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Labyrinthus: Doomsday (Secuela) por MissCooper

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Notas del capitulo:

Os dejo con la continuación. Espero que os guste ^^

2-El nuevo mundo- Primera parte

 

 

 

 

Para Kyra el resto de la mañana resultó interminable. Pasó la mayor parte del tiempo encerrada en los restos de lo que quedaba de su despacho. Abrió los cajones del escritorio y estaban llenos de cosas que no reconocía. Seguramente efectos personales de la persona que ocupó su puesto en su ausencia. ¿Habrían tirado todas sus cosas?

Se sentó en el suelo pensando en lo que ese lugar había sido antes de toda esa destrucción. Pensó en Jessica, en sus compañeros... En como no podía ser verdad lo que le habían contado. Les conocía, tenían que seguir vivos. Eran soldados, supervivientes, no habían más opciones para ella.

 

Buscó por la habitación un teléfono que funcionara. El del despacho estaba destrozado y no tenía posesión de ningún móvil. Quería llamar a Jess, comprobar por ella misma su situación. Salió del cuarto en busca de Salomé. Quizás ella podría prestarle un teléfono con el que llamar.

El sol estaba comenzando a ocultarse. O eso calculaban por la hora, ya que bajo tierra era algo complicado de comprobar. Kyra se acercó a la vampiresa esperando a que le ayudase con sus dudas.

-¿Estás lista?- Salomé la preguntó mientras miraba el reloj de su muñeca.

-¿Cuál es el plan?

-Tengo un piso en San Francisco donde podemos ocultarnos. Allí esperaremos a mis contactos y hablaremos los siguientes pasos.- Paró un momento para observar a Amelia- La chica necesita tomarse un tiempo para descansar.

-Pero...¿A dónde vamos? Yo no entiendo nada. ¿Por qué huir? ¿Por qué escondernos?. ¿Tanto poder tiene lo que sea de lo que estemos escapando ?

La vampiresa arqueó una ceja y suspiró agobiada. Tenía que explicarle tres años. Tres largos años en los que habían pasado un montón de cosas. El mundo había cambiado completamente, y todo lo que ella pudo conocer, creer. Ya no era real. Además la conocía muy bien, conocía lo cabezota que podía llegar a ser. No iba a ser fácil hacerla comprender su nuevo estado.

-Verás...Lo que te voy a contar se que va a ser difícil para ti.- Se llevó la mano a la frente para echarse el cabello hacia atrás. Normalmente no le importaba mucho la gente, ni nada. Pero Kyra era de lo poco que le hacía comportarse como lo que llaman ser humano.-Lo que está detrás nuestro es mucho más grande y poderoso que una asquerosa momia chupa almas con un séquito de monjes pirados. Lo que nos persigue es el Gran hermano- Lo último lo dijo señalando una de las inactivas cámaras de seguridad del laboratorio.

Kyra la miró extrañada. Empezaba a cansarse de tanto secretismo y palabrería sin sentido. Ya había perdido bastante el tiempo encerrada en una caja bajo tierra como para que la estuvieran dando todos esos rodeos estúpidos.

-Vale. ¿Podrías ser más directa? Estoy empezando a cabrearme. ¿Qué narices quieres decir con lo del Gran hermano?. ¿De qué narices hablas?

Salomé resopló y la miró con desgana. Le estaba poniendo la misma cara que en 1920, cuando le tuvo que explicar que tenían que salir de ese bar de mafiosos sin hacer preguntas.

-No se puede ser sutil. ¡El maldito gobierno! Tus queridos jefes nos han jodido a todos, querida. Organizaron todo para librarse de ti y de tu equipo. ¿Quién si no iba conocer este sitio?. ¿Quien si no iba a conocer vuestros puntos débiles?.

Kyra soltó una carcajada incrédula. Salomé había perdido la cabeza, o era ella. Si tenía que ser eso. Estaba loca, estaba imaginándolo todo.

-Debes estar de broma. ¿El gobierno? Ellos montaron esto. ¿Para qué iban a querer librarse de nosotros?.

La vampiresa mantuvo la mirada de desgana. No le gustaba discutir, eso implicaba tener que prestarle atención a alguien durante demasiado tiempo y ella tenía una eternidad que aprovechar.

