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Un Nuevo Tiempo por yumeorage

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Notas del capitulo:

Advertencias y notas del capitulo:

OC

OoC

Faltas de ortografías xD.

Recordando que Inazuma Eleven no me pertenece, si fuera mío, sería todo yaoi~

Gracias por sus comentarios y me disculpo enormemente por la tardanza.

Sólo eso, espero que disfruten del capitulo.

Además tengo un tumblr dedicado a Kaze, si gustan pueden seguirme, si no, no xD

http://kaze-chan.tumblr.com/

Necesidad y trato

Luego de lo ocurrido con el partido que había tenido la secundaria Tsuetsu, todos volvieron a sus casas. A pesar de que la victoria había sido por parte de la secundaria donde ahora estaba Kazemaru, no había mucho ánimo de celebración. Lo que si había era animo de luchar hasta el final, a pesar del anuncio hecho por el seitei, donde los equipos participantes del torneo deberían ver su club eliminado si perdían en los próximos partidos, pero Tsuetsu se mantenía firme.

Sin embargo uno de sus miembros no parecía estar con esas ganas de ver a su equipo perder, ni mucho menos seguir esas reglas. Quería cambiar esto, cambiar este futuro tan oscuro, si él podía hacer algo lo que sea, lo haría. Y claro que podía hacerlo, después de todo había venido del pasado para salvarse de un destino peor y cambiar el futuro de sus amigos.

- ¡Necesito hablar con el Seitei!- fueron las palabras llenas de decisión de Kazemiya Ichirouta, quien observaba directamente a los ojos de quien ahora era su figura paterna, aquel que lo había traído a ese tiempo: Hideki. Este último miraba sorprendido, sin expresar palabras ante la petición del más joven.

Ambos se encontraban en la entrada de la casa en ese momento, luego de todos los sucesos ocurridos ese día, finalmente tenían un suspiro, o eso pensaba Hideki, quien no se espero ver esa mirada en Ichirouta.

- … ¿ah? ¿Qué? - pregunto saliendo finalmente de su estupor momentáneo, sólo para notar que su reloj emitía una señal. Observo el reloj, luego a Ichirouta.- Espera, tranquilicémonos… están pasando muchas cosas, demasiado rápido para mi gusto, detalles de los que soy completamente ignorante.- alejo a Ichirouta de él con delicadeza, más el otro aún se veía motivado ante esa petición y no parecía querer dejar el tema.

- Tu sabes quién es.- exclamo Ichirouta. Hideki frunció levemente el ceño, esto se estaba saliendo de su control, respiro hondo y camino hacia el living, donde lanzo su saco y su maletín, también se quito la molesta corbata.- Tú sabes quién es el Seitei.

- Ichiro, la verdad es que no lo sé.

- Es Goenji ¿verdad?- las palabras de Ichiro dejaron nuevamente sin palabras a Hideki.

- Espera… ¿cómo…? Escucha, no creo…

- Siempre dices que Goenji debe aparecer, que de él si hay registros en la historia. Es el Seitei ¿verdad? Si es así, quizás…

- Ni hablar, a él no te puedes acercar.

- Entonces si es él.- murmuro al ver como lo confirmaba.- Pero ¿por qué no?- pregunto.

- Es cierto que debe aparecer en mi reloj, y que seguramente lo está ahora, pero entiendes que el Seitei está a un nivel mucho más alto.

- No entiendo que quieres decir.- exclamo dudoso.

- Un simple chico como tú, no puede acercarse al Seitei así nada más. Sólo eres un estudiante.

- Pero… debes tener algo entre tus cosas que pueda ayudarme, algo del futuro.

- No hay más.- declaro simplemente para finalmente sentarse, tomo un respiro antes de continuar.- La situación es simple, nosotros no podemos llamar la atención, ambos somos simples espectadores promedios. Simples civiles, ¿Cómo alguien como nosotros puede contactarse con alguien importante?

- Entiendo… pero…

- Nosotros no podemos ponernos en contacto con él, pero tus amigos sí.- aclaro.- Hubiese sido muy fácil crearnos identidades de gente importante, para contactarnos con el Seitei, pero se vería demasiado sospechoso que ese tipo de personas aparecieran de la nada ¿no?- Ichirouta asintió con la cabeza ya algo más calmado.

- ¡Pero no puedo dejarlo así! El torneo está a sólo dos semanas de empezar, muy pronto Tsuetsu irá a un partido.- Decía preocupado el menor.- y si el resultado no es positivo… siento que es mi culpa…- declaro finalmente con tristeza.

- Espera, no digas eso. Ni yo sabía que esto pasaría y eso es lo que más me asusta.- el rostro de Hideki se volvió sombrío repentinamente.- Si bien, como no viví en este tiempo, hay detalles minuciosos de los cuales no estoy enterado, pero no creo que este evento haya sido uno de esos detalles minuciosos.

- Quiero saber… dime por favor, sólo se la historia en general, pero de verdad quiero saber.- Kazemaru se sentó en el sofá, esperando firmemente que Hideki le contará todo.

