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Quédate a mi lado por Ame_Chan

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Notas del capitulo: XD Gomen por tardar de nuevo, pero por fin esta el cap 6º!! Ya acbé el fic ^^ y son 7 caps y un epílogo XD! disfruten!! ^^
- QUEDATE A MI LADO -

Por: Ame Chan

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Disclaimer: Los personajes aquí utilizados son todos propiedad de Masashi Kishimoto (si fueran míos, la serie estaría catalogada 100% yaoi y hard lemon XDD)
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-Jamás quise lastimarte; pero mi dolor pudo más que mi alma... ahora junto a ti, derramo mis lágrimas de arrepentimiento, desde el fondo de mi corazón…

Sasuke Uchiha & Naruto Uzumaki Memories


6º Cap

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-¡¿Ahora tu también estarás en mi contra?! ¡¿No tienes suficiente con haber acabado con todo el clan y ahora matarme recordándome mi debilidad?! ¡Eras mi ejemplo a seguir Itachi, y cruelmente te largaste sin más matando a papá, mamá y a todo aquel que amaba! ¡Incluso a ti!- a Itachi le llegaron esas palabras como una fría daga. Hacía tiempo que no se tocaba en la residencia Uchiha el tema de su pasado, y cada recuerdo de esa estupidez suya lo hacía flanquear. Bajó la vista, y las lágrimas amenazaron con salir de sus ojos, pero trató de mantener la compostura. Habló con un hilo de voz.

-Sasuke… lo vi todo. Desde que besaste a Sakura hasta que Gaara terminó de mancillar a Naruto, y me siento... terriblemente mal por no poder hacer nada por ti… solo me resta contarte lo que pasó de verdad.

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Esta vez el menor de los Uchiha abrió los ojos enormemente. ¿Cómo su hermano podría haber visto todo lo que había sucedido dos días atrás? Se quedó quieto, con un sentimiento de culpa al haberle echado en cara todos los errores de su hermano mayor, y se dispuso a oír lo que tenía que decirle. Itachi, al ver que Sasuke estaba intrigado, comenzó con su relato.

-Verás… primero que nada, supongo que podremos hablar como gente civilizada- soltó las muñecas de Sasuke, y éste se sentó en la cama, apoyado en la cabecera, e Itachi en el borde. El mayor prosiguió:

-Todo empieza en las fiestas de Konoha. Supongo que me preguntarás que hacía allí, pues no suelo disfrutar de la compañía de toda la aldea, después de…-miró de reojo a Sasuke, el cual se sonrojó, apenado- bueno… quedé ahí de encontrarme con…cierta persona, pero al final no la hallé. Cuando me disponía a regresar a casa, quise tomar una copa, así que fui a comprar un poco de sake. En el puesto me hallé a Naruto, el cual, al parecer, era la primera vez que bebía. Me extrañé, pero no le di importancia. Vi que estaba buscando a alguien, así que decidí seguirlo; lo perdí de vista por un momento, y llegué a un claro de bosque en medio de una avalancha de gente. Te vi a lo lejos, y te iba a gritar para avisarte que probablemente Naruto te estaría buscando, y entonces… Sakura se te acercó, y tú te volteaste y bueno… la besaste. – Itachi hizo una pausa, y Sasuke aferró con fuerza las sábanas de su cama; odiaba más que nunca a esa chica.

-Me quedé algo sorprendido, pero no creí que fuera nada extraño, hasta que Naruto se plantó frete a ustedes, y a juzgar por su aspecto y su tono de voz, estaba muy tomado. Quizá no lo notaste por la tensión, pero así era. Se alejó corriendo después de gritarte que te odiaba; me desconcerté ante las palabras de Naruto, y a decir verdad…comencé a sospechar ahí. No se… te ausentabas por muchos días, incluso noches- Itachi vio con las cejas levantadas a su hermano menor, el cual se tiñó de las mejillas de un color escarlata- y nunca avisabas a donde ibas, o decías que ‘tenías asuntos pendientes que atender’. En fin… mi intriga creció, y como sabes que soy un analítico empedernido, seguí al rubio. Naruto corrió por mucho tiempo, hasta que se topó de la nada con Gaara; me escondí a oír lo que decían, y pues… Gaara le propuso que pasaran la noche juntos. Supongo, y casi nunca me equivoco, que por el estado ebrio de Naruto, mas las malas intenciones de Gaara y además la escena que acababa de ver fueron motivos suficientes para tratar de… olvidar, por así decirlo.

