Una rápida mirada un poco tímida, fue todo lo que recibió. Esa encantadora mirada evitativa con la que Daryl conseguía esquivar la atención de los demás y quedarse al margen, lo detuvo en la puerta del pabellón.
Haciendo caso de su advertencia pasó a su lado sin saludar y se instaló reuniendo al grupo en el centro.
-Hoy iremos al pueblo. Carol, Maggie y Glenn buscaran provisiones y Daryl ira con migo a conseguir algunas armas, nos estamos quedando sin municiones. Quiero que el resto se encarguen de las entradas, hay que desbloquearlas en caso de que tengamos que salir rápido.
-¿Quién cuidara a Judith? _pregunto Daryl acercándose a la mesa_ Puedo quedarme aquí y encargarme de ella.
-Lo hará Beth, necesito que vengas con migo.
Ese típico gesto de desaprobación en el rostro del cazador, acompañado por su silencio y una lenta caminata lejos del grupo le saco a Rick una leve sonrisa. Daryl era de la clase de hombres que jamás están de acurdo con nada, de los que tienen problemas con la autoridad y no lo piensan dos veces antes de lanzarse a los golpes, lo había visto muchas veces en sus años de servicio, esa clase de hombre rara vez escuchan a alguien, pero Daryl siempre guardaba silencio cuando lo necesitaba a su lado. No importaba que tan estúpida fuera su decisión, Daryl lo seguía dedicándole su fría mirada como advertencia y cuidándole la espalda como un verdadero camarada.
Tras esa inofensiva fachada de campesino poco letrado había un hombre sumamente peligroso, pero tan bien había coraje y tanta gentileza como no había visto ni en el viejo mundo, antes de esa pesadilla.
Daryl era especial, y no lo pensaba solo él, cada persona del grupo había tenido su oportunidad para notar cuan generoso, fuerte y comprensivo era, sobre todo Carol, ella quizás era quien más cerca había estado de escuchar un poco sobre su pasado y recibir su simpatía, aunque en lo segundo Rick no se quedaba atrás. Daryl había sido su apoyo, de no ser por él y su peculiar forma de expresar su afecto, aun estaría metido en una celda preguntándose que hacer con su bebé. Ese estoico y nada delicado hombre había sido una madre para su hija y una prueba de que aún había esperanza para él.
Y era extraño viniendo de semejante espécimen. Lo había visto clavar una flecha en el cráneo de un caminante sin ni siquiera parpadear, ir de casería solo, enfrentarse a quien se le pusiera enfrente sin dudar y afrontar todas las tragedias que los habían sorprendido sin perder ni siquiera un poco la cabeza. Pero en el fondo de sus ojos había dulzura, una exquisita y atrapante ternura que no era capaz de descifrar.
Esos duros, penetrantes y tan incoherentemente puros ojos suyos, eran siempre tan expresivos que con solo verlos podía entender cuan consternado se encontraba ahora, y era natural, había recibido un beso de la última persona que probablemente imagino siquiera tener cerca. El hombre que dejo esposado a su hermano en el techo de un edificio y le apunto luego con un arma; su líder.
-Bien, dividámonos… _soltó Rick luego de analizar rápidamente el terreno_
Tan rápido como dio la orden el grupo se dispersó por los estrechos callejones del pueblo. Solo tenían un par de horas para ir, encontrar lo que necesitaban y reunirse para volver a la prisión, estar afuera hacia su hogar vulnerable.
El silencio, el sol cegador y el ocasional murmullo de los caminantes lo mantenían alerta. Podía escuchar el sonido de los pasos de Daryl detrás de él manteniendo cuidadosamente la distancia, el chasqueo de su ballesta balanceándose en sus manos y su cuerpo apegándose a los muros mientras vigilaba. Estaba tan listo como siempre y lo cubría como debía, pero estaba nervioso, sus movimientos se hacían toscos al acercarse demasiado y su mirada rehuía aterrada cada que creía toparse con sus ojos. Ese no era el imperturbable hombre que normalmente lo cuidaba.
-¿Quieres parar? _pregunto con un tono de molestia mientras avanzaba cautelosamente hacia la puerta de un bar_
-¿De qué rayos hablas?
Ambos se colocaron junto a la entrada listos para avanzar, pero en el último momento Daryl lo dejo ir primero.
-Mierda… solo fue un beso _exclamo el ex comisario casi susurrando y sin apartar la vista del frente_
Solo pudo valerse del silencio para interpretar la reacción del cazador, Daryl se había reservado su respuesta a eso.
Aunque lo intentó y de verdad que lo intentó, no pudo imaginarlo avergonzado, pero lo estaba, Daryl no era de los que desaprovecha una oportunidad de hacer uso del sarcasmo o dejar las cosas en claro.
-Oye, sea lo que sea, este no es el momento para estar molesto _dijo Rick tomando un cuchillo de su cinturón para encargarse del caminante que diviso al otro lado del mostrador_
-Joder, no estoy molesto… _soltó el cazador cerrando la puerta y acomodando en su hombro su ballesta; al parecer no habían más caminantes_ solo… ¡maldición! me tomaste por sorpresa ¿en qué diablos estabas pensando?
-Bueno… _se agacho frente al mostrador pasándole la escopeta y las municiones que encontró_ no estaba pensando…solo olvídalo.
