Los días pasaban tranquilamente sin ninguna complicación, en las mañanas iba a clases y luego del almuerzo me la pasaba prácticamente toda la tarde con los miembros de la banda o los que estaban en ese momento ya que algunos tenían clases de tarde o como en el caso de Elena que tenía un trabajo de medio tiempo.
Isaac y David se integraron rápidamente al grupo y se hizo una buena amistad en muy poco tiempo así las horas de ensayo se volvieron muy ruidosas debido a las risas y bromas que se hacían. Me sentía bien con todos ellos, me divertía y poco a poco volvía a ser aquel joven que murió hace un año.
Después de cuatro días de haber tocado las miradas de las personas ya no se posaban en mí y eso me dejaban más tranquilo, no me gustaba ser el centro de atención.
Iba caminando por los pasillos para llegar al salón de ensayos, aquel lugar que me daba tranquilidad cuando una voz familiar se escuchaba cerca de donde estaba, quise regresar sobre mis pasos pero no tuve mucha suerte al encontrarme a esa persona frente a mí.
-Hola Alan- Habló entre sorprendida y tímida -¿Crees que podamos hablar?-
-¿Qué te hace pensar que hablaría contigo?- No quería saber nada de lo que me fuera a decir, el solo verla hacia que todo mi ser se estremeciera y aunque aparentaba tranquilidad mi cuerpo me traicionaba con un leve temblor.
-Por favor Alan, quiero explicarte el porqué de las cosas-
-Yo no quiero saber nada- Mire hacia los lados esperando que nadie nos viera -¿Sabes lo que sufrí? ¿Sabes lo que sigo sufriendo?- Mis palabras salían cargadas de mucho dolor.
-Por eso quiero hablarte, explicarte las cosas- Suspiro –Mi hermano fue un idiota, pero él tenía sus razones y quiero decírtelas-
-Tú lo has dicho, fue un idiota y más idiota fui yo al confiar en él- Di media vuelta dispuesto a irme pero en un rápido movimiento la tenía frente a mí.
-¿Qué puedo hacer para que me escuches?- Su mirada reflejaba seguridad y me miraba con una gran seriedad.
-Hagas lo que hagas no lo voy a hacer. Ahora si me das permiso te lo agradecería- Nos mirábamos fijamente hasta que desvió la mirada y se hizo a un lado para darme paso.
Sin mirarla comencé a caminar por aquellos pasillos ya sin rumbo fijo, no me sentía de ánimos para ir con los muchachos, no después de encontrarme con la hermana de Fred y hacer que recordara el pasado que no dejaba de atormentarme.
Camine sin saber a dónde me dirigía hasta llegar a un lugar que con solo escuchar el sonido de agua cayendo me hizo reaccionar y darme cuenta del lugar en el que me encontraba. Aquella fuente en la que compartimos muchos momentos juntos y fue tan especial para nosotros dos. Suspire mientras me sentaba en el borde de la fuente y miraba hacia el cielo que se encontraba de un azul tan claro y despejado.
-¿Qué debería hacer?- Pregunte a la nada esperando una respuesta que sabía que nunca llegaría.
-Estar caminando hacia el salón de ensayo ¿No crees?- Se escuchó una pequeña risa y levantándome de un sobresalto voltee a dónde provenía aquella voz.
-¡No me asustes así!- Le reclame por el susto causado y su pequeña risa se hizo más fuerte.
-Tranquilo peque- Se acercó a mí y despeino mi cabello con su mano –Sea lo que sea que te preocupe, no dudes en confiar en nosotros- Miro hacia otro lado mientras sonreía –Puede que apenas tengamos una semana de conocernos pero sé que tanto para mí como para los demás tu eres parte de nuestro grupo- Volteo a verme y sus ojos me miraban con seriedad pero a la vez con amabilidad – Eres nuestro amigo.
-Gracias Steven- Aquellas palabras me hicieron sonreír y sentir una gran felicidad en mi pecho, quería estar con ese grupo y ellos también querían tenerme a su lado.
-De nada peque ¿Vamos al salón? Los chicos deben de estar esperando- Me sonrió y al pasar a mi lado volvió a despeinar mi cabello.
-Deja de molestarme- Mi voz fue suave y sin mostrar fastidio alguno –No me gusta que me trates como un niño- Murmure y el pareció escucharme.
