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El juego de la seduccion por lotochoc

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Notas del capitulo:

Les invito a leer.

^-^

A las dos semanas de haber entrado a trabajar vi noticias que había comenzado el caso contra mi padre, pero lo que más me afectó fue el saber que Osvaldo llevaba en estado grave dos semanas. Temí no volver a verlo a los ojos causándome un gran dolor. Aquella misma noche fui a la clínica, pero la mujer de la entrada no me quería dejar pasar.

-Entienda que me es necesario verlo...

-Váyase o llamo a los guardias.

-Me da lo mismo yo voy si o si-no alcance a dar dos pasos cuando dos guardias me sujetaron no permitiéndome avanzar. Es verdad que no debí haber hecho aquel escándalo, pero al menos funcionó el alboroto llamó la atención de la madre de Osvaldo que iba pasando.

-Por favor suelten a este hombre-su rostro al verme se desfiguró

Luego de que los guardias me soltaran y la gente se esparciera me dijo que la acompañara al casino de la clínica.

-Quiero que me perdones...

-No tengo nada que perdonar. Usted tuvo razón al molestarse por lo de mi padre y créame que me da mucha rabia que el causante del estado de Osvaldo sea mi padre. Ojala mi padre hubiera aceptado que amar a Osvaldo me hace feliz.

-¿Quieres verlo? Sabes, desde que dejaste de venir comenzó a decaer, ahora me doy cuenta que mi hijo te ama demasiado-sus ojos estaban llorosos.

-Cuando tomé la decisión de separarnos, fue en parte como reaccionaria usted y su esposo. De que yo y Osvaldo no tenemos la misma estabilidad económica, pero ahora sé que lo amo por sobre eso, y sé que cuando salgamos de aquí, porque ya no me separaré más de él, aunque a ustedes les parezca que no es correcto, si Osvaldo me quiere a su lado allí estaré.

-Ya no evitare que estés a su lado. Sé que lo amas y él te ama.

-Me alegra que lo entienda.

Subí dejándola allí, pero tuve que decir que era su novio para que me dejaran pasar.

El verlo tan débil, envuelto en mangueras, tan frágil, no pude evitar derramar unas lágrimas. Me senté a su lado para tomar su mano.

-Amor....despierta por favor.- le susurré suavemente a su oído, pero no hubo reacción.- No me rendiré tan fácilmente gruñón, tendrás que hacer más que esto para que este amor por ti acabe.

Luego de una difícil semana Osvaldo salió de estado grave.

Ya pasando tres meses como prometí salí de la clínica con él.

- Supongo que querrás ir a tu departamento.

-Pues sí, necesito ver mis cosas, olvidar que estuve en esa clínica tanto tiempo.

-Tenías que mejorarte bien.

-Si pero aun así hubiera preferido no haber estado allí.

Aquellas palabras me hirieron de muchas maneras, porque finalmente la causa de que terminara allí fue mía. No hablamos el resto del viaje más que para respondernos con monosílabas.

Llegamos a su lujoso departamento, el chofer nos acompañó con las cosas de Osvaldo.

-Gracias Carlos. Puedes irte y dile a mamá que iré a cenar con ella.

-Por supuesto joven. Yo le diré.

Osvaldo cerró la puerta y se acercó al mini bar.

-Bueno creo que yo también me voy.-dije tratando de evitar su mirada.

-De acuerdo que te valla bien.-se acercó para abrirme la puerta dándome un frio beso en los labios.-Estaré ocupado así que yo mejor te llamo.

Crucé el umbral de la puerta aun no creyendo su actitud, pero no esto no podía ser así de estúpido, entre cerrando la puerta de golpe.

-Me vas a decir que maldita sea te pasa-me miró sorprendido y luego evitó mi mirada.

-Ya vete Vladimir.

-No hasta que me digas que te pasa.

-Deja se complicar las cosas por favor-bebió directamente de la botella de licor dándome cuenta que era aún más complicado de lo que pensaba.

-Hace un par de días estabas tan feliz porque te darían de alta y podríamos estar juntos y ahora eres tan frío ¿me puedes decir que hice mal?

Noté que estaba llorando, traté de mirarlo, pero me evitaba.

