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Memory of Colors por Shana A

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Notas del capitulo:

Asadsadas no he escrito el nuevo capi pero ya tenia este hecho y me olvide de subirlo, el domingo tenia una pereza extremaaaa....

Mi encuentro cercano con Aoi no tuvo mayor efecto, debido a que al día siguiente me entere de que tenía una misión de exploración junto a Luis en las zonas neutrales, aquello me pareció sin duda demasiado extraño. Aoi es el líder de la Legión Azul, ¿Por qué arriesgarse a ir a las zonas neutrales? ¿Qué es lo que está buscando exactamente? Y ¿Por qué va con Luis?

Muchas preguntas vinieron a mi mente cuando Sachi me dio la noticia, sin embargo esas tres se repetían constantemente. Eso no significa que estoy celoso de Luis o algo por el estilo, simplemente me causa curiosidad por qué solo con él, es sabido que las zonas neutrales son peligrosas debido a que allí se originan muchos conflictos en los cuales no se mete ninguna legión, por lo que el Pacto de Paz no tiene efecto, siendo permitido las peleas, las matanzas, el contrabando y otro tipo de actos que están prohibidos en el pacto.

 

Estábamos en el salón principal, el cual daba una tenue luz, seguramente el candelabro necesitaba mantenimiento. Los muebles se veían aún más antiguos de los que eran bajo esta luz, el tapiz de rombos azules más desgastado, pero de cierta manera lo prefería así, siento que si estuviera bajo una luz brillante podría adivinar el tiempo en que todo esto no ha cambiado, el tiempo desde que comenzó.

 – Aunque me preguntes, tampoco me dijo el motivo, solo dijo que debía averiguar algo urgente con ayuda de Luis – se encogió de hombros Sachi. Ella me había dicho que me siente antes de escuchar su noticia, pero ahora estaba dando vueltas en círculos por todo el salón.

No me siento tranquilo aquí esperando, siento una opresión en mi pecho, recordar que fue en una de las zonas neutrales donde mataron a la madre de Aoi, me hace pensar que aquel horrible acto se pueda volver a repetir al ser él ahora el líder de la Legión Azul.

– Mantente quieto o le harás un agujero en el piso, por si no lo has notado este lugar no es nuevo, lleva siglos – rodo los ojos Marshall, quien acaba de entrar a la habitación. Su comentario me pareció demasiado obvio, pero no diría nada.

– No hacía nada – me deje caer sobre uno de los sofás, me hundí un poco en él, sin embargo aún seguía preocupado, mis dedos tamborileaban nerviosamente en uno de los brazos del sofá.

– Por esta clase de reacción te dije que no le dijeras nada – Marshall reprocho a Sachi, ella quiso responder pero él continuo – Aun si puede suceder nuevamente, es mejor si un grupo se queda aquí, hay la posibilidad de que atraiga a otro más de La Torre aquí.

Aquello llamo mi atención.

– ¿Qué dijiste? – estaba sorprendido. Hay algo que me estaban ocultando. Me levante de golpe, avancé a paso firme hasta donde estaba, quedándome frente a él – ¿Qué fue lo que dijiste? – repetí ahora con un tono más serio.

– Marshall… Yo solo le dije que Aoi y Luis fueron a una misión de exploración…

Ante su declaración el vampiro soltó una grosería como muestra de irritación. Me miraba con notable fastidio, sabía que no podía evadir decirme lo que pasaba.

– El conejo atrae a los niños perdidos al mundo podrido – escupió con acidez.

Su declaración me sorprendió, no entendía a qué se refería. Mire a Sachi con intriga esperando una explicación, sin embargo fue Marshall quien continuo hablando, lográndome hacer entender.

La aparición de Yukiko en esta realidad no fue una casualidad, su poder era demasiado bajo como para despertar del sueño, lo que significa que alguien la había liberado y atraído a este lugar. Grande fue la sorpresa al enterarme que no fue el único caso, según dijo habían alrededor de quince personas, las cuales tenían algún tipo de conexión con seres de aquí, ya se siendo sus descendientes o que alguno sea familiar directo de algún miembro de una legión.

El día en que se anunció la muerte de la líder de la Legión Verde, Rikkaru Kagawa, fue el mismo día en día en que su hermana mayor Midori fue atraída en este mundo. Los demás casos tuvieron como resultado también la muerte de seres pertenecientes a diversas legiones, era como si aquel ser que los atrajo hubiera preparado una trampa para todos ellos, los niños perdidos volvían a La Torre sin recuerdo alguno de lo sucedido.

– Entonces encontraron al ser que ocasiono todo esto – deduje.

