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Bizarro. por cristinita9509

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Notas del capitulo:

Hola!!!! Ya se habían olvidado de mi??? XD pues estoy aquí a la una de la bella madrugada para actualizar esto e_e, inesperado, lo sé.

Espero siga alguien interesado en leer esto xD porque si no me pondré triste :C. Bueno es mi culpa por abandonarlos tanto:'v

Lamento eso :v pero bueno los dejo leer, aviso que deje una sabrosura al final.

 

Se repetía en la mente que no era algo importante lo que el joven hiciera, en realidad ni siquiera debería tomarle una pizca de importancia, aun así, no se dio cuenta en que momento empezó a seguir al joven pelinegro en su vuelo.

Era sigiloso, trataba de no llamar mucho la atención e incluso su vuelo era bajo para no elevar mucho su Ki. Por lo visto, Gohan ni siquiera sospechaba que era seguido, se dedicaba  a pensar en que vería a su maestro y se conformaba con el hecho de que le regalase una sonrisa.

-“¿Qué tan lejos va ese mocoso?” – Pensó en darse la vuelta y regresar a la Corporación Capsula a entrenar pero algo en el comportamiento del joven lo mantenía intrigado, no solo eso, sino el molesto olor al namekiano que estaba mezclado al del pelinegro.


El vuelo se hacía más elevado, a Vegeta no le quedó de otra que detenerse, puesto que ya se encontraba en el cielo despejado y de esa forma podría ser descubierto. Aterrizó en lo que parecía un campo, mirando como se alejaba el joven aun más.


Seguía con el Ki a Gohan y no tardó en saber a donde iba; el templo sagrado.


-"Que estupidez. Visitar a un ser completamente inferior a nuestra raza, vaya tontería. Debería enfocarse en entrenar, su cuerpo se volverá débil"


Quería dejar el asunto de lado y regresar por donde vino, volteando una última vez hacia aquella dirección donde veía el cuerpo de Gohan alejarse cada vez más.
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-Le traje un poco de agua señor Piccolo.


-Gracias Dende.


Si bien el menor de los namekianos ya estaba calmado y con la mente fría, continuaba sintiéndose mal por los problemas causados o más bien por los que pudo haber causado por su egoísmo absurdo.


Se retiró a orillas del templo, dejando a Piccolo que meditaba con bastante concentración.


Abrió sus ojos visualizando aquel vaso con agua que el menor le había dejado, se dirigió a tomarlo. Su garganta se lo agradecía, el agua pasaba suavemente, sintiendo su frescura a cada trago.


De un momento a otro sintió aquella presencia familiar, no necesitaba adivinar pues ya sabía de quien se trataba. Intentó no hacer expresión alguna, dejando su rostro neutro, claro que en el interior rebosaba de alegría al saber que el joven tuvo algo se tiempo para verlo.


Dende lo miraba con vergüenza en sus ojos, había pensado mal de Gohan e incluso pensó en que no podrían continuar con su amistad; el pelinegro se le acercó, hablar con Piccolo hizo que sus celos se calmaran y lo demostró al ir a saludar con una sonrisa amistosa a quien consideraba su amigo.


-Hola Dende, espero no molestar.


-No, no molestas en absoluto. - una ligera sonrisa se asomó por su rostro. Si Gohan llevaba las cosas por buen camino entonces él también lo haría . - ¿Vienes a ver al señor Piccolo? Estaba meditando hace un momento, si quieres lo llamo.


-No es necesario Dende. - esa voz ronca entro con rapidez por los tímpanos del joven, estremeciéndolo. - Hola Gohan.


Adoraba como pronunciaba su nombre con lentitud, casi podría asegurar que de forma seductora.


-Lamento haber interrumpido su meditación. Sólo pasaba a saludar, en realidad mi madre cree que estoy durmiendo, pero es que me iba a aburrir ya que los pequeños están durmiendo y bueno, no soy bueno encajando en las conversaciones de mi madre y Bulma.


