5- Bienvenidos viejos fantasmas
Deanna le clavó un machete en el cráneo de un monstruo del pantano. Nat les había dicho que en esta época del año solían aparecer algún que otro de esa especie, pero ya era el tercero en lo que llevaban de noche.
-¿Crees que hay más?- les preguntó a Jackson limpiando con su manga los restos viscosos que esa cosa había dejado en su hoja.
-Ni idea, pero la jefa nos dijo que volviéramos antes del toque de queda.
Subieron a la camioneta dirección a el refugio. En su camino cruzaron la ciudad abandonada. Algunos del equipo venían de fuera, pero esa desolación les destrozaba a cualquiera, aunque esa no fuera su casa. Hacía mucho tiempo que no veían a nadie por las calles, los comercios estaban destruidos, varios tanques militares taponaban el trafico al estar volcados y siempre sonaba alguna alarma de fondo. Continuaron con su viaje mientras observaban el desastre que les rodeaba, a pocos minutos de llegar a la central el móvil del chico vibró dejando un mensaje. Jackson paró el coche de inmediato dejando a su compañera desconcertada.
-¿Qué coño haces?
En ese instante vieron salir dos furgonetas de ligar, les pitaron para que les siguieran e instantes después una gran explosión voló el edificio en mil pedazos.
-¡Joder!- gritó Deanna sorprendida en el asiento del copiloto- ¿qué está pasando?.
-Nos han encontrado -Jackson leyó el mensaje para informarla de la situación
-¿Qué? ¡joder!
Condujeron hasta abandonar la ciudad . Pudieron parar en un páramo alejado lejos de la civilización. Todos bajaron de sus vehículos para poder reunirse .
-¿Cómo ha pasado?- Preguntó la chica mulata a Nat que no apartaba la vista de su portátil.
-Sabíamos que esto pasaría, bastante tiempo hemos conseguido pasar inadvertidos. Ya tenía preparado un plan de salida, por si esto pasaba... tranquilos, no van a encontrarnos. No tan pronto.
-¿y ahora? ¿que hacemos?.
-¿Os gusta México?
Nat les envió un mensaje con las coordenadas del punto de reunión. Se habían puesto al día de las últimas novedades. Hacía apenas unos minutos y ahora volvían a estar en carretera camino a la frontera
-Nunca he salido del país, estas serán mis primeras vacaciones en el extranjero. ¿Creéis que veremos sitios interesantes?- Amelia estaba entusiasmada con la idea de irse fuera de América. Al menos vería el mundo.
-Cállate y duerme- Salomé estaba intentando pegar ojo en la parte trasera del coche. Estaba a punto de amanecer y no era hora para tanto alarde de actividad por parte de la adolescente.
-No tengo sueño . Me gustan los viajes por carretera, no quiero perderme las vistas.
-Deberias hacerle caso- Kyra interrumpió a la joven- si no descansas no vas a poder seguir el ritmo y si eres una zombie serás una carga.
-¿Y tú qué?. Deberías dormir también.
Kyra sonrió al ver la preocupación de la muchacha.
-Yo no duermo demasiado, estoy acostumbrada.
Tardaron poco más de una hora en llegar al punto de reunión. Todavía no había nadie y había conseguido que sus compañeras durmiesen en la parte trasera del coche. Los cristales tintados impedían que la luz los traspasara o que nadie pudiese mirar a través.
Kyra bajó del coche para estirar las piernas y echarle un trago largo a una pequeña botella de agua. Estaban a cinco minutos del control de pasaportes de la frontera. Tendrían que buscar pistas para dar con el amuleto. Aunque esta vez no estarían solas. Mientras se perdía en sus divagaciones aparecieron las furgonetas.
-Creía que no llegabais- Comentó la antigua líder metiendo el agua dentro del coche.
-Nos hemos dado toda la prisa posible- Nat bajaba e la parte trasera contando lo que parecían unos pasaportes- Toma- le acercó unos documentos con sus nuevas identidades.
-Así es como pasaremos el control, imagino.
-Si, esperaremos a que anochezca para que Salomé no tenga problemas. Una vez allí buscaremos a uno de mis contactos , nos dará asilo. Espero que loas redes gubernamentales no se extiendan fuera del país.
Se la veía estresada, acababan de desmantelarle toda su guarida secreta, pero debía bajar ese nivel de tensión
-¿Cómo va tu español?- Kyra le sonreía intentando que se relajara.
-Lo que recuerdo de la secundaria.
-¿Y?....¿Cómo os han encontrado? Creía que tenías bajo control.
Nat suspiró llevándose las manos a la frente y peinándose con ellas hacia atrás.
-Era de esperar que ellos. Ellos tienen un montón de hackers trabajando a jornada completa, dinero, equipos espía y todos los aparatos de última tecnología que puedan encontrar. Nosotros sin embargos, solo nos tenemos a mí- Se rió de manera descontrolada- Seguiré manteniéndonos a salvo
Habia adquirido una carga mayor a la que una persona podía soportar. Una carga que se responsabilizaba de vidas y Kyra sabía muy bien como se sentía.