– Error – hablo Sachi – Veras… ¿Recuerdas a Gii?

Ese nombre me hizo recordar a aquel miembro de la Legión Naranja que trajo a Yukiko inconsciente y nos informó sobre la muerte de Daniela.

Asentí para que continuara. Me entere de que él tuvo un enfrentamiento con Kazehaya hace un tiempo, donde noto su comportamiento extraño como si algo lo hubiera estado controlando. Kaze decidió investigar los otros casos parecidos al que le sucedió a su hermana, todos tenían conexión en dos aspectos, el primero era el ser que los atraía a esta realidad, el segundo era que Gii era quien los llevaba con los seres que podían ayudarle a regresar a La Torre. Sin duda no podía ser una casualidad, ellos estaban relacionados.

– ¿Dónde está Kazehaya? – me dio cuenta entonces que él no se encontraba en el castillo.

– Él salió primero… Ya que se encontraría nuevamente con Gii – hablo Sachi con tono sutil. Eso me parece demasiado peligroso, ahora entiendo el motivo para que Aoi y Luis salieran.

– Significa que irán a enfrentarse a él… O mejor dicho a buscar respuestas con su líder, si fue Aoi es para eso, ¿O me equivoco?

Sachi negó con la cabeza, Marshall simplemente se limitó a bufar. Ahora que sabía esto tenía un mayor sentimiento de opresión en mi pecho, ¿Qué pasa si el Líder Naranja está involucrado? ¿Podría descaderar el conflicto? ¿Se terminaría esta paz armada? 

Debía averiguar como estaba, no podía quedarme quieto preocupándome, debía hacer algo.

– Tengo que ir – me aleje a paso decidido pero Sachi me tomo del brazo impidiéndome avanzar más – Suéltame,  no puedo quedarme sin saber que paso… sin saber que están bien…

– Solo tenemos que contactarlos, ¿Acaso olvidaste lo que siempre llevamos cuando hacen este tipo de misiones? – Marshall tenía razón en eso, la manera de saber si estaban bien o no, o al menos si podíamos tener contacto con ellos. En este lugar podemos usar nuestros celulares, pero simplemente para tomar fotos o videos, no hay suficiente tecnología para poder realizar llamadas, por eso se utilizan otro tipo de artefactos, son colgantes que tiene un cubo de color transparente unido a estos, son utilizados para la comunicación, según me contaron fueron hechos hace mucho  tiempo en colaboración de seres del elemento luz, hechiceros y científicos de la antigua era.

Sachi saco el suyo para ponerlo sobre su mano, susurro el nombre de la persona con quien quería comunicarse, el cubo brillo con cierta intensidad, se la cara superior salió un rayo tenue de luz que luego se ensancho formando un rectángulo que sería como pantalla, normalmente mostraría al otro ser, pero este no mostraba nada, solo se oía un sonido extraño, distorsionado acompañado de sonidos de voces, no pude distinguir que decían, pero reconocí que una de ellas le pertenecía a Aoi, un sonido explosivo se produjo antes de que se perdiera la conexión.

– Ahora definitivamente iré – esa era la prueba suficiente para darle razón a mi mal presentimiento.

– Cálmate, ese fue solo el de Aoi, verifiquemos si podemos tener contacto con Luis o Kaze – Sachi no quería dejarme ir.

Me tranquilice, quizás solo hubo un problema con el comunicador de Aoi, si eso debía ser, eso esperaba que fuera.

Sachi intento establecer contacto primero con Luis, ya que sabíamos que era él con quien se marchó Aoi. El resultado fue el mimo que antes. Al intentar hacer contacto con Kazehaya, él respondió aun si su imagen se veía borrosa.

– Gii huyo antes de que pudiéramos confrontarlo contra su líder – su voz sonaba distorsionada pero aún se podía entender su mensaje. 

– ¿Qué paso con Aoi y Luis? – pregunte rápido, si Gii intento huir eso explica los sonidos explosivos del lugar.

– No estoy con ellos, lo último que supe fue que fueron tras de Gii quien se encontraba con el ser causante de despertar a los de La Torre – la señal se estaba perdiendo. Otro sonido explosivo lleno el lugar antes de perder la conexión nuevamente.

Me apresure a la salida sin escuchar las protestas de Sachi, no podía quedarme sentado sabiendo que algo malo pudo haberle sucedido a Aoi. Era una buena oportunidad para tomar contacto con el único que teníamos certeza se encontraba a salvo.

¡Kazehaya! ¿Puedes escucharme?

Intente llamarlo por el pensamiento, esperaba que resultara, me concentraba mientras salía del territorio de la Legión Azul hacia el de la Legión Naranja.

