EN BUSCA DE UNA SOLUCIÓN
-miren que tenemos aquí. – Athena se acercó a sus caballeros.- pero si son mis queridos y amados, santos dorados. –
-déjate de halagos y dinos qué diablos le pasó a nuestros compañeros.- hablo Kanon muy molesto.
-sí, porque dos de tus caballeros me acosan de esta manera, dinos qué clase de brujería usaste!- grito afrodita furioso.
-vamos, cálmense, todo esto tiene una explicación y puede que hasta una solución…- Athena se sentó en su trono, tranquilamente.
-¿en serio?- preguntaron todos. Athena solo asintió.
- entonces díganos todo lo que sepa al respecto. – dijo mu muy impaciente.
-pues verán… la culpa de todo este desastre no es mía se los juro.- hablo acongojada y haciéndose la inocente.
-¿así? Entonces quién demonios tiene la culpa de esto.-grito exasperado Kanon.
- simple, el culpable de todo este desastre es…EROS! – grito dramáticamente, todos la miraron confundidos.
-¿Eros?- preguntaron al mismo tiempo.
-sí, fui vilmente estafada por ese horrible y aprovechado dios. – Athena hablaba muy afligida. Sep se quería hacer la víctima en toda esa situación.
-¿cómo que estafada? hable más claro que no le entiendo nada.- Kanon sí que se veía alterado.
- no sería la primera vez…- hablo a lo bajo Camus, Kanon lo fulmino con la mirada.
-pues, verán…yo le pedí a Eros, que me ayudara con ustedes. – todos la miraban atentos y confundidos. - Lo hice porque ustedes me tenían harta con su actitud, todos tratándose en plan de enemigos, como si no supieran que esta es una hermandad, así que en parte todo lo que sucedió fue culpa suya pues ustedes hacían alboroto por nada y la verdad me tenían harta con sus gritos y peleas, fue por eso que creí conveniente traer algo de paz, por eso le pedí ayuda a Eros…-
-¡y se puede saber qué clase de “ayuda” le fue a pedir! -pregunto Aioria igualmente molesto que sus demás compañeros.
-pues…le pedí que los hiciera más….como decirlos… cariñosos y amigables entre ustedes, pero antes de que saquen conclusiones confusas, les diré que mi intención no era que sus compañeros terminaran enamorados de ustedes, si no que llegaran a tratarse como amigos, unos buenos amigos, nada más…-
-¡pero como se atrevió!-mu se veía muy indignado y molesto, había perdido su templanza de corderito manso y pacífico.
- y usted se dice diosa de la sabiduría…- Camus estaba muuuy molesto. Nadie entendía el motivo.
-bueno… puede que me haya equivocado, pero el verdadero culpable de todo este alboroto es Eros, él tiene la culpa de todo, porque él fue el que lanzo las fechas esas para que sus compañeros terminaran así de “cariñosos” con ustedes así que si quieren reclamar algo, vayan a buscar a Eros.- dijo Athena de lo más relajada.
- y se puede saber dónde está ese dios de porquería.- exigió Kanon mientras se remangaba las mangas.
-bueno él está en el olimpo, pero…lamentablemente ustedes no pueden ir allá pues no son dioses, como yo.-dijo Athena con aires de grandeza y superioridad.
-entonces como demonios le vamos a hacer para recla…-Aioria no termino de hablar pues sintió la presencia de Shaka cerca.
-¡demonios ya me encontró!- Aioria se fue a resguardar rápidamente tras su hermano.
-Descuiden…esa puerta es resistente, no podrán pasar…- dijo Athena al ver como sus caballeros, desesperados por esconderse, buscaban resguardo hasta debajo de la alfombra.
-entonces como demonios hacernos para que ese dios venga a dar la cara…- reclamo mu exasperado y nervioso.
-bueno….si mas no recuerdo, Eros acudirá a mi llamado si uso las palabras mágicas, solo denme un momento…- Athena inflo sus pulmones de todo el aire que le fue posible y encendió su cosmos al máximo.
-¡Eros, maldito inútil, ven a dar la cara, a no ser que quieras que vaya al olimpo a patear tu trasero!- todos se cubrieron los oídos pues presentían que se quedarían sordos al escuchar tal grito por parte de su diosa.
-listo…- Athena como si nada volvió a tomas asiento en el trono.
Todos esperaron a que algo pasara, pero nada, todo seguía igual.
