HURT 2
Al día siguiente ambos le comunicaron a Hara la noticia de mudarse a otro lado. La chica no objetó nada, al contrario gritó y rió de la emoción al saber que viajaría a un lugar nuevo. Siempre le atrajo la idea de algún día ser una aventurera y por fin su sueño se haría realidad.
Dejarían todo y comenzarían una nueva vida fuera de China. Donde alguna vez fueron felices. Lo hacían por ellos mismos, principalmente por ella.
Esa tarde, Luhan caminaba por una de las avenidas rumbo a casa, su turno en el taller terminó más temprano de lo habitual ya que su jefe daría una fiesta y aun que estuviese invitado amablemente se negó. No estaba de ánimos para fiestas.
Pasando la última de las cuadras para llegar a casa, pasos rápidos se apresuraron hacia él. Se giró de manera rápida logrando obtener un fuerte golpe en su mejilla tirándolo como un costal al suelo. Aturdido por el golpe trató de reincorporarse lo más rápido posible pero le era imposible, el tipo tenía demasiada fuerza y lo dejó un tanto perdido.
Aquel hombre giró a Luhan dejándolo boca arriba. Sonrió al ver el tono rojo marcar la mejilla blanca del chico. Lo tomó del cuello y con fuerza inhumana lo levantó del suelo pegándolo con rudeza a la pared escuchándose un sonido hueco.
Los ojos de Luhan no podían ver el rostro de aquella persona, desgraciadamente su rostro era cubierto por un pasa montañas dejando solamente al descubierto sus fríos ojos.
- ¿Dónde está?
Luhan no entendía lo que aquella persona quería.
- No lo entiendo - respondió algo aturdido y adolorido. No sabía que le dolía más; la espalda o su cabeza - ¿Dónde está quién?
- Con esto entenderás - debajo de su ropa negra saco un arma de fuego colocándola en el cuello de Luhan. Por raro que pareciera, Luhan no dio indicios de miedo - Te crees muy valiente ¿no?
Luhan levanto una de sus comisuras - No. Pero me harías un favor.
Aquel sujeto frunció el ceño ante la actitud indiferente de Luhan. Jamás se había topado a alguien tan, frio.
- Te lo preguntare ¿Dónde está Park Hara?
Los ojos de Luhan se abrieron a más no poder al escuchar el nombre de la hermana de Chanyeol. Toda esa situación era por ella.
¿Que tenía que ver ella en todo ese rollo?
Baekhyun estaba dividido en dos. Tenía a semejante hombre alto frente a él y a su espalda estaba Hara hecha un manojo de nervios. No dejaría que nadie le pusiera una mano encima a la pequeña niña.
Baekhyun por un momento comparó al chico frente a él con su Chanyeol, tenían la misma estatura, tono de piel. Su rostro era cubierto por un jodido pasamontañas negro haciéndole imposible ver más allá de los ojos marrones de del tipo frente a él.
Pero su voz...
- Dame a la chica - ordenó el alto. Baekhyun retrocedió negado.
Era distinta.
- ¿Quién eres? ¿Quién te mando?
- Dame a la chica - repitió molesto. Su voz era tan fría que Baekhyun admitió que daba algo de miedo.
Hara se aferraba a la tela de la camisa de Baekhyun. No quería estar con nadie más que no fuera Baek o Luhan.
El alto avanzó a paso decidido hacia ambos, Baekhyun por instinto se abalanzó contra aquel tipo que le doblaba la estatura. Hara veía todo con terror al ver a Baekhyun ser aventado ferozmente contra la pared, soltando un quejido doloroso. Casi pudo jurar que le sacó todo el aire de su cuerpo con ese golpe.
El alto dejó de lado a Baekhyun para ir por ella. Pero el agarre en sus pies lo detuvieron. Baekhyun se aferró con ambos brazos a las pantorrillas del hombre.
- ¡Corre! ¡Corre y no te detengas!
Hara no dudó y salió del callejo corriendo por su vida, aunque la mitad de ella quedara en ese callejón preocupada por Baekhyun, comenzó a correr a toda prisa sin importarle llevarse consigo a las personas que se interponían en su camino.
El alto tomó con brusquedad a Baekhyun, estampándolo contra la pared importándole menos el dolor ajeno. Posó su mano en el cuello limitándole el aire. Sus fríos ojos se encontraron con los de su víctima y por raro que pareciera... esos ojos le eran familiares.
Pero no podía desviarse de su trabajo.
- Encontrare a esa chica, pero antes terminare contigo - afirmó. De su pierna jaló un cuchillo realmente filoso y muy delicado. Baekhyun sintió como el arma era pasada con suavidad por su torso hasta posarse en su mejilla.