-Para mí lo eres, tanto en altura como en edad soy mayor así que eres un niño- Sonaba animado mientras caminaba en dirección a donde se encontraba el salón.
-Ni que fueras mucho mayor que yo- Me queje y ríe levemente.
-Puede que no sean muchos años pero soy mayor, tengo 22 años- Resople y volteo a verme con una sonrisa de victoria.
-Son solo 3 años, no te creas mucho-
Empezó a reír y estuvo el resto del camino molestándome y al apenas llegar al salón de ensayos busque refugio en David e Isaac que se encontraban ahí hablando con Stephy.
-¿Qué paso Alan?- Pregunto divertido Isaac –Parece que quieres huir de alguien-
-Digamos que es parecido- Murmure aparentando molestia pero al ver hacia Steven que se encontraba junto a Elena sonreí.
El ensayo fue tranquilo y sin muchas complicaciones, yo me quede junto a David e Isaac ya que aunque quisiera estar junto a los de la banda sabía que no era mi lugar y pronto Ian quien es el cantante principal volvería y no habría sitio para mí.
Mientras trascurría el ensayo me quede mirando por mucho tiempo a Andrew, sus movimientos, sus gestos, escuchando su voz, su risa y no voy a negar que era muy atractivo. Estoy empezando a sentir cierto interés por él, a sentirme atraído pero no quiero nada, no quiero relacionarme en ese aspecto con Andrew. Mi pasado sigue en mi presente, Fred sigue estando en mí, le sigo amando, además que no quiero llegar a sentir algo más profundo por él y que termine no siendo correspondido.
Estaba tan metido en mis pensamientos que me asuste al sentir la mano de Isaac sobre mi hombro llamando mi atención.
-¿Qué pasa?- Le pregunto
-Alan le estaba diciendo a David sí podíamos reunirnos el domingo en algún lugar y divertirnos un rato ¿Qué dices?-
-¿Los tres?- Pregunte recibiendo un asentimiento por parte de ambos -¿Dónde quieren que sea?
Antes de que alguno dijera palabra alguna se miraron mutuamente sin ocultar su sorpresa, está por demás de claro que no se esperaban que aceptara tan rápido. Desde que paso lo de Fred siempre que querían reunirse a divertir pasaban mucho tiempo intentando convencerme.
-No sé, aun no pensamos el lugar- Hablo David nervioso y un poco alegre.
-Entonces pensemos los tres en el lugar- Les sonreí y ellos respondieron con otra sonrisa y sus ojos brillaban al saber que les acompañaba.
Luego de acordar el lugar donde nos reuniríamos que resulto siendo un pequeño bar al que siempre solíamos ir antes de lo de que paso hace un año, comenzamos a hablar sobre cualquier tema. En medio de la conversación se escuchó la voz de Steven.
-Estaba tan feliz sin recibir una llamada tuya ¿Sabes?- Steven sonreía mientas escuchaba a quien estaba del otro lado de la línea, estaba por volver a la conversación con David e Isaac cuando subió el tono de su voz llamando mi atención -¿No me estas mintiendo verdad? ¡Por Dios Ian déjanos un tiempo más sin tu presencia!- Luego de aquello los demás chicos que estaban en lo suyo prestaban atención al mellizo que no dejaba de sonreír mientras hablaba.
Al cortar la llamada Elena se acercó a él con una sonrisa -¿Ya está por venir verdad?-
-Se nos acaba la tranquilidad- Abrazo a Elena y nos miró a todos –Ian dijo que vendría el lunes a la hora del ensayo-
-No se puede quedar quieto en un solo lugar- Fue Andrew el que habló –Para mí es muy rápido el que le dieran el alta-
-Y para mí es que no quieres soportarlo y por eso deseas que pase más tiempo en el hospital- Le respondió el mellizo con burla.
-Exacto- Sonrió dejando ver una hermosa sonrisa.
-Tendrás que seguir deseándolo, por un brazo no lo van a dejar mucho tiempo dentro- Luego de ello los dos comenzaron a reír un poco.
-Ustedes dos dejen de hablar así sabiendo que fueron los que más se preocuparon cuando se enteraron de su accidente- La voz suave de Stephy les hizo detener sus risas.
