Pov Gumball
Desde esa noche no deje de buscar al culpable, no podía dejar que atacara a alguien más o me siguiera atacando a mí, tenía que buscar culpables, pero era imposible nadie a parte de la Reina Helada, tendría razón de violarme, pero si era un “El” y no un “Ella” entonces la Reina Helada no podía ser, ¿Quién podría ser el culpable? Ni aunque pudiera tener una lista inmensa de sospechosos no podría atrapar al correcto, sería imposible que yo lograra encontrarlo, asique llame a la señora cerveza de raíz para que con los banana guardias encontraran sospechosos.
Ya era de tarde y no había salido del laboratorio tratando de encontrar la manera de resolver quien era ese tipo, obvio pensaran que la manera más fácil es esperar a que aparezca en mi cuarto, seducirlo y quitarle la máscara, pero el podría descubrir mi plan y volverme a cubrir con anestesia, además yo no sé seducir a la gente (No me digas ¬¬), seguí tratando de averiguar y aun no recibía novedades de cerveza de raíz o de mis banana guardias, ya estaba como la vez que esperaba a posibles esposas y solo una dio su vida para salir con una copia mía en robótica.
Ya era de noche y Mentita, la mucama, estaba muy preocupada por mí por no haber socializado todo el dia, pero, aun así esperaba que yo saliera, en la investigación también mande a Fionna y Cake a que convencieran a la Reina Helada a que diera una pista por si acaso ella armo todo esto, pero aun no recibía novedades de nadie, estaba a punto de enloquecer pero en mis intentos de encontrar la manera de encontrar al sospechoso, me sentí cansado y caí encima de la mesa de experimentos y concilie el sueño sin previo aviso.
Más tarde sentí un escalofrió lo cual me levanto algo agitado por el miedo, vi por todas partes pero no encontré nada otra vez, me levante de la silla me estire y seguí pensando en una forma de atrapar al sospechoso, otra vez el escalofrió raro, voltee y no vi nada, pero recordé que eso sentí cuando apareció el violador detrás de mí, me asuste y trate de salir del laboratorio, pero antes de cruzar la puerta, el violador cerró la puerta con seguro y me acorralo en la pared, obvio estaba aterrado, me violaría otra vez era obvio que lo haría.
-¿Me extrañaste Gumball? –Me miraba con esa cara de pervertido que tenía, ¡Pero qué asco!
-…- Claro que no, ¡Vete! Era lo que quería responderle.
-Lo tomare como un si –Sonrió otra vez el desgraciado, yo obvio que me enoje pero no podía enfrentarlo, él era más fuerte que yo -¿Sabes? Ayer no estuve totalmente satisfecho, sin escuchar tus gemido no había razón para seguir viniendo –Por favor, por Gloob di que no me molestaras más –Asique decidí que no usare anestesia, prefiero verte consiente –Destino cruel, ¿Por qué me haces esto?
Yo asustado me altere y salí de su agarre dirigiéndome a la puerta - ¡No! ¡Déjame en paz! ¡Vete! –Corrí a la puerta, quite el seguro y me dirigí a mi cuarto.
En el transcurso, corrí lo más que pude y me percate si el me perseguía, y si me estaba persiguiendo, trate de perderlo de vista en el castillo, pero me era imposible, es como si el supiera cada camino que voy a tomar, cada decisión, en donde me encontraría, me estaba volviendo loco, al llegar a la sala del trono choque con mentita y ella me detuvo antes de que me escapara de nuevo.
-Señor ¿Se encuentra bien? –Lo decía con cierta preocupación.
-¡Me está persiguiendo ese loco! –Señale a la entrada a la sala del trono y no había nadie - ¿A dónde se fue?
Mentita me mira preocupada, más de lo normal – Debe estar alucinando mi señor, debería ir a dormir ¿No cree?
-¿Eh? Sí, creo que sí debería dormir un poco – Me dirigí a mi cuarto algo preocupado agarrándome la cabeza.
¿Cómo pudo desaparecer? Es imposible que haya sabido que Mentita estaría ahí, al menos que se memorizara los turnos de la noche de todas las mucamas, creo que me estoy volviendo loco por no dormir bien y tal vez solo lo imagine, tal vez dormir me haga recuperar la conciencia y así pueda preguntarle a Fionna y Cake si descubrieron algo, aunque lo dudo ya que la Reina Helada no sedería a menos que un príncipe le diera una cita.
Llegue a mi cuarto y me prepare para dormir, me acosté y trate de conciliar el sueño… Pero me era imposible, sentía que alguien me estaba observando, pero otra vez no vi a nadie, por Gloob esto me es muy familiar, pero hablando enserio, sentía otra vez ese escalofrió, señal de que el vendría, ¿Por qué no me dejan dormir aunque sea una vez sin ser acosado o violado? Esto es demasiado mundo y lo sabes, decidí tratar de ignorarlo pero antes de eso el me abrazo por atrás, en la cama, decidí no moverme y fingir que estaba dormido.
