor momento, solo déjenlo respirar, seguro está cansado…- Dijo interrumpiéndoles el paso, cosa que pensaron

 

-No me opondré a eso, solo quiero que se encuentre bien- Dijo Ozz dando media vuelta, certeramente era demasiado maduro cuando la situación demandaba, Leonid hizo lo mismo, la verdad quería entrar y sacarle a la fuerza, pero en definitiva quería demostrar que el también pensaba bien dadas las situaciones. Marco lo pensó y al ver la razón que tenían decidió hacer lo mismo que los otros dos. Salieron del local y una vez afuera Leonid agarro por su rumbo dejando solos al rubio y al pelirrojo. Ozz solo le miro amable y camino por su cuenta

 

-Ozz-san quisiera hablar contigo- Pidió Marco

 

-Um claro- Giro a donde Marco y sonrió

 

-¿Podríamos hablar en un lugar que no fuera cerca de aquí?- Solicitó, lo que el pelirrojo acepto, caminaron un poco hasta que Ozz se dirigió a un parque en el cual en su centro residía un pequeño estanque, y allí ambos se sentaron a charlar; el viento corría suave y el sol caía.

 

-Es terco- Pronuncio Ozz

 

-¿Eh?-

 

-Ace- Indico –Querías hablar de Ace, ¿cierto?-

 

-¿Como lo supiste?-

 

-Jeje pues no es tan difícil, tu mirada me lo dijo todo- Respondió simple – Aunque por otra parta yo también tengo mis preguntas- Palabras a las cuales Marco rio

 

-Entonces me ahorro el preguntarte- Dijo como un cuéntamelo todo

 

-Fue hace tiempo, en el Higschool, estuvimos en el mismo salón y la verdad nos llevábamos solo como compañeros normales, hasta a que después, sin saber cuándo ni cómo comenzamos a ser mas cercanos- Dijo para después reír –Aunque no sé si me creas pero el era como mi hermano mayor-

 

-¿Eh?-

 

-Si, se la pasaba cuidándome de mi mismo-

 

-¿como podría ser eso?- Dijo curioso

 

-Pues soy un caso perdido- Sonrió – En aquel entonces era demasiado… mmm… descuidado e inmaduro, hacia puras estupideces, bueno siguió igual pero ya no es tanto-

 

-¿Ace tomando el rol de una persona madura? Jaja que gran sorpresa pues yo siempre tenía que salvarlo de sus locuras-

 

-Jaja entre locos se entienden, ¿no lo crees?-

 

-Puede ser-

 

-Pero si, esos días eran puras locuras y risas a más no poder- Sonreía – Recuerdo la vez que fuimos de acampamiento juntos fue divertido, pero quizás para él podría añadirle preocupante; yo de rebelde hice un intento de cabaña arriba de un árbol, era invierno y había nevado la noche anterior, tuve la brillante idea de hacer una fogata, pero emm… como explicar… ¿estuve a punto de quemar todo el árbol?- Reía – aun recuerdo eso, yo estaba emocionado “!Oi Ace-kun! ¡Mira! Hice una fogata” jajaja y Ace grito “!Grandísimo Idiota! ¿No has visto atrás tuyo verdad?” jajaja y que donde volteo el llamaron, por fortuna logramos apagar el árbol antes de que agarrara vuelo “Ozz-san como se te ocurre hacer una fogata arriba de un árbol? El árbol también es madera!” Claro podría haberlo hecho sin problema pero poner arena abajo para que no se prendiera todo, jeje demasiado tarde- Decía alegre, Marco también reía, el chico de ojos esmeralda se notaba ser una persona sociable y simpática, se notaba que le encantaba parlotear con cualquiera como si ya se hubiesen conocido hace mucho tiempo.

 

                Mientras en otro lugar de la misma ciudad, dos personas se encontraban paseando sobre ella

 

-Oye Sanji- Pronuncio l peli verde que ayudaba a cargar una de las bolsas del mercado

 

-¿Que sucede?- Giro a mirarle

 

-¿Realmente tu me quieres?-

 

-E… ¿a… a que se debe eso?-

 

-No estoy seguro me he puesto a pensar un poco y… no crees que sería buena idea salir, no sé al cine, al parque…- Dijo un poco avergonzado, Sanji solo sonrió con gran felicidad en el rostro

 

