Al entrar en la tienda Shun ya lo espera y no hacen falta palabras enseguida unen sus labios, ambos saben que es peligroso si los cachan será un problema y muy grande pero la sensación de peligro más que asustarlos parece excitarlos. Tatsuya dirige sus manos por el torso del de menor estatura y acaricia los pezones por sobre la tela, quita la playera tan estorbosa y se sorprende al ver que Shun también busca deshacerse de sus prendas, pronto ambos están desnudos, las caricias, los besos, Tatsuya hunde su cara entre los muslos contrario y degusta con fervor chupa con mimo y luego va a por el miembro de su acompañante, le da besos, lo lame, pasea su lengua por el glande y luego lo engulle por completo en su boca para dar paso a una maestra felación.
Shun acaricia sus cabellos y muere por correrse en aquella boca pero aún es pronto para eso, separa a Tatsuya y lo empuja quedando encima de él rozando su entrada reiteradamente contra el miembro erecto de Himuro, esta sobre excitado más con el buen dotado miembro que tiene Tatsuya la va doler como si fuese virgen, Shun lame los pezones contrarios y pronto siente las manos del mayor masajear sus nalgas.
-Qué lindo culito tienes Shun –
Shun vuelve a frotarlo una vez más para luego empalarse el solo, es un gran reto para ambos mantener esas lindas boquitas cerradas, soltar un grito o un gemido no sería bueno, en seguidas empiezan las embestidas Shun controla el ritmo estando arriba pero para Tatsuya no es suficiente lo toma y lo recuesta bajo el para continuar al ritmo que le gusta y por la expresión del otro, también disfruta, toma sus labios y Shun los recibe gustoso, abre más sus piernas y pasea sus manos por la espalda bien tonificada de Tatsuya dejando marcas con sus uñas, no han parado de besarse es la mejor forma de hacer que los gemidos no salgan, calor mucho calor, afuera hace un frio tremendo pero dentro de esa tienda bien podrían asarse, Tatsuya siente que llegara a su límite y por cómo se contrae la entrada de Shun puede adivinar que tampoco falta mucho para él, sale por completo de ese maravilloso cuerpo sorprendiendo al otro para luego voltearlo y ponerlo en cuatro, parecen comunicarse con la mente, Shun ha intuido lo que Tatsuya quiere y ha levantado su trasero para darle total acceso y no tarda en sentir como es nuevamente penetrado de manera más salvaje y ahora más profundo, rápido, certero, fuerte, Shun puede llegar a una sola conclusión: Himuro Tatsuya es una maquina en la cama.
Una, dos, tres, embestidas más y Shun se corre apretando su entrada haciendo que Tatsuya acelere su ritmo hasta llegar a su orgasmo y correrse dentro de Shun, eso ha sido muy muy bueno, y no le molestaría repetirlo.
No hay palabras solo se recuestan y no pasa mucho para que se abracen, no es en sí una muestra de cariño más bien una estrategia para no morir congelados.
A las cinco de la mañana Tatsuya es despertado por el infernal sonido de su celular, es Kagami preguntando por su hija, y solo después de asegurarle que está bien y que es demasiado temprano en Japón como para ir y despertarla cuelga.
-¿Todo bien? – Shun ha despertado con el sonido del celular
-Si solo eres Taiga preguntando por Emi –
-Oh ya veo – Shun intenta sentarse y trata de disimular una mueca de dolor – Diablos Himuro fuiste una bestia anoche casi me partes en dos.
Tatsuya abre los ojos con desmesura, ese chico no tiene pudor alguno, lo que es bueno porque el tampoco.
-Bueno si no te hubieras empalado en mí yo hubiera podido mantener el autocontrol –
-Bueno es obvio que lo que menos quería era autocontrol –
-Cierto, es una lástima ayer no pude escucharte claramente, espero repetirlo para escuchar tu voz como se debe –
Shun se sonroja y le avienta una playera pero también sonríe y murmura
-Cuando gustes –
Se visten y cuando dan las ocho salen a despertar a los niños. Desayunan y van a caminar, recolectan frutas y hierbas, los profesores se encargan de decirles que planta es y para qué sirve cada una al igual les indica cuales son venenosas y los efectos que pueden tener si las tocan o las comen.
