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Memory of Colors por Shana A

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Notas del capitulo:

Mi internet esta hecho una ***** es demasiado lento y me estresa e.e

La buena noticia... es que es un capitulo interesante C:

Uno, dos, tres. Quince, dieciséis, diecisiete. ¿Quizás son más? Sin embargo aseguro de que no son menos, ya he perdido la cuenta de las veces en que he besado a Aoi desde que correspondí sus sentimientos, apenas ha pasado dos días semana, sin embargo han sido los dos día más agitados de mi vida. Nunca creí poder tener este tipo de intimidad con alguien, siento que la cercanía entre ambos es profunda, ambos nos acercamos desde la infancia hasta el punto actual, compartimos no solo el sueño, si no también le hacemos frente a la realidad.

He mejorado mucho mis habilidades gracias a que ahora entreno con Aoi, aún me avergüenza mencionar que cuando le dije el motivo, no dejo de besarme, más de lo que lo hace usualmente.

– Alquimista – susurre mientras buscaba más información en los libros que me dio Sachi. Tener libros intactos y antiguos era difícil, sin embargo ya que tenemos dos seres “inmortales” en Crime Scarlet, podemos darnos el pequeño lujo de tener ciertos tipos de conocimientos y artefactos que otros grupos o legiones no tienen.

– ¿Qué buscas?

Aoi se sentó a mi lado, interrumpiendo mi pequeña búsqueda en el salón de la base de Legión Azul, el gran castillo que estaba en medio de la zona de dicha legión, sin embargo si me preguntan a mí, tiene más un parecido a una antigua mansión aristocrática de aquellas que se aprende que existen en clase de historia o programas de representaciones antiguas, sin embargo por el tamaño y las torres que han sido incluidas para ampliar el lugar supongo que se puede denominar castillo.

– Información… Pero es algo tonto, creo que solo puedo preguntártelo – cerré el libro que tenía y lo deje en la pila cercana que estaba en el piso.

– Si es algo que este dentro de mis conocimientos podré ayudarte.

– Aun no me terminan de explicar lo que sucede con Gii…

– Idiota – tan directo como siempre – Eso debiste preguntarlo desde el principio – Discúlpame entonces, es difícil contigo sobre mí casi todo el tiempo.

– Discúlpame entonces, iré a preguntar a otros, solo pensé que mi novio podría ser tan amable de explicármelo – solté con cierto sarcasmo.

Aoi me miro durante unos segundos antes de suspirar – Supongo que te debo un par de explicaciones, pero no aquí.

Me condujo hasta su cuarto, tenía un mal presentimiento sobre como acabaría esto, solo esperaba estar equivocado, aun soy muy joven y varonil para ser el pasivo. ¡Maldita Sachi! ¡Tanto que me dice pasivo que hasta yo me lo creo!

Aoi cerró la puerta antes de empezar a hablar – En primero lugar Gii es un alquimista que se especializa en la creación de seres a partir de objetos artificiales, pueden ser rocas, arboles, partes de metal u otros, él les da forma y crea un nuevo ser a base de magia, dándoles vida, puede o no otorgarles algún tipo de poder.

Eso significa que los seres con los que trate cuando intente llegar, era sus creaciones, así también lo que estaba bajo la montaña de rocas cuando encontré a los chicos, supongo que a lo que se enfrentaron ellos era un ser más poderoso que a los que yo enfrente o quizás fueron más de uno pero ese les causo más problemas, después de todo Gii logró huir aun cuando tres miembros de la legión azul, incluido el líder, iban tras de él.

– Parece ser que una de sus creaciones se salió de control y ocasiono los problemas que ya sabes – asentí. Aún recuerdo que ese ser fue el culpable de atraer a tantos inocentes a este lugar, en donde para protegerlos otros murieron – No tenemos información clara sobre el tipo de criatura que era exactamente, nos referimos a su forma real, parece que puede cambiar de forma a su antojo, sin embargo el tipo de habilidad que tiene llama usando una apariencia o voz que los hace seguir sus órdenes, dándoles ellos su voluntad.

– ¿Cómo sabes todo eso? – me mostré un poco sorprendido, ya que no lograron capturar a Gii o a esa criatura.

– Gii lo dijo antes ser totalmente controlado, parecer ser que hay infiltrados que se están metiendo con las legiones nuevamente.

– ¿Grupos rebeldes? – aun no podía creer su existencia de estos.

– Es una posibilidad, en el pasado han existido, sin embargo este siglo no se ha detectado nada de ellos.

