Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un Nuevo Tiempo por yumeorage

[Reviews - 82]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aclaración: Las escenas NO necesariamente ocurren en paralelo.

Los años no pasan en vano, los cambios se notan claramente, sobre todo en la energía y salud de las personas. Pero para llegar a ese punto, donde ya nadie pasaba hambre, ni sufría por enfermedades, se habían perdido incontables vidas humanas, familia, amigos, incluso a algunos, se les arrebató la felicidad.


- Parece que no les importa…- hablo fríamente, sentado en el piso, apoyando su espalda en una sucia pared. Una túnica de lo que parecía haber sido color granate, algo roída por el tiempo, cubría sus ropas.


Hace solo unas horas un cargamento con ropa, comida, agua potable y medicinas había llegado, la gente estaba feliz, cada final de mes llegaba algo nuevo y se repartía entre las personas que más lo necesitaban. Él estaba allí observando, con esa mirada molesta de siempre, incluso se veía ofendido.


- Nos importa a todos y lo sabes, pero debemos recuperar energías.- un chico de extraño peinado, que se encontraba de pie justo a su lado, contestó a su frió comentario. Pero el chico, que parecía tener la edad del que estaba sentado, lo dijo con bastante tranquilidad, sin inmutarse por esas palabras llenas de rencor. Se notaba que era más alto que el otro, a pesar de que estaba de pie, su cabello era púrpura, y sus ojos oscuros.


El muchacho vestía un abrigo largo y oscuro, el cual cubría su ropa, dejando solo ver unos abrigados pantalones marrones y unas botas negras que cubrían sus pies. Si, estaba bastante abrigado, después de todo ya era invierno, la nieve caía con lentitud y suavidad a esas horas, incluso una delgada capa de nieve comenzaba a cubrir el piso.


- Yo también lo extraño, capitán.- a pesar del tiempo, a pesar de que ya no jugaban, en algún punto de todo ese caos, volvía a llamarlo de esa manera. El castaño solo frunció el ceño, no le gustaba que le llamaran así, pero no tenía las fuerzas, ni la ganas, para pelear sobre aquel apodo que algunos aún recordaban.


Desde ahora yo seré su capitán, que les quede claro.


- Creen que nos olvidaremos que se lo llevaron, solo porque nos dan esta basura.- escupió de manera grosera sus palabras, mientras observaba a los encargados, tan abrigados como ellos, solo que sus ropas eran de tonalidades grises y blanca.


Aquel grupo separaba la comida, organizaban las cosas para entregarlo, un grupo tenía las medicinas y hacían inventario. Otro grupo tomaba los enormes paquetes llenos, para dejarlos en los carros, todos se veían muy alegres.


Ellos dos, solo estaban vigilando que no hubiera peligro en las cercanías, que no fuera una trampa. Aunque no era la primera vez que recibían ese tipo de ayuda, y en ninguna de esas ocasiones había ocurrido algún tipo de ataque. Incluso revisaban la comida y medicinas, para ver si no estaban envenenadas, pero no, todo estaba en orden y en calma. Demasiada calma.


- Esa basura como dices, también te beneficia, necesitamos energía para rescatarlo.- un chico de rastas apareció y había escuchado las palabras de Endo, pero no estaba ofendido, solo estaba tranquilo, incluso una tenue sonrisa se dibujaba en su rostro. Sonrisa que se dejaba ver tras la bufanda gris que envolvía su cuello, ocultando su mentón. Llevaba también un abrigo, pero de color verde oscuro, completamente abrochado, sus manos estaban dentro sus bolsillos, y se podía ver claramente sus hipnóticos y analiticos ojos color rubi tras unas simples gafas de marcos oscuros..


- Si tienes un nuevo plan, te escucho. Si no, lárgate.


El de rastas no le contesto enseguida, solo observo al que estaba de pie al lado de su grosero amigo.- Tobitaka, Kudou-san me envió a reemplazarte, quiere que le ayudes en su zona.- el muchacho asintió, para luego despedirse de ellos, antes de marcharse.


- ¿y bien? Ve al grano rápido.- ni había comenzado a hablar y ya le exigían que se apresurara.


- Infiltrarnos es la única opción.


Dejó escapar un suspiro ante las palabras del chico, provocando que un halo de humo saliera de su boca.- La última vez que lo intentamos, murieron varios…- si bien su expresión no mostraba emoción alguna al recordar el cuerpo de sus amigos muertos, apretó sus puños con fuerza para expresar esa furia que tenía contenida. Algunos incluso seguían en coma, y ni siquiera sabían cuando despertarían, si es que lo hacían.


- Es verdad, pero ahora solo seremos pocos. Los ingenieros crearon un nuevo dispositivo.- le explico.- Solo hay dos, por ahora.


- ¿y que hace el dichoso aparato?-


- Cambia de forma.- el muchacho por fin volteaba a ver al de rastas.- Una de nuestras desventajas es que ellos conocen nuestros rostros, dado a lo ocurrido con la alius, el torneo y nuestra relación con Kazemaru. Nuestra ventaja, es que están muy ocupados en otros lugares, que no saben la tecnología que manejamos bajo sus narices, podemos infiltrarnos Endou. Recuperemos a Kazemaru juntos y acabemos con esta guerra.


.


.


.


-0-0-0-0-0-0-0-


.


.


.


Kiyoshi iba tan pálido que parecía muerto, caminaba hacia su secundaria, mientras maldecía en voz baja.


- Diablos, espero que Taiki o Kazemiya me presten su tarea.- se notaba que tenía grandes problemas de responsabilidades. Caminaba a su propio ritmo, muy temeroso por lo de su tarea, pero confiando en que Kazemiya o Taiki se apiadarán de él, después de todo, ellos dos eran muy responsables y muy buenos amigos.


Justo delante algo llamó su atención, una persona muy conocida caminaba unos metros más adelante. Lo pudo identificar claramente, no solo por su uniforme que era igual al suyo, si no por ese corto cabello negro azabache levemente ondulado.


- ¡Sameshima-senpai!- corrió hacia él con una gran sonrisa en su rostro. El aludido volteo al escuchar su voz, recibiendo una leve palmada en su espalda en forma de saludo.- ¡Buenos días!-


- uhm, buenos días, Kiyoshi.- fue el saludo calmado del mayor, ante el eufórico saludo lleno de energía de Kiyoshi. Sin mediar muchas palabras comenzaron a caminar.


Sameshima no era muy conversador que digamos, pero era agradable de alguna forma estar con él. Tampoco necesitaba conversar mucho en esos momentos, ya que Kiyoshi hablaba hasta por los codos.


- … así que espero que Kazemiya o Taiki me presten sus tareas, no quisiera que me castigarán por eso, ya que quiero ir al parque este fin de semana.- claro que Sameshima lo escuchaba con atención a pesar de que casi no hablaba.- Dicen que los dulces del parque son deliciosos, sobre todo sus algodones de azucar. ¡Será divertido, tomaré muchas fotografías para hacer muchos recuerdos!


- ¿recuerdos?- murmuró Sameshima.


- Si, hagamos recuerdos juntos, senpai.- le indicó Kiyoshi.- ¿ya habías ido a un parque antes?- pregunta que sorprendió al más pálido, este negó con suavidad con su cabeza.- ¿en serio? ¿tus padres no te llevaban?


- Siempre están trabajando, no tienen tiempo para eso.


- oh, lo siento.- Kiyoshi se reclamó por eso, quizás estaba había cometido un error al mencionar el tema, Kiyoshi podía ser un poco despistado, pero podía darse cuenta de ciertas cosas.- Pero no te preocupes, te enseñaré todos los juegos y haremos muchos recuerdos ¿si?-


- Lo estaré esperando.- fue la educada respuesta de Sameshima.


Justamente estaban cerca de su secundaria y a lo lejos Kiyoshi vio a Taiki a punto de entrar.


- ¡Taiki!- grito Kiyoshi, este se adelanto pero Sameshima siguió caminando a su ritmo, observando como Kiyoshi saludaba a Taiki, y como al parecer le pedía algo, el de cabellos naranjas no parecía muy feliz por la expresión que pudo notar el azabache. Pero Kiyoshi seguía rogando al parecer.


Se acercó a ambos y pudo confirmar que si, Kiyoshi le estaba prácticamente rogando.


- oh, Buenos días, chicos.- justo aparecía cierto peliturquesa.


- ¡Kazemiya!- Kiyoshi fue el primero en aventarse hacia él, si aventarse, porque le dio un sorpresivo abrazo. Ichirouta se sonrojo levemente por aquella muestra de afecto y en plena calle.