-Porque los humanos son estúpidos, ambiciosos, desagradables, egoístas, enfermos y por lo general tienen muy mal olor corporal. No soy su maldito diario así que desconozco las razones de su demencia. Pero se que la quieren a ella. Bueno, lo que ella puede darles. En si no vale para nada.

-¡Eh! ¡Que te estoy oyendo!- Gritó ofendida Amelia escuchando la conversación con cierta cautela.

-Soy plenamente consciente de ello, querida- Salomé le dedicó una sonrisa antes de continuar con su conversación.- Mira, los de arriba se quieren hacer con ese gran poder místico como sea. Y por eso hay que informarse y mantenerla lejos de ellos. No se que harán si consiguen tener lo que quiere. Pero, amor. No creo que quieran invocar unicornios y plantar piruletas. Han desatado un maldito infierno para tenernos ocupados.

Kyra se mantuvo en silencio unos instantes. Intentaba hacerse a la idea de la historia que le habían contado. Pensar que era cierto y que había sido engañada todos esos años. Se sintió estúpida por haber sido utilizada de esa manera... Estúpida por confiar tan ciegamente ...por haber metido a sus amigos en eso. Por haber convertido esa mentira en su vida, en su causa.

-Entiendo. Pero hay algo que no me encaja- Miró a la adolescente que jugueteaba con su teléfono aporreando las teclas. - ¿Por qué te estás encargando tú de ella? No me malinterpretes, pero eres la última opción que habría imaginado como niñera.

Salomé se sintió aliviada, por fin sentía algo de comprensión tras esta pesadilla de años. Lo había dejado todo por ir a proteger a esa cría. La verdad es que no tuvo muchas opciones, era válida para la misión y su casa se había convertido en una cloaca de demonios destroza hogares.

-Alguien tenía que hacer que tu muerte tuviera sentido. Si ella moría, ellos ganaban. Y jamás permitiré eso, amor -Kyra le dedicó una sonrisa acompañada de una mirada cómplice.

-Gracias- En esos momentos su mundo se había venido a bajo. Los ideales con los que había construido su vida eran todo una sucia mentira, un falso juego sin sentido. Pero sabía que le quedaba alguien en quien siempre podría confiar.

-¿Gracias?. Cuando todo esto termine voy a exigir algo más que un gracias. ¿Sabes lo que ha sido cuidar de una adolescente? . ¡Me obligó a ver cosas horribles!. ¿Sabes lo que fue ver crepúsculo? Nunca había sabido lo que era querer suicidarse hasta que vi esa película. Me había hincado la pata de la silla allí mismo si no apreciara demasiado mi vida.

-¡Eh! No es horrible. Es que no te has leído el libro- Amelia levantó la vista de su dispositivo electrónico para defender el honor de la saga.

-¿Qué hay un libro de eso? Vaya porquería de siglo. No me extraña que estén insistiendo tanto en acabar con el mundo. Yo misma les ayudaré encantada como tenga que ver otra vez a esos peleles translucidos que se creen vampiros.

Kyra estaba alucinando con la conversación tan transcendental que mantenían las dos chicas. En ese momento el teléfono de Salomé sonó y ella contestó lo más rápido que pudo. Su mirada cambió completamente y se puso impasible. De su boca solo salió un “ De acuerdo” antes de colgar la llamada.

-Tenemos que irnos, nos han encontrado- Agarró su móvil y el de Amelia y los destrozó en pedazos. Kyra miró horrorizada como la única forma de contactar con Jess se iba por el retrete.

-¡¿Qué narices haces?!- Preguntó la adolescente entrando en furia.-¡¿Sabes la de fotos que tenía en ese teléfono?!.

-Luego te lo explico- La vampiresa agarró del brazo a Amelia y le hizo una señal a la otra para que la siguieran. Era cuestión de minutos que eso se llenara de militares cabreados deseando poner su precioso culo en una celda. - Querida, enséñanos la salida más rápida de este antro. No quiero hacer esperar a nuestra cita.

Se escuchó un ruido procedente del piso de superior. Alguien había tirado la puerta del edificio y se estaba acercando. No era el mejor momento para poner pegas ni hacer preguntas. Agarró un cuchillo de la cubertería que permanecía esparcida por el suelo y comenzó a guiarlas a la salida del edificio. Se sabía al dedillo cada rincón de ese lugar, había memorizado los planos mil veces por si alguna vez ocurría algún problema...quizás sus antiguos compañeros debieron imitarla...igual así hubiesen podido seguir con vida. Consiguieron salir a un callejón donde una furgoneta negra les hizo una señal con las luces largas. Salomé hizo entrever que eran aliados y todas entraron dentro del vehículo.