-¡Claro! ¡¿Cuando?! Si quieres mañana- Dijo brincando de la emoción como adolecente en su primer romance, haciendo reír al peli verde, pero en un instante este se detuvo –Umm… que sucede?- Dijo pero no obtuvo respuesta, así que solo observo como el moreno veía detrás de el como si hubiera algo que le dejaba paralizado, así que queriéndose quitar la duda giro, encontrándose con un chico de tez morena y cabellera como la nieve, larga hasta los hombro, vestía casual, una camisa negra de mangas hasta la mitad del antebrazo, con unos vaqueros ajustados y tenis gris con blanco, este chico sonreía con demasiada confianza

 

-Hola Zoro- Dijo el peliblanco

 

-S… ¿Sega? ¿Eres Sega?- Pregunto el moreno

 

-El mismo- Dijo dirigiéndose hacia él, para saludarse al estilo de los chicos con sus ondas a la vez que sonreían y se reían de quien sabe que

 

-Ah perdón por la descortesía, Sanji, el es Sega y Sega el es Sanji- Les presento a lo que los dos hombres solo intercambiaron un amistoso apretón de manos y un “Hola”

 

-Jeje Cuanto tiempo, creí que jamás te pararías por estos rumbos- Dijo el peli verde al moreno, Sanji pensaba en esto con mucha normalidad, pues la verdad creía que ese comportamiento tan inhabitual en el moreno era porque realmente tenían mucho de no verse, además de que parecían haber sido muy buenos amigos lo que no estaba mal

 

-Bromeas, era obvio que tenía que venir a verte, no me imagino una vida sin ti, amigo- Dijo al peli verde, cosa que le dio mala espina al rubio que se encontraba un poco ajeno a la conversación; pues aquellas palabras le sonaron como si hubiera más en ellas, aquello no le sonó solo a un amigo, olía a otra cosa, la verdad ya sabía a qué pero el solo pensarlo le cabreaba, así que mejor respiro para mantenerse al margen pues no quería mal interpretar las cosas, pues en primera no le conocía, no tenia porque pensar algo así del chico peli plata y en segunda, no quería crear un conflicto entre él y el peli verde, pues la verdad fuian tan bien que no quería arruinar el gran avance que llevaba a la basura; y así una vez pensado, decidió solo observar y ver qué pasaba

 

-Jaja has cambiado mucho- Dijo observándole detenidamente, cosa que dejo a Sanji con las ganas de propinarle un coscorrón, ¿como se atrevía a ver a otro hombre que no fuera a el de aquella manera? Eso pensaba el pobre rubio

 

-Hehe podría decirse lo mismo de ti, te has ejercitado bien fanático del ejercicio- Rio – Aunque ahora que te veo bien te has vuelto demasiado atractivo, jajaja no es de extrañar que seas muy solicitado entre las mujeres, ¿verdad?-  Dijo, a lo que le rubio prendió, Zoro pudo sentir la mirada asesina del güero sobre ellos dos – Aunque tu amigo también se ve bien, ¿que me dices?- Pregunto ahora al cejas de sushi, que se sobre exalto ante la pregunta

 

-Yo…- Dijo son saber que responder, a lo que el peliblanco risoteo

 

-Que amigo tan simpático tienes- Dijo el peli plata

 

-Jeje tú crees?- Dijo ahora el peli verde, y ante estas palabras Sanji bajo el rostro desilusionado de aquellas palabras “Solo amigo? Eso soy para ti? Solo un amigo más?” Pensó –Te sucede algo Sanji?- Pregunto un poco angustiado de la repentina actitud del rubio

 

-No… no es nada….- Dijo dando media vuelta, -regresare por mi cuenta…. Preparare la cena- Dijo retirándose

 

-Sanji, ¿seguro que estas bien?- Insistió

 

-No quiero repetirte todo dos veces, ¡dije que estoy bien así que no te preocupes!- Dijo con rabia a la vez que se retiraba a un paso muy rápido

 

-¿Estará bien?- Pregunto Sega

 

-Eso quiero creer- Respondió

 

-Sabes quiero hablar contigo de algo- Dijo

 

-Claro- Acepto sin protesta alguna a la vez que caminaban por la ciudad

 

-Zoro… ¿que opinas de venir conmigo a  Canadá? ¿Aceptarías?- Pregunto con cierta curiosidad de la respuesta

 

-¿Qué? ¿Irme contigo?- Se exalto ante la repentina pregunta

 

-Jejej pues somos muy buenos amigos y pensaba que sería buena idea ir a estudiar allá, puedes pedir tu transferencia-

 

