El punto de quiebre trajo consigo una nueva orden de líderes en diferentes legiones. La legión Azul que había perdido a su líder, Fujimoto Aoi, provoco una ruptura en el grupo conocido como Crime Scarlet, algunos tomaron su propio camino sea por su propia convicción o por el designio de los antiguos líderes de sus legiones.
La legión Azul ahora tenía un nuevo líder, Houjo Kaito, quien era uno de los miembros de Crime Scarlet que quedaban aun dentro de esa legión.
La legión Rojo cambio de líder súbitamente, Evans Marshall, uno de los miembros más antiguos de Crime Scarlet, fue ubicado en esa posición por decisión de Belial, el demonio a cargo antes. El único testigo del enfrentamiento fue Balban, la contratista de Marshall. El demonio lo hizo para ayudar a su antiguo amigo a recuperar sus memorias juntos, su sacrificio logro su objetivo, sin embargo aún habían muchas preguntas de las que el vampiro no tenía respuestas.
La legión Blanco sufrió un cambio de mando según lo planificado por la anterior y primera lideresa, la Bruja Blanca. Su plan era dejar su legado al sucesor del color, Akiyama Sachi fue escogida sin saberlo. En un enfrentamiento espontaneo entre ambas, la animorfo se precipito ordenando a su contratista, Nahema, acabar con la vida de su contrincante, logrando así el cometido de la Bruja Blanca.
La legión Amarillo permanecía sin actuar contra la debilitada legión Azul, debido a que su líder Koichi ocupaba sus pensamientos acerca del día en que murió Aoi, su contratista Xerbeth solo lo confundía más. Recibió la visita de un nuevo ser perdido de La Torre, el lugar donde reposaba gran parte de la humanidad restante. Koichi, el líder, recibió a la forastera, quien resulto ser Sapphire, la hermana menor del anterior líder Azul.
La legión Verde volvió a ser estable debido a que Rikka tomo el control gracias a su nueva forma, ahora era una con su contratista Mastema, siendo un ser superior a su anterior yo, a pesar del precio que pago, no tiene arrepentimientos.
La legión Naranja conocida como la única legión neutral, sin saberlo se vio involucrada en los sucesos de los niños perdidos de La Torre, gracias a uno de sus miembros Gii, un alquimista cuya creación se salió de su control. Él termino huyendo a las zonas neutrales, mientras la actual líder recibió una visita que resulto convertirse en una alianza misteriosa, una alianza por más poder a cambio de darle las visiones que le proporcionaba su contratista, Pursan.
La sombra y la nueva luz conspiraran para tener el papel principal, sin embargo la traición entre ellas y entre los colores será una escena recurrente a partir del punto de quiebre, la pasión carnal y los sentimientos serán las causas y las consecuencias de los cambios en el mundo.
La capa negra cayó en el suelo del salón, destacaba en ella un botón color plata con una S grabada, la insignia de Crime Scarlet. Dentro de la base de la legión Azul, en aquel salón, solo estaban tres seres, sus colores habían cambiado al igual que ellos mismos, la ruptura era inevitable.
– Aun hay muchas cosas que no sé, pero no voy a permanecer más aquí – Marshall Evans, uno de los miembros más antiguos tanto de Crime Scarlet como de la Legión Azul, acaba de renunciar.
– No puedes hacer eso solo…
Sachi fue interrumpida por el vampiro – Solo porque me he convertido en el líder de la Legión Rojo, eso ibas a decir… Con que descaro te atreves a decir eso, cuando tu color ha cambiado a Blanco – sus palabras estaban llenas de desdén.
La animorfo se quedó en silencio durante unos segundos – Aun… nosotros, podemos formar una alianza… para mantener todo en paz…
– Déjalo que haga lo que quiera – hablo por fin el actual líder de la Legión Azul, Houjo Kaito – El cambio en su color no es la verdadera razón de su renuncia, ¿o me equivoco? – al ver la mirada confundida del vampiro decidió continuar – Es algo que no nos dirá, por lo cual todo vuelve a como antes, las legiones divididas, exceptuando si es que la legión Blanco quiere una alianza con la Azul.
– Aun soy un miembro de Crime Scarlet a pesar del cambio en mi color, no he olvidado que la prioridad principal es conservar la paz y el equilibrio – Sachi hablo a Kaito, luego dirigió su mirada a Marshall – Yo no he olvidado mi promesa…
– Yo tampoco la he olvidado – apretó sus puños – No atacare a la legión Azul ni Blanco, mientras no se metan con la legión Rojo,
– Ya veremos, eres un intruso en esa legión, no me extrañaría que al principio no te sigan.
