Lo despertó el sonido de su celular, el cual se levantó rápidamente a apagar para no despertar al castaño a su lado. Peter seguía a su lado… no era un sueño ¿Verdad? Todo lo ocurrido anoche… ¿Fue real? El verlo ahí, envuelto en las sabanas le decía que fue real. ¡Había tenido sexo con Peter! Y había sido lo mejor que le había pasado en mucho tiempo… ¿No se habría precipitado? ¿Habría forzado las cosas? Lo que menos quería era lastimar al chico. Pero el verlo ahí, completamente relajado y, esperaba que no fuera solo su imaginación, sonriente, le daba una sensación de alivio.
El teléfono volvió a sonar en su mano, y rápidamente lo volvió a silenciar. Miró la hora ¿A quién se le ocurría llamar a las 7 de la mañana? Reviso quien se había atrevido y se quedó en blanco. Una llamada y un mensaje, ambos de Taskmaster… ¡La “misión” de ayer! Lo había olvidado por completo. Ella quería que… volteo a ver al bello durmiente a su lado, apartando la vista rápidamente. No, no y no.
Finalmente, dudoso, leyó el mensaje:
“Deadpool. El cliente te espera en las oficinas Osborn a las 8.00 no se te ocurra faltar o le encargaremos esta misión a alguien más. Y SI LA PRÓXIMA VEZ NO ME CONTESTAS EL MALDITO TELÉFONO, LO PAGARÁS CARO”
—Buenos días a ti también –susurro sarcásticamente. Su madre podría ser tan… fría.
Y ahora le quedaba un problema ¿Cómo convencería a “su cliente” de alejarse de Peter? Porque ni de broma lo entregaría. No era idiota. Pero tampoco quería ponerlo en peligro, conocía a varios tipos que tenían su misma “profesión” en la ciudad y sabía lo que podrían hacerle… Decidió no pensar en eso. Ahora tenía menos de una hora para encontrar un plan para protegerlo y a la vez evitar más problemas. Paseo sus ojos por la habitación, buscando algo que le pudiera ser útil en esa situación.
Finalmente lo vio. Podría funcionar… Es decir ¿Lo quería urgentemente no? Podría aferrarse a esa simple idea que él le daría… Y de todos modos no es como si tuviera otra alternativa que no implicara un daño para Peter. Decidido, se levantó y tomó el traje de Spiderman que estaba en el suelo y, lanzándole una última mirada a Peter, salió de la habitación. Si todo iba bien no tardaría mucho y estaría de vuelta antes de que su arañita despertara. Y la verdad, esperaba que todo saliera bien.
…
Lady Taskmaster lo esperaba en la puerta del edificio cuando llegó. Usaba su usual máscara y le pareció algo extraño debido a que conocía la íntima relación de ella con este cliente
—Creí que no llegarías Wade, y mentiría si dijera que no me sorprende verte a tiempo. Parece que te has tomado esta misión muy enserio –sonrió bajo la máscara burlona —Aunque aun no entiendo cuál es tu plan si no has traído ninguna evidencia contigo… Pero más vale que sea bueno.
Antes de que pudiera contestar de vuelta, una secretaria se acercó, temerosa, a ambos — ¿La señora… eh… Taskmaster? –antes de que pudiera seguir una daga fue posicionada en su cuello.
—Señorita. Y supongo que Norman te ha mandado por nosotros ¿Cierto? –alejo la daga y la mujer asintió soltando un largo respiro. —No te preocupes, niña. Yo conozco el camino. Wade, sígueme.
Resignado, el hombre acepto, entrando al edificio y dirigiéndose directamente al elevador, quedando ambos juntos en este, Wilson tratando de alejarse lo más posible de ella.
—Ese olor… hueles a sexo –no era una pregunta, era una afirmación. —Sabes cómo me pone eso –sonrió “seductora” volteando a verle. El de rojo solo volteó el rostro ignorándola —Sí que eres marica. –le dijo, no como insulto hacía él, sino porque era la única explicación a porque siempre se negaba a estar con ella. —Y a todo esto, ¿De dónde viene ese olor? ¿No me digas que ese chico...? o peor, ¿Su cadáver? Eso sería demasiado, incluso para mí.
Esa simple idea le dio ganas de vomitar. Abrió la boca, para desmentir tal acusación, cuando las puertas del ascensor se abrieron. Era el punto más alto del edificio, la oficina principal, donde se encontraba él mismo Norman en persona, recibiéndolos con una sonrisa.
—Oh Antonia, siempre es un placer verte –le sonrió, tomándole de la mano y dejando un beso sobre esta, galante. —Supondré que este es el mercenario que ha cumplido mi encargo –le hecho una mirada rápida, y Wade esperaba que no lo reconociera de las fotos que habían tomado — ¿Y bien? ¿Dónde tienes a ese molesto arácnido?
Rápidamente abrió uno de sus bolsillos, sacando el traje (o lo que quedaba de este) de Spiderman. —Esto es lo que quedó de él. Digamos que fue algo… explosivo. –El color negro de algunas partes de la tela parecía encajar con su historia.
