Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Travesuras del Destino por ItouMiyu

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola~ 

Aca vengo con un nuevo cap =w=! Se vera la historia desde el punto de vista de otro personaje, a su vez se conocera mas sobre los amigos de Alan y la relación que tienen los tres.

Espero les guste :3

Sin mas que decir.... Disfruten de la lectura c:

 

La mañana había transcurrido bien, íbamos mejorando y podíamos tocar la canción sin interrupciones, claro que no estaba del todo listo aun habían pequeños ajustes que dar pero podíamos lograrlo. El ensayo de hoy ya estaba por terminar, solo nos quedaban unas horas y  mañana para solucionar esos pequeños detalles.

-Chicos lo están haciendo de maravilla- Sarah estaba tan emocionada que sus ojos no dejaban de brillar.

-Tenemos que darle las gracias al peque, sin él no podríamos estar haciéndolo de este modo- Steven estaba comiendo una barra de chocolate.

-Deja de decirme peque, no soy pequeño y tú solo eres un poco más alto que yo- Quise mostrar algo de enfado en mi forma de hablar, pero… no fui del todo capaz.

-Vamos Alan, eres más bajo que yo y por eso puedo llamarte peque- Iba a protestar pero mi teléfono sonó.

-¿Diga?-

-¡Alan! Gracias a Dios que contestas- El que su voz se notara temblorosa y con miedo hizo que me levantara de golpe del sofá.

-¿Qué ocurre Isaac? ¿Por qué estas así?-

-Es David…- Su voz se quebró –Tiene mucha fiebre, desde anoche esta así y no le ha bajado. Por favor… ayuda- Escuche unos murmullos del otro lado de la línea.

-Isa-Isaac…-

-Estoy acá, no te preocupes no te dejare solo-

-¿Estas en casa de David no?- Escuchar la voz de David en un susurro provoco que mi cuerpo temblara.

-Sí, estoy en su casa-

-Bueno quédate ahí que yo voy para allá, le avisare a mi padre para que vaya también- Me acerque a mi bolso y me lo puse en el hombro –Procura colocarle compensas frías en la frente para bajar la temperatura, dale mucho líquido, no hay que dejar que se deshidrate. Nos vemos en unos minutos- Colgué y vi como todos me miraban preocupados.

-¿Qué paso Alan? ¿Les paso algo a David o a Isaac?- Sarah se notaba preocupada.

-David esta con mucha fiebre, el jueves los dos salieron y a plena noche se pusieron a jugar en una laguna-

-¿Pero están locos? ¿Es que no recuerdan la condición de David? –Suspire ante su pregunta.

-No pensaron en ese momento, bueno al menos eso fue lo que me dijo ayer Isaac- Mire a los chicos- Debo irme, un amigo me necesita.

-¿Quieres que te lleve?-

-Gracias Sarah, tengo que avisarle a mi padre también para que vaya a casa de David- Ella solo respondió con la cabeza.

-Chicos disculpen- Les hable con cierto tono de culpabilidad por dejarlos en pleno ensayo.

-Ve con cuidado- Me dijo preocupada Elena.

-Tranquilo peque, ve con tu amigo que te necesita-

-Avísanos como esta él, así nos quedamos tranquilos- Sonrió dulcemente Stephy.

Mire a Andrew y él solo asintió –Gracias chicos, nos vemos mañana- Camine hasta la puerta y la voz de Sarah me detuvo.

-¿Podrías ir adelantándote? Tengo que buscar las llaves en mi casillero- La mire con una ceja arqueada- Bueno lo siento, no encuentro las que tengo siempre conmigo y voy a buscar el repuesto- Se sonrojo al decir eso y salió rápido del lugar, volví a despedirme de los muchachos y salgo también.

Iba algo apresurado por los pasillos, quería llegar rápido al estacionamiento. Mientras iba caminando estaba escribiéndole un mensaje a mi padre para contarle lo ocurrido y que nos ayudara, después de todo él era un gran doctor. Al tener la mirada fija en el celular no podía mirar al frente y esto me costó un choque con una persona. Me tambalee un poco ya que había perdido el equilibrio y cuando estaba por caer sentí unos brazos por mi cintura.

