Capítulo 02
Momento para recordar
-Un paso dos pasos tres pasos…-Se alguien me escuchara creería que estoy loca sonrió no estoy muy lejos de aquello. Que me llevo a tan lamentable estado quien más que tu mi dulce verdugo amado amante no haz vuelto desde aquella bofetada que te di cuantos días ya fueron dos tres cuatro semanas.
-Un mes…-susurro con una copa en manos lo confieso te extraño me ahogo en alcohol solo así veo un leve fantasma de tu silueta, mi voz suena en cada lúgubre lugar de este departamento. El cuarto me huele a ti cada maldita esquina me tortura.
Prometí no llorar pero diablos lo haces tan difícil sin tu cuerpo aquí, pero si tus estúpidos recuerdos donde se suponía seria eternamente feliz. Termino mi paciencia si no vuelves te buscare, me humillare deseo más; una migaja que nada soy tan fácil de doblegar, recuesto mi cabeza en la puerta esperando que entres, no lo haces aprieto las manos rompiendo la copa de cristal.
¿Alguna vez me amaste solo a mí? me pregunto seriamente ¿siempre existió el?, el ardor de mi sangre dictamina mi miseria quiero verte más y más cierro los ojos calmando la lluvia de sentimientos insertados en mi mente que luchan por salir.
¿Cuándo te perdí? O ¿acaso nunca te tuve? La cámara de mi cerebro recuenta los segundos minutos y horas vividas a tu lado fueron hermosos y odiosos al mismo tiempo.
Te conocí en el momento más triste de tu vida habías perdido a tus padres en un accidente, el hospital podría decirse fue nuestro escenario de amor. Vi en tus ojos tanto dolor, yo por mi parte solo fui para visitar a una amiga y de paso me tome el tiempo de curiosear me daba igual todo, mis padres me abandonaron cuando era bebé crecí en un orfanato nadie decidió adoptarme por mi inteligencia me volví empresaria.
-Si quieres llorar hazlo…-No sé porque lo hice de la manera más fría sin querer lo dije acercándome a ti, tu mirada por milésimos de segundos se dirigió a mi allí supe todo lo perdido cobraba vida entre tus pupilas de cielo, negándome ese paraíso agachaste la mirada mordiéndote el labio inferior.
-Mis padres ellos se fueron…-Escuchar aquella voz de adonis hiso temblar mis rodillas no quería que te dirías cuenta del impacto causado por tu belleza mantuve silencio esperando que siguieras.
-No me queda nada más que una empresa a punto de ir a la quiebra y un corazón roto, vienes y dices llora si quieres llorar acaso te importa lo que siento…-Esos ojos cielos con un rayo de furia me confundían, por mero reflejo acorte la distancia juntando mi frente con la tuya.
-No me importa pero quisiera que me importase, puedes llorar si quieres ahora pues tu dolor será mi dolor…-Carecía de sentido lo que decía o hacia el impulso me llevo a esto, no pensaba detenerme algo me llevaba a él, las primeras gotas fueron saladas seguidas de muchas más sus brazos envolvieron mi espalda copiando el mismo paso lo hice yo, el apretón más cálido que sintió mi corazón fue de él.
No sé cuándo tiempo paso él llorando entre mis hombros abrazados en una pálida habitación de hospital, al sentir que se calmaba su sonrisa me desquebrajo, la sonrisa más hermosa jamás vista por mis ojos acaricio mi rosto entiendo que era su forma de decir gracias.
Desde ese momento nos volvimos amigos los mejores, yo conocía todo de él lo ayude a salvar su empresa conmigo él era feliz creía pues me mentía.
Naruto mis labios no paraban de repetir su nombre, ya cansada de pensarlo quererlo sentirlo me arme de valor una mañana en su oficina, me acerque a su escritorio y sin más le plante un beso de inmediato me correspondió, no puedo negar que estaba en las nubes mi amor parecía correspondido.
-Te amo Gemma…-me sonroje por su declaración y lo abrace eufórica por primera vez en mi vida sentía emociones pues criada dentro de una burbuja de orfanato salir afuera me daba pánico sola me transforme en alguien fría reservada y cuidadosa para no ser lastima. Pero de las redes del amor no puedes huir, y ahora me encontraba enamorada locamente enamorada de Naruto mi mejor amigo y futuro nov….