-estamos perdidos, perdidos…- gritaba desesperado, Kanon. Mientras se dirigía a una de las ventanas, buscando la manera de escapar. – lo mejor sería dejar el santuario e irnos lejos.-
-no, yo tengo una mejor idea.- hablo Aioros, quien parecía no estar tan desesperado como los demás.- y si les hacemos caso, digo, no sería taaan malo, solo tendríamos que soportar algo de acoso, pero véanle el lado positivo, podemos sacar mucho provecho de la situación, créanme, yo sé lo que les digo, ellos harán todo lo que les pidamos.- Aioros hablaba animado, todo se detuvieron a verle de pies a cabeza, molestos por su comentario.
-solo era una sugerencia, no es para que me miren así.- dijo Aioros al ver la cara de sus compañeros.
-antes de irme quiero decirle que renuncio a ser el patriarca, ahora mismo regresare a Jamil, no pretendo seguir aquí ni un minuto más. - le dijo mu furioso a Athena.
- si yo también renuncio a mi puesto en este lugar, puede darse lo a otro crédulo.-le dijo Aioria.
-pero qué manera de tratar a su diosa es esa.-Athena se puso en pie indignada. – yo que me he sacrificado tanto por ustedes.- hablaba afligida, sus caballeros no le tenían ni un poco de compasión.
-ese cobarde y tonto “dios del amor” tiene la culpa de todo esto, yo también soy una víctima créanme.- decía acongojada.
-¿se puede saber a quién le dices cobarde?- todos al escuchar esa voz, dirigieron su mirada a una de las columnas del templo.
-EROS!!- gritaron al mismo tiempo acercándosele.
-vaya, jamás había sido tan popular.- Eros desapareció, para luego aparecer sentado en el trono del salón.
-se puede saber para qué rayos me llamaste, estaba en medio de un masaje.- decía fastidiado.
-no te hagas el inocente que tú y yo tenemos cosas que solucionar.- Le dijo Athena desafiante.
-si es por lo de tus joyas y tus propiedades, déjame decirte que no pienso regresarte nada, un trato es un trato.- hablo despreocupado.
-no, no solo es eso lo que tenemos que solucionar, sino el hecho de que te hayas atrevido a convertir a la mitad de mis caballeros en colegialas enamoradas.-
-antes de que te mandemos de una patada al olimpo, dinos como demonios le hacemos para volver todo a la normalidad.- dijo afrodita molesto.
-¡sí! o si no, nos las vas a pagar.- hablaba Kanon furioso mientras se le acercaba intimidante.
-vaya, pero que atrevidos son tus caballeros, con razón Athena se ve cada día más vieja y amargada, si yo tuviera que soportarlos estaría igual que ella.- hablo ignorando la mirada asesina que le lanzaba Athena.
-responde de una vez! – grito molesta Athena.
-ya te lo dije, una vez lanzadas la flechas no hay nada que se pueda hacer.-
-tiene que haber algo por hacer, esto no se puede quedar así, así que use la materia gris que tiene en la cabeza y piense en cómo solucionar esto.- dijo Kanon mirándolo furioso.
-pues habría una solución…- dijo pensativo, todos se le quedaron viendo atentos.
-cual!- gritaron exasperados, pues los gritos y patadas en la puerta los ponían nerviosos.
-simple, que su diosa me page una suma igual a la que le pedí la primera vez para yo así poder usar otras 7 flechas y flechar a los que resta flechar, así todos terminaran felices y contentos.- dijo como si nada.
Todos miraban a Eros con caras desencajadas al escuchar tal propuesta.
-qué? no les gusta mi idea, pues fíjense no le veo otra solución a este conflicto. – Athena se le acerco y lo cogió de la camisa para levantarlo de su trono.
-como soy una dama, no me gusta usar la violencia innecesaria, así que voy a olvidar lo que dijiste e hiciste si a cambio me devuelves todas mis joyas y mis propiedades, además de los esclavos, digo de los de bronce. –
-déjame pensarlo…NO.- le respondió a secas, haciendo que lo soltara y volviendo a tomar asiento.
--Aunque…pueda que te devuelva al burro con alas, digo, a tu caballero de Pegaso, es insoportable, descuidado y sobre todo torpe, ya van varios jarrones que me rompe y además el otro día me salió con que quiere que enamore a un caballo con un águila para ver que sale, si una aberración contra la naturaleza o sus parientes.-
-escúchame bien, Eros, si no me devuelves lo que me robaste, iré donde mi papi Zeus y se lo contare tooodo.- le amenazó tajante, Eros solo la miro con media sonrisa.
-dile lo que quieras, hace mucho que Zeus se hartó de tus quejas, por eso ahora prefiere ignorarlas.-
-esta, está bien…tal vez mi papi se haya cansado de complacer mis caprichos, peeeero estoy segura de que le interesará mucho saber quién fue el inútil e imbécil Dios que se atrevió a destrozar todas sus plantas para hacerse un mascarilla para el cutis.-
Eros palideció ante sus palabras.