-Nena son cosas de hombres- Dijo Steven con una pequeña mueca en sus labios.
-Nada de eso- Stephy se acercó a su hermano quien no le quitaba la vista de encima –Y deja de hacer muecas, no es lo tuyo- Sonríe y Steven frunce el ceño.
-¿Qué quieres decir con eso?-
-Digo que Ian te preocupa más de lo que crees y no quieres aceptarlo- Termino de decir y el ceño de su mellizo frunció más y en sus labios la mueca se hizo más grande.
A pesar de que hacia lo más que podía no pude seguir soportando y estallé en una sonora carcajada llamando la atención de todos los que estaban presentes. Sostenía mi estómago debido a que tanta risa controlada y siendo liberada de esta forma me estaba causando un pequeño dolor en esa zona.
Nadie habló, solo dejaban que me calmara pero no podía hacerlo tan fácilmente –Yo… lo siento- Hablé entre cortado –No quería reírme pero- Seguí riendo mientras que los demás me miraban en silencio, algunos con intriga, otros sorprendido y otros con nostalgia.
Luego de unos segundos intentando calmarme logre hacerlo, Isaac que estaba al lado mío tenía una pequeña sonrisa en sus labios -¿Ya estas mejor?- Asentí y mire a Steven quien no entendía el porqué de mi actitud.
Me levante de donde estaba y camine hacia él –Lo siento, es solo que ver cómo te comportaste hace un momento no pude evitar hacerlo- Mire hacia Stephy y le sonreí –Luego me dices algunas cosas para molestarlo- Con el pulgar señale a su hermano y le guiñe el ojo dándome como respuesta una pequeña sonrisa y un asentimiento de cabeza.
-Hey peque… ¿Qué estas tramando?- Me pregunto Steven con cierta duda y una ceja levantada.
-Nada de lo que tengas que preocuparte- Le sonreí de medio lado.
-¿Nada de qué preocuparme?- Asentí y me miro unos segundos para luego suspirar –No te creo pero… - Ahora era su turno de sonreír con burla –Cualquier cosa que estés planeando lo estaré esperando-
Luego de aquella charla todos volvieron a su lugar menos David que tenía que ir a una consulta con mi padre y para no dejarlo solo Isaac se fue con él, últimamente estaban más unidos ¿Sera que ha pasado algo entre ellos y no me lo han contado todavía? Ya después me las arreglare para saber qué pasa con ellos dos.
Me senté donde había estado antes y observe a los chicos mientras seguían ensayando mi mente estaba dispersa en ese momento y recordé mi encuentro con la hermana de Fred ¿Por qué había huido? ¿No es que quería saber la razón del comportamiento de Fred? Pero… ¿Ella en realidad me diría la verdad? ¿En realidad quería saberlo? La respuesta es sí, quiero saberlo, quiero comprender, quiero entender ¿Qué me detiene? Miedo tal vez, tener la verdad tan cerca me asusta.
-¿Qué haces tan pensativo?- Aquella voz me saco de mis pensamiento y mire hacia dónde provenía.
-No es nada- Él me miro para luego sentarse frente a mí -¿Terminaron de ensayar?-
-No, aun no- Tomo un sorbo de la botella de agua que tenía en mano –Steven fue a buscar algo que se le quedo en el auto y las chicas están hablando de sus cosas-
-Entiendo- Dije pausadamente y en un tono de voz muy suave.
-¿Algo te preocupa?- Me miraba fijamente y me estaba poniendo algo nervioso el que lo hiciera.
-U-un poco- Guarde silencio unos segundos y luego suspire con pesadez -Si alguien te lastima pero no sabes por qué y luego de un tiempo estas cerca de tener la verdad ¿La escucharías aunque tengas algo de miedo saberlo?- Solté sin darme cuenta y mi voz era apenas audible.
-Bueno, aunque llegue a tener miedo me gustaría saber la verdad- Hablo con seriedad pero con cierto tono amable –Alan, no sé qué fue lo que te paso antes, hay cosas de ti que no conozco pero a pesar de ello puedes contar conmigo-
-Gracias- Sonreír y sentí como algo en mi interior se revolvía, a pesar de que sus palabras se parecían a las de Steven, escucharlas de él era diferente, se sentía distinto y la emoción que me lleno me traiciono al derramar una pequeña lágrima.