Tatsuya ha estado al tanto de todos, en especial de Shiro, el niño le ha regalado un hermoso mirasol lila a Emi y se lo ha colocado con coquetería en su cabello diciéndole que se ve linda, le niña solo ha sonreído con un leve sonrojo, tiene ganas de ir a decirle de todo menos lindo, luego recuerda que él se tiró a su mamá y se le pasa.
Comen y ya es tiempo de regresar, recogen todo y suben al bus, esta vez Emi se ha ido con Mei y suspira aliviado de que no esté cerca de Shiro, Ryuuji y Seiji van juntos y Shiro ha decidido sentarse con Kazuki, Saito va con uno de los profesores tiene el ceño fruncido y el mayor lo reprende por haber hecho alguna travesura.
Como fue de ida, Shun y Tatsuya se van juntos hablan un poco intercambian números y luego Shun cae dormido, no le extraña casi no ha dormido y con toda la actividad de la noche y la mañana seguro está agotado, Tatsuya siente una mirada acusadora y no se sorprende al ver que es de Shiro, ese pequeño demonio primero le coquetea a su sobrina y ahora lo acusa con la mirada por coquetear con su madre ¡qué le den!
Llegan a la escuela como a eso de las seis cuando el sol comienza a ponerse, los niños bajan un poco adormilados pero parecen revitalizarse al ver a sus padres esperándolos, los gemelos corren hacia la limosina que los espera pero antes le dan un gran abrazo a su Tío y a Emi, Tatsuya no se sorprende de ver que dentro de la limo los espera Seijuuro quien solo levanta la mano en forma de saludo y el corresponde, a su lado llega Mei y con un enorme abrazo se despide de Emi y luego para su sorpresa también lo abraza y corre con su padre, Aomine Daiki la espera junto con un pequeño niño moreno de cabellos y ojos azules, la viva copia de su papá.
Kazuki también se despide de ellos al igual que los otros sus padres lo esperan, Saito solo les hace una señal con la mano a forma de despedida y se va con Hanamiya Makoto, quien también se despide de Tatsuya con una sonrisa se conocen de la universidad y son buenos amigos aparte el esposo de Makoto trabaja con Taiga; llega un auto y de él sale el mismo tipo de lentes que antes ha dejado a Shun y observa como este le ayuda a meter las cosas en el portaequipaje, antes de irse Shun y Shiro se acercan a despedirse, Emi le da un abrazo a su amigo y el pequeño diablillo le revuelve el cabello haciéndola sonrojar, pero no tiene tiempo de enojarse cuando siente los labios de Shun en su mejilla ¡Que ganas de tomar sus labios!
Ya después de que Emi termina de despedirse del resto de sus amigas se van, en el auto Emi va muy callada demasiado, así que Tatsuya se arriesga a preguntar
-¿Pasa algo? –
-Tío puedo preguntarte cualquier cosa ¿verdad? –
-Por supuesto, que quieres saber –
-¿Qué hay entre tu e Izuki-san? –
Pregunta difícil, Tatsuya la mira un segundo y vuelve su vista al camino.
-Pues de momento nada, aunque si me gustaría que pasara algo ¿Por qué? ¿Te molesta? –
-No, en absoluto, ¿Por qué no te declaraste? –
Emi y sus preguntas piensa Tatsuya antes de responder.
-Porque somos adultos y las cosas son más complicadas, no sé qué sienta Shun al respecto y Shiro también puede que le desagrade la idea –
-ahh Ya veo –
-¿Qué me dices de tu y Shiro? Vi cuando te regalo la flor –
Emi tomo la flor entre sus manos y sonrió con dulzura
-Hyuga-kun y yo somos amigos ya te lo había dicho –
-Ajá y yo tengo cuatro ojos –
Emi se sonrojo y Tatsuya soltó una carcajada su sobrina era de lo más tierno, le dolía saber que tal vez ese niño le guste, pero ya se encargaría de hacerle alguna maldad a Shiro y si lo pensaba posiblemente el niño también estaba en su derecho de hacerle maldades a él, después de todo quería con su madre.