-no serias capas…-
Athena le sonrió de oreja a oreja.- quieres ver…- entonces Athena volvió a llenar sus pulmones de aire, antes de gritar. Sin embargo Eros fue a taparle la boca.
-está bien, está bien…te devolveré todas tus malditas propiedades además de tus esclavos y tus preciosas joyas, solo mantén la boca cerrada.- hablo Eros molesto, Athena solo se soltó de su agarre para luego arreglarse el pelo.
-bien…me parece muy bien.- Athena volvió a tomar haciendo en su trono tranquila y sonriente.- solo te advierto no quiero ver ningún tipo de cambio en mis propiedades, las quiero tan y como estaban…entendiste? –
Eros la maldijo por dentro.- está bien…ahora si me permites, me retiro.- Eros estaba por retirarse pero los demás caballeros se interpusieron en su camino.
-¡un momento y que hay de nosotros! – Grito molesto Kanon.
- ustedes mismos lo vieron yo hice lo que pude…pero al parecer Eros no miente… y no hay nada que pueda hacer- hablo Athena, tratando de sonar afligida, pues ahora que Eros le había devuelto lo que quería a ella de daba igual si sus caballeros seguían como estaban.
-a no…pues este tipo no va a dejar las cosas así como así.- Kanon al igual que sus demás compañeros se le acercaron.
- Nosotros lo que queremos es que vuelva a la normalidad a los idiotas de nuestros compañeros, ahora mismo.- exigió Kanon. – y no se ira sin darnos una solución satisfactoria, ¿verdad chicos? – todos rodeaban a Eros, quien los miraba fastidiado y molesto, Athena solo sonreía a sus espaldas, esa era una escena muy entretenida para ella.
….
HAWAI
Doko, aduras penas, pudo librarse de las garras de Shion, con la ropa desacomodada y barios chupetones en el cuerpo, se fue corriendo lejos del alcance de su amigo, quien ahora lo buscaba desesperada e insistentemente.
-demonios…esto no está bien.- Doko respiraba agitadamente mientras miraba a sus alrededores para asegurarse que Shion no estuviera cerca. – está bien que sea un adonis y tenga un cuerpo deseable, pero…Shion no puede proponerme el estar con el de esa…manera…somos amigos, de hecho hemos sido amigos por más de 200 años. No…no…- Doko pasó una mano por su frente.
-que voy a hacer…Shion se comporta extraño, el…el jamás antes me había propuesto algo así ni siquiera le interesa los temas amoroso…- supuso a pensar.- de seguro este repentino y drástico cambio se debe a algún tipo de hechizo o brujería…si, Athena debe de saber, sería bueno ir a reclamarle en este instante, pero…si lo hago, entonces Shion volverá a ser el mismo aguafiestas de siempre y puede que me obligue a regresar y a vivir nuevamente esa vida tan rutinaria y aburrida, halla en el santuario…que hago…- Doko entonces diviso un bar frente suyo.
-creo…que tengo que pensar muuuuy bien que es lo que me conviene.- Doko se dirigió hacia el bar.- necesito pensar, solo espero que Shion no me encuentre, je, con lo que odia estos lugares dudo mucho que entre aquí, pero por si las dudas…- Doko busco una posible victima para robarle la ropa y poder mezclarse y confundirse entre los borrachines del bar.
……
-maldita sea! – Shion pateo con todas sus fuerzas un contenedor de basura.- se me escapo…- Shion busco con la mirada hacia los lados.
-no pretendo irme sin encontrarlo, Doko no se va a librar tan fácil de mí, además todavía me falta muuucho por agradecerle.- Shion se puso en busca de Doko. Esperemos no lo encuentre.
….
EN EL SANTUARIO….AFUERA DEL SALON PRINCIPAL
-¡Aioria! Abre la maldita puerta o te juro que ningún dios volverá a revivirte.- Shaka pateaba y golpeaba la puerta insistentemente al igual que el resto de sus compañeros.
-¡maldita sea! Porque demonios se encerraron ahí, que le hacen a MI afrodita.- grito molesto Death, Shura al escucharlo se acercó a él para confrontarlo.
-como que TU afrodita! – lo empujo, Death solo lo miro con media sonrisa.
-admitámoslo español de cuarta, yo soy mejor que tú en muchos sentidos, así que por lo tanto afrodita me preferirá a mí que a ti.-
-claro que no, afrodita jamás te preferiría a un demente empedernido como tú, antes que a mi.- dijo Shura molesto, ambos comenzaron otra pelea por afrodita, cosa que ya era normal para ese entonces.