-No sabía que venias también los sábados a la universidad- Esa voz tanto burlona me hizo abrir los ojos  que gracias a que estaba por caer los había cerrado  -¿Puedo saber qué hacías?-

Mire esa sonrisa que se formó en sus labios, para luego posar mi mirar en sus ojos, esos hermosos ojos color dorados -¿Podrías soltarme?- Dije algo molesto pero no podía dejar de posar mi mirada en la suya, me hipnotizaba verla.

-¿Y si no quiero?- Me acerco más a él por el agarre de mi cintura-

-Tengo prisa suéltame- Empecé a removerme dentro de sus brazos pero no podía, en eso suena mi teléfono y siento como afloja un poco su agarre, aprovecho para poder estar un poco más alejado de él ya que aún seguía sosteniéndome con fuerza necesaria para no escaparme y atiendo la llamada –¿Qué pasa Isaac?-

-“¿Vas a tardar mucho?”-

-No, solo espero a que Sarah me pueda llevar para allá- Me sentí totalmente libre y mire a Elliot, su rostro reflejaba algo de fastidio y molestia pero no me importo.

-“Esta bien, acá te espero, no tardes mucho por favor”-

La llamada se cortó y me dispuse a seguir caminando, pase por al lado de Elliot que seguía con esa expresión en su rostro- ¿Él es tu dueño?- Me dijo al momento que estuve a su costado causando que me detuviera.

-¿Qué dices?- Mi ceño se frunció y lo mire con molestia -¿De qué hablas?-

-Me dijiste que tenías dueño-  Se notaba que su voz también mostraba molestia –Es Isaac Parks ¿O me equivoco?-

Mi boca y mis ojos se abrieron a la par ¿De dónde había sacado esa idea? En parte me vendría bien, así Elliot dejaba de molestarme pero… No podía hacer eso, no puedo utilizar a mi amigo para ese fin, además que sé que hay algo entre Isaac y David –No sé de donde sacaste eso y el que lo pienses me da igual, así como debería darte igual quien es mi dueño- Lo último tuve que aguantarme para que mi voz no se quebrara.

-Me importa- Dijo secamente dejándome en un corto estado de shock, se movió un poco quedando frente a mí nuevamente –Ya te dije que me interesas, así que si alguien es tu dueño yo debo saberlo y ver si es competencia para mí o no- Su rostro se suavizo un poco, se formó una pequeña sonrisa en sus labios y con uno de sus dedos acaricio con delicadeza mi rostro.

Me estremecí al sentir sus labios sobre los míos, no me di cuenta en qué momento se acercaba a mí, sus ojos siempre que les miraba me hacían perder y no me gustaba aquello. El beso al igual que sus caricias era delicado y un poco dulce y aunque al principio me resistí e intente separarme causando así que me sostuviera por la cintura juntando más nuestros cuerpos, poco a poco fui correspondiendo, sus labios se movían con mucha facilidad y yo cada vez me perdía más en una extraña sensación. Mis brazos inconscientemente se movieron y se abrazaron a su cuello, mis manos se enredaban en su cabello que en este momento lo tenía suelto. No sé cuánto tiempo estuvimos besándonos de esa manera pero el aire ya estaba haciendo presencia de necesidad y para mi desgracia no quería que esos labios dejaran de tocar los míos y sabía que estaba mal.

Nos separamos unos centímetros sintiendo nuestra respiración en el rostro. No sabía qué hacer, ese beso me había gustado y tenerlo así frente a mí me ponía nervioso –Besas bien- Al instante de decir aquello mi rostro se calentó y sentí subir todos mis colores ¿Por qué dije eso? Me solté de su cuello y forcejee para soltarme de su abrazo lo cual no fue complicado.

-Tu tampoco lo haces mal- Se escuchó una pequeña risa de él, iba a volver a hablar pero mi teléfono volvió a interrumpir. Mire el indicador de llamada y recordé la razón por la que tenía prisa y me maldije a mí mismo por lo que acababa de hacer.

-¿Sarah?-

-“Alan ya estoy en el estacionamiento ¿Dónde estás?”-

-Ya voy para allá- Mire de reojo a Elliot –Me distraje un momento- Él sonrió con una hermosa sonrisa que no pude evitar que mi corazón se acelerara de golpe –Es-espérame que ya voy- Colgué sin esperar a recibir una respuesta. Suspire y guarde mi teléfono en el bolsillo de mi pantalón, le mire fijamente –Esto nunca pasó y será mejor que no vuelva a pasar-

Aquella sonrisa se agrando un poco –Sé que te gusto, y también sé que esto volverá a pasar- Revolvió un poco mi cabello y se fue dejándome sin saber que decirle, porque siendo sincero… Si quería volver a besarle, muy a mi mala suerte quería hacerlo. Su beso había sido demasiado bueno. ¡Mierda! Esto estaba mal, muy mal.

