El olor a licor mezclado con vómito y otro tipo de esencias corporales, las luces bajas quedaban un tono melancólico al lugar, los seres sentados de manera perezosa en sus bancos, apoyándose en la mesa junto a una botella de licor, otros estafándose entre sí en un juego de cartas, el triste intento de música alegre de piano en el lugar, era el perfecto retrato de un taberna en una de las tantas secretas ciudadelas en las Zonas Neutrales.
No encuentro encantador el lugar, por el contrario mi acompaña mente sonríe, mostrando una actitud amistosa y amable en su rostro.
– Repíteme por qué estamos en este lugar – pedí mientras daba un ligero paso hacia atrás, justo donde había pisado estaba pegajoso, no quiero ni imaginar que era aquello.
– En realidad es un por quién – me corrigió con tono suave. Sus ojos bicolores se pasearon por el lugar, buscando al objetivo.
Mi preocupación principal era no armar un alboroto, aun si la resistencia está ganando aliados, muchos prefieren mantenerse tal como están, con el caos en sus vidas el más apto y fuerte tendría ventaja, definitivamente el mejor lugar para exponernos no era la taberna preferida por los caza recompensas.
– Mira ángel – uso aquel sobrenombre que no soportaba, pero ya me había acostumbrado así que no valía la pena discutir por eso de nuevo. Dirigí la mirada hacia donde señalo con un ligero movimiento de la babilla, fue allí cuando vi al objetivo.
En una mesa cercana a la barra, recostado en su silla con los pies apoyados sobre la mesa, un sombrero alto y coronado de ala ancha cubría su rostro, pero su atuendo de colores negros y rojos, además del símbolo de la cruz en su chaqueta, nos rebelaba que es él.
Nos acercamos tranquilamente, ambos íbamos cubiertos con capas de color gris, era usual aquí que los que buscaban servicios especiales se ocultaran para no revelar su verdadera identidad.
– ¿Puedo ayudarlos? – pregunto aun desde su misma posición.
– Efectivamente, ¿Tiene un momento para hablar? – pidió aun mostrándose amistoso mi acompañante.
– ¿De cuándo dinero estamos hablando? – no fue nada sutil con su interés.
– De hecho, es sobre una causa que estamos buscando defender…
El arma apuntándole le hizo callar – No hago trabajos benéficos – dejo el sombrero sobre la mesa, se sentó correctamente, nos miraba fijamente con sus orbes verdes, destacaba su cabello rojo con un par de mechones grises – Ahora niño bonito, ¿Por qué no me dicen quienes son antes de que les vuele los sesos?
– Primero baja el arma – pidió aun en calma, pero levanto un poco las manos, en señal de que no haría nada.
El otro pateo una silla cerca de nosotros – Siéntate, no son tan listos como para venir a este lugar, una palabra mía y todos los de aquí se irán contra ustedes – aun seguía apuntando con el arma. A pesar de que en este mundo domine la magia, las armas también son un elemento clave, son muy pocos los seres que poseen un arma de fuego, incluso los seres que tienen magia relacionada con estas, era por eso que lo necesitábamos a él. El mercenario de plata, Steven.
Me senté en la silla con cuidado, era incomodo, sentía la madera desgastada y pequeñas astillas clavarse, pero debía soportarlo – Agradeceré que bajes el arma, no hemos venido con intensión de pelear, necesitamos de tus servicios.
– La escucho señorita – bajo su arma, parecía interesado en el tema.
– Es por un causa – volvió a repetir mi acompañante, solo lo provocaba adrede.
– Dígale a su perro faldero que cierre el hocico – había logrado su cometido, pero a él no le importo que le insultara de esa manera, seguía aun con esa amistosa sonrisa.
– Sus servicios son solicitados para una misión en especial, hemos escuchado que es el mejor para este trabajo.
– ¿Qué tipo de trabajo? Sé más específica, no trabajare para una beneficencia, así que si no tienen dinero pueden sacar sus traseros de aquí.
El pequeño saco impacto sobre la mesa, creando un sonido conocido para el caza recompensas – Esta es la primera parte, la otra te la daremos luego de terminar el trabajo.
Sus orbes verdes se clavaron en su pago por unos segundos antes de dirigirse de nuevo a mí – ¿Cuál es el trabajo?
– Es muy sencillo, trabajaras para mí en diferentes tareas, tareas no muy gratas si sabes a lo que me refiero.