- ¡o-oye! ¡Suelta!-


Taiki dejó escapar un suspiro, mientras Kiyoshi suplicaba al peliturquesa que le prestará su tarea, se notaba que no iba aceptar un no por respuesta. Pero algo más llamó la atención de Taiki y esa fue la expresión de Sameshima.- ¿ocurre algo, superior?- pregunto al ver esa curiosa expresión de sorpresa.


- Me sorprende.


- ¿te sorprende? ¿Qué cosa?


- Su adaptación al grupo.


- ¿uh? Tienes razón, es porque es muy amigable y amable.- le indico Taiki sonriente. Mientras tanto, Kazemiya accedía a la petición de Kiyoshi sobre prestarle su tarea.- Demasiado amable.- recalcó el de cabellos naranjas, quien se rasco la cabeza un poco. Sameshima asintió a su lado de acuerdo con aquello último.


El más alto del grupo volvía a abrazar a al peliturquesa en agradecimiento por su amabilidad, ya para ese momento, Kazemaru solo se dejo hacer y sonrió nervioso y algo avergonzado. Hasta que un carraspeo hizo que se separaran.


- Dejen de hacer escándalo frente a la secundaria.- allí estaba cierto peliverde con el ceño fruncido, aunque siempre parecía tener esa expresión de enojo y molestia.


- No seas amargado, Masaru.- Kiyoshi como buen compañero le sonrió.


- tch ¡¿A quién le dices amargado?!-


- Uy, que miedo.- el castaño fingió estar asustado.


- Buenos días, Masaru.- saludo Ichirouta, solo recibió una mirada dura de parte de Masaru, bueno lo normal.


Masaru los ignoró y pasó entre medio de ellos, como si no hubiera suficiente espacio para pasar por un lado, porque si lo había.


- Masaru.- a Kazemaru no le importo, ni tampoco que no le devolviera el saludo, ya estaba acostumbrado.- Espero que vengas con nosotros al parque.- le recordó él, el peliverde solo hizo un ademán con la mano mientras se alejaba, en señal que le había escuchado. Pero Kiyoshi si se quejo un poco, así que lo siguió para molestarlo.


Ichirouta les observo preocupado.- Oigan no discutan.- les pidió, aunque seguro que no lo habían escuchado. Kazemaru se quedó con Taiki y Sameshima, mientras veía a los dos alejarse y comenzar a discutir. Tanto él como Taiki dejaron escapar un suspiro.


.


.


.


-0-0-0-0-0-0-0-


.


.


.


Repentinamente se había nublado ¿acaso llovería? No lo sabía, no parecía, las nubes no eran grises y no se había pronosticado mal tiempo. Solo eran unas cuantas nubes cubriendo el sol, de todas formas se apresuró, tenía un mal presentimiento y estaba casi en lo cierto.


Cuando cruzo las puertas de su casa, se encontró con un extraño en su sala, quien tomaba una taza de té tranquilamente en el sofá.


- ah, cariño.- su esposa se apresuró a saludarlo apenas escuchó la puerta.- Me alegro que llegaras.- el hombre extraño, dejó su taza sobre la mesa de centro y se levantó.- Estábamos esperándote.


- Si, ya veo ¿Qué ocurre?- preguntó él, siendo cuidadoso. Aquel hombre de apariencia algo violenta no le daba buena señal.


- Un gusto señor Kazemaru, me presento.- y ofreciendo su identificación, tal como lo había hecho con la mujer, prosiguió.- Soy Rowan Lane, detective.- el moreno observó la identificación y luego al hombre, parecía ser bastante educado a pesar de su salvaje apariencia.


- Un gusto.- por su tono de voz parecía extrañado de verlo.- No quiero ser irrespetuoso, pero ¿Qué hace aquí?- luego se dirigió a su esposa.- ¿está Nirai bien? ¿ocurrió algo?


Antes que la rubia respondiera, el detective se adelantó.- No, no tiene nada que ver con su pequeño. Entiendo su confusión y sobre todo desconfianza, pero solo quisiera platicar con ustedes ¿sería posible que me regale algo de su tiempo? - El de cortos cabellos negros estaba confundido y al ver su confusión, el detective habló.- Es sobre lo ocurrido en la isla Liocott.


Solo eso basto para que la expresión del padre de Nirai, cambiará. Frunció levemente el ceño y observó a su esposa, su mirada color castaño se veía decidida, ella quería escuchar lo que tenía que decir el detective. Así que luego de esa pequeña presentación, se sentaron en el sofá, no sin antes verificar que Nirai estuviera en su cuarto.


- Señor y señora Kazemaru.- habló el detective.- Sé que no quieren remover recuerdos dolorosos, pero trataré de explicarme con claridad lo que ha ocurrido.


La pareja se dedicó unas miradas entre ellos, el hombre preocupado, pero la mujer decidida a escuchar lo que sea que tuviera que decir.


- Díganos qué ocurre, por favor.- le pidió la rubia.


- Déjenme comenzar por ciertos datos, el caso de su hijo fue cerrado hace bastante tiempo, lo sé. Quien estaba a cargo de ese caso fue mi superior, en ese tiempo yo trabajaba para él, pero en un caso distinto, así que no sabía mucho al respecto. Hace más de un año ya mi superior se jubilo y sus casos me los pasaron a mí, no fue hace mucho que noté que habían ciertos reportes de la isla Liocott, sobre este caso en específico o que parecen relacionarse con el caso.


- ¿reportes del caso?- preguntaba ahora el moreno, el detective asintió.


- Ustedes lo saben bastante bien, el caso de su hijo fue una noticia sorprendente para la isla Liocott, se pegaron fotos de se busca por todas partes de la isla, para dar con su paradero. Pensando que estuviera solo perdido.- se detuvo un momento antes de seguir, sabía que les afectaba hablar del tema en cierto grado, continúo con tranquilidad segundos después.- No es de extrañar que los lugareños aún hoy, recuerden el suceso claramente. Además, es un accidente que marcó a la gente de ese lugar profundamente por relacionarse con el fútbol y tan importante torneo. Si bien se dio por muerto, muchos lugareños pensaron que era imposible, al menos hasta no encontrar su cuerpo.


La pareja se miró preocupada, aún recordaban la desesperación de que los días pasarán, meses, año, y no era encontrado. Hasta que solo le dieron por muerto.


- Lamento recordarles todo eso.- el detective pudo notar la angustia de ambos.- Pero si he venido aquí es por estos reportes, entre comillas extraños que me han llegado.- se detuvo un momento, antes de sacar una pequeña carpeta con algunas hojas, que ocultaba bajo su gabardina, que dejó en la mesita de centro.- Seré claro y directo ahora, sobre lo que me han dicho: Algunas personas de la isla, han reportado ver a un joven con las características de su hijo.


- ¿Disculpe?- preguntó la mujer extrañada, confundida ¿había escuchado bien?


- Si, es extraño. Yo mismo estoy confundido, comprendo que no quiera creerme. Pero no es un solo reporte, son seis reportes.


- ¿Debe ser una broma? No se atreva a jugar con nosotros.- esta vez hablo el moreno, se veía ofendido, su voz sonó bastante agresiva, pero el detective no se inmuto.


- No tome el caso para engañarlos, por mi propia voluntad fui hasta allá hace unas semanas a buscar información, pero no ví a nadie con esas características que decían los lugareños. Sin embargo, tengo testigos que sí lo han hecho, con los que pude hablar directamente. Y una sexta persona, que había visto la figura del chico justo un día antes que yo llegara.


- ¿Y si es él?- su mujer parecía de alguna manera creerle, aferrarse a un milagro parecía sanar la culpa que tenía. Pero su esposo no pensaba lo mismo.


- No…- contestó en voz baja, pero solo su mujer le escuchó.- ¿Desde cuando sabe esto?- preguntaba nuevamente el moreno, con el mismo tono, pero el detective siguió hablando con calma.


- Desde que mi jefe se jubiló, son reportes antiguos, aunque el más reciente es de hace un mes y el más antiguo es de hace más de un año.


El moreno frunció aún más el ceño, se molestó por esa respuesta.- ¡¿Qué? ¿Por qué no nos notificó an-?!


- Mami, papi…- Nirai se asomo por la puerta con timidez y miedo, su padre se detuvo al escucharlo. Los adultos le miraron. La única que se levantó fue la mujer, para ir hacia él y tomarlo en sus brazos.


