En la mansión los dos mayores que protegían el castillo, notaron que uno de los aldeanos no se encontraba ahí, y como era de esperarse fue el menor que salió de tras del amo Atemu.
Bakura: ¿lo encontraste?- Preguntó a su compañero.
Marik: No, no está en el castillo, lo más seguro es que haya ido detrás de Atemu. Pero Atemu llamó a los otros así que lo más seguro es que vayan a reclamar el alma de Yugi.
Ryou se encontraba detrás de una estatua escuchando todo lo que discutía Bakura con Marik. Aunque Marik no estaba atento con la situación de Atemu porque seguía furioso de lo que había ocurrido con Malik y le dio atención y cuidados para que se recuperara más rápido aunque la controversia con Yugi no lo tenía sin cuidado.
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-Atemu, despierta por favor, debes ponerte de pie; ¡vamos!- Yugi lo llamaba mientras procuraba que el caballo que traía Atemu no escapara.
Atemu: ¿Quién? ¿Quién eres?- su vista está nublada pero poco a poco se aclaró hasta ver bien definida la cara de Yugi quien lo miró con los ojos brillosos- Yugi, ¿qué haces aquí? ¿No vez que esto es muy peligroso?- a Atemu le cuesta levantarse, Yugi le ayuda, lo apoyó en su hombro y lo montó directamente al caballo, Atemu tenía abierta la frente y su sangre escurrió lentamente por la espesura que tenía ahí. Su brazo estaba herido y ese lapso de tiempo en que se había enfrentado a Monak y a Zork desaparecieron de su mente y vagamente recordó haber peleado con algo que en sí estaba fuera de su alcance.
Yugi guardó silencio toda la trayectoria lo que incomodó un poco a Atemu, ni si quiera cruzó mirada con él; en la entrada del castillo, Atemu llamó su atención preguntándole lo que él había visto en ese momento en el que estaba peleando. Yugi alzó el rostro y luego miró a Atemu, primero manifestó un sonrojo y luego palideció de repente, Atemu notó el cambio y se puso bastante serio, pero ya no pidió respuesta, bajó del caballo y mandó que Yugi fuese a su habitación o que fuese a otro lugar. Yugi se sentía un tanto mal sobre lo que había ocurrido entre él y Atemu y más con lo que planeó con Malik.
Pasaron muchas horas después de que Yugi y Atemu habían regresado. Ryou ya sabía de su regreso y quería hablar con Yugi sobre lo que había pasado pero temía que su amigo se aterrara pues aún tenía ese color pálido en el rostro. Minutos después de pensar y pensar, fue a buscar a Malik a su habitación, en cuanto se asomó vio que Malik ya había despertado pero estaba hablando con alguien, cuando se entreabre la puerta Marik estaba de pie mirándolo y preguntándole si ya se sentía mejor. El menor para afirmarle sonríe y en seguida Marik sale de la habitación del menor encontrándose a Ryou parado en frente de la puerta.
Marik: puedes pasar.
Ryou: gracias…-entra sin cuidado y Marik sigue su camino. Luego Ryou cierra la puerta de la pieza y camina hasta donde estaba recostado Malik.-¿cómo estás amigo?
Malik: mucho mejor, ¿Marik vino a cuidarme?
Ryou: y no se separó de ti, es más, Yugi y él abogaron por lo que Atemu hizo.
Malik: no sé por qué creo que eso fue plan con maña… sabía que Atemu se moría de celos que Marik persiguiera a Yugi y yo me moría de tristeza de que eso fuera así. En sí, nos convino a todos.
Ryou: y creo que tienes razón aunque Yugi estaba furioso con lo que pasó, creo que también exageró un poco las cosas, como para hacer sentir mal a Atemu o llamar su atención de alguna manera.
Malik: ¿y dónde está Yugi?
Ryou: no lo sabemos, cinco minutos después que Atemu saliera del castillo, él había desaparecido.
Malik: ¿no lo ven? Lo más lógico es que haya ido tras de Atemu, Yugi cuando pela con alguien siempre que se siente culpable no duda en ir y arreglar las cosas… Es bastante noble.
Ryou: bueno, no dudé en que fuese esa posibilidad pero sigo teniendo un mal presentimiento de esto.
Malik: ¿qué pasará con la fiesta que se hará? ¿Ya tienen todo listo?