Volví en sí y me dirigí hasta el estacionamiento, mis pasos eran rápidos, no demore mucho en llegar a aquel lugar, Sarah estaba parada al lado de la puerta del conductor mirando su celular. Cuando estuve lo suficiente cerca de ella se percató de mi presencia, levanto la mirada y sonrío un poco.

-Pensé que te había pasado algo-

-No es nada- Me voy hacia la puerta del copiloto y la abro –Tenemos que ir a casa de David-

-De acuerdo- Ella hace lo mismo que yo del lado del piloto.

Una vez dentro los dos en el auto encendió el motor, el viaje estaba siento tranquilo y en silencio, silencio que me estaba matando por dentro ¿Por qué razón? Simple… no podía evitar recordar aquel beso, no podía entender por qué le correspondí. Me había dejado llevar por lo que me hizo sentir, hace mucho que no sentía un beso de esa manera. Después de lo de Fred no he vuelto a tener alguna relación amorosa, por lo tanto no había vuelto a besar y siendo así la primera persona que me beso luego de aquel año fue Elliot. Aunque su primer beso fue corto me dejo una extraña sensación. Después de él fue estúpido profesor de Mecánicas Electrónicas el cual me causo náuseas, fue un beso asqueroso que en mi vida quisiera que volviera a ocurrir.

Lleve mi mano a mis labios y los acaricie con lentitud, aun podía sentir los suyos, suaves y carnosos. Cerré los ojos y a mi mente vinieron los de él, aquellos que tenían un hermoso color dorado. Esto estaba yendo por un mal camino, no podía parar de pensarle y la verdad es que no me gustaba aquello, no sabía nada de él solo su nombre, ni su edad conocía.  Suspire y abrí lentamente los ojos, mire hacia donde Sarah que se encontraba muy concentrada conduciendo que no se dio cuenta de mi suspiro.

Luego de unos minutos más llegamos a la casa de mi amigo, al frente de esta pude ver el auto de mi padre. Sarah estaciono el auto atrás del otro y bajamos con rapidez, nos acercamos a la puerta de la casa y cuando íbamos a tocar el timbre esta se abrió ante nosotros.

-Los vi llegar desde el cuarto de David así que vine a abrirles- Se notaba en el rostro de Isaac que estaba cansado, seguramente no había pasado una buena noche.

Pasamos adentro y subimos las escaleras que llevaban al segundo piso, al entrar a su habitación vi a mi padre que estaba dándole unas pastillas a David y él la tomaba con dificultad, mire como Isaac pasaba por mi lado y se acercaba a la cama donde se encontraba recostado David. Él desde la cama le miro y sonrío un poco.

-Bueno chicos, ya le di lo que necesitaba- Se levantó de la silla y tomo su maletín donde llevaba todas sus herramientas de trabajo; pastillas, estetoscopio, termómetro, medicamentos, analgésicos y todo aquello que necesite un doctor para atender a un paciente –Debe hacer reposo, no fue fuerte esta vez, pero deberían de tener cuidado con los cambios de temperatura- Miro a David –A pesar de que ya va un año y medio, tu cuerpo aun no lo asimila por completo-

Se despidió de todos y salió, él era una persona ocupada y seguramente ahora lo estaba pero se trataba de un gran amigo mío, y sé que él lo adora y aprecia, por lo tanto sé que no lo dejaría para después sabiendo su condición. David y yo nos conocemos desde hace más de 5 años, estudiamos juntos en la preparatoria, desde pequeño ha tenido problemas del corazón. Hace año y medio atrás luego de una gripe que le dio, su corazón no resistió mucho y tenía que hacerse un trasplante. La operación fue exitosa, mi padre fue quien la hizo,  pero David siempre fue de condición débil y su recuperación ha ido lenta. Para ese entonces ya habíamos conocido a Isaac, desde un principio había notado como se miraban, en especial Isaac a David. Después de la operación las atenciones que le daba en su recuperación fueron tantas que me confirmo que Isaac estaba enamorado de mi amigo, pero este es un poco lento y no se ha dado cuenta de ello.

