Estaba casi de puntitas de pie para aferrarse a la manija del colectivo. Apenas podía ver la sucesión de paisajes desde donde estaba, cubierto de gente. Por suerte en una cierta parada muchos se bajaron, dejando un asiento libre. Al ver que nadie se sentaba, aprovechó para descansar en él. Además, los médicos le habían dicho que no le exigiese demasiado a su cuerpo, así que no se sintió mal. Aunque para una persona hiperactiva como él, el pedido de los médicos era bastante frustrante.
Alguien se paró al costado de él. Nagisa envidió, divertido, que ese chico fuese tan alto como para aferrarse de la manija sin tener que ponerse en puntitas de pie. Y no sólo era alto, también era atlético. Mientras su mirada subía, recorriéndolo, se preguntó si haría algún deporte. ¿Le interesaría la natación? Ahora que tenía un club, sentía la necesidad de preguntarle a la gente si quería unirse. Aunque por lo visto ya con los cuatro miembros estaban cubiertos.
El chico en cuestión estaba leyendo. Nagisa se preguntó cómo podría leer en el transporte, así parado, como si nada ocurriese a su alrededor. Debe ser un genio, pensó, admirado. Se inclinó para atrás para ver el título. “Amnesia: causas, consecuencias y soluciones”. El rubio pensó que era un tema un poco extraño para interesar a alguien al punto de leer en esas condiciones. Seguro quien lo hacía tenía sus buenas razones.
Ya demasiado intrigado, se inclinó más aún para ver el rostro de aquel curioso muchacho. Sus ojos magentas brillaron con intensidad cuando descubrió que era, nada más ni nadie menos, que aquél chico que cuya existencia lo atormentaba desde que había despertado del accidente.
-¿Rei….chan?-murmuró sorprendido, como si quisiera cerciorarse, aunque ese cabello prolijo y azul, en combinación con la mirada intensa violeta y las gafas bien acomodadas y rojas fuesen inconfundibles.
El mencionado siguió leyendo, sin haberlo oído. Estaba demasiado concentrado en su lectura, sin saber qué ocurría a su alrededor. El rubio siguió mirándolo. ¿Cómo podía ser que se cruzase con él en el colectivo? ¿Por qué era así e destino? Había algo en ese chico que lo desconcertaba, en una mezcla de alegría y nerviosismo que lo confundía. Se sentía incómodo, pero sabía que no debería sentirse así. Se preguntaba quién era realmente, si tan sólo pudiera recodarlo….
De pronto Rei dejó de mirar el libro y dirigió su vista hacia afuera. Nagisa lo miró, sin saber si quería que se percatase de su presencia o no. Pero Rei estaba demasiado concentrado en sus pensamientos. Apenas vio el paisaje que pasaba se dirigió más cerca de la puerta. Confundido, el rubio miró hacia afuera, seguro de que aún faltaba una parada más para la escuela. Y vio como Rei se bajaba, guardando el libro y comenzando a correr. Nagisa pegó su rostro al frío cristal para seguirlo con la mirada. A paso seguro y con un ritmo marcado, Rei se dirigía trotando a la escuela. Y el rubio no pudo evitar maravillarse ante su determinación, su fuerza de voluntad y, porque no, su figura. Rio en voz alta, feliz sin saber muy bien porqué.
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Llegó bastante temprano a la escuela. Justo cuando pensaba dónde estarían Haruka y Makoto para ir a molestarlos sonó un mensaje de texto en su celular. [Lo siento, pero me olvidé la carpeta en el club de natación. ¿Te molestar ir a buscarla?] de parte de Gou. Nagisa respondió que no había problema y se dirigió a los vestidores del club de natación. De cualquiera manera quería ir a ver cómo eran, ya que no lo recordaba.