Ryou: es verdad, con todo esto, olvidé lo que iba a organizar. Buscaré a Bakura o a Marik para arreglar ese asunto, Tú reposa un poco, lo necesitas para recuperar energía.
Malik: no, Ryou, espera…-Ryou salió velozmente de la habitación sin decir nada más, a Malik lo dejó con la duda si Marik volvería a buscarlo. Probablemente tendría que esperar para que eso sucediera. Mali miró el techo e imaginó el rostro de Marik en él, se preguntó si realmente podrán estar juntos como sus dos amigos con los otros mayores. De la tensión y aburrimiento de estar tanto tiempo acostado, se intentó levantar lentamente hasta quedar sentado en la orilla de la cama, momentáneamente Marik abre la puerta sigilosamente y miró al menor que se cambiaba la vestimenta que traía algo sucia. Malik apreciaba la escena en la que Malik se quitaba la camisa que traía. La piel morena que mostro en ese momento abrió el apetito de deseo en el mayor, hizo a un lado la prenda y se sacudió un poco el cabello, dejó ver que en su espalda tan fina, una pequeña herida, la herid que lo había inmovilizado momentos anteriores. Mientras hablaba para sí mismo, Malik buscaba algo más qué ponerse, “bueno ya no me quedaré aquí como vegetal, no es costumbre mía”. El mayor de reojo vio que Malik retiraba sus pantaloncillos quedando pleno para él; su corazón palpitó muy rápido y la simple belleza que el menor dejaba a la vista era más que la tentación y el pecado juntos.
Malik después de ponerse un pantalón diferente, escuchó un ruido en la puerta y al acercarse a ella, delataba el espionaje de Marik así que para disimular, entró como si nada y fingió sorpresa al ver a Malik a medio vestir.
Malik: ¿eh? ¿qué… qué haces aquí? ¿qué antes no te enseñaron a tocar?-sonrojado no pudo decir otra cosa y el mayor estaba igual o más rojo, pero aparentó una seriedad muy exagerada.
Marik: ¿tú qué diablos haces? Deberías estar acostado descansando, ese veneno era bastante letal. Aunque me impresiona tu supervivencia.
Malik: bueno por lo que sé, no era un veneno tal brutal como dices, Ryou me dijo- Obviamente para que Marik ya no le reclamara le tuvo que decir ciertas mentiritas piadosas- y ya estaba cansado de estar acostado en la cama así que por eso estoy de pie.
Marik: No insistiré más, goza de lo que quieras, ahora si te empiezas a sentir mal no vengas conmigo con que quieras que te cuide.
Malik: pero ¿por qué te incluyes? A los que les pediré ayuda serán a mis amigos- en frente de la puerta Marik se había detenido a terminar de escuchar lo que Malik decía. Sonríe cínicamente y voltea de nuevo a encarar al menor y se va acercando poco a poco, sus paso lentos hacían que los nervios en Malik aumentaran aunque Marik estaba perdiendo el control de sí mismo nuevamente. Al estar de frente con el menor lo miró de arriba hacia abajo, su mano rozó la mejilla caliente y roja de Malik así mismo, fue recorriendo su pecho tocando uno de sus pezones, hasta llegar al ombligo y tiernamente hizo retroceder al menor hasta pegarlo a un muro. La sonrisa tétrica del mayor aterraba y excitaba a Malik, eran de las pocas sensaciones que lo hacían explotar al máximo. Sin dudarlo acorraló al menor y lo atrapó en un beso muy explosivo. La batalla de sus lenguas era inevitable aunque por fuerza y más determinación, Marik se llevó el lugar dominante. De los suaves choques que tenían la excitación del momento les había favorecido, las pequeñas envestidas que el mayor hacía contra Malik provocaron los pequeños gemidos de él, sensualmente movía sus caderas para el éxtasis del menor de los labios, Marik cargó a Malik y él enredando sus piernas en la cadera de Marik pudieron sentir un leve roce entre miembros. Entre el muro y Marik, Malik sentía un calor muy sofocante que creía que lo consumiría lentamente. Marik atacó el cuello del menor lamiéndolo y mordiéndolo consecutivamente. Por desgracia el descontrol que poseía a Marik, le hacía heridas no muy leves a Malik. Por lo que los gemidos de excitación pasaron a ser los de dolor.- Es.. espera Marik-Malik tomó aire para hablarle al mayor-Detente, por favor.. de.. de.. detente- Malik daba pequeños empujoncitos en el pecho de Marik pero él no reaccionaba. Los empujones se hacían más duros. Marik estaba todo menos cuerdo, Malik con fuerza se separa de él y Marik reacciona quejándose de un dolor de cabeza, se sacude y la frota un poco, Un ojo antiguo estaba en su frente, el mismo que tenía cuando atacó a Yugi. Pero logró erradicar con esa fuerza maligna. Miró al menor y se disculpó con él por lo que había pasado en seguida salió de la habitación. Malik terminó de vestirse y trataba de calmarse; el momento estaba muy encendido en su cuerpo y sus latidos estaban muy irregulares. De tras de la puerta estaba recargado Marik tratando de regularizarse y procurar de omitir las imágenes vividas en ese instante con Malik, Bakura pasando por el pasillo se encontró con Marik.
