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Equivocado por Yae

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IX.-

 

 

La primera vez que lo vio fue un evento aparentemente irrelevante, allí en la escuela primaria donde ambos de al menos ocho años se toparon, curiosamente compartiendo el mismo salón de clases, sus brillantes ojos azules hicieron contacto por menos de un segundo con el negro vibrante de los de Sasuke… y extraordinariamente pudo escuchar alguna melodía desconocida en su propio cerebro.

De inmediato después de aquel primer día Naruto se hizo por completo consciente de la relación que iba a entablar con el susodicho.

Rivalidad.

Solía carcajearse cuando lo pensaba del todo, para que ambos fuesen una especie de rivales al menos debían tener equivalentes algunas habilidades. Y no era de ese modo…

Por varios años Naruto se forzó a sí mismo en entrenamientos y estudios para intentar llenar el diminuto espacio visual del pelinegro quien no lo reconocía, casi sin reparar en su presencia más que como el alborotador del salón, Sasuke siempre destacó con facilidad y ese hecho frustraba a Naruto, entonces empezó a provocarlo.

La reacción de Sasuke no fue sorprendente; solían terminar agarrándose a golpes y luego permanecer en dirección luego de clases, pese a ser el incitador Naruto jamás admitiría aquel hecho. Pero en medio de todos esos castigos pudo empezar a conocerle realmente, como si a duras penas hubiese abierto la pesada tapa de un libro intrincado y tortuoso de leer.

Mas años pasaron y de algún descabellado y extraño modo habían entablado una pseudo amistad la más importante para Naruto, esa sinfonía que achacaba sus oídos cuando se detenía para observar a Sasuke a conciencia con los ojos bien abiertos no parecía menguar. Ya cuando tenía trece años y hubo descubierto la mayor decepción en la vida de Sasuke; que su hermano mayor se hubiese ido hace años sin despedirse y a quien parecía admirar genuinamente, fue que Naruto pudo palpar el bullir de sus propios sueños y emociones como si estas le picasen la nuca cual arañas obligándolo a reconocerles.

Su confusión de pubertad y completo desinterés en su eterno amor Sakura Haruno solo provocaron descontento consigo mismo, es mi mejor amigo, solía repetirse pero ya nada podía sacar aquella odiosa canción de su mente cuando le veía, cuando le veía más especial que de costumbre.

Y con descontrolada rabia vio a Sasuke decaer lentamente cuando el famoso Itachi regresó, en aquel preciso momento el Uchiha menor empezó a renegar de cualquier ser que rondase su entorno, oscuro y hermético en cuestión de meses el cambio fue demasiado desagradable, ya nadie le veía como estudiante destacado, más bien como un peligroso criminal.

Pero obviando todo eso Naruto se mantuvo a su alrededor en los años que le siguieron, tal vez ya no con la etiqueta de amigos, pero si como alguien que no deseaba dejarlo ir. Y aunque quisiera negarlo esa frase se hizo más frecuente que cuando niños.

“No lo recuerdo”

Mas parecería una burla pero con el paso de tanto tiempo de conocerle, bien sabía que Sasuke decía la verdad, simplemente olvidaba más de un evento pasado. Sus sueños fueron desvaneciéndose luego de que dejó de verle, el día en que Uchiha Sasuke empacó sus cosas y se mudó de ciudad, todo se resumió a un anhelo infantil.

Y aquella canción al fin cesó.

 

 

Pero bien mantuvo sus esperanzas intactas, siendo consciente de que cuando volviesen a verse esta vez sí tendría muchas más habilidades para ofrecer en competencia.

Pero la persona que Sakura e Ino describieron le era desconocida, como si fuese algún criminal de paso, como si se hubiesen equivocado.

Así que se decidió en confiar y actuar como un “mejor amigo” lo haría…

Primero hallaría su paradero, luego confirmaría de primera mano todo lo que le dijeron y al final… al final aspiraría a que todo fuese una confusión.

Craso error cometió al convencerse con los ojos bien abiertos viéndole nuevamente, la olvidada sinfonía esta vez se le antojo como algún réquiem incómodo.

“Yo me encargare Shikamaru, no dejes que ningún otro oficial se acerque, te avisare por radio si necesito refuerzos. Mantén a todos en alerta.”

Dio instrucciones precisas y aunque dudoso su compañero accedió, recorrió toda la zona con cuidado buscando hallarle y así lo hizo.

Claramente pudo observarle a la tenue luz de un farol arrinconando contra la pared a la supuesta “victima”, no alcanzó a apreciar en detalle pero con la posición era evidente, un candoroso y desesperado beso compartían el par de hermanos. Manteniendo los ojos bien abiertos creyendo a la luna oscurecer se tragó cualquier malsano sentimiento que corría hacia él, se recordó sus planes.