El rostro de Daryl se tornó confuso, como si luchara consigo mismo para entender algo de lo Rick trataba de plantear; que había sido un beso sin compromisos ni razones. Sin más que agregar se dedicó a meter las cosas en una bolsa y dio la conversación por terminada.
Antes de salir para saquear otro bar le dedico a Rick un par de palabras, unas que no vio venir y soltó sin prestar atención a su significado.
-¿Así que solo vas y besas a tus amigos?
El hombre lo vio algo incrédulo y esbozo una sonrisa de medio lado ¿Era ese un reclamo? Sin duda era una faceta que no conocía de Daryl Dixon, claro, no sabía nada de él en cuanto a lo romántico ni se supone que debiera saberlo, ese era trabajo de Carol, pero no se pudo resistir a jugar un poco con esas sensaciones que lo estaban invadiendo.
-¿Qué si es así? ¿Te incomoda compartir un par de besos?
-No tengo… _sus ojos se entrecerraron buscando en el aire las palabras correctas_ esas preferencias _logro concretar_
-¿Te desagrada la idea de dos hombres? _pregunto Rick atravesando la puerta cuidadosamente_
-Crecí en un pueblo pequeño, ese tipo de cosas no se hablan mucho, pero mi padre y Meerle se encargaron de dejarme muy claro lo que era correcto. Ya sabes… el papel de un hombre.
Cruzaron la calle con sus armas en mano, prestando atención escrupulosamente a los movimientos del otro, metiéndose en una conversación que quizás no debían tener.
-¿Y cuál es el papel de un hombre? _pregunto Rick casi exhalando la pregunta_
-Emborracharse y acostarse con mujeres, es lo que hacia mi padre. Meerle lo practicaba como un deporte.
El sonido de una flecha atravesando a un caminante hizo a Rick levantar la guardia, giro el rostro hacia Daryl y con pesar lo escucho pronunciar:
-Cuando tuvo la oportunidad me llevo a un antro… pero no soy bueno en ese deporte.
-Lo siento _soltó Rick simpatizado con la decepción en su voz_
-Tenía diez años…
Agrego el hermoso cazador como un dato extra, dejando sus palabras en el aire como si solo deseara liberarlas.
-Debió ser traumático _dijo Rick con la mano en su hombro y un tono condescendiente_
-No importa _de forma brusca se alejó de él_ vamos, nos quedan varios lugares por revisar.
El resto de la recolección fue silenciosa, Rick no tenía ninguna palabra que darle a su compañero. La historia de Daryl lo había hecho pensar en las cientos de cosas que aún no sabía sobre él, pero sobre todo, en las cientos de veces que lo habían lastimado sin que él lo supiera. Aun no podía sacarse de la mente la imagen de su espalda llena de cicatrices que en aquel entonces, cuando apenas lo empezaba a conocer en la granja, lo sorprendieron. En ese momento pensó que eran heridas de peleas o pleitos de granjeros, pero con forme fue inmiscuyéndose en la vida de ese hombre, entendió que eran heridas de otra clase de batallas, heridas que realmente le avergonzaban.
-Aún no están aquí _confirmo el ex comisario recostándose en el auto; el resto del grupo aún no había llegado al punto de reunión_
El cazador se sentó a su lado tomando el tiempo para limpiar las puntas de sus flechas. Fueron largos, pero pacíficos minutos hasta que su líder soltó lo que parecía la conclusión de una intrusiva divagación a cerca de la vida de su mano derecha.
-Así que realmente no sabes cómo hacerlo… no me sorprende jamás haberte visto con una mujer, aunque en esta situación _dijo mirando alrededor_ no es como si tuvieras muchas oportunidades.
-Eh estado con varias… _la atención de Daryl seguía en las flechas_
-¿Y fue bueno? _pregunto Rick agachándose a su lado_
-Un poco…
-¿Un poco? _repitió riendo por lo bajo mientras fijaba la vista en algún punto del desolado poblado_ ¿Eres asexual o algo por el estilo?
-Solo… no fue lo suficientemente bueno.
-¿Y cuando te bese? ¿Eso fue bueno?
Las manos de Daryl pararon en seco lo que estaba haciendo.
-Cállate _dijo poniéndose de pie para montar guardia_
-Oye Dixon, te hice una pregunta…
Daryl pareció analizar sus opciones posando la vista en el horizonte cada vez más naranja y aun dándole la espalda le respondió:
-Entre pasar la noche encerrado con un grupo de caminantes y besarte, creo que prefiero besarte.
-Es bueno saberlo _exclamo Glenn apareciendo con Carol y Maggie desde detrás del auto_
Daryl solo se giró rehuyendo el comentario y sin más entro en el auto. Rick lo siguió intercambiando con Glenn una sonrisa de complicidad y supo a través de la mirada molesta de Carol que quizás desde ahora las cosas serían más complicadas. Pero una onda de alegría le invadía el cuerpo, la sonrisa disimulada de Daryl, sus expresiones, su pura mirada azulina que en ocasiones se tornaba fría y la lenta y algo torpe apertura de su corazón hacia él, le hacían sentir fresco, tan liviano como no se había sentido en mucho tiempo; quizás se estaba enamorando o tal vez ya lo había hecho.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español