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Quédate a mi lado por Ame_Chan

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Notas del capitulo:

Hai ^^

Buehh XD aquí empieza lo interesante, y por consiguiente cambiará la redacción del fic. Este es el cap más corto que tendrá este fic ( a menos que el epílogo lo haga más corto, que se yo -_-U)

No me maten por como termino este cap...era justo y necesario u.u (XD!) REVIEWS PLIS!! T.T o si no muero...

 ¡¡PROX CAP LEMON!! oOo

- QUEDATE A MI LADO -

Por: Ame Chan


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Disclaimer: Los personajes aquí utilizados son todos propiedad de Masashi Kishimoto (si fueran míos, la serie estaría catalogada 100% yaoi y hard lemon XDD)
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-El amor no es mirarse el uno al otro, sino mirar los dos juntos hacia la misma dirección…

Antoine de Saint Exupery


3º Cap

//*//*//*//*//*//*//

Un silencio sepulcral se apoderó del lugar, mientras asimilaban lo que acababa de pasar. Sasuke se quedó aferrado fuertemente al chico, mientras descansaba su cabeza en el hombro del trigueño, sollozando aún. Naruto se había quedado en blanco. ¿Cómo era posible esa escena tan irreal? Era… demasiado hermoso para ser verdad.

-Sasuke… yo…

-¡NO!- Sasuke se separó rápidamente del hombro de Naruto, asustando un poco al rubio. Se hincó frente a el, sin dejar de aferrarlo, manteniéndolo cerca. – por favor… déjame continuar Naruto… sé que esto es muy extraño, quizá me odies después de esto, pero quería que lo supieras Naruto… quería que supieras que yo no te he ignorado en todos estos años, que siento una enorme tristeza si no estas conmigo…- acercó lentamente su mano al rostro sonrojado y paralizado de Naruto, retirándole con suavidad las marcas de sangre. Naruto sintió el contacto de las yemas de los dedos de Sasuke deslizarse por sus carrillos, reconfortándolo- quisiera que supieras que no estás solo en este mundo Naruto… me tienes a mi y a mi amor… esto quizá sea demasiado para ti, pero yo…

Naruto, conmovido y con la alegría a flor de piel, se abalanzó al cuerpo arrodillado de Sasuke, tirándolo hacia atrás y besándolo con frenesí. Naruto no podía contener su alegría. ¡Sasuke lo correspondía, tanto que hasta había evitado que acabara con su vida!
Con el agradecimiento plasmado en el contacto que establecían, Naruto tomó la nuca de Sasuke, intensificando el roce. Sasuke no había dejado de abrazar a Naruto por la espalda, y estaba realmente impresionado. Aquellas palabras… aquel beso… aquella mirada traviesa… de verdad le pertenecían.

Se separaron unos segundos, en los que los ojos llenos de regocijo se encontraron en un manto de lágrimas, pero esta vez de felicidad.

-Naruto… ¿entonces tu…?

-Shh... Calla un momento- dijo Naruto con la sonrisa más bella que jamás había visto Sasuke, mientras le enjugaba las lágrimas- supongo que con esto está mas que claro.

Sasuke sonrió.

-Pues… la verdad no me he convencido del todo… me gustaría que me dieras otra prueba, para ver si esta vez la capto- mencionó con un aire de pensador fingido. Naruto colocó una expresión muy divertida, simulando una ofensa.

-¿Ah si, señor Uchiha? Pues bien, ahora verá la prueba más sincera de lo que siento por usted- la voz categórica de Naruto hizo que Sasuke riera. Pero esa risa fue apagada por los fogosos labios del trigueño, ahogándolo en un gemido. La lengua del Uchiha se hizo también partícipe de ese momento de pasión, simplificado en un cálido beso.
La de Naruto no se hizo del rogar y salió a explorar la cavidad de Sasuke, sintiendo cada mínimo estremecimiento en el cuerpo de su pelinegro. A la falta de aire, los chicos se separaron jadeando ligeramente, mirándose intensamente. Sasuke sentía que Naruto lo mataría con aquella mirada azul intenso, que en momentos parecía del hielo más frío, pero otras veces una llama se desprendía de ellas, haciéndola cálida y amigable.
Naruto se extasiaba con la visión de el rostro del Uchiha, con sus azabaches cabellos cubriéndole parte de su rostro, como siempre le gustaron, y la mirada cómplice y seductora que lo había cautivado desde el primer momento.