-¿Habéis pedido un taxi?- Un tipo negro con perilla y rastras sonreía desde el asiento del conductor.

-Sácanos de aquí y llévanos con tu jefa.


-En seguida, señora- La mirada de la vampiresa fue fulminante al escuchar la palabra “señora”

-¿Jefa?. ¿Quién es este tipo? ¿Y a dónde coño nos lleva?- Lejos de aclararse, Kyra estaba cada vez más desconcertada. Necesitaba un gran libro de instrucciones sobre la nueva situación. O una película que le resumiera todo el panorama.

-Bueno, no he sido totalmente sincera contigo, amor. Hay alguien de tu equipo que si que sobrevivió al ataque. Pero me dijo que no te contara nada.- Salomé estaba en una situación delicada. Y un poco cansada de jugar de marioneta de una niñata que se había vuelto especialmente mandona.

-¡¿Qué?! ¿Y por qué me lo has ocultado? ¿Quién es? ¿Es Jess?

-Lo verás cuando lleguemos- La postura de la vampiresa fue inamovible a pesar del incesante interrogatorio que mantuvo Kyra durante todo el viaje.

 

De repente algo hizo que el conductor pegase un frenazo y girase la furgoneta hacia su izquierda. Ellas, que viajaban en la parte trasera sin asiento y mucho menos cinturón., fueron estampadas contra uno de los lados hasta el que vehículo se paró en seco.

-¡¿Qué narices haces, Ray?!- Salomé gritaba furiosa al conductor intentando obtener una respuesta .

-¡Hay algo en la carretera!¡ Joder, era enorme! ¡Tenemos que irnos de aquí!- Comenzó a girar la llave del contacto pero el motor parecía ahogarse con cada intento de arrancarlo. Antes de que empezara a rugir mostrando que seguía vivo. Algo golpeó la furgoneta volcándola y cayendo todos para el otro lado. Acto seguido, lo que había fuera abrió el lado izquierdo de la furgoneta como si de una lata de sardinas se tratara, dejando ver a un enorme demonio de color marrón con unos cuernos gigantescos.

-¡Joder! Es un maldito Grorag- Salomé se quitó la chaqueta dispuesta a patearle el culo a esa cosa- Cielo, cuida de la niña. Mamá tiene que mantener una charla con este amable este desconocido.

Observaron un rato el forcejeo entre aquellos dos seres sobrenaturales. La vampiresa se llevó algún que otro golpe. Hubo un momento en el que el demonio la tenía presa contra el píe y su suelo, pero se las apañó para darle la vuelta a la situación y terminar sacándole la traquea a esa cosa.

-Puag- Amelia agitó la cabeza intentando olvidar esa traumática imagen- ¿No me digas que no es desagradable? ¡Lo hace todo el tiempo!-Kyra se limitó a sonreír

 

-La he visto hacer cosas peores.

Todos salieron de lo que quedaba de furgoneta. Tenían que continuar el camino a pie y el único que tenía armas era Ray. La ciudad estaba descontrolada, hacia un año que declararon el estado de emergencia y la evacuaron junto a varios de los pueblos cercanos. Era peligroso andar por las calles, hubo muchas muertes violentas, la ciudad estaba destrozada . La gente simplemente estaba agradecida de salir de ese tugurio. Nadie preguntó ni se quejó de nada. Solo se fueron y olvidaron el agujero de donde venían.

-¿Estamos lejos de la central?- La vampiresa agarró a Ray intentando hacerse un mapa mental de la situación.

-Un par de kilómetros. Si no encontramos problemas y vamos a buen ritmo llegaremos en unos veinticinco minutos.

 

-¿Tienes más armas? -Kyra se fijó en la automática que el conductor sostenía con fuerza entre sus manos.

-Lo siento, amiga. Solo somos la pequeña Cindy y yo- Sintió un gran arrepentimiento por haber preguntado cuando vio a aquel hombre besar su arma.