-Vete por favor.-susurró

Le tomé la cara para que me mirara los ojos.

-Te amo Osvaldo y sé que tú también me amas.

-No lo hago-dijo mirando a un lado.

-Mírame a los ojos y dime que no me amas.

Me miró a los ojos-Por favor...-susurró-Si seguimos juntos uno de los dos morirá.

Entonces recordé.

Había ido a ver a mi padre a la cárcel.

-¿Acaso no entiendes de que de una u otra manera te hare pagar por esto?

-Deja de amenazarme. Ya no tienes ningún poder sobre mí.

-Eso lo veremos, muy pronto vendrás rogando mi perdón.

*Fin flashback*

Lo abracé muy fuerte.

-Perdón. Perdón por ponerte en esta situación.

-No me importa morir, ni mucho menos el haber estado en esa clínica, pero si…si tu murieras yo moriría en vida Vladimir.-se alejó mirándome a los ojos-Yo no puedo vivir sin ti. Te amo.

-Yo también te amo Osvaldo-lo besé en la frente-Verás cómo se soluciona todo. Ahora yo me quedare contigo. Si mi padre es capaz de intentar algo en contra mía o tuya lo pagara. Ya no temo denunciarlo y esto de amenazarte lo va a pagar.

Osvaldo me entregó una carta donde salía la amenaza. Llame al oficial cargo del caso de Osvaldo y le entregué la carta.

-Gracias por llamarme Vladimir. Esto es una agravante en el caso. Osvaldo cualquier cosa que intente este tipo debes mantenerme al tanto.

-Lo siento oficial. Temí por mi vida y la de Vladimir.

-Bien le diré al juez que ponga una orden de protegerte a ti y a Vladimir, por lo visto este hombre no le teme a la justicia, pero me encargare de que ello llegue a pasar. Gracias otra vez Vladimir.

-Gracias a usted por venir tan rápido.

-Yo creo que ya mañana en la tarde tendrán un par de guardias protegiéndolos.

-Nos estamos comunicando entonces.

-Cualquier cosa ya sabes solo llama.

Lo acompañe a la puerta y cuando volví al living Osvaldo estaba un poco más tranquilo. Me senté a su lado abrazándolo, él se apoyó en mi pecho.

-No sé qué haría sin ti.

-Vamos Osvaldo, tú eres fuerte por sí mismo. ¿Dónde está el hombre terco del que me enamoré?-me miró sonriendo y nos besamos.

-Tienes razón.-se sentó en mis piernas a horcajadas, comenzando a besarme apasionadamente.

-Osvaldo-lo alejé con cuidado-Recuerda lo que dijo el doctor.

-Demonios Vladimir, han sido meses sin que…tengo necesidades y tu realmente me calientas.-acercó su cadera apegando su bulto contra el mío-Sé que tú también lo quieres-susurró en mi oído.

-No lo hagas más difícil-

-Solo tienes que ser cuidadoso-hablaba mientras besaba mi cuello

-Está bien. Está bien.-afirme sus piernas y levantándolo lo llevé a su habitación. Lo bajé apenas entramos y comenzamos a desnudarnos. Aunque intentaba sacarme todas las cosas que estábamos viviendo de la cabeza no podía, su piel aun moreteada, con cicatrices, dolía realmente. Abrazándolo con la yema de mis dedos recorrí la cicatriz de su espalda que era la más grande, pero antes de terminar me alejó.

-Necesito-me hizo mirarlo a los ojos-Necesito que lo olvides por unos segundos.

-Osvaldo…-suspiré besándolo. Tenía que hacerlo por él, tenía que hacerlo por nosotros- Nos acostamos en la cama y seguimos besándonos. Era la primera vez que lo hacíamos y quería que fuera especial.

Fui bajando con mis besos has llegar a su vientre en donde me alejé, tomé su miembro comenzando a acariciar de donde salía presemen, sus gemidos y respiración agitada me hizo entender que le gustaba así que decidí ir más allá, con mi lengua pasé sobre la vena de su miembro lamiendo el presemen, devorando la cabeza y luego todo

-Vla…Vladimir-respiraba agitado apretando la sabanas a los lados.