Me acerque a la cama donde estaba David y a su lado Isaac sosteniéndole la mano –Sé que lo que voy a preguntar es algo estúpido pero… ¿Cómo te sientes?- A medias pudo formar una sonrisa en sus labios.

-Estoy… bien, gracias por venir- Hablo con dificultad y solo asentí como respuesta.

-Chicos tengan más cuidado con el clima- Había hablado Sarah que desde un principio estaba callada –No es por regañarles ni nada, nosotros nos preocupamos por ustedes- Les regalo una linda sonrisa, se acercó a David y le dio un beso en la frente –Que te recuperes- Su voz dulce hizo bajar la pequeña tensión que había causado con sus primeras palabras –Alan- Volteo a verme –Debemos irnos, el ensayo puede que ya terminara pero es mejor no estar mucha gente acá, podemos hacerle mal a David- Miro a Isaac- Para que lo cuide esta Isaac ¿Verdad?-

-Sí, yo lo estaré cuidando- Sonrió –Gracias por venir, yo no sabía qué hacer y – coloco su mano sobre la frente de David –Ya su fiebre está bajando, con ello me quedo más tranquilo-

-Cualquier cosa llámanos, nosotros vendremos a ayudar-

-Gracias Alan-

Nos despedimos de David siendo acompañados por Isaac hasta la puerta de entrada de la casa.

-Cuídalo bien- Sarah le dio un beso en la mejilla y yo me despedí con la mano. Así nos dirigimos al auto y nos fuimos en el mismo silencio que llegamos.

 

POV Isaac.

Los vi alejarse de la casa y suspire al perderles de vista en la esquina, entré y cerré la puerta. Fui a la cocina a buscar un poco de agua y con un vaso en manos subí las escaleras, llegue a la habitación de David y abrí la puerta con mucha lentitud para evitar hacer mucho ruido. Ya dentro del cuarto lo vi acostado y respirando tranquilamente, debo decir que la noche anterior estaba muy asustado, había tenido mucha fiebre y no podía dormir, su respiración era agitada y yo no sabía qué hacer, y lo peor de todo… Es que fue mi culpa, todo por hacerle entrar en aquella laguna con ese frío, no sé en qué pensaba, se de su condición, yo le ayude en su recuperación ¿Por qué no había pensado mejor las cosas?

-Isaac- Su voz me saco de mis pensamientos, me acerque a él y colocando el vaso en el escritorio me senté en la silla que se encontraba al lado de su cama.

-Acá estoy- Tome su mano y sus ojos se fueron abriendo poco a poco –Te dije que no te iba a dejar solo-

-Gracias por cuidarme- Sonrió ligeramente –Gracias por estar a mi lado- Sus hermosos ojos color miel me miraron con gratitud y yo solo pude sentirme más miserable por lo que estaba pasando.

-David lo siento, fue mi culpa… No debí hacer que entraras conmigo a la laguna, no pensé… Yo- Baje un poco la mirada

-No es tu culpa- Volví a verle y seguía sonriendo –Yo entre por que quise, ninguno de los dos pensó, no es tu culpa-

En ese momento una pequeña lagrima salió de mis ojos y con rapidez la seque, David no dejaba de ver cada movimiento que hacía y ver su rostro de sorpresa al ver esa lagrima me hizo sacar una pequeña risa.

-¿Qué? Yo también puedo llorar- Le dije en broma y él se sonrojo causando así que me tensara  un poco, ese chico desde que le conocí me había llamado la atención, tan dulce, tan tierno, tan frágil, hacia nacer en mi un sentimiento de querer protegerlo y aquel sentimiento creció con su operación y con el paso del tiempo me termine enamorando de él.

-Creo que me está subiendo fiebre de nuevo, siento calor en el rostro- Nervioso, sonrojado, evitando mi mirada… No, eso no es fiebre, él esta avergonzado. Otra pequeña risa salió de mis labios y antes de que reprochara lleve mi mano a su frente para “ver” si tenía fiebre.

-Tu temperatura esta igual, puede que sintieras un pequeño golpe de calor pero estas bien- Le sonreí con dulzura, volvió a fijar su mirada en mí y me devolvió el gesto. Admito que me controle y pelee con mi interior para no lanzarme a besarle, muchas veces he tenido ganas de hacerlo, sus labios me llaman a gritos a que les bese, suaves, carnosos y un tanto pequeños, de un color rosa pálido que me volvía loco.