- Si no los notifique antes, es porque solo cuando mi jefe jubiló, pude ver los reportes, quizás él no creía en eso y bueno, cuando los ví con mis propios ojos, yo tampoco.- sé sincero él.- Por eso decidí ir por mi cuenta, verlo con mis propios ojos, para tener alguna prueba, pero tampoco ocurrió eso al visitar la isla. No me decidía si venir o no a su hogar, después de todo, podía ser solo una coincidencia y legalmente el caso está cerrado.


La sala se quedó en silencio después de eso. El pequeño miraba a su mamá preocupado, ya que ella tenía una expresión triste, asustada. Al notar la mirada de su pequeño, solo le sonrió para que se tranquilizará.


- Me gustaría cerrar este rumor que se ha abierto.- interrumpió el silencio aquel detective.- Quiero viajar de nuevo a la isla Liocott, ver si puedo averiguar algo más, sé que ya han pasado página y no quiero traerles angustias, pero me gustaría mucho su ayuda.- les indico.- Me gustaría también hacer una prueba de ADN, paternidad si se da el caso. El pequeño es el hermano menor ¿no? Podría también ser de ayuda. .


- Sí, pero…- su madre observó a su pequeño, quien le miraba confundido, no entendía lo que hablaban los adultos.- Cariño, puedes explicarle, yo llevaré a Nirai a su cuarto.- su esposo asintió.


Ambos hombres se quedaron solos en ese momento.


.


.


.


-0-0-0-0-0-0-0-


.


.


.


- De todas formas Midorikawa.- Suzuno enseguida quizó cambiar de tema.- Te noto bastante bien, y queríamos platicar de algo, antes de que llegue Tobitaka, o Fubuki, creo que era su nombre.


Midorikawa les miro curioso, tanto Suzuno como Nagumo se veían serios.


- Verás, nosotros solo nos quedaremos un par de meses aquí.- comenzó esta vez Nagumo, Suzuno a su lado asintió.- Luego volveremos a Corea, nuestra estadía será corta, pero queremos que vengas con nosotros.


- ¿eh? ¿yo? ¿Por qué?- preguntó Midorikawa algo exaltado y extrañado por esa proposición.


- Midorikawa, estar aquí no te hace bien.- Suzuno le habló con calma, incluso con preocupación.- Yo quiero pedirte perdón por no estar contigo cuando lo necesitabas.- la expresión de Ryuuji paso de confusión a tristeza en segundos.- Cuando nos enteramos ya era tarde, pero estoy feliz que estés a salvo, por esa razón y porque eres nuestro amigo-


- No tienen que hacer tanto por mí, ni disculparse por nada.- le interrumpió Midorikawa.


- Estuviste trabajando con Saginuma durante un tiempo en la corporación Kira, y fuiste bastante bueno, a pesar que pensé que fracasarías.-


- ¡oye!- le reclamó a Nagumo por esas palabras ¿había venido a animarlo o a hundirlo?


- Por eso, más nuestra recomendación, no te será difícil entrar a trabajar en Corea. Confió en tí, Midorikawa.- el pelirrojo le sonrió con confianza y valor, Ryuuji solo se sorprendió por aquello, pero aún así tenía dudas.


- Midorikawa, más que nuestro amigo, eres como nuestro hermano, somos familia y no te abandonaré de nuevo.- Suzuno se notaba bastante seguro, Ryuji deseo tener ese valor y confianza que Suzuno desprendía. Pero ¿abandonar este lugar era lo mejor para él? No solo tenía malos recuerdos, también tenía muchos buenos recuerdos, de los cuales era difícil desprenderse.- No te dejaré aquí, sabiendo que él…- el peliblanco se detuvo, ni siquiera quería decir su nombre.- Al menos dinos que lo pensarás, por favor.- se podía notar el tono de súplica del peliblanco y él rara vez suplicaba, pero estaba muy preocupado por Midorikawa.


- Lo pensaré.- respondió con suavidad, para alivio de Suzuno y Nagumo.- Gracias, chicos.


.


.


.


-0-0-0-0-0-0-0-


.


.


.


Salió de la secundaria apresurado, si, no debería estar corriendo de esa forma, hace poco había salido de una lesión pero no había podido evitarlo. Casi todos sus compañeros del club, que actualmente estaba cerrado, se habían apresurado a ir a sus casas apenas terminaron las clases. Kazemaru Ichirouta, también lo hizo, porque en pocos minutos comenzaría el partido de Hakuren contra el Raimon, la secundaria en que hace poco estaba Fubuki, se enfrentaría contra su antigua secundaria, donde Endou estaba trabajando.


Apenas llegar, lanzó su bolso al sofá y encendió la televisión, el partido ya había empezado y para su gran sorpresa, Hakuren llevaba la delantera por un gol. No sabía si sentirse preocupado o feliz, después de todo Hakuren fue la secundaria de Fubuki y además había sido su entrenador.


- Fubuki…- susurro preocupado, se estaba preguntando si también lo estaba viendo ¿qué estaría pensando al ver a sus jugadores siguiendo las ordenes del sector quinto?


Estaba tan concentrado viendo el partido que notó que alguien más había llegado, porque justo en ese instante el portero del Raimon había salido herido, chocando contra el poste de su propia portería. Se preocupo, ya que se estaba preguntando si aquel jugador del Hakuren lo había hecho a propósito, porque lo parecía.


- ¿Qué ocurre?- pregunta que sobresaltó a Kazemaru.


- Hi-Hideki-san…- volteo a verlo y lo reconoció.- No lo oí llegar.- el adulto le hizo una señal para que no le diera importancia a aquello.


- Te ves preocupado ¿pasó algo en el partido?- recién llegaba del trabajo y lo primero que vio fue la cara preocupada y confundida de quien había tomado bajo su protección. Ni siquiera le saludo, solo camino hasta él esperando que no hubiera pasado nada grave.


- Es el partido del equipo de Fubuki, bueno... solía serlo antes, contra el Raimon.- la cara de Kazemaru se mostró preocupada al ver que cambiaban al portero, habiendo recibido tal golpe era necesario el cambio.


- Ya habíamos notado que el sector quinto haría cualquier cosa por ganar, incluso lastimar a sus jugadores.- le recordó Hideki, y claro que Kazemaru lo sabía, lo sabía de primera mano porque había salido herido. Él solo recordar hizo que inevitablemente recordará a Gouenji y lo que había ocurrido hace un día, más bien, lo que no había llegado a ocurrir.


Hideki posó su mano sobre la cabeza del menor, al notar que colocaba una expresión casi dolorosa. Claro que él pensaba que esa expresión, se debía al ver como el fútbol que tanto él amaba, se ensuciaba, no se imaginaba que era por Gouenji. El menor le devolvió la mirada al sentir la tibia mano de Hideki sobre sus cabellos, para luego sonreír levemente.


- Veamos el partido, Hideki-san.- agradecía que Hideki intentará animarlo a su manera, además el fútbol pronto volvería a cambiar, faltaba poco él lo sabía, lo podía sentir, tenía un buen presentimiento.


Aquel partido siguió después del cambio de jugadores hecho por el Raimon, Kazemaru había pasado de la preocupación al júbilo, al ver como el chico del Hakuren, que antes había jugado rudamente, no podía obtener el balón. Ningún jugador de su equipo le hacía un pase, claramente se estaban revelando a las ordenes del sector. El futbol original, ese que aprendió junto a sus amigos, parecía que se estaba volviendo realidad en ese segundo tiempo de juego.


- Te ves muy entusiasmado.


- ¿eh?- las palabras de Hideki llamaron su atención, no se había dado cuenta que incluso se había puesto de pie al notar lo animado del partido. Observó al peliazul y se sonrojo levemente, al darse cuenta de aquello, para luego volver a sentarse.


- Esta bien, me alegra ver ese entusiasmo.- Hideki no mentía, verlo feliz y con sus ojos brillando de emoción, le alegraba y al mismo tiempo lo aliviaba. Él mismo Hideki se sentía feliz si Kazemaru era feliz.


Al final, el partido terminó con el equipo Raimon como los ganadores, seguro Endou debía estar feliz, pensaba Kazemaru. La verdad es que le gustaría felicitarlo y hablar con Fubuki sobre todo esto, pero sus pensamientos se interrumpieron cuando la cámara había enfocado al equipo Raimon y entre ellos no solo estaba Endou, sino también Kidou.


Kazemaru se quedó congelado, en su cara claramente se podía leer la sorpresa de ver a Kidou allí, y no solo eso, parecía que se llevaba bien con Endou y compañía.