— ¿En serio crees que nos creeríamos eso? ¡Creí haberte entrenado mejor! Er… -Antes de que pudiera seguir hablando, fue interrumpida por el Osborn, quien sostenía los trozos de tela
—Excelente, excelente. Los fondos han sido transferidos a tu cuenta, Lady. Y usted puede retirarse. Sus servicios ya no me son requeridos, así que arréglelo con nuestro contacto en común –le lanzó una mirada a la mercenaria —Pero agradecería que fuera después, que ahora tengo un nuevo negocio que hablar con ella. Hasta luego. –le señalo la salida cortante y el obedeció. Mientras más rápido volviera con Peter, mejor para todos. Desde ahí, los dos restantes en la habitación observaron como el ascensor llegaba de vuelta al primer piso.
—Norman ¿Cómo pudiste caer en eso? ¡Es obvio que lo está protegiendo! Tú viste las fotografías…
—Claro que lo sé, querida. Por eso le he puesto un rastreador apenas llego al edificio. ¿Por qué una secretaria se acercaría a ustedes, cuando se bien que conoces el camino? Es probable que ahora vaya a buscar al chico y ahí mismo lo atrapare. –se sentó en su escritorio, donde una computadora con un mapa abierto señalaba un punto moviéndose —Aunque lo de la transferencia fue real… Antonia ¿Enviarías la información del muchacho? Solo como plan de respaldo. No hay que dejar nada al azar.
—Sabía que tendrías algo bajo la manga. –saco el celular y envió el archivo a todos los mercenarios a su cargo (y a varios otros que conocía) —Listo. Ahora es tu turno de jugar –se acercó seductoramente, tomándolo del cuello y plantándole un beso en los labios. —Lástima que tengo que irme. Tengo mejores asuntos que atender que una caza asesina por un mocoso. –Se alejó, dirigiéndose hacia la puerta del ascensor—Nos veremos pronto Norman –presiono el botón y la puerta se cerró separándolos
—Muy pronto Parker, pronto acabare contigo.
…
Wade entró a su casa agotado. No físicamente, sino emocional y mentalmente. Lo único que necesitaba ahora era a su lindo Pete para animarlo. Entró directo a su habitación, esperando que su castaño siguiera ahí, profundamente dormido. —Oh, Peter -canturreó
—Wade ¡¿Dónde rayos estabas?! –la única que lo recibió fue Al, que estaba sentada en su cama, esperándolo —Peter se ha ido. No sé qué rayos has hecho pero se oía muy molesto. Y me lanzó esto. –Ofreció el sobre que le habían arrojado, obviamente sin comprender el contenido —Más te vale arreglar esto, o no será el único problema que tengas ¿Has entendido?
Wilson no necesito abrir el sobre para entender que había pasado. ¡Peter malinterpreto las cosas! Seguramente pensó que lo entregaría, o que podría… ¿Cómo podía pensar eso? ¡Después de todo lo que habían pasado!
—Al ¿Te dijo a donde iba o algo? Una idea, ¡Lo que sea! –la contraria negó con la cabeza y, sin perder más tiempo, decidió salir a buscarlo a ciegas. Seguía algo herido de que Peter pudiera pensar tales cosas sobre él. Bueno, es cierto que era un asesino y que cuando se conocieron estaba secuestrando a su mejor amigo pero... ¡Había cambiado! Esos meses se lo estuvo probando, no asesinaba cuando estaba con él e incluso ayudó a algunas personas. Y aun así… sabía que si estuviera en una situación similar, el también dudaría. Apresuró el paso, dirigiéndose al único lugar donde sabía que Peter iría.
…
Peter sabía que estaba en problemas y muy grandes. No tenía su traje, ni sus lanza-redes. La mujer frente a él, se veía mortal, en todos los sentidos de la palabra. Sabía que podía darle batalla, pero sin su traje ¿Cómo hacerlo sin que se viera sospechoso? Su mejor opción era huir
—No has contestado a mi pregunta –canturreó acercándose lentamente — ¿Eres el nuevo juguete de Wade? –alargó cada palabra, diciéndolas lentamente. Pete dio un respingo al reconocer el nombre y miro su camiseta con el logo impreso y comprendió. Esa mujer conocía a Wade ¿Habían estado trabajando juntos todo este tiempo?... No. Si fuera así ella no estaría preguntado eso. Juguete… rio mentalmente, porque eso es lo que era. Un juguete con él que conseguiría mucho dinero. La mujer siguió hablando — ¿Por qué sabes? Yo he jugado con él y no es la gran cosa. Puedes conseguirte algo mejor… O podrías si tu cabeza no tuviera el precio exacto para un nuevo par de espadas que mami tanto quiere –sonrío mostrando una pistola enfrente del chico que se preparó para huir
— ¡Aléjate de él Mary! Él no es ningún juguete. –El grito vino del techo de uno de los edificios. Ambos alzaron la vista en busca del causante.
