Trate de respirar correctamente pero, me era casi imposible, mi reciente jefe con el cual comencé a trabajar hace unas horas… el tan reconocido playboy Aomine Daiki, era realmente un hombre con gustos desviados -¿Qué miras tanto? Entrega lo que venias a entregar- me dijo cortando la tensión del momento, -sí, señor- le di los papeles y me marche a mi oficina rápidamente, quería sacar esa imagen y sonidos de mi mente… era un poco repulsivo pensar en dos hombres teniendo sexo, digo, lo normal es que sea con una mujer…. ¿no? Bueno, se supone, que debe de ser de esa forma, mis padres siempre odiaron a los homosexuales, no es que yo lo haga pero, me crié bajo ese pensamiento, por lo que ver algo así me pone nervioso… sobre todo si es mi jefe… es algo increíble pensar en que el gran empresario Aomine sea de ese tipo de hombres…
-Como sea, debo concentrarme…- me dije a mi mismo, para ponerme devuelta a ver otros papeles que se hallaban en mi escritorio, allí encontré una anotación de una cita que tendría el señor Aomine ese mismo día… tuve que ir a recordarle, no quería ir haberlo sería vergonzoso, pero me tuve que guardar mi vergüenza muy adentro de mi he ir a darle esa noticia, me dirigí de forma rápida a su oficina y golpee la puerta no quería ver otra escena de película erótica –Pase- escuche de adentro de su oficina así que pase sin ninguna clase de dificultad o de nervios –Señor…- hice una pausa de casi tres minutos ya que me quede sorprendido al ver al señor Aomine devuelta en su estado normal, elegante, con su traje color negro, con su camisa bien arreglada y de color azul, con su corbata blanquecina, y su perfecta sonrisa, sé que estaba un poco sonrojado lo sentía en mis mejillas y en el calor de mi rostro -¿Qué sucede Tetsuya? – me dijo lo más sereno posible, levantándose de su asiento y caminando hacia mí -A-ah, s-su secretario anterior anoto una cita que tenía para hoy ¿quiere que siga en pie o prefiere cancelarla?- le mire indiferente, pero, sé que algo de lato en mi mis nervios -¿con quién es?- dijo a lo que yo le respondí –Con una tal señorita Satsuki Momoi- esperaba que me dijese que iría pero, me dijo que prefería cancelarla, me sorprendí pero, le obedecí inmediatamente –Bien entonces ahora le llamo y le cancelo señor…- estaba a punto de dejar la oficina cuando escuche que me llamo –Tetsuya, espera un segundo - mi corazón se paralizo unos segundos y luego comenzó a palpitar a mil -¿s-sí, señor?- dije volteándome de manera rápida y asustada –Necesito charlar contigo, así que pasa y cierra esa puerta- cerré la puerta y me acerque a él, pero, solo un poco -Tienes que firmar este contrato, lo que dice es simple, “trabajo a tiempo completo” si estas o no conmigo tu trabajas para mí, estés aquí dentro o no, en pocas palabras “tu tiempo será comprado por mi”…- le mire confundido y asentí con la cabeza, después de todo no me quedaba más que aceptar todo, yo necesito este trabajo, no importa lo que deba hacer, lo necesito, Aomine sonrió y se acercó aún más a mi quedando frente a frente, en teoría ya que él es mucho más alto que yo, acerco su cabeza más y más a mi dejando sus labios a la altura de mis oídos –Prácticamente serás mío- me asuste y me sorprendí un poco, de alguna forma lo esperaba, pero, no respondí por una larga frecuencia de segundos ya que su colonia me había atrapado, era como un afrodisíaco para mí, no sé por qué, pero, así era para mí –Lo sé…- respondí al volver de mis pensamientos, lo dije lo más neutral que pude –Pero… no seré suyo como esos muchachos, si es aquello lo que le gusta- el sonrió de forma engreída y suspiro, eso fue como si yo hubiese dado justo en el clavo. En ese momento pensé que no me sentía realmente atraído a él y que solo era su exceso de hombría lo que me hacía sentir de esta manera, si, lo diré yo estoy en el closet, pero, eso es por mis padres, ellos no aceptan esa clase de relación como mujer con mujer o hombre con hombre, a ellos no les gustan esa clase de cosas, las odian, y yo por lo contrario, … a mí me gustan los hombres siendo hombre… pero, siempre salgo con mujeres para no decepcionar a mis padres, es frustrante pero, no puedo hacer más que esto… aparte al señor Aomine de mi lado y estaba a punto de salir de su oficina pero, él dijo -Vamos, también piensas que te gusta mi forma física…- me sonroje por completo y mire al suelo, dio justo en el clavo él y solo él … -No se equivoca, pero, al contrario de usted yo no estoy interesado en tener ninguna clase de relación con mi jefe, mándeme el contrato por fax, por favor- Salí de su oficina y solo allí, solo en ese momento pude respirar como se debe.