El vampiro sonrió, una sonrisa vacía – No todos son peones como en la legión Azul, el hecho de que fueras elegido, sin duda es sorprendente, pero eras el único que quedaba como opción – se empezó a alejar hacia la salida – Una cosa más… si yo fuera tú, buscaría más poder, estas en desventaja contra los nuevos líderes – dicho esto se marchó del lugar.
Kaito se quedó pensando en sus palabras unos segundos, si se comparaba con los actuales líderes, todos ellos eran contratistas, tenían un poder superior, él estaba en desventaja.
– No es necesario – Sachi le saco de sus pensamientos – Ser un contratista, no algo que tu quisieras, no es algo que yo quisiera para ti, al principio te parecerá la opción más sencilla, pero…
Kaito hizo un ligero movimiento con su mano para que dejara de hablar – No sé mucho acerca de sus poderes y sus contratos, ni siquiera sé cómo hacer uno o con quien deba hacerlo, tranquila, no haré nada estúpido – sonrió un poco, aún conservaba su amistad con la animorfo.
A pesar de sus palabras, Kaito no dejaba de pensar en una manera para obtener más poder, su nivel de ahora no sería suficiente para igualar a los líderes actuales. Tenía una especial fijación por el líder amarillo, Krawler Koichi, quien trajo al anterior líder azul a su legión antes de que pereciera.
Durante un mes los miembros que quedaron de Crime Scarlet, no vieron al líder de la legión azul. Luis y Kazehaya, ambos miembros de Crime Scarlet y la legión Azul, se quedaron cuidando el territorio. Ocasionalmente Sachi visitaba el lugar, sus ropas cambiaron de la capa oscura que usaba, a un vestido largo y capa blanca, representando a su legión de esa manera. Muchos habitantes de allí estaban agradecidos de haber formado una alianza, tenían esperanza de que esto llevara a una paz más duradera.
Kaito estaba concentrado entrenando sus habilidades mentales, que por el momento, era lo único que podría darle ventaja ante los futuros ataques directos o de espionaje. Sin embargo su decisión fue cuestionada apenas salió por los miembros restantes, debido a que él iría a las Zonas Neutrales. Durante ese tiempo se enfrentó a diferentes tipos de criaturas sin color, desde seres con forma humanoide hasta bestiales, algunos con habilidades sobre los elementos mientras otros tenían habilidades físicas superiores. Armado únicamente con su espada y sus habilidades de magia mental, tomo experiencia en ese lugar, e incluso llego a interactuar con seres que solo se mantenían al margen, que se escondían.
Las Zonas Neutrales, comprendió que no era solo un lugar para aquellos que rechazaban las legiones, sino también para aquellos que habían sido echados de estas, sea por su desobediencia o por no ser lo suficientemente fuerte, incuso algunos por sus ideales de llevar la paz entre todos mediante discursos o armar mítines para enfrentarse a la tiranía del líder de turno o de las autoridades que el dejaba a cargo. Sin embargo aprendió que no debía encariñarse con los seres de ese lugar, más de uno era traicionero, más de uno moriría, más de uno intentaría matarlo, a más de uno mataría para sobrevivir.
Kaito veía a los seres del sueño afortunados por su ignorancia sobre la verdad, pero también sentía pena por ellos, sabía que en algún momento cualquiera podría despertar.
– ¡Aquí estas! – Sachi sorprendió a Kaito en la azotea de su escuela.
– ¿Qué haces aquí? Estudias en otro lado, llamare a los profesores – siguió mirando hacia la calle.
– No me vengas con eso, hemos estado muy preocupados por ti – se acercó a él.
– Lo sé, lo sé, volveré allí, solo déjame disfrutar el día de hoy aquí, será mi último día – sonrió con cierta melancolía.
Sachi se mostró sorprendida por su decisión – ¿Estás seguro de tu decisión?
– Si sigo aquí no podría continuar… Necesito proteger a la Legión Azul… a aquellos que son importantes para mí…
– Pero tu familia se preocupara por ti, estuvieron todo este tiempo que estuviste fuera preocupados…
– Usare mi magia con ellos, para que me olviden, no quiero causarles dolor – se giró para verle – Sé que dirás que es cobarde, pero he tomado una decisión, tu deberías hacer lo mismo – le paso de largo y se marchó antes de que la animorfo pudiera articular las palabras para responderle.
Camino hacia su aun salón de clases, Kaito se encontró con Luis. El mago de elemento luz se puso frente a él.