— Ejem.

Carraspeó para que le prestasen atención, los Uchiha de inmediato voltearon a verle y los oscuros ojos de Sasuke le examinaron con fastidio, como si lo hubiese reconocido de inmediato.

— Naruto.

— No creí verte de nuevo y menos por aquí, Sasuke. —  Sonrió a fuerzas con las manos en los bolsillos, riéndose de sí mismo en su fuero interno. Este no es un secuestro, claro que no, sentía ser el peón burlado nuevamente, como habían exagerado sus amigas al informarle y como era evidente que Kisame Hoshigaki desconocía las razones reales de la desaparición de Itachi Uchiha.

Grotesco tal vez, pero en una carrera de oficial de policía había visto demasiadas cosas fuera de los patrones de moral impuestos por la sociedad.

— ¿No es una coincidencia o me equivoco? — una sonrisa cargada de burla emergió de los labios de Sasuke sin soltar a su hermano mayor a quien asía por los hombros.

Sin dejar de sonreír Naruto negó suavemente, presionó sus puños con algo de fuerza dentro de los bolsillos de su chaqueta, de todos modos tendría que detenerlos para aclarar todo el embrollo que habían armado. ¿Cómo fue a tragarse el cuento de que Sasuke había secuestrado a su propio hermano, cómo?

— Vamos a hablar, tenemos un montón de cosas que contarnos teme. — Sin desearlo sus azules ojos se acentuaron un poco más a su derecha, la poca luz no le dejaba ver claramente el rostro de Itachi pero lo poco que alcanzó a distinguir parecieron hacerle dudar, una expresión de completo cansancio y grandes ojeras bajo los ojos del mayor y viendo ligeramente más abajo pudo apreciarle descalzo. — ¿Tienes algo de tiempo?

 

— Eso depende, — se relamió los labios observando de pies a cabeza al rubio — ¿qué estás buscando realmente?

Naruto vio entonces como el mayor de los hermanos presionó el brazo de Sasuke buscando que le prestase atención. — Tú eres Itachi, ¿no es así?

El nombrado apenas respingo mirándole con cierto recelo.

— Vamos a hablar Sasuke, tu hermano también puede acompañarnos.

— De acuerdo. ¿Tienes un automóvil cerca? — accedió sorprendiendo a su hermano.

El rubio asintió dando media vuelta esperando a que lo siguieran, oyó un par de murmullos provenientes del secuestrado antes de percatarse que ambos hermanos lo seguían yendo Itachi curiosamente por delante de su menor.

Tenía el auto aparcado a unas calles y podía comunicarse con Shikamaru de ser necesario, pero algo empezaba a incomodarle, aquel vacío reencuentro además de la extraña mirada de Sasuke sin tener en cuenta que había accedido demasiado fácil a lo que le propuso, Naruto inspiró hondo para ver de reojo hacia atrás de tanto en tanto. Lo único que podía apreciar era la fija mirada de Itachi sobre si, como si deseara decirle algo, como si le acusase de algo.

— ¿Es ese?

— ¿Eh? — La voz de Sasuke le hizo reaccionar viendo su Lamborghini a unos cuantos pasos. — Si, ese mismo — una vez que llegaron saco las llaves de uno de sus bolsillos abriendo la puerta — ¿Y que le gustaría comer? Conozco un lugar donde el ramen es delicioso.

Pero no recibió ninguna respuesta, la pequeña alerta de su intuición llegó demasiado tarde cuando volteo apenas vio como Sasuke de un salvaje empujón mandaba a su hermano contra el piso alejándolo un poco para abalanzársele clavándole el cañón de un arma en el estómago con tanta fuerza que Naruto arrugó el ceño.

— No te muevas.

La homicida mirada en Sasuke le produjo decepción, debió dejar de lado su truncada amistad y actuar como se supone debía hacerlo, el secuestro no era mentira, se reprochó sin moverse notando como el pelinegro mayor se levantaba con dificultad.

— Itachi entra al maldito auto de una vez o te juro que cargaremos con un muerto a nuestras espaldas — una retorcida sonrisa le confirmaron al rubio que su mejor amigo ya no era el mismo.

 

 

 

El de cabello largo parecía meditar la situación, como analizando sus opciones y posibilidades.

— ¡Ahora!