-Yo…- Dijo pensándoselo, como que no estaba muy convencido

 

-No te presionare- Dijo – Pero quisiera una respuesta pronta-  Zoro asintió, quería pensar

 

-¿Sega que te ha traído hasta aquí?-

 

-Pues que te puedo decir mi viejo amigo- Suspiro – Solo he venido a unos asuntos al país y claro a proponerte la oferta- Sonrió

 

-Supongo que me lo tengo que pensar bien- Rio el peli verde

 

                Eran las  6:00 pm y Marco recorría la ciudad hasta su departamento; que una vez llego a este entro a la cocina y por un momento visualizaba la imagen tierna de la peli celeste cuando llegaba; la verdad no se imponía a la idea de que se haya ido, aun le extrañaba; pronto se escucho un ruido en la pequeña sala, dándose un sorpresa, el chico castaño se encontraba sentado en el sillón, erguido y apoyando su tobillo en la rodilla de su otra pierna flexionada, con una mano sostenía su mentón, como si le hubiese estado esperando

 

-¿Tatch?-

 

-Oi- Saludo

 

-¿Que haces aquí?-

 

-Que pesadilla tener que contar todo desde el inicio- Se quejo con su típico humor raro – Solo te lo pondré de esta manera, así que más vale que pongas a tu cerebro a trabajar porque no pienso entrar a detalles- aclaro a la vez que el rubio le miro como si aceptara – Bueno, hombre siéntate, me estresa verte parado-

 

-Creí que serias breve, no que contarías una historia-

 

-Joder contigo, siéntate- Dijo agobiado, Marco era aquella persona que le sacaba de quicio cuando se lo proponía y eso suponía dolores de cabeza

 

-Está bien solo era una broma- Dijo sentándose en el sillón enfrente del castaño

 

-¿Broma? ¿Desde cuando bromeas?- Dijo en desconcierto

 

-Ni idea- Contesto, el castaño sonrió, pues parecía saber la causa de ese cambio

 

-Bueno, a lo que iba.  Solo digamos que estuve en el mismo lugar que tu-

 

-¿Eh?-

 

-¡El local donde trabaja Ace! ¡¿Por dios que no puedes captar?!-

 

-Pero no te das a entender-

 

-Presta atención-

 

-…-

 

-Ejem… bueno, vi como dos sujetos parecían estar interesados en Ace-

 

-¿Tu crees?- Dijo algo incomodo, sabía que al loco del rubio era más que obvio que no le gustaba, era una obsesión.

 

-Sabes, Ace me conto algo hace tiempo de aquellos dos-

 

-¿A si?-

 

-Si, del chico rubio, parece como que no le odia, es como si solo se sintiese acosado, jaja de hecho lo está-

 

-…-

 

-Ok ignora lo que dije, deja de verme con esa cara. Bueno por ese no hay problema, el problema es con el pelirrojo- Expuso

 

-¿Que?-

 

-Si es el rubio un problema-

 

-¿Problema en qué?-

 

-Marco, ¿eres idiota? O te haces, es más que obvio que a ese chico le gusta Ace-

 

-…Pero parecen ser muy buenos amigos-

 

-Ace lo ve como uno, de eso no me queda duda, pero aquel lo ve como algo mas, su mirar en el local, todo, me lo decía-

 

-¿Como puedes decir eso de el?-

 

-¿Le estas defendiendo?-

 

-…- No se atrevía a contestar, lo sabía, algo dentro de el le decía que era más que amistad lo que el chico mostraba, pero era terco, quería cegarse, no lo quería ver, no lo quería reconocer, quizás porque no quería ver a Ace sufrir por alguna decisión u otros sucesos; además el pelirrojo le recordaba a el mismo, era como si él quisiera amar pero tuviera competencia a su lado. Lo cual no le agradaba para nada, sin mencionar que parecía que el pelinegro les adoraba.