-Deberías relajarte un poco. No todo depende de ti.
- ¿Eso crees?-Miraron a su al rededor viendo a sus compañeros parados en los coches esperando una orden con el siguiente movimiento- Necesitan alguien que les diga que todo va a salir bien. Un plan y una esperanza. Y ahora mismo soy la única que puede darnos eso .
La antigua líder la sonrió como una madre orgullosa.
-¿Y cuál es el siguiente paso?
Noah se quitaba los restos de algo de comida de entre los dientes. No le había dado tiempo a coger ninguna de sus pertenencias. La jefa se puso como una loca y únicamente pudieron salvar los ordenadores y algo de comida para el viaje. La ropa y las cosas superficiales no le importaban mucho, siempre podría comprar más, pero tenía una colección de figuras de acción carísimas que ahora estarían carbonizadas entre los escombros.
-¿Ahora tendremos que ir con ellas? -Preguntó Deanna sin mucha emoción por el panorama que se presentaba. Las desconocidas no le habían caído demasiado bien. Y lo de ir con un monstruo no le hacia ninguna gracia. No importaba que les estuviese ayudando, un vampiro es un vampiro, al final solo quieren desangrarte de una forma u otra.
-Somos un equipo Dea. Ya se que no te hacen mucha gracia pero trabajamos por lo mismo, intenta aguantarte.- La informática la contestó de manera tajante. No tenía tiempo para los berrinches estúpidos de su compañera.-Descansad todo lo que podáis, yo haré unas llamadas y prepararé nuestra llegada.
La frontera fue sencilla de pasar, no había mucha vigilancia para entrar al país. Parecía que lo complicado era el lado opuesto. Tardaron horas en llegar al centro de México. Nat les había dicho que debían reunirse con un tipo llamado Manuel. Era un amigo militar que se encargaba de mantener bajo control a la población demoniaca del lugar. Pararon en frente de un edificio de dos plantas blanco con aspecto bastante modesto. La informática fue la primera en bajar y el resto del equipo la siguió.
-¿Es aquí?- Preguntó quita colocándose la pistola detrás de la espalda para estar preparada a cualquier situación.
-Sed amables.
Golpearon a la puerta tres veces y un señor moreno de tez oscura les abrió con una sonrisa en la cara.
-¡Natalia!- Abrazó a la informática levantándola unos centímetros del suelo- ¿Cómo estás?- El hombre tenía un acento terrible hablando inglés.
-¿Qué tal Manuel? Ha pasado mucho tiempo.
-Y tanto. Habéis llegado en el momento preciso. Por favor, pasad. Tengo que pediros un pequeño favor.
El hombre les guió a un pequeño salón. La casa no era muy grande ni mucho menos lujosa. Había una pequeña televisión de tubo con un sofá y un par de sillas. Los que pudieron tomaron asiento mientras Manuel traía una jarra de agua y unos vasos.
-Odio este país- Le susurró Salomé a Kyra intentando no tocar nada que pudiera resultarle pegajoso o mínimamente sucio.
-¿Cuál es ese favor al que te referías antes?- La antigua líder no se había olvidado de las últimas palabras del hispano.
-Cierto- Terminó de servir agua en todos los vasos y se sentó en el borde del sillón- Ayer enviamos a parte de nuestro equipo a las cuevas de las afueras en busca de un demonio Guli. Nada importante, no son demasiado fuertes ni problemáticos. Deberían haber tardado poco en deshacerse de él y volver...pero todavía no tenemos noticias de ellos. Iba a emprender en su búsqueda con un par de muchachos antes de recibir la llamada de Natalia. Pero la verdad es que nos vendría bien vuestra compañía. Por si es más grave de lo que parece.
-No suena complicado- A Kyra le parecí bastante razonable.- Yo iré contigo- Se giró para mirar a sus nuevos compañeros- ¿Alguien más se apunta.
Marvin y Jackson levantaron la mano bastante emocionados con la idea.
-¡Genial! -Manuel sonrió levantándose del sofá- Gracias amigos. Se lo agradezco de veras.
-Mientras os vais de espeleologia, ¿tienes alguna habitación donde pueda trabajar tranquila?-Nat le señaló su portátil para que entendiera de que hablaba.
-Claro, sígueme.
Salomé agarró del brazo a Amelia para que la hiciera caso.
-No toques nada- La adolescente la dedicó una mirada de odio y tomó un sorbo de uno de los vasos de agua. Se preguntaba si le darían algo de comer, estaba hambrienta.
-Cuídala mientras estamos fuera- Kyra le dio un beso en la mejilla a la vampiresa- No tardaremos mucho.
Se subieron con Manuel y otro hombre que se hacia llamar Antonio al que no entendían una palabra de lo que decía, dado que únicamente hablaba español. A un jeep para ir en búsqueda del resto de sus compañeros.
-¿No habéis podido contactar con ellos?- Kyra intentaba obtener toda la información posible.
-Nadie responde, pensamos que han podido quedarse atrapados por algún derrumbamiento. No es normal que tarden tanto.