Entró al pasillo, ansioso. Aún se le revoleteaba el estómago al ver que realmente pertenecía a un club de natación, y no a cualquiera, sino al mismo que sus mejores amigos. Respiró e olor a cloro que se filtraba en los vestuarios. Estaba todo bastante ordenado, asique fue fácil distinguir la carpeta que Gou le había indicado. Cuando la agarró, se percató de que también había un cuaderno que alguien había olvidado. Dudaba de si tomarlo o no, hasta que alzó la vista y lo olvidó. Allí, pegada a la pared, había una foto que lo conmovió profundamente. En ella estaban Makoto, Haruka, Rin, Rei y él. Parecían completamente felices, incluso Rin, a quien hacía mucho no veía sonreír tan sinceramente. Incluso abrazaba a Haru, quien desviaba la vista, pero Nagisa notaba que estaba feliz, así que sonrió ampliamente. Aunque algo en la fotografía no cuadraba: ¿por qué estaban los cinco? Parecía ser de alguna competencia, a juzgar por la gran piscina que se veía de fondo. Pero si era algo de equipos, tenía que ser un relevo, los cuales eran de a cuatro. Además, Rin no podía nadar con ellos, ya que era de otra escuela. Nagisa se preguntó si ése era el relevo al cual se refería Makoto. Y recordaba que Rei le había dicho que no había andado en él. ¿Tendría alguna relación? Entonces, ¿por qué Rei estaba en la foto? Es cierto que era el único que tenía campera, como si no hubiera nadado. Y aun así sonreía ampliamente, igual de feliz que el resto. Nagisa también se sorprendió al ver cómo era él quien agarrar a Rei, como si quisiera que estuviese en la foto si o si. No pudo evitar comparar esa foto con la que habían tomado de niños, los cuatro, cuando habían ganado su primer relevo. Realmente ambas fotografías eran similares, incluso en las posturas. Pero ahora estaba Rei. Ahora, en esa foto, él tenía a alguien a quien aferrarse, a quien abrazar. Se sonrojó un poco ante el pensamiento.
-Esa fotografía la tomamos después del relevo.-comentó alguien a su lado. Nagisa volteó para verlo, sorprendido. Allí parado estaba Rei, observándolo.-Buenos días, Nagisa-kun
-Buenos días, Rei-chan.-dijo en automático. Luego volvió a ver la foto.-No termino de entender esta fotografía. ¿Por qué somos cinco?
-Oh, eso…-comenzó Rei mientras se paraba a su lado, también admirando la imagen.- En realidad deberían estar ustedes cuatro, que fueron los que nadaron.
-¿Entonces este es el relevo en el que no participaste?
-Ajam.
-Pero Rin-chan es de otra escuela…
-Por eso los descalificaron, a pesar de haber ganado.-dijo riendo.
Nagisa también rió ante la idea. Sonaba a algo que ellos harían.
-Debe haber estado genial…-murmuró sonriendo.
-Eso creo.-se sumó Rei.
--Pero…-dijo Nagisa tomando un aire serio, y mirando a su amigo fijamente.-No lo entiendo. ¿Por qué no nadaste tú, Rei-chan? Si eras parte del club de natación…
-Había cosas más importantes que eso en aquel momento.-dijo decididamente.
-¿Más importantes?-dijo sin comprender.
-Ustedes. Tú y los demás…-trató de explicar Rei, mirándolo también. Se acomodó los anteojos, un poco nervioso ante la mirada insistente de Nagisa.- Yo sabía, por experiencia propia, cuánto quería Rin-san nadar con ustedes. Y también cuánto querían ustedes nadar con él. Así que a única manera posible fue cederle mi puesto en el relevo.
-¡¿Eh?!-gritó sorprendido.- ¡¿Le cediste tu puesto a Rin-chan?!
-Sí.-dijo sonriendo.- Es cierto que me moría de ganas de mostrar mi hermoso estilo mariposa nadando con ustedes, pero no era prioritario.
-¿Aún si sabías que nos iban a descalificar?-preguntó sorprendido. A primera vista, Rei parecía de esas personas que jamás se salen de la regla. Aunque Nagisa comenzaba a darse cuenta que quizás el aspecto serio del peliazul fuese sólo una fachada.
-Eso era lo de menos.-dijo con un ademán, quitándole importancia.-En aquel momento…-Rei recordó cómo estaba Rin cuando había ido a verlo luego de que fuese un desastre en su prueba individual. Suspiró.- Rin-san estaba realmente muy mal. Pensó seriamente en dejar de nadar…lo cual afectó mucho a Haruka-sempai. Además…-dijo lentamente, mirando hacia otro lado.- Yo ya sabía que sus verdaderas intenciones al formar el club era poder hablar y nadar con Rin-san, así que supuse que algo así pasaría. Ya estaba preparado para cederle mi lugar.