-Sasuke… no sabes cuantos años esperé esto… - dijo Naruto tirándose sobre el y abrazándolo por los hombros. Sasuke, boca arriba y atando por la cintura al trigueño miraba las estrellas, perdiéndose en el aroma que desprendía Naruto.

-Yo también Naruto… no había día que no soñara contigo… y por fin se hace realidad este sueño.

Naruto miró tiernamente a Sasuke. Era increíble como Sasuke se podía transformar en un segundo, dejando atrás todo rastro de su frialdad. Un viento helado recorrió Konoha, haciendo tiritar a Naruto. Sasuke, un poco preocupado, lo miró.

-Naruto, esto es muy lindo y te agradezco que me aceptaras pero… si seguimos aquí nos moriremos de frío. Y no me gustaría que pescaras un resfriado… menos en este día- apuntó Sasuke, esperando a la reacción de Naruto. Éste, con los ojos más que abiertos, miró a Sasuke, que le dirigía una sonrisa cálida. Entonces el… si se había acordado de su aniversario.

-Feliz cumpleaños Naruto.

Naruto, creyendo que moriría, se fundió en otro beso con el pelinegro, pero esta vez carecía de toda pasión, sino que estaba lleno de calidez y el más puro agradecimiento. Sasuke lo recibió gustoso, y cuando acabó, ayudó a Naruto a levantarse, tomándolo de la mano. Éste se sonrojó y no soltó la mano de su acompañante para nada. Miró a Sasuke por unos segundos.

-Esto… Sasuke…- ¿Cómo le pediría que lo acompañara a su casa? ¿No sería demasiado atrevido de su parte, ahora que estaba todo aclarado? Enrojeció intensamente. Sasuke se dio cuenta de las intenciones de Naruto, y apretando más su mano, le hizo una provocativa insinuación,

-Vamos, te acompañaré a tu casa, no sea que te pierdas en el camino- Naruto se ofendió un poco por el mencionamiento del chico, pero le sonrió amistosamente.

-De acuerdo, muchas gracias Sasuke.- la sonrisa cálida que le dirigía Naruto, y aquellas palabras mecidas por el viento otoñal fueron suficientes para ablandar al inquebrantable corazón del Uchiha. No pudo evitarlo, también sonrió.

//*//*//*//*//*


Caminaron con paso lento por las calles desiertas de una Konoha que esperaba las frías incomodidades del invierno, con las hojas de los árboles desplomándose por el azote del paulatino viento, cayendo una a una al aguardo de las implacables ventiscas que se avecinaban.

Los dos iban callados, sonrojados y con las manos uniendo sus cuerpos y corazones. Naruto no cabía en si por su felicidad, se sentía en las nubes más espesas y bellas. Al principio le pareció algo extraño estar agarrado de la mano del que se consideraba su rival en Konoha, pero a cada paso que daban se le iba escurriendo esa idea de la mente. Estaba con Sasuke y los dos lo deseaban. Era más que suficiente.

Llegaron a la casa de Naruto, y se miraron. Naruto titubeó un poco, y le temblaron las manos al tratar de abrir la cerradura. Sasuke, divertido, se abrazó por detrás a Naruto y colocó sus manos en las de Naruto.

-Debes meter así la llave…- la voz de Sasuke, lenta e insinuante, hizo que se estremeciera Naruto completamente. El aliento cálido del Uchiha le acariciaba la nuca, mientras lo ‘ayudaba’ a abrir el cerrojo. Cuando por fin pudieron entrar, Naruto se percató de una cosa.

-¡Sasuke! ¡Tienes una enorme cortada en la mano!- gritó casi histéricamente Naruto. El mencionado se miró el dorso con desinterés.

-Ah, esto… me lo he hecho cuando te arrebaté el kunai…

Naruto sintió un nudo en la garganta. Había sido su culpa. Tomó a Sasuke de la mano y lo sentó en una silla del comedor. Éste, perplejo, obedeció inocentemente.

-Ahora vengo, voy por unas vendas, desinfectante…- contaba Naruto mientras se dirigía a su habitación por lo necesario para curar al chico.

-Vamos Naruto, solo es un corte…- replicó Sasuke con un mohín de disgusto, haciéndolo ver muy infantil. Naruto sonrió para sus adentros, pero se mantuvo firme.

-No señor, voy a curarte esa herida aunque tenga que amarrarte.- con paso decidido fue por un botiquín que tenía en su cómoda para emergencias, y con cuidado lo colocó en la mesa del comedor. Tomó la mano de Sasuke con suavidad, y abrió un frasquito con un líquido rojizo.