- Tu de verdad…- no termino de hablar al ver el rostro serio y decidido de aquel chico. Dejo escapar un suspiro.- Bien, debería comenzar sobre el proyecto. Comenzaron a idear un plan para proteger al planeta, era simple: Ejercer poder sobre el planeta tierra para un proceso galáctico, donde tomarían recursos minerales de un planeta bastante lejano. Al principio el plan parecía ser bueno, el objetivo final era salvar al planeta de cualquier amenaza externa y lograr cooperación entre pueblos lejanos y ayuda mutua. Pero se perdió la vista de ese objetivo.

- …- Kazemaru se quedo en silencio en ese momento, tratando de entender las palabras de Hideki.

- Se que es difícil de comprender, hasta para mí lo fue en su momento. Yo era parte de ese proyecto, un simple obrero promedio, encargado de un sector junto a otras personas. Me criaron para esa labor, por lo que sólo conocía ese trabajo, no conocía como era realmente el mundo.- Hideki sonrió nostálgico.- Era joven, creía que lo hacíamos era por el bien de la humanidad, que estábamos salvando a muchas personas, a todas ellas.- observo a Ichirouta por un momento, para cerrar los ojos y recordar como con sus compañeros y amigos, hacían el mejor de los trabajos por el bien de todos, como en su tiempo libre se divertían en aquella burbuja que habían creado para ellos.

- Pero estábamos ciegos.- agrego luego de un instante de silencio.- Cuando nos enteramos de la verdad, los que desertaron fueron asesinados.- Kazemaru le miro con cierta pena y culpabilidad por hacerle recordar ese tipo de cosas.- Llámame cobarde o lo que quieras Ichiro, pero yo no quería morir, tenía mucho miedo de la muerte, no deserte a pesar de todo.- decía con vergüenza.

- No te juzgo.- le aclaro Ichirouta rápidamente.-… Que… ¿Qué fue lo que descubriste?... Lo que tú y tus amigos descubrieron ¿Qué fue?- pregunto suavemente.

- La más grande de las mentiras.- sonrió tristemente.

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- Así es pequeño Hideki.- un hombre encapuchado de voz rasposa le hablaba a un joven Hideki, cuyos grandes e inocentes ojos azulados veían con horror como muchas personas vivían en precarias condiciones.- No podemos salvarlos a todos, sólo la elite debe ser salvada.- le aclaro como una verdad absoluta. Allí frente a sus ojos, miles de personas vivían en pequeñas viviendas, con lo mínimo para sobrevivir. Se podría decir que era la parte baja de la ciudad; un lugar diferente a lo que él estaba acostumbrado a ver, ya que de donde él venía, las personas vivían con lujos y no conocían el sufrimiento. Ni él mismo conocía el significado de esa palabra.

- Pe-pero… nosotros….

- Si, ustedes salvaron a toda esa gente que vive en la zona central ¿No notas lo feliz que viven? Cómodos y sin sufrimiento.- declaro observando a la ciudad que se alzaba a kilómetros de allí.

- Pero ¿Qué hay de esta gente?- Hideki pregunto observando al otro grupo de gente, aquellos que seguramente estarían pasando frio y hambre.

- Ellos viven con lo mínimo, lamentablemente ellos son desertores. Sabes, algunos de ellos no creen en el rey, así que simplemente viven así, bajo su propia elección.- el hombre hablaba verdaderamente preocupado.- Los hemos invitado a unírsenos, sobre todo a los ancianos y niños, pero no quieren nada.- decía angustiado.

-…- Hideki no dijo nada, la mirada de ese hombre, de orbes amarillos y fríos como el hielo le daba miedo.

- Además muchos de ellos se han amotinado, intentado matar al Rey ¿Puedes creerlo?- el hombre mayor se volvió hacia los demás, puesto que no estaban solos. Un gran grupo de jóvenes estaba detrás de ellos, vestían igual que Hideki, parecían todos hermanos.- Esto es lo que deben proteger, nuestro Rey les ha dado esta vida para ser sus maravillosos escoltas, confía en ustedes como nadie más, este mundo que tanto ama el Rey, debe ser protegido por sus jóvenes manos. Debemos impedir que seres externos aniquilen a la población que tenemos, es nuestro deber.

Hideki observaba como la gente de la parte baja no parecía feliz, hasta aseguraba poder oír gritos y lamentos desde donde estaban. Ni él, ni su grupo habían podido salvar a la gente que le habían dicho, ni siquiera sus amigos que habían desertado ahora no vivían, pero agradecía que fuera así para que no vieran esta realidad cruel ante sus ojos.

La élite vivía sobre toda esas personas, como si no fueran seres humanos.

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- Había un tráfico de personas, por minerales, conductores y aleaciones varias.- siguió hablando Hideki a Kazemaru.- Al comienzo no se notaba, pero necesitaban más personas. Comenzaron con la clonación de niños, pero les era insuficiente.- dejo escapar un suspiro.- El mundo se dividió en dos partes, los que apoyaban al Rey y los que no, debido a la represión con la que vivían, por esa razón la división de clase social y el trato diferente.

- ¿Qué hay de mis amigos?

- ¿Es necesario que los preguntes? Es obvio, ellos vivían "abajo". Planeando formas de matar al rey, o eso me decían. Por lo menos información de alguno de ellos, supongo que los más peligrosos, estaban en nuestra base de datos, de la cual yo pude acceder e informarme al respecto: Endo, Goenji, Midorikawa, Afuro… hasta Kido, son los que más se mencionaban en ellos.