- Tal vez me mates... pero no esta vez...
Logró golpearlo en el estómago y con sus agiles manos, Baekhyun logró quitarle el arma. Tocio para recuperar el aliento y corrió hacia la salida del callejón pero antes de doblar, un cuchillo pequeño se clavó en su hombro.
Luhan sentía algo, había algo escalofriante en ese sujeto pero más que eso, había algo familiar en él. Algo que le recordaba a alguien que ya no estaba con él.
El hombre soltó a Luhan alejándose de el a una distancia prudente, apunto hacia la cabeza de Luhan con su arma mirándolo con frialdad y vacío.
- Dime donde está la chica.
-...
Acomodó el seguro de la pistola listo para disparar - Dónde. Está. La chica.
Algo que Luhan había aprendido de Sehun; era el ser fuerte ante cualquier situación y esta era una de esas situaciones. No diría nada sobre el paradero de Hara.
- No te diré nada. Si quieres matarme, hazlo. De toda forma es como si ya lo estuviera.
Aquel hombre bajó lenta y pausadamente su arma hasta dejarla colgando en su mano. Sonrió por debajo del pasamontañas, guardó su arma y comenzó a alejarse de Luhan, dejándolo confundido.
- ¿Quién eres? - preguntó Luhan poniéndose en pie.
El hombre detuvo sus pasos, girándose de nuevo para mirarlo con esa mirada vacía.
- Soy la nada.
Dichas sus palabras se fue dejando a Luhan sin habla. Sus palabras fueron tan frías como el invierno de Diciembre. Luhan esperó en el callejón unos minutos más hasta que salió de ahí, apresuró sus pasos para llegar a casa y cerciorarse que Hara estuviera bien.
Baekhyun fruncía los labios al sentir en su hombro la incomodidad de tener el arma clavada en su carne. No era nada lindo. Llegando a casa fue recibido por Luhan que se alarmó de su estado y una llorosa Hara que de solo verlo sonrió entre su llanto.
Luhan lo adentró a la casa sin preguntar, era increíble que aun trajera el cuchillo clavado en su hombro.
- ¿Que sucedió, Baek?
Frunció los labios en una mueca de dolor - Sácame esto... y te lo contare todo.
No era la primera vez que pasaban por algo así. Luhan sabía cómo atender una herida de esa magnitud. Hara trajo rápidamente el botiquín, sacando Luhan; algodón, alcohol, gazas y cinta médica.
Embebió en alcohol una mota del algodón, no sin antes colocarse guantes de látex. Baekhyun fruncía el entrecejo y apretaba tanto sus labios que comenzaba a lastimarlos por dentro.
- Luhan... por qué tardas tanto - estaba frustrado y el dolor no le ayudaba con su humor.
- Relájate, aunque sea el hombro... es delicado.
Luhan frunció el ceño, la hoja del arma estaba hundida completamente en el hombro de Baekhyun ¿qué enemigo se había topado?
Cortó la tela de esa zona, limpió el contorno de la herida para después echar un chorro de alcohol sobre la herida, aún con el arma clavada.
Baekhyun siseó gruñendo. Ahora entendía el dolor que alguna vez tubo Chanyeol.
- Voy a sacarla - avisó. Obteniendo un asentimiento por parte de Baek. La mano izquierda de Luhan se posó sobre el contorno de la herida, tomando con la otra la pequeña cacha.
Lenta y dolorosamente sintió Baekhyun como el cuchillo salía de su hombro, dejando en su ausencia ardor y punzadas de dolor. Escuchó el choque del metal sobre la mesa. Soltó todo el aire que había estado reteniendo.
- Ahora te coseré - dijo Luhan comenzando a suturar.
Hara había visto todo desde lejos sintiéndose culpable por la situación. Era pequeña de edad, pero no tonta y sabía que estaba poniendo a sus amigos en peligro. Se alejó de la cocina, yendo al cuarto de Baekhyun por una camisa limpia.
Salió de la habitación regresando de nuevo a la cocina, escuchando lo que sus mayores hablaban...
- Baekhyun, tenemos que irnos antes. No sabemos el motivo del por qué están buscando a Hara.
Baekhyun bufó - Jamás dejare que le pongan una mano encima. Antes que la toquen les corto las manos - Hara jamás había escuchado tan serio a Baekhyun.
- Yo tampoco dejaría que la toquen. Por eso tenemos que irnos lo antes posible.