-Esto te va a doler de los mil demonios, pero es por tu bien…

-No me trates como un crío, yo… ¡ahhhhh!- el quejido de Sasuke se oyó por toda la casa, mientras trataba de callarlo inútilmente. De verdad dolía.

-Te lo dije, no te hagas el fuerte- con una risita, Naruto retiró el algodón húmedo y limpió la sangre restante con un paño limpio. Tomó las vendas y con cuidado a no lastimarlo más, envolvió la mano de Sasuke. Éste aun tenía una ligera expresión de dolor. El líquido ardía demasiado, pero cuando acabó el rubio su labor, le sonrió.

-No era necesario Naruto… pero gracias- Sasuke tomó la nuca de Naruto, el cual estaba hincado enfrente de su silla por que lo estaba curando, y se acercó peligrosamente a sus labios entreabiertos. Un leve roce fue más que suficiente para que se estremecieran. Naruto soltó una leve risa, y Sasuke se separó extrañado.

-¿Qué es tan gracioso?- le preguntó muy cerca de su rostro. El chico le tomó la cabeza a Sasuke y lo volvió a besar suavemente.

-Si este es el premio por curarte, deberías de hacerte más heridas de vez en cuando. – Sasuke rió ante el comentario del rubio, y le susurró al oído.

-¿Te gustaría curarme algo más que una simple herida?- Naruto se sonrojó ante las palabras pausadas del Uchiha. Se limitó a levantarse con cuidado, y abrazó a Sasuke, el cual estaba algo sorprendido.

-Parecería mentira que ayer apenas nos mirábamos- el pelinegro acarició los cabellos dorados del kitsune, y cerró los ojos. Era hermoso el tenerlo así, aferrado a su cuerpo. Pronto, supo que tantos años de espera habían dado frutos. Un ruido hizo que se separaran un poco, mientras Naruto veía el vientre de Sasuke.

-Sasuke… ¿Tienes hambre?- Naruto empezó a reír ante el reclamo del estómago del Uchiha, y éste solo volteó la mirada, sonrojándose.

-No comí nada desde el Ichiraku; además caminé todo el día… buscándote.- Naruto sonrió y le dio un beso en la mejilla. Le agradecía su preocupación.

-Bueno… ¿Qué quieres de comer? – preguntó el rubio, dirigiéndose a la cocina.

-No es necesario, de verdad Naruto- Sasuke no podía creer lo atento que podía ser el trigueño; siempre lo creyó un holgazán, pero parecía que cambiaba poco a poco de opinión. Miró la expresión decidida de Naruto, y suspiró. De nada servía llevarle la contraria, además de que tenía realmente hambre.

-De acuerdo… ¿Qué es lo que tienes?

-Oh demonios… solo queda ramen…- Sasuke saltó al oír eso. ¿Había escuchado bien? ¿Naruto Uzumaki quejándose de que solo había ramen? El rubio revisaba la alacena en busca de otras cosas, pero al parecer estaba todo vacío. Miró a Sasuke, el cual lo observaba con los ojos muy abiertos. Dio una larga exhalación.

-Lo siento Sasuke… tendré que ir a la tienda a comprar los ingredientes para preparar curry…- Sasuke salió de su ensimismamiento y se levantó con decisión.
-No te molestes Naruto, si quieres yo iré.

-No baka, eres mi invitado y por lo tanto tengo que atenderte como es debido- La mirada convincente del chico hizo que Sasuke suspirara nuevamente. No podía creer que una simple mirada pudiera hacerlo perder todas sus defensas. Se sorprendió cuando tuvo a Naruto repentinamente frente a el, muy cerca. Quizá demasiado.

-Hoy estás muy servicial Sasuke…tendré que acostumbrarme- rozó suavemente los labios del pelinegro, y salió de la casa. Sasuke se quedó paralizado en su silla, con el aroma de Naruto aún presente. Una gran sonrisa apareció en sus labios. ¿Quién diría que un simple roce y unas tiernas palabras pudieran derretir el hielo que era su corazón? Pero no eran de cualquiera, sino de su rubio, su Naruto.

Creía tan lejano el momento en que Naruto estaba dispuesto a acabar con su vida, o más bien con la de los dos, si se ponía a pensar. Por que si Naruto muriera, el simplemente no tendría razón para vivir. ¿Itachi sería un motivo de existencia para el? No… Naruto era algo más profundo que la hermandad… era el amor más puro que sentía.