-Tenemos que evitar las peleas. Estamos expuestas , si nos encontramos con los amigos de este- Le dio una patada al cadáver que salomé había dejado de recordatorio en el suelo- Puede que no lleguemos a nuestro destino.- Una idea pasó por su cabeza y le dedicó una mirada fugaz a la adolescente que tenían en custodia.-¿Qué poderes tienes?

-¿Perdona?- Amelia arqueó una ceja intentando no reírse .

-Si, ¿no eres una maga?. Algo sabrás hacer.¡ Como un campo de protección, unas bolas de fuego o cualquier cosa!

 

Salomé rompió a carcajadas. Hacía mucho que no se reía tanto.

-La chica todavía no ha desarrollado sus poderes. No esperes que nos vaya a sacar de un aprieto. Solo sirve para comer y quejarse todo el tiempo. Esos son sus increíbles superpoderes.

-Disculpa por tener que alimentarme de comida real.- Amelia estaba harta de tener que ir con aquella sociópata . Vale que le había salvado la vida en multitud de ocasiones. Vale que era su única oportunidad de sobrevivir a todo ese caos en el que se había convertido su vida. Pero no tenía porqué comportarse así con ella. Echaba mucho de menos su antigua vida. Sus padres, sus amigos, el instituto, su novio Cameron. Seguro que esa guarra de Susi estaba aprovechando su repentina desaparición para quitárselo. Se lo estaba intentando ligar desde que se hizo con el puesto de quarterback.

-¿Entonces solo es una humana?- Preguntó Kyra desilusionada ante tales expectativas.

- De momento.- Puntualizó Amelia intentando defender su honor.

-Siento interrumpir. Pero deberíamos irnos ya- Ray estaba nervioso. Seguro que su jefa le iba a culpar por todo el retraso y le tocaría limpiar la letrinas el resto de la semana.

Reanudaron el viaje sin ningún contratiempo. Por el camino vieron un grupo de demonios destrozando a otro, pero estaban demasiado ocupados como para prestarles algún tipo de atención.
Se pararon en frente de lo que en otro tiempo fue un centro comercial. Kyra lo recordaba porque una vez compró un par de cosas en aquel sitio. Pero ahora se veía completamente diferente. Las luces de neón del cartel estaban fundidas y le faltaban letras. Alguno de los ventanales habían sido tapados con maderas. Y las puertas del lugar habían sido sustituidas por unas metálicas con un aspecto mucho más resistente. Ray se acercó a lo que parecía un telefonillo y pulsó el botón de llamada.

-Ray, nena.- La puerta se abrió al instante y todo el grupo la cruzó entrando al recinto.

Las luces se fueron encendiendo poco a poco. Podían ver la entrada del centro, lo que en otro tiempo fueron tiendas de ropa, una panadería, una tienda de chuches, un restaurante. Ahora todo parecía sacado de una de esas películas de apocalipsis donde la gente se lleva todo lo que puede robar .

 

Comenzaron a subir por unas escaleras esperando llegar pronto a su destino. Allí no había nadie, solo silencio. Y eso le estaba poniendo los pelos de punta a Kyra. Salomé confiaba en aquel tipo y parecía que ya habían trabajado con anterioridad... pero no terminaba de fiarse.

-¿Dónde está tu jefa?- Su guía la miró de reojo mientras continuaba caminando.

-En las oficinas de seguridad de centro comercial. Digamos que allí tiene su despacho.

-¿Cómo se llama?- Ya que no había conseguido sacar la información por su compañera, tal vez la podría sacar por aquel tipo con cierto extraño amor por las armas

-Aquí la llamamos zorra implacable.

-¿Llamamos? Todavía no he visto a nadie más.

Ray se rió

-Eso no significa que no estén- Nada más llegar a las oficinas golpeó la puerta principal dos veces. Esta se abrió de inmediato y accedieron a un pasillo que daba lugar a una pequeña sala de espera con un cuartito donde solían meter a los jóvenes delincuentes que robaban cosas en el supermercado. Pasaron la sala de espera y entraron en otra habitación más parecida a un despacho. O lo parecería si no estuviera recubierta de ordenadores por todas partes. A Kyra se le iluminó la cara al ver un rostro conocido.


-Estás muy bien para estar muerta- Nat salió corriendo para abrazar a su vieja amiga. Era el momento más feliz que había vivido en mucho tiempo.


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