-Rei-chan….-murmuró sorprendido. Aquel chico era mucho más leal de lo que se había imaginado. No sabía si él hubiese cedido su lugar, y para el otro era algo básico, aceptado. Quiso abrazarlo, pero se contuvo, sin saber aún cómo reaccionar con él.
-Aún así…-siguió Rei, volviéndose para mirar la foto. Sonrió dulcemente.- Apenas terminaron el relevo y ganaron, viniste a buscarme. Yo había bajado de las gradas para saludarlos desde lejos, pero tú abandonaste los festejos en equipo para arrastrarme con ustedes. Incluso insististe en que saliese en la fotografía. Bueno, todos lo hicieron.-trató de aclarar rápidamente.
Nagisa lo miraba fijamente. Ciertamente podía imaginarse yendo a buscarlo luego de haber ganado. ¿Cómo no hacerlo? Si al parecer ese chico era sumamente bondadoso y buen amigo, capaz de ceder lo que más quería sólo por ellos, por verlos felices. Inclusive por Rin, que por las cuentas mentales que estaba haciendo, no debía conocer hacia mucho en aquel momento, más que por lo que ellos le hubiesen contado. Sonrió al imaginarse a sí mismo insistiéndole en que fuera con ellos, y se preguntó que sentiría si lo recordase. Y se sintió satisfecho también al notar cuánto lo había valorado el de anteojos, siendo que muchas veces las cosas que él hacía pasaban sin que nadie le agradeciese.
-Vamos a llegar tarde.-comentó el de gafas rompiendo el hechizo. Nagisa notó que Rei se había quedado mirando la fotografía, seguramente recordando, mientras que él lo observaba intensamente. Se sonrojó un poco, rezando para que su amigo no lo hubiese notado.
-¿Y a qué viniste aquí, Rei-chan?-dijo queriendo cambiar el tema.
-Me había olvidado mi cuaderno…¡aquí está!-dijo agarrando el cuaderno quue Nagisa había visto.-¿Vam—-comenzó para luego interrumpirse.-Voy yendo.-corrigió.
Se fue sin esperarlo. Nagisa supuso que debía querer darle su espacio. Y él también lo quería, pues tenía mucho que procesar después de esa charla. Tomó la carpeta de Gou y se fue de allí.
Caminaba a paso tranquilo, sosteniendo en la mano la carpeta que le había dado Gou. Tenía ganas de llegar a su casa y abrirla, y a la vez no. Desde el accidente todo había sido así: un constante querer y no querer. Él no era así normalmente, pero la falta de recuerdos lo atormentaba más de lo que estaba dispuesto a recordar. Siempre tan sensible, no recordar las cosas o, peor aún, a las personas, lo desesperaba. Como si hubiese perdido algo sumamente importante que sólo él podía recuperar, pero sin saber cómo hacerlo.
El día había pasado pacíficamente. Otra vez había almorzado en la terraza con Makoto y Haruka, los tres. Había aprovechado la ocasión para preguntarles sobre Rei y el relevo, pero ambos habían cambiado drásticamente de tema. Nagisa insistió cuanto pudo, como siempre hacía, pero sus amigos se rehusaron, sin decirlo, a hablar del tema. Claro que el rubio no sabía que había sido a pedido del mismo Rei, quien sostenía que era mejor que Nagisa no supiese demasiado sobre él o su amistad. Ambos protestaron pero decidieron hacerle caso al e anteojos, al fin y al cabo era el que mejor conocía al más chico, así que supusieron que tenía sus razones para llevar las cosas de esa manera.
Nagisa aún se preguntaba sobre ello cuando oyó unos pasos atrás. Algo en ellos les sonaba particularmente familiar. Se dio vuelta sin dejar de caminar, y sus ojos se abrieron con sorpresa.
-No es que te esté siguiendo.-comentó Rei detrás de él, aunque acercándose, tranquilamente.- Pero casualmente nos tomamos el mismo tren.-explicó.