- ¿Ichirouta?- llamó Hideki, un poco entretenido por la expresión del menor, la cual encontraba adorable y graciosa.- Tierra llamando a Ichirouta. Hola, hola.


- ¡Es kidou!- salió Kazemaru de su estupor, apuntando la televisión mientras observaba a Hideki feliz. Este sonrió y asintió con tranquilidad, si era Kidou, al parecer había hecho las paces con Endou. Lo único que pudo pensar Kazemaru en ese momento era en preguntarle a Endou como había ocurrido, como habían quedado, que pasaba con Haruna. Tenía tantas cosas que preguntarles, lo haría apenas lo viera o incluso mejor, quizás le podía hacer una visita. Eso pensaba Ichirouta con entusiasmo y seguridad, Hideki solo le observaba con una sonrisa dibujada en su rostro, pero se fue borrando lentamente.


- ...Kazemaru.- El peliturquesa volteo a verlo casi enseguida, muy raramente lo llamaba por su nombre y sobre todo de esa manera tan seria.- Me gusta verte así, feliz por tus amigos, de verdad, me causa mucha paz. Pero, creo que no debo repetírtelo de nuevo, sobre todo ahora que Kidou parece haber recapacitado.- Ichirouta no entendía a dónde iba con esas palabras tan serias.- No es bueno que sigas relacionandote con ellos, quisiera que dejaras de verlos.


- ¿eh?


- Kazemaru.- le interrumpió él.- Se que es difícil, son tus amigos… no, fueron tus amigos.- se corrigió rápidamente.- Ahora tienes a Kiyoshi, Taiki y bueno, los demás, no recuerdo el nombre de los otros. Creo que estaría bien que pasarás más tiempo con ellos que con los demás.- Bueno, tenía razón en un punto, pero él aún quería ver a sus amigos, Hideki pudo leer la duda en el rostro de Kazemaru, dejó escapar un suspiro.- Si es tan difícil, quizás debamos irnos.


- ¿... a qué te refieres?- no entendía ¿irse? ¿abandonar la ciudad? Él no quería irse de aquí. Hideki rasco su cabeza un poco, notaba que Kazemaru ya comenzaba a molestarse.


- He intentado arreglar el dispositivo para viajar en el tiempo.- contestó, pero antes de que el menor volviera a exigir respuestas, porque puóo notar su mueca de terror, él habló.- Intentado.- recalco.- No lo he logrado, es difícil, casi imposible. El dispositivo sigue dañado.- le dejó en claro eso, sólo allí pudo ver que Ichirouta se relajo y bajó la guardia.- Si te es tan difícil para ti dejarlos, quizás ir más adelante…- no continuo ya que Ichirouta negó con la cabeza.


- Entiendo, lo siento. Pero no quiero irme.- Hideki le miró preocupado, hasta pensó en insistir, pero no lo hizo.- Puedo dejar de verlos, yo no debería seguir afectando sus vidas.- Hideki asintió, al menos le aliviaba que Kazemaru comprendiera.- Pero ¿Puedo conversar con ellos una última vez? Al menos con Endou y Fubuki, quiero conversar con ellos. Luego no no me acercaré otra vez.


No podía decirle que no, no después de ver aquella mueca de súplica que le hacía, así que asintió derrotado.


- Una última vez.-


.


.


.


-0-0-0-0-0-0-0-


.


.


.


Hace un rato que la mujer había abandonado la habitación, y ninguno de ellos había dicho algo. El detective solo esperaba a que el contrario comenzará a hablar, no quería ser descortés, pero también estaba corto de tiempo.


- ¿Ocurre algo?- preguntó Rowan.


Con su mano en su mentón, ocultando la corta barba que tenía, y esa expresión seria y enojada instalada en su cara, parecía que el moreno estaba pensando algo


- No creo que una prueba de ADN solucione esto.- le dijo de manera seria, casi cortante, el detective no entendió.- No quiero hacerme falsas ilusiones sobre esto detective, soy escéptico a la información que ha traído. Aunque solo es porque no quiero que mi esposa sufra, ya sufrió lo suficiente.- tomó aliento antes de seguir, una profunda respiración.- Pero debería tener documentos de ciertos detalles, porque se los dijimos en aquella ocasión a los detectives que tomaron nuestras declaraciones, hace años, quizás lo olvidaron o se perdieron.- hablaba moviendo las manos, hasta que las juntos para terminar de hablar.- En fin, el hecho es que, Ichirouta no es nuestro hijo biológico.


El detective se quedó en silencio un momento, parpadeó confundido. Se podía leer en su rostro la extrañeza, estaba claro que había pasado por alto ese detalle. Enseguida, la expresión de su rostro, volvió a la calma, incluso se podía atisbar algo de vergüenza .- Claro… uh... creo que debí leer completo los informes, lo siento.- se excusó él.- Pero tienen cierto parecido…


- Sí, eso también ya lo habíamos mencionado en un interrogatorio. Ichirouta en realidad era nuestro sobrino.


Otro dato, que también ignoraba el detective, solo bastaba con ver su expresión.- ¿y sus padres?


- Nunca supimos quién fue el padre y su madre, la hermana de mi esposa, murió un mes después de darlo a luz. Ella sí se parecía bastante a nuestro querido Ichirouta.- sonrió con cierta tristeza.


- De verdad lo siento mucho, se me han pasado varios detalles. Él lo sabía ¿su hijo sabía que era adoptado?


Dudo en responder, o mas bien respiro hondo antes de seguir con tan incómoda charla, que quería que se terminará.- Claro que no, planeabamos decirle la verdad cuando cumpliera la mayoría de edad, pero ya sabe… ocurrió aquello…


La sala se quedó en silencio.- Entiendo… lamento haber removido recuerdos dolorosos.


- Esta bien, Ichirouta fue y siempre será nuestro más grande orgullo. Solo, no quiero que mi esposa se ilusione con la noticia que nos acaba de dar.


- No me estoy ilusionando, cariño.- la mujer entró a la sala, esta vez sola.- Bueno, tal vez sí, pero quiero saber más, aunque termine dañandome.- se notaba bastante decidida.- Por la memoria de mi hermana, detective Lane, puede contar con mi apoyo.


- Pero Yumiko.- intentó detenerla, sin embargo sabía que cuando a su mujer se le metía una idea en la cabeza no era posible hacerla cambiar de idea. De todas formas, en lo más profundo de su corazón, él mismo quería que ocurriera un milagro.- Bien, pero quiero que en esta investigación no se involucre nadie más, señor Rowan, solo nosotros debemos saberlo.- no quería ilusionar a las demás personas sobre una supuesta aparición, un milagro que tenía pocas posibilidades. Yumiko a su lado, también estaba de acuerdo, así que el detective les prometió que haría esta investigación completamente bajo perfil.


.


.


.


-0-0-0-0-0-0-0-


.


.


.


No había sido tan difícil reunirse con los demás. El mensaje de Midorikawa le vino como anillo al dedo, era como si hubiera leído su mente. En resumen se encontraría con él y Fubuki, pero lo importante es que Fubuki era quien quería hablar con él. Esperaba que no fuera nada malo.


- ¡Ichi-chan!- Midorikawa, como ya estaba mucho mejor de salud, no le tomó mucho tiempo para correr hacia él y abrazar fuerte a su querido 'hermano menor', apenas le vio aparecer.


- Midorikawa-san…- llamó el menor algo incómodo por ese saludo. Aunque enseguida el peliverde le soltó.


- Debes decirme hermano, Ichi-chan.- fue su leve reclamo infantil, al mismo tiempo que Fubuki se acercaba sonriendo, si él ya estaba ahí también.


Los tres estaban reunidos en una cafetería, tomaron asiento en una de las mesas del local, que se encontraban afuera. Ellos habían llegado minutos antes, por lo que Fubuki ya estaba comiendo una gran pedazo de torta helada de frutilla, Midorikawa también tenía un trozo de pastel de arándanos.


- Puedes pedir lo que quieras, Ichiro. Yo estoy invitando.- habló el peliblanco.


- ¿eh? ¿de verdad? - preguntó algo indeciso, Midorikawa comía feliz mientras ellos hablaban.


- Tómalo como un regalo de agradecimiento y despedida de mi parte.- le dijo Fubuki.


- Entiendo…- dejó escapar con tranquilidad para mirar el menú, pero enseguida volteo a ver a Fubuki impactado al entender sus palabras.- ¡¿A que se refiere?! ¡¿Qué ocurrió?!- fueron sus angustiadas preguntas.


- Tal como lo oyes.