Andrew que me sonreía sutilmente al notar la lágrima acerco su mano a mi rostro y la seco con suavidad, el sentir su piel sobre la mía, su calor tan cerca de mi rostro me hizo sonrojar y apartar mi mirada de él.
-No tienes por qué agradecer, solo te pido un favor- Le mire de reojo sin entender que era lo que quería –No vuelvas a llorar- Sus ojos grises me atraparon sin querer dejarme libre y al no poder responderle con palabras asentí –Gracias- Sonríe y rompe el contacto de nuestras miradas dejándome en libertar y con el corazón a punto de salirse de mi pecho.
El resto de lo que quedaba de tarde terminaron de ensayar mientras yo solo les miraba desde lejos, las palabras de Andrew me dieron un poco de valor para enfrentar la verdad que estaba tan cerca y yo estaba huyendo de ella. Cassandra estaba buscándome para decirme el porqué de las acciones de Fred, estaba dispuesta a responder mis preguntas que hasta ahora no habían sido contestadas y la estaba alejando.
Al terminar de ordenar todos los instrumentos viendo que era tarde y el cielo estaba oscuro Andrew se ofreció a llevarme a mi casa sin querer recibir una negativa por parte mía, Elena se fue en su auto y los mellizos en el de Steven.
Caminábamos por los pasillos de la universidad en silencio pero a pesar de ello no era incomodo, me sentía a gusto junto a él a pesar de no decir nada. De vez en cuando le miraba de reojo teniendo cuidado de no ser descubierto pero por más cuidado que tuviera si le estoy mirando a cada minuto y por largo tiempo era esperado que nuestras miradas se cursaran.
-¿Qué ocurre?- Me pregunto con una pequeña sonrisa.
-No es nada- Mire al frente intentando ignorar el cosquilleo que sentía en mi estómago.
-¿Estás seguro?- Volvió a preguntar un tanto divertido.
-¿Por qué no lo estaría?-
-Porque tu piel te delata- Me detuve y el hizo lo mismo, le mire con sorpresa y sintiendo mis mejillas arder –Justo como ahora- Sonríe ampliamente.
-Deja de decir siempre eso- Mi ceño se frunce y vuelvo a ver al frente encontrándome con quien podría aclararme tantas dudas –Cassandra- Susurre su nombre y ella sonríe sutilmente.
-¿De verdad no vas a dejar que te explique?- Se acercó a nosotros con pasos lentos pero haciendo resonar en mis oídos el sonido de sus tacones contra el suelo. Mire de reojo a Andrew quien no dejaba de examinarla con la mirada, suspire y la mire a los ojos.
-Tienes 5 minutos para decirme lo que tengas que decir-
-¿5 minutos?- Me miro sorprendida –Alan lo que tengo que decirte no se puede contar en 5 minutos-
-Se te está pasando el tiempo- Le sostenía la mirada y note como ella observa a Andrew –Él se queda a escuchar- Ninguno de los dos se esperaba aquello y lo supe por sus reacciones.
-Alan ¿Estás seguro?- Pregunto Andrew sorprendido –No quiero incomodar o estar en donde no me llamen, si quieres te puedo esperar afuera- Le mire directamente a los ojos, necesitaba trasmitirle mis sentimientos de esa manera, no quería que Cassandra notara el temor que estaba apoderándose de mi cuerpo. Andrew me miró fijamente hasta que suspiro y sonrió de lado –Está bien, me quedo entonces-
-Gracias- Mire hacia la única chica presente y no parecía muy convencida de lo que estaba pasando.
-¿Es tu pareja?- Me sonroje ante su pregunta.
-Solo soy su amigo- Se atrevió a responder Andrew al ver que no saldría palabra alguna de mí.
-Bueno, si tú quieres que él esté presente no puedo hacer nada más- Suspiro y miro a nuestro alrededor -¿Podríamos buscar otro lugar donde hablar sobre esto?-
-Te dije que tenías 5 minutos para decirme, no contare el tiempo en el que dejaba claro que hablaríamos los tres, así que habla ahora- Ella volvió a suspirar y me miro directamente a los ojos.