¿Kaito? ¿Aprendiste telepatía?

Incluso su tono tranquilo y suave podía escucharle en mi mente, al parecer si había funcionado. Era una verdadera suerte porque si no hubiera demorado mucho en saber dónde estaban. Pregunte a Kazehaya el punto exacto donde se encontraba. Estaba en el límite de La Legión Naranja, era una zona neutral. La forma más rápida para llegar es atravesar la zona neutral entre las dos legiones. Una forma peligrosa pero no tenía otra alternativa, aun si estaba solo, aun si podían aparecer enemigos muy fuerte. Yo debo seguí, yo debo luchar.

Las rocas temblaron en el lugar causando un estrepitoso ruido, todas ellas se amontonaron entre sí, surgiendo un golem de piedra del tamaño de un edificio. Su torpe andar hacia mí, me desesperaba, su gigantesca mano intento tomarme si éxito alguno. 

– ¡No tengo tiempo para ti! – sabía que mi espada no funcionaría ante este tipo. Una corriente de energía se desplazó desde mi cabeza hasta mi mano derecha, mire a los lados rápidamente, había grandes objetos de metal, seguramente eran vigas de algún edificio que hace mucho se encontraba aquí. Eleve el gran trozo de metal impactándolo contra el golem, haciéndole retroceder. Este tipo de criaturas, tiene un centro el cual les permite moverse, si encontraba su roca maestra y la destruía podía terminar con esto.

Seguí lanzando los trozos de metal a mi disposición, sin darle oportunidad a atacar, su cuerpo se fragmentaba pero aún seguía resurgiendo, fue cuando note la pequeña piedra color negro. La atraje hacia mí, el rostro del golem se tiño de miedo, fue su última expresión antes de que rompiera su centro.

Había perdido mucho tiempo con él, estaba seguro de que no sería la única criatura que vendría por mí.

Las siguientes fueron arboles marchitos, en sus troncos tenían un rostro de sufrimiento, ellos tenían el poder de llena el lugar con una neblina color negro. Sin embargo sus brillantes ojos delataban su ubicación, al aproximarme a ellos sus ramas tomaron posesión de mí, logre librarme gracias que no me habían quitado mi espada aun, me abría paso entre todas sus raíces y ramas que se extendían con intención de atraparme, cortándolas de un tajo limpio con mi gran espada color negro. Una vez llego con los árboles, los corte por la mitad, antes de usar las rocas que dejo el golem atrás para aplastarlos.

Apresure el paso, logre avanzar gran tramo, pero nuevamente apareció ante mi otro ser, esta vez era ser de metal, grande, de ocho patas, muy similar a una araña. Esto se volvía tedioso, no tenía tiempo, debía ir con Aoi.

Levante las rocas una vez más, me sentía exhausto, no usaba mi poder tan seguido como hoy, tampoco para mover tantas cosas pesadas. Use ambos brazos debido a mi agotamiento, la energía que llevaban movió las rocas de la misma manera en que moví mis brazos, hacia atrás para impulsarlo y hacia adelante para el impacto. La araña se seguía moviendo bajo, así que utilice más rocas para poder enterrarla hasta que sentí que ya no movió más.

Estaba cansado, mis brazos me dolían aun si físicamente no levante nada, el esfuerzo mental me logro entumecer los brazos. No podía detenerme a pensar en el dolor, estaba muy cerca de la ubicación que me dio Kazehaya.

¿Dónde estás?

Me detuvo al ver que no estaba en el lugar que indico. Mire a todos lados en busca de una señal, una señal que me dijera que estaba bien o al menos aquí cerca.

Avanza un poco más, encontré la explosión que causo Gii, creo que Aoi y Luis están por aquí.

No tuvo que decir nada más para lograr que avanzara directamente hacia él.

En la ubicación que me dio, había una gran pila de rocas, algo se movía debajo de estas. Me pregunto si Aoi está debajo, pero estaba muy cansado para usar mi poder, aun así mis brazos se movieron para sacar la mayor cantidad de rocas que podía, mis manos se llenaron de cortes y polvo, pero no me importaba.

– Kaito – la voz de Kazehaya me hizo regresar a la realidad – Por favor para, fue mucho trabajo encerrar a esa criatura allí – me alejo tranquilamente.

– ¿Criatura? – estaba confundido. Por el sonido de la explosión deduje que eran Aoi o Luis los que estaban debajo. Me detuve inmediatamente – ¿Dónde están los demás? – me apresure a preguntar.

