Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un Nuevo Tiempo por yumeorage

[Reviews - 82]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Aflicción

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

 

- ¿Querías hablar conmigo?-

- …

- ¿Qué querías decirme?

- …

- Disculpa… ¿Cómo?

- …

- No escucho… ¡Espera no te vayas!

¡Kazemaru!

Gritos, alguien gritaba su nombre con desesperación. Varias veces, una y otra vez.

Luego de eso, escucho un sordo ruido de un choque, sintió desesperación, escucho gritos, vio agujas que parecían lastimarlo y todo comenzaba a teñirse de rojo, como una neblina roja, donde cada imagen en su cabeza parecía tener un filtro de ese color, algunas borrosas, otras claras, pero todas confusas y desordenadas. No las entendía, era todo demasiado caótico.

Kazemaru despertó por su alarma aquella mañana asustado, nuevamente aquel sueño volvía a su mente. Pero esta vez fue más claro y eso le preocupo, sobre todo la última parte, que antes no había visto.

- ¿el accidente?- murmuro llevando una mano a su rostro, eso era lo único que tenía sentido en su cabeza.

Se levanto un poco mareado, se daría un baño rápido antes de empezar el día. Mientras hacía eso, rememoro aquel fatídico día, no quería hacerlo, y se había prometido a él mismo no recordar algo tan horrible pero aquel sueño lo estaba obligando y su cabeza dolía cada vez que tenía esos sueños. Tomo un baño rápido cambio sus ropas y cuando se estaba colocando aquel collar que le regalo Hideki, pudo darse cuenta de algo.

- No puede ser…- murmuro sorprendido al notar que algo faltaba, algo no cuadraba.

Bajo a la cocina ya vestido y listo, lo más rápido que pudo con su muleta y pie lastimado, el cual ya estaba mejor después de unos días, pero aún no podía jugar. Hideki estaba ya allí, con su usual delantal haciendo desayuno. Hoy Hideki volvería a retomar su trabajo y Kazemaru debía volver a sus clases.

- Hideki-san…- llamo él rápidamente.

- oh, buenos días Ichiro, espero que hayas dormido bien ¿cómo está tu-… ? - detuvo sus palabras al ver la cara alarmada del más joven, incluso se veía pálido.- ¿ocurre algo? ¿Te sientes mal?- no tardo ni un solo segundo en preocuparse.

- Es posible… es posible que yo…- trato de formular la pregunta claramente, pero antes se tranquilizo: respiro hondo e intento tranquilizarse.- El shock de ese día, del accidente ¿pude haber borrado algunos recuerdos míos?- Hideki estaba sorprendido por aquella pregunta.

- Es posible… ¿ocurre algo?- volvió a preguntar, entre preocupado y nervioso.

- He tenido esos sueños durante estos días, no son muy claros, pero ahora que lo pienso quizás sean recuerdos.- explico Kazemaru.- Estuve rememorando ese día y noté que hay cosas que no recuerdo, pequeños fragmentos.- Kazemaru se veía realmente preocupado, sentía que alguien le había dicho algo muy importante el día antes del accidente, quizás incluso ocurrieron más cosas que había olvidado. Algunas cosas que había olvido eran solo detalles, como por ejemplo ¿en qué momento hizo su maleta? No lo recordaba, pero tampoco es que fuera un detalle de lo cual preocuparse, aún así le parecía extraño todo.

- Puede que sea cierto, cuando te heriste lo único que hice fue curar tus heridas físicas.- le explico el mayor.- Pero cuando despertaste te veías bien, reaccionaste mejor de lo esperado, no había indicios de que algo malo, por lo que no pensé que hubiera algún daño en tu memoria.- Hideki estaba preocupado, se le notaba en su expresión. Al final sonrió levemente, se acerco a él y puso una mano en su hombro con suavidad, para darle ánimos.

- Sea lo que sea, parece que lo estas recordando de a poco.- fueron sus tranquilas palabras.- Por favor no te estreses de esa forma.- aconsejo él preocupado.- Debes recuperarte de una lesión antes que nada, eventualmente iras recordando, así que relájate.

- ¿Por qué justo ahora? ¿Por qué no antes?- preguntaba algo asustado, tenía miedo, no quería seguir recordando ese evento, algo le decía que no debía recordar.

- Quizás sea por todo este tema del torneo, te trae recuerdos, o quizás porque ahora estas más relajado. No te ha ocurrido nada extremo… ¿verdad?- Hideki le miro de manera sospechosa, esperando que Kazemaru no hubiera hecho nada fuera de lo planeado. El más joven negó con la cabeza firmemente, lo más extremo que había hecho fue aquel partido ¿encontrarse con Goenji podía considerarse extremo? Ya que no le había hecho nada, aunque si le había asustado un poco su presencia y casi secuestro. De todas formas, ya habían pasado días desde aquello.

Aún así, Kazemaru estaba preocupado.

-La misión…- hablo nuevamente Kazemaru, cuando Hideki le puso un buen desayuno en la mesa para que tuviera energías aquella mañana.

- No te preocupes por eso.- comento Hideki tranquilamente.

El de corta cabellera le miro extrañado por aquellas palabras, Hideki pudo leer su expresión fácilmente.

- Todo va bien en… en su totalidad, quiero decir no ha habido señales desde hace un buen rato.- comento, se veía bastante aliviado mientras observaba aquel reloj, que no era un simple reloj.- Eso quiere decir que tus amigos van por el camino correcto.- le regalo una sonrisa tranquilizadora.

-Pero… ¿y Kido?… Goenji sigue siendo el Seitei y Fubuki, inclus-

-Ichirouta.- llamo un poco serio Hideki.- Confía en mí, seguro Endo y los demás tienen un plan bajo la manga del cual no sabemos y todo irá a su favor.- parecía bastante confiado en ello.

El menor no se quedo tranquilo.

- ¿No confías en mis palabras?- pregunto al verlo dudar de esa manera, eso sobresalto a Kazemaru.

- S-si confió.- dudo un poco, pero al final intento contestar con seguridad.- Has ayudado mucho a Endo, eso no me cabe duda. Pero tampoco quiero quedarme sin hacer nada.

El de cabellera azulada oscura, Hideki, aquel que había viajado en el tiempo, le sonrió con dulzura.

- Yo sé que no, entiendo tu incertidumbre, has pasado varios días tranquilo, es obvio.- le siguió sonriendo.- Te prometo que apenas sepa algo nuevo, te avisaré.- fueron las palabras que reconfortaron un poco a Ichirouta. Este último sonrió y asintió feliz, antes de comenzar a desayunar.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Hideki le acompaño hasta su escuela, ya que aún iba con muletas, podía dejar de usarla en algunos momentos, pero no por mucho.

Por fin podía volver a su secundaria, Kazemaru quería hablar con los miembros de su equipo, quería verlos. También ir a ver a Endo, conversar con él, ya que no había podido hablarle, y también quería ayudar en la situación de Fubuki o al menos saber cómo estaba.

Mucho que hacer y poco tiempo.

Hideki se despidió dejándolo en la entrada y este se dirigió a su trabajo, como siempre tomo el subterráneo, lo usual, nada nuevo, aunque parecía haber una promoción en una tienda, quizás pasaría por allí luego del trabajo. El mismo se asombraba por aquellos detalles de los que ahora se estaba preocupando, cuando antes todo era diferente.

"Solo hazlo, es por el bien de nosotros y nuestra vida. No los dejes ganar"

Vestido con corbata y camisa, llego a su trabajo. No tardaron en saludarlo sus amigos de su oficina, algunos haciendo bromas, él riéndose de ellas. Así las horas del trabajo pasaban lento, pero de alguna forma entretenidas.

- Iré entregar esto arriba.- Hideki anuncio que se retiraba de su escritorio a su jefe, y sin otra palabra más, se retiro con una carpeta en mano, en la cual llevaba unas hojas recién impresas.

Camino por el pasillo a su ritmo, sin prisas, hasta el elevador, presiono el botón para llamarlo y esperar, nada raro. Hasta que justo en ese momento, sintió un escalofrió extraño recorrer toda su espalda, que hizo incluso se sobresaltará levemente. Sentía que algo se acercaba, algo familiar de alguna manera, no sentía terror o miedo, solo estaba alerta.

- …- volteo hacia la izquierda con seriedad, pero solo había un pasillo vació. Volteo entonces a la derecha, casi en guardia, sudando frio, pero solo habían dos chicos, ambos pertenecientes a otra sección, bebían café y conversaban amigablemente.

- ¿Vas a subir o no?

Aquella voz le alerto enseguida, no tardo en hacerse hacia atrás y voltear bruscamente, parecía preparado para que alguien le golpeara y claro, el recibirlo para defenderse e incluso estaba listo para devolverle el golpe.

- ah… Kido.- se relajo Hideki al reconocerlo, pero enseguida puso una cara de molestia, allí frente a él estaba aquel de largo cabello y gafas gigantes cubriendo sus ojos.

Desde su último encuentro con Kido, no se habían encontrado mucho, solo a veces en los pasillos, pero nunca solos, y demasiados ocupados en sus propios trabajos como para saludarse. Era la primera vez en mucho tiempo, semanas quizás, que se dirigían la palabra directamente.

Kido no pregunto nada, solo entro al ascensor antes que se cerrará, ya que ya había llegado. Simplemente Yuuto ignoro la presencia del otro, pues no era de su agrado el encontrárselo, además tenía prisa. Hideki dudo un poco en entrar, no quería, pero también tenía prisa, así que no tuvo más remedio que subir, aunque estaba más preocupado por lo que sintió.

¿Había sido por la presencia de Kido Yuto acaso? Era lo que se preguntaba en ese instante. Lo que le faltaba en su vida era una alarma para detectar la presencia de Kidou, pensó con ironía. Ya estaba dentro del ascensor, había apretado un botón y este comenzó a subir.

Sin darse cuenta, estaba apretando el puño de su mano libre, ya que la otra sostenía la carpeta. Kido volteo a verle porque parecía que algo extraño le pasaba, es cierto que no le agradaba Hideki, pero se notaba diferente en ese instante. Podía notar aquellas pupilas del mismo color del cielo, bastante preocupadas, incluso se veía nervioso. Lo medito un poco antes de hablar, porque realmente no quería, pero si Hideki estaba mal o algo, no quería hacerse responsable por él.

- Oye-

Su llamado fue interrumpido por una sacudida repentina, el ascensor se detuvo bruscamente en medio de dos pisos. Kido casi cae al suelo por el brusco frenado, pero logró sujetarse, lo mismo pasó con Hideki.

- Tiene que ser una broma.- murmuro por lo bajo Hideki, al notar la situación. Esperaba que se arreglara pronto, no le hacía ilusión quedarse atrapado con Kido Yuto en ese momento, sobre todo en un lugar tan pequeño.

Kido no medio palabra con Hideki, ambos eran lo suficiente listos, y adultos, para saber que estaba ocurriendo. El de lentes no dudo en usar la llamada de emergencia que tenía aquel ascensor.

- Disculpen, pero nos quedamos atrapados en el ascensor.- hablo Kido por el comunicador.

- Man…la… calma, …ense… mos haci…- era el mensaje inentendible desde el otro lado, se escuchaba con interferencia, entrecortado, era bastante extraño. Luego no se escucho nada más.

- Halo, halo…- llamo Kido presionando el botón de nuevo, pero nada ocurrió. Por lo menos le habían contestado, sabían de su situación y seguro vendrían pronto.

Hideki dejo escapar un largo suspiro.- Esto no puede empeorar.- comento malhumorado, pero esta vez en voz alta.

- ¿Lo dices por mí?- se ofendió enseguida Kido ante su comentario, ambos se miraron enojados por unos instantes.

- No todo gira en torno a ti, Kido Yuto.- contesto el peliazul de manera seria.- Adem-

Nuevamente el ascensor se movió, esta vez más bruscamente, como si estuviera a punto de caer. En ese momento ambos se preguntaron ¿en qué piso estaban? ¿Cuánto habían subido? ¿Llegarían pronto a rescatarlos?