Sasuke miró con sorpresa a su hermano. ¿Entonces…Naruto no sabía lo que hacía? Lo que había visto comenzaba a dar un giro inesperado. ¿Y si… Naruto no tenía la culpa? Sacudió su cabeza, y con gesto desafiante, enfrentó a Itachi.

-Pero entonces, ¿Cómo explicas lo que sucedió en el apartamento? ¡Naruto se entregó a Gaara así sin más! ¡¿Sabes como me sentí con eso Itachi?! ¡Creí que me moriría!- Sasuke comenzaba a perder nuevamente el control, y sus ojos se tornaron acuosos. Itachi le colocó una mano en el hombro, pidiéndole que se tranquilizara.

-Aquí entran varios factores, y todo se resume en una palabra: Bijuu.- Sasuke miró con desconcierto a su hermano. ¿Qué tenían que ver los Bijuus en eso? –Por si no lo habías notado Sasuke, esos dos, osea Naruto y Gaara, tienen Bijuus en su interior. ¿Sabes que es un Bijuu verdad?

Sasuke asintió, confundido. ¿Qué demonios tenía que ver eso? Sasuke miró interrogante a Itachi, el cual clavó su vista en los ojos oscuros del menor.

-Bien, como sabrás, los Bijuus son los demonios que tienen encerrados esos dos en su cuerpo, llámense en este caso Kyuubi y Shukaku. Bueno, pues no puedo asegurarte con precisión, pero esos demonios son los culpables de este enredo. Cuando estaba en la organización Akatsuki, me enteré por algunos contactos de un comportamiento muy peculiar en los demonios de este tipo; teníamos que saber todo acerca de los Bijuus si queríamos… apoderarnos, de ellos. Me enteré de que cada cierto tiempo, y en determinadas condiciones, los Bijuus sienten un intenso deseo carnal, y por ende, eso influye en sus respectivos contenedores. Es parte de todo ser viviente el desfogarse, y esos demonios no son la excepción.- Itachi hizo otra pausa; Sasuke se veía muy interesado en el tema, pues raramente el mayor hablaba de sus experiencias y conocimientos de el Akatsuki.

- Cada luna llena, después de cierta edad en la que las hormonas se encienden del todo, los demonios aprovechan los cuerpos de sus contenedores para poseerlos, y así buscan desfogarse con aquel que pueda, pero su principal objetivo son los otros Bijuus. Los Bijuus buscan otros Bijuus para tener relaciones, aún no entiendo por que; lo que me tiene más confundido es cómo Shukaku puedo calcular exactamente el tiempo de maduración de Naruto, considerando su edad, y una excusa para venir a Konoha, siendo que el único Bijuu que tiene más al alcance es Kyuubi, encerrado en el cuerpo de Naruto.

Itachi, con una media sonrisa, miró a Sasuke, creyendo que su hermano lo entendería a la perfección, y le agradecería por tan valiosa información, pero solo se encontró con una ceja enarcada de el menor y una expresión de confusión infinita. Itachi viró los ojos al cielo, implorando paciencia.

-¡¿Qué no lo entiendes baka?! ¡Shukaku poseyó a Gaara y lo obligó a que violara a Naruto! ¡Y Naruto, confundido, borracho y dolido contigo, aceptó acompañar a Gaara, pero en pleno acto Kyuubi decidió poseer el cuerpo de Naruto y así reencontrarse a Shukaku!

A Sasuke le llegó eso de golpe. Entonces… entonces no había sido culpa de Naruto lo que había visto. En ese momento, cuando el rubio contestaba a las caricias de Gaara, no era el, sino Kyuubi el que disfrutaba con Shukaku, el cual poseía el cuerpo de Gaara. Ahora lo tenía claro. Pero entonces se horrorizó; su hermano había hablado de violar a Naruto, pero entonces…

-¿Entonces…Naruto, o mas bien Kyuubi, permitió que Gaara lo penetrara?- Preguntó Sasuke con un poco de preocupación. A Itachi se le ensombreció la mirada. Habló con la voz más grave de lo normal, lo cual para Sasuke no presagiaba nada bueno.