 

-Mira, Marco, la verdad yo estaba aprobaba el verte feliz junto con Ace-

 

-¿A que te refieres?-

 

-Mira- Dijo conteniendo sus ganas de agarrarlo a coscorrones – Todos sabemos que a ti te gusta Ace-

 

-¡¿Que?!- Exclamo avergonzado de su falta de simulación

 

-Y eso no es malo, todos estamos felices de que estén juntos de nuevo.- Dijo pero después sus facciones cambiaron a unas más serias – La verdad a mí también me gusta Ace- Soltó, Marco quedo sin palabra alguna, no sabía cómo tomárselo o que pensar – La verdad, no me oponía a que tu estuvieras con el-

 

-No comprendo-

 

-La verdad es esta, no me importaba si al final el te elegía a ti, pues la verdad siempre te he respetado, en su supuesta muerte entristecí, pero ahora que nos enteramos de que aquello no fue más que mentiras, estoy realmente feliz de volver a verlo, la verdad pensé de igual manera  aunque claro también con la idea de Viví, sabía que esto era un impedimento para lo que anhelábamos todos, creímos que sería casi imposible esto que sucede. Pero ahora, mira la situación, eres libre, puedes estar de nuevo con el empezar lo que no inicio. Aun así no has hecho nada y no solo eso, vienen dos chicos decididos a tenerlo, están luchando por ser el primero en tener su corazón. Marco, Viví sabia sobre lo de Ace, ella sabe que tu le amas, por eso tomo esa decisión ella quería que fueras feliz, quería darte libertad para ir tras él; pero parece que no lo has considerado. Te lo digo, yo solo quería ver a Ace contigo, pero al ver que no has tomado cartas en el asunto… si tú no estás dispuesto a tomar tu turno, lo hare yo- Dijo poniéndose de pie para retirarse. –Espero que no haya rencor entre nosotros- Dijo sin girar, solo mirando la puerta

 

-En absoluto- Contesto, a lo cual el castaño sonrió y se retiro, Marco quedo en silencio, quizás su amigo tenía razón, si reamente amaba al pelinegro debía demostrarlo de una vez por todas, pues es claro, aunque cruel, pero el amor es como el fuego si no se mantiene termina por apagarse. Aunque no podía tratar al pelirrojo como su enemigo pues  él ha sido muy amable con él, y parece tener buenas intenciones, no se podía meter la sola idea, no podía tratarlo de aquella manera sin tener pruebas de lo que acusaba.

 

                Mientras en la residencia del peli vede, entra el mismo

 

-Sanji – Saludo con alegría extrema el moreno, al rubio sentado a un sofá, podría decirse que casi queriendo dormir a medias

 

-¿Que sucede?- Dijo frotando su ojo izquierdo a la vez que Zoro le besa la mejilla – Andas demasiado cariñoso- Dijo – Hueles un poco a alcohol- Dijo notando el aroma que salía del moreno

 

-Solo bebí un poco pero estoy bien- Dijo desabotonándose los la camisa

 

-¿Quieres cenar? Hice la cena- Dijo un poco adormilado

 

-Algo mejor- dijo acercándose al chico para ponerse arriba de el a la vez que le besaba dulce la frente y después se pasaba al cuello lamiendo y dando mordiscos

 

-¿Q…Que haces?- Pregunto acercándose un poco las manos en señal de protección, la verdad se encontraba ansioso, después del mal encuentro con el peli plata que no fue del agrado del rubio

 

-Solo quiero hacerte sentir agradable- Pronuncio  con voz  ronca al oído del chico lo que hizo que la piel de este se erizara ante la excitación que el peli verde le causaba

 

-Z…. Zoro… yo…. no sabía cómo continuar hasta que –Ahhh!- Gimió al sentir al peli verde agarrarle la entre pierna sin nada de pudor, ejerciendo un poco de presión, llenando de agonía y placer al rubio que trataba de silenciar su ruidosa boca

 

-Me encanta escuchar tu voz- Dijo a la vez que volvía a la tarea anterior

 

-Z…Zoro… ¿que haces?- Trataba de pararle, pero el moreno parecía no querer escuchar las quejas de su boca y comenzaba a besarle con demasiada demanda, sentía que era devorado de alguna forma. Pronto sentía como se calentaba poco a poco; a la vez que el peli verde le despojaba de sus prendas, dejándolo en cueros – ¿Te sientes bien?- Se quejo

 

.Me siento de maravilla,  y me muero por escucharte gemir-

 

-¿¡¡Eh!!?- No pudo expresar su desconcierto, mas aun cuando el peli verde desbotonaba su camisa dejando su pecho y abdomen a la vista, para después sacar su miembro que estaba demasiado ansioso por querer entrar

 