-Eres muy malo fingiendo ¿Sabes Gumball? -¡Me cago en la /=%·$$·%!
-…- Decidí otra vez no responder.
-No importa que no me respondas, eres muy lindo así – Tenia que nacer de dulce, porque no mejor nacer de madera, no tenía que ser dulce – Aun quiero más de ti - ¿Por qué mundo porque?
-No quiero –O si claro, con eso me dejara ir, no pude decir algo mejor.
-Si quieres y te lo voy a probar – Bajo sus manos por mi ropa interior y me toco mi pene, esa sensación se sentía muy rara, hacía que mi cuerpo se sintiera raro, sentía como temblaba y como sentía un escalofrió al tener los cachetes rojos, era horrible -¿Verdad que te gusta perra? – Lo apretó más y esta vez sí que di un gran gemido.
-Aaaaaahhh… Déjame… - Me tapo la boca con un pañuelo, y esta vez no le puso anestesia ¿Por qué no le pusiste anestesia porque? Me preguntaba ya que sin ella me dolería mucho más.
En mi mente decía –Ignóralo y se ira- Y que creen, fue peor, sentía el dolor cuando me masturbaba mi pene, al chuparlo y morderlo, no podía soportarlo, yo gemía de dolor no de placer, eso dolía mucho. Cada segundo que pasaba dejándolo masturbarme más sentía que iba a explotar, por alguna razón, sentía un cosquilleo cuando él lo hacía, no sé qué era pero no podía pensarlo ya que sentía dolor cada vez que me masturbaba, paso su tiempo conmigo masturbándome y besándome hasta que me quedara sin aire, hasta que en un punto me puse mega nervioso, me pidió que engullera su pene, yo estaba rojo, yo no quería. De un momento a otro estaba amarrado en mi cama y el encima de mi pecho con su pene descubierto.
-Vamos… Lámelo… -Me lo susurraba muy seductoramente y me daba miedo, asique me negué – Lámelo ¡Ahora! –Trato de meterlo en mi boca a la fuerza, pero yo me resistía – Si no quieres morir más vale ¡QUE HABRAS LA MALDITA BOCA! – Eso me puso los pelos de punta, sabía que él era más fuerte, asique podía matarme fácilmente estrangulándome, asique cedí ante él y abrí la boca permitiendo que el metiera su pene en ella – Ah… Bien, ahora lamela… - Cumplí sus órdenes y empecé a lamerlo y engullirlo, me sentía horrible… Pero, se sentía algo bien… ¡No! Esto está mal, debo tratar de irme – Ahí si… Lámelo como aun caramelo… Ah… Ah… -Era ahora o nunca, mi plan para escapar era morderlo y mientras se retorcía de dolor soltarme y escapar, y mientras leían esto yo lo estaba haciendo -¡Ah! ¡Maldito! –Se cayó de encima mío y me solté de las cuerdas escapando hacia la puerta pero la puerta estaba con seguro y no podía huir, el volvió a tomarme a la fuerza y me puso encima de la cama de nuevo.
-Con que tratas de huir ¿Eh? Pues… -Se detuvo repentinamente lo cual me impresiono y simplemente se levantó, se puso su pantalón y se dirigió a la ventana.
-¿A dónde vas? ¿Qui-quién eres? –Lo decía con ciertos nervios pero me dedique a parecer valiente, cosa que ni funciono.
El me volteo a ver y me dijo desde la ventana – Si quieres saber quién soy, busca entre tus conocidos o amigos, el que sabe de ti más que nadie es el culpable, pero ten cuidado al elegirlo, puedes tomar una mala decisión, al hacerlo no solo te acosare a ti, sino a alguien más –Con eso se fue por la ventana desapareciendo totalmente, bueno, tengo una pista o al menos eso parecía, pero ahora que la tengo puedo saber aunque sea quien puede ser el violador, es un comienzo.
Pov Marshall
Me dirigía a mi casa a la velocidad de la luz, al llegar me recosté en el sofá muy exhausto, pero al menos tenia a mi linda Schwabelle para hacerme compañía, ella era mi pequeña amiga de cuatro patas, la levante poniéndola en mi regazo y la acaricie, mientras la veía me quitaba la bata negra que llevaba.
-Bien, todo sale con respecto al plan, no sospecha nada de que soy yo –La mire con una enorme sonrisa –Cuando lo descubra ¿Crees que me odie?
-Meuu –Lo tome como un “No se” ya que yo tampoco sabía, pero creo que si me tomara rencor por esto, pero todo sea por tratar de tenerlo aunque sea algunas noches más.
-Tal vez continuar con esto no me perjudique – ¿O tal vez si?
Se lo que estarán pensando que paso con mi plan de ser amable con Gumball, bueno, digamos que pensaba sorprenderlo en su castillo, pero por estar tan lindo no pude resistirme y lo viole, y ya se seguramente dirán que debería decirle que soy yo, pero, si lo hago no me querrá, pero si sigo lo tendré otras noches más hasta que me descubra, todos ganamos, al menos eso creo, de todas formas, ¿Qué es lo peor que podría pasar?