– ¿Qué planeas sacando a la criatura que encerramos bajo esas piedras? – Aoi se acercó, su cuerpo se veía lleno de polvo, su ropa estaba hecha jirones, la parte expuesta de su piel tenia uno que otro arañazo.

Sin poder evitarlo corrí hacia él para abrazarlo, lo que lo tomo por sorpresa ya que se quedó estático allí. Segundo después me di cuenta de lo que había hecho y lo solté, me aleje un par de pasos.

– Solo quería comprobar si estabas aun con fuerzas para mantenerte de pie.

Mis excusas se vuelven patéticas. Intente cubrir mi rostro con una de mis manos, no podía verle por la vergüenza.

– Debemos irnos de aquí, seguramente Gii dejo más de sus juguetes – notaba la molestia en el tono de Luis.

– Luego hablaremos tu y yo – fue lo único que dijo Aoi.

Tomamos el camino más seguro, sin embargo estábamos atravesando la ciudad de la Legión Naranja, la única que se encuentra en la superficie, dirigiéndonos al castillo.

– ¿A dónde vamos? – me atrevía a preguntar a Aoi.

– Donde la líder de la Legión Naranja, es una buena oportunidad para que la conozcas.

Las personas nos daban pase, todas se alejaban mientras bajaban la cabeza. Seguro reconocían a Aoi como líder de la Legión Azul, también es probable que sepan de Crime Scarlet. Sea cual sea el caso, al menos podía recargar energías durante el camino al castillo.

El gran castillo de la Legión Naranja se levantaba frente a nosotros, este castillo tenía torres cuadradas, juraría que es tan grande como el de la Legión Azul. De un color naranja suave, las ventanas llenas de vidríales de tonos oscuros que impedían ver lo había dentro. 

La gran puerta de madera frente a nosotros se abrió de par en par, permitiéndonos pasar. Al parecer conocían su camino, ya que no esperaron a que alguien viniera a guiarlos, yo solo seguí al grupo. La débil luz apenas daba sombras de los objetos presentes, los muebles, los cuadros, el tapiz de un solo color, tenían una apariencia lúgubre. Llegamos hasta un gran salón, el cual estaba iluminado por las luces que colgaban en las paredes.

Frente a nosotros, en aquel salón que tenía como columnas relojes de arena, a varios metros sobre nosotros se encontraba sentada sobre un trono una joven que aparentaba nuestra edad. Cabello corto chocolate, sus mirada tranquila era del mismo color, su piel ligeramente bronceada era cubiera con un vestido de gala color naranja pastel. Su cabello era adorando por un broche de mariposa que tenía en medio una piedra brillante color naranja fuego.

– Líder Azul, es grato recibir su visita, sin embargo debido a la presencia de sus seguidores y a su impropia vestimenta, debo suponer que está aquí con intenciones hostiles – hablo mientras nos miraba con semblante tranquilo.

No podía creer que una persona tan joven estuviera dirigiendo la Legión Naranja, al menos en apariencia eso daba a entender, quizás era un tipo de ser que llevaba viviendo muchos años.

– No vengo con intenciones hostiles hacia usted – Aoi hablaba con respeto, aunque me hubiera agradado que evitara la palabra hostil y solo se concentrara en el tema principal – Sin embargo, el miembro conocido como Gii ha atacado a miembros de mi Legión, no solo en una oportunidad, cuando hemos venido a buscarle ha huido dejando sus marionetas para distraernos.

– Lo sé, sin embargo eso ha ocurrido en una zona neutral, por lo que el Pacto de Paz no aplica en este caso.

Eso era usar los términos del acuerdo a su favor, si ella lo sabía quizás esté involucrada en todo esto.

– Sin embargo se podría considerar una traición al pacto que un miembro de su legión esté involucrado con los casos del despertar de La Torre.

La mirada de la líder de la Legión Naranja mostro sorpresa por un breve instante antes de permanecer en calma.

– Expón tu caso.

– Un ser atraía a personas de La Torre relacionadas con alguna de las legiones, las despertaba hasta guiarlos cerca a sus familiares, en donde ocurría una tragedia que terminaba en muerte, sin embargo la persona que despertaba era salvada por Gii y guiada hasta un lugar seguro para que puedan regresarlo, son quince los casos que hemos encontrado hasta ahora.

– No está involucrado directamente – ¡No puedo creer que vaya a negarlo! – Aunque eso explicaría como evadía mi visión futura.

Estaba confundido por lo que dijo, sin embargo no lo exteriorice, ¿Visión futura? Supongo que hay seres con ese tipo de poderes, como son la adivinación y poder predecir el futuro o incluso ver en el pasado del otro.