Aoi se mostraba sereno, pero sabía que esto lo preocupaba. Me acerque a él y le tome ambas manos, como muestra de mi apoyo, aun no soy tan fuerte, pero seguiré entrenando para serlo, para poder permanecer a su lado.

Apretó mi agarre suavemente antes de soltarlo y abrazarme, correspondí el abrazo, a veces quisiera quedarme así durante un largo tiempo, es una sensación cálida y reconfortante la que me llena cuando estoy cerca de él, cuando estoy entre sus brazos me siento seguro, como si nada malo fuera a pasar, como si el tiempo se detuviera solo para los dos.

– Aun hay muchas cosas que debo decirte – susurro a mí oído. Lo sabía, aun esconde muchos secretos, muchos recuerdos dolorosos pasados y otros recientes, pero ahora estaba allí para él, escucharía todo lo que me quisiera decir.

– Te escuchare, tu dolor, tus sueños, tus arrepentimientos, tus miedos, tu pasado, lo escuchare todo – le abracé un poco más fuerte, sentía como si fuera a derrumbarse en cualquier momento.

El silencio se presentó en la habitación, no sé por cuánto tiempo fue exactamente, al principio no me incomodo, sin embargo empezaba a aterrarme.

– Entonces, te lo contare todo.

Un fuerte estruendo rompió aquel momento, cada vez era más y más ruidoso, más y más cercano. Nos precipitamos para salir a ver lo que sucedía afuera, no había nada, él ruido venía de la ciudad subterránea, que es donde vivían los seres pertenecientes a la Legión Azul.

Bajamos rápidamente para darnos con la sorpresa de que diversos seres se encontraban atacando a los residentes.

Saque mi espada rápidamente, sin embargo el lugar se llenó de una neblina tenue acompañado. Mire con sorpresa a Aoi, quien mostraba una mirada severa ante esos seres. 

– Emina – alcance a oír su susurro, llamaba al poder su contratista.

Una suave voz lejana se empezó a oír en el lugar, era una voz relajante, la cual te llenaba de tranquilidad. Sentí la mano de Aoi sobre la mía, sus ojos azules claro tenía un brillo peculiar, me di cuenta que era él quien causaba dicho canto, al mirar a los perpetradores, ellos se estaban retorciendo en el suelo, eran los únicos afectados.

El ambiente frío cubierto de neblina empezó a disiparse al igual que el canto, dejando ver a los afectados por ese poder tan peculiar.

– Debemos llevarlos para interrogarlos – me susurro Aoi, se veía un poco cansado, quizás ese era el poder que le daba su contratista, seguramente exigía mucho de él. Asentí, solté su mano para aproximarme ante ellos, sin embargo antes de que pudiera llevarlos, con sus últimas fuerzas sacaron algo pequeño.

– ¡Liberium! – fue lo último que dijeron antes de meterse una capsula, suicidándose.

Todo hicieron lo mismo con sus últimas fuerzas, esto estaba planeado para terminar así en caso fueran capturados. Intente acercarme a ellos para ver si tenían algo que nos diera una pista, pero Aoi me detuvo, los cuerpos de los intrusos comenzaros a derretirse junto con sus ropas y cualquier tipo de objetos que pudieran portar, el olor putrefacto empezó a inundar el lugar, siendo una masa asquerosa y pegajosa en el suelo hasta desaparecer totalmente.

– Estaban preparados por si eran atrapados.

Odiaba admitirlo, ese ataque fue planeado, ellos no portaban uniformes de algún color, vestían de civiles, sin embargo sus ropas eran grises, no había otro color en ellas. Normalmente los que pertenecen a otras legiones tienen una insignia en alguna de sus prendas, una insignia del color de su legión.

Aoi se mostraba pensativo, no podía saber que pasaba por su mente. Su mirada se desplazó rápidamente por el lugar.

– La legión azul ha sido atacada – hablo con voz fuerte pero firme – Esto nos recuerda que debemos estar alerta, las vidas que fueron tomadas se pagaron con las vidas de quienes perturbaron nuestra paz – los seres se reunieron alrededor, pero había una distancia prudente como si supieran la diferencia de poderes. Hubo seres que fueron asesinados por los perpetradores, sus cuerpos yacían en el suelo, con sus familiares o seres queridos llorando cerca – ¡No dejaremos que estos actos terroristas nos intimiden! ¡La Legión Azul nunca será vencida! – levanto el puño hacia el cielo, lo apretaba con fuerza, él se sentía impotente pero trataba de transmitir seguridad a los demás.

Los seres residentes se mostraron confiados en el Líder Azul, muchos aun lloraban por las pérdidas o por el miedo, pero ninguno parecía culparlo, se veía la esperanza en sus miradas, todo el peso de sus vidas caía en los hombros de un adolescente, quien luchaba internamente por no romperse frente a aquellos que dependían de él.