-Que tal si me ayudas Sanji?- Dijo para después tomarle con tacto la cabeza para  que el chico engullera aquel pedazo de carne, cosa que el rubio hizo, lo trago rápidamente, cosa que hizo sacar un quejido al peli verde que sienta un gran placer recorrerle el abdomen; Sanji succionaba poco a poco, pues aun le costaba tener que succionar con tremendo pedazo en la garganta –Buen chico jeje- Dijo al ver como el rubio se esforzaba en hacerlo bien, pero tales palabras hicieron al rubio, como de costumbre querer quejarse, pero era lógico no podía hablar, a lo que solo logro dar un leve apretón con la mandíbula, al tratar de renegar, era como si hubiera olvidado que estaba haciendo; tal acción hizo que el clímax del peli verde llegara más rápido corriéndose en la boca del rubio

 

-Cof… coff..- Tosió a la vez que algo de semen se derramaba de su boca a lo cual el peli verde se acerco, lamiendo el semen que escurría de la cavidad, hasta fundirse en un beso, donde logro recostar al rubio en el suelo, para después lamer la cintura de este, dio unas cuantas mordidas que lograron sacar gemidos al cocinero, que pedía mas. Pronto al sentir nuevamente aquel estimulo en la entrepierna, le giro, poniéndolo en cuatro, para después introducir sus dedos dentro de él –Marimo Baka que haces?- Se quejo, de igual forma sus ojos soltaron unas cuantas lagrimas de dolor

 

-Tranquilo, solo lo preparo para que no te duela-

 

-Si así, ¡casi me estoy muriendo no quiero saber cuando la metas toda!- Se quejo

 

-Jeje entonces ¿porque mejor no lo averiguamos?- Dijo divertido acercando su pene a la entrada del rubio, que sintió demasiada excitación ante aquello, pero también temor. –Tranquilo, no te lastimare…- Dijo dándole un beso en la nuca, mientras avanzaba dentro de aquel estrello lugar

 

-¡Ahhh!-Chillo de dolor, sentía como su interior era desgarrado por aquella bestia, que al constante movimiento, termino agarrándole gusto, sin importarle en lo mas mínimo, sus gemidos aumentaban, sintiendo una necesidad mas, a la cual decidió atender, con la mano derecha comenzó a masajear su miembro mientras con la otra se mantenía firme contra el suelo. Pronto ambos chicos terminaron corriéndose al mismo tiempo

 

-¿Que tal?- Pregunto el peli verde

 

-Nada mal- Dijo en aprobación el rubio, que l sentir al invasor retirarse caía rendido al suelo

 

-Terminaste demasiado cansado- Dijo el peli verde

 

-Es claro eso, yo no ejercito mi cuerpo como otros- Lanzo la indirecta

 

-Pues en ese caso hay que encontrar una solución, jeje vete acostumbrando a la idea porque lo haremos mas seguido-

 

-¡¿Estas loco! Quieres matarme?!-

 

-Jejeje pues si sigues viniendo a mi casa creeme que te lo haría a cada oportunidad-

 

-¡Baka!- Grito con aquella expresión tan tsundere que le salía, a lo que el peli verde reía.

 

 

Horas antes, cuando recién la noche inicio Ace caminaba tranquilo por las calles, cuando paso al lado de una librería y al elevar la mirada, esta se cruzo con la del pelirrojo que al igual que él, como si estuviesen conectados se mirasen al mismo tiempo

 

-Tu- Señalo el pelirrojo, a lo cual Ace quería salir corriendo de ese lugar, pero Kid le tomo del brazo –Por favor escúchame quiero solo hablar- Pidió

 

-Por favor, no quiero hablar sobe eso-

 

-Solo  quiero que me escuches- Pedía con cierta desesperación, Ace, estaba consciente de las palabras de Killer, y aunque sentía su respiración temblorosa de los nervios, trataba de respirar profundo tratando de calmarse y escuchar lo que el pelirrojo tanto insistía, trataba de mirarle a los ojos pero no podía, sentía una frustración enorme él solo mirarle.

 

-está bien- Dijo con cierto nerviosismo

 

-Solo… yo…- Decía el pelirrojo – No sé qué es lo que te he hecho, pero sin duda alguna se que ha de haber sido algo realmente doloroso, siento vergüenza y rabia de mi mismo… Pediría tu perdón, pero sé que el pedirlo no enmendara el daño que te hice- Dijo con ojos húmedos, por alguna razón Kid sentía mucha culpa, no recordaba, pero dentro de él se apodero un sentimiento demasiado profundo que le remordía fuertemente – Estoy arrepentido y apenado de mis imprudentes acciones, pero quisiera corregir mis malas obras, aunque sea imposible, solo deseo que confíes en mi-

 

-Eso será difícil-

 