-¿Vuestro equipo están bien preparados?- No sabía la preparación que tendrían esas personas , los demonios Guli no eran muy poderosos, pero para un principiante podría resultar mortal.
-Son los mejores. Hemos recorrido media América cazando estos bichos... Por eso me preocupa no tener señas ellos.
-Seguro que están bien, les encontraremos- Kyra no conocía a esa gente- ¿De cuanta gente se trata?.
-Dos mujeres y dos varones.
En cuanto llegaron a las afueras se bajaron del transporte. Había varias cuevas en la zona y cogieron un par de linternas para iluminar el camino.
-¿Sabéis en cual entraron?- Marvin observaba los posibles caminos pensando en que habría que dividirse.
-Ni idea, podrían estar en cualquiera de esta zona- Manuel miraba con cierta desesperación las entradas. Se le notaba inquieto por encontrar a su gente.
-Nos dividiremos en dos grupos. Manuel y yo iremos por esta y vosotros por aquella – Señaló las direcciones con el foco de su linterna y todos afirmaron- nos veremos en una hora. El grupo que no esté el otro tendrá que ir a buscarlo.
Las cuevas era húmedas y oscuras. Costaba abrirse paso a través de la roca mojada pero poco a poco iban avanzando hacia su interior. Los primeros minutos no había señal de vida hasta que encontraron una linterna sin batería tirada en el suelo en frente de una bifurcación de caminos.
-¿Es vuestra?- Kyra se la mostró a su recién adquirido compañero esperando que confirmara.
-Sí, es de las nuestras.
Alumbraron a su al rededor en busca de rastros de sangre o algo que les pudiera indicar el camino o el estado en el que se encontraban los desaparecidos.
-Deberías coger ese camino y yo este. Así ahorraremos tiempo- Manuel tomó la iniciativa y se fue por el lado de la izquierda mientras Kyra tomó el otro. Casi prefería no tener que estar con desconocidos, nunca había sido una persona muy sociable.
Caminó un rato más hasta que su pie pisó algo viscoso que al iluminarlo pudo averiguar que se trataba de flujo de Guli.
-Que asco.- Ese tipo de demonio estaban cubiertos de una especie de baba apestosa que resultaba muy molesta. Solían tirarla a la cara de sus victimas para aturdirlas o matarlas del asco.
Siguió las secreciones del demonio hasta que de repente cayó por una especie de agujero golpeándose contra el suelo y arañándose la ropa. Al final de la caída dio a parar a una especie de poso subterráneo en el que tuvo que nadar para salir a la superficie.
-Joder- Nadó hasta lo que parecía una orilla y salió calada del agua. La ropa se le pegaba al cuerpo y la sensación era terrible. El agujero por el que había caído estaba en una localización imposible de acceder desde su posición. Así que buscó otra salida. Caminó un poco hasta que dio con una especie de túnel que conectaba con otra cavidad de la cueva. Mientras avanzaba por el túnel escuchó gruñidos y ruidos de forcejeo. Aceleró el ritmo para ayudar a un par de chicas que se peleaban con el afamado Guli.
Agarró una roca gorda y le dio en la cabeza obligándole a retroceder. En ese momento una de las mujeres le atravesó la cabeza con una barra metálica y el monstruo cayó al suelo en cuestión de segundos.
-Veo que lo tenéis todo controlado- Kyra se rió al ver la situación. La chica que había atravesado al bicho se dio la vuelta perpleja al escuchar una voz que le resultaba terriblemente familiar.
-No, puede ser.- Se la quedó mirando desde una distancia de un metro sin poder moverse.
-¿Jess?- Kyra abrió los ojos como platos.
-¿Cómo?....Pero, tú...- A la pelirroja no le salían las palabras. Ella estaba muerta y eso no podía ser real... Es más, estaba en México...¿Cómo era eso posible?. Kyra se limitó a acercarse y darle un abrazo que ella respondió apretando con fuerza. Cuando ese momento se alargó más de lo esperado la otra chica les interrumpió.
-Oye, ¿qué tal si salimos de aquí?- Se acercó a ellas cojeando, parecía que se había dañado un píe y le costaba caminar.
-Tienes razón, ya habrá tiempo para hablar- La líder se alejó y pasó el brazo de la chica por sus hombros para ayudarla a caminar- Busquemos una salida.
Pasada la hora el otro grupo esperaba en el Jeep con los otros dos hombres a que Manuel y Kyra volvieran de su exploración. Al paso de unos minutos solo apareció el hispano.
-¿Y la mujer?- Preguntó Marvin al verle solo.
-¿No ha salido? Nos separamos para cubrir mas terreno.
-Vayamos a buscarla- Cuando Manuel estaba dispuesto a rehacer el camino. Kyra y la chica herida salieron las primeras de la cueva. - ¡Los encontraste!- el hispano gritó de alegría al ver a su compañera. Una vez que salieron ellas se pudo ver como Jessica las seguía y Manuel corrió para recibirla- Menos mal que estás bien- La agarró de la cara y la besó con fuerza. El beso resultó algo incómodo ya que Jessica no podía dejar de mirar a su antigua amante como un fantasma del pasado.