-Supongo que no debe haber problema si te quedas un rato. - sus ojos chocaban con los de su maestro, la vergüenza se apoderaba de él, sus pómulos se tornaban algo colorados. Sacudió su cabeza, asintiendo y quedándose un momento.


Tal vez no lo besaría, quizá ni siquiera podría rozar sus dedos con su piel pero el solo verlo así, concentrado, robándole miradas por el rabillo del ojo, eso era suficiente. Gohan no buscaba nada más con su visita, sólo estar cerca del mayor.
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Los pequeños cuerpos se removían aun dormidos, se veía el subir y bajar de sus pechos.
Vegeta había regresado a la Corporación Capsula, entró por la ventana de los pequeños, no es que no pudiese entrar por la entrada principal, pero no quería toparse con su esposa y con aquella pelinegra.


Ver a los pequeños así le causó algo de sueño, pero no, él no dormiría, iría a entrenar nuevamente porque a pesar de no tener a su eterno rival, éste seguía pensando en él cada que se esforzaba por superar sus fuerzas.


Ladeo su cabeza al darse cuenta de que nuevamente recordaba al de cabellos alborotados. Era un fastidio pero tampoco hacía mucho por reprimir sus pensamientos.


De pronto la imagen de Gohan llegó a su mente mientras caminaba por los pasillos.


-"En lo único que se parecen es en esa estupida sonrisa. Por lo menos Gohan no es un cabeza hueca como Kakaroto"


De nuevo frunció el ceño. ¿Qué le estaba pasando hoy? Sus pensamientos giraban entorno a ese ser fallecido y ahora también en el hijo. 

Dio un pesado suspiro y se dedicó a pensar en entrenar.


Ya habían pasado un par de horas desde que había llegado a visitar el templo sagrado, la tensión de hace unos días se había esfumado por completo, pues el ambiente se sentía relajado y alegre.


-Ya es hora de que me vaya, seguramente los chicos ya están a punto de despertar.


-Entiendo. - Piccolo lo miraba con ganas de poder despedirse  con un beso, pero era consciente de que debía retener aquellos impulsos.


-Es una pena que te tengas que ir tan pronto. Cuando tengas libre eres bienvenido. - Dende se acercó a él dándole una sonrisa amable.


-Gracias, de verdad lo haré.


El joven no demoró más y empezó su vuelo de regreso. Volaba a gran velocidad esperando que no se hubiesen dado cuenta de su ausencia.


Llegó, entrando por la ventana de la habitación, no estaba seguro de que no hubiesen revisado ya pero esperaba no ser descubierto por su madre.


Caminó con intención de ir al baño de aquel cuarto amplio, no se había percatado de las cosas en la habitación hasta ahora. La cómoda frente a la cama tenía un espejo rectangular quizá de un metro o eso le calculaba; reflejaba directamente la cama, la cual no estaba tan arrugada por no haber dormido en ella. El ropero estaba al costado de la cómoda, buscó en él una toalla, no pensaba darse una duchar en casa ajena, simplemente quería lavarse la cara para despejar el sueño que comenzaba a invadirlo. Fue al baño, abrió la llave de ese lavabo blanco y mojó sus manos para tirarse algo de agua al rostro.


Se miró al espejo que se encontraba colocado arriba del lavabo, veía detrás de él aquel color verde de los mosaicos del baño. Su rostro estaba algo pálido, pero no importaba ya que ver a su amante lo tenía satisfecho.


Pensaba en su sonrisa, aquella que era casi imperceptible, en aquella suavidad de la piel que a lo lejos parecía áspera. Imaginaba esos labios fríos rozando los propios; cerró los ojos hundiéndose en esos pensamientos, llenándose de recuerdos de la noche pasada donde sus pieles se tocaron sin pudor, saciando sus ganas del cuerpo ajeno.


Su cuerpo empezó a reaccionar, recordaba incluso el aroma que destilaba su maestro. Un suspiro se escapó de sus delgados labios, abrió sus ojos y con duda cerró la puerta del baño con seguro.


No tenía la intención de hacer nada más que hundirse en sus memorias, pero su cuerpo no dejaba de calentarse, de emitir esa vibración que lo desesperaba.