Unas semanas después, al llegar al trabajo ya tenía el contrato en mi escritorio, “Akashi… lo mando a él” pensé inmediatamente… después de leerlo atentamente lo firme, estaba un poco nervioso, tal vez realmente no era lo correcto me sentí como si vendiese mi alma al diablo… -Ya te dignaste a firmarlo Tetsuya- me dijo con una voz completamente sensual, hizo que se me erizaran la piel completa –Señor- dije medio nervioso, Aomine sonrió y dejo salir una pequeña risa burlesca -¿sabes que no debes decir nada de lo que viste u oíste en mi oficina? – me pregunto repentinamente, lo que hizo que me sobre exaltara –Y-ya lo sé señor- camino hasta mi escritorio y se sentó en él, sonrió, esa era una sonrisa seductora, una sonrisa perfecta… de su parte, sé que me sonroje, sobre todo porque él me acaricio desde mi cuello hasta mi mentón, me levanto la cabeza para que lo viera y dijo –Tetsuya, siento que en estos ojos hay muchos secretos ocultos, tan llenos de vida pero tan muertos- mis ojos se abrieron llenos de sorpresa, mi voz no salía, puesto que tenía razón, oculto tantas cosas que he llegado a creer por mi propia cuenta que soy una sombra… comenzó a acercar su rostro al mío, hasta el punto en que sus labios quedaron rosando los míos –Señor… apártese- le dije empujándolo un poco, pero, mi fuerza era inútil, él era mucho más fuerte que yo, suspiro encima de ellos y se apartó –No eres cosa fácil ¿sabes? Podría hacerte lo que quiero, ahora, aquí mismo, pero, no es bueno mantener relaciones amorosas en el trabajo…- le mire indiferente y le dije -¿amorosas? Disculpe eso se aplicaría si usted y yo tuviésemos una relación amorosa pero puesto que solo somos jefe y empleado, solo esta esa relación de trabajo, pero, que usted sienta atracción hacia mí no significa que si en este momento tuviésemos sexo sería algo amoroso, en eso no hay… amor…- le había dejado boquiabierto pero, luego se comenzó a reír para luego decir -¿así que el muchacho tubo una mala experiencia en el amor?- pues sí, lamentablemente, eso había sucedido, me pare de mi asiento molesto y le dije –Tome aquí está el contrato firmado… era por esto que está aquí ¿no? – Me miro y puso su cara de “me das pena” y dijo – saldremos a cenar, así que te espero abajo en mi limusina- al terminar se marchó, junto con su exquisita colonia, allí me di cuenta que realmente era como un niño mimado, esos los cuales se molestan si no consiguen lo que quieren cuando lo quieren.
Al bajar vi esa hermosa limusina de color blanca, en ella se reflejaban todas las luces, pero, rompieron mi encanto cuando me chiflaron para llamar mi atención era Aomine-ven mejor iremos en este auto- así que el príncipe mimado si sabía conducir… -de acuerdo- le dije subiéndome en la parte trasera hasta que él dijo -¿Qué haces? Ven aquí al lado mío- suspire y me senté al lado del asiento del conductor, comenzó a conducir rápidamente y cuando llevábamos media hora de viaje me dirigió la palabra- Eres muy confiado, subir al auto de alguien que no conoces bien…- me reí y le dije- Ya lo creo, bueno pensé “es mi jefe no me raptara”- él se rió, y me miro de reojo… -Dime la verdad ¿Por qué querías entrar a toda costa en mi empresa?- no sabía si debía decirle la verdad, y no se la dije –Motivos personales señor Aomine- le conteste neutral, me miro, pego un pequeño chillido y dijo –No andes con eso o yo mismo descubriré el motivo, decide o me cuentas o lo averiguo yo mismo – negué con la cabeza para luego decirle- averígüelo usted- siempre trataba de ser cortante con él, no quería enamorarme de este tipo, no solo porque era mi jefe si no porque no me aria bien… y porque este hombre no es de los que se enamora… solo le gusta el sexo… -Entendido, eso are… pero, entonces dame algo… a cambio- ¿he? ¿Quiere algo a cambio? –No… es usted quien quiere saber sobre mí, es cosa suya Aomine- se rió fuertemente hasta que par y me dijo –llegamos Tetsuya- era un hotel donde también había un restaurante… era un hotel muy refinado, donde solo con el sueldo de mi vida podría entrar y solo a quedarme un día –Vamos- me dijo abriendo mi puerta y extendiendo su mano para que yo la tomase, cosa que no hice, lo que pareció molestarle y mucho, entramos y me llevo directo al restaurante, donde cenamos algo demasiado caro para mi gusto pero, bueno, eso no importa, debo admitir que cuando me dijo que fuéramos al bar fue mala idea decirle que si…
-Tetsuya ¿te sientes bien? Te ves como si no estuvieses acostumbrado a tomar.