-…Es comprensible- Dijo mirándole a los ojos, Ace no quería verle ni escucharle, solo hacían que recordara el lamentable suceso – Solo espero que con el tiempo puedas confiar aunque sea un poco en mi- Dijo dando media vuelta – Desearía quedar contigo en algún lugar un día de estos, claro como amigos-

 

-Quizás- Pronuncio un tan no convencido

 

-Entonces será pronto- Dijo para después retirarse

 

“¿Porque sucede esto? ¿Que he hecho para merecer esto?” Pensaba a la vez que caminaba a un paso lento; camino hasta la residencia, y al entrar, se encontró con su padre y hermanos jugando un juego de piso, esto le saco una carcajada, pues parecían esforzarse por no caer al suelo por mas retorcidos que estaban

 

-Si tantas ganas tienes de reírte, éntrale- Le reto el rubio que se cabreo ante la risa del pelinegro

 

-Si Ace- Dijo alegre Luffy, pero después Dragón cayo al no soportar demasiado tiempo la posición tan complicada que tomo, junto con el también fueron a dar los dos chicos.

 

 

                -Mihawlk-san- Dijo un pelirrojo a un pelinegro, ambos se encontraban desnudos en la cama, parecía que habían tenido un rato agradable

 

-Mmmm… ¿que quieres?- Dijo el hombre de pálida piel, que parecía haber estado dormido profundamente

 

-¿Aun sigues despierto?-

 

-¿Me despertaste que mas querías?-

 

-Jajaja gomen gomen- Dijo el pelirrojo a lo que el pelinegro le cerró la boca

 

-Shhh! Perona está en la casa sabes, no sea que piense que algo me sucede y venga- Advirtió

 

-Jajaja ¿y se encuentre con esta sorpresa verdad?- Sonrió

 

-Baka, ¿crees que esto es normal? Ella apenas sabe que somos pareja, además, no quiero estar en una situación penosa, así que guarda silencio

 

-Si quieres que lo haga cállame tu-

 

-Hmmp, egoísta, es obvio que no lo harás- Renegó

 

-¿Y que tal a besos?- Dijo robándole uno al pelinegro, que después se acerco al otro haciendo lo mismo, después de todo no le quedaba de otra, sin mencionar que amaba sentir los labios de aquel hombre. Pero su atmosfera de color rosa se vio disolvía ante el sonido de pasos en el corredor que se dirigían a toda prisa a la habitación

 

-Perona- Dijo el pelinegro con el semblante de lo mas pálido y su corazón corriendo como loco

 

-¿Viene para acá cierto?- Dijo Shanks en plan de salir de allí, sabía bien que si la chica les descubría su querido amor lo colgaría por descuidado

 

-Tranquilo, quizás solo vaya a la cocina por agua- Se mentalizo el Mihaulk en su intento de calmarse

 

-¿Y si no?-

 

-Pues vete metiendo donde puedas-

 

-Que tal atrás tuyo- Sonseo

 

-Idiota!- Dijo con un sonrojo al captar

 

-Papá- Se escucho a la chica detrás de la puerta, después de haber parados enfrente de esta y tocar – ¿Que sucede? ¿Te encuentras bien?- Pregunto girando la perilla, pero parecía que la puerta estaba atrancada –Papá estas allí?-

 

-Mierda, Mierda- Decía el pelinegro a la vez que el maestro de literatura corría como loco por todo el cuarto, viendo donde esconderse, por un momento Mihaulk pensó en lanzarlo por la ventana, pero el ruido del golpe no ayudaría en lo mas mínimo, así que desistió; en lugar de eso, se dirigió al armario abriendo una de las puertas –¡Deprisa entra!- Susurro al pelirrojo que más veloz que nada se introdujo dentro.

 

-¿Papá?- Insistía en escuchar a su padre

 

-Em, ya voy Perona- Dijo el hombre pálido dirigiéndose hacia la puerta, para después sentir un tremendo dolor allá atrás “!Shanks eres una bestia!” Pensaba ante el dolor. Respiro para calmarse y abrió –¿Que sucede princesa?- Pregunto a la chica que al parecer se había levantado alarmada

 

-Mmm… creí haber escuchado algo y decidí bajar- Dijo la peli rosa

 

-Emm… no es nada- Dijo disimulando

 

-Claro…- Pronuncio como diciendo que eso no se lo tragaba – Padre, ¿seguro que te sientes bien? Esta fresco, digo, no creo que este bochornoso como para estar cubierto solo con la sabana-