-De alguna manera, cuando Gaara estuvo a punto de penetrar a Naruto, éste reaccionó y anuló la posesión de Kyuubi, haciendo que Naruto volviera a la normalidad. Trató Naruto de librarse pero… era muy tarde. Gaara lo violó.- Itachi bajó la vista, incapaz de mirar a su hermano a los ojos. Sasuke sintió una enorme punzada en el pecho. Se sentía terriblemente culpable por lo sucedido, y comenzó a emanar lágrimas. Se sintió impotente y cobarde, pues en vez de intervenir en lo que había sucedido en el departamento, había decidido huir. Entonces, recordó que Itachi estaba ahí también, y se abalanzó hacia el, aferrándolo de los hombros, suplicante y con los ojos llenos de furia.

-¡Dices que estuviste ahí, ¿Verdad?!¡¿Y entonces por que no interviniste?! ¡Pudiste haber salvado a Naruto, pudiste hacerlo Itachi! Pudiste…- Sasuke se derrumbó en el regazo de el mayor, llorando. Itachi sentía una opresión en el pecho. Acarició con suavidad los cabellos de Sasuke, como cuando eran pequeños y Sasuke iba a el a llorar cuando se sentía solo.

-Créeme Sasuke, que habría hecho lo que fuera para salvar a Naruto de Gaara, pero era imposible. Ni siquiera yo puedo contra dos Bijuus, menos si están en celo. Mírame hermanito- Itachi alzó la vista de su hermano por la barbilla; observó su rostro lleno de dolor- Me siento culpable por lo que sucedió y por mi impotencia, y por eso… cuidé a Naruto estos dos días que me ausenté. Él me dijo que te seguía amando, y tomé como responsabilidad el que entre ustedes no halla ningún rencor; considéralo una disculpa por no poder evitar lo del departamento. Pero… es crucial que hables con Naruto.

Sasuke se abrazó a su hermano con todas sus fuerzas. De repente supo cuanto lo quería, y que su hermandad era el lazo más fuerte que lo unía en ese momento a la vida, aparte de el amor hacia cierto trigueño. Lo horrorizaba el enfrentar a Naruto, pero era necesario. Lo amaba demasiado, y no estaba dispuesto a perderlo nuevamente. Le dirigió una sonrisa a su hermano, y se limpió las lágrimas.

-Gr...Gracias Itachi, no sabes cuanto te lo agradezco… te quiero mucho nii san- Itachi solo sonrió y golpeó a su hermano menor en la frente como cuando eran niños. Sasuke se quejó, pero empezó a reír. Se sentía vivo, con ganas de que esa felicidad no acabara. Ahora solo restaba hablar con Naruto y aclarar sus malentendidos.

Repentinamente Itachi se levantó con suavidad de la cama, y con las manos en las caderas miró a su hermano de pies a cabeza. Sasuke lo observaba interrogante desde el lecho, sentado en el. ¿Por qué Itachi lo escrutaba así? Itachi negó con la cabeza, tomando un mechón del cabello de Sasuke, haciendo ruiditos de desaprobación con la lengua.

-No, no, no… Si quieres que ese chico te perdone debes seguir los pasos básicos: número uno, presentación- añadió el Uchiha mayor con voz altruista, fingiendo profesionalidad. Sasuke enarcó una ceja- muy bien Uchiha Sasuke, ve ahora mismo a ducharte, te pones la ropa más presentable que tengas y vas directo a la casa de Naruto a aclarar todo este alboroto.

Sasuke rió por lo bajo, y se levantó de su cama. El peso de su cuerpo lo hizo tambalearse, pues hacía días que no lo sostenía sobre sus pies. El mayor sonrió con ternura, y se dirigió a la puerta, seguido por su ototo kun. Mientras Sasuke se introducía a la ducha, Itachi le arrojó una toalla limpia a la cara.