-No te lo había dicho antes pero- De nuevo el nerviosismo le ataco y su rostro se fue sonrojando –Gracias por lo del jueves, me divertí mucho- Sus ojos, su sonrisa, su rostro… Si seguía así todo mi autocontrol se iría por el desagüe.

-Yo también me divertí- Mire hacia la ventana y vi unas aves pasar –Podríamos volverlo a hacer- Le observe de reojo y note como su rostro era tan rojo como una manzana -¿Qué dices?-

-Es-está bien… Me gustaría pasar más tiempo contigo- Habló muy bajo, pareciendo un susurro, volví a mirarle con las cejas un tanto arqueadas -¿Qu-que pasa?-

-No escuche lo último que dijiste-

-No es nada- Esquivo mi mirada, tome su rostro entre mis manos y le hice mirarme.

-¿Qué fue lo que dijiste?- Si, puedo llegar a ser cruel, la verdad es que si le había escuchado pero no quiero hacerme falsas esperanzas, a pesar de las claras señales que da cuando está en presencia mía, no estoy seguro si en realidad mis sentimientos son correspondidos por él.

-I-Isaac-

-¿Dime?- Nuestros rostros estaban muy cerca, podía sentir su respiración algo agitada sobre mi rostro, al ver que no podía hablar decidí soltarle y alejarme de él –Esta bien, no te preocupes- Sonreí –La próxima vez será mejor- El solo respondió con su cabeza para luego acomodarse mejor e irse a dormir. Al cabo de unos minutos note que se encontraba dormido, su rostro estaba relajado y su respiración tenía mucha calma. Con una mano acaricie suavemente sus cabellos, baje hasta su rostro siguiendo un camino imaginario hasta llegar a sus labios, mordí ligeramente los míos y con suma lentitud quite mi mano –No creo que pueda aguantar mucho más estos sentimientos…- Sin darme cuenta mis labios estaban sutilmente sobre los suyos, segundos fue lo que duro… horas fue lo que me pareció. Al reaccionar me fijo en si lo había despertado y para mi suerte, seguía dormido. Casi año y medio controlándome, aguantando mis ganas de besarle y cuando estaba más débil e inconsciente, lo hago… Y ahora que lo he hecho, tengo miedo de volver a hacerlo y que él esté consciente, miedo de que me odie por ello, miedo al rechazo. Me acomode en la silla y tomo el vaso de agua dando un trago de ella, vuelvo a mirarlo y así poco a poco acomodándome sobre el escritorio me quede dormido.

 

POV Alan.

Luego de salir de la casa de David les avise a los chicos de la banda tal y como me lo habían pedido, y como era ya sabido el ensayo había terminado. Según Andrew que fue con quien hable me dijo que el resto del ensayo estuvieron acomodando algunos detalles del sonido que no se habían notado por el hecho de que mi voz los cubría. Como no tenía nada más que hacer Sarah me llevo a casa y al ver que mi madre estaba se quedó hablando con ella, mientras yo me fui a mi habitación a seguir practicando por mi cuenta.

No había pasado mucho desde que me termine de duchar y estaba por ponerme a ensayar cuando tocan mi puerta -¿Alan puedo pasar?- Esa voz la reconocí al instante, desde que se mudó de casa para vivir junto a Sarah, mi hermano Gilbert no pasaba muy seguido por  acá y el que venga siempre me pone de buen humor.  Tan rápido pero sin parecer desesperado fui hacia la puerta y la abrí, frente a mi estaba mi hermano, más alto que yo, ojos tan azules como los míos, cabello negro llegándole hasta el mentón y con una enorme sonrisa –Hola Alan-

-Gil…- Sonreí de igual manera y un abrazo no se hizo esperar –Tenías tiempo sin venir, ya se te extraña mucho en casa- Dije mientras me soltaba y le daba lugar para que pasara a mi habitación. Él llego hasta el centro de esta y comenzó a verla con detenimiento, camine y me coloque a su lado y note como su mirada estaba fija en un solo punto sobre mi cama; la partitura de la canción.

-¿Volverás a cantar?- Su mirada reflejaba alegría pero también duda.

-Si- Tome la hoja en mis manos y se la di a él que la tomo sin titubear –Sarah me pidió que la ayudara, me sorprende que no te lo contara- Hizo una pequeña mueca.