-Pero hay algo que debes saber…-Lo mire sin entender me decía te amo pero, que es ese maldito pero sabe que no me gusta los rodeos, la mirada seria que tenía Naruto en esos momentos me detuvo y lo dege continuar.
-Me gustan los hombre…-Deje de respirar una sonrisa retorcida apareció en mi rostro, sacudí mi cabeza queriendo procesar algo que no entendía ni deseaba entender asustada me separe unos pasos de él, aquellos ojos cielo que tanto amo se comenzaban a ver borroso mi vista empezaba a dificultarse.
-Explícame Naruto maldita sea bromeas verdad?…-Si eso es todo los días bromea es alegre debe ser eso hoy amaneció con ganas de vacilarme, no sonrió y eso mato mis esperanzas.
-Lo siento Gemma, pero es la verdad me gustan los hombres no bromeo, y además estoy enamorado de un hombre…-Respire profundamente, cuando pronunciaste eso con tanta seriedad un poco de anhelo y podría decirse de amor, transforme mi rostro en una máscara no dejaría que me veas así tan destruida por tus palabras primero correspondida pero ahora solo era un insecto rechazado.
-ok mmm bueno ya debo ir….-Gire mis pasos a la salida, no dejaste que escape me atrapaste abrazándome de espaldas, quemaba el tacto que hace segundos disfrutaba.
-Te amo Gemma…-Cerca de mi ojera lo susurraste con sensualidad, diablos a que jugabas apreté los puños dispuesta a cualquier cosa, que no amabas a un hombre, no tenía nada en contra de los chicos enamorados de otros pero dolía mierda cuando a quien amas ama a otro.
-A que juegas Naruto, no que lo amas a ese bastardo sepa quien es, podrías soltarme o si no te partiré la cara porque a este circo no entro yo…-Contuve toda fuerza confiando en que lo entenderías mas no fue así, me diste la vuelta rostro con rostro a nulo centímetros me besaste y Dios sentí morir de impotencia me convertí en tu muñeca, sin una palabra más deje de pensar, la ropa estorbaba, entregándome a ti en cuerpo allí en tu maldita oficina escondiendo los gemidos que brotaban de tu garganta y la mía. Allí lo supe el título de amante me quedaba bien.
-Los amo a los dos…-Después del sexo escuchar aquello dejo un sabor amargo en mis labios, solo sonreí no te demostraría cuánto daño causaba eso en mí ya de por si negro corazón, empecé a acomodar mi ropa y tú la tuya.
-Si me amas, en frente de mí no hables de él hazme el favor…-Te mire seriamente y entendiste el mensaje respire profundamente me dirigí hasta la puerta no sabía que decir más, pero al tocar el pomo de la cerradura casi gritaste.
-No quiero perderte, no te iras de mi lado después de esto verdad…-Puede alguien ser tan idiota yo creo que no, apreté el pomo sin volver mi mirada a la suya respondí.
-Me gusta eres un buen amante…-Pronuncie sinceramente y por fin Salí, cerré la puerta tras de mí, pinte una sonrisa vacía en mis labios y seguí mi camino hasta llegar a las afueras mis piernas temblaban cabe mi propia tumba lo sabía pero tenía un buen sabor ser amada con migajas.
Desde ese día me volví tu amante no llegaste a pronunciar muchas cosas de él en ese sentido te lo agradecía supe quién era mi enemigo por una foto que encontré un día en tu habitación, lo adiaba tanto pues él tenía la mitad de tu corazón recibiendo migajas como yo. Porque simplemente no acabo con esto yo misma, es enfermizo solo daña más y más, no encuentro una respuesta clara o si la tengo no me gusta como es.
Sumergía como me hallaba no me di cuenta de los golpes en mi puerta hasta que fueron demasiados fuertes para mi gusto, muy molesta decidí abrir por unos minutos creí eras tú mi amado, grande fue mi sorpresa al encontrarme.
-Se te perdió algo….-Solté con rabia, era él maldito amante de mi amante frente mío que buscaba aquí.
Continuara….