Los dos observaron hacia el techo, como si pudiera ver a través de él. Se mantuvieron quietos, no movieron ni un músculo, estaban bastante aterrados por la situación, su expresión lo decía todo.

Justo cuando vuelvo al trabajo y ocurre esto.

Pensaba aquel que venía del futuro, maldiciendo su mala suerte.

- Los ascensores tienen un freno de emergencia, debería aguantar hasta que vengan en nuestro rescate, pero será mejor no moverse mucho.- Hideki iba a soltar un "ya lo sé" sarcástico, pero se contuvo, no era el momento, ni el lugar. Solo asintió con la cabeza, aunque no tardo en mandar al diablo el plan cuando el ascensor descendió bruscamente unos metros más, los dos entraron en pánico, por un momento no habían sentido el suelo. Kido incluso se quedo bastante pálido, pero tuvo más miedo al notar lo que hacia Hideki.

- ¿Qué estás haciendo?- pregunto alarmado, ya que Hideki había lanzado sus documentos al piso y ahora trataba de alcanzar el techo del ascensor luego de esa sacudida.

- Los frenos no están funcionando, no va a durar mucho el ascensor…- se detuvo y observo a Kido.- ¿podrías ayudarme? Créeme no quiero morir, mucho menos contigo.

- Lo mismo digo.- respondió Kido segundos después.

No tardo mucho en ayudar a subirlo, poniendo sus manos para que subiera, lo sostuvo mientras Hideki abría el techo. Fue fácil, solo dio unos golpes con su brazo en el lugar correcto, y aquel techo tan delgado salió, justo una pequeña abertura en una esquina del ascensor, para que pudieran pasar ambos.

- Sostenme fuerte.- le indico, para impulsarse y salir del ascensor. Kido sintió un peso menos cuando Hideki estuvo arriba, si que pesaba Hideki, sus brazos dolían. A través de aquella abertura, Kido solo podía ver oscuridad, luego una luz apareció, seguramente del teléfono de Hideki.

En la parte de arriba, Hideki se sostuvo de la pared: había una escalera de emergencia justamente cerca, algo sucia, pero firme. No tardo en alzar la mirada, dirigiéndola justo hacia el techo, quería ver que había ocurrido.

-¡Kazemiya!- Grito Kido, quien aún seguía en el ascensor, algo alarmado porque Hideki estaba en silencio afuera, no había dicho nada y el ascensor temblaba levemente.- ¡O-oye!- Llamo de nuevo, ya casi en pánico ¿acaso lo iba a dejarle morir? ¿Acaso él de verdad…? ¡Imposible!

En la desesperación, el sentir la muerte tan cerca, el escuchar como el ascensor parecía descender lentamente, salto para alcanzar el techo y salir por su cuenta.

- ¡Demonios!- grito al ver que no alcanzaba el techo por sí solo, estiro sus brazos, manos y dedos, lo más que pudo, salto agitado, pero no podía alcanzarlo y Hideki no se asomaba.- ¡No! No… ¡N- !

Entonces repentinamente alguien tomo su brazo con fuerza y lo jalo hacia arriba como si nada, o el sintió eso debido a que el ascensor volvió a bajar otros centímetros más antes de detenerse. Lo único que sintió después, fue la fría y sucia pared chocando contra su cuerpo, mejor dicho: él chocando contra esta.

Kido estaba pálido, esos segundos de desesperación; De verdad pensó que iba a morir.

- ¡Tu, Kazemiya Hi…!- le grito Kido observándolo, ahora que estaba firmemente agarrado de las escaleras por sí mismo y estaba más calmado, pero el mismo se interrumpió.

- Sabotaje…- murmuro Hideki sorprendido, sin prestarle mucha atención a Kido y lo que sea que tuviera que decir. Kido extrañado subió su mirada hacia arriba, que era la dirección donde el teléfono de Hideki apuntaba: El techo, los cables estaban rotos ¿Qué había pasado? Los ascensores tenían un buen sistema de seguridad y los frenos…

- Los frenos…- justo cuando pensó en ello, el ascensor, que estaba debajo de ellos, cayó sin detenerse, se escucho un sordo y violento ruido de metal contra el piso, que hizo eco en el lugar donde estaban. El ruido fue molesto, caótico, eso hizo que Kido se sobrecogiera, más Hideki no reacciono al respecto, el sonido no le molestaba en ese momento.

.

.

.

Medía hora después, ya estaban a salvo, los rescatistas estaban aliviados de verlos ilesos. A Hideki claro le dolía el brazo con el que había sacado a Kido del ascensor, al parecer se había lesionado un poco; Para variar no era su día.

Kido estaba siendo revisado por una enfermera, mientras todo el edificio parecía preocupado por la situación. Lo que había ocurrido, ya lo sabían todos los empleados, y casi la mayoría había dejado de hacer sus labores, como también se interrumpieron algunas reuniones.

- Será mejor que lo revisemos en la clínica, Hideki-san.- le indico un paramédico. El otro no quería, pero su brazo de verdad le dolía, termino aceptando. El paramédico se alejo no sin antes decirle que volvería enseguida.

Kido al verlo finalmente solo, se acerco a él con una mueca de disgusto.

- De no ser por ti, hubiésemos caído en ese ascensor.- hablo repentinamente, Hideki solo le observo de reojo. No parecía que Kido le estuviera agradeciendo, en realidad parecía molesto.- Si me hubieses sacado antes de allí, tu brazo no se hubiera lastimado.- le aclaro él, esperando ser perfectamente claro al respecto. Hideki no contesto, solo se quedo en silencio, eso molesto un poco más a Kido.- ¿acaso querías matarme?

- Quien sabe…- por fin respondía Hideki, pero esa respuesta tan fría y falta de empatía, no le gusto para nada a Yuto.- Hazme un favor Kidou Yuto…- el de lentes se ofendió ante ello ¿ahora le pedía un favor? ¿Luego de que casi moría por culpa de él? - Investiga que sucedió con el ascensor, creo que tu también quieres saberlo ¿no?

- hmn…- ofendido le observo enojado, Kido sentía que se estaba burlando de él.- Lo haré porque quiero saber, no porque tú me lo estés pidiendo.

- Entonces como favor te pido que compartas esa información conmigo.- Kido no alcanzo a contestar cuando el paramédico llego, y le pidió que lo acompañara, había una ambulancia abajo esperando. Hideki se fue sin despedirse de él, simplemente desapareció junto al paramédico.

Kido se quedo de pie, observando la figura de Hideki hasta que desapareció de su vista, dejo escapar un suspiro cuando eso ocurrió. Se encontraba molesto, porque sospechaba igual que Hideki lo hacía, y no le gustaba pensar como el otro, estaba claro que a Kido no le agradaba Hideki y el sentimiento al parecer era mutuo.

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Y mientras a Hideki le ocurrió eso, Kazemaru debía lidiar con otras cosas.

Ichirouta había finalmente llegado a su secundaria, luego de estar ausente varios días por su lesión, no había sabido mucho de las actividades del club, ya que mayormente Kiyoshi era quien venía a visitarlo. Y cuando Taiki, el capitán y compañero de su salón, iba a visitarlo, sólo le decía que todo estaba bien, sin entrar en detalle. Así que lo primero que hizo fue ir hasta el club aquella mañana.

Camino con lentitud con su única muleta, aún tenía tiempo, no pensaba entrenar de todas formas, solo quería saludar antes de comenzar las clases. Sonriente comenzó a caminar, quería ver cómo estaban los demás, disculparse y solo asegurarse que todo estuviera en orden.

Sus pasos le llevaron por el patio, aquel camino de cemento, liso y limpio, subió unas pocas escaleras con cuidado hacia el club. Entonces llego al final estas, justo frente a las dos grandes puertas, pero se dio cuenta que no podía entrar. Las puertas que usualmente siempre estaban abiertas, ahora se encontraban cerradas, y no solo eso, tenían gruesas cadenas y un candado, evitando que alguien pudiera abrirla.

- ¿Qué está pasando?- se pregunto en ese mismo instante sorprendido.

.

.

.

- ¡¿Por qué no nos dijo nada?!

- ¡Capitán!

Algunos alumnos heridos del club de futbol, habían regresado, no estaban totalmente recuperados, pero si mucho mejor que antes. Claro que entre ellos estaba Kazemaru, o mejor dicho Kazemiya, quien había regresado a sus clases y se encontró con la misma sorpresa que ellos hace algunos minutos; la puerta de entrada al club estaba encadenada, provocando preguntas hacia el capitán.

- Oigan tranquilos.- les dijo Kiyoshi, que se encontraba allí, porque todos estaban en el pasillo que daba al salón de Taiki y estaban armando un poco de alboroto, aunque los comprendía. Kiyoshi también hubiese sido capaz de armar un gran alboroto si de repente se encontrará con su club cerrado.

- No quise decirles para no preocuparles.- exclamo Taiki.- Sus lesiones son más importantes, deben recuperarse, el que no haya club ahora no implica nada.

- Claro que implica muchas cosas, capitán.- Masaru se acerco hasta ellos, motivado por la curiosidad de ver tanta gente reunida allí.- Lo principal es que no podremos jugar más dentro de la secundaria y por lo tanto supongo que tendremos que irnos a otros clubes, temporalmente.

- eeeeh… - fue la queja de los chicos.

- Pero no sé hacer otra cosa que jugar futbol.

- No hay ningún club interesante.

Era algunas de las quejas entre los presentes.

- Solo será temporalmente.- repitió nuevamente Masaru cansado de esas quejas tan infantiles.

- ¿Temporalmente?- pregunto Kazemaru, quien se había quedado en silencio observando la situación. El de cabellos verdes le observo un rato de manera seria, poniendo algo nervioso a Kazemiya, Masaru dejo escapar un suspiro.

- No habías dicho que el futbol cambiaría ¿o es que ya te rendiste?- le sonrió con burla.

Kazemaru estaba sorprendido de que aún recordará sus palabras, pero antes de siquiera hablar Masaru continúo.

- Además, deben pensar en Sameshima y los otros superiores.- Masaru esta vez les hablo a todos.- Dentro de unos meses ellos se graduaran y ya no jugarán en Tsuetsu.- los demás chicos se miraron, tenía razón después de todo, faltaba poco para que ellos se despidieran.

"No hay tiempo"

Lo sabía.

- Espero que no estén causando problemas, al capitán y los demás.- justamente, como si lo hubieran invocando, el pelinegro de último año aparecía. Como siempre con esa mirada aburrida y difícil de descifrar. Todos saludaron al verlo y a negar acerca de estar molestando.- Quería pedirles un favor.- comento después, los demás se quedaron sorprendidos, era poco usual en Sameshima pedir favores, aunque ya era poco usual el hecho que estuviera hablando tanto por iniciativa propia.

.

.

.

.

Luego de que Sameshima les pidiera aquel favor, cada uno de los miembros del club de futbol de Tsuetsu fue a su propio salón. Se encontrarían en un lugar, al final de las clases, todos los miembros del club, esa fue la petición de Sameshima.

El sector quinto hacia de las suyas como siempre, al parecer los equipos perdedores habían sido eliminados completamente. Según Taiki, habían recibido el peor castigo por desobedecer las reglas e intentar ganar, les habían impedido jugar más. El club de futbol de Tsuetsu había sido eliminado.

- Deberías dejar de poner esa cara.- le había dicho Kiyoshi en la hora de almuerzo a Kazemiya.

- Pero…

- No te sientas culpable, Kazemiya.- le había dicho Taiki.- Pasaría eventualmente, todos lo sabíamos. Muchos clubes se han cerrado, desde los más pequeños, hasta los más importantes, por distintos motivos.

- Que caprichosos es aquel sector…- Kiyoshi jugaba con su comida mientras les escuchaba.