– ¿Qué estás pensando hacer? – pregunto luego de guardar silencio durante un par de minutos.
– Volver a la clase, deberías hacer lo mismo, se hace tarde.
– No me refiero a eso… Estas llevando la etapa de duelo de una manera pésima.
– Y tú ni siquiera la llevaste cuando murió tu media hermana.
– Son dos casos muy diferentes – apretó un poco los puños, aun si no lo había demostrado con lágrimas, la muerte de Daniela le afecto mucho.
– Tienes razón, lo son, es por eso que no deberías juzgarme, nadie lo hizo contigo, ni siquiera porque tú eres…
El sonido de la campana interrumpió a ambos, los pasillos se comenzaron a llenar de los estudiantes que volvían a sus salones, sus conversaciones típicas se escuchaban cada vez menos, hasta que incluso ambos seres con conocimiento de la realidad tuvieron que volver a sus respectivos asientos dentro del sueño.
Los profesores dictando la clase, los alumnos intentando participar, las lecturas obligatorias, las presentaciones frente a la clase, con cada actividad Kaito sentían que iba perteneciendo menos allí.
Al finalizar las clases se iba a levantar de su asiento para irse pero un estudiante se le acerco.
– ¿Houjo Kaito? – pregunto el rubio con una sonrisa amistosa. Kaito le miro esperando a que continúe – Al menos podrías responder con un “Si” o un “¿Qué quieres?” – comento con cierta gracia.
– Sí, ¿Qué quieres?, ya me voy – respondió de manera seca, no quería seguir el jueguito de un estudiante que no conocía – Ah, él estudiante de la sonrisa de comercial – hablo en voz alta al recordarle, se dio cuenta – Lo siento, hable en voz alta…
– Hablaste en voz alta lo que pensabas – aun así continuaba con su sonrisa – Déjalo, no me molesta soy Julio Leblanc – se presentó.
– ¿En qué puedo ayudarte Julio? La verdad tengo un poco de prisa.
– Veras, somos grupo para el proyecto de la clase de geografía, pensé que podíamos empezar hoy.
Kaito no conto tener que usar su magia tan pronto, debió prestar un poco más de atención a la parte en donde formaban los grupos. Se dio cuenta que solo quedaban ellos en el salón, no vio mejor momento para borrarle la memoria.
– Lo siento – levanto su mano, toco con su dedo índice la frente del otro – Deberás buscar otro compañero…
– Antes de que hagas algo raro con mi cerebro, primero deberíamos hablar, líder de la legión Azul – sus palabras, a pesar de continuar con ese tono amigable tomaron por sorpresa a Kaito, el cual intento usar su magia pero Julio fue más rápido, tomo su mano y con fuerza hizo que el otro se ponga de rodillas – Eres demasiado grosero, al menos déjame hablar – suspiro como si estuviera decepcionado.
– ¿Quién eres? – exigió saber, poniéndose de pie lo más pronto que pudo.
– Solo soy alguien que al igual que tú, descubrió algo que no quería saber – soltó su mano suavemente – No quiero pelear contigo… Yo quiero…
Los ruidos cercanos de pasos y algunas voces les hicieron ponerse alerta. Julio pidió hablar en otro lugar, Kaito acepto seguirle, tenía cierta curiosidad por saber acerca de las intenciones del otro, pero no por eso mantendría una guardia baja.
Llegaron a una calle que se usaba para los almacenes de las empresas, normalmente no transitaba gente por allí ya que sabían que en cualquier momento podían entrar o salir camiones. Sin embargo por la hora, era improbable, la mayoría estaba en su hora de almuerzo.
Por precaución hablaron en un pasaje algo estrecho, lo suficiente para que no pasaran por allí con sus motos o bicis.
– Habla, ¿Cuánto es lo que sabes? – exigió saber Kaito.
– Tranquilízate, apenas desperté hace poco, nunca creí tener problemas aquí, a excepción con esa criatura – confeso – Tú fuiste realmente increíble al enfrentarlo a pesar de que estaba allí, eres muy valiente – se veía entusiasta.
– Responde la pregunta, ¿Cuánto sabes? – Kaito empezaba a perder la paciencia, cierta parte de lo que dijo Julio le hizo recordar cuando él despertó.
Julio a pesar de la actitud del otro siguió sonriendo – Mi nombre es Julio Leblanc, heredero de la Casa Cerulean – se arrodillo – He venido a ofrecer mis servicios ante el nuevo líder de la Legión Azul, Houjo Kaito.
Al principio se mostró con sorpresa, pero negó inmediatamente con un movimiento de cabeza.
