La verdad, es que después de aquel beso, le dije que se había tropezado, y sin querer me había besado, además me salí con la excusa de que era tarde, sí, estoy de acuerdo, solo pude huir, porque no quería enfrentar esta situación.
Han pasado tres semanas desde aquel día, ha sido muy difícil hablar con Yukimura, pero si algo tengo claro es que realmente me beso, aun cuando diario lavo mi cara y como muchas cosas, aun así, percibo la dulce suavidad de sus labios, pero cuando duermo, siempre que sueño con él, también aparece la feliz cara de Atobe, así que me despierto y por lo mismo, casi no he dormido, ese tema no me deja de dar vueltas en la cabeza.
Son las 3 de la mañana y mi celular está sonando como loco, no quiero saber quién es o que es lo que quiere, tan solo deseo que me deje dormir porque finalmente hoy pude cerrar los ojos, hace una semana que lo intentaba, y no quiero que me lo arruinen por una tonta llamada.
Dos hora después…
Parece que no van a dejar de llamar hasta que no les conteste, porque ha sonado más de 20 veces, es desesperante, terminaron con mi poca paciencia,
-bueno, ¿con quién desea hablar?-
-Sanada, ¿Por qué no me contestabas?, comenzaba a afligirme pensando que algo malo te había pasado, ¿o es que todavía no quieres hablarme?-
-yo nunca dije que no te quería hablar, por favor no pienses esas cosas-
-es domingo, ¿podemos vernos en la tarde?-
-sí, pero… ¿para qué quieres verme?-
-tengo deseos de hablar contigo-
-bueno, ¿a qué hora?-
-a las 12:00 pm en el parque donde solíamos jugar-
-está bien-
Después de esa pequeña platica, colgué el teléfono y nuevamente me quede dormido, cuando me desperté, tome un baño, desayune y me fui para verlo, faltaba muy poco tiempo y no quise desperdiciarlo en tonterías.
Llegando al parque lo vi, sentado y solo, distraído, solo miraba el cielo con detenimiento y sus ojos vidriosos me preocuparon un poco.
-disculpa la demora-
-no te preocupes, llegue muy temprano-
-dime que querías decirme-
-Sanada, puedes abrazarme-
-¿Qué?-
-quiero que me abraces-
-no puedo hacerlo-
-la vez pasada también te negaste a abrazarme, y tampoco has dicho palabra alguna de lo que hice en aquella ocasión, creo que intentaste ignorarlo, pero para mí no es tan fácil, lo dije muy en serio, te quiero y me enamore de ti desde hace mucho-
“no sé por qué no puedo salir con el sí lo quise por mucho tiempo” –no sé de que estas hablando-
-Sanada, deja de hacerte el tonto, o quieres que te vuelva a besar para que entiendas por completo lo que quiero decir-
-vamos Yukimura, no sigas con ese juego-
Fue entonces que entendí que realmente no era un juego, tomo mi mano, me llevo a su casa, nos encerró en una sola habitación, y comenzó a besarme, tirándome en su cama y dejando desprotegido, él estaba quitándome algunas prendas de ropa, y mi corazón finalmente me venció, puesto que ahora yo también estaba besándolo.
-Sanada…-
Si hay algo que yo no puedo evitar mirar de él es su sonrisa, es lo que más amo de Seichi.
-Te quiero, y más que eso, te he amado siempre-
-tanto como yo te he amado-
-no lo sabía, si lo hubiese sabido, desde hace mucho que te lo habría dicho-
-yo también te lo habría contado-
-dime una cosa, ¿existe algo entre tú y Atobe?-
-no, nada, solo me beso una vez, pero nada más-
-entonces no lo quieres, eso era lo único que me preocupaba-
-no te preocupes, este corazón, es solo tuyo-