-Alan lo que te diré no es mentira, mi hermano si te amo, Fred si estaba enamorado de ti pero su amor fue cegado por una estúpida idea de vengarse- Quise hablar pero me lo impidió – Mis padres se divorciaron cuando nosotros eras muy pequeños, en ese entonces no entendíamos la razón del por qué lo hacían, pero cuando crecimos nos dimos cuenta que fue por una infidelidad de mi padre hacia mi madre que nuestra familia se disolvió-
-No entiendo a dónde quieres llegar- Hablé con un poco de molestia.
-Lo que quiero decir es que mi padre fue infiel a mi madre, Fred al saber sobre ello quería vengarse de quien había destruido nuestra familia- En su voz se notaba un tono de tristeza –Éramos muy pequeños y el poco cariño que recibíamos de nuestros padres desapareció por completo y crecimos sintiéndonos un estorbo para ellos ya que siempre peleaban sobre quién nos cuidaría- Miro su reloj de muñeca para luego mirarme con seriedad –Fred investigo sobre la mujer con quien mi padre estuvo, se enteró que ella tenía una familia donde estaba felizmente casada y con tres hijos – Hizo una pausa - ¿Puedo hacerte unas preguntas?-
-Est-está bien- Me estaba poniendo nervioso por la mirada que me estaba dando y sus palabras no me gustaban.
-¿Tienes hermanos?- Asentí como respuesta -¿Cuántos tienes?-
-Tengo dos, mi hermano mayor y mi hermana menor-
-Son tres en total ¿No?- Asentí nuevamente sintiendo un horrible sentimiento en mi pecho y empezando a faltarme un poco la respiración -¿Alguna vez cuando Fred iba a tu casa o se encontraba con tus padres actuó de manera diferente?- Ante aquella pregunta me tense.
Eran muy pocas veces en las que él se encontró con mis padres, pero cuando lo hacia su forma de comportarse cambiaba un poco, pensaba que era porque se sentía nervioso pero escuchando lo que me dijo Cassandra y empezando a comprender sus palabras aquella idea desaparecía de mi mente. Mire de reojo a Andrew quien se encontraba serio escuchando todo en silencio, mi respiración se empezó a volver más irregular y sentía ardor en mis ojos.
-¿Alan estas bien?- Pregunto algo preocupado, intente responder pero las palabras no salían de mis labios -¡Alan!- No supe nada más, todo se volvió negro y lo ultimó que vi fue la mirada preocupada de Andrew sobre mí.
Estaba todo oscuro pero no sentía miedo, tampoco frio y a decir verdad sentía una calidez rodearme, me encontraba a gusto en donde estaba. Escuchaba unas voces a la lejanía pero no podía diferencia ni reconocer nada ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué esta todo oscuro? No entendía pero lo único que si sabía, lo único que estaba seguro es que no quería alejarme de esa fuente de calor que me envolvía. Las voces se seguían oyendo pero poco a poco logre entender que decían.
-¡Alan reacciona!- Un hombre, era la voz de un hombre ¿Quién era?
-Yo… yo no quería que algo así pasara, no pensé que reaccionaria así- Es una chica ¿Está llorando?
-Deja de ponerte a llorar y ayúdame a hacerle reaccionar- Está molesto –Vamos Alan despierta- Ahora su voz es tan dulce… ¿Quién es? –¡Alan!- Siento unos pequeños golpecitos en mi rostro y poco a poco mis ojos se abren y sin poder enfocar bien debido a la luz los vuelvo a cerrar con fuerza.
-¿Despertó?-
-Alan ¿Puedes oírme?- Intento abrir de nuevo los ojos y tratando de enfocar logro ver quien me llamaba, logro reconocer su voz y darme cuenta que el calor que estaba sintiendo provenía de Andrew quien me tenía entre sus brazos.
-¿Qué paso?- Pregunte en un tono poco audible.
-Te desmayaste- Volteo hacia donde venía la otra voz encontrándome con Cassandra quien tenía unas cuantas lágrimas en su rostro –Lo siento, no tuve mucho tacto en decirte las cosas- Deje de mirarla para enfocar mi mirada en ningún punto en específico.