Llegaron al departamento y tras jugar con la consola un rato Emi se ducho y fue directo a la cama, Tatsuya aún tenía trabajo que hacer para mañana no llegar cargado a la oficina.
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Sin saberlo Shun tenía una charla similar, dentro del auto Shiro le contaba a su padre lo bien que se la paso en el campamento. Hasta que por una pregunta de Shiro el buen ambiente paso a total tensión.
-Mamá ¿Qué hay entre Himuro y tú? –
La pregunta lo dejo helado, quien diría que su pequeño lo mencionaría justo enfrente de su padre.
-Nada –
-Mentiroso, si yo vi cómo te beso y luego como se metió en tu tienda, seguro ahí se volvieron a besar –
Las mejillas de Shun se encendieron a más no poder. Quería que la tierra se lo tragara.
-¿No le responderás a Shiro, Shun? –
-Junpei no te metas –
-Aun no respondes Mamá –
-ya lo hice, no hay nada entre nosotros y si algo pasara ¿de verdad crees que es justo reclamármelo? –
Shiro se queda callado al igual que su padre, no sabe que decir es consciente de que recriminarle a su madre tener novio no es lo correcto no cuando acepta que su padre tenga otra esposa y otra hija, es injusto pero….
-Si sales con él, Emi se volvería mi prima y no podríamos salir –
Shun sonríe ante la declaración de su hijo, ahora sabe por dónde va la cosa, aunque ya lo sospechaba.
-Puedes salir con ella aun si salgo con su tío, que de igual manera no es el caso, porque no hay nada entre nosotros… todavía –
Junpei también se ha mantenido al margen, no puede recriminarle nada después de todo ellos no están juntos y él está felizmente casado con Riko aun así no puede evitar sentir esa pequeña espinita de ¿celos? Puede ser.
Llegan a su casa y entre todos bajan el equipaje, Shiro está cansado y no tarda en irse a la cama, dejando a Shun y Junpei solos.
-Parece que se divirtieron en ese campamento –
-Sí, bastante. ¿Quieres algo de tomar, café, agua, algo? –
Shun muestra toda su amabilidad como es su costumbre aunque le parezca un poco incómodo estar a solas con Junpei
-Café estaría bien –
Shun sonríe, con la mirada lo invita a tomar asiento en la barra de la cocina mientras el prepara el café y lo vierte en dos tazas, luego pasa a sentarse junto a Junpei.
-Y ese Himuro ¿Quién es? – Pregunta Junpei como quien quiere hacer platica
-Es hermano de Kagami, el no pudo ir al campamento por problemas familiares así que su hermano lo sustituyo –
-ahh Ya veo, y ¿es cierto lo que dijo Shiro? –
-Lo del beso, sí, pero eso no es problema tuyo, con quien salga o no es algo de lo que no te debes preocupar –
-¿Qué no debo preocuparme? A ese tipo no lo conozco podría ser una mala influencia para Shiro o peligroso, yo que se –
-No me vengas con eso Junpei, que tu no necesitas conocerlo, ya soy lo suficientemente grande como para saber si alguien es mala influencia o no para mi hijo –
-Te recuerdo que es NUESTRO hijo –
-Así es, aunque de igual manera que yo salga con alguien sea Himuro o no, no debe importarte a ti, o ¿acaso yo he dicho algo de que estés casado con Riko?-
-No metas a Riko en esto –
-Pues no te metas tú en mis relaciones amorosas primero –
Junpei tomo de un sorbo el café y salió azotando la puerta, Shun lo miraba con incredulidad ¿Qué rayos le pasaba? Eran ese tipo de cosas que no soportaba de él y de no ser por Shiro y que este quería pasar tiempo con su padre y tenía derecho a hacerlo ya se habría ido bien lejos o peor lo hubiera mandado hasta la re Conchinchina.