– Quiero el triple – replico antes de que pudiera continuar – No sé cuánto tiempo tendré que seguir tus ordenes, pero si eres capaz de pagar mis honorarios te seguiré – esbozo una sonrisa de superioridad.
A pesar de haber salido de aquel lugar, la mezcla de olores de putrefacción y alcohol seguía mareándome un poco, quizás se deba a que nuestro nuevo compañero es un visitante usual de ese lugar. Steven acepto la propuesta de trabajar para mí, aunque es posible que cuando sepa quiénes somos se intente retractar, pero será demasiado tarde.
Usando los túneles subterráneos llegamos a nuestra base, a diferencia de las grandes estructuras que son los centros de las Legiones de Colores, la base Liberium es mucho más pequeña y está en el subsuelo, escondida, aguardando su levantamiento, esperando librarse del anonimato para erguirse como la base de un nuevo sistema.
– Linda guarida – no sabía si Steven se estaba burlando o siendo sarcástico, pero no tomaría importancia de eso.
El lugar estaba rodeado de personas con capas grises como nosotros, el caza recompensas destacaba al no ocultar su identidad. Nuestros aliados lo miraban, seguro alguno vendría a reclamarnos luego por haberle traído, argumentando que nos delataría y daría a conocer con alguna legión, sin embargo nuestra existencia es conocida, a pesar de que nos toman como una broma e insignificancia ahora, por lo cual nadie creería que estamos tomando más fuerza, menos si sale de los labios de un sucio exterminador como él.
Dentro de la edificación lo guiamos hasta el salón principal, él miraba sin mucho interés el lugar, a pesar de que no era tan antiguo, si fue mal descuidado por los anteriores residentes.
– Se veía mejor desde afuera – nuevamente no supe decir si se burlaba o era sarcástico.
– No importa, igual tu trabajo no es estar aquí, saldrás a misiones.
– Lo sé, lo sé, quieren que haga el trabajo sucio – sabía su papel – Lo único que no esperaba era que Liberium acudiría a una sucia rata como yo para propagar su mensaje.
– Él te atrapo – susurro mi compañero de ojos bicolor, sabía que se divertía con la escena.
– Precisamente por eso, no hay nadie mejor que tú para hacer nuestro trabajo sucio, pero no te preocupes, no te planeamos dejar solo – era inútil quedarme con la capucha gris en este punto, así que me la quite y la lancé hacia mi compañero.
– Ante de unirme a esta causa sin sentido, preguntaré… ¿Cuál es el plan?
– ¿El plan? – arquee una ceja – Durante mucho tiempo las legiones estuvieron gobernando, muchas veces se involucraron en una guerra sin sentido, en una paz armada que es una bomba de tiempo, nosotros queremos cambiar el sistema, es absurdo pensar que podremos seguir con esta farsa.
– Es correcto, pero no has respondido mi pregunta, sé que la farsa terminara, pero dudo mucho que sea con su revolución, aun así, como dije antes, mientras tengas el dinero suficiente para pagarme, te seguiré.
El trato estaba hecho, era hora de poner el plan en marcha, poco a poco acabaríamos con las legiones, este absurdo juego se acabaría de una vez por todas.
– ¿Estas segura que podemos confiar en él? – él me seguía.
Me detuve para enfrentarle – No, no confió en él, pero sí en que su poder nos será útil, al igual que con Gii.
– De acuerdo, solo preguntaba ángel.
– Otra cosa más, deja de llamarme así, es molesto.
– Pero eso es lo que eres, sería ridículo no llamarte así, además que provoca que te enojes, es divertido para mí.
No pude evitar fruncir un poco el ceño – Solo haz tu parte del plan, no debes fallar.
– Lo sé, además tengo a dos seres tan particulares como tú de mi lado – sonrió con cierta malicia, dejando ver parte de su verdadera personalidad, era poco usual, casi siempre sonreía amistosamente o con cordialidad. Aun no lograba comprender como puso a dos seres de mi linaje a su disposición, no obstante sería útil a mi causa – Liberium se levantara como la luz que guiara a una nueva era.
Así como existen los herederos de los colores, existe el heredero de la sombra. Los seres de este mundo han estado en constante cambio, pero se volvió un círculo vicioso en donde no se llegaba a ningún ganador, siempre era el mismo resultado, era momento de poner fin a este juego interminable que comenzó desde los tiempos de antaño, que comenzó por causa de una familia. La familia Scarlet.