-Fred quería vengarse de mi madre y por ello se acercó a mí ¿O me equivoco?-
-En un principio fue así, el solo quería causarles dolor y fue tras sus tres hijos, pero aunque su plan inicial fue dañar a esa persona, su corazón empezó a pelear entre el amor y el odio- Hizo una pausa –Se enamoró de ti y no sabía qué hacer-
-Se enamoró de mi- Sonreí sarcásticamente -¿Estas escuchando lo que dices?- La mire fijamente y ella tembló ante mi mirada –Dices que me amo, si en realidad fue así ¿Por qué me hizo sufrir? ¿Por qué no dejo esa maldita venganza?-
-¡Lo estaba haciendo! Estaba olvidando esa estúpida idea de vengarse pero de un momento a otro todo se complicó –Hablo un poco exaltada mientras sus ojos no dejaban de derramar lágrimas- No sé qué paso para que te tratara de esa manera, no sé por qué te alejo de su vida- Se levantó del piso mientras secaba su rostro- Yo mejor me voy, así como estamos no podemos llegar a mucho, no te pido que lo entiendas ni que le perdones, solo quiero que conozcas la verdad. Aunque parte de ella la desconozco también-
Sin dejar que alguno respondiera se fue dejándonos en un enorme silencio, sin saber qué hacer y en un instinto de buscar protección me aferre al cuerpo de Andrew sorprendiéndole por lo hecho, pero aun así no evitó que él me estrechara entre sus brazos e intentara calmarme con suaves caricias sobre mi espalda.
Sin poder soportarlo más comencé a llorar mientras escondía mi rostro en el pecho de Andrew, no quería que me viera llorar, me sentía un idiota porque ahora que se la razón de algunas de las acciones de Fred me dolía el pecho, me quemaba por dentro debido a la gran cantidad de emociones dentro de mí; dolor, odio, desilusión, tristeza… varios sentimientos donde ninguno era agradable.
El tiempo seguía pasando y no nos habíamos movido de nuestra posición, mi cuerpo semi acostado en el piso mientras me escondía en el cuerpo de Andrew y él arrodillado sin dejar de sostenerme entre sus brazos y darme aquellas caricias que me calmaban poco a poco haciendo que mi llanto dejara de escucharse.
-Lo siento- Dije en un susurro –Debo de parecerte patético al estar así-
-No eres patético, solo que has derribado esa barrera con la que te proteges demostrando que quieres cariño, consuelo y protección- Me separe lentamente de él y le mire a los ojos –No me molestaría dártelo, si me dejas quisiera curar tus heridas, cuidarte y protegerte evitando que sufras más-
-¿De qué hablas?- La duda se notaba en mi voz, él sonríe con ternura y acaricia con delicadeza mi mejilla secando el rastro de lágrimas saladas.
-Hablo de que quiero que me des permiso para poder enamorarme libremente de ti-
Mis ojos se abrieron con sorpresa, mi corazón se aceleró de tal manera que pensaba que en cualquier momento se saldría de mi pecho, mi estómago no dejaba de sentir un cosquilleo que me hacía poner nervioso y nuestros rostros tan cerca tampoco ayudaban mucho.
-N-no sé de qué estás hablando- Mi voz temblaba y era más baja de lo normal al mismo tiempo en que mis mejillas iban sintiéndose calientes –Cre-creo que la estupidez de Steven se te está pegando- Reí con nerviosismo.
-No es eso- La mano que tenía sobre mi mejilla descendió hasta llegar a mi cuello con movimientos suaves y lentos -¿Crees en el amor a primera vista?- Sin poder responder con palabras negué con la cabeza –Yo sí creo ¿Sabes por qué?- Volví a negar y sonríe con ternura nuevamente –Porque eso fue lo que me paso contigo- Se acercó a mí y por reflejo cerré los ojos, lo que espere que fuera un beso en los labios termino siendo uno en la frente –Quiero protegerte, quiero cuidarte pero no hare algo que no quieras-
-T-tu ¿Por qué?- Dije mientras abría mis ojos.
-Te lo dije ¿No?, me gustaste desde un principio y no quiero que sufras más- Mira a nuestro alrededor para luego suspirar –Creo que no fue el momento correcto para confesarme- Se sonroja un poco mientras suelta su agarre y sin hacer movimientos bruscos se levanta ayudándome a mí en el proceso –Debería llevarte a casa- Se rasco una mejilla mientras desviaba la mirada y aquel sonrojo seguía en su rostro.