 

-Este, yo, de repente sentí calor-

 

-Jeje está bien- Sonrió “Jeje seguro “alguien” te hizo sentir calor” pensó la chica dando media vuelta –No interrumpo mas, Buenas noches!- Se despidió

 

-Eso estuvo cerca- Dijo el pelirrojo saliendo del armario

 

-¿Cerca? Ni estuvimos por llegar a eso- Dijo colérico Mihawlk al otro a la vez que cerraba la puerta de la habitación

 

-Jajaja tranquilo no pasa nada-

 

-eso crees tú, no conoces a esa chica, lo mas seguro es que ya se dio cuenta-

 

-No me importa quién se dé cuenta, lo que quiero es comerte a besos toda la noche- dijo tomando al pelinegro y dejándolo caer a la gran cama para después quedar arriba de el

 

-Shanks…- Pronuncio

 

-Eres tan lindo Mihawlk- Dijo acariciando el rostro de este, para después besar salvajemente el cuello del pelinegro, haciéndole  este estremecer…

 

                Pronto la noche paso, y un nuevo día llego.

 

-¿A donde con tantas prisas?- Dijo el cocinero al esgrimista

 

-Jejeje ¿que sucede? Andas muy atacante el día de hoy- Dijo

 

-¡Hmmp! ¿Como se supone que debo de estar?- Dijo el chico en un berrinche era obvio sentía unos celos incontrolables del peli plata, detestaba que toda la atención de Zoro fuera nuevamente robada

 

-Tranquilo, no necesitas molestarte-

 

-¡Oi Zoro!- Se escucho el saludo del causante del mal humor de rubio

 

-¡Hola Sega!- Devolvió este

 

-Jeje y bueno… ¿que me dices?-

 

-¿Sobre eso? Pues…-

 

-Tiene que ser hoy-

 

-¡¿Hoy?! ¿No puedes esperar más tiempo?-

 

-Por desgracia no, solo había venido por unos días, y ya mañana en la mañana me voy, así que me urgía encontrarte-

 

“Que demonios están diciendo” pensaba Sanji, no comprendía nada de nada

 

-Pues veras, regreso a Canadá y quería que Zoro me acompañara- Explico el peli plata a lo que el rubio quedo pasmado “ ¡¿Que?! Como que irse a Canadá? ¡!No!! Tu no me abandonarías… no, no lo harías” Pensaba desgarrado el rubio

 

-Con respuesta a tu pregunta- Dijo el peli verde con una amplia sonrisa, estaba dispuesto a aceptar

 

-¡Espera!- Dijo el rubio – No puedes dejarme, ¿como es eso posible? ¿Te piden que te vayas y lo haces sin pensar?- Dijo a vez que le retenía de un brazo al moreno – ¡No me dejes!- Dijo con los ojos apunto de soltarse a llorar – No te vayas, no te vayas, ¡no te vayas!- Decía moviendo la cabeza como queriendo quitarse la idea de no volverlo a ver – Yo te amo, y ahora que por fin siento que me aceptas ¿te basa ? ¿Así sin más? ¿Es que acaso tu amor solo dio hasta allí? Yo no… yo aun no te he amado lo suficiente, quiero amarte mas y mas- Decía a lo que Zoro le beso, Sega se sorprendió ante la actitud tan distinta del peli verde a como lo había conocido

 

-Deja de decir locuras, cuando aun no sabes ni que es lo que voy a responder- Dijo alborotándole la rubia cabellera

 

-¿Eh?- Sanji estaba desconcertado

 

-Sega, eres un amigo muy importante para mí y la verdad me encantaría estar contigo como en los viejos tiempos, pero, no tengo que hacer allá, aquí están las personas que amo y me necesitan- dijo pasando su brazo por el cuello y hombro del rubio pegándolo hacia el

 

-Ya veo- Dijo sonriendo el peli plata

 

-Lo siento- Dijo el moreno -… Quiero que sea algo oficial… el es Sanji y es mi novio- Declaro, el rubio se ruborizo ante tales palabras

 

-Jeje felicidades- Dijo – Espero que sean felices juntos… bueno que se le puede hacer, no soy quien para obligarte- Suspiro – Pero deseo que sean una pareja demasiado unida- Sonrió para después girar – Bueno sin más, creo que no me queda de otra más que marcharme…. Gracias por todo, y suerte- Dijo para después caminar

 