-Kanon! Esta ahí? Por favor dime algo, necesito saber que estas bien…. ¡Kanon! – Aldebarán cada vez se encontraba más desesperado por entrar. -si te escondes de mi por algo que hice o dije, en verdad lo siento, perdóname, yo te juro que voy a cambiar, yo haría cualquier cosa por ti, por favoooor KANON!-
-¡MU! Sé que estás ahí, vamos sal, no sé porque te esconde de mí…si no hice nada malo.- hablaba milo algo molesto.- es más ya hasta busque una casita para irnos a vivir lejos y dejar este lugar donde nadie entiende nuestro amor!- milo jamás antes había estado tan exaltado nervioso como en ese entonces. - podemos ser una bella y hermosa familia tú, yo y ese niño anormal que tienes por aprendiz, vamos MU! -
-¡Aioros! En verdad empiezo a moléstame, no me hagas cometer una locura, sal de ahí ahora mismo! No tienes por qué esconderte tras Athena si lo único que he hecho ha sido seguirte y complacer todos tus malditos y estúpidos caprichos, no me puedes hacer esto ¡maldita sea! – el aura de saga cada vez se volvía más y más oscura. Los demás se alejaron de el por seguridad.
DENTRO DEL SALON PRINCIPAL
-¡ve, ve lo que ha provocado, estos locos no tienen par y no van a descansar hasta que los aceptemos!- grito mu exasperado.
-no me importa. –dijo desinteresado Eros.
Kanon lo cogió de la hermosa túnica que vestía.-pues le va a importar, si no quiere que su bello y afeminado rostro pierda todo su encanto.- le amenazó. Eros solo le sonrió, para luego desapareces y aparecer detrás de ellos.
-no sean tan patéticos, su ustedes son solo unos simples mortales, no me pueden hacerme daño alguno. Así que si creen que me intimidan están muuuy equivocados- dijo de lo más Eros tranquilo.
Todos lo fulminaron con la mirada, eso era cierto y ellos por más que quisieran no podían contra un dios, por más Eros que fuera.
-pero si será…- Kanon resoplo cansado, la puerta frente suyo ya estaba por irse a bajo.
-es todo.- hablo Aioria.- hermano quiero decirte que te quiero mucho.- le dijo dándole un brazo, luego se dirigió a sus demás compañeros.- fue un gusto pelear a su lado y en cuanto a usted…- Aioria se refería a Eros.- quiero que sepa que lo maldeciré siempre.-
-¡adiós mundo cruel! – afrodita improviso una soga con un mantel de una mesa para después pararse sobre ella y comenzar a buscar donde atar su “soga”.
-antes de que ese toro ose intentar algo conmigo, lo elimino…- Kanon comenzó a buscar algo con que defenderse.
-tengo que abandonar ahora mismo el santuario y tele transportarme a un lugar seguro… seré un fugitivo y traidor pero a quién diablos le importa, huiré muy lejos de aquí a un lugar donde milo me deje en paz…si si…total, kiki ya está muy grandecito como para cuidarse y cuidar de mi puesto…- mu ya planeaba su nueva vida como fugitivo y desertor, lejos de milo y de paso de kiki.
-ustedes no pueden estar hablando enserio…- Athena esta vez miraba todo incrédula y anonadada.
-esperen, esperen se están dando por vencidos así de fácil! –Les grito Camus molesto y alterado a sus demás compañeros.- este dios de porquería no puede dejar las cosas así.- se acercó a Eros. - aunque me cueste la vida usted me va a dar una solución a esto, me oyó.- Camus lo confronto por primera vez, ya había perdido los estribos completamente.
-vaya Camus, cualquiera diría que actúas así porque no quieres que milo siga idiotizado por Mu.- hablo afrodita mirándolo de reojo, mientras trataba de hacer un nudo resistente para su propósito.
-¡si y que! – grito molesto y cansado de ocultar sus sentimientos e interés por que el octavo guardián volviera a amarlo. - estoy muy celoso, no soporto que milo le preste más atención a nadie más que a mí ni tampoco me gusta oírlo hablar de amor de esa manera de alguien más. Milo me pertenece, así ha sido desde que éramos niños y no pienso perderlo por un corderito de cuarta. - Camus ya había perdido su auto control todos sus demás compañeros los lo miraba atentos.
– Y saben que, me vale lo que piensen o digan.- les grito. Para luego dirigirse nuevamente a Eros. - yo no voy a permitir que las cosas se queden así, ¡me oyó!- Camus casi derramaba lágrimas de rabia y dolor.
Eros lo miro atentamente antes de sonreírle.
-está bien…puede que haya otra manera de que vuelvan a la realidad…- dijo sereno, todos lo miraron atentos.
CONTINUARA!!