– No tienes nada que me interese, además que no puedo confiar en ti, ¿Cómo sé que tus palabras son verdaderas? Seguramente quieres algo a cambio.
– En efecto – no lo negó, se levantó – Todos queremos algo a cambio, necesito una legión a la cual pertenecer, no puedo vagar siempre por las Zonas Neutrales, ahora que te he conocido, sé que eres con quien quiero estar – confeso con una gran sonrisa – Tengo bajo mi poder, un arma muy particular, estoy dispuesto a proteger la legión Azul, pero necesito de ti algo que nunca le hayas dado a nadie para terminar el trato.
Kaito soltó una risa sin humor, era más bien por lo ridícula de la petición del otro.
– Déjame demostrártelo, mi poder puede ayudarte – insistió Julio.
Antes de poder responder, una voz conocida los interrumpió – Que patético, buscar reclutas nuevo de la Torre, es para lo único bueno que es la Legión Azul – era Koichi, el actual líder de la Legión Amarillo.
Aun Kaito no podía creer que Koichi no tuviera nada que ver en la muerte de Aoi, su mirada mostraba cuanto lo despreciaba.
– Así que es verdad el tema de la rivalidad – comento Julio sin entender la tensión en el ambiente – Lo derrotare por ti – propuso alegre, esto tomo por sorpresa a ambos.
Koichi empezó a reír a carcajadas – Todos son tan ilusos en esa estúpida legión – se burló – ¿O será que a ti también te gusta Kaito? – siguió burlándose, pero se calló al ver al otro sonrojarse y guardar silencio – Debe ser una puta broma…
El lugar comenzó a llenarse de una niebla oscura, Koichi estaba usando su poder para encerrarlos en un campo cerrado, de esa manera no habría testigos externos.
– No te muevas – fue directo Kaito – Este lugar ya debe estar lleno de sus trampas – advirtió.
– Oscuridad… ¿O serán sombras? – Julio estaba preguntándose a sí mismo – En todo caso es más que perfecto – sonrió alegre, como si no hubiera peligro alguno, Kaito estaba por nuevamente advertirle que tuviera cuidado pero la niebla empezaba retroceder, todo el lugar se llenaba ahora de una brillante luz – Magia de luz – respondió antes de que cualquiera preguntara – Aparece – en su mano derecha apareció una espada reluciente de empuñadura dorada – Corta todo a tu paso – con el blandir de su espada los hilos invisibles de Koichi fueron rotos, al igual que los explosivos que había plantado dentro del lugar – Sera mejor que retrocedas, líder de la legión Amarillo, quisiera evitar el enfrentamiento por ahora, por el bien de todos los involucrados – aun sonreía a pesar de la cara de molestia del otro.
– Interesante, como siempre otro bicho raro ha llegado a tu legión, por ahora me voy retirando, pero no creas que eres el único que ha adquirido nuevos aliados – se marchó desvaneciéndose entre las sombras.
El campo creado fue disuelto, dejándoles en la calle nuevamente. Ambos estaban en el mismo punto, solos, no había rastro del otro líder de legión, ni de ningún civil.
– Idiota, no puedes estar enfrentándote con un líder de legión, ¿Quieres morir? – reprocho.
– Lo hice para demostrar que hablaba en serio – mostro un semblante serio por primera vez en todo el día – Azul… Es el color de la familia Cerulean, es allí donde debo estar, protegiendo a mi líder de legión, pero mi poder tiene una condición – hizo una mueca de disgusto con la boca – Está sometido a un contrato como…
– Como un contratista – termino la oración.
Mostro sorpresa al oírle – Un ser que da su poder a cambio de algo, mi poder cumplirá tu convicción a cambio de un precio, algo que no le hayas entregado a otro ser.
Kaito lo pensó, noto que el poder de Julio era superior a lo que pensaba, incluso pudo romper la barrera de un líder de legión y hacerla suya, su magia de luz es especial – Un mago de luz… ¿Qué es lo que exactamente eres?
– Lo siento… ni yo mismo sé eso aún, solo se la condición de mi poder, no soy libre de sacarlo por completo por mi cuenta, debo estar sujeto a un contrato para eso – apretó sus puños, frustrado por su situación – Es por eso que voy a elegir a quien seguir, te he elegido a ti, Kaito.
Luego de un largo silencio se atrevió a responder – No tengo nada que pueda ofrecerte a cambio, ahora mismo soy un cascarón vacío, todo lo que era se fue junto a alguien que no volverá.
– Entonces… Permíteme tomar ese cascarón vacío.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español