-Gracias Sega y espero volvernos a ver- Dijo el peli verde sonriendo

 

-jeje ¡claro!- Respondió alzando una mano en señal de un hasta pronto

 

-Jeje mira como es la vida- Dijo para sí el peli verde y después mirar al rubio – ¿Oi te sucede algo?- Pregunto al sentir como el cuerpo de este cimblaba y mostraba u rostro humedecido por las lagrimas –¿Sanji?-

 

-Zoro!- Dijo este lanzándose a los brazos de este, abrazándolo con fuerza, no quería soltarle –Estoy feliz finalmente, finalmente me eliges a mi- Sollozaba

 

-Jaja Era claro- Dijo

 

-Idiota ¿por eso mentiste?-

 

-¿Mentir?-

 

-Por un momento parecías decidido a irte-

 

-La verdad, no estaba seguro-

 

-¿Eh?-

 

-Veras, planeaba decir que si, la verdad, estaba dudoso de mis sentimientos y los tuyos, por eso tus palabras serian lo decisivo y en efecto, has tocado mi corazón, es tuyo, solo tuyo- Dijo llenándole de besos por toda la cabeza

 

-Jajaja aunque hubieras dicho que si, te amarraría para que no te fueras- Reía Sanji en los brazos del peli verde

 

-¡jajaja! No lo dudo-

 

Ambos hombres se besaban con ternura y riendo como jóvenes enamorados

 

-¡Ah!- Chillo Luffy al sentir como era tirado contra el suelo, por el cuerpo de alguien cayendo sobre el suyo

 

-Lo siento ¿estas bien?- Dijo el ojigris, que después quedo mudo al verle

 

-¿Torao?- Dijo el chico

 

-Luffy…- Dijo ayudándole a ponerse de pie – Lo siento-

 

-Descuida, no hay cuidado- Dijo el pequeño nervioso, tenía mucho de no verle y su corazón saltaba de alegría, Law estaba igual de ansioso, pero por la maldición que llevaba no debía acercarse mas a el

 

-Bien- Dijo el ojigris sacando vuelta dejando al chico atrás, camino varias cuadras hasta llegar a una librería donde ingreso, solo para relajarse del tormento de su mente

 

-Hola- Saludo una voz conocida

 

-¿Akagami-sensei? – Dejo el moreno

 

-Jeje el mismo-

 

-Solo pasaba a saludar- Dijo para caminar quedando hombro con hombro -  El amor durara tanto como lo cuides, y lo cuidaras tanto como lo quieras…- Dijo al moreno para después salir, Law volteo rápidamente en desconcertó, ¿acaso ese hombre sabía algo?  Pero el pelirrojo ya no estaba.

 

-Demonios… yo no hago esto por gusto…- Dijo con rabia – Solo espero que la situación mejor e de una buena vez… que la Familia Donquixote se vaya, o que me dejen vivir en paz sin tener que exterminar a quien se me acerca… aunque la verdad nada tiene sentido… Realmente Doflamingo mato a Cora-san… no, hay algo raro… a no ser que finja aquella personalidad tonta para que baje la guardia, eso debe ser- Decía para sí el moreno, quería que todo terminara de una buena vez.

 

                Y en el parque central se encontraban tres chicos

 

-¡Vamos que se hace tarde!- Apuraba el pelinegro al rubio y  al pelirrojo -Pedí permiso de faltar este día porque teníamos que ir temprano a ayudar-

 

-Eso lo sabemos Ace- Dijo el rubio

 

-Bueno entonces yo me apuro porque tengo que ayudar a afinar los instrumentos- Dijo a la vez que corría

 

-A…- Iba a protestar pero cayó el rubio

 

-Jajaja no importa lo que hagas, el siempre será así- Reía – No tiene remedio-

 

-Umm… pues lo conoces demasiado bien-

 

-Podría decirse- Dijo mirando al cielo, Marco paro y Ozz al verle también, girando a ver que le sucedía

 

-Ozz-san… ¿que es lo que sientes por Ace?- Lanzo, era definitivo, tenía que preguntar, pues aquello no le dejo dormir “?Sera que Tatch tiene razón?” Pensó, en ese instante el semblante tan alegre y despreocupado del pelirrojo cambio a uno más serio

 

-A mí me gusta Ace…- Dijo firme

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Yey! Que opinan? porfis dejenme saberlo, si? n.n

Bueno sin mas nos vemos luego! xD

 

Hasta el proximo Capitulo!! nwn/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).