- Pero… aún así…- Kazemaru se sentía mal, pues los había motivado a todos, incluso al capitán, incluso a Masaru.

- Kazemiya.- llamo Taiki, para luego regalarle una sonrisa.- Nadie te esta culpando, así que no te sientas de esa forma ¿está bien? Además quizás luego de terminado el torneo, decidan levantarnos el castigo, a veces ocurre.- eso renovó en algo las esperanzas de Kazemaru.

- Si, además deberías comer, se acaba la hora del almuerzo.- agregó Kiyoshi.

- ¿eh? – Kazemaru observo el reloj que estaba colgado en la pared, le quedaban 10 minutos para terminar su comida, así que comenzó a comer rápido para gracia de sus dos compañeros.

.

.

.

Las clases pasaron largas y aburridas, había sido un día bastante normal, con las usuales bromas de Kiyoshi, Taiki siendo responsable y Kazemiya siendo él mismo.

Ahora, debía ir a cumplir el favor que les había pedido su superior. Se supone que debía ir directo a casa, pero Hideki no se molestaría si tardaba unos minutos, después de todo, Sameshima dijo que sería algo rápido. Fue con Taiki y Masaru hacia el lugar que les indico Sameshima como favor, Kiyoshi no pudo venir ya que tenía su propio club en esas horas.

- ¿Para qué querrá que nos reunamos en el parque del sur?- había sido la pregunta de Masaru, mientras caminaban hacia el lugar, este se encontraba en la dirección opuesta de la casa de Ichirouta. Caminaron a paso tranquilo, debido a que Kazemiya seguía con su muleta y no era muy bueno que forzara el pie.

- No lo sé, también tengo curiosidad.- contesto el de cabellos naranjas.- Pero el superior debe tener sus razones.

Kazemiya reconocía el parque, estaba cerca del lugar donde habían aparecido Hideki y él, al llegar a este futuro. Es más, si se desviaba de su camino, ahora que ya estaban en el parque, y caminaba unos metros más lejos, llegaría al punto exacto donde habían aparecido. De solo rememorar aquella escena, sintió un dolor en su estomago, es que ese viaje no había sido nada agradable.

- Bueno, estamos aquí.- comento Taiki, habían subido unas escaleras, para llegar a un espacioso sendero, donde muchos venían a correr o andar en bicicleta, todo rodeados por árboles a sus costados. Caminaron un poco más, y llegaron a un lugar con mucho más espacio, era como un mirador, con bancas para sentarse a los alrededores y en el centro una fuente que lanzaba agua. Ya habían otros miembros del equipo allí reunidos, reconocidos fácilmente por el chándal de su secundaria. Eran los últimos en llegar al parecer.

- Nunca había venido por aquí…- comento Kazemaru, él sabía que existía este sector, pero no le llamo la atención. Además entre la misión y todo lo que ocurría, no pensó nunca en visitarla. Además, prefería ir a la torre de metal que a otro lugar a pasar el tiempo.

- Es obvio.- exclamo Taiki.- Normalmente solo vienen las parejas a tener sus citas.- contesto el pelinaranja muy tranquilo, incluso con una sonrisa. Mientras Masaru y Kazemaru se sonrojaban un poco.

- Me alegra mucho que hayan venido.- una de las managers se acerco a ellos enseguida, para luego hacer una pequeña reverencia.- Discúlpenme por mi egoísta petición.- tenía una mirada tímida tras esas pecas, pero era la que más se esforzaba como manager. A su lado estaba la misma chica que había acompañado a Kazemiya hasta la enfermería cuando se lesiono el día del último partido que tuvieron.

- ¿tu petición?- fue la pregunta del peliverde sin entender.- El superior Sameshima fue el que nos pidió venir aquí.

- Bueno, no solo de ella, de nosotras en general.- hablo la segunda manager.- Sabíamos que si se los pedíamos solo nosotras, no nos tomarían en serio, pero el superior Sameshima se ofreció a pedirlo por nosotras y asegurarse que todos vinieran.- aclaro la rubia, mientras que la otra chica de cortos cabellos ondulantes y listones azules, asentía con su cabeza a su lado, bastante emocionada. La rubia luego miro a los alrededores para agregar.- Después de todo, no es un lugar idóneo para una reunión de futbol.

Los otros tres chicos también observaron los alrededores, habían un par de parejas muy juntas por allí, comiendo o simplemente conversando. Si, la verdad es que era una imagen un tanto incomoda, era extraño ver un grupo de adolescentes en un lugar que normalmente eran para citas de enamorados.

- Pe-pero…- comenzó hablar esta vez la de cortos cabellos.- Este lugar tiene historia y pensamos que sería bueno para nuestra suerte.- aclaro la muchacha de tez morena.- Muchos deseos pedidos se han cumplido y no todos eran relacionados al amor.- explico la chica bastante confiada, casi soñadora. Enseguida se avergonzó un poco, por parecer tan entusiasmada.- Po-podemos pedir por el club y además pedir po-porque nuestros demás compañeros se recuperen rápido.

Eso último era verdad, algunos compañeros se ausentarían por más tiempo, debido a que sus lesiones habían sido peores.

- Yo no creo mucho en eso.- respondió Masaru automáticamente, cruzándose de brazos.- Son sólo coincidencias.

- Bu-bueno… si.- las palabras de Masaru, bastaron para que la chica con pecas se desaminara.

- ¡Masaru!- regaño Taiki.

- Creo que lo intentaré.- fue la respuesta de Kazemiya, quien creía un poco, o al menos albergaba un poco de esperanzas. Masaru le observo incrédulo, pero incluso Taiki parecía dispuesto a intentarlo, avivando las ilusiones de la chica.

El peliverde soltó un largo suspiro- Ya que, terminemos con esto rápido.- Masaru accedió de mala gana, pero solo lo haría porque todo el equipo lo iba hacer y no quería ser menos.

Así comenzó su búsqueda de monedas para pedir deseo a la fuente. Al acercarse a la fuente, se notaban varias monedas bajo el agua, brillaban fácilmente, era obvio que la gente venía bastante seguido a pedir deseos.

-Si siguen viniendo más personas, habrás más monedas que agua.- fue el comentario medio en broma y medio en serio de Masaru. Kazemaru y Taiki dejaron escapar una débil risa, tenía razón.

Así cada miembro tomo una moneda y comenzaron a pedir deseos, los que ya lo habían hecho, comenzaron a marcharse con lentitud.

- A propósito ¿Dónde está el superior Sameshima?- pregunto Masaru, ya que era el único que faltaba allí.

- Le toco los deberes del salón hoy, dijo que nos adelantemos, él vendrá más tarde por su cuenta.- contesto una chica de peliazul bastante seria, quien vigilaba que nadie hiciera escándalo en el lugar.

Mientras conversaban, Kazemaru observaba con tranquilidad a sus nuevos compañeros, todos parecían tan felices en ese momento, todo en relativa calma, como debía ser. Ignorando el hecho que ya no podían jugar futbol en el club, pero eso no quería decir que no pudieran jugar fuera de las clases. Sin embargo, pedir una cancha era caro y las canchas que eran públicas siempre estaban ocupadas, rara vez se podía ver una sin ocupar. Dejo escapar un suspiro, se pregunto que haría Endo en su situación; cuando él comenzó el club, jugaban en cualquier lado de la escuela, pero no creía que eso sería posible ahora. Sonrió un poco ante ese tipo de pensamientos, él no era Endo, él no sería capaz de formar un equipo como Endo lo había hecho. Era imposible, y le afligía el no poder hacerlo, quería hablar con él un poco.

- Creo que debo irme ya…- le dijo Kazemaru a Taiki segundos después.

- Es cierto, debes descansar, disculpa por no notarlo.- Kazemaru negó para que no se preocupará, mientras los pocos chicos que quedaban aún, observaban la fuente, al parecer contando cuánto dinero habían dejado caer.- Te acompañaré a casa.- declaro el de melena naranja, enseguida acomodo su bolso sobre su hombro.

- No tienes porque hacerlo.

- Vamos, no me hagas suplicarte, Kazemiya. Al menos déjame hacerlo hoy, mañana lo puede hacer Masaru.

- ¡eh! ¡A mí no me metan en sus cosas!- Masaru había oído y no tardo en reaccionar al escuchar su nombre. Taiki y Kazemiya rieron un poco.

Al final, Taiki le acompaño de vuelta a casa, volvieron sobre sus pasos, platicando de cualquier cosa y riendo un poco. Tuvieron que pasar por la secundaria nuevamente, pero justo allí en la entrada, se encontraron con dos personas muy conocidas por ambos.

- Superior Sameshima.- saludo Taiki.- Profesor Handa.- Sí, allí estaba Handa Shinichi, su profesor y también, quien en el pasado, había sido un buen amigo de Kazemaru Ichirouta.

No bajes la guardia, Kazemaru. Se dijo el de ahora cabellos cortos turquesa al notar la presencia del profesor.

- Ya veo que volvieron.- comento con tranquilidad Sameshima, el de cabellos negros como siempre mostraba ese semblante difícil de leer.

- Sameshima me contó lo que estaban haciendo.- hablo Handa, observando a los muchachos.- Me parece bien que tomen esto tan positivamente.- Handa se veía orgulloso, incluso animado.

Kazemaru no dijo nada, solo asintió en conjunto con los demás. Quizás mantenerse callado era mucho más sospechoso que hablar, la verdad es que no lo sabía. Handa era su profesor de literatura, clase en la cual le iba bien, por lo que nunca tenía dudas al respecto y si las tenía, le preguntaba a Taiki.

- ¿Qué club elegirán?- pregunto Handa observando a Taiki, ya que sabía que el club de futbol se dispersaría por ahora.

- Estoy pensando en tenis.- respondió Taiki casi automáticamente. Entonces la mirada de Handa se poso en Kazemaru.

- At… eh… bu-bueno…- casi iba a decir atletismo, casi se le escapa algo. Handa le miraba expectante por una respuesta, pero se había puesto nervioso.

Demonios Kazemaru, concéntrate.

- Yo quiero seguir jugando futbol.- respondió Sameshima con un tono monótono, el mismo que siempre tenía.

- S-si, a mí también me gustaría eso.- apoyo Kazemaru, agradecía mentalmente la respuesta de Sameshima, le había salvado.

- Saben que eso es imposible.- fue el comentario sumamente serio de Taiki, Handa sonrió al ver esa pequeña discusión.

- Supongo que aún deben pensarlo.- comento Handa.- Aunque ahora que me fijo ¿siempre estuviste en el club de futbol, no?- decía con algo de duda observando a Sameshima, parecía que la edad ya estaba afectando su memoria.

- Claro que si profesor.

- Bueno, ambos son atléticos, seguro que otro club de deportes les daría la bienvenida, aunque sea temporalmente.- les animo el castaño.- Seguro encajarían bien en el club de atletismo.

Tenía que mencionar ese club, pensaba Kazemaru, pero no parecía hacerlo con mala intención. Eso quería pensar Kazemaru. De todas formas, no pudo pronunciar palabra, ya que Sameshima hablo primero.

- Es una opción, pero preferiría elegir otro.-

Kazemaru se sorprendió por eso, por alguna razón su voz tenía un tono de molestia, enojo quizás ¿era su imaginación?

- Prefiero patear un balón. Soy bueno en eso.

Aunque nunca lo había pensando, a pesar de la expresión madura que siempre tenía e indescifrable mirada, parecía que Sameshima era de mente simple a fin de cuentas.

- Bueno el superior siempre ha admirado el futbol, recuerdo que siempre lo veía entrenar.- mencionó el de cabellos naranjas.

- ¿en serio?- pregunto Handa, de verdad parecía que la edad le estaba afectando.- ah, claro… tienes razón.- declaro segundos después, por fin parecía llegar recuerdos a su cabeza. - ¿y qué hay de ti Kazemiya? ¿O también amas el futbol?