El dolor en mi entrepierna me hizo prestarle atención. Fijé mi vista nuevamente en Osvaldo que estaba sonrojado.

-Es mi primera vez haciendo esto-dijo en un susurro.

-Si no estás seguro de hacerlo...

-No. Está bien quiero hacerlo-se arrodilló frente a mi besándome mientras tomó ambas erecciones masturbándonos. De pronto se sentó en mis piernas y dio un quejido.

-Tranquilo. Tómatelo con calma-lo sujete de la cintura.-Déjame a mí-tome nuestras erecciones lubricando mis dedos, con mi otra mano me abrí paso e introduje.

-¡Ah! Vladimir-su respiración se volvió agitada.

Lo volví a dejar en la cama y continué dilatándolo con mis dedos, masturbándolo con mi otra mano y acerqué mi boca para lamer uno de sus pezones.

-¡Vladimir! -gimió derramando su semilla en nuestros cuerpos.

Me acerqué a para darle un beso en los labios sonriendo.

-Te apresuraste. -susurré besándolo de nuevo.

-En...-miró el velador. Me acerqué abriendo el cajón donde había una tira de condones y una botella de lubricante.

Lo miré sonriendo-¿Quieres hacer loa honores?-me arrodille y él se puso frente a mi tomando la tira de condones, yo lo observaba atentamente mientras abría el sobre con sumo cuidado, observaba cada línea de su cuerpo, cada musculo, era un hombre, no había duda de ello y me gustaba que lo fuera, solo un poco menos fornido que yo. Me miró antes de tomar mi miembro para colocar el condón, lo noté nervioso entonces me decidí a ayudarlo. Nos besamos nuevamente y caí hacia atrás en el cama.

-Hazlo tú.-le susurré al oído él se sentó en mi estómago. Tomó mis manos y derramó bastante, se recostó sobre mí dándome paso. No eran necesarias más palabras, esparcí el lubricante en su entrada y en mi erección, luego lo sujeté de la cintura dándole la señal. Él se levantó un poco tomando mi erección y guiándola hasta su entrada, su respiración se agitó y comenzó a bajar su cadera.

-Vladimir…-gimió deteniéndose-…no sé si pueda

-Amor…-me levanté un poco para besarlo-…solo relájate-le susurré en el oído hasta que bajó completamente. Sentía que me apretaba, pero era una sensación placentera, nos besamos, acariciamos.

-Ya estoy listo-susurró. Lo abracé dejándolo de espaldas en la cama y comencé a moverme lentamente

-AH ahm-gimió al tener otro orgasmo.-Se siente bien, muy bien. Más por favor más rápido.- rogó moviendo sus caderas. Insistí en aquel punto dando prisa a mi ritmo, era delicioso tenerlo entre mis brazos, sentir nuestros cuerpos rozando, nada comparado a cuando lo había hecho con una mujer y por sobre todo que fuera Osvaldo a quien mi corazón le pertenecía. Di un par de estocadas más y rugí con su nombre en mi boca al tener mi orgasmo. Caí rendido sobre su pecho.

-Te amo Osvaldo. Te amo-le susurré en los labios.

-Yo también te amo Vladimir-me abrazó. Me alejé para salirme de él, obteniendo una queja por parte de mi amante. Me deje caer a su lado.

-Eso fue genial-dije agitado aun. Osvaldo me miraba de lado, entonces acarició mi vientre.

-Lamento haberte dejado lleno de…-tomé su mano y lamí los dedos con semen sin dejar una gota.

-No te preocupes, me gusta tu sabor.-sonreí y él se sentó sobre mí para seguir besándonos.

-No sabes cuánto soñé con esto.- me acariciaba el rostro-Estar en mi cama ambos, luego de hacer el amor. Pero…

-Pero que…-dije incorporándome

-Fue mucho mejor-nos besamos y otra vez despertó el deseo-Eso merece una repetición.

-Quizás primero una ducha-dije mirando como el semen se secaba en nuestros cuerpos.

-¿Y en la ducha?-me sonrió insinuante

-Me parece buena idea-le afirmé las piernas y mientras nos besábamos fuimos a la ducha.