-N-no lo e-estoy, ¿Por qué hay dos jefes? Esto es malo ahora hoy dos niños mimados, ugh… que fastidio.
-Tetsuya… ah… ¿niño mimado? ¿Me ves cómo eso? … ¡idiota!
-¡pero si es… agh!....
-No me digas que quieres… hay no…
Rápidamente me agarro y me llevo al baño, donde me ayudo a no hacer un desastre de mí…
-¿Ya estas mejor?- me pregunto sosteniéndome –S-si… un poco mejor…ese café e ayudo mucho después…de…- no termine la frase ya que me caí al suelo –Eres un desastre, no vuelvo a tomar contigo ¿entendido?- asentí con la cabeza y me pare –Por hoy nos quedaremos aquí Tetsuya…- volví a asentir con la cabeza y entramos en la habitación pero… esa habitación tenía una cama matrimonial… -¿q-que?- dije en voz alta-Lo… ¡lo hizo apropósito!- le grite pero el negó con su mirada y manos mi acusación-No le cre…o- para cuando quise acordarme ya estaba acostado en esa cama, abrí mis ojos y él no se encontraba allí sino que se estaba bañando… pensé que era mi oportunidad de irme pero no encontraba mis zapatos y justamente salió cuando yo los encontré -con que planeas irte ¿he?- escuche a mi espalda, gire la cabeza y le vi casi completamente desnudo, el solo tenía una toalla enrollada en su cintura –S-señor… - le dije sonrojándome por completo-¡vístase, se resfriara!- no lo dije exactamente porque me preocupara por su salud, lo dije porque me parecía tan atractivo, con lo poco que le estuve mirando alcance a ver sus tan formados músculos y su sexy cuerpo, para ser un hombre me sentí tan atraído por su físico…
Él se rio y comenzó a acercarse a mí -¿te gusta algo de lo que ves?- ¿es eso una insinuación? … no puedo creerlo… realmente este jefe es algo, muy pervertido… estaba tan nervioso… -Y-yo… n-no… - me tomo del mentón y con su otra mano me agarro de mi cintura, me junto con su cuerpo, desnudo, mojado y sexy, hizo que mi corazón palpitara tanto que llegue a pensar que me desmayaría –S-señor… d-déjese de b-bromas , p-por favor- trate de apartarme de él pero, mi intento fue inútil, me estaba excitando jamás me habían querido seducir, no de esta manera y menos un hombre, cuando quise darme cuenta, sus labios y los míos estaban pegados, su lengua invadía mi boca y jugaba con la mía, exploraba cada lugar del interior de la misma, me sentía tan caliente, sobre todo cuando comenzó a bajar con su mano por mi pierna, tomo fuertemente mi muslo y me obligo a subir la pierna, entendí el mensaje rápidamente por lo tanto subí la otra, atrapándolo con ambas piernas , sentí su erección clavándose en mi trasero lo que me hizo sonrojar, mucho, tanto como para sentir mi cuerpo completamente acalorado, desprendió sus labios de los míos para comenzar a besar mi cuello, se detuvo y me susurro en el oído “tu ropa estorba”, lamio mi oreja y de paso en paso me tiro en la cama, se posesiono sobre mí y metió sus manos bajo mi camisa que ya estaba un poco desprendida , cada vez me sentía más y más acalorado por la excitación –¡Ah…!- gemí por primera vez, ya que estaba jugando con mis pezones, no podía respirar del todo bien, él no me lo permitía… -S-señor Aomine… p-pare… le dije… q-que no quería esto- me miro y se rio de mí, se acercó a mis oído y dijo –Ya es tarde, despertaste a mis deseos, es hora de que salgas del closet ¿no crees? Siente el placer y gime para tu amo y señor- me excite aún más… realmente me estaba gustando –Y-yo solo… quiero ser su secretario- dije lo más serio que pude, el me miro y me dijo –Cállate- me beso y volvió con su rutina de besos, no podía aguantar tanto placer, pero sabía que yo era su juguete y que no pararía hasta aburrirse…