- El Rey a que te refieres, ¿es la persona que nos dio a mis amigos y a mí el meteorito?- sorprendido ante la pregunta, Hideki sólo asintió, aunque parecía algo titubeante pero prosiguió.

- En el verdadero tiempo, Ichinose y Kurimatsu murieron, junto a ellos les siguió Haruna y demás.- le recordó.- Cuando cambie el futuro al salvarte, ellos están vivos, pero no sé que habrá pasado con la venganza de este supuesto Rey, su plan seguirá de una manera u otra, es por eso que un evento ocurrido como el de hoy no está en la base de datos que leí, ni siquiera uno que se le parezca.

- Dijiste que Hiroto era uno de los que había caído, dime… ¿A qué te referías?- Hideki le observo serio, con una mirada angustiante, cerró los ojos y respiro profundo antes de responder.

- Kira Hiroto.- comenzó el de cabello azul, agacho su mirada un momento para volver a mirar a Ichirouta.- Él vendió a sus amigos y los traiciono.- Ichirouta le observaba dudoso y sin creerlo.- Fue gracias a él que mataron a Someoka y a Fubuki, entre otros más. No sé lo que le llevo a hacer eso.- respondió antes de que Kazemaru le preguntará.- Es algo que nunca supimos. En ese momento, era un detalle al que no preste atención.- su voz fue bajando lentamente, como si estuviera arrepentido de haber dejado pasar esa información.

Ichirouta no sabía si creerlo o no. Su mente no lograba entender o darse una idea de que Hiroto pudiera ser capaz de traicionar a sus amigos. Él Hiroto que él había conocido durante el torneo, era una buena persona, tranquilo y amable. Era impensable.

Dejo el tema a un lado, por ahora no podía hacer nada más al respecto. Levanto la mirada y observo a Hideki.- ¿Qué hay de mí?- pregunto Kazemaru luego de un rato de silencio.

- En mi verdadero tiempo tú estás vivo, pero hay algo que no te he dicho: yo nunca te vi cara a cara.- eso si que sorprendió a Kazemaru.- Sólo te conocía por una foto en unos archivos, pero nunca hable contigo, nunca tome contacto con ese Kazemaru, sólo sabíamos que eras alguien tan importante como el rey, seguías vivo en algún lugar donde vivíamos.

- ¿Estaba oculto?

- Supongo que tus amigos sabían que tú seguías vivo, y querían salvarte, por eso siempre atacaban.- sonrió tristemente.

- ¿Cuál es mi poder entonces? ¿Qué es lo que me hace tan especial para que quieran dar conmigo? He estado haciendo ese entrenamiento de respiración y relajación como has dicho, pero aún no entiendo. Dímelo, por favor.- Hideki lo observo pensativo, sabía que preguntaría eso en algún momento.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Se habían quedado un gran tiempo en silencio. Hideki se dispuso a hacer el almuerzo para ambos, mientras Kazemiya se encontraba recostado en el sofá pensando en lo que había dicho su "padre" hace algunos minutos atrás. Miro la palma de su mano por un momento, más específicamente su muñeca.

No tienes ningún poder en especial, te mentí, lo siento. Son tus genes los diferentes, y eso es lo que quieren de ti.

Habían sido las palabras de su figura paterna, dejando en un incomodo silencio la habitación y pensando si él de verdad estaba bien con eso, al final el estar vivo ¿era algo malo o no? ¿Cuál sería su final entonces?

¿En qué me convertiré?

¿Cuál es mi final?

¿Moriré entonces?

Hideki había terminado de preparar la comida, así que regreso al living para avisarle a su hijo.- Ichiro, ya esta lista la comi…- anunció que se detuvo abruptamente al no verlo en el living.- ¡Ichiro la comida esta lista!- grito hacia las escaleras, quizás había subido a su habitación pensaba él. Pero ese pensamiento se esfumo cuando escucho ruido afuera. Corrió hacia la puerta principal y la abrió de golpe, salió a la calle rápidamente, sólo para ver asustado como a lo lejos Ichirouta se alejaba montado en su bicicleta. Gritar era innecesario, no lo escucharía de todas maneras.

- Ichiro…- murmuro él apretando sus puños

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

No tienes ningún poder en especial, te mentí, lo siento. Son tus genes los diferentes, y eso es lo que quieren de ti. Te usarán como conejillo de indias y te utilizarán para mejorar a otros.

Kazemaru manejaba su bicicleta sin destino aparente, sólo pensando en las palabras de Hideki y la historia de ese futuro oscuro. La verdad, es que necesitaba pensar sobre las cosas que había dicho Hideki sobre él

Pero ¿De dónde sale ese poder?

Había preguntado Kazemaru, ya que él no se sentía especial. No se sentía especial para nada, era un humano ordinario por lo que sabía. Sin embargo Hideki se lo dijo, sus genes no despertarían al completo a menos que se sometiera a cierta operación.

Las palabras de Hideki le seguían tras haber dejado la casa, estaba realmente muy confundido.