- eh, yo… si, me gusta el futbol…- se detuvo un momento, dándose cuenta que sus palabras salieron torpes y nerviosas.

- Aunque elijas un club ahora no podrás participar.- le dijo Taiki recordándole su torcedura, Kazemaru observo su pie.

- Tienes razón, supongo que tendré que tomarme un descanso.

- Es una lástima.- le dijo Handa.- Bueno, no los entretengo más, por favor tengan cuidado al regresar a sus casas y no hagan alboroto.- les mencionó el castaño antes de irse. Los tres se despidieron de su profesor, y como siempre, Kazemaru había hablado poco, siempre le pasaba con Handa, seguro pensaba que lo odiaba. Pero ahora debía preocuparse de otra cosa.

- ¿Q-qué ocurre?- pregunto Kazemiya al notar la mirada insistente de Sameshima sobre él.

- Cuando te recuperes de tu lesión, podríamos practicar aquella técnica de nuevo, dado que ninguno parece interesado en unirse a otro club.- comento con tranquilidad.

- oh…

- Esperen…- interrumpió Taiki, siendo más efusivo que Sameshima, aunque cualquiera podía ser más efusivo que el sosegado pelinegro.- Yo también quiero unirme.- les sonrió.

.

.

.

.

Al final Taiki le acompaño a casa, Sameshima dijo que iría a la fuente a dejar su moneda y su deseo, así que se despidió de ellos. Kazemaru llego a casa sano y salvo, no tardo en cambiar sus ropas y esperar que llegará Hideki con algunas noticias, si que tenía noticias, ya que apenas Hideki entró a la casa, Kazemaru notó que algo no iba bien.

- ¿Qué te ocurrió?- fueron sus palabras de recibimiento al ver la mano izquierda de su figura paterna vendada. Este sonrió nervioso, incluso rió un poco.

- No te preocupes, no es nada grave.

Ahora no solo él estaba lastimado, sino también su "padre".

- ¿un accidente?- pregunto Kazemaru.- mientras servía un poco de té a Hideki. El de cabellos azul oscuro como la noche, asintió y luego rio avergonzado.- Ah solo subía una escalera cuando una chica tropezó, alcance a salvarla de un golpe seguro, pero bueno... como vez yo no me salve.- declaro mostrándole su brazo, rio torpemente.- No es grave, puedo hacer algunas cosas, solo no debo mover tanto la mano por un par de días.

Kazemaru suspiró aliviado.

- Por esa razón, no tuve tiempo de indagar mucho al respecto, pero al parecer Endo está haciendo un muy buen trabajo. Tan buen trabajo, que está dando de qué hablar.

- Pero. de seguro hay equipos que no les guste eso.- exclamo con tono preocupado. Hideki sonrió.

- Nada es fácil, Kazemaru.- declaro él.- Por esa razón es bueno que tenga a sus amigos con él ¿no? – Kazemaru se sorprendió por esas palabras.- Creo que es hora de que Kidou Yuto se una con Endo también.

- ¿Podemos hacer un movimiento?- Hideki asintió, notó la ilusión de Kazemaru en su mirada ante esa respuesta positiva.

- Sería bueno hablar con la hermana de Kido, creo que ella podría convencer lo y ayudarnos un poco.- explico él, después de todo era más fácil hablar con ella que con Kido.- Siempre en secreto.- le sonrió cómplice, Kazemaru entendió, eso ya lo sabía de sobra.- Pero, debes recuperarte un poco antes.-

Claro, Kazemaru daría lo mejor de sí para recuperarse, por lo menos mejorar para caminar sin aquella muleta.

"No sabes mentirme, Hideki. Deberías aprender si quieres ganarme alguna vez"

Recordaba Hideki con melancolía, mientras Kazemaru sonreía inocente en la cocina, animado por las buenas noticias.

Ah, lo siento por mentirte, Ichiro…

.

.

.

.

- Entonces, sigues visitando el hospital.- había sido el casual comentario de Ichirouta a Taiki, un día en uno de los recesos de su escuela, varios días después de que hablará con su "padre" acerca de su siguiente movimiento. La muleta que usaba había quedado en el pasado hace un día, pero el doctor le dijo que no debía correr ni sobre esforzar su pie hasta el próximo control.

Kazemaru le había insistido a Hideki que le sanará con su tecnología, pero como debía ir a un próximo control, aún sería extraño que de repente se sintiera mejor. Si, al final le sano un poco con su tecnología, pero no completamente.

- oh, ¿te refieres a Haruna-san?- pregunto Taiki.

- ¿eh? ¿Qué ocurre?- pregunto Kiyoshi, cada uno estaba en su propio pupitre, descansando antes de que empezará la siguiente clase.- Kazemiya no me digas que te gusta ella.- exclamo para molestarlo. El peliturquesa se sonrojo.

- ¡Cla-claro que no!- negó rápidamente, mientras que Kiyoshi reía al verlo avergonzado.- So-solo preguntaba porque Taiki se veía muy feliz con ella.- explico avergonzado esperando que eso disminuyera las risas de Kiyoshi. Taiki se sonrojo un poco por aquellas últimas palabras de Kazemiya ¿Es que acaso había dado en el clavo? - ¡Kiyoshi!- llamo la atención el peliturquesa, ya que su amigo seguía riéndose de él.

- Lo siento, lo siento.- le dijo riendo y deteniendo su risa con lentitud. Taiki sonrió divertido al final.

- Bueno sí, fue una persona muy importante en mi vida.- comentó con un tono suave y sincero.- Aún lo sigue siendo a pesar de que no estuvo allí, por estar en el hospital.- sonrió, Kazemiya también.

- Que bueno que Taiki tenga una novia.- dejo escapar Kiyoshi, parecía algo celoso y envidioso.

- N-no es mi novia, Kiyoshi.- corrigió el peli naranja tratando de mantener su apacible actitud y no alterarse por las palabras de su buen amigo.- De todas formas, tengo tiempo libre.- recordó con cierta pena la situación del club.- Así que la he visitado más últimamente, si quieren pueden ir conmigo.

Kazemaru le vino como anillo al dedo aquella invitación, pero al mismo tiempo no sabía si estaba preparado para encontrarse con Kidou, por allí. Con Haruna podía simular bien, aunque parecía que era tan lista como su hermano.

- A mí me gustaría acompañarte, pero tengo club.- ahora Kiyoshi parecía triste de pertenecer a un club, incluso deseaba escaparse, pero sabía que su entrenador y las manager lo buscarían y lo traerían a la fuerza. Porque eso ya había ocurrido antes.

Kazemaru y Taiki le miraron con cierta gracia, aunque sabían que Kiyoshi amaba su club, una vez ya estaba jugando se olvidaba de todo lo demás.

- ¿entonces?- pregunto Taiki, esta vez al peliturquesa de cortos cabellos, quien le sonrió.

- Pues, será divertido.

- Que bien, porque mi hermana Haruna me ha preguntado por ti.- comentario que sorprendió a Kazemaru.- Sabe que te lastimaste, bueno sabe todo lo que ocurrió con nuestro club, se lo he dicho.- aclaro Taiki.-Además le recuerdas a alguien, así que por eso me ha preguntado.

- Que popular eres Kazemiya.- fue el comentario de Kiyoshi, que parecía entre celosos y divertido, mientras Kazemaru se sonrojaba un poco por aquello.

- No digas eso, Kiyoshi- incomodo, el de cortos cabellos turquesas carraspeo.

Taiki dejo escapar una suave risa por eso. Kiyoshi como siempre haciendo esos comentarios que ponían incómodos a sus compañeros.

.

.

.

.

Ya después de las clases, ambos chicos se dirigieron al hospital a hacer la tan ansiada visita.

- Gracias de nuevo por acompañarme.- Taiki llevaba un pequeño canasto de frutas que habían comprado entre ambos, se lo llevarían a Haruna a modo de regalo.- Si estas cansado o te duele el pie, solo dime y descansaremos.- mencionó rápidamente.

- No te preocupes por eso, mientras no me sobre esfuerce estaré bien.- le indico Kazemiya.

- ¿Has estado viendo los partidos?- pregunto Taiki minutos después, mientras esperaban que el semáforo cambiara de color para cruzar a la siguiente calle.

- uhm…. Si.- comento algo decaído, el último partido que había visto, literalmente no parecía que jugarán, parecía todo tan falso, muy diferente a como recordaba antes. Sin embargo, al parecer el entrenador Endo estaba haciendo un buen trabajo con su propio equipo, y no había represalias eso era lo bueno, pero parecía que se lo estaban poniendo difícil en cada partido.

No había visto a Endo desde aquel día con Miyasaka, seguro muy ocupado o muy enojado con él, no lo sabía. Fubuki tampoco había dado señales de vida después de su último encuentro ¿estaría bien? Se preguntaba, lamentablemente no tenía su número para llamarlo. Había llamado a Midorikawa, pero él estaba tan poco enterado como él, mucho más concentrado en recuperarse completamente, y por lo que sabía, Tobitaka estaba cuidándolo en ocasiones.

- ¿Pasa algo?

- ¿eh?… N-no-no

- Te quedaste en silencio repentinamente.- comento Taiki.- Anda, si estas preocupado por algo, puedes decirme. No es bueno guardarse todo.

Si fuera tan fácil decirlo seguro que Kazemaru le hubiese dicho todo, con lujo de detalles, pero lo tomaría por un loco si comenzaba con su historia.

- No, no. Di-digo…- despertó, dándose cuenta que estaba llamando demasiado la atención. Respiro hondo antes de hablar.- Solo es que recordé algo que había olvidado, eso es todo.

- ¿estás seguro?- volvió a insistir. El peliturquesa asintió con la cabeza, y antes de que Taiki pudiera hablar de nuevo, le interrumpió.

- Apresurémonos.-

Ichirouta se adelanto, caminando más rápido de lo normal, Taiki no tardo en seguirlo pidiéndole que caminará con normalidad, que aún seguía recuperándose. Al final, llegaron al hospital, Kazemaru oculto su nerviosismo de encontrarse con Haruna, después de todo debía seguir con la misión, además quería saber si la salud de Haruna estaba mejorando.

- La señorita Otonashi está en su hora de rehabilitación, pueden esperarla, no tardará en salir.- le había dicho una enfermera, luego de no haberla encontrado en su cuarto. Muy amablemente, la mujer les indico donde era que realizaban las rehabilitaciones.

Caminaron hasta el lugar, tomaron el elevador, y llegaron a otro pasillo, había justo un largo ventanal que daba al lugar de rehabilitación, dejando ver toda la habitación. Ambos se quedaron en el pasillo, observando a los pacientes, algunos de ellos haciendo ejercicios, y otros como Haruna, intentando caminar, sujetándose de unas barras que tenía a ambos costados.

- Va muy bien, señorita Otonashi.- una mujer un poco más alta que Haruna y de largos cabellos rojos, ataviada en su uniforme de enfermera, le estaba ayudando, se encontraba justo delante de ella para evitar que se cayera. Mientras, Haruna se sostenía fuertemente, sus piernas aún eran torpes, pero parecía que poco a poco iban ganando fuerzas. Sin embargo, temblaba por el esfuerzo que estaba haciendo pero ¡No quería rendirse!

- Se nota que se está esforzando mucho.- le comentó Kazemaru a Taiki, este último se veía preocupado por ella, bastante preocupado.

- Me preocupa que se lastime otra vez.

- ¿eh?- Kazemaru volteo a verlo y luego observo otra vez a Haruna, al parecer quería seguir ejercitándose, a pesar que la enfermera le estaba diciendo que descansará.- Seguro que quiere volver a caminar pronto, para volver a ver a sus amigos.

- Si, la comprendo… Me dio sed.- cambio de tema Taiki.- ¿quieres algo?

- Yo puedo ir a comprar.

- No, no, no. Ya has caminado hasta aquí, siéntate yo traeré algo.- le entrego la cesta de fruta. Kazemaru no quiso discutir, no iba a lograr que cambiará de opinión, solo asintió y le dio las gracias.