Me desprendió la camisa de forma sensual e hizo un camino de besos hasta llegar a la hebilla de mi pantalón la cal desprendió rápidamente, me saco toda la ropa inferior dejándome solo la camisa desprendida –Hermoso- dijo tomándome de las piernas para luego abrirlas, se detuvo unos segundos, para darse vuelta y sacar de la mesa de luz algo lo cual no sé qué era, lo abrió y lo puso en su mano era algo como una crema, cuando vi adonde se dirigían tres de sus dedos comprendí de que se trataba, comenzó a mover sus tres dedos dentro de mí lo cual me daba una sensación de entumecimiento y mucho, mucho dolor, pensé que me partiría -¡Hay! ¡s-señor Aomi…!- no me dejo terminar lo que iba a decir que me beso apasionadamente para luego decirme –Solo dime Aomine- me quede mirándolo, mientras que metía y sacaba sus dedos -¿duele?- pregunto –M-mucho… s-se… digo Aomine, p-por favor… pare… digo…para- mis ojos estaban llenos de lágrimas, me dolía muchísimo , hizo un movimiento que me hizo gritar de dolor -¡Ah!- lo cual logro que me aferrara a el -¡duele, m-mucho A-Aomine!- le grite mientras rasguñaba su espalda con mis uñas –Tranquilízate dejara de doler pronto…- me respondió besando mi cuello dejando chupetones en el -¡ah…!- gemí desgarradamente –N-no lo creo… d-duele mucho…- me comenzó a besar lo cual hizo que me olvidara un poco de ese infernal dolor en mis caderas, paso como más de veinte minutos y yo ya no gritaba de dolor, gemía de placer, aferrándome a Aomine con mis ambas manos, recorriendo su amplia espalda, retorciéndome de placer en esa cama ancha y cubierta con su aroma… una vez que saco sus manos de mi interior me estiro los brazos hacia arriba y los sostuvo poniendo su mano en mis muñecas, todo esto para besarme todo el cuerpo, al soltarme se sacó la toalla y dejo expuesto su gran miembro el cual no estaba avergonzado de mostrarse erecto –E-es enorme- dije sin pensar en voz alta, Aomine me escucho se rio y por lo cual también agrego como comentario –espera unos segundos y sentirás el gran placer que te dará- me ruborice tanto pensé que debía de verme como un tomate –A-Aomine…- dije tratando de que se me pasara la vergüenza –Haha es la verdad, tus ojos me demuestran que crees en ello- como siempre tan creído… me miro a los ojos y sin decir ni a me penetro, fue tan agonizante, otra vez ese agudo dolor, que me hacía quedar sin aire…
Entraba y salía, entraba, salía, ese era el movimiento inicial pero, luego empezó a hacerlo más y más fuerte causándome mucho placer -¡Ah! ¡Ngh! ¡Aomine ¡ ¡por favor, hazlo más fuerte!- le suplique pero, él solo lo hacía por su propio placer –Tetsuya, ah… - gimió con voz ronca al lado de mi oído para luego morderlo , me excite tanto que le tome la mano para dirigirla hacia mi pene –M-mastúrbame… ¡por favor!- sentía que iba a explotar en cualquier momento, sonrió, me beso y continuo a eso comenzó a masturbarme, era tan exquisito -¡Ah!... –
“Eres mío, ahora eres completamente mío” susurro a mi oído, me cogía tan rápido y tan placenteramente, estábamos tan excitados que puedo asegurar que parecíamos animales en celo -¿Y que no querías ser mío? Eres un mentiroso Tetsuya…- comenzó a lamer mis pezones ayudándome a llegar al clímax, era tan embriagador, cuando menos nos dimos cuenta yo termine manchando su abdomen y él termino dentro mío.
Yo, no sabía qué hacer, me había acostado con mi jefe, a pesar de que Aomine al salir de adentro mío cayo agotado al lado mío, yo solo podía pensar que había cometido el mismo error que antes, tener un tipo de relación con mi jefe… si bien con el anterior no fue de esta forma si fue amorosa… me sentí tan estúpido porque esto no debía haber sucedido… finalmente me quede dormido entre sus brazos…