Condujo su bicicleta hasta el centro de la ciudad, y sin quererlo, otra vez estaba en la torre de metal. Sin bajar de su bicicleta, observo aquel lugar con nostalgia. Sacudió su cabeza un par de veces, para volver a pedalear sin voltear a ver ese lugar de nuevo. No podía volver allí y encontrarse otra vez con alguien conocido como Endo. Debía ir a otro lugar, pero toda la ciudad estaba plagada de recuerdos del pasado, que no volverían a ese tiempo de nuevo.

- Que cansancio…- Al poco rato, se sentía un poco mareado por el hecho de haber andado tanto sin sentido y sin haber probado bocado. Pero la verdad, es que sus piernas le habían guiado a otro lugar que no debería estar. Y mientras descansaba y recuperaba el aliento, sin bajarse de su bicicleta alguien se le acerco.

- ¡Lo sabía! ¡Eres tú!- una dulce voz infantil le saco de su ensimismamiento. Kazemiya volteo a ver sorprendido a un pequeño de cortos mechones azules, que le miraba emocionado.

- Ni-nirai…- era aquel chico que se había perdido aquella vez, que había ayudado a buscar su mamá y papá, dándose cuenta que los padres de Nirai eran sus padres, aquellos que él había abandonado hace 10 años atrás.

- ¡Nirai! Te he dicho que no te adelantes así, Ni…- una mujer de largos cabellos rubios venía hacia ellos, preocupada de su hijo. Ichirouta sorprendido y sin saber qué hacer, tan sólo se quedo allí paralizado. La mujer al verlo también se quedo sin habla por un momento, para luego sonreírle amistosamente.

- Ha pasado tiempo, Ichirouta.- la mujer lo recordaba, no dudo en ningún momento en decir su nombre.

- S-sí, me alegra ver que están bien.- declaro un poco nervioso.

- ¿Qué haces por aquí, hermano?- pregunto el pequeño curioso.

- Só-sólo estaba de camino, ejercitaba un poco… y so-sólo tomaba un descanso pero ya me iba.- dijo finalmente.

- ¿Tan pronto?- pregunto desilusionado.

- Si, lo siento…

- ¿Por qué no te quedas a comer algo con nosotros?- pregunto la mujer, sorprendiendo al muchacho.

- ¿eh? ¿Yo? N-no...

- Si, quédate… tengo un juego, podemos jugarlo juntos.- Nirai era el más entusiasmado, por lo que seguía insistiendo.

- Supongo que está bien si sólo es un rato.- respondió finalmente a la petición del más pequeño, ante aquella respuesta sus redondos ojos brillaron y su sonrisa se ensancho más.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Así que allí estaba, Nirai tenía un equipo nuevo de juegos electrónicos. Uno muy bonito de carreras, donde los jugadores elegían sus autos y competían entre ellos. Así que allí se hallaban los dos jugando frente al televisor, una vez Nirai le explico cómo se jugaba.

- Perdí…- murmuro Ichirouta, Nirai había ganado fácilmente.

- ¡Sí!- grito alegremente el más pequeño, ante la fácil victoria.- Eres muy malo para esto.

- Es que es la primera vez que juego a este tipo de cosas.- decía apenado, pero sonriente al ver lo feliz que era Nirai.

- ¡Entonces juguemos de nuevo! ¡Así aprenderás!- Kazemiya sonrió suavemente y asintió, contagiándose de la energía del más pequeño.

La madre de Nirai, observaba enternecida la imagen que tenía frente a ella desde la puerta de la habitación. Sentía como si tuviera dos hijos, jugando tranquilamente y divirtiéndose, la risa de niños en su casa le hacía sentir feliz, viva y sobre todo tan tranquila.

Kazemiya no supo cuanto tiempo estuvo jugando con Nirai, pero era muy divertido. De verdad esperaba que Nirai le hubiese dado mucha felicidad a sus padres, aunque por dentro se sentía mal al no haber podido compartir los primeros pasos de él, sus primeras palabras, o ayudar a su madre con él.

- Chicos, vengan a comer.- la rubia mujer les llamo desde la puerta, Nirai fue el primero en levantarse del piso, para correr hacia el comedor. Kazemiya se levanto con paciencia y tranquilidad.

- eh… yo...- el de cabello turquesa observo el suelo, la verdad es que no quería pasar más tiempo allí, pero al mismo tiempo tenía tantas ganas, desde lo más profundo de su corazón quería quedarse un poco más.

- Vamos Ichirouta, tu también.- la mujer amablemente le invito, dándole la mano. Kazemiya sorprendido ante tal acción, sólo se dejo llevar mientras se sonrojaba levemente.

En el comedor, ya sentado con Nirai y la señora Kazemaru, comían una típica comida japonesa. Había pescado, arroz, legumbres, huevo, una pequeña sopa.- Si quieres más arroz, sólo dime Ichirouta.- le dijo la mujer.

-Sí, gracias.- exclamo simplemente él.

- Egta degiciojo.- Nirai hablaba con la boca llena, su madre e Ichirouta rieron ante ello.

- Debes comer como corresponde, recuerda que tenemos un invitado.- le recordó su mamá, acercándose para limpiar la boca de su pequeño hijo.