- Un jugo de limón está bien.-

- Muy bien, espero que haya una maquina cerca. No tardo.- Kazemiya le vio partir a paso rápido, mientras se sentaba afuera a esperar a Haruna, quien seguía insistiendo en caminar.

- Supongo que no se rinde, igual que Kido.- comento en voz baja, sonriendo para él mismo. Haruna siempre fue una chica bastante enérgica y extrovertida, recordaba muy bien como desbordaba pasión cuando ayudo a Tachimukai con su técnica, seguro que se divertía mucho. Ahora, seguro que quería alcanzar a los demás con ahínco.

Habrían pasado 5 minutos o un poco más, y Taiki no regresaba, iba a ir a buscarlo pero se detuvo al ver que Haruna terminaba su rehabilitación. Haruna ya se había dado cuenta de su presencia antes de atravesar las puertas. Sentada en su silla de ruedas, ella le sonrió apenas verlo, Kazemiya se levanto de su lugar enseguida al verla acercarse, devolviéndole la sonrisa.

- ¡ah!- Haruna carraspeo un poco antes de forzarse a hablar.- Hola.

Kazemaru se sorprendió, Haruna ya comenzaba a hablar, aun le costaba, pero era un gran avance. Ahora que lo notaba, Otonashi había cortado su cabello, se parecía mucho al estilo que usaba cuando niña, incluso había puesto una cinta roja sobre su cabeza, en vez de sus usuales anteojos que siempre solía tener.

- ¿Es un amigo suyo, señorita Otonashi? – pregunto la enfermera que antes le había ayudado, la chica asintió sonriente.

- ¿solo?- pregunto Haruna.

- ¿eh? N-no, Taiki vino conmigo, fue a comprar jugo pero no ha regresado. Le trajimos esto.- le mostro la cesta de fruta, Haruna sonrió, al parecer les daba las gracias.

- Vamos a dejarlo en su habitación, además dejo su dispositivo que le ayuda a comunicarse allá.- le recordó la enfermera.

- Yo iré a buscar a Taiki, luego les alcanzo.- le dijo el peliturquesa, pero no pudo moverse ya que Haruna le sostuvo de su ropa. El chico volteo a verla, ella le miraba con una sonrisa curiosa.

- ¿Quiere ir con él?- pregunto la enfermera, Haruna asintió.

- Debería tomar un baño, tomar sus pastillas, hacer sus últimos exámenes y descansar, pero tiene unos minutos, así que está bien.

- ¿eh?-

Kazemaru no se esperaba eso, al parecer tendría que ir a buscar a Taiki con Haruna, quien parecía animada. La enfermera le dijo que le esperaría en su habitación y que no se tardará

- Me alegra mucho que este mejorando.- había sido el comentario de Ichirouta, para no quedarse en aquel eterno silencio, mientras empujaba delicadamente la silla de ruedas de Haruna por el pasillo y buscaban a Taiki, que dudaba mucho que se hubiese perdido. Ella asintió con la cabeza.

- ¿estás bien… tu?- pregunto forzando su voz un poco.

- Si, todo está muy bien.- respondió con confianza, era mucho más fácil hablarle ya que Haruna le daba la espalda y no podía ver las muecas nerviosas que hacía. Justo noto una señal que indicaba que había un pequeño lugar de descanso, allí siempre había maquinas expendedoras.- Veamos si esta Taiki allí, Haruna-san.

.

.

.

Taiki había ido a comprar unas simples bebidas hace unos minutos atrás, camino por el largo pasillo, que solo tenía puertas y más puertas. Doblo en una esquina, camino un poco más, verificando con cuidado de encontrar una máquina para comprar unas bebidas, pero no tenía suerte.

- Donde esta… Aquí es- vio finalmente un letrero y justo a metros de él había una sala de espera. Obviamente había una máquina expendedora de bebida, la cual estaba pegada a la pared, pero no estaba libre, una persona la estaba usando, comprando un café de la maquina.

El de cabellera naranja, abrió los ojos de la sorpresa al ver aquel adulto allí, hacía años que no lo veía.

- Kidou Yuuto.-

Con traje oscuro, corbata azul, aquellos grandes lentes y aquel peinado, donde la mitad de su cabello estaba amarrado, era fácilmente reconocible, sobre todo por él. Taiki sabía que esa persona, era el hermano mayor de su tan querida hermana Haruna.

- ¿Necesitas algo?- pregunto de una manera un tanto fría, ya que había escuchado su nombre provenir de ese niño desconocido.

Taiki salió de su estupor un momento.

- M-mi…soy Taiki Yamayo…- se presento repentinamente él, pero no hubo reacción de parte de Kido.- Seguramente no lo recuerda… o no lo sabe.- aclaro él, mientras le veía.- Yo… también estuve en el mismo orfanato que usted y Haruna-san.

La atención de Kido, quien bebía su café mientras el chico hablaba, fue captada cuando este mencionó a su hermana.

- Yo quería discúlpame hace mucho tiempo con Kido-san.- le dijo Taiki.

- ¿De qué hablas?

- La última vez que nos vimos era muy niño, pero sé que hice algo muy malo al decir esas palabras en una situación tan delicada.

Kido no comprendía a que se refería aquel jovencito, a quien no recordaba para nada, pero parecía que él si lo recordaba bastante bien. Lentamente aquella cabellera naranja y ojos oscuros, le hizo rememorar algo que había ocurrido hace tiempo, cuando Haruna aún estaba en coma, ella recibía visitas de muchas personas, entre ellas, la de un pequeño niño.

¡Haruna lo odiará por haber dicho eso! ¡Lo odiará!

- Tu eres…- Kido frunció el ceño molesto, Taiki no notó su expresión.

- Fui irrespetuoso y era solo un niño, por eso quería disculparme, pero nunca podía encontrarlo.- exclamo haciendo una leve reverencia.

El chico estaba siendo sincero, de verdad había esperado tanto tiempo, e incluso lo había buscado ¿Quién se tomaría tantas molestias?

- ¿Qué tanto sabes de mí?- pregunto repentinamente Kido.

- ¿eh?

- ¿Sabes lo que he estado haciendo? ¿Me has estado buscando?- su tono de voz sonó demandante.

- Bu-bueno si.- respondió Taiki, luego de titubear un momento para observarlo un poco confundido.- Se lo que ha hecho Kidou-san, pero eso no...

- Entonces tú fuiste…- llego a esa conclusión, el menor no entendió a que se refería con eso, un silencio extraño se quedo en el ambiente.- Tu le dijiste todo lo que he hecho a Haruna.- alzó la voz Kido, asustando un poco a Taiki de paso.

- ¿eh? Espere… bueno ella quería saber si Kidou-san había sido el encarga-

- ¡Eres un entrometido! ¡Le llenaste la cabeza a Haruna con mentiras!- volvió a gritar, esta vez se veía enojado.

- ¿mentiras? Todo lo que hizo hasta ahora no es un invento.

- Eres un…- Kido se acerco al chico con el solo objetivo de darle una cachetada, Taiki cerró los ojos ante el inminente golpe, que claro nunca llegó.

- ¡Hermano!- un grito algo lastimero, pero fuerte, hizo que Kido se detuviera. Allí su hermana estaba en su silla de ruedas y lo miraba con desaprobación. No tardo en notar la presencia del otro muchacho allí, el hijo de Kazemiya Hideki, siempre estaba en el lugar menos inesperado.

Haruna comenzó a toser enseguida, había forzado demasiado la garganta con aquel grito.

- Hermana…- Taiki se acerco a quien llamaba hermana de cariño, olvidando enseguida lo que había estado a punto de ocurrir

- ¿estas… bien?- pregunto Haruna a Taiki luego de un rato, cuando finalmente dejo de toser y pudo respirar tranquila. Taiki asintió, le sonrió levemente para que no se preocupara por él.

Kazemiya se había mantenido al margen, claro que preocupado por Haruna, pero también observando al otro adulto. Kido de verdad parecía que se hubiera salido de control hace solo unos minutos atrás ¿Por qué? Sus pupilas azules se fijaron en Kido, quien no quería levantar su mirada, pero al final lo hizo y notó que el peliturquesa le miraba con ¿decepción? ¿Preocupación? No lo sabía, pero allí estaba.

Deja de mirarme de esa forma. Pensaba Kidou, ya que le recordaba a alguien. Yuto dejo escapar un suspiro, olvido la presencia de los dos chiquillos, ya que le molestaban, y se acerco a su hermana.

- Haruna…

La mencionada le miro frunciendo el ceño, claramente estaba enojada, incluso tomo el brazo de Taiki para que se mantuviera lejos.

- Lo siento, no fue mi intención, estaba molesto. Sólo quería saber cómo supiste todo eso para llegar a odiarme de esa manera.- Kazemaru estaba algo perdido ¿A qué se refería? ¿Qué sabía Haruna?- Pensé que él, te lo había dicho.

- Confirmó…- respondió Haruna enojada, intentando hablar.- Me confirmó… la información.

¿Le confirmó? Eso quería decir que alguien más le había entregado información, pero ¿Quién?

- Haruna-san ya sabía todo, incluso más, Kidou-san.- contesto Taiki, observo a su querida hermana antes de continuar.- Yo solo se lo confirme.

Kazemaru se quedo en silencio escuchando, Haruna al final sabía todo lo referente a su hermano, por eso estaba enojada con él.

- ¿Quién te dio la información?- pregunto Kido.

Haruna le miro, todavía seguía decepcionada de su hermano, incluso reticente a contestarle con sinceridad. Al final cerró los ojos y respiro hondo, para negar con la cabeza.

- No lo sé.- contesto con suavidad y en voz baja.

- ¡Señorita Otonashi!- La conversación fue interrumpida por una mujer, una enfermera había aparecido. Claro, estaban olvidando que debían ir a la habitación de Haruna pronto para unos exámenes.- Le dije que no debe retrasarse con sus exámenes, debe tomar su medicina en el horario indicado.- le regaño la enfermera de cabellos rojos.

Haruna sonrió nerviosa, lo había olvidado, por lo menos el ambiente tenso se había disipado. La enfermera tomo la silla ruedas, donde Haruna estaba sentada para llevársela.

- Podrá conversar todo lo que quiera luego de acabar con sus exámenes de rutina, ustedes pueden esperar fuera de la habitación de la señorita.- le indico a los dos jóvenes y a Kido.

- No, será mejor que me vaya, vendré otro día.- declaro Kido, provocando que todos se detuvieran y voltearan a verlo.- Nos vemos Haruna.- se despidió con una leve sonrisa, la muchacha solo le dedico una mirada tranquila, pero no se despidió. Kido observo a los menores, para luego voltear e irse por otro camino.

- Andando.- declaro la enfermera, ya que al parecer tenía bastante prisa, así que se llevo a Haruna con ella.

- No pude comprar el jugo, lo compraré ahora… - hablo Taiki a Kazemiya, pero este se había alejado, tomando el camino que Kido había tomado

- Adelántate, te veo en la habitación, iré al baño.- contesto simplemente, sin detenerse.

- oh, está bien…-

.

.

.

.

- ¡Kido-san!- Kazemaru lo alcanzo, justo cuando Kido había descendido las escaleras, desde arriba le grito para llamar su atención. El aludido volteo a verlo y levanto la vista para ver aquel muchacho ¿Qué quería ahora? Esperaba que no fueran más problemas.- Entiendo que quiera proteger a su hermana.

- ¿Entiendes?- murmuro Kido extrañado por sus palabras. Porque claro, un niño como él no podía entender como se sentía, todo ese dolor que llevaba tras de sí.

- Pero no pierda de vista a Kido Yuuto-san.-

Kido se quedo en silencio un momento ante las palabras decididas e infundadas de valor y preocupación de aquel extraño niño de ojos azules. Luego de eso, de que ambos se vieran, Kazemaru se dio la vuelta para volver con Taiki y Haruna, dejando a Kido a pensativo.