- Pe-pero-


- Primero, pide algo de comer.- Fubuki sonreía con tranquilidad.- Puede ser que Midorikawa termine por pedir todo lo que tiene el restaurante.


- ¡Oye!- le reclamó Midorikawa, pero luego volvió a comer.


Al final Kazemaru solo pidió un trozo de pastel de frutilla y no tardaron en traer lo que pidió y así poder continuar con la conversación.


- Entonces ¿Qué ocurre, Fubuki-san?


Fubuki comió un bocado antes de hablar.- Creo que mereces una despedida como se debe, dada las molestias que pude causarte, sobre todo se que te preocupaste mucho por mí porque me despidieron.- Y estaba en lo cierto, Kazemaru se había preocupado mucho por él, demasiado.


- No hay problema por eso ¿Entonces se irá? ¿A donde?


- Regresare a Hokkaido, obviamente.- Kazemaru le miró sorprendido, pero antes de siquiera preguntar u objetar, Shirou siguió hablando.- No me han devuelto mi trabajo, solo iré a hacer algunos trámites, después tendré que ir a investigar algo sobre el sector.


Eso sí que llamó la atención de Kazemaru ¿sería esto parte del futuro?


- ¿A qué se refiere?- le cuestiono, bastante interesado en saber más.


Para Fubuki no era un misterio, que aquel pequeño supiera cosas del sector, el mismo Fudou y Endou le había dicho que parecía obsesionado con el tema, y que claro, no era bueno involucrarlo. Si, hablar sobre esto con él ahora, no era algo que Endou o Fudou harían, pero creía que era peor solo desaparecer sin decir nada.


- No voy a mencionar detalles, solo quiero que sepas que vamos a estar bien y que volveremos antes de que termine el torneo o quizás antes.- Fubuki le hablaba con confianza y madurez, después de todo no quería preocuparle. Parecía que estaba funcionando, porque Kazemaru solo se quedó observando su pastel pensativo.


- Espere…- le tomó un momento, pero se dio cuenta de algo.- ¿dijo vamos? ¿Midori…. digo…- se detuvo al ver la mirada intensa de cierto peliverde sobre él, incluso el mayor había parado de comer.- Di-digo, ¿mi hermano también irá?


- No, no, no.- finalmente el peliverde dejaba su cubierto al lado para unirse a la conversación.- Fubuki se refiere a otra persona.- El peliblanco le miró con tranquilidad, al ver la expresión del menor buscando respuestas.


- Endou, él ya se fue ayer.-


La noticia dejó algo perplejo a Kazemaru, no pudo evitar abrir los ojos lentamente de la sorpresa. Abrió la boca levemente, intentando decir algo, pero no sabía exactamente que decir ante la noticia.


- ¿...Q-qué hay de su equipo?- fue la única pregunta que salió de sus labios, un poco extrañado y asimilando aún la noticia.


- Kidou-kun se encargará de ello.-


No ponía en duda la experiencia y sabiduría de Kidou como entrenador, quizás un poco, dado que no hace mucho no parecía estar en buenos términos con los demás. Pero lo que más le molestaba era el hecho de que Endou se hubiera ido sin decirle nada, si estaba siendo caprichoso y muy inmaduro, pero no era justo. Sin embargo tampoco quería decir nada al respecto, al menos no en voz alta, su mente era un total lió en ese momento.


Fubuki notó el rostro de confusión en el menor, Midorikawa y él se miraron, ambos sabían que se pondría así. Fubuki le había dicho a Endou que se despidiera, al menos por teléfono, incluso Midorikawa le había mencionado lo mismo, pero no había caso. Era verdad, no había tiempo, Endou debía irse antes de que alguien notará su movimiento y hacerlo en silencio, y también porque ya no quería involucrar al menor en estas cosas. Fubuki lo sabía, todo se estaba volviendo cada vez más peligroso.


- No te preocupes, si no te dijo es por tu bien, seguro cuando regrese se disculpará.- le hizo saber Midorikawa tratando de levantarle el ánimo. Ichirouta solo miraba cabizbajo, cuando sintió una mano cálida sobre su cabeza. Al voltear, pudo ver a Fubuki sonreírle tranquilamente.


- Se un buen niño, Ichiro-kun.- le llamó por ese mote de manera dulce.- No te preocupes, Endou sabe defenderse y yo también.


Asintió, no muy convencido. Aunque podría decir que se le hacía más fácil el hecho de que ellos se alejaran, pero de todas formas no le gustaba. No quería que se alejaran de él, no al completo al menos


- No pongas esa cara de soledad, Ichi-chan.- le indicó Midorikawa.- Yo estaré para cualquier cosa que necesites.- fueron sus palabras orgullosas y muy maduras.- Y si se algo sobre Endou, te lo haré saber.


- Gracias, Midor…


- ¿eh?


- Her-hermano…- sonrió nervioso. A este paso se tendría que acostumbrar a decirle así, si no quería seguir recibiendo esas miradas intensas del peliverde. Fubuki les miró con alivio, al menos Midorikawa tenía la habilidad de relajar el ambiente con su actitud un tanto infantil.


- Siento que estás pensando algo malo de mi, Fubuki.- ese era el peliverde y su sexto sentido funcionando.


- ¿eh? Cómo crees Midorikawa-kun- sonrió el peliblanco, fingiendo inocencia.


- Esto.- llamó la atención de los adultos.- ¿Endou-san fue solo? ¿Fudou-san también fue con él?- Fubuki negó con la cabeza.


- Creo que tiene trabajo en Teikoku.- recordó Midorikawa.- ¿Querías hablar con él?- preguntó Midorikawa.- Si quieres puedo llamarlo. Aunque le dije dónde estaríamos, por si quería venir, pero tenía mucho trabajo...


- ¿eh? N-no, so-solo quería saber, no quiero molestarlo si está ocupado.- no supo porque se había puesto nervioso repentinamente. Suponía que era, porque repentinamente Midorikawa ya había sacado su teléfono con la intención de llamarlo, y la verdad es que prefería tratar con Fubuki y Midorikawa primero, que con los tres juntos.


Aunque por otro lado, de alguna manera estaba aliviado de que Fudou no se hubiera ido, el sentimiento de vació, que había tenido hace tan solo unos segundos, había desaparecido repentinamente. No es que no le aliviará el tener a Midorikawa aún por allí cerca, pero Fudou era algo distinto. No le dio más vueltas al asunto ya que ni siquiera había comido su pastel, Fubuki se lo estaba recordando interrumpiendo su hilo de pensamientos.


Mientras Midorikawa pedía otro plato, esta vez un trozo de pie de limón, que sin Tobitaka por allí cerca, aprovechaba que no lo vigilaba, para comer lo que quería, volteó a ver a sus dos acompañantes.


- ¿Qué hacen?- pregunto Midorikawa, al ver que Fubuki había tomado su cubierto, sacado un pedazo de aquella rebanada de pastel del menor, y luego se la ofrecía a Kazemiya, dandole de comer en la boca.


- Alimento a Ichiro-kun.- y como siempre Fubuki sonreía como si no estuviera pasando nada malo.- Anda di aaaah.- al mismo que acercaba el cubierto hacia el menor.


El peliturquesa, solo sonrió nervioso.- Pu-puedo comer yo solo, Fubuki-san.- trataba de rechazarlo de manera cordial.


- Anda es solo un bocado.- pero Fubuki insistía, Kazemaru no quería, no era un bebé, podía comer solo. Además, se le hacía vergonzoso.


- ¿Que se supone que está haciendo, senpai?- una voz alertó a los muchachos, salvando a Kazemaru de ser alimentado.


Un chico desconocido, de la edad de Kazemiya apareció, frente al grupo. Su cabello era azul marino y vestía un uniforme deportivo bastante familiar, a los ojos de Kazemaru claro está. Se notaba, en la expresión de sus claros ojos, que se veía bastante molesto, a simple vista no parecía ser un chico que tuviera mucha paciencia.


- ah, Yukimura-kun.- saludó como si nada raro pasará, aunque se podía notar que el tal Yukimura lo juzgaba.


- Dijo que estaría en una reunión.- fue el reclamo.


- Lo estoy, Yukimura-kun.- Y Shirou seguía sonriendo, Kazemaru pensaba que a Fubuki le gustaba ser regañado o algo así. Busco con la mirada a Midorikawa, pero él tampoco sabía quien era aquel chico desconocido.- Cierto, déjenme prentales a Yukimura, es delantero del equipo que entrenaba.- el chico se cruzó de brazos observando a los otros dos, no parecía ser el chico que confiaba en todos de buenas a primeras.