Kazemiya sonrió ante esa escena, hace mucho tiempo él también había sido un chiquillo así ¿verdad? Bueno para él esos días no habían sido hace tanto, pero para esa mujer frente a él sí.

Recordaba muy bien cuando su madre le arreglaba su ropa, peinaba su cabello, hasta cuando creció largo, a su madre le gustaba peinarlo. Su padre estaba orgulloso de él y su futuro como atleta, cuando cambio de club también lo apoyo, sabiendo que sería bueno en lo que sea que hiciera. Había sido un buen hijo ¿verdad? Después de todo tenía buenas calificaciones, era un alumno muy querido por sus profesores, tuvo vida social, ayudaba en su casa y trataba de no preocupar a sus padres.

¿Había sido buen hijo, verdad? Se pregunto de nuevo, mientras observaba ahora la comida frente a él. Por su cabeza también paso el tema de que había desaparecido de sus vidas por 10 años, quizás no había sido tan buen hijo como él pensaba.

- ¿Estás bien?- la voz de la madre de Nirai llamo su atención.

- Sí, estoy bien ma… ahem… estoy bien.- Se alarmo mentalmente, estaba a punto de decirle mamá. Comenzó a comer ignorando que la señora Kazemaru le veía de manera curiosa. Yumiko que era el nombre de la mujer, tan sólo sonrió de una manera nostálgica.

- Mamá voy al baño.- anunció el pequeño, ella sólo asintió. Nirai desapareció por arte de magia directo hacia el baño.

- Gracias por haber venido Ichirouta.- declaro la mujer.

- No tiene que agradecer, yo debería agradecer la invitación.- Ella negó con la cabeza.

- Nirai es feliz porque tú has venido.- una sonrisa comprensiva adorno su blanco rostro.- Sabes, a Nirai se le dificulta hacer amigos de su edad.- por el tono de su voz parecía realmente preocupada.- La profesora nos dijo, que siempre está solo observando los clubes de chicos mayores, sobre todo el de futbol.- ella rio, su risa era tan clara y armoniosa.- Aunque hace poco se intereso por el de atletismo, el punto al que voy, es que estoy preocupada por él y su poco interés en hacer amigos, parece que sólo recuerda que esta sólo cuando llega a casa.

- Entiendo, quizás que entre a un club de futbol sería bueno. Con niños de su edad.- aconsejo Kazemiya.

- Eso es lo que no quiero.- la mujer junto sus manos, entrelazando sus dedos entre sí. Ichirouta le miro preocupado, no entendía a que se refería.- Tuve antes otro hijo.- la sorpresa en la cara de Kazemiya fue irremplazable, lo bueno es que la mujer estaba observando la mesa y no la cara de su invitado.- Pero el murió haciendo futbol.

- ...- en ese mismo momento Kazemaru no sabía que decir, sólo agacho su cabeza, y observo sus manos bajo la mesa. Mantener silencio era mejor, antes que cualquier otra cosa saliera de su boca.

- A él le gustaba el futbol, yo lo tenía claro y me agradaba verlo feliz. Pero cuando fue a ese torneo, el no regreso…- su voz parecía a punto de quebrarse pero aspiro hondo y siguió.- No quiero perder a Nirai, es lo único que tengo.- casi a punto de llorar, sintió la mano de Ichirouta sobre las suyas.

- De verdad lo siento.- dijo repentinamente.- La verdad no sé qué decir, sólo que no es justo para Nirai no hacer deportes, si es lo que él quiere.- Con pequeñas lágrimas en sus ojos y sorprendida, tomo la mano del menor entre las suyas. Ichirouta pensó que quizás ese sería el último contacto que tendría con ella, quería decir tantas cosas en ese momento, quería que lo estrechara, pero sobre todo, quería disculparse por haber desaparecido por 10 años, ya que él era su hijo perdido. Quería gritarlo con fuerza, pero no podía, las palabras quedaban atoradas en su garganta.

- Lo sé y gracias.- la rubia limpio sus lágrimas y le sonrió, para soltar su mano.- Tu cabello, el color de tu cabello se parece mucho al de mi hijo que en paz descanse, aunque él lo llevaba mucho más largo y en una coleta.- ella sonrió con nostalgia.- Ichirouta ¿puedo tocarlo? Tu cabello ¿puedo?- sorprendido tan sólo se quedo en silencio, observando como la mano delgada de aquella quien fue su madre, se acercaba a sus cortos cabellos turquesas.

Justo en ese instante sonó el timbre de la casa, la mujer se detuvo y se levanto.- Será mejor que vaya a abrir.- Kazemiya sólo asintió, observando como ella se alejaba. Cuando estuvo sólo, dejo escapar un largo suspiro, de verdad esto le sabía mal, tenía irse aunque no quisiera; Así que apenas su madre regresará le diría que debía irse, le daría las gracias y se marcharía. Recordando que esto no debía decírselo nunca a Hideki, quien debía estar preocupado por él.

- No esperaba tu visita.- pudo escuchar la voz de Yumiko desde donde estaba, por su tono era alguien que conocía. Nirai justo regreso del baño.- ¡Nirai! ¡Mira quien vino a visitarnos!- el pequeño observo a Kazemiya para luego ir corriendo a la entrada. Ichirouta sólo sonrió, si había una visita importante para ellos, era hora de volver a casa, no quería irrumpir más, aunque por dentro quisiera quedarse.

