Siempre he pensado que si la vida no fuera tan complicada no sería tan entretenida, pero esto no es precisamente la clase de entretenimiento que yo deseaba tener, yo esperaba otra cosa, no precisamente estar en este momento besando a un hombre, y más, a uno como él, que es tan posesivo.
No es que no me guste “¿Qué clase de tonterías estoy diciendo?”, es solo que he pensado demasiado en que Atobe me parece más del tipo que domina en su relación, creo que ya entiendo porque a pesar de ser tan atractivo y popular no tiene una novia, pensé que solo era porque lo único que le interesaba era el tenis y su riña con Tezuka, pero me equivoque.
-dime Genichiro, ¿nunca pensaste que mi creciente fanatismo por verte podía tener alguna razón escondida?, algo diferente a solo practicar tenis contigo, me refiero a si ¿no fui obvio contigo al mirarte o insinuarte que salieras conmigo a pasear?, o si ¿nunca te diste cuenta de lo mucho que te miraba?, y que lo que más observaba de ti eran tus labios-
-no lo note, bueno si, pero pensé que estaba alucinando-
-sabes que Yukimura nunca te vera como algo más que su amigo, pero yo no quiero ser tu amigo, ¿Por qué no compartes conmigo esos sentimientos que tienes y me dejas hacerme cargo de tu amor?, y con el conservas tu valiosa amistad-
-¿Qué hora es?-
-son las 11:00pm-
-mm, tal como lo pensé-
-este no es momento de decir eso, ¿a qué viene lo de la pregunta?-
-mañana hablamos, en este momento, me tengo que ir-
-eh, ¡espera Genichiro!-
Sin importar que, debo mantener esa promesa, me tomara al menos media hora llegar a su casa.
-“lo sentimos mucho, el próximo tren será retrasado por cuestiones de clima”-
“demonios me estoy impacientando”
Creo que si me voy corriendo llegare en veinte minutos más, así que prefiero correr, no sé cómo le hare pero tengo que llegar antes de que el día de hoy se termine.
“justo a tiempo, aún faltan 10 minutos”
-disculpe, se encuentra Yukimura-
-señor Sanada, pensé que no iba a venir, el amo está en su cuarto, hace rato se quedó dormido-
-no importa, solo me sentare a hacerle compañía-
-pase por favor-
-gracias-
Mientras caminaba por las escaleras, sentí un extraño ambiente nostálgico, cuando me senté enfrente de su cama, lo vi durmiendo tan tranquilo que no pude despertarlo y lo mire dormir, cuidando que no tuviera frio.
“Te quiero más que a nada Yukimura”
-parece que me quede dormido-
-ya estas despierto-
-¡Sanada!-
-hay que ver, en la tarde de ayer me llamaste por mi nombre, y hoy por mi apellido, ¿Qué pasa contigo?-
-puedes acercarte un poco-
-mmm-
En cuanto me acerque a la cama, él se arrodillo en la cama y se colgó de mi cuello, estaba llorando mientras me abrazaba, no lo entiendo.
-pensé que no vendrías- “tenía miedo”
-perdóname, lo había olvidado- “no puedo perder un momento especial contigo”
-no, está bien, estas aquí conmigo, con eso me basta- “solo soy feliz cuando estoy contigo”
-vamos, tienes que recostarte, si alguien te ve así dirá que eres mujer y eso no te gusta- “eres demasiado bueno para ser mujer”
-está bien- “no me importaría ser mujer”
-eh- “¿Qué está bien?”
-digo que está bien que me digan que soy mujer, siempre y cuando mi hombre seas tú- “después de todo me convertí en una mujer de corazón, cuando te empecé a desear”
-¿Qué?- “insisto, estoy soñando”
“no puedo evitar llorar”-Sanada, no me cambies por Atobe, no me dejes solo nunca, te lo suplico-
-vamos, deja de bromear y acuéstate- “esto no está pasando, me lo estoy imaginando”
Lo separe de mi cuello y lo recosté en la cama, esperando que no dijera nada más, pero tampoco esperaba que hiciera algo más, sin embargo, sus manos me jalaron de la playera y termine recostado debajo de él, mi corazón se va a salir de este tonto cuerpo, estoy tan nervioso que siento que la sangre empieza a recorrer mi torrente sanguíneo con mayor fuerza.
-Yukimura, suéltame- “me duele que juegues conmigo”
-no quiero- “tú no eres de él, eres únicamente mío”
La sensación suave que tengo en mis labios, es parecida a su piel, me pregunto si estoy soñando, pero al parecer no es así, lo confirme cuando el comenzó a meter sus manos debajo de mi ropa, y sus cabellos me causaron un leve cosquilleo en mi frente, porque no ha dejado de besarme, “¿se puede saber porque tengo que escuchar dos confesiones en el mismo día? Más aun ¿Por qué mi corazón late así de fuerte con los dos?”.