Era las seis de la tarde. A mi lado estaba Osvaldo durmiendo desnudo. Solo nos habíamos levantado para comer y luego habíamos seguido haciendo el amor. Me acerqué para besarlo en la mejilla y me levanté tapándolo con la sabana. Me fui a la sala de estar, encontré el portátil de Osvaldo y quise saber más de él. Lo abrí buscando evidencias de que mi padre lo seguía molestando. Llegue a su correo electrónico donde encontré varias amenazas más, pero seguramente por los secuaces de mi padre, el no sería tan tonto.

-¿Qué haces amor?-Osvaldo me miraba desde el umbral del dormitorio.

-¿Por qué no me habías dicho que mi padre lleva tiempo molestándote?

-¿Estabas revisando mis cosas?-dijo molesto y caminó hacia mi observando la pantalla.-No puedo creerlo Vladimir. No tienes derecho a hacerlo.

-Claro que tengo derecho. ¿Te das cuenta en la situación que me encuentro? El hombre que amo peligra porque mi padre es un desquiciado.

-Eso no te da derecho a revisar mis cosas-cerró el portátil dejándolo en un cajón.

-¿Acaso hay algo más que quieras ocultarme?

-El amor se basa en la confianza y eso no tienes hacia mí si te vas a poner a revisar mis cosas personales.

-Si no tuvieras nada que ocultar no te molestarías tanto.

-Terminemos con esto aquí por favor. Vamos a la cama.-dijo caminando hacia el dormitorio, pero lo detuve.

-Dime que me ocultas.

-No es algo agradable. Prefiero que dejemos esto hasta aquí.

-Quiero que me digas la verdad Osvaldo. Hemos hecho el amor todo el día, no me hagas pensar que cada palabra que me dijiste allí fue mentira. Si tú ya no me amas aun así te protegeré de mi padre.

Sus ojos se volvieron llorosos-¿Cómo puedes dudar de lo que siento por ti? Eres al primero que me entrego en cuerpo y alma. Te amo Vladimir.

-Entonces dime que es lo que no quieres que vea.

-Está bien. Solo no tomes en cuenta esto-sacó el portátil y puso los correos basura.-Se suponen que ellos eran mis amigos.

Comencé a leer y la mayoría eran con insultos hacia mí y a él por n dejarme, por verse involucrado con alguien de la más baja categoría, que yo solo andaba tras su dinero, que era una mera aventura.

-No sabes cuánto me dolió leer esto Vladimir. Yo te amo pero temo que si sigo en este mundo en el que yo vivo te herirán muchas veces.

-Osvaldo.-lo abracé-No tienes que sufrir por mí.

-Claro que sí. Te amo y me da rabia que quienes se hicieron llamar mis amigos te traten así, por eso cuando esto termine quiero irme de aquí.

-¿A dónde quieres ir?

-A cualquier lugar. Solo importa si estamos juntos.

-Pero tú estás acostumbrado a este mundo, a tener comodidades.

-De que me valen estas cosas si nunca he sido más feliz que contigo. Si te pierdo a ti moriría en vida.

-Amor.-lo abracé fuertemente. Su amor encendió aún más el fuego de mi corazón, y no tenía nada, era casi un huérfano de la vida y el hombre que tenía en mis brazos era capaz de dejar todo por mí. Con fuego escribí en mi corazón que nadie estaría por sobre él.-Cásate conmigo Osvaldo-lo alejé y me saqué la cadena que me había dado mi madre cuando pequeño.-Quiero pasar el resto de mi vida contigo.

-Yo igual. Si quiero casarme contigo Vladimir-se lanzó a mis brazos besándonos. Nos alejamos y le coloqué la cadena.

-Esta era de tu madre ¿verdad?

-Así es. Es muy importante para mí. Estoy seguro que mi madre estaría feliz de que te la diera.

Nos volvimos a abrazar y fuimos a acostarnos a la cama.

-Te juro que no te ocultare nada más Vladimir.-me miró arrepentido.

-No volvamos a discutir. No quiero hacerte daño.

La luna comenzaba a salir y nos hundimos en un profundo sueño, abrazados y seguros que estaríamos juntos a pesar de las adversidades o eso es lo que creíamos….

Notas finales:

Nos estamos leyendo ^-^

Que tengas un lindo dia!


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