Puede que en ese momento esas palabras salieran fácilmente de mi boca, pero ahora me encuentro más confundido que al principio, porque en mi camino de regreso a casa, encontré a ese otro hombre, sus ojos me miraban con una fuerte intensidad, me ensimisme en ellos, y al mismo tiempo los ignore, no quería darme cuenta de su tristeza, además, no permití que Yukimura siguiera desvistiéndome.
-no tienes que decirme nada, lo vi todo-
-eso lo hace más fácil-
-también lo escuche todo, pero no me parece que hayas dicho la verdad del todo-
-¿Por qué me dices eso?-
-porque cuando te bese tú me correspondiste-
-yo no…-
-veamos, no estas saliendo aun como se debe con ese, así que supongo que aún lo puedo hacer-
-¿hacer que?-
Mas fue lo que tarde en asimilar su frase que lo que el tardo en besarme, desgraciadamente, él tiene razón, no quiero dejar de corresponderle, pero no quiero hacerle daño a la única persona que he amado en toda mi existencia.
-dime Atobe, ¿desde cuándo pasa esto?-
-desde siempre, desde que empezamos las riñas por Tezuka o desde que cruzamos las miradas cuando nos encontrábamos, más aun desde que tus ojos miraron por primera vez los míos-
-pero tú bien sabes que esto definitivamente no puede ser-
-no será porque tú no quieres, pero yo estoy dispuesto a seguirte-
-esto no es una broma, tú no puedes seguirme-
-sabes mejor que nadie que yo nunca digo las cosas en broma-
-aunque no lo sea, prefiero creer que si lo es-
-entonces déjame hacerte una petición y entonces me iré de tu vida para no volver a insinuarte mis sentimientos-
-¿Qué es lo que quieres?-
-regálame un día de tu vida, no quiero uno incompleto, quiero uno donde puedas ser solo para mí, un día en el que no te niegues a hacer nada conmigo, y si en ese día descubres que no sientes ni la más mínima cosa con ello, entonces te diré adiós y no volveré la vista a mirarte-
-no puedo-
Sí, me negué tantas veces como de mi boca pudo salir un no, pero el siempre volvía a insistir, así que al final, termine aceptando.
-Yukimura quiero hablar contigo algo que es muy importante-
-¿de qué se trata mi amor?-
“yo no sabía que era su amor” –es sobre Atobe-
-esto ya pinta mal-
-no quiero hacer nada a escondidas tuyas, quiero que lo sepas todo por mi boca y comprendas la situación-
Empecé la larga e interminable platica, no lo tomo muy bien, me grito, derramo algunas lágrimas y finalmente me abrazo y me dijo que antes de que llegara ese día quería que lo visitara en su casa, no tuve de otra más que decir que sí.
Dirán que es extraño, pero cuándo entre a su habitación, él estaba leyendo sentado en la cama, y me pareció que en su mirada el sufría mucho.
-hagámoslo-
-¿Qué?, hacer ¿Qué?-
-estoy seguro de que él te pedirá lo mismo, así que antes de que lo tengas que hacer con él, prefiero que lo hagas conmigo-
-nunca aceptaría semejante cosa-
-pero él tiene poder para convencerte-
-sí, pero tú eres sagrado para mí, como voy a tocarte solo por una absurda razón como esa, eres tan importante para mí, que si llegara a tenerte con esa tonta gnosis por delante, ni siquiera dejar que mi sangre saliera gota por gota en una tortura sin fin, ni eso podría pagar el precio de lastimarte-
-sé que me quieres, pero también yo te quiero, y por lo mismo deseo estar en tus brazos, así que por favor…-
Algo que Yukimura nunca ha podido realizar conmigo es convencerme, si yo por decisión automática le digo que no, la respuesta se mantiene, y por lo tanto sabe que no me hará cambiar de opinión, es por eso que le teme a Atobe, eso es lo que creo en este momento.
El sábado de esta semana no tuve ningún compromiso, así que escogí ese día para quedar con Atobe.
-vamos a un concierto de música-
-si-
Dos horas más tarde
-vamos a un museo-
-si-
Una hora más tarde
-ahora nos vamos a mi casa a ver una película-
-entonces mejor vamos al cine-
-si-
Todas esas horas que pasamos juntos me sirvieron para ver lo mucho que se esforzaba, pero aun así, no podía cambiar a Yuki por él.
-vamos a mi casa, hice que prepararan algo especial para la cena-
-prefiero no ir a tu casa-
-vamos, nada te cuesta, está doblando esa esquina-
-tienes que ganar siempre ¿verdad?-
-si-
Al final nuevamente me derroto.
Tenía la sensación de que no debía entrar, pero entre, tenía la sensación de que no debía estar a solas con él, pero lo estaba, más aun, sabía que no debía haber aceptado ese trato, pero lo hice, y todo porque sentí que vería algo muy importante si pasaba el día con él.
Pronto en la mesa puso un vaso con wiski y los tome uno tras otro, hasta perder casi la cabeza, aunque él estaba igual que yo.
-Sanada, bueno, Genichiro, quiero pedirte una última cosa para terminar este día-
-¿Qué es?-
-quiero dormir en tus brazos-
-solo dormir, no harás nada-
-es…-
-al menos déjame irme sin lastimarte más-
-de acuerdo-
No debí creer en sus palabras, tan pronto como nos recostamos, aun cuando tenía la ropa puesta, pude sentir su cuerpo cálido, y acariciando mi espalda, pensé en quitarlo, pero no tuve el valor, sus manos que me acariciaban lentamente el rostro, me guiaran con timidez a sus labios, en cuanto los tuve cerca, los fui besando, el mordió mi oreja y beso mi cuello, estoy terriblemente confundido, porque en este momento no quiero hacer nada más que besarlo, y ver más debajo de esa ropa interior que se enmarca en su cuerpo.
-te lo dije, no pedo dejarte ir-
-si no me dejas ir, no haré nada-
-lo harás, incluso si te digo que no quiero, tan solo mírate, ya me quitaste la playera, y los pantalones, ahora solo me has dejado mi ropa interior-
Es verdad, aunque ahora se retracte, definitivamente lo hare.
Fui acariciando lentamente cada línea de su cuerpo, enmarcando sus torneados músculos, provocándole unas cosquillas hasta que finalmente mis dedos no resistieron la tentación de invadirlo, y fui penetrándolo tan espaciosamente que sus débiles gemidos abrieron en mi corazón una puerta para él.
Finalmente el sabor de sus labios, me embriago más, estaba traicionando a Yukimura, pero en ese momento, les aseguro que nada me importaba más que tener a Atobe acariciando mi cuerpo y sentir el roce de su delicada piel, y el sabor de sus labios, que hoy para mí, solo son miel.