Me aleje a paso tranquilo, ayudando a los seres que aun sostenían los cuerpos de sus familiares o seres queridos. Era lo único que podía hacer por ahora, yo no podía mostrar la misma fuerza que Aoi, aun si tiembla por dentro de rabia no se deja llevar por esos sentimientos de inseguridad sobre un grupo rebelde, él sigue de pie, brillando por sí mismo aun si eso le duele.

Un funeral fue hecho para todos aquellos que perdieron sus vidas, había un cementerio alejado, pero todos fueron llevados allí, las tumbas aun si eran improvisadas debido a lo presuroso de la ceremonia, fueron adornadas con las pocas flores que uno podía encontrar en un lugar como este, además de con objetos personales, pañoletas, pulseras rusticas de un color desgastado e incluso insignias de la legión azul. Los seres más cercanos se quedaron allí, recordando por última vez a sus amados. Sentía empatía, y al mismo tiempo miedo, miedo de que algún yo este donde están ellos, llorando la muerte del ser que más amo.

Aoi decidió convocar a los líderes de las demás legiones, aunque la legión verde aún estaba inestable. Cuando Rikkaru murió la lucha por quien sería el siguiente líder duro más tiempo de lo esperado, muchos se traicionaron matándose entre los del mismo bando, otros morían en peleas entre facciones opositoras, ahora el nuevo líder era un elfo, es el que más ha durado por ahora.

La reunión de los líderes fue acordado en un lugar secreto, antes de irse Aoi me dejo a cargo, hubiera preferido que dejara a Sachi o Marshall al tener más tiempo, su decisión fue muy presurosa debido a los recientes acontecimientos pero acepte la responsabilidad.

Todas las legiones contaban con un grupo de guerreros para la protección del lugar, algunas veces he entrenado con ellos, cuando necesitaba pulir mis destrezas con la espada, ahora acudiría a ellos nuevamente, por su ayuda y lealtad a la Legión Azul.

Los grupos se dividieron a las entradas y salidas del territorio. Tenían la orden de registrar a cualquier que quiera ingresar o salir, otro grupo patrullaba vestido de civil para no llamar la atención, una de las ventajas de los guerreros fieles a esta legión es que de la gran mayoría su aspecto físico común no llama la atención, por lo cual pueden actuar si están cerca.

Durante el atentado algunos estuvieron de civiles, dando como resultado la baja de cuatro seres que hacían patrullaje, además de un par de civiles.

Había hecho lo único que se me ocurrió para que no volviera a ocurrir nada hasta que Aoi regrese. Tomo el cristal comunicador, sacando el cubo transparente de mi bolsillo izquierdo de mi pantalón, contacte a los miembros de Crime Scarlet, todos estaban en misiones lejos del lugar donde fue el atentado o realizando misiones fuera de la legión.

– ¡¿Cómo dices que dijiste?! – Sachi empezó a gesticular con las manos – Pero se supone que los grupos rebeldes no deberían existir, ya iba un siglo sin noticias de ellos.

– Fuimos demasiado descuidados al pensar que se retirarían y conformarían con las zonas neutrales – Marshall frunció el ceño – Lo más importante ahora es mantener al pueblo en calma, ¿Dónde está Aoi?

– Se fue a reunir con los líderes.

– Espero que salga algo bueno de esa reunión, esto no es para tomárselo a broma.

– ¿Por qué el grupo rebelde atacaría a Legión Azul? No tiene sentido más que para fundir el temor, saben que deben tener cuidado o serán perseguidos nuevamente – hablo ahora Luis.

– Inestabilidad – Kaze habló, todos le miramos esperando a que prosiga – La Legión Verde, ha caído, aún sigue en anarquía, es un blanco fácil donde establecerse y atacar a las demás legiones como muestra de que están aquí nuevamente, no creo que nosotros hayamos sido los únicos que sufrieron de este tipo de ataque.

La Legión Verde carece de un líder poderoso, es cierto que ahora el líder que más ha durado es un elfo, escuche los rumores de que era porque poseía un tipo de magia que le permite tener ventaja sobre sus atacantes, él puede anular la magia de sus enemigos.

– Quieres decir que este grupo rebelde, puede estar involucrado con el líder de la Legión Verde – me sorprendí al darme cuenta de que ahora mismo. Estaban todos los líderes reunidos, incluyéndolo a él, debía avisarle rápido a Aoi. 

Saque el cristal cubico para contactar a Aoi, pero este no lograba establecer el contacto, como si me intentara contactar con alguien inexistente.