—TY-PHO-ID –remarcó cada parte al reconocer al hombre sobre ellos— ¿Y una chica no puede trabajar en paz en esta ciudad? ¿Acaso todos los locos con traje rojo tienen que estar tras de mí? –Suspiro hastiada —Y dime Diablo, ¿Qué te importa este chico?
—Él es un habitante de esta ciudad. MI ciudad. Y si tú estás buscando problemas aquí es mi responsabilidad. Así que déjalo en paz y enfréntame –volteo en dirección al castaño. —Tú ve a casa. Están preocupados por ti.
Por un segundo, Peter pensó reconocer la voz de ese héroe que lo había salvado. Segundo que fue rápidamente olvidado al empezar a huir del lugar y de esa de esa loca situación en la que había terminado. Y todo por culpa de Deadpool. Todo por culpa de su propia idiotez. Corrió a lo más cercano a un hogar que tenía en ese momento. Corrió de vuelta a la casa donde tenía lo más cercano a una familia ahora.
— ¡Peter! Gracias a Dios estas bien, estábamos preocupados. ¡Incluso Matt salió a buscarte! No teníamos idea de donde estarías y menos con las noticias de ayer…
¿Ayer? Ayer… Gwen… oh Dios. ¿Qué clase de amigo era? Tan concentrado estuvo en compadecerse a sí mismo que había olvidado lo que ocurrió ayer. Lo que él causo. Las lágrimas volvieron a acumularse en sus ojos cuando un abrazo maternal lo envolvió
—Ya… todo estará bien… tranquilo, todo estará bien.
Pero nada lo estaba, lo sabía. Tratando de ser lo menos grosero posible se separó de la mujer, dirigiéndose a encerrarse al cuarto. Pasó junto a Jessica, quien lo miro aliviada, pero decidió ignorarla. No estaba de humor para estas cosas.
…
Wade paseaba la vista en el edificio frente a él. Peter le había hecho prometer que nunca lo iría a buscar ahí, pero era una cuestión de emergencia.
Y aun así, dudaba que fuera una buena idea, si Parker ya estaba enojado con él, le iría mil veces peor si lo veía entrar… De pronto vio una figura familiar acercándose… Un miembro del “gremio” formado por Taskmaster, un asesino de bajo calibre… ¿Qué hacía el aquí? Lo vio entrar al edificio descuidadamente, para salir disparado por la puerta casi al instante. Una niña castaña, salió tras de él, completamente enfurecida. Una mujer salió por ella y la obligó a entrar. El matón corrió lo más lejos posible con tan mala suerte que dio un mal giro, entrando a una calle sin salida. Tratando de evitar ser visto, el arácnido salió por la ventana del edificio y se plantó frente al asesino.
— ¡Spidey! –Él de rojo acercó al chico, que se tensó al oírle.
— ¿Deadpool? ¡Mierda! Taskmaster no dijo que tú también eras parte de la misión. Yo me largo de aquí. –el mercenario huyó despavorido. Parker no hizo nada por detenerlo, su mente se encontraba demasiado ocupada divagando en los sucesos con el hombre a sus espaldas.
—Te dije que NUNCA vinieras aquí Deadpool. ¿Vienes a matarme? Porque no te lo dejare nada fácil ¿Entendiste? –volteo a verlo, fríamente. Aun a través de la máscara, Wade podía percibir su rabia.
—No Pe…Spidey. Has entendido todo mal. Yo trataba de protegerte ¿Sí? Mi ma…Lady Taskmaster me dio la misión y si no te entregaba iba a mandar asesinos por ti… Por eso me lleve tu uniforme, por eso arme esta plan para que creyeran que te tenía, para que te dejaran en paz…
— ¿En paz? ¿Llamas en paz a una pelirroja demente llamándome “tu juguete”? ¿O a este tipo que me atacó en MI casa? Créeme que has hecho un buen trabajo –rio sarcásticamente.
— ¿Han venido por ti?... ¿Estás bien? Mary no te hizo nada… ¿Cierto? –Sabía lo peligrosa que podría ser esa mujer, lo había vivido en carne propia.
—Como si importara. –Bajo la mirada, frustrado y enojado. También había un tono de ¿tristeza? en su voz
—Importa. Y mucho Pete… -se acercó, levantándole el rostro. —Te prometo que no planeaba nada contra ti. Solo quería protegerte… Y lo que hicimos anoche, no era un juego. Todo lo que dije es verdad. Te amo Pete, y nunca haría algo para lastimarte.
—Wade yo…
—Miren esto, ¿No son conmovedoras las reconciliaciones? Lástima que es la hora de acabar contigo Spiderman. Tal como hice con esa chica. Tal como no fuiste capaz de acabar conmigo –sus colmillos se asomaron mostrando esa sonrisa siniestra.
La sangre de Peter ardía y Wade se lamentaba. ¿Acaso nada en esta vida le podía salir bien?