El rubio se percató de que entonces no había sido una casualidad habérselo cruzado esa misma mañana en el tren, al parecer, era lo más normal. Se preguntó si antes del accidente no hablaría más con Rei, ya que hasta tomaban el mismo tren. Quizás el de anteojos parecía un poco tímido, pero a él esas personas le encantaban, porque eran más molestables. Estaba seguro de que si no fuese por la incomodidad de no recordarlo cuando el otro sí lo hacía se hubiese lanzado sobre él cada viaje de tren hasta hacerlo su amigo.
Amigo…
¿Serían amigos, más allá del club de natación?
-¿Ocurre algo, Nagisa-kun?-preguntó ante la mirada clavada en él.- Oh, me voy a adelantar….
-No hace falta.-contestó apresuradamente con su voz aguda. Luego le sonrió dulcemente, más seguro de sí mismo.- Vamos juntos.
Rei abrió los ojos y la boca, un poco sorprendido. Luego sonrió suavemente y asintió en silencio. Adaptándose a las piernas más cortas e Nagisa, comenzó a caminar a su lado.
-Rei-chan-inquirió curioso-¿hoy te bajaste una parada antes del tren?
Rei lo miró sorprendido.
-¿Estabas allí?
-Bueno…sí, pero no estaba seguro de que fueras tú.-mintió.
-Ah….Sí. Además de nadar, correr también me relaja.
-¡Eres todo un atleta~!-dijo cantarinamente.
Rei se acomodó las gafas, un poco sonrojado.
-Tampoco para tanto.- dirigió la mirada hacia la carpeta que Nagisa tenía en la mano.-¿Y eso?
-Me lo dio Gou-chan.-comentó.- Son las fotografías de un campamento que hicimos…Cuando me dijo que las tenía se las pedí. Podrían ayudarme a recordar, al menos un poco.
-Yo preferiría no recordarlo.-dijo en un suspiro.
-¿Por?-dijo sin comprender.
-Fue divertido, pero también hubieron malas experiencias.-contestó apenado, recordando cómo por su imprudencia Makoto había tenido que enfrentar su peor miedo.
-Si hay buenas experiencias también debe haberlas malas para compensar un poco, ¿no?-respondió alegremente.
Rei sonrió ante la observación.
-Hey, pero si quieres ver fotos para recordar-dijo mirándolo- ¿por qué no revisas tu celular?
-¿Mi celular?-dijo repentinamente sorprendido.
-Ajam. Siempre quieres sacar fotografías. No es que saques muchas, pero en general te gusta guardar una de recuerdo de cada situación, por más simple que sea. Así que supongo que si lo revisas….
-¡No!-gritó. Rei se quedó estupefacto ante la negación rotunda del rubio. El más pequeño trató de reacomodarse, incómodo.- No…no ahora. Quizás después.
Rei decidió pasar el tema. Cuando el rubio se obstinaba de esa manera, era mejor dejarlo fluir. Además, no es como si estuviese en posición de convencerlo.
Por su parte, el corazón de Nagisa latía agitadamente. Obvio que había pensado en revisar su celular. Había llegado inclusive a encontrar la carpeta “Amigos <3”, que era la que más fotografías contenía. Pero no tuvo el valor de abrirla. Sabía que la realidad lo golpearía como un balde de agua fría al ver imágenes e un pasado que no recordaba. Habría eventos, sonrisas, personas que no encontraba en su mente. Y lo inquietaba. Sentía que no sabía exactamente quien era, ya que por lo visto no había olvidado cualquier momento, sino la época más importante de su vida. Era un golpazo ver esas fotografías, uno que aún no estaba preparado a afrontar.
Pero que Rei lo supiese era aún peor. Lo había dicho al aire, como quien habla del clima. Nagisa sacaba varias fotografías, pero jamás de cualquier persona, solo de aquellas que realmente guardaban un lugar importante en su corazón. Sabía que en esa carpeta no importaría la comida o los lugares, sino las personas que estaban con él. Y al parecer Rei aparecía mucho, por lo que había dicho. Eso sólo lo asustó más.
Claro que revisaría su celular, pero recién cuando estuviese dispuesto a afrontar lo que allí encontraría.