- Yukimura-kun, ellos con Midorikawa y Kazemiya.- presentó a ambos.- Se amable por favor.


- Un gusto en conocerte, Yukimura.- el peliturquesa habló primero, ignorando la intensa mirada del otro, cosa fácil, ya que estaba acostumbrado a tratar con personas de actitudes difíciles.


- Lo mismo digo.- respondió Midorikawa un poco incomodo por esa mirada. Aunque era un adulto, no debería estar intimidándose por aquel chico que era mucho menor que él.


- Te invito a comer algo Yukimura-kun.- Fubuki como siempre radiante y sonriente. El chico de cabellos azules le dedicó una mirada algo malhumorada, terminó por suspirar y aceptar su invitación y acompañarlos en la mesa.


- Fubuki-senpai me había dicho que era una reunión de trabajo, pero no lo parece.- Yukimura ya tenía su pedido en la mesa, pero a diferencia de los demás, solo había pedido un té helado.


- Pero sí es de trabajo.- contestó Fubuki,


"Fubuki le estas mintiendo a un niño" Pensaron Midorikawa y Kazemaru al mismo tiempo, mientras solo veían la escena en silencio. Se notaba que el tal Yukimura no estaba contento, quizás que clase de mentiras le había dicho.


"Tal vez, Fubuki no quiere involucrarlo, tal como Endou conmigo" - pensaba Kazemaru.


- No creo que ese niño, sea de su trabajo.- eso lo decía por Ichirouta, quien sonrió nervioso al ser apuntado.


- No es educado apuntar a la gente, Yukimura-kun.- fue el pequeño y suave regaño de Fubuki, pero surtió efecto enseguida, ya que Yukimura bajo la mano y pidió disculpas a regañadientes.


- Se nota que se llevan muy bien.- comentó Midorikawa, le parecía que su relación eran de hermanos. Fubuki, el hermano mayor siempre calmado y maduro, a veces. Y Yukimura el menor, aún inmaduro pero que admiraba a su hermano mayor. No pudo evitar mirar a quien había adoptado como hermano menor, y notar que era muy diferente a esa relación que tenían Fubuki con Yukimura, porque Ichiro no parecía ser para nada inmaduro.


- ¿Q-qué ocurre?- le preguntó el peliturquesa, ¿ahora que había hecho para molestar a Midorikawa? Se preguntaba, al recibir de nuevo esa mirada intensa de parte del peliverde. Pero antes de que contestará, el teléfono de Midorikawa sonó. Tenía un mensaje, y apenas el de cabellos verdes lo leyó, puso mala cara.


- Debo irme, lo siento.


- ¿Sucedió algo?- pregunto Fubuki preocupado.


- No es nada grave, es solo Nagumo, quiere que le ayude con algo urgente del trabajo.


- Parece que te tiene de esclavo.- bromeó Fubuki.


- ah, no tienes idea.- sollozo Midorikawa.- Pero si quieres que me quede, yo le diré que no iré.- ahora se dirigía a Kazemaru, quien le miró levemente sorprendido.


- No debería descuidar su trabajo… hermano.- recordó decirle de esa forma, pero claro que su tono con leve regaño, no se borró ni un ápice.


- ¿eh? ¡Eres muy cruel!- y allí estaba Midorikawa abrazándolo.- Pero me dijiste hermano, así que te perdono.- le sonrió, el menor se sonrojo levemente ante tanta muestra de afecto y sobre todo por esa sonrisa tan sincera y amigable de Ryuuji. Le agradaba verlo tan feliz y ser él mismo, aunque le agradaría que fuera un poco más maduro más seguido.


Al final se fue, despidiéndose y haciéndole prometer a Kazemiya que le llamaría, luego de que el más joven terminará con sus deberes pendientes en su secundaria. Si, ya estaba en plan la excusa para "desaparecer" un momento.


- ¿Qué tal si luego damos un paseo juntos?- Rato después de que se fuera Midorikawa, y que estuvieran hablando un poco de fútbol, que era el tema que tenía en común con Yukimura, Fubuki propuso hacer otra cosa.- ¿Puedes quedarte un momento más con nosotros, no?- esta vez le pregunto a Ichirouta, la verdad es que pensaba irse ya, dentro de un par de horas anochecería, y no quería preocupar a Hideki.


- Bu-bueno…- siempre le costaba negarse cuando Fubuki u otro le pedía algo, y está vez, no era la excepción.


- Perfecto.- Shirou ni le dejó terminar, mientras Yukimura muy tranquilamente terminaba su té. Bueno, unos minutos más con ellos dos no haría nada malo.


Minutos después estaban caminando por las calles, Yukimura platicaba un poco con Kazemaru, al principio parecía un chico muy arisco y cortante, bueno lo era, pero se notaba que era gentil, solo había que tenerle paciencia. Pero estaban de acuerdo en algo, el fútbol debía ser como antes.


- Quiero jugar el fútbol que jugaba Fubuki-senpai.- habían sido sus palabras.- Me esforzaré mucho.- se veía que era un chico bastante estricto cuando tocaba ese tema, sobre todo cuando nombraba a Fubuki. Ichirouta podía notar que tenía a Fubuki en un pedestal, cosa que le sorprendía.


- Tienes razón, yo también me esforzaré.


Fubuki les miraba desde atrás, observando feliz la escena. Se le antojaba demasiado adorable verlos conversar, Yukimura no era tan sociable y verlo hablar, aunque sea un poco con otra persona distinta a él, le alegraba. No tardó mucho en ir a interrumpir la escena y abrazarlos. Se colocó entre ambos muchachos, rodeandolos con sus brazos y acercando sus rostros al suyo un poco.


- ¿Fubuki-senpai?- llamo Yukimura intrigado por esa acción tan repentinamente.


- oye, Ichiro-kun ¿no te gustaría ir a Hakuren con nosotros?- pregunta que dejó algo descolocado al menor.


- ¡Fubuki-senpai!- ese era Yukimura reclamando.


- No te molestes, Yukimura-kun.- volteo a ver su protegido.- Además sería entretenido ¿verdad, Ichi-


Pero las palabras de Fubuki se cortaron cuando noto que el menor no estaba entre sus brazos ¿En qué momento se había liberado? No tardó en encontrar la respuesta. Allí frente a él, cierto castaño de cabellos largos y ojos verdes, le miraba enojado, agitado y con Kazemiya en uno de sus brazos. Este último estaba tan sorprendido como Fubuki.


- Fudou-kun, ¿qué tal?- el peliblanco le saludó sonriente, al mismo tiempo que soltaba a Yukimura, este último miraba con el ceño fruncido al castaño.


- ¡¿Qué… Qué… Qué se supone que hacías?! - al parecer había corrido al notarlos, porque estaba tan agitado, que apenas pudo realizar aquella pregunta.


- ¿eh? Nada malo.- sonrió inocentemente, Yukimura a su lado suspiró cansado.


- ¡No te pases de listo, Fubuki!


- Vamos, vamos.- intentó calmarlo, ya que se veía bastante alterado. No era para menos, la distancia entre Fubuki y los menores había sido demasiado corta. Aunque Fubuki no tenía ninguna mala intención, pero Fudou veía otras cosas, sabía muy bien que a veces Fubuki se hacía el santo y lo hacía a propósito para molestarlo.


- Fu-Fudou-san…- por fin Kazemiya hablaba, ya que hace un buen rato que Fudou lo mantenía agarrado contra su cuerpo y no lo había soltado. Kazemaru comenzaba a sentir un leve calor en sus mejillas, pero no tuvo que decir nada más, ya que Fudou entendió el mensaje, él también se había sonrojado, solo un poco.


Ya finalmente libre, se sintió un tanto avergonzado por haber sido abrazado por Fudou tan repentinamente, en plena calle.


- ¿ves lo que haces? Lo avergüenzas- le regaño Fubuki, al notar la expresión incómoda del peliturqesa, que no pudo evitar sonrojarse más al verse descubierto.- Tiene vergüenza de estar contigo.- no era exactamente por eso, pero los comentarios de Fubuki le causaban cierta gracia.


- No me provoques.- gruño Akio, el peliblanco solo rió ante esa amenaza, estaba claro que no lo estaba tomando en serio. Los dos menores se miraron, Yukimura solo pensaba que los adultos eran extraños, Kazemaru solo estaba sorprendido por como Fubuki trataba a Fudou, literalmente se estaba burlando de él.


"Creo que nadie respeta a Fudou" Pensaba Kazemaru, sintiendo pena por Akio.