- ¿Qué no me pierda de vista, eh?- sonrió levemente.- Entiendo a que se refiere… pero… - dejo escapar una corta carcajada.- Que niño más extraño.- murmuro para luego marcharse.

.

.

.

.

Por algún motivo, creía que Kidou no había cambiado del todo, el Kidou que Endou había despertado cuando eran niños, estaba allí aún. Eso le daba esperanzas todavía, solo necesitaba un empujón, ese empujón debía ser Haruna.

- Su hermano ¿siempre fue así?- pregunto Kazemiya, una vez hubo vuelto con Haruna y Taiki. La muchacha había tomado un baño y tomado sus medicinas, para luego ser recostada por las enfermeras, para hacerle unos últimos exámenes. Finalmente las enfermeras se fueron y dejaron que los dos chicos, Kazemaru y Taiki, entraran.

Haruna bajo la cabeza un poco deprimida, ante la pregunta del chico. Sonrió con cierta amargura, pero se notaba que estaba pensativa, recordaba el pasado, ese donde Kidou jugaba futbol con Endou, Goenji y los demás.

- Lo lamento, no quería incomodar, no tiene que contestarme si no quiere-

La chica negó con suavidad, entonces le mostro su tableta a los dos, donde ya estaba las letras apareciendo:

Mi hermano es buena persona.

Solo ha tomado malas decisiones.

El siempre se ha preocupado por mí.

Quizás es mi culpa que él haya tomado ese camino.

Fui débil.

- Haruna-san, hermana.- hablo Taiki.- No te atormentes con eso, tú no eres débil.- quería tranquilizarla.- Nada de esto ha sido tu culpa.

'No, porque fui mi culpa…'

Taiki volteo a ver a su compañero, ya que creyó oírlo decir algo.- ¿Dijiste algo, Kazemiya?

- N-no…- negó torpemente el peliturquesa, iba a llevar su mano a su fleco, pero se detuvo al verse observado por Haruna.- Quizás, es Haruna-san quien pueda hacer cambiar de idea a Kidou-san…

La chica sonrió al ver lo positivo que era el menor.- Eres un buen chico…- logró decir con suavidad, para voltear a ver a su querido 'hermanito'.- Igual que Taiki…- este último se sonrojo un poco, ante ese halago y sonrisa que le dedicaba.

- Kidou-san sufre por sus decisiones…- dejo escapar Kazemaru, sorprendiendo a Haruna y de paso a Taiki.

- ¿cómo?- pregunto Haruna. Ichirouta levanto la mirada, había hablado de más.

- Qui-quiero decir, se notaba avergonzado cuando lo encontramos.

Es lo menos que debe sentir.

Estaba por golpear a un chico.

Lo lamento mucho.

Ese último mensaje iba para Taiki, quien negó restándole importancia a lo que había ocurrido.

- Quizás Kidou-san quiera hacer las cosas bien…- intentaba Kazemaru convencer a Haruna.- Quizás usted…

¿Por qué estas tan interesado

En ayudar a mi hermano?

Pregunta que claramente no se esperaba, aunque debió haberlo hecho, después de todo era extraño ver a un chico interesado por alguien a quien recientemente conocía, no, se supone que ni siquiera lo conocía.

-¿Es por Endo-san?- pregunto su compañero de corta melena naranja. Ichirouta quedo con la boca levemente abierta por la intervención de Taiki.- ¿acaso el te lo pidió?

- … ah sí…- contesto dudando un poco.- Digo, no… Endo-san no… So-solo vi, en su casa… allí tiene una fotografía… si, una foto de todos sus amigos y…

- ¿te invito a su casa?- pregunto Taiki sorprendido.

- ¿eh?- en pánico volteo a ver a Haruna, solo para ponerse más nervioso al notar lo que había hecho.

¿Estuviste en casa de Endo?

Era lo que decía la pequeña tableta electrónica de Haruna, y esta la sostenía con firmeza. Los ojos de la chica brillaban, claramente tenía mucha curiosidad al respecto de que él menor hubiese ido a casa de Endo.

Kazemaru Ichirouta ¿Qué estás haciendo? ¡¿Estás hablando demás?! ¡Haz silencio! Se gritaba en su fuero interno el peliturquesa, trato de mantener la calma al menos.

- Si, fui a su casa.- finalmente confirmo, esperando que las repercusiones no fueran tan nefastas.

- ¡Debe ser un honor estar en casa de Endo-san! De seguro te contó muchas historias.- Taiki por un lado parecía emocionado por el tema.

- N-no, nada de eso.- notó la mirada curiosa e insistente de Haruna sobre sí, así que trato de no verse incomodo.- Solo fui porque Endo-san había encontrado algo que perdí, que casualidad ¿no?- rió nerviosamente él, lo cual era medio cierto y medio mentira.

- Eres muy despistado Kazemiya.- fue el sutil regaño de su compañero de clase, el peliturquesa solo se disculpo por eso riendo nerviosamente. No era una total mentira, bueno si lo era un poco, de todas formas no podía darse el lujo de dudar o preocuparse mucho, verse afligido solo haría que Haruna sospechara.

- Pero, Endo-san seguro quiere tener a todos sus amigos de vuelta.- rápidamente cambio de tema con seguridad.- Que él conserve esa foto es una señal.- sus palabras confiadas parecieron sorprender a Haruna, quien sonrió con dulzura.

- ¿lo crees?- pregunto la chica con suavidad, Kazemaru asintió con la cabeza.- Yo también…

Taiki de alguna manera sentía que había algo que no comprendía, pero que Kazemiya había comprendido en segundos ¿Sería acaso porque él conocía a Endo y los demás? De todas formas, notaba cierta cercanía entre ellos tan natural, que llamo su curiosidad, pero también tenía otra cosa en mente.

- El equipo Raimon, está jugando fuera de las normas.- fue el repentino comentario de Taiki.- Creo que eso lo sabe, Endo-san debe estar a la cabeza, como miembro del original Raimon, seguro que está buscando la manera de volver a lo que era antes.

Kazemaru parpadeo sorprendido por las palabras de Taiki. Quizás Taiki no sabía nada al respecto sobre sus verdaderos objetivos, pero era lo suficiente listo como para entender lo que quería lograr. Tampoco es que fuera un gran secreto, o algo difícil de entender, después de todo el mismo había dicho que quería recobrar el antiguo y verdadero futbol.

Dices que Kidou sería de gran ayuda

Era el mensaje en la tableta de Haruna.

- No es solo eso.- esta vez fue el turno de Kazemiya de hablar.- Se que Kidou-san debe querer volver, no creo que haya olvidado lo que significo jugar futbol en esa época.- se detuvo momento, antes de siquiera hablar de algún dato demás.- Sus partidos, los vi cuando era un niño, se que pasaron por cosas malas, pero no creo que haya olvidado las cosas buenas.

Haruna le observo, luego observo a Taiki, quien le veía tan ilusionado como a Kazemiya. Estos niños de verdad eran sorprendentes.

- Kidou-san también es importante para usted.- hablo Taiki, sorprendiendo a Haruna.- Recuerdo que siempre me hablaba de él cuando éramos niños, se que lo quiere. Kidou-san la quiere mucho, y yo se que usted también quiere a Kidou-san de regreso ¿verdad?

Haruna sonrió con tristeza, era verdad, a pesar que odiaba a su hermano por las decisiones que hubo tomado y ser parte de todo este espectáculo y reformación del futbol, aún en lo profundo lo quería. En su corazón quería perdonarlo, pero al mismo tiempo se preguntaba si lo merecía. Quizás, simplemente estaba siendo injusta. Claramente añoraba, deseaba, que todo fuera igual que hace 10 años.

Tienes razón.

Eres muy listo, Taiki.

- Gracias.- hablo Haruna esta vez, dejando su tableta de lado.- Quizás… converse con mi hermano. Lo intentaré.- Kazemaru y Taiki se miraron alegres, como si ambos hubieran cumplido su objetivo. Aunque Taiki solo quería ver a su querida hermana Haruna feliz, e ignoraba por completo el verdadero objetivo de su amigo, había sido de gran ayuda.

-0-0-0-0-0-0-0-

Hideki caminaba hasta su casa, ya estaba anocheciendo a esas horas. Se encontraba un poco cansado ese día, su muñeca había sanado ya casi completamente, no había sido grave. Así que estaba bien. No estaba pensando en nada en especial, solo esperaba ver a Kazemaru en casa descansando, hasta ahora era su mayor preocupación y también darle una sorpresa. Aunque eso cambio en segundos cuando escucho un pequeño y leve pitido salir de su maletín, frunció el ceño con preocupación.

Rápidamente busco un lugar donde revisarlo, había un pequeño parque vació a estas horas, ya que los pequeños debían estar en casa. No dudo en ir y buscar un lugar donde sentarse, apenas encontrarlo, coloco su maletín sobre sus piernas, abrió dicho maletín para poder buscar y ver aquel extraño reloj que había traído con él.

Lo observo, sin abrir el maletín al completo, no quería que nadie viera aquel artefacto, aunque no hubiera nadie en las cercanías. Su cara se mostro seria por unos segundos al reconocer las letras y la fotografía, pero al final suspiro aliviado.

- Parece que lo hiciste, Ichirouta.- murmuro, se notaba orgulloso. Pero en segundos guardo el reloj y cerro su maletín molesto.- Aunque no me cae bien Kidou.- chasqueo la lengua molesto, pero ¿Qué iba hacer? Lo necesitaban después de todo.

Dejo escapar un suspiro, se levanto, sacudió su ropa un poco y siguió su camino a casa.

¡Traidor!

Aquel que vino de otro tiempo, se dio la vuelta bruscamente, listo para pelear, incluso parecía que el maletín que llevaba ya planeaba usarlo como escudo o algo parecido. A la defensiva, espero encontrarse con alguien, con el dueño de aquella voz, pero seguía estando solo. No había ningún movimiento en las cercanías, ni siquiera había brisa alguna que moviera las ramas, todo estaba quieto.

- ¿mi…mi imaginación?- se pregunto bajando sus brazos y colocándose correctamente de pie. Frunció el ceño preocupado y quizás hasta algo nervioso.

.

.

.

.

A pesar de lo ocurrido el día anterior, Hideki decidió no decir nada al respecto, quizás solo había sido su imaginación, de todas formas no quería preocupar a Kazemaru, hasta confirmar sus sospechas. Pero eso no significaba que no le pudiera dar otras noticias.

- ¿Una apuesta? ¿en serio?- aquella mañana Kazemaru le miro casi juzgándolo, durante el desayuno, hoy no tenía clases, pero Hideki debía ir al trabajo.

- Solo insistieron mucho y bueno termine jugando.- decía avergonzando, refiriéndose a sus compañeros de trabajo.- Incluso había olvidado la apuesta, la cual gane y me dieron estos boletos para ir al parque de diversiones.- Kazemaru vio los cinco boletos que Hideki dejo en medio de la mesa.- Te había prometido antes ir, son validos para la próxima semana, podrías ir con tus amigos. Me dijiste que Taiki de alguna manera te ayudo, de todas formas.

Kazemaru le miro sorprendido, porque tenía razón, a pesar de que Taiki no lo sabía le había ayudado, lo mismo había ocurrido con Kiyoshi que de cierta forma había sido una gran ayuda y también apoyo.

- Tu también debes divertirte un poco aunque sea.- fueron los deseos de Hideki.

- Creo que les gustará ir, les enviaré un mensaje. También puedo invitar a Sameshima-san y Masaru.- comento, Hideki asintió.

- Me gustaría ir, pero estoy lleno de trabajos, y no creo que quieran que un adulto este vigilándolos.- declaro él, sintiéndose muy viejo, o mejor dicho, bromeando al respecto.- Solo promete que ese día volverás temprano a casa.

Kazemaru sonrió y asintió, si estaba entusiasmado.- Lo prometo.- fue su respuesta.

