—Basta—jadeo Nico de una forma poco decorosa, retorciéndose en los brazos de Percy.
Estaba acostado boca arriba en la cama del otro, con Percy entre sus piernas embistiéndoles constantemente. Era un lio de sensaciones y no podía evitar jadear o gemir. Odiaba no poder controlar sus emociones pero amaba esas sensaciones que le daban cuando Percy golpeaba ese punto dentro de él. No sabía que era o porque estaba ahí pero le había temblar deliciosamente.
— ¿Basta? Pero si te gusta—dijo con dificultad.
Embistió con fuerza a Nico haciendo que se arqueara y retorciera en las sabanas.
—Te odio—jadeo mientras se cubría el rostro con los brazos, le daba vergüenza que lo viera de esa forma, tan expuesto y en carne viva.
Sabía que había sido mala idea regresar por su espada, podía haber conseguido otra y librarse del chico. Pero inconscientemente deseo volver a verlo. Besarlo como lo hicieron antes. Tenía en mente el hecho de que si la mamá de Percy no hubiera interrumpido hubieran llegado a eso rápidamente.
—No me odias—le acaricio los muslos con cariño—si me odiarás me hubieras matado antes de meterla.
A Nico se le pusieron rojas hasta las orejas y me mordió el labio con fuerza, evitando los jadeos incontrolados. Percy hizo que quitara los brazos y lo beso tiernamente, sin dejar de embestirlo.
—Percy, despacio—sollozo.
—Dioses... Eres muy sensible
Tomó su miembro y acaricio la punta con el pulgar mientras le besaba, cepillando repetidamente la sensible abertura en este. Nico enterró las uñas en los brazos de Percy, mientras abría las piernas.
—Joder sí... —Maldijo mientras enterraba la cabeza en la almohada—así—suplico cerrando los ojos.
Percy rio mientras continuaba en lo suyo.
— ¡Espera!— Percy detuvo sus embestidas y se sostuvo con el brazo para ver a los ojos a Nico—dijiste que tenías un plan.
El hijo se Hades lo miro sorprendido.
—No creo que sea momento de discutir eso.
— ¿Por qué?
Nico le pego con la palma en la frente y se volvió a poner rojo hasta las orejas.
— ¿Enserio estas preguntando eso?
Sonrió reanudando las estocadas, se fundieron en un beso algo desesperado. Percy metió las manos dentro de la playera del otro, acariciándole el pecho. Regreso a masturbarlo mientras aceleraba las embestidas. Nico soltó un gemido contra el beso y retorciéndose se corrió entre ambos, manchándose la playera. Poco después se corrió Percy, quedando recostado sobre el chico.
—Merda—gimió Di Ángelo.
Disfrutando de los últimos espasmos de aquel perfecto orgasmo salió de Nico, el cual estaba extrañado ante la sensación del semen de Percy dentro de él, pero se estiro mientras abrazaba a Percy, sintiendo una ligera punzada en la cadera de la cual se arrepentiria al dia siguiente.
—Eso fue intenso —dijo el chico del dios del mar.
—No—murmuro—fue horrible—dijo y rio tras la mueca que hizo Percy.
—Te amo Nico di Ángelo. Y deseo oír tu plan.
Nico se sintio feliz por todo, no hubiera pedido mas del momento porque asi como sucedio era perfecto.
Merda: mierda.