-Me dijo que tenía una sorpresa para mí pero no me quiso decir que era- Leyó la letra de la canción y volvió a mirarme pero algo entristecido -¿Estás seguro de cantar esto?- Levanto la hoja y la movió un poco.

-Ya dije que le ayudaría, no voy a echarme atrás solo por la letra- Me encogí de hombros –No nos falta mucho, vamos bien en los ensayos-

-¿Puedo escucharte cantar?- Mi mirada que se había dirigido hasta mi escritorio se fue con rapidez a su rostro con mucha sorpresa.

-¿Quieres que te cante?-

-¿Por qué no? Me gustaría escucharte cantar de nuevo, siempre me gusto como lo hacías- Sonrió dulcemente y entre nerviosismo acepte a su petición, al principio estuve muy nervioso y tuve que empezar de nuevo, pero al final pude cantarla completa frente a mi hermano que no dejaba de mirarme con alegría y tristeza. Emociones que entiendo y a la vez siento al cantar, esta letra tiene  sentimientos que albergan en mi interior que gritan por salir pero no logran hacerlo, en cierto punto pareciera que la hubiera escrito yo, encajaba tan bien en cómo me sentía que inevitablemente mientras cantaba mi mente jugaba conmigo haciendo que imágenes, recuerdos, voces, todo lo referente a Fred viniera a mí.

Al terminar de cantar Gilbert estaba sentado en mi cama y tenía su cabeza agachada sin hacer algún ruido, cuando estuve al frente de él me arrodille para ponerme a su altura -¿Gilbert?- Lentamente fue levantando su rostro y me miro con algo de seriedad.

-Vuelvo a preguntártelo ¿Vas a cantar eso?- Si digo que no me sorprendió el cómo me hablo miento, le mire unos segundos y su rostro seguía igual de serio.

-Lo voy a hacer- No respondió, siguió mirándome de esa forma hasta que suspiro y su rostro se suavizo.

 -Está bien, si tú dices que lo harás no te voy a obligar a no hacerlo- Me abraza –Solo no quiero que sufras más, ya has pasado por mucho dolor- Correspondí a su abrazo y no se dijo más palabras. De todos en la familia Gilbert es el único que conoce todo de mí, fue el primero en conocer a Fred, fue mi confidente, cuando peleábamos siempre estaba para mí, me ayudaba y me daba ese empujón para arreglar nuestros problemas. Cuando paso lo que paso con Fred, él mismo quiso hacer que lo pagara, quería hacerle sufrir por lo que me hizo, pero gracias a que el destino juega como él quiere, Fred murió y mi hermano no le pudo hacer nada, que en parte agradezco eso ya que Gilbert pudo resultar muy implicado en todo ese tema. Me separe de él y sonriéndole me aleje, él se reincorporo y luego de charlar un rato de cualquier cosa, reírnos y recordar viejos tiempos pasó el resto del día.

Sarah y Gilbert se fueron a su casa y en la mía solo quedábamos mi mama y yo, mi padre trabajaba hasta tarde ya que hoy tenía turno de guardia y mi hermana Sofía se iba a quedar en casa de una amiga. Cenamos en tranquilidad, hace mucho que no lo hacíamos y se sentía un poco incómodo.

-Sarah me contó que cantaras- Dijo mientras dejaba su vaso de jugo sobre la mesa.

-Sí, me pidió que le ayudara- Intente hablarle sin ser cortante.

-¿Cuándo cantas?- Pregunto con una sonrisa.

-¿En serio me lo estas preguntando?- Note cómo se sorprendía -¿Sarah no te dijo cuándo y dónde sería?- Vi su rostro entristecerse, listo… volví a hacerlo –Disculpa- Me levante de la mesa y lleve mis platos al lavaderos y ahí luego de limpiarlos mire a mi madre de reojo y note que seguía en la misma posición, cabizbaja y algo triste –Es el lunes, si quieres puedes ir- Salí de la cocina sin recibir alguna respuesta de ella, subí a mi habitación y al entrar el frio que entraba por mi ventana me estremeció, a paso lento me aproxime a la ventana y antes de cerrarla mira hacia el parque que se podía ver a la distancia, una pequeña sonrisa se formó en mis labios; aquel lugar era al que me escapaba cuando hacia alguna travesura, el único que conocía ello era… Gilbert. Si, está más que claro, el que viniera a visitarnos y poder hablar con él me hizo bien.