De todas formas, las charlas tuvieron que llegar a su fin y la feliz reunión terminó poco después. Fubuki debía prepararse para volver y tenía un bolso sin ordenar. Sí, porque aún no ordenaba nada y se iba mañana por la mañana.


Así que los cuatro se separaron, Fubuki se despidió del menor y se fue junto con Yukimura, prometiéndole a Ichirouta, que apenas volviera le enviaría un mensaje. Así cada par se fue por su lado, dejando a Ichirouta con Fudou. Confiaba en que Fubuki estaría bien, lo sabía porque se le veía mucho más feliz.


- ¿y bien?- preguntó repentinamente Fudou, interrumpiendo el silencio que había quedado mientras Fubuki y Yukimura se alejaban.


- ¿Q-qué ocurre?- reaccionó un poco asustado ante la pregunta del castaño. Fudou solo se le quedó mirando con una ceja arqueada, encontró extraña la reacción del menor, incluso notó que se alejó de él unos centímetros.


- Hablaste con Midorikawa ¿no?


- ¿eh? ah, era eso…- por un momento, por un segundo, pensó que quizás Fudou se había enterado sobre su nuevo encuentro con Gouenji.


- ¿estas bien?- Akio se cruzó de brazos y volteo a verlo de frente, su mirada claramente lo analizaba.


- S-sí, solo aún estoy sorprendido porque Endou-san se fue…- no quiso mirarlo a la cara, pero sabía que Fudou lo miraba, podía sentir su intensa mirada atravesándolo por completo, como si quisiera leerlo.


Tranquilizate, Kazemaru. Si comienza a sospechar que algo ocurrió, no te dejará en paz. Aunque realmente no ocurrió nada... - pensaba Ichirouta, tratando de darle poca importancia.


- No me gusta que Endou-san ni siquiera se haya despedido.- esta vez levantó su mirada para observarle. Con esas palabras la expresión de Akio cambio de esa sospechosa a una más relajada. No mentía del todo, aunque no le gustaba ser tan caprichoso, pero no quería que Fudou preguntará o indagará otras cosas.


- Endou se sentía mal por eso, pero debía irse rápido.- explicó dándole poca importancia.- Ya regresará, no te preocupes.


No podía evitar preocuparse por él y preguntarse por cuánto tiempo estaría lejos, si estaría en peligro, si el viaje no sería peligroso, si al lugar donde se había marchado estaba muy lejos. Sintió una gran mano sobre su cabeza, que literalmente, cayó pesadamente sobre esta, pero no lo suficientemente fuerte como para lastimarlo.


- Vamos, debes ir a casa.- ese era Fudou que le miraba con esa misma expresión suspicaz, incluso palmeo la cabeza del menor una y otra vez, pero sin ningún atisbo de delicadeza.


- O-oye… me duele.- no dudó en quitarse esa mano de encima con brusquedad. Mientras llevaba ambas manos suyas a su cabeza, como para protegerse de otro ataque, le miró algo molesto. Sabía que aún era un niño, pero que Fudou lo tratará de esa manera, le parecía tan injusto.


- Deja de quejarte, camina.- le ordenó, para que lo siguiera.


- No es necesario que me acompañe, Fudou-san.- de mala gana lo siguió, aunque en el fondo agradecía su compañía. No, en realidad estaba agradecido que hubiera aparecido hoy, ya que luego había prometido a Hideki no hablar con ninguno de ellos, al menos por un tiempo.


El adulto dio un respingo.- Idiota, está oscureciendo, es peligroso.


Kazemaru, que iba un par de pasos detrás de él,le observó asombrado. Las palabras de Fudou, no sabía cómo, pero sonaron tan sinceras, pudo sentir la preocupación y protección en ese tono de voz, a pesar de que en realidad sonaba molesto. No pudo evitar agachar la mirada, y observar el suelo por el cual caminaban, mientras sonreía levemente de manera inconsciente.


No hubo mucha más conversación entre ellos después, además de las alertas de Fudou de: debes mirar antes de cruzar, no te retrases, caminas muy lento, etc. Todo en tono de burla, como uno se esperaba de Fudou. El pobre Kazemaru solo podía sentirse de alguna manera fastidiado por eso, incluso discutieron un poco en el camino, pero ya estaban cerca de su objetivo.


- Ya casi llegamos.- Fudou estaba aliviado de haberlo acompañado, ya que había oscurecido completamente a esa hora y la calle estaba casi vacía.


- Fue una agradable caminata.- ese era un claro sarcasmo del menor, que Akio notó enseguida.


- Agradece que te acompañé, enano.


- Nadie se lo pidió.- fue su cortante respuesta.


- Malagradecido.- farfulló el castaño. Ambos se miraron enojados, pero al final siguieron caminando en silencio.


- Fudou-san…- llamo Kazemaru momentos después.- ¿también irá con Endou-san?


- Es lo más probable.- contestó con tranquilidad, sin dejar de caminar. Respuesta que no le agrado mucho a Ichirouta.- ¿Ocurre algo?- se detuvo ya que el menor también lo había hecho, quedando todo en silencio repentinamente. Justamente en ese momento, la luminaria que estaba sobre sus cabezas tintineo levemente.


- ehm…- carraspeo el peliturquesa.- Al menos…- intentó hablar él, Fudou solo se cruzo de brazos, esperando que terminara de hablar, no entendía porque le costaba tanto tan repentinamente.- Si se va… se despedirá ¿verdad?


No sabía porque estaba diciendo tales cosas, quizás el hecho de que Endou se fuera sin decirle, aunque sea un simple "Nos vemos", si le había afectado algo. Al menos eso pensaba Kazemaru e incluso Fudou. Este último un poco molesto, pensaba que Endou era un total insensible, aunque él tampoco podía quejarse mucho sobre ese aspecto, Fudou no era la persona más cariñosa del mundo, eso él lo sabía muy bien.


Cuando Endou volviera le daría un sermón sobre no romper las ilusiones de un niño. Fudou estaba muy molesto, pero no se dejó llevar por esa rabia ¿Y qué demonios le pasaba a la luminaria pública? No dejaba de tintinear y eso le molestaba aún más.


- Si, lo haré.- contestó finalmente, como siempre con ese tono poco interesado, pero estaba claro que le interesaba. Kazemaru estaba aliviado de escuchar esa respuesta, también estaba muy avergonzado en hacerle ese tipo de preguntas, parecía un niño y él no quería serlo.


"Aunque aún lo soy"


Kazemaru levantó la cabeza, porque si, había estado cabizbajo todo ese momento, muy avergonzado de mirarlo directamente.- Gracias, Fudou-san.- le sonrió bastante más tranquilo que antes. Fudou también le devolvió una tenue sonrisa.


Ninguno dijo otras palabras más, en ese momento el tiempo parecía detenerse para ellos y ninguno podía apartar la mirada, estaban tan concentrados en los ojos del contrario que ni siquiera notaron que la luminaria ya funcionaba como correspondía ¿Cuánto tiempo habían estado así? Ninguno lo sabía, fue el menor que notó aquello, parpadeando confundido.


- eh, e-esto…- el peliturquesa se sintió incomodo repentinamente, hasta un color rojo abordó su cara. Akio desvió la mirada también. Estaban tan concentrados en sus miradas que ahora todo parecía incómodo, Fudou carraspeo, con la idea de decir algo para relajar el ambiente incómodo que había quedado, pero ni él notó que alguien les estaba observando desde hace poco.


- ¿Qué se supone que hacen?- fue la pregunta amenazante de la tercera persona que rompió la burbuja en la que estaban los otros dos. Ichirouta volteo a ver quien era el dueño de aquella voz, casi pega un grito de terror al ver un aura tenebrosa de Hideki salir de su cuerpo. Había olvidado completamente que estaban dirigiéndose a su casa, y que se había detenido a solo unos pocos metros de ella.


Incluso el rostro de Fudou se puso azul del puro miedo al voltear y reconocer al padre del enano, que los miraba amenazante. Aunque, Akio sentía que esa mirada solo iba dirigida a él.


Por cuestión de suerte, o mala suerte para Akio, Hideki había salido de su casa y había visto la escena. Aunque no es como si estuvieran haciendo algo malo, solo estaban ellos dos solos, en medio de una calle vacía, mirándose en silencio ¿Qué demonios? Se había dicho Hideki en ese momento, si solo tuviera un arma en sus manos, si solo tuviera una, se decía el mismo. Pero claro, recordaba que este no era el lugar, ni el tiempo y tampoco deseaba irse a la cárcel.