-¡Apresúrate enano, o si no anochecerá!- gritó Itachi desde la escalera, mientras Sasuke abría el grifo, sonriente. El líquido rehabilitó cada centímetro de piel en el Uchiha, despertándolo por completo. La frescura del agua era deliciosa al contacto, pensó el pelinegro mientras se frotaba el jabón en el cuerpo ligeramente entumecido, pero el toque del rubio era más delicioso.

Se le erizó la piel. Naruto… ¿Qué le diría? Sabía los detalles de lo que había sucedido, pero el explicárselos al kitsune iba a ser complicado, por no decir doloroso. Sasuke frunció el ceño con desición: haría lo que fuera para recuperar a Naruto, sin importarle las consecuencias. Añoraba su tibieza, su cándida forma de hacerlo estremecer… todo en su persona.

Era simplemente adictivo. Adictivo y hermoso.

Salió de la ducha y se dirigió a su habitación a cambiarse. Se colocó una camisa blanca que transparentaba un poco su torso y unos pantalones negros un tanto ajustados, pero no demasiado. Con cautela, se dirigió de puntillas a la habitación de su hermano, y al abrir el armario para sacar las afamadas sandalias oscuras, vio en ellas una pequeña nota escrita con… ¿Tinta? Roja:

‘Ni te atrevas Sasuke Uchiha’

Sasuke se alarmó un tanto, pero salió de la habitación con sigilo, conteniendo una carcajada. Al parecer a su hermano no se le escapaba nada. Se tuvo que contentar con unas suyas que usaba normalmente, y bajó con rapidez hacia el recibidor. Al llegar notó que Itachi cargaba unas cuantas cajas con un aroma agradable, y se intrigó. Itachi se percató de la suspicacia de su hermano y sonrió con picardía.

-Ah, por cierto Sasuke… asegúrate de que tú y Naruto regresen a la casa al terminar de reconciliarse ¿De acuerdo? Hay algo que quiero que vean.

-¿De que se trata hermano?- preguntó el menor con una ceja enarcada. El tono de Itachi no le gustaba para nada. El mayor rió con malicia, y con una sonrisa profesando un dejo de malignidad, le respondió:

-Ya lo verás… ahora apresúrate ototo kun, y pase lo que pase siempre estaré aquí.

Sasuke no pudo contenerse las ganas de abrazar cortamente a su hermano, y salió corriendo de la casa a toda velocidad en dirección de la vivienda del rubio. A cada paso que daba los nervios lo carcomían más y más.

¿Y si no resultaba? ¿Y si el rubio no lo perdonaba? Aunque Itachi le había dicho que Naruto le había referido que aún lo amaba, no estaba seguro… no sabía que haría si el moreno lo rechazaba. Simplemente moriría. Sacudió su cabeza con fuerza, mientras aminoraba el paso al estar a una calle de llegar a la casa de Naruto. No quería tener esas ideas en la mente, lo mejor era tener valor. ¿Era un ninja, no? Los ninjas jamás se rendían.

-Jamás…- susurró Sasuke mientras caminaba hacia la entrada del apartamento de Naruto. Se detuvo frente la puerta, y las manos le temblaron un poco, pero cerró fuertemente los puños y los ojos; tragándose su inseguridad, llamó con los nudillos. Esperó.


Naruto se hallaba en ese momento tirado en su cama, pensando en lo que estaría haciendo Sasuke en esos momentos, y en que estado estaría. Recordó las palabras de Itachi y se le hizo un nudo en la garganta. ¿Acaso habría podido el Uchiha hablar con Sasuke? ¿Qué habría pasado? ¿Estaría el joven de ojos oscuros enterado de… de lo que le había hecho Gaara? Naruto enterró la cara en la almohada. Debía olvidar todo aquello si quería seguir viviendo en paz… aunque el deseo de vida no le apetecía mucho ahora.

Oyó entonces que llamaban a la puerta. Preguntándose quién sería, se levantó del lecho con cansancio. Creyó que sería Itachi, pero al abrir la puerta, se halló con alguien inesperado… pero que en el fondo deseaba que estuviera ahí.