Sasuke gritó molesto y Naruto aprovechó esa oportunidad, con fuerza arremetió contra su captor logrando alejarlo lo suficiente para que pudiese sujetar el arma y desviarla de su cuerpo. Una lucha de fuerza fue lo que prosiguió, el de ojos azules pudo tumbar al piso a su amigo forcejeando ambos por el arma, uno para evitar que se disparase y el otro buscando que eso sucediera. Las pocas personas que transitaban el lugar empezaron a alejarse asustadas.

— ¡Usa el radio! — Naruto gritó cuando se percató de que Itachi deseaba ayudarlo o al menos así lo sintió, dadas las circunstancias no podía usar el que llevaba encima.

Itachi retrocedió dispuesto a obedecer pero en cuanto volteo oyó el sonido de una bala al ser disparada, giró de nuevo aterrado temiendo lo peor, que Sasuke estuviese herido o que hubiese matado a ese muchacho. No vio ni lo uno ni lo otro, Sasuke se ponía de pie victorioso sonriendo satisfecho al ver la expresión de dolor en Naruto quien se sujetaba el brazo derecho conteniendo el dolor presionando la herida que sangraba abundantemente. Una patada certera en el rostro y el rubio se retorcía buscando ponerse de pie.

— Sube ahora — ordenó el menor apuntándole esta vez a Itachi.

— Sasuke por favor escúchame — casi desesperado trataba de convencer a su hermano — si sigues con esto ya no podremos estar juntos.

Y por un instante pareció meditar la realidad, aquella retorcida realidad que pretendía burlarse de él, riendo maniacamente como una turba señalando sus errores.

— ¡Sasuke! — esta vez fue Naruto quien gritó, se hallaba de pie conteniendo el dolor y sujetando su arma reglamentaria apuntándole a una pierna.

Cuando pudo oír las sirenas de la policía acercándose se sintió de nuevo acorralado, como un perro callejero que han arrinconado para destrozar a golpes. — No me amas — su oscura mirada llena de reproche acusaba directamente a su hermano mayor levantado su arma en dirección de este ignorando a todo su rededor. Ya no deseaba que se burlasen, ya no deseaba oír molestas voces a coro gritándole lo patético de su proceder y lo insano de su amor, tal vez era un buen momento para terminar con todo.

— Yo siempre te he amado, Sasuke — e Itachi se sintió terriblemente culpable de haber ocasionado todo aquello, por haberse empecinado en negar lo que también sentía, quizá si hubiese sido más determinado y nunca hubiera abandonado a su hermanito, quizá si no hubiese deseado olvidar y quizá ignorando todo patrón moral Sasuke no se habría perdido a sí mismo.

 

Y Naruto ajeno a todo eso renegó de Itachi, renegó de Sasuke y renegó de la situación actual, como no pudo comprender los sentimientos de quien pregonaba como mejor amigo, como es que dejo la distancia entre ambos determinase su separación. Las estrellas de la noche le parecieron caerse y sus sueños se desvanecieron, manteniendo su mente abierta quiso seguir escuchando esa sinfonía, aquella canción tan solo por ver a Sasuke a su alrededor, deseando ser el remedio para que esa persona tan importante no acabase a merced de lo que evidentemente le torturaba, ahora se debatía viéndole con los ojos bien abiertos en hacer lo correcto o dejar que la suave melodía y las luces brillantes de la ciudad le dijeran que hacer.

 

Dudoso Sasuke estuvo a punto de dispararle a su hermano y luego seguirle en la muerte, morir juntos y al fin poder permanecer a su lado aunque no fuese en esta vida, el pesado metal se movió con dificultad y por fin apartó su mirada de la entristecida de su hermano. Pudo ver al rubio levantando con verdadero esfuerzo la enorme tapa de la alcantarilla, sus negros ojos se abrieron un poco más cuando lo consiguió pese a todo pronóstico.

— No tenemos nada de tiempo — habló sin mirarle quitándose el radio localizador dejándolo a un lado — voy a escucharte Sasuke, prometo que voy a escucharte — dijo de último bajando hacia el oscuro drenaje que corría por debajo de la ciudad.

Itachi se veía tan perplejo como su hermano, ¿cómo es que las cosas se estaban dando de ese modo?, ¿realmente iban a huir el resto de sus vidas?

— Entra — hablo Sasuke señalándole con el arma el drenaje.

Mordiéndose los labios accedió, todo el asunto ya parecía tan irreal que por un momento creyó estar soñando, tal vez había sufrido un accidente y ahora todo lo que vivía no era más que un sueño de su cuerpo abandonado en alguna cama de hospital, sus pies desnudos se erizaron al tocar el líquido que viajaba  por ese lugar, aquel hombre rubio apenas si le miraba, pudo reconocerlo de alguna memoria, era el muchacho que acompañaba a Sasuke y que vio en más de una ocasión, aun no podía entender del todo porque ahora luego de lo sucedido accedía a ayudar a su hermanito de buenas a primeras.