Se levanto de la mesa con todas las intenciones de saludar a la persona que había llegado y luego decirles que debía irse porque su padre debía estar preocupado.- Es bueno verte de nuevo Nirai, has crecido desde la última vez.- Kazemiya pudo escuchar una voz bastante varonil y joven provenir de la entrada, acompañada por la risa de Nirai.

- Que bueno que viniste, Miyasaka-san.- Se detuvo a unos pocos pasos de la entrada, sorprendido al escuchar ese nombre tan conocido para él. Justo cuando las pupilas verdes del nuevo individuo se posaron en su persona.

- ¿Y tú eres?- pregunto aquel que respondía al nombre de Miyasaka, observándolo curioso.

- Cierto, el es un amigo de Nirai.- respondió la única mujer presente.- Se llama Kazemiya Ichirouta.- presentó ella.- Ichirouta, él es Miyasaka Ryo, un amigo muy antiguo de la familia.- Y allí estaba la persona con la que menos pensaba encontrarse: Miyasaka Ryo le observaba entre sorprendido y curioso.

Imposible, se dijo mentalmente el de cabellos turquesas.

Kazemaru hizo memoria, el Miyasaka que había conocido era más bajo que él, con una apariencia aniñada y un lindo y largo cabello rubio. Pero, la persona que se encontraba frente a él en ese preciso instante, distaba mucho de ese Miyasaka: ahora era muy alto, esas facciones aniñadas habían sido reemplazadas por unas más varoniles y su cabello rubio era corto. Se notaba bajo la ropa que su cuerpo había estado bajo entrenamiento físico. ¡Esa persona no era Miyasaka! ¡Era un modelo salido de una de esas revistas de moda que veían las chicas de su secundaria en los recesos! Eso pensaba Kazemiya, escandalizado por el gran cambio que veía en su compañero, hasta se pregunto si era el mismo Miyasaka o quizás era otra persona.

- ¡ah! Mu-mucho gusto.- fueron sus primeras y torpes palabras.

- eh, eres muy gracioso.- fue el comentario burlón de Miyasaka, esa había sido la primera impresión.

- ¡Ahora podemos jugar los tres!- exclamo Nirai.

- Claro, claro.- Miyasaka se veía alegre y cómodo ¿de verdad era un amigo antiguo de la familia? Se preguntaba Kazemiya. Por su forma de actuar, entrar a la casa, comer con ellos, bromear con Nirai, parecía que sí.

¡Cierto! ¡Yo me tenía que haber marchado!

Escandalizado como siempre, Ichiro se había dejado llevar y había vuelto a sentarse, se rio, se sintió incomodo y, al fin y al cabo, paso más tiempo con su madre y Nirai, su pequeño hermano. Y de paso se dio cuenta que ese Miyasaka, si era el Miyasaka de su pasado, dado que había hablado sobre el club de atletismo de la secundaria Raimond.

- Yo estoy en la secundaria Tsuetsu.- respondió ante la pregunta del rubio, repentinamente interesado en el de cabello turquesa.

- ¿Y en qué club estas?- pregunto curioso.

- En el de futbol.

- ¿posición?

- De-delantero…. Pero aún no soy titular.- aclaro él, Miyasaka se quedo en silencio un momento. Estar con Miyasaka era mucha presión, el rubio le miraba como analizándolo a cada momento y segundo, de arriba abajo, era peor que con Fudou cuando se vieron por primera vez.

- No eres tan bueno entonces- molesto él, Kazemiya frunció el ceño levemente, ese tono no le gusto.

- Si-simplemente aún me falta mucho por aprender y no soy titular por entrar a mitad del semestre a la secundaria.

- Ya veo, que escusa tan pobre.- le sonrió juguetón Miyasaka. Kazemiya le miro sorprendido y hasta ya se estaba enojando por como lo estaba tratando.

- Miyasaka no seas malo, Ichirouta no es mala persona.- le aclaro Yumiko, quien se dispuso a recoger la mesa.- No le hagas caso.- ahora se dirigía al de cabello turquesa.- Sólo está cuidando de Nirai.- sonrió tranquilamente.

- ¿Cuidando de Nirai?- repitió con duda.

- Miyasaka-san, vamos a jugar.- la voz de Nirai llamo su atención en ese momento.

- Claro, claro.- exclamo el rubio levantándose de la mesa.

- Hermano, tu también.- Nirai tomo la mano de Kazemiya y se lo llevo, para sorpresa de Miyasaka, sobre todo porque lo había llamado hermano. Desconfiado, siguió a los más jóvenes a la habitación donde antes Nirai y Kazemiya jugaban. Comenzaron a jugar al mismo juego de antes, y como siempre Ichirouta no era muy bueno en ese tipo de juegos de carrera. Tanto Miyasaka como Nirai le ganaron.

- Eres muy malo.- opino el rubio burlón.

- No había jugado antes.- murmuro él molesto.

- ¿A que jugamos ahora Nirai?- sonrió el rubio al más pequeño, ignorando a Ichirouta por completo.