Parecía mentira que apenas unas horas atrás las molestas kunoichis habían destrozado a Naruto, y el había sentido deseos de matarlas. Pero ellas no importaban en lo más mínimo, ni siquiera eran dignas de mención.

Sasuke, aburrido y a la espera del rubio, se levantó para explorar el piso de Naruto. Sabía que era de mala educación, pero no creyó que el chico fuera a enfadarse. Total, seguramente pasaría varios días en la casa del rubio, y debía conocerla bien. Con este pensamiento en la cabeza fue inspeccionando cada habitación del pequeño pero confortable piso.

Paseó por la cocina y la sala de estar, muy pequeñas a comparación de su prácticamente mansión. Entonces, una habitación le llamó la atención. La pieza de Naruto.

Entró con sigilo, casi sintiendo que hacía algo malo, y miró la suave cama que estaba junto a un ventanal. Cierta vez Naruto le había mencionado que el gustaba de ver las estrellas antes de dormir, pues las envidaba inmensamente. Al principio Sasuke no entendió el por que de sus celos, pero creyó entender al tenderse en el lecho, mirando la oscuridad cerniente de la bóveda celestial, salpicada de brillantes astros. Las estrellas eran brillantes y elogiadas por todos, incluso el no podía negar que lo embelesaban. Pero Naruto siempre había sido ignorado por todos, haciendo que su llama se extinguiera. Un contraste muy grande entre los astros y Naruto.

Sasuke decidió que el le haría recuperar esa llama a Naruto, en todos los sentidos. Estaba dispuesto a salir de la habitación cuando metió la mano debajo de la almohada del rubio sin querer, y se topó con algo. Era una foto. Pero no cualquier foto, sino de Sasuke.

Éste se sorprendió al encontrarla, pero reparó en una cosa, y se echó a reír. El también tenía una foto de Naruto bajo su almohada. Aunque cierta vez casi lo pilla Itachi…

------FLASH BACK------

-Sasuke… ¿Qué haces?- la voz interrogativa de Itachi casi mata del susto a Sasuke, el cual estaba echado boca abajo en su cama, mirando la foto del rubio. De espaldas a el estaba la puerta, por la cual entró sigilosamente Uchiha mayor, y se había acercado por su espalda. Sasuke alcanzó a meter la foto debajo de su almohada, y darle un golpe a Itachi.

-¡Baka! ¡¿Quién demonios te crees entrando así a mi habitación sin tocar?!- la furiosa voz de Sasuke hizo que Itachi se tapara los oídos, frotándose la mejilla. Sonrió con malicia.

-Vaya vaya ototo kun… No logré captar bien la foto, pero veo que la chica en cuestión es rubia- una carcajada, un cojinazo por parte de Sasuke y un portazo. Había estado bastante cerca.

Metió nuevamente la mano bajo la almohada, pero se detuvo. Se levantó y puso seguro a la puerta de cedro; más valía no arriesgarse. Volvió a echarse boca abajo y sacó la foto. Sonrió por unos instantes. Debía considerar poner cerrojo más a menudo.

------FIN FLASH BACK------


Desde aquella vez Itachi no había parado de molestarlo con ‘alguna chica’, pero lo que el no sabía es que ‘la chica’ era ‘un chico’.

-Sasuke… ¿Qué haces?- La voz calmada de Naruto hizo que Sasuke saltara. Otra vez le había pasado lo mismo. Miró con sonrojo a Naruto y bajó la mirada.

-Este... Naruto, yo…- Naruto miró la foto que tenía Sasuke en la mano y se sonrojó enormemente. Jamás creyó que la fuera a encontrar. La incomodidad era grande entre los dos chicos, hasta que Naruto rompió el hielo.

-Vamos… iré a preparar el curry- Sasuke sonrió a modo de disculpa, y Naruto tomó de entre los dedos de Sasuke la foto, colocándola nuevamente bajo la almohada.

-Espero que no te moleste que la tenga Sasuke…

-… Solo si a ti no te molesta que yo tenga una también- la afirmación de Sasuke hizo que Naruto saltara. ¿El también tenía una foto de si? Abrazó a Sasuke por el cuello, susurrándole suavemente.

-Gracias Sasuke… no sabes lo que significas para mi…- Sasuke cada vez se hacía más vulnerable a los gestos de ese tipo del rubio, y aferrándolo de la cintura, lo acercó más a si.