-De acuerdo-
No hablamos nada de camino hacia el estacionamiento ya que ambos nos encontrábamos nerviosos, mis manos estaban temblorosas y no dejaba de sentir mi rostro caliente. Mire de reojo a Andrew justo para que nuestras miradas se encontraran y como dos estúpidos adolescentes nos sobresaltamos desviando las miradas.
Al llegar a la moto sin decir muchas palabras emprendimos camino hacia mi casa en donde no tardamos mucho en llegar, y no por la velocidad en la que maneja Andrew, sino por el poco tráfico que había haciendo más rápido el recorrido. Una vez frente a mi casa mire hacia la ventana y vi las luces de la cocina prendida, pude notar las siluetas de Sofía y de mi madre. Mi cuerpo se tensó y baje de la moto con rigidez, Andrew también se bajó de su vehículo y me miro preocupado.
-¿Vas a estar bien?- Solo suspire y asentí. Le entregue el casco en manos y dando unos pasos hacia mi hogar me detengo y volteo a verle.
-Vas a tener que hacerte responsable de todo lo que causaste en mi- Me miro sin comprender y de nuevo mis mejillas se sintieron calientes –En mi corazón solo existe una persona- Coloque mi mano derecha sobre mi pecho –Esa persona me lastimo de tal manera que luego de un año de su muerte aún sigo sufriendo- Baje mi mirada hacia el césped –Dijiste que no sabías que me había pasado antes y hoy entre todo lo que paso ya tienes que darte la idea, ya conoces mi pasado y conoces el dolor que hay en mi pecho- Levante la mirada encontrándome con aquellos ojos grises penetrantes que no entendían del todo lo que decía –Con todo esto quiero decir que- Hice una pausa buscando las palabras correctas para hablar –Qu-que si puedes sa-sanar mis heridas voy a poder co-corresponderte-
Al terminar de decirlo note que sus ojos se abrían debido a la sorpresa y una pequeña sonrisa se formó en sus labios. Sin dejar que contestara me voltee de nuevo y corrí hasta la entrada de mi casa y al intentar abrir la puerta escuche a lo lejos “No te retractes de lo que dijiste” Seguido del motor de la moto para luego dejar que los ruidos de la noche retumbaran en mis tímpanos.
Cuando por fin pude entrar a mi casa escucho las voces de mi hermana y mi madre desde la cocina, recordando todo lo que me había comentado Cassandra decidí irme a mi habitación y pensar bien las cosas. Mi madre cometió un grave error al engañar a mi padre, eso no se lo perdonare pero es algo que tienen que hablar entre ellos. Si lo hizo una vez, pudo hacerlo otras más ¿Verdad?
Y Sobre Fred ¿Ganaba algo con reclamarle por ello? Fue su culpa separar a su familia pero también es culpa de él por querer tener venganza, al final puede que no le causara dolor a mi madre, pero si me lo causo a mí ¿Eso no podría llamarse un resultado aceptable? ¿O era más un daño colateral?
Una vez en mí cuarto y cansado de las cosas que sucedieron en el día me doy un baño con agua fría para despejar mi mente que se encuentra en un sinfín de pensamientos. Luego de poder calmarme y listo para irme a dormir me doy cuenta que tengo un mensaje en el teléfono, camine hasta la mesita de noche para agarrar el dispositivo móvil y sentarme sobre el borde de la cama.
“Ten una buena noche, espero puedas descansar y estar más tranquilo. La próxima vez que nos veamos empezare a curar tus heridas, así que no te retractes de lo dicho Alan”
Mi rostro y orejas estaban calientes, Andrew estaba hablando muy seriamente sobre el tema y yo actúo como un adolescente estúpido. Dejo caer mi espalda sobre el cómodo colchón y vuelvo a leer el mensaje, sin poder evitarlo una estúpida sonrisa se formó en mí y al darme cuenta de esto me golpee internamente por ello.
-Sera mejor que me duerma ya- Hable con decisión pero al mirar de nuevo la pantalla de mi teléfono me acomode con rapidez dentro de mis sabanas con el corazón a punto de salirse de mi pecho y mi rostro acostumbrándose ya a esa sensación de calor.
Mañana sería un nuevo día, mañana pensaría como hacer de ahora en adelante. Solo espero que mañana no se le ocurra a Andrew aparecer por mi casa. Y con esos últimos pensamientos me termine de ir al mundo de los sueños.