Luego de eso Hideki se fue y Kazemaru quedo solo, si bien había pensado quedarse en casa al tener su día libre, también quería salir. Bueno tenía su bicicleta y la verdad es que no había ido a la torre de metal, no había visto Endou, y quería hacer ambas cosas.

Al final limpio las cosas del desayuno, se arreglo un poco, usando unos oscuros pantalones cortos, zapatillas, una sencilla playera clara de mangas cortas y obviamente el accesorio que le permitía cambiar de color sus ojos. Se observo al espejo que estaba en el baño, y no pudo evitar acercar su mano, hasta uno de sus mechones turquesa, tomándolo entre sus dedos y notando que había crecido un poco. Nuevamente extrañaba su largo cabello, pero sabía que debía cortarlo. Soltó un suspiro y salió rápidamente de su casa, tratando de no añorar aquello.

Ya en camino, sobre su bicicleta, se sintió bastante feliz y de alguna manera solo un poco más ligero. Quizás sería porque Haruna hablaría con su hermano, tal vez porque su pierna ya estaba casi recuperada, o porque todo parecía estar saliendo bien. Solo había algo que le preocupaba y ese era cierto amigo de la infancia.

Cuando llego a su destino, dejo su bicicleta aparcada a un lado, antes de subir por las escaleras que llevaban a la zona de la torre y donde normalmente Endou hacia uso de ella en el pasado. Tenía la esperanza de verlo allí, pero no lo estaba. Se desanimo un poco y camino hasta el mirador, se sentó un momento a pensar en lo que estaba haciendo ¿podría esperar? Quizás aparecería, o quizás podría ir a su casa, pero temía no encontrarlo o peor, que no estuviera en casa, o no quisiera hablar con él.

- Qué complicado…- se quejo él, camino hasta el árbol donde Endou entrenaba, se sentó bajo su sombra, estaba fresco aquel día, así que se quedo observando la nada, mientras pensaba y al mismo tiempo esperaba por Endou.

¿Qué haces Kazemaru? ¿No me digas que tienes miedo?

Se dijo así mismo, reprendiéndose por no moverse del lugar, estaba claro que debía moverse, debía ir a buscarlo, no esperarlo. Se levanto, incluso se despidió del árbol, era estúpido aquello pero no había podido evitarlo. Camino hasta su bicicleta, se veía bastante seguro, pero estaba muy nervioso. Respiro profundamente y subió a su bicicleta, en dirección de la casa de Endou, la cual no estaba muy estaba lejos.

Habría avanzado unos cuantos metros, cuando una voz le hico detenerse.

-¡Enano!-

Freno al reconocer aquella voz y apodo que alguien muy amigablemente le había dado. Volteo hacia atrás y allí estaba Fudou, quien apareció por la calle repentinamente. Este le miraba algo malhumorado, y con sus manos dentro de su chaqueta, camino hacia él.

-Buenas tardes, Fud-

Saludo cordial, que no pudo completar, ya que Akio repentinamente tenía una mano sobre su cabeza, apretándole con cierta fuerza, pero leve.

- ¿Q-qué? ¡Duele!- aún así le dolía.

- ¡Deberías estar usando un casco!- fue la forma en la que le saludo.

- No es necesario.- quito la mano de Akio con fuerza.- No iba muy rápido, y soy muy cuidadoso.- le aseguro. Fudou podía ser muy molesto a veces.

- No creo que seas cuidadoso ¿sabes?- le miro seriamente enojado cruzándose de brazos, pero Ichirouta también le devolvió la mirada con la misma intensidad. No le gustaba para nada que Fudou le dijera que hacer, al menos podría ser más amable y gentil, pero sabía eso era imposible.

Al poco rato, ambos estaban caminando juntos, daba la casualidad, que ambos tenían un tiempo libre. Fudou estaba cansado de las cosas de entrenador y todos los problemas que tenía con el sector, necesitaba un respiro, había cosas muy molestas que tratar. Claramente no entro en detalles, porque según él, Ichirouta era un niño entrometido que debería estar en casa, a pesar de que aún era temprano.

Por otro lado, Kazemaru claro que le mintió, solo dijo que estaba de paseo en su día libre. No le menciono que su verdadero objetivo era visitar a Endou, simplemente no quería que estuviera preguntándole cosas, no quería dar explicaciones sobre lo que paso ese día.

Fudou se quedo a su lado después de eso, haciendo un comentario sobre su pierna y su lesión. Al parecer el castaño estaba muy bien enterado.

- Claro que estoy enterado ¿crees que no vi tu partido? Pero ya veo que estas mucho mejor.- de alguna forma parecía aliviado. Kazemiya le observo, mientras sostenía su bicicleta y la deslizaba a medida que caminaba.

- Fudou-san ¿Qué está ocurriendo-

- Ya dije que no te hablare sobre el sector, deja de meterte en eso.

- Ni siquiera me dejaste terminar.- se quejó él, hizo una rabieta interna por ello.

- No lo necesito, sé muy bien que está pasando por esa cabeza tuya.- le dijo tocando la frente del otro con su dedo varias veces. Cosa que molesto a Ichirouta que quito su mano.

- ¿Puedo al menos preguntar por Midorikawa?- tuvo que pedirle permiso para hablar, Fudou dejo escapar un suspiro.

- Si, por él si puedes.

- … ¿cómo esta?

- Esta bien, es solo que…- la expresión de Fudou se volvió seria, no era la expresión cuando estaba molesto, si no como si estuviera preocupado, algo malo había ocurrido o iba a ocurrir, Kazemaru se preocupo.-

- Fu-

Le estaba por preguntar que ocurría, ya que estaba pensando lo peor, pero Akio hablo antes.- Ya está comiendo dulces y helados de nuevo, se supone que no debería hacerlo, aún sigue en tratamiento, pero no. Ni siquiera obedece sus horarios de comida, es como un niño malcriado muy molesto.- la expresión de Fudou parecía de real molestia, le desagradable el tema de Midorikawa, pero no en el sentido negativo, si no que se veía cansado, seguro que estuvo discutiendo con él.

El más joven dejo escapar una clara risa, de alguna forma podía imaginarse claramente esa imagen: Fudou y Midorikawa discutiendo, incluso Fubuki allí, tratando de calmarlos.

- Siguen siendo unos niños.- dejo escapar sin querer, pero al parecer Fudou no notó a lo que se refería realmente, porque Kazemaru recordaba lo que habían sido hace 10 años.

- Claro, tu muy maduro ¿no?- Fudou estaba algo molesto, aunque por dentro le había gustado verlo sonreír y oír su risa.

No se habían dado cuenta, pero ambos habían añorado el pasado por unos segundos.

- ¿Quieres un crepe?- fue la repentina pregunta de Fudou, justamente estaban pasando por un pequeña cafetería. Aquella invitación, si se le podría decir así, dejo algo descolocado a Ichirouta, no es que no quisiera, la verdad es que le gustaban las cosas dulces, no era fanático como Midorikawa, pero comer uno alguna vez, estaba bien. - ¿Quieres o no? Deberías agradecer que te estoy invitando.- se cruzo de brazos Fudou ya que el 'enano' no respondía y Akio comenzaba a sentirse incomodo.

Fudou no había planeado hacerlo, simplemente la invitación salió de su boca sin querer, vio la cafetería y simplemente lo dijo ¿o lo pensó primero? Fue tan espontaneo que no supo lo que estaba haciendo, hasta que la pregunta salió de su boca. Incluso el niño parecía sorprendido por esa invitación, tanto como él.

- Deberías ser más amable, pero está bien.-

- ¿Qué clase de respuesta es esa?- Fudou se veía mosqueado.- No pidas nada caro.- le indico el castaño, mientras Kazemaru dejaba aparcada su bicicleta.

- No sabía que fueras tacaño.-

- Cállate y entra.

Y con esa extraña invitación, ingresaron a la cafetería.

Aunque cuando entraron y se sentaron a pedir algo, recién Kazemaru se dio cuenta que debía haberse negado ¿Qué estaba haciendo? No debería pasar tiempo con Fudou, no así por lo menos: los dos solos. Bueno, estrictamente no estaban solos, habían otras mesas ocupadas, pero aún así, esto se sentía mal.

Una mesera se acerco y les ofreció lo que había, Fudou dijo que les trajera dos crepes, y que "al del enano le pusiera crema extra".

- ¿eh? - Eso sí que sorprendió a Kazemaru, se supone que le había dicho que no pidiera nada caro y también le molesto el apodo.- Podrías no decirme así frente a las personas.

- Solo digo la verdad

Kazemiya le miro molesto.- Quizás cuando crezca sea más alto que Fudou-san.- le indico él.

- No te impido soñar, enano. Porque no será así.- Akio se veía bastante confiado en eso.

- Si lo será, aún puedo crecer.

- Te quedarás de ese tamaño, ya verás.

- ¡Claro que no!

- ¿Quieres apostar?- fueron las misteriosas y traviesas palabras del castaño. Kazemaru dudo un poco, pero al final le miro decidido.

- Bien.

- Si, creces más que yo, dejaré de decirte enano.- le indico, se veía justo.- Pero si yo sigo siendo más alto, harás lo que yo diga por el resto de tu vida.- exclamo de manera maligna, solo le faltaba reír malvadamente.

- Eso no es justo.

- La vida no es justa.

Antes de que siguieran discutiendo, la mesera llego con sus órdenes y la verdad es que veía apetitoso, además Ichirouta tenía un poco de hambre, ya era casi hora de comer después de todo, así que olvidó la conversación rápidamente.

Estuvieron conversando sobre Midorikawa en general, comparándolo su dieta con la dieta estricta que llevaba Fudou, ya que como entrenador no se podía descuidar. Incluso Ichirouta le dio algunos consejos, sorprendiendo a Akio porque supiera tanto, el de cabellos cortos solo le dijo que era porque jugar futbol era importante para él.

Parecía una conversación bastante normal, Ichirouta se dio el lujo de relajarse un poco, solo un poco. Después de todo, y muy en el fondo, Fudou no eran tan malo. Aunque toda la atmosfera desapareció repentinamente.

-¿Qué se supone que haces, Fudou? - sus risas fueron interrumpidas por cierta persona que ambos conocían. Voltearon a verla y ambos se sorprendieron al reconocerlo.

-oh, Endou.- Fudou con normalidad lo saludo como si nada, mientras el más joven se quedó silencio, algo asustado. Endo tenía una expresión bastante enojada y miraba a Fudou como si hubiera hecho algo malo. No tardó en tomar la silla y sentarse allí, con ellos.

-No se te puede quitar un ojo de encima ¿Verdad?- ese era Endou y estaba irritable, parecía que acusaba de algo a Fudou. Este último sonrió petulante.

-No sé de qué hablas, capitáaaan.- alargó la palabra Fudou, pareciendo ser bastante sarcástico.

Por otro lado Kazemaru no sabía qué hacer ¿Se habrían peleado? ¿Ocurrió algo entre ellos? Lo que fuera, debía detenerlos, no los creía ser capaces de pelear en medio de un lugar público, pero aún así no correría el riesgo.

-En-Endo-san.- llamó un poco tímido e inseguro.

-ah, Ichi- kun ¿Qué tal estás?- apenas lo llamo, este volteo a verle con su misma sonrisa luminosa de siempre.- Me alegra verte bien.

Kazemaru parpadeo confundido por el cambio de humor brusco, pero siguió hablando.- Endo-san, yo… también me alegra verlo.- le dijo finalmente regalándole una sonrisa.

- Si me hubieses dicho que estabas por aquí, te hubiese invitado a comer un plato de ramen.

Fudou arqueo la ceja, observaba la situación en silencio.

- Esta bien, no quería molestarlo.- Endo le observó seriamente.

-Nunca serás una molestia para mí, Ichi-kun.