-Me encantaría que me dieras una foto mejor… la que tengo no es precisamente la mejor pose- Naruto le dio un golpe en la cabeza, haciendo un puchero. Se dirigieron a la cocina riendo, y Naruto se dedicó a preparar el platillo ante la vigilante mirada del Uchiha. Pronto un delicioso olor inundó la casa, haciendo que el estómago de Sasuke reclamara a gritos, al igual que el de Naruto.

-¡Itadakimasu! – exclamó Naruto al tener su plato enfrente. Comieron en silencio, lanzándose de vez en cuando miradas furtivas y sonrisas cómplices. Cuando hubiesen llegado a su límite, Sasuke se encargó de recoger los platos ante las réplicas del rubio.

-Pero…

-Pero nada dobe, como invitado debo agradecer los servicios de tan cortés y lindo anfitrión- sonrió ante el sonrojo de Naruto.- Aunque sea déjame lavar la vajilla, ni que fuera misión imposible…

-Pues déjame recordarte que en una misión rompiste toda la vajilla tu solito, dejándonos a todos comiendo en hojas. Recuerdo que Sakura chan….

Calló rápidamente. El recuerdo de la tarde aún estaba fresco en su memoria. Sasuke lo volteó a ver, algo indignado, y se acercó a la silla de Naruto. Se arrodilló frente a el y le levantó la barbilla, obligándolo a verlo.

-Naruto, ¿Por qué eres tan amable con esa estúpida? ¿Qué no ves que no le interesas en lo más mínimo?- la mirada de resentimiento de Sasuke hizo que Naruto derramara algunas lágrimas. Ni el sabía bien el por qué. Sasuke, dándose cuenta de qu error, abrazó al chico por los hombros, maldiciéndose internamente.

-P…perdón Naruto… discúlpame, no quería…- se detuvo al oír algo demasiado extraño. Naruto reía suavemente. Se separó de el con la cara interrogante, y vio que Naruto se enjugaba las lágrimas, riéndose.

-V…vaya Sasuke… hehe… no conocía tu lado celoso- Sasuke le dio un coscorrón al oír eso, haciendo que Naruto se frotara la cabeza. Con el rostro indignado y aire de suficiencia, se dirigió a seguir lavando la vajilla. El rubio aprovechó el descuido del pelinegro y se acercó por detrás a Sasuke, delineando su fina figura con las manos y susurrando a su oído:

-Y debo decir que me encanta…- el aliento cálido de Naruto viajaba por toda la extensión del cuello de Sasuke, el cual echó un poco la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos y deleitándose con el aroma del rubio mezclado con el suyo. Se estremeció al sentir la humedad del trigueño explorar todo su cuello, dando besos y ligeros mordiscos en la pálida piel. Las manos le temblaban, como siempre que estaba nervioso, y optó por dejar la vajilla. Naruto de maravillaba con el sabor del pelinegro, tan suave y provocativo. La piel que recorría con sus labios se estremecía a su contacto, haciéndolo sonreír. Jamás pensó que la epidermis de Sasuke fuera tan suave en esa zona. Sasuke no pudo más y se volteó bruscamente, tomando los labios de Uzumaki repentinamente. Este se dejó llevar por las caricias que le proporcionaba Sasuke, el cual se calentaba cada vez más. Naruto notó que la excitación de Sasuke, y la suya propia, estaban tomando rumbos peligrosos, pero no le importó. Jadeando, se separó de un embelesado Sasuke, que tenía los labios entreabiertos, haciéndolo ver más hermoso de lo que ya era.

Con un gesto, Naruto lo condujo a su pieza. Sasuke tomó su mano, y con la embriaguez aún cegándolo, lo siguió. Sasuke tomó al kitsune por la cintura, y con un movimiento lo echó encima de su lecho, quedando éste bajo Sasuke. Las caricias eran cada vez más provocativas y sedientas de la piel del otro. Sasuke bajó por el cuello de Naruto mientras éste daba ligeros gemidos, sin poder ocultar su ya visible ansia de tener más cerca al Uchiha.

El pelinegro, al darse cuenta de la entrepierna de Naruto y la suya propia, miró al rubio interrogante, pidiendo permiso.

-Naruto… ¿Estas seguro de…?- No pudo terminar, pues ya tenía los labios del trigueño apresando los suyos.

-Completamente… quiero tomar mi postre, el curry no fue suficiente…

Sasuke, riendo, continuó con su labor, entrando en un terreno más peligroso… el también estaba insatisfecho con el solo curry, y su hermano no lo extrañaría una noche.

//*//*//*//*//*

Continuará...


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