El Uchiha menor descendió acomodando la tapa de regreso en su lugar con algo de dificultad, también estaba cansado de huir de un lado a otro arrastrando a su mayor todo el tiempo, pudo ver a Naruto que terminaba de hacerse un torniquete en el brazo herido para detener el sangrado.

— Vamos por allá, démonos prisa — empezó a avanzar consciente del lio en que ya estaba metido arriesgando toda su carrera de paso, pero deseaba con todas sus fuerzas escuchar de los labios de Sasuke lo que sentía y como es que había llegado a degradarse tanto. Sacando la linterna que llevaba consigo ilumino la ruta que debían seguir.

Suspirando agotado Itachi aceptó la mano de su hermanito siendo encaminado por aquel repugnante sendero oyendo ya algo lejos las patrullas y varios gritos. No se dio cuenta del camino que hubieron recorrido y las desviaciones que tomaron hasta que Naruto se detuvo de nuevo señalando otra tapa de alcantarilla que se hallaba sobre sus cabezas.

— Es mejor subir de nuevo, además si no me equivoco mi casa está cerca. — El rubio inspiró reuniendo fuerza para mover de nuevo aquel metal, pero Sasuke le apartó subiendo primero por la escalerilla removiendo el susodicho dejando que la luz de la luna entrara.

Los tres subieron quedando en un callejón detrás de lo que parecía un restaurante, sin más opciones Sasuke siguió al rubio cayendo en cuenta hace mucho de la “casualidad” por la que se encontraron. Tuvieron que caminar unas calles más evitando ser vistos hasta llegar a una pequeña casa rodeada por algunos árboles, una vez que entraron y Naruto prendió la luces del interior pudo suspirar agotado.

— Vaya noche´ttebayo — se derrumbó en el sofá buscando su celular entre sus bolsillos.

— Sabia que eras un maldito policía — Sasuke se acercó tratando de arrebatarle el aparatillo  pero el rubio no se lo permitió.

— De nada, maldito bastardo — enfadado se levantó sintiendo una punzada de dolor en el brazo herido — pude dispararte y dejar que te atraparan.

— ¿Y porque no lo hiciste? — Sasuke le miraba analítico como determinando el momento justo para atacar.

— Porque quiero que me digas que demonios está pasando aquí — molesto señaló al hermano mayor quien cerraba la puerta para acercarse a ambos muchachos— si lo que Sakura-chan dijo es…

— Sabia que esa mujer no podría quedarse callada — le interrumpió escupiendo las palabras con rencor, ahora si estaba atrapado, si no lograba que Naruto lo ayudase a salir de la ciudad se quedaría sin salida.

— Sasuke, aun puedo ayudarte — Itachi ofreció — aún podemos arreglar esto, si es que Naruto… — se quedó mirando al hombre rubio unos instantes — nos ayuda.

El pelinegro menor se mordió los labios sentándose en el pequeño sofá de la sala apoyando sus codos en las rodillas para poder juntar sus manos, había confiado en su madre y esta lo traicionó, seguía sintiendo dudas sobre Itachi, no podía comunicarse con Juugo y ahora… solo estaba Naruto, suspiró quedamente buscando espantar a las voces que de nuevo querían burlarse de él orillándolo a deshacerse de todos salvo de su hermano mayor o… quien sabe.

— Soy todo oídos — el de ojos azules se encaminó a la pequeña cocina que quedaba a un lado buscando entre las gavetas debajo del lavaplatos un botiquín ­— déjenme atender esto que ya estoy mareado. — Habló refiriéndose a su brazo.

Itachi se sentó al lado de su hermano rogando porque este cediese y lo escuchase — Sasuke aún podemos remediar todo esto, te prometo que voy a quedarme a tu lado sin importar que pase — afligido porque ni si quiera le miraba, tomó el rostro del menor entre sus manos para que pudiese verle — Sasuke…

El otro solo sonrió acercándose para besarle en los labios ignorando cualquier cosa que desearan decirle.

 

 

Continua.

 

 

 

Notas finales:

 

Si, ya sé que soy lenta, pero las cosas de la vida diaria me tienen con poco tiempo e inspiración.

¡Alerta NaruSasu!  :D me gusta la pareja no lo niego pero creo que quedará unilateral en el fic (nada relevante, para quien no le agrade) que ya no le falta mucho para concluir. Espero les haya resultado interesante el capítulo y nos leemos en el siguiente.

Yae. 


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