Al día siguiente me despertó el sonido de un mensaje en mi celular, intente alcanzarlo ya que se encontraba en mi escritorio pero por no estar del todo consciente de mi cuerpo me resbalo de la cama y caigo al piso -¡Mierda!- Me levanto y me dispongo a leer el mensaje.

“Alan te aviso que el ensayo de hoy se atrasara un poco, Steven y Stephy no podrán llegar a tiempo, pero aun así Elena y yo nos reuniremos en mi casa a practicar unas cosas. Si quieres te busco, el ensayo se pospondrá hasta las 2 de la tarde y a las 12 viene Elena a mi casa”

Mire el reloj que estaba en mi escritorio, eran las 9:30 de la mañana, me daba tiempo para arreglarme tranquilamente. Luego de responderle y ponernos de acuerdo a qué hora pasaba por mí casa termine con 2 horas para poder vestirme y estar listo.

Luego de bañarme observo mi rostro en el espejo empañado, se veía distorsionado pero pude ver que sonreía, después de tanto tiempo estaba sonriendo y no lo sentía forzado, la visita de mi hermano el día de ayer me había hecho bien, pero también el que este cantando de nuevo ayuda en que mi ánimo este como este a pesar de lo que tengo que cantar.

Termine de arreglarme fijándome estar bien abrigado ya que el clima estaba bastante frio; un gorro, una bufanda, un sweater. Tome en manos una chaqueta y baje al primer piso rumbo a la cocina, extrañamente la casa estaba sola. Los domingos por lo general mi madre se levanta temprano para lavar la ropa sucia pero ahora no había señas de ella. Coloque la chaqueta sobre una silla y abrí el refrigerador sacando un jugo de naranja y una mermelada sin saber de qué era, fui a la alacena y saque unos panes los cuales luego tosté un poco. Me senté a comer y mire la hora en mi celular; las 11 de la mañana, en tan solo 30 minutos Andrew vendría por mí.

Termine de lavar los platos y ya solo quedaban 5 minutos para irme, en eso escucho unos pasos, me doy vuelta y veo a mi madre entrar por la puerta de la cocina –Hola hijo ¿Vas a salir?-

-Tengo que ensayar con los chicos de la banda- Mi teléfono vibro en mi bolsillo del pantalón y al sacarlo vi que Andrew me había mandado un mensaje; ya se encontraba al frente de mi casa –Me tengo que ir ya, vinieron por mí- Guarde mi teléfono y pase por al lado suyo –Nos vemos luego-

-Ten cuidado cariño- Fue lo que logre escuchar que me decía, llegue a la puerta y al abrirla volví a mirar en dirección a la cocina y no podía ver nada, solo escuchaba los pasos de mi mamá en ella, salgo de la casa y tras cerrar la puerta miro al frente encontrándome con Andrew parado al lado de su moto con su teléfono en mano, una pequeña corriente de viento soplo y sus cabellos se movieron un poco dándole un toque de frescura, su negra cabellera y esos mechones rubios bailaron con el viento. Me acerque un poco a él y cuando estuve lo suficientemente cerca levanto su mirada y esos ojos grises por primera vez me miraron de forma penetrante, su rostro estaba sin casi expresión hasta que sonrío ligeramente.

-Tendrás que estar pegado a mi mientras conduzco- Me paso un casco –Espero no te moleste tener que estar abrazado a mí- Su sonrisa se agrando un poco y tuve que sostener bien el casco entre mis manos o se me caía.

-No tengo ningún problema- Dije lo más seguro que pude y él solo se encogió de hombros, subimos a la moto y con mucha vergüenza me abrace a su cintura, aunque al principio fue un agarre sutil, el ver como conducía me hizo apretar el agarre y quede más cerca de su cuerpo y por alguna extraña razón me sentía nervioso.        

Notas finales:

Que les parecio? Les gustaron las escenas de los besos~ >w<! La verdad es que solo tenia uno planeado de esos dos, y cuando escribi el otro me emocione y me parecio super tierno asdasdsd... Si, el de Isaac a David~
Bueno les digo que estoy haciendo todo lo posible para poder tener entre una o dos semanas listo el siguiente cap, así que no desesperen quienes me estan siguiendo >w<!

Algun mensajito para la caridad? (?) hahaha

Nos estamos viendo en otra actualizacion~!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).