– Descubrimos que una de sus marionetas fue la causante de todo, aún no sabemos si fue Gii el que le dio la orden de despertarlos, sin embargo él trataba de cubrir lo que hizo al ponerlos a salvo.

– ¿Él les dijo eso?

– Seguía repitiendo una y otra vez que no era culpa suya ni de sus creaciones, parecía estar poseído por una fuerza mayor, sus movimientos eran extraños así como su mirada cambiante y al momento de ordenar el ataque de sus criaturas.

– Entiendo – se levantó de su trono, el sonido de sus tacones bajando las escaleras resonaba en el lugar, quedo frente a Aoi – Mis sinceras disculpas por los inconvenientes causados por mi seguidor, en muestra de mi arrepintiendo le hare una predicción  – sus ojos adquirieron un color naranja brillante – La sombra y la nueva luz conspiraran para tener el papel principal, sin embargo la traición entre ellas y entre los colores será una escena recurrente a partir del punto de quiebre, la pasión carnal y los sentimientos serán las causas y las consecuencias de los cambios en el mundo.

El color de sus ojos cambio nuevamente a un tono chocolate. Parecía desfallecer en ese instante, pero Aoi le sostuvo.

– Es muy amable su predicción a pesar de saber que agota sus fuerzas.

El salón retumbo, la arena contenida en los relojes que sostenían el lugar como pilares, salió para recoger a la líder de la Legión Naranja, la llevo hasta depositarla suavemente a su trono. Seguramente su tipo de magia era de arena.

– Es momento de que te marches líder azul – sonó una voz femenina por toda la habitación. Sin embargo dicha voz no pertenecía a la líder, era una voz oculta en las sombras.

– Me retiro, nuevamente agradezco su predicción, no la pasare por alto.

Nos marchamos hacia la Legión Azul utilizando el camino más seguro, cruzando entre las legiones y atravesando la zona neutral más pequeña. Entre todas las legiones había zonas neutrales, sin embargo unas eran más extensas que las otras.

Llegamos al anochecer. Sachi y Marshall no estaban a la vista, Luis y Kazehaya se despidieron antes de marcharse hacia sus habitaciones. Solo quedábamos Aoi y yo.

– Creo que volveré a mi habitación…

Mi andar fue detenido por la mano de Aoi sobre la mía. Era claro que teníamos que hablar. Obedientemente le seguí a su habitación, me senté en la cama como me lo pidió, él se quedó parado dando vueltas frente a mí, parecía pensativo.

– No te entiendo – suspiro antes de mirarme.

– Yo tampoco – él arqueo una ceja ante esta declaración – Quiero decir… Lo hice tarde… Y bueno…yo… veras lo de antes y lo ahora… fue porque…

Antes de poder decir otra palabra más, Aoi estaba frente a mí, nunca había visto sus ojos azul claro de esta manera, suplicaban por una respuesta, porque esas palabras salieran de mis labios. Mi corazón latía más y más rápido con cada segundo, sentía que iba a estallar si no decía lo que sentía.

– Me gustas.

Sin poder decir otra palabra, sus labios sellaron los míos en un beso, uno mucho más demandante que el de ayer, sus labios se movían de manera hambrienta, buscando más contacto, más profundidad, una intimidad mayor. Mi mente se comenzaba a nublar por aquel sentimiento que me invadía, abrí los labios un poco para poder darle aquello que buscaba, el calor sofocante me empezaba a abrumar.

Antes de ser consumido totalmente por aquel place, Aoi se separó, dejándome recuperar el aliento, él también estaba agitado, podía notarlo en su respiración.

– ¿Para qué? ¿Te me vas a lanzar nuevamente? – no pude decir lo que pensaba.

– Sí – mi rostro tomo un color rojo intenso por la vergüenza.

– Al menos podrías disimular – me cubrí la mitad del rostro con una mano.

Se sentó a mi lado, tomo mi mano libre, enlazo nuestros dedos antes de darme un beso en la mejilla.

– Lo siento… Me emocione demasiado…

Si lo hiciste, pero no puedo negar que no me haya gustado, creo que eso es lo peor de todo, ¿Qué clase de hechizo pusiste en mí, Fujimoto Aoi?

– Podemos tomar las cosas con calma – pedí.

– Sí… Estoy feliz y agradecido porque correspondas mi sentir – una sonrisa cálida surco sus labios, era la primera vez en que veía sus ojos mirarme de aquella manera, su rostro brillaba de felicidad sincera.

Mis mejillas se tiñeron aún más de rojo si fuera posible.

– Yo… Yo también estoy feliz.


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