- uhmm… No lo sé…

- ¿Qué tal si jugamos al héroe?- pregunto Ryo. Nirai accedió felizmente, mientras Ichirouta sólo observaba.

- Yo quiero ser el héroe.- declaro rápidamente Nirai. Buscando en su baúl de juguete una espada de plástico blanca y una capa azul, que se la puso enseguida.

- Entonces yo seré el villano.- Ryo se levanto y encontró otra espada de juguete pero de color rojo con negro.

- ¿Hermano tu qué quieres ser en el juego? Aunque ya no quedan más personajes.

- No te preocupes, yo puedo mirar solamente.- declaro Ichirouta, la verdad es que ni siquiera sabía a que estaban jugando.

- ¡Ya se! Serás la chica en peligro.- declaro Miyasaka sonriente y antes de que Ichirouta pudiera reclamar por ello, el rubio le tomo de la muñeca lo acerco a él y lo puso sobre su hombro, tal como si fuera un saco.

- ¡Es-espera!- alarmado al verse a centímetros o quizás metros del suelo, por la altura del rubio, pidió que le bajará. Pero Miyasaka parecía estar bastante más entretenido teniéndolo así, sujetándolo sólo de su cintura. Mientras Kazemiya rogaba que no lo soltará porque caería de cara al suelo. Sus manos se aferraron a la espalda de Miyasaka, más específicamente a su ropa, temblando sólo podía esperar.

- ¡No es justo!- pudo escuchar la voz de Nirai.

- Soy el villano, no soy justo.- para luego imitar una risa malvada y salir corriendo hacia el patio trasero de la casa, mientras Kazemiya ahogo un grito de pánico.

- ¡Es-espera! ¡Me voy a caer!- claramente los gritos de Ichirouta eran ignorados por Miyasaka, quien estaba muy divertido. Nirai le siguió, sus espadas de juguete se cruzaban y luego nuevamente Ryo huía. Estuvieron así durante un largo tiempo, hasta que Miyasaka ya sabiendo que había pasado mucho rato, decidió parar.

- ¡Ven! Vamos a ver si puedes rescatarla.- Ryo estaba muy metido en su papel.

- Por favor, ya bájame.- Ichirouta sólo quería bajarse, y por fin Miyasaka le hizo caso, pero no lo soltó. Con su mano libre le rodeo acercándolo a él. Al parecer el juego aún no terminaba y seguido de eso, comenzaron a pelar con sus espadas de juguete. Miyasaka parecía un niño, sonreía mientras se disputaba esa pelea con Nirai, este último también se divertía. Kazemiya tan sólo observaba, aún atrapado en el brazo de Ryo, quien no lo dejaba ir.

Al poco rato, Nirai había salvado a Ichirouta de las manos del malvado Ryo, quien exageradamente caía al suelo y moría.

- ¡Si, ganamos!- grito Nirai levantando su espada de juguete. Kazemiya tan sólo sonrió nervioso. Pero estaba complacido, Nirai era un buen niño, había crecido bien -más allá de los problemas que tenía con socializar- problemas que sentía que alguna manera era su culpa.

Yumiko, la madre de Nirai y sin saberlo de Kazemiya también, observaba desde la ventana de la casa, como ellos jugaban, se podía distinguir su sonrisa tranquila y llena felicidad. En ese momento, para ella era como tener un tercer hijo ahora.

-o-o-o-o-o-o-o-

- ¿Ya tienes que irte, hermano?- Estaba atardeciendo ya, muy pronto oscurecería y era hora de partir. Sobre todo para Kazemiya, que ya había pasado mucho tiempo fuera de su casa.

- Si, mi padre debe estar preocupado, no lo he llamado.- respondió Ichirouta, aunque eso se debía a que había olvidado su celular en casa por las prisas que tenía de salir y de poder pensar a solas.

- Eres bienvenido cuando quieras.- la mujer se acerco para despedirlo.

- Gracias por todo.- exclamo Kazemiya, haciendo una leve reverencia.- Fue divertido Nirai, cuídate ¿sí?- le dijo al pequeño, quien asintió.

- Yo también debo irme.- El rubio también se despedía.- Tengo trabajo mañana.- le indico a Yumiko.- Pero vendré a visitarte pronto.- eso último se lo dijo a Nirai.

- ¿De verdad?- pregunto inocente el pequeño.

- Así es, prometo traerte un regalo, pronto será tu cumpleaños ¿no?-

- ¡Sí! Miyasaka-san me traerá un regalo, mamá.- decía emocionado.

- Cuídense ambos, hasta pronto.- les despidió desde la puerta.- Vamos Nirai, debes cenar, que luego debes dormir.- le dijo a su pequeño para luego entrar a la casa.

Kazemiya con su bicicleta ya afuera, espero a que entraran para hablar nuevamente.- El cumpleaños de Nirai ¿Cuándo es?- pregunto él a Miyasaka, este le miro sin mucho interés.

- Es un secreto.- se burlo el rubio.- Además ¿Por qué quieres saberlo? Nirai no es nada tuyo.- Ryo parecía un hermano mayor posesivo y celoso. Sus palabras realmente le molestaron, pero no dijo nada, supuestamente no era nada. Esa familia ya no era suya, ya que él era otra persona ahora.