- Pa-papá…- llamó incómodo el menor.- Fu-Fudou-san solo me acompañaba a casa.- explicó él, sentía que el ambiente se había vuelto amenazadoramente tenso.


Fudou sintió el instinto asesino provenir de Hideki y supo inmediatamente que debía irse.- Bueno ya estas a salvo, enano. Nos vemos. Con su permiso.- Cualquiera diría que estaba huyendo, porque si eso era lo que estaba haciendo, estaba huyendo de un padre posesivo y celoso. Como bien decía el dicho, soldado que huye sirve para otra batalla, realmente debía dejar de juntarse con Midorikawa.


Kazemaru no tuvo tiempo ni decirle adiós, pero ahora tenía otro problemas de los cuales preocuparse.


- ¿Qué se supone que hacían afuera?- una vez adentro, Hideki no tardó en comenzar con el interrogatorio.


- Na-nada, solo conversabamos.- ahora si que estaba mintiendo descaradamente. Hideki había estado viendoles unos buenos segundos, para notar que algo raro había ahí antes de interrumpirlos. Al final, no quiso preguntarle más sobre eso, no quería saberlo por alguna razón, pero se mantendría alerta por Fudou, mucho más alerta.


- Bien, entonces ¿Qué te dijo Fubuki?- Kazemaru agradeció el cambio de tema, así que no tardó en contarle lo que Endou y Fubuki estaban haciendo para lograr que el fútbol volviera a ser como antes.


.


.


.


-0-0-0-0-0-0-0-


.


.


.


- ¿Estás bien, cariño?- fue la pregunta que le hizo el moreno.


La visita del detective había dejado algo inquieta a su familia, así que luego de confirmar que su pequeño hijo dormía plácidamente, la rubia fue hasta su cuarto en silencio. Así que allí estaba, sentada en una orilla de su cama, observando un albúm de fotos. En muchas de ellas estaba su pequeño Ichirouta, desde que era un bebé, hasta cuando ganó aquel torneo de fútbol. No pudo evitar sonreír con cierta tristeza, mientras pasaba página tras páginas. Su marido había estado viéndola desde el marco de la puerta, hasta que finalmente respiró hondo y se acercó a ella.


- Estoy bien, Eichiro.- contestó, luego volteo a ver las fotografías.


- ¿Estás segura de esto?- el moreno sabía bastante bien, lo doloroso que había sido para ella, ver partir a un ser querido, por eso no quería que se ilusionara.


La de ojos castaños, respiro hondo y contestó.- Estoy bastante segura. Himeko nunca perdía las esperanzas a pesar de todo, ella seguramente se hubiese aferrado a ello.- la mirada de Eichiro, no parecía muy convencida, pero terminó por apoyarla. Sonrió y rodeó el hombro de su esposa con su brazo, abrazándola tiernamente.


- Te apoyaré hasta el final, lo sabes.- ella lo sabía, pero le aliviaba oírlo.- Estaré allí pase lo que pase.- comenzó a acariciar su largo cabello rubio, mientras ella solo podía darle las gracias. Siguió viendo aquel albúm, esta vez salían dos muchachas, muy felices. Dos jovencitas de misma mirada, recordaba aquel día en que sus padres les habían llevado a su hermana menor y a ella, a las afueras de la ciudad, las flores de cerezo ya habían florecido, había un clima perfecto, era todo muy bello.


En ese tiempo todo era simple, solo disfrutar de su reciente adolescencia. Paseo su mano por su fotografía, en ese tiempo su cabello rubio siempre lo llevaba corto, según ella era mucho más práctico de esa manera, además no tenía tiempo para estar cuidándolo como si lo tenía su hermana. Su pequeña hermana, al contrario, tenía el cabello largo, siempre hermoso, ondulante. Fue por ella que había dejado crecer su cabello, y fue ella quien le pidió convertirse en la madre de Ichirouta.


- Tu hermana sabe que hiciste hasta lo imposible.- ella se sorprendió por las palabras de su esposo, pero luego sonrió, siempre leía su mente.


- Si, ella no me culparía, lo sé. Pero aún así, para mí es diferente, soy su madre después de todo.


- Y yo su padre, por esa razón vamos a hacer esto juntos.- ambos se sonrieron en ese momento, esperando que ocurriera un milagro.


.


.


.


-0-0-0-0-0-0-0-


.


.


.


Había tomado un baño como siempre, se había puesto su pijama listo para ir a dormir. Pero antes, debía secar su corto cabello turquesa, el cual necesitaba un corte, si es que quería seguir mateniéndolo corto, lo cual era la idea. Aunque extrañaba su largo cabello.


Terminó de secar su cabello y estaba por irse a la cama cuando su teléfono sonó.- ¿uh? ¿a esta hora?- lo único que pensó es que podría ser Kiyoshi, quizás olvidó alguna tarea o apunte. Pero se sorprendió al ver un número desconocido, dudo en contestar pero al final lo hizo.- ¿Halo?-


- … tu padre se veía muy molesto, creo que no le agrado, enano.


- ¡Fu... Fudou-san!- estaba sorprendido al reconocer aquella voz, no recordaba haberle dado su número. Aunque con todo lo que le había pasado, quizás sí lo hizo, pero olvidó ese detalle.


- Solo quería asegurarme que estabas bien, y decirte que Endou me dio señales de vida. Se encuentra perfectamente.


- Ya veo, gracias Fudou-san- sonrió.


- En fin, es tarde, los bebés deben estar durmiendo.


Ese comentario molestó a Kazemaru.- Estaba por irme a dormi-


- Eso quiere decir que eres un bebé.- pudo escuchar claramente como Fudou se mofaba de él. Kazemaru no pudo evitar ponerse rojo de la ira y la vergüenza.


- ¡Eres muy molesto, buenas noches!- fue su brusca despedida, porque luego de eso colgó la llamada, no le importaba si le decía que era un maleducado. Aunque no tardó en volver a escuchar su teléfono otra vez, estaba claro que era Fudou de nuevo, era el mismo número.- ¡¿Qué?!- respondió bruscamente.


No escucho nada los primeros segundos, para luego recibir un corto, suave y cálido mensaje.- ...buenas noches, enano.- su tono de voz había sido demasiado diferente, era casi como si le hubiese susurrado en su oreja. Eso provocó que el menor se sonrojara levemente y se quedará estático en su lugar. Segundos después, observó la pantalla de su teléfono, ya que Fudou había dicho solamente eso y le había cortado casi inmediatamente.


- Idiota…- murmuró, y registro ese número con la palabra 'Idiota' en su teléfono. Luego de eso se fue a la cama, más feliz que de lo normal.


-0-0-0-0-0-0-0-


.


.


.


Continuara.


o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o


.


.


.

Notas finales:

Fudou: Se te dan muy bien las manualidades ¿eh?

Kazemaru: …

(La primera persona que haya entendido la referencia me avisa xD)

.

.

.

Nenes, seguramente tienen muchas preguntas, muchos deben estar diciendo ¿Qué chingados está pasando? Solo voy a aclarar algo, tal como en el capítulo anterior, hay cosas que son flash back, y otras no, eso es todo.

La escena de Yukimura, no me terminó de convencer mucho, pero trate de hacerla lo mejor que pude, ya que es solo un cameo. En otra versión, la primera versión que escribí, se encontraban en el departamento de Midorikawa, pero decidí cambiar el lugar para hacer la aparición de Fudou en medio de la calle. Es que esa escena estaba hecha antes de saber que Fudou ganaría las votaciones, por eso tuve que reinventarla, para que ya comenzarán a tener más interacción antes que ocurra lo inimaginable(?).

A propósito, pueden seguir votando por la pareja principal, dígase para Kaze. Si bien Fudou es quien lleva la clara ventaja, pueden seguir haciéndolo, quién sabe quizás repentinamente todo cambie ¿se imaginan? Recuerden que los votos son válidos solo en los comentarios de los capítulos, cualquier capítulo. Quizás su favorito no gano (o no este cerca de ganar) pero al menos me gustaría saber su opinión al respecto. Y si quieren otro shipp (sin Kaze), también pueden comentarlo.

Como siempre, les recuerdo que en mi tumblr he dejado a algunos de mis OC, hechos con el picrew, y también están los dibujos de Hideki, que una lectora muy linda (twitter: PaulaenlalunaA), hizo amorosamente. Solo deben ir a mi tumblr yumeorage . tumblr . com, en el costado izquierdo ir a "MY FICS" y buscar la sección "Información Extra" .

Gracias por leer hasta aquí y por sus comentarios. Les amo mucho! Cuidense!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).