Kazemaru parpadeo sorprendido ¿Endo no estaba molesto con él? Parecía no recordar lo de Miyasaka, pero aún así quería preguntar y disculparse. También deseaba saber porque había actuado así con él, era como si Endou le odiara, o más bien temiera de Miyasaka.

Fudou carraspeo, ya que ambos se quedaron mirando mucho rato.- Endou, interrumpes nuestra comida.

-¿Comida? Esto es no es comida, deberías llevarlo a comer comida más sana, como ramen.

-¿Ha? ¿Desde cuándo el ramen es sano, idiota?

Parecían a punto de pelear, pero Kazemiya les interrumpió.- Está bien, Endou-san, además hace tiempo que no comía un crepé.

-¿Eh? Está bien, pero para la próxima te invitaré yo ¿Que dices? - Endo se notaba emocionado.

-Si, por qué no.- accedió algo nervioso por tanto entusiasmo solo por ir a comer ramen, antes era bastante cotidiano hacerlo.

Endou sonrió cuando el otro accedió.- Entonces es una cita.

¿Eh?

- Oye no te aproveches, idiota.- Fudou frunció el ceño suficiente, para denotar su molestia.

- Tú estás haciendo lo mismo.- palabras que sorprendieron a Akio, Endou solo le miraba sospechoso.

- Yo no estoy haciendo nada.-

Kazemaru sonrió nervioso, mientras los adultos discutían, al final Endou se invito solo, pidió un crepe, aunque tuvo que pagarlo él, ya que Fudou no lo hizo.

- Tacaño.- fue el insulto de Endou, mientras los tres caminaban alejándose de la cafetería una vez terminado lo que pidieron. A esas horas las calles estaban llenas de personas, comprando, trabajando, se podía escuchar incluso el sonido de construcción de un edificio no muy lejos de donde estaban.

- Esa será una nueva sede para el sector ¿no?- Fudou se había detenido, observando el edificio todavía a medio construir, que se encontraba a una cuadra desde donde estaban.

- Así es…- fue la respuesta de Mamoru. El de cabellos turquesas observó a los adultos, ambos se habían detenido, así que él también, aunque ya había pasado demasiado tiempo con ellos y era mejor irse. Pero antes quería hablar un poco con Endou sobre cierto asunto que aún le carcomía por dentro.

- ¡Endou-san!- llamó la atención Kazemaru sorprendiendo al chico.

- ¿Qué ocurre?- estaba un poco asustado por aquel llamado tan repentino, incluso Fudou volteo a verlo curioso.

- La última vez que nos vimos, quería disculpa-

- No lo hagas.- fue la brusca interrupción del más alto, se acercó a Kazemiya y acarició su cabeza con suavidad.- Fue mi culpa, olvidémoslo ¿sí?- pero el menor le miró preocupado, la expresión de Endou había cambiado, parecía nostálgico y al mismo tiempo tenía una expresión dolorosa, pero este rápidamente le sonrió. Eso último tranquilizo un poco a Kazemaru, solo un poco.

- ¿Qué ocurrió?- pero claro, Fudou no se quedó callado, con el poco tacto que tenía era obvio que iba exigir respuestas. Era un poco insensible es cierto, pero algo había ocurrido entre el enano y Endou, y quería saber.

- No es nada, olvídalo. Solo que me encontré con alguien hace unos días y casi lo golpeo.- fue la respuesta de Mamoru, algo avergonzado, para comenzar a caminar adelantándose a los otros dos. Fudou observó al menor, en busca de respuestas, pero algo le decía que no se lo iba a decir fácilmente.

- Endou-san dijo que lo olvidara.- Fudou le preguntó sobre el tema, minutos después de comenzar su caminata de nuevo, aprovechando que Endou iba caminando delante de ellos, pero había recibido esa respuesta.

- Vamos, ¿planeas hacer lo que él diga?- volvía a preguntar Fudou, pero esta vez molesto.

- Por supuesto, no quiero molestar a Endou-san.- se detuvo él, junto con su bicicleta, que llevaba consigo deslizándola. Akio también se detuvo observándolo con poca paciencia, le molestaba el hecho que obedeciera tanto a Endou.- Además, seguro que Endou-san te lo contará.- aunque la verdad, incluso Kazemaru quería saber más sobre el papel de Miyasaka en todo eso, pero ver la expresión llena de dolor Endou le hizo arrepentirse. Quizás Fudou sabía todo, y era mejor que hablará con él.- Son amigos ustedes dos ¿no?- volvió a hablar al ver la cara confundida de Fudou.

- Sí, supongo que lo somos.- parecía algo avergonzado.

- ¿supongo?-

- ¡Oigan! ¡¿Qué hacen?!- ese era Endou, quien siguió caminando sin notar que los otros dos se habían detenido.- ¡No platiquen sin mí!- les exigió volviendo sobre sus pasos, bastante molesto, celoso, haciendo un berrinche bastante gracioso.

Akio soltó un suspiro.- ah, este End-

¡CUIDADO! ¡CUIDADO!

¡CUIDADO!

¡CUIDADO! ¡CUIDADO!

¡CUIDADO!

Todo pasó tan lento (¿o rápido?), no lo sabía. Lo único que pudo hacer en esos pocos segundos, fue detener a Kazemiya. Este último había dejado caer su bicicleta, para correr hacia Endou asustado, pero Akio se aventó hacia él y lo jalo, cayendo sentado en el suelo. Le abrazó y lo contuvo, antes de que siquiera se acercará a Endou, incluso cubrió sus ojos y él mismo cerró los suyos.

¡NO! ¡ENDOU!

¡ENDOOOOOOOOOOU!

Se escucharon unos estruendosos ruidos metálicos, golpes violentos contra el piso causando alboroto y pánico, además de escucharse unos gritos en los alrededores. Todo se volvió silencio después de eso, o eso pareció para Fudou, lo único que sabía es que el 'enano' estaba bien, entre sus brazos. Había intentado soltarse de su agarre, pero luego se había quedado quieto.

- Lo siento…- fue el susurro en voz baja de Fudou, mientras abrazaba al pequeño un poco más. Levantó la vista lentamente, solo para ver un par de pesadas y grandes vigas metálicas en el suelo. Habían caminado justo al lado del edificio que estaban construyendo y aquellas vigas simplemente se habían soltado desde donde estaban. Endou era el que estaba justo debajo de la trayectoria de las vigas en ese instante, sintió pánico. Y un escalofrió de solo pensarlo.

Endou era el único allí y las vigas seguro….

Era lo que Fudou se repetía.

Akio apretó los dientes con fuerzas, para voltear a ver, no quería hacerlo, pero lo hizo.- ¿Endou?- llamó sin poder creer lo que veía.

A pocos centímetros de las vigas, estaba Endou de pie, más pálido que una hoja de papel y congelado en su lugar. Claramente estaba en shock y por poco no lo contaba. Fudou ni siquiera notó la gente alrededor, pero sintió que su espíritu volvió a su cuerpo al ver a su amigo de pie, asustado, pero convida.

- ¡¿Se cuentra bien?! .- Un hombre, ataviado en trajes de construcción corrió hasta él, sacándole de su shock, Endou pareció mirarlo, estaba aún asustado, sin comprender lo que había ocurrido o lo que estuvo por ocurrirle. Mientras que el sonido de la ambulancia se escuchaba cada vez más cerca.

Fudou, que por fin podía respirar, se relajó, más aliviado.

- Se encuentra bien, enano. Endou está bien, que suertudo.- le dijo soltando por fin su agarre, dejando al más joven libre, seguro iría corriendo donde Endou, pero eso no ocurrió. No se había percatado que el niño estaba ¿dormido?- oi, enano…- lo acomodo rápidamente entre sus brazos, preocupado porque no despertaba.- ¡Una ambulancia, aquí!- grito enseguida, llamando la atención de la gran mayoría de las personas que se habian acercado preocupadas

Ichirouta no despertaba ¿se había desmayado? Quizás del susto, no lo sabía pero dicha situación también le asusto.

Endou se acercó a ellos, bastante pálido y asustado, un hombre le ayudó a caminar hasta donde sus amigos, ya que sentía las piernas tambaleantes debido al suceso, por poco casi muere. Al final la ambulancia no la utilizó ninguno, ni Endou, porque estaba bien, aunque le hicieron un chequeo de todas formas. Ni Kazemiya parecía tener la necesidad de usarla, ya que lo revisaron y estaba todo normal en sus signos vitales, además despertó poco después.

- ¡Endou!- fue lo primero que dijo apenas despertar, rápidamente se dio cuenta que estaba en una ambulancia y a su lado estaba Endou, sentado a un costado, este le sonrió.

- Deberías volver a recostarte.

- ¿Estas… bien?

Endou le sonrió, pero Fudou, quien se encontraba fuera de la ambulancia, contesto por él.- Se salvo por pura suerte. Debiste verlo, apenas caminaba del susto.- se burló Fudou.

- No te burles, lo que acaba de ocurrir fue peligroso, Fudou.- le dijo Endou esta vez bastante serio.- Cualquiera de nosotros pudo haberse lastimado o peor.

Ichirouta se relajo, volvió a recostarse en la camilla. Se dejó caer, sentía que todo el cansancio volvía a su cuerpo.

- ¿estás bien, enano?- preguntó Fudou.

- Solo me siento cansado.

- Normal.- exclamó Fudou.- Fue un susto tremendo, además te aventaste y tuve que detenerte ¿sabes lo mucho que me costó evitar que escapara-

- Fudou...- Endou le interrumpió con suavidad y le hizo una señal hacia el más joven para decirle en voz baja.- Se durmió.

Y si Kazemiya se había vuelto a dormir, pero esta vez tranquilo y más relajado. Sin embargo como estaba mucho mejor, Endou y Fudou tuvieron que hacerse cargo de él, y claramente no les era una idea muy alentadora aparecer en casa de Hideki con su querido hijo durmiendo. Así que allí estaban discutiendo sus opciones, mientras Fudou cargaba al menor en su espalda.

.

.

.

.

.

.

Que divertido, creo que es hora de actuar. Ya has pasado demasiado tiempo aquí, niño.

Continuara…

Notas finales:

o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o

Hey nenes! Antes que nada una disculpa por la demora, pero como saben, para hacerlo corto: problemas cotidianos de la vida que tiene cualquier ser mortal y también falta de inspiración. Antes publicaba rápido porque los capitulos los tenía ya hechos o 50% ya listos, así que era rápido. Pero como lentamente termine alcanzandome a mí misma, entonces empece a demorarme más y más (Además de complicaciones de la vida xD), por eso la demora. Quizás vuelva a desaparecer otra vez, para ver si puedo avanzar unos dos o tres capitulos al menos antes de volver a actualizar, porque siento que se me van detalles uhmmmm Pero les traje este capitulo largo en compensación(?). Y por último y no menos importante, AGRADEZCO mucho, mucho sus comentarios, siempre los leo, no he olvidado este fic, no crean que lo haré. Lloró con sus comentarios, sepanlo! Les amo!

.

.

.

Curiosidad: Hice una referencia a inazuma orion en este capitulo, adivinen cual es (en realidad podrían ser perfectamente dos referencias, pero una de esas ya la tenía escrita antes que apareciera en el anime. Si, la mitad de este capitulo ya lo tenía escrito hace un buen rato xD).

Redes sociales: Ya saben que tengo twitter y tumblr solo busquenme por yumeorage, mas que nada para que sepan que sigo viva XD y me hice una cuenta en wattpad, mismo nombre yumeorage. Comenzaré a subir un nuevo tiempo allí también. En tumblr subo info sobre mis OCS.

Próximo capitulo: No tiene nombre xD. Lo iba a llamar Descanso, pero quizás lo llame Complicaciones/problemas o algo similar, eso pasa porque no lo tengo listo, no tengo nada de nada. Así que el próximo capitulo podría estar lleno de dramas pequeños, pero todos felices, o podría volverse muy turbio y violento todo así de la nada, porque ya va siendo hora que aparezca el villano más villano de todos :D!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).