"Ese Juego Vibratorio"
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El ambiente estaba muy tenso en aquella oficina, la doctora que aunque no lo quería admitir estaba tomando un gran vaso de sake, mientras que la pareja de oro solo veía a la rubia con mucho nerviosismo, el cual no era para menos.
Pero ya harto de esperar y estar con esa mujer, Yuki Eiri decidió romper el silencio a su manera.
—Muy bien vieja borracha, haga sus malditas preguntas para que Shuichi y yo nos podamos ir. —Exigió con molestia mientras se ponía de pie.
—“Y otra vez con ese insulto”.—Pensó la rubia con molestia.—Bien, entonces comienza por contarme porque la semana pasada llego junto con su pareja a altas horas de la noche y con un vibrador dentro de su...—Pero no pudo terminar de hablar porque el grito de alguien la interrumpió.
—¡¡NO LO DIGA ES VERGONZOSO!! —Grito el peli rosa muy sonrojado.
—De prisa que todavía quedan dos parejas. —Exigió la rubia con diversión.
—Muy bien pero si esta información sale de aquí juro que la hare pagar caro vieja borracha. —Advirtió el escritor con frialdad. —Todo comenzó...
---FLASHBACK---
La pareja se encontraba en su habitación, las cosas se encontraban sumamente intensas, la ropa sobraba y ellos lo sentían, así que de manera rápida y desesperada se quitaron y arrojaron sus prendas.
Ya desnudos comenzaron a besarse con gula y desesperación y aunque el escritor fuera un orgulloso y no lo admitiera, era el más desesperado de los dos, tanto que sin esperar y ni tomarse la molestia de preparar a su Baka, entro en el pobre peli rosa causando que grite de dolor y placer.
—Ahhh~. —Gimió el peli rosa. —Yuki...más despacio. —Suplicó de manera entrecortada debido al placer que le ocasionaba su amado, el cual no espero ni un momento y empezó a moverse como poseso.
—Lo siento, pero quiero probar un pequeño juego, pero antes quiero hacértelo como loco. —Admitió sin ninguna pizca de vergüenza mientras se movía como loco.
—Ahhhh~...ahí...dale ahí. —Suplico cuando sintió que le daban en su punto dulce.
—No tienes que pedirlo...de todos modos planeaba hacerlo Baka.—Dijo Yuki mientras daba una y otra vez en ese punto que hacia delirar al peli rosa y ya sintiendo el final con su mano derecha tomo el miembro de su Baka y comenzó a moverlo a la par de las embestidas.
Ambos siguieron moviéndose como locos hasta que por fin derramaron sus esencias, Yuki dentro de Shuichi y este último entre sus abdómenes.
Luego se besaron con desesperación pero, cuando el escritor vio que Shu se estaba quedando dormido, lo puso bocabajo y con su camisa ato sus manos a la cama, dejando al vocalista totalmente confundido.
—Yuki, ¿qué haces?—Preguntó confundido y porque no admitirlo, algo asustado.
—Te dije que quiero probar un nuevo juego. —Respondió el escritor con simpleza mientras abría un cajón y sacaba una curiosa cajita.
— ¿Qué...es eso?—Preguntó el menor con mucho nerviosismo.
—Es un juguetito que compre esta tarde y tú lo vas a probar. —Respondió mientras de la cajita sacaba un vibrador.
—El peli rosa abrió los ojos de la sorpresa, pero luego comenzó a tratar de soltarse, no quería probar ese juego, algo le decía que la pasaría mal si permitía que Yuki siguiera. —Creo que mejor dejamos el juego para después. —Trato de persuadir mientras trataba de soltarse.
—Lo haremos ahora. —Contestó el escritor con una fría mirada que helo hasta los huesos del vocalista, el cual dejo de moverse y resistirse. —No te preocupes que no te dolerá. —Dijo de manera suave mientras metía el aparato en la entrada del peli rosa.
—Shuichi solo cerró los ojos y apretó su amarre al sentir ese aparato dentro de él. —Se siente...se siente muy raro. —Dijo de manera entrecortada.
—Y pronto lo sentirás más raro. —Dijo con una ladina sonrisa mientras encendía el aparato en el nivel dos.
—Ahhh~...Yuki...se siente más raro. —Dijo con trabajo, eso sí que lo estaba excitando, pero por alguna razón lo sentía cada vez más adentro. —Se...está hundiendo...más. —Comentó completamente sonrojado y excitado.
—Tranquilo Shuichi, tengo amarrado el vibrador a un hilo y no pasara nada. —Dijo el escritor como si nada mientras aumentaba la velocidad, pero no se dio cuenta que el hilo se había soltado y que el vibrador cada vez se metía más en el vocalista.