Soy otra persona, aunque me duela.

Tomo su bicicleta para alejarse del rubio, para sorpresa de este último quien pensó que diría algo a sus palabras. Ichirouta se subió a su bicicleta, pero la mano del rubio sobre su hombro le detuvo. Ryo se hallaba sorprendido, no supo porque lo detuvo tan repentinamente ¿Qué lo había llevado a detener a aquel chico? Después de todo, esperaba no verlo más por aquí.

- ¿Qué pasa, Miyasaka-san?- pregunto el de cabello turquesa, su mirada azulina se poso en un nervioso Ryo, quien no se dio cuenta que había pasado un largo silencio entre ambos.

- …- carraspeo de manera incomoda.- Eh… Dijiste que eras de la secundaria Tsuetsu ¿verdad?- Kazemiya ahora volteo a verlo completamente, bajándose de su bicicleta, extrañado por el tema que comenzaba el mayor.- Supongo que entonces debería felicitarte, ya que tu equipo paso seleccionado al torneo.

Ante esas palabras, Kazemiya abrió la boca levemente, para luego cerrarla, frunciendo sus labios y volteando nuevamente hacia su bicicleta.- Si, es algo bueno.- exclamo sin una pisca de ganas de hablar sobre el tema. Ryo lo observo preocupado por ese cambio tan repentino.

- Es por el Seitei ¿verdad?- las palabras de Miyasaka le detuvieron en el acto. El rubio sonrió victorioso, aunque no sabía muy bien porque lo hacía.- Se muy bien lo que está pasando con el sector 5 y el futbol juvenil, lamento que tu equipo sea desintegrado.

- ¡El equipo no será desintegrado!- le grito él. Sorprendiendo a Miyasaka por ese cambio de actitud y a él mismo por haber explotado de esa manera. Ichirouta sintió un agudo dolor en la cabeza, llevo su mano hasta su frente como si así apaciguara el dolor. Mas tomo su bicicleta y la arrastro, no quiso subirse por el dolor que atravesaba su cerebro.

- ¿Oye? ¿Estás bien?- Miyasaka lo seguía, ahora un poco preocupado.- Perdón por lo que dije, pero esos rumores me llegaron.-le siguió hablando, pero para Ichirouta la voz de Miyasaka por alguna razón se sentía lejana, como un eco en su cabeza.- Ishido Shuji puede ser un verdadero fastidio ¿sabes?- siguió hablando y no dejo de seguirlo.- No sólo en su trabajo, sino también con las cosas que pide, cuantas veces he tenido que ir a su oficina porque según él, mis empleados no hacen bien su trabajo ¿Quién se cree?

Kazemiya se detuvo en seco, el dolor en su cabeza había disminuido y volteo a verlo.- ¿Ishido Shuji?

- Si, ese es el nombre del Seitei.- respondió simplemente él.- Bueno, la verdad es que ese es un nombre falso.- afirmo él en un susurro, algo molesto por el hecho de recordar ese detalle.

- Miyasaka-san, por favor.- pidió Ichirouta.- Necesito conocer al Seitei, necesito conocer a Ishido Shuji.- pidió decidido. A Miyasaka por alguna razón, la mirada llena de valentina de Kazemiya le recordó a otra persona. Enseguida su mano tapo la cara de Ichirouta, estaba molesto por pensar cosas que no estaban relacionadas con el tema.

- ¿Por qué me hablas así? ¿De verdad piensas que puedo cumplir eso? ¿Quién te crees para ser tan confianzudo conmigo?- exclamo sin quitar su mano del rostro de Ichirouta, quien intentaba quitar esa mano de su cara.

- "Este chiquillo… no me gusta para nada"- pensaba Miyasaka, para soltar por fin al más joven.

- Por favor.- más el siguió pidiendo aquello.- Mi equipo de futbol no puede ser desintegrado, necesito hablar con él.

- ¿Crees que harás algo al respecto? No creo…

- Si no lo intento, no lo sabré.- le interrumpió.- Por favor.- rogo. Ryo observaba la situación un poco abrumado, por alguna razón quería ayudarlo. Y al mismo tiempo se decía a él mismo, que el chico frente a él, era un desconocido y sobretodo un intruso en la familia de Kazemaru.

- Bien.- declaro el de mirada verde, Kazemiya sonrió al escuchar la afirmación.- Pero no te será gratis.- sonrisa que se borro del rostro del menor.- Trabajarás para mi, en mi empresa de modelos.- declaro él, con una sonrisa de victoria en sus labios. La cara de Kazemiya era un poema en ese momento, se había quedado en blanco ante las palabras que habían salido de la boca del rubio.

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Continuara.

Notas finales:

N/A: No tengo perdón, lo se! Juraba que había subido este capitulo, es que tengo tantas cosas en la cabeza, y si, he estado liada con trabajos y estudios. Pero bueno, fue un desliz mió, debería estar durmiendo pero aquí estoy actualizando el capitulo que les debía. Y como se dieron cuenta, nadie adivino que personaje iba a aparecer (Se nota que le daré un trasfondo diferente al rubio) ¿Quien aparecerá en el próximo? Sorpresa, Sorpresa xD

Próximo Capitulo: Mentiras


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