Bakura: aquí estás, no hay señales del pelo de puerco espín, por cierto ¿sabes dónde está Ryou?
Marik: lo vi hace más de 20 minutos hablando con el otro chico, creo que ya está bien…
Bakura: bueno eso no me interesa, solo quiero saber si Ryou ha estado cerca.- Ambos escuchan la puerta principal y salen disparados a ver qué era lo que había ocurrido en los extremos de las escaleras, al parecer era Atemu, se había quedado casi toda la tarde afuera después de su regreso, aún tenía la sangre que había corrido por su frente. Con la mirada exigió que Marik y Bakura desaparecieran de su vista. Al subir a su habitación en la puerta estaba Yugi sentado, dormitando por haber esperado mucho a Atemu. En las manos tenía una canastita donde tenía medicamentos de curación. Los ojos de Atemu brillaron en cuanto vio a Yugi. Sus pasos no fueron leves, lo que despertó al pequeño de un salto.
Atemu: Yugi ¿qué estás haciendo aquí? Ve a tu habitación a descansar.
Yugi: pero, yo no.. amm bueno es que vine a curarte la herida que tienes en la cabeza. Tu sangre se secó en tu frente.- Atemu hizo un gesto de extrañeza trató de mirar su frente. Con sus dedos se toca y mira que la sangre estaba seca como en una costra. Yugi se levantó con la canasta en mano y lo jaló hacia su habitación.
Atemu: no Yugi, no quiero que entres ahí, vamos a tu habitación y ahí haces lo que quieras ¿está bien?
Yugi: ¿sigues enojado?-Con la mirada abajo, el menor preguntó.
Atemu: No yugi, estoy más tranquilo, no te preocupes- Alzó el mentón del menor, sus ojos se iluminaros y después mostró una sonrisa sincera que Atemu no pudo desaprovechar y manda una de regreso.
En la habitación del menor, Yugi se había senado en la cama y Atemu en el suelo lentamente palpaba con una franela el golpe de la herida donde salió la sangre
Yugi: no es tan grave, solo fue una pequeña abertura en tu cabeza pero debes tener cuidado…
Atemu: Yugi, sé que viste todo lo que pasó. Tengo recuerdos vagos de ese momento pero lo que más me intriga es que me enteré que hubo alguien venció al mejor jugador de la región. Sé que conoces a Seto Kaiba, trabajaste para su familia. Así que debes saberlo. ¿Tú conoces a la persona que lo venció?...-Yugi se quedó helado con la pregunta de Atemu y para evitar responderle a Atemu.- Vamos Yugi, necesito que me digas.
Yugi estaba a punto de soltarse en llanto porque tenía miedo de confesar y que Atemu le hiciera algo como lo hizo con Tea, sus ojos se empaparon un poco y Atemu notó ese brillo particular por llanto en los ojos de las personas- Yo, amm no te entendí Atemu, exactamente para qué quieres saber eso. Atemu sospechó de la respuesta y su gesto gentil que tenía desaparece y con él, se levanta algo disgustado, parándose delante de la puerta.
Atemu: ¿acaso se trata de ti?- Atemu gira su cabeza para ver de reojo al pequeño Yugi. Yugi se muerde el labio y suelta lágrimas silenciosas. Atemu las vio caer y frustrado salió de la habitación. Yugi quedó mirando la puerta de su habitación con los ojos bien abiertos con lágrimas corriéndole por la mejilla. Luego se aventó hasta su almohada a llorarle al terror que sentía.
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