—Shuichi cada vez sentía más placer, estaba seguro que si seguía así pronto se correría, claro que ese lindo momento se terminó, cuando sintió que el aparato se hundió en él mucho más. —¡¡AHHHH!! ¡¡YUKI DUELE!!—Grito cuando sintió ese aparato más adentro.
—Yuki se puso nervioso con ese grito y cuando viro a ver el aparato ya no estaba, lo cual lo lleno de angustia al saber dónde había quedado. —Shu no te asustes, pero el vibrador se metió por completo. —Dijo con nerviosismo mientras trataba de sacarlo.
—Yu...Yuki no sigas...me duele mucho. —Dijo mientras lloraba y trataba de soltarse.
—El escritor saco sus dedos de la entrada de su Baka y desato sus manos para después ayudarlo a vestirse y vestirse el mismo. —Lo siento mucho Shu-chan...no creí que esto terminaría así, pero ahora mismo te llevo al hospital. —Dijo con arrepentimiento mientras tomaba en brazos a su Baka y salía del departamento.
Ya afuera, Yuki no perdió tiempo y metió a su bola rosa en el asiento trasero del auto y luego se metió el mismo al del conductor para después arrancar con prisa hacia el hospital más cercano.
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Y después de pasarse como cinco altos y casi atropellar a varias personas, por fin llegó al hospital SENJU, el cual era el más cercano, así que se bajó y luego bajo a su Baka, para después entrar al lugar y exigir ayuda, la cual no le querían dar hasta no saber qué era lo que tenía el peli rosa, el cual gritaba de dolor.
—Entiéndalo Yuki-san, necesitamos saber qué es lo que tiene su pareja. —Dijo una peli azul con calma, en un intento por persuadir al orgulloso escritor.
—Y yo le digo que no es necesario que lo sepan, solo atiendan a mi pareja y ya. —Exigió el rubio con furia.
—Muy bien lo atenderemos, pero si no nos dice con exactitud que tiene Shindo-san, el único que sufrirá será él y solo él. —Dijo seriamente la doctora peli negra.
—Yuki lo pensó mejor y viro a ver a su Baka, el cual no hacía más que gritar y llorar. —De acuerdo les diré, pero por favor ayúdenlo. —Suplicó con un sentimiento de culpa.
Yuki contó lo que su Baka tenía, claro que omitiendo muchos detalles y cuando supieron lo que el vocalista tenia, la doctora y la enfermera no lo podían creer, pero decidieron no perder más tiempo y atendieron al peli rosa con urgencia.
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Primero le tomaron una radiografía para ver que tanto había avanzado el vibrador y cuando vieron que estaba cerca de perforar uno que otro órgano lo metieron a cirugía. Ya cuando pasaron varias horas y que la operación había terminado con éxito, el escritor por fin pudo respirar tranquilo mientras veía a su luz dormir con alivio, sin duda alguna aprendió la lección.
—Perdóname Shu-chan. —Susurró con arrepentimiento mientras acariciaba el rostro de su Baka.
---FIN DEL FLASHBACK---
—Y eso fue lo que paso. —Término de decir mientras se ponía de pie y jalaba a su Baka hacia la salida. —Más le vale no filtrar información o de verdad va a conocerme. —Advirtió con frialdad para después salir de la oficina y del hospital.
Cuando por fin estuvieron afuera la pareja de oro se viro a ver entre sí, y sonrieron mutuamente.
—No se tu Shuichi, pero esa historia me dejo caliente. —Dijo el escritor sin ninguna pizca de vergüenza.
—El vocalista sonrió. —Pues apresúrate que yo estoy igual. —Dijo el peli rosa con una voz que solo excito más al escritor porque ni lo pensó dos veces y arranco el auto a toda velocidad.
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La rubia seguía en su asiento y veía con algo de temor la puerta, no quería admitirlo pero, esa amenaza sí que la había asustado.
—Ese hombre sí que da miedo.—Susurró Tsunade mientras salía de su oficina e iba a la sala de juntas, y en cuanto entro se acercó a el otro escritor y a su pareja.—Usami Akihito y Takahashi Misaki...es su turno.—Dijo la doctora para después salir, siendo seguida por la pareja.
—“Que vergüenza... ¿por qué me pasa esto Oni-chan?”.—Pensó con lagrimitas en sus ojos.
—Tranquilo Misaki...yo estoy contigo. —Susurró el peli plata mientras abrazaba a su castaño.
Sin duda alguna las parejas deberán pensarlo dos veces antes de ir a un hospital y eso si no querían regresar a ese hospital que solo los avergonzaba o los excitaba.
CONTINUARA