Con lentitud, bajó su mano a la altura de la ingle; estaba parado frente al lavabo, apoyándose en él con la mano libre.
Acarició suavemente, sintiendo su sexo ya endurecido.


No quería manchar sus ropas, por lo que comenzó a retirarse el pantalón, bajándolo un poco mas allá de sus muslos, jugueteando con sus dedos sobre la ropa interior.


La humedad empezaba a mostrarse, a dejar marca en aquella tela. Su cuerpo entró en desespero, queriendo más, deseando ser tocado con ferocidad.

El calor estaba agitándolo, apretaba sus labios reprimiendo los suspiros, sintiendo un calor invadiendo la garganta, uno que le ahogaba pero que al mismo tiempo le gustaba.


-"Señor Piccolo"- sólo podía pensar su nombre, pronunciarlo haría que su cordura se fuese al caño, no, no debía descontrolarse. Quería alejar su mano de su pene y ahora si tomar una ducha fría pero no lo hizo, en un momento ya se encontraba con el bóxer abajo, y su mano aprisionando con algo de desesperación ese falo húmedo e hinchado.
Con el pulgar rozaba la cabeza rojiza; no abría los ojos, fantaseaba, imaginaba que ese tacto no era el suyo si no de aquel namekiano, que le susurraba al oído su nombre de forma lenta para después lamer el lóbulo de su oreja. Que esos colmillos blancos y afilados rosaban contra su cuello reteniendo la tentación de morderlo, imaginaba aquel aliento caliente chocar contra su piel, como esa lengua húmeda lo recorría sin restricciones por su cuerpo.


Apretaba su pene con cada pensamiento, su mano se movía con más velocidad, escuchándose como esos fluidos chocaban con su mano al subir y bajar en ese masaje placentero.


Hacía resistencia para mantenerse de pie, quería mover su cadera con cada movimiento acelerado. Continuaba fantaseando, abrió ligeramente los ojos, se encontraban idos, su mirada no se dirigía a ninguna parte sólo estaban hundidos en el placer. Su piel se crispaba con cada caricia, no podía más, no cuando imaginaba aquella lengua moviéndose a la par con la suya, imposible, su cuerpo comenzó a calentarse más, sintiendo como una vibración se hacía presente en su cuerpo, eyaculando mientras ahogaba un suspiro en su garganta, quemándola.


Trataba de acoplar su respiración, su mano estaba manchada, no sólo eso si no que también había ensuciado el lavabo de aquel baño.

Sentía vergüenza por haber hecho eso en un lugar ajeno pero no había vuelta atrás. Se limpió y prosiguió a limpiar el lugar. La toalla estaba completamente sucia ahora, no quería dejarla como evidencia así que usó un poco de su Ki para pulverizarla.


Se lavó bien las manos, se arregló la ropa y salió de ahí quedando estupefacto por la presencia de aquella persona.


¿Cuánto tiempo llevaba ahí? ¿Lo había escuchado? No sabía, pero la mirada fría y seria lo dejaban vulnerable.


-Ho...hola, Vegeta.

Notas finales:

Vegeta ya va tomando más protagonismo:v yo se que extraña a Goku e_e

:v mi primera intención era dejar esto sin nada sensualon pero luego pensé que debía modificarlo ya que tarde demasiado en subir esto y se merecen aunque sea una rica masturbacion de Gohan.

 

:v ahh esta masturbación fue diferente a la que se hizo cuando lo reflejé de unos 13 años xD ya no es tan tímido al tocarse e_e

Bueno chan chan chan :v alguien lo.vio bueno fue Vegeta y lo puse Cv pero que creen que pasara ahora? Vegeta de por si anda raro :v

Creen que lo escuchó? Que creen que le diga? Alguien me ama :c ?

Bueno los dejo porque ya es como la tercera vez que me mandan a dormir e_e

 

los amo y lo saben y agradezco mucho si siguen leyendo esto porque la verdad no me los merezco :c pero continuaré, no abandonaré.

Nos leemos hermosuras .


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