Los ojos de Hara se cristalizaron aún más. ¿Cómo es que su familia había llegado hasta el grado de tener que escapar? Hasta esa tarde todo había estado bien. Baekhyun y ella habían ido al centro comercial para comprar algunas cosas y de la nada ese sujeto los acorralo en ese callejón.
Nada tenía sentido para ella. Si Baekhyun o Luhan morían, ella quedaría completamente sola. Su hermano ya no estaba y para colmo, era un estorbo para sus padres.
No le quedaría nada si Luhan o Baek faltaran.
Luhan abrió sus ojos al ver a la chica parada recargada en el marco de la puerta, llorando en silencio. Se levantó y corrió hasta ella para abrazarla enseguida, Baekhyun hizo lo mismo ignorando su dolor de hombro.
- ¿Que sucede, Hary? - lloró aún más fuerte por su sobre nombre. Solo Chanyeol solía llamarle así en sus noches de pesadilla.
- N-No quiero quedarme sola - sollozó - s-solo me quedan u-ustedes.
Ambos se miraron con tristeza y terneza. Tres corazones rotos ¿Cómo consolarse?
Dejaron pasar las horas y los tres pusieron la caza patas arriba. Tenían que distraer a la niña y que mejor que jugar a las escondidas. La noche había caído y era perfecto para esconderse.
Luhan y la pequeña habían ganado, dejando a Baekhyun como el rastreador. La casa era de dos plantas y muy amplia; tenía varias habitaciones y varios baños. Baekhyun no lo tendría fácil.
Sus fríos ojos veían el movimiento dentro de la casa. Las cosas serían más fáciles ya que solo tres personas vivían en esa inmensa casa. El acomodó de un gatillo llamó la atención de los otros dos.
- No me importa si derrumban la casa o matan a esos dos. Traigan a la chica y no es una opción fallar - dijo con voz fría y aburrida - Tú... encárgate del enano, si lo heriste estará débil y tú, mata al rubiecito.
Ambos asintieron a las palabras del líder. Acomodaron sus armas que constaban en un arma de fuego y un juego de navajas.
- Quiero a la chica con vida, sin un solo rasguño. Andando.
Baekhyun había encontrado a Hara dentro de su propia habitación. Solo faltaba por encontrar a Luhan.
- ¿Dónde estará? - susurró divertida con una sonrisa en sus labios. Por el rabillo del ojo pudo ver una sombra negra fuera de la ventana pasar con rapidez.
No recordaba que Luhan hubiese salido de la casa para esconderse.
Baekhyun sentía que algo andaba mal. Algo estaba mal. Jaló a Hara abrazándola con su propio cuerpo. Los estaban rodeando, ya había visto también una sombra por la ventana. Tomó de las mejillas a la niña, transmitiéndole confianza, como tantas veces Chanyeol lo había hecho con él.
- Vamos arriba y buscaremos a Luhan - ella asintió con una sonrisa. Ambos subieron las escaleras, no sin antes Baekhyun ver a Luhan escondido en la cocina.
Luhan con sigilo se escabullo hasta el apagador, dejando la casa a obscuras iluminándose solamente por la luz de la luna y una farola. Había visto todo desde el balcón. Eran los mismos tipos.
Y agradecía que esa casa tuviera pasadizos ocultos en todos lados.
El estallido de los cristales resonó, los hombres actuaron al ver que las luces de la casa fueron apagadas. Luhan solo veía a dos ¿dónde estaban los otros dos? Estaba seguro de haber visto claramente a cuatro.
Solamente esperaba que Baekhyun háyase encontrado su arma y protegiera a Hara. Su arduo entrenamiento esa noche daría frutos.
- Tu busca arriba. Yo buscare aquí abajo.
Sus voces eran distorsionadas por los cubre bocas y algo más. Luhan trataba de encontrar algún tono de voz reconocible pero le era un poco imposible. Agazapado debajo de la mesa del computador veía como aquel hombre buscaba.
Luhan aprovecho que el intruso dio la espalda para salir a gatas...
- Mala jugada, muñeco.
Luhan trago saliva al ser jalado del tobillo con brusquedad ¿en qué momento lo vio? Debía admitir que el hombre era demasiado inteligente. Lo tomó de la camisa levantándolo sin tanto esfuerzo.
- Nos volvemos a ver. ¿Dónde está la chica?
Luhan respiraba agitadamente, tenía miedo y no sabía ni siquiera por qué. Tomó valor contestándole al hombre frente a él.
- Púdrete idiota.
El hombre soltó una risilla maliciosa - Ya veremos quién es el idiota.
Segundos después, Luhan se sintió siendo estampado sobre el refrigerador de la cocina.