– Es inútil – Sachi me detuvo – Ellos se reúnen en un lugar especial, donde estos cristales no funcionan, esto con el fin de que ninguna información se filtre o puedan ubicarles, ni siquiera nosotros sabes dónde están o si solo se reúnen en un solo lugar o varían.  

– Pero si el líder de la Legión Verde resulta ser parte del grupo rebelde, puede atacar a los otros líderes, quizás él si les diga donde están para emboscarlos y eliminarlos – apreté mis puños, estaba aquí sin poder decirle Aoi sobre este peligro, no podía hacer nada esta vez.

– Eso va contra el pacto…

– ¡Ya no habría pacto si los eliminan!

Sachi me miraba con preocupación, parecía querer encontrar las palabras para tranquilizarme. 

– Deja esa actitud – Marshall me reprendió – Aun si existe esa posibilidad, no podemos hacer nada, no sabemos en donde se encuentran reunidos, ni siquiera sabemos si eso podría pasar, pero quejarnos no servirá de nada, solo podemos prepararnos para lo peor que pudiera pasar… La muerte del líder Azul.

Escuchar esa última frase me dejo helado. Soy consciente de lo que implica que ser un líder de legión, estar en el blanco de todos, cargar con responsabilidades más grandes que tú mismo, que todos confíen en ti, la agobiante presión, estar cara a cara con la muerte, sin embargo siempre me he negado aceptar que Aoi pudiera morir.

Los fuertes estruendos afuera me hicieron reaccionar, temía lo peor, ya está comenzado. Salimos rápido para averiguar que estaba ocurriendo. Las nubes grises en el cielo se estaban acumulando cada vez más, los estruendos provenían de allí, cada vez el cielo se tornaba más y más oscuro.

– Aquí viene – Sachi se puso frente al grupo, Marshall la siguió rápido. Sus ojos brillaban con intensidad, los de Sachi de un color tan claro como el blanco, mientras que los de Marshall de un tono vivido rojo, un tono diferente al color característico de los miembros de Crime Scarlet.

Ambos se mostraban a la defensiva, sin embargo su semblante se volvió amenazador. El estruendo aumentaba cada vez más y más, como si se estuviera acercando. Ellos lo sabían.

Un rayo cayó directamente frente a ellos, aquello me cegó por lo que tuve que cerrar los ojos. Al abrirlos, las nubes se habían ido al igual que los estruendos.

En el suelo se encontraba una mujer tirada, en una posición cercana a donde cayó el rayo. La mujer abrió sus ojos, sus intensos ojos verdes se encontraron con los míos, esa mirada me parecía familiar. Se levantó sin prisa, su largo cabello marrón cubría parte de su cuerpo desnudo.

– Verde – fue lo primero que salió de sus labios – No es la Legión Verde  – miro a Sachi y Marshall, quienes seguían aun en guardia – No me interesan los contratistas de esta legión, aún están incompletos.

– ¿Qué hace un contratista aquí? – el tono de Marshall era mordaz.

– El líder Azul no está aquí – ignoro la pregunta de Marshall – ¿Acaso los líderes se reunieron? Eso explicaría porque estoy aquí, los dos contratistas llamaron mi atención y los confundí con el Líder Verde.

– No nos importan tus asuntos con la Legión Verde, esta es la Legión Azul, no tienes nada que hacer aquí – Sachi blandió su espada.

– Incorrecto – en su palma derecha se mostró cierta neblina negruzca la cual tomo forma larga hasta materializarse en una guadaña. La niebla se extendió a su cuerpo, materializándose en un traje de cuerpo completo verde oscuro – Esta apariencia estará bien por ahora – nos miró nuevamente – Crime Scarlet, recuerden mis palabras, la Legión Verde estará nuevamente bajo mi control.

Una vez dicho esto desapareció entre neblina. Sachi y Marshall dejaron de estar en guardia.

– Sea quien sea es muy poderosa – lo que dijo Marshall me extraño, yo no sentí poder alguno.

– ¿En qué te basas para decir eso? – Luis también parecía no tener las cosas claras.

– Ella es una contratista, ustedes no lo notaron por eso, los disturbios de hace nos minutos, fueron causados porque una puerta se abrió, así ella logro llegar hasta aquí… Es un tema difícil de explicar – Sachi curvo sus labios con molestia. En este tipo de casos solo podíamos confiar en lo que decían, sin embargo ella me pareció conocida, además lo que dijo sobre la Legión Verde me dejo intrigado.

El cristal comunicador de mi bolsillo estaba siendo contactado por otro, lo saque rápidamente para responder, es Aoi. 


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