-¿Sasuke…?- A Naruto se le fue el alma por unos instantes, y al ver la cara agitada de el pelinegro por la carrera de llegar al apartamento, se le aguaron los ojos. La escena con Sakura aún no se borraba de su mente. Pronto recobró la compostura, fingiendo una fría indiferencia.- ¿Qué se te ofrece Uchiha? Creí haberte dicho que no quería volver a verte.

Sasuke observó al rubio parado en el marco de la puerta con los ojos entrecerrados y la voz fría como el hielo.

No se pudo controlar.

Se abalanzó contra el trigueño, introduciendo sus cuerpos dentro del apartamento; Sasuke no pudo reprimir abrazarlo con fiereza, y antes de que Naruto pudiera decir alguna cosa, le selló los labios con los suyos. Aquel sabor que tanto añoraba de la suave piel de Naruto por fin regresaba a su ser, saboreándolo a cada mínimo contacto. Percibió como el rubio trataba de forcejear un poco, pero pronto los músculos de Naruto dejaron de luchar, y la boca del kitsune comenzaba a responder con igual o mayor fuerza.

Sus lenguas luchaban en una batalla intensa por estar más cerca, y Sasuke rodeó la cintura de Naruto protectormente. A Naruto no le importaba nada, solo quería estar ahí mismo y con Sasuke, hubiese pasado lo que hubiese pasado. Por un segundo decidió ignorar los reclamos de su conciencia y el odio fingido hacia el pelinegro, y se abrazó a el por el cuello.

El fogoso beso siguió hasta que a los dos se les acabó el aire, y se separaron un poco. Naruto se alejó del pelinegro, y le dio la espalda, horrorizado. No quería que Sasuke viera su rostro sonrojado, ni que se diera cuenta de cómo había disfrutado aquel intenso roce. Habló con la mayor calma que pudo a pesar de su voz entrecortada.

-¿A que… a qué has venido?

-He venido a decirte que te amo.

Los ojos de Naruto se voltearon furiosos hacia el rostro decidido de Sasuke Uchiha, y con una fuerza sacada de un lugar inexacto, Naruto abofeteó a Sasuke, cargando el golpe de toda la frustración que tenía dentro.

Sasuke se tambaleó un poco, y sintió un suave sabor a sangre en su boca. Naruto estaba girado hacia el, respirando con dificultad y con la mano aún levantada. Las lágrimas asomaban un poco en las orbes azules del kitsune.

-Eres la persona más engreída e hipócrita que conozco Uchiha- le espetó el trigueño al moreno. Naruto estaba completamente enfadado con Sasuke, pero sus ojos se contrajeron al ver que una solitaria lágrima recorría el perfil del chico. Sasuke se la secó con rapidez y miró fijamente a Naruto. Éste se asustó un poco por la expresión de Sasuke.

-Merezco que me digas esas palabras Naruto, y me he ganado otros adjetivos en mi, tales como cobarde, imbécil, impotente…- la voz de Sasuke era fuerte, pero no por eso escatimaba en cuanto a dolorosa. Naruto notó ese tono, y bajó la mirada al suelo. No podía con el peso de su mirada.- Pero… aún así puedo decir que sigo amándote como la primera vez que…

-¡Como te atreves a decirme esas cosas en mi cara y en mi casa, después de besuquearte con Sakura! ¡¿No entiendes mi dolor Sasuke Uchiha, no entiendes lo que fue para mí ver como disfrutabas de los labios de otra a costa mía, de abrazarla y sentirla como me sentías a mí, sin ser yo el que estaba en tus brazos?!

Sasuke se enfureció repentinamente, y acorraló a Naruto contra la pared de la sala de estar, con los brazos a cada lado de la cabeza del rubio.

-¡¿Y sabes acaso tu como me sentí yo al verte en la cama de otro, con Gaara?! – gritó furioso el Uchiha, haciendo que a Naruto se le fuera el aire. Sentía la respiración de Sasuke muy cerca de su rostro, y no pudo más. Comenzó a sollozar en el hombro de Sasuke con amargura, soltando el peso de aquella noche en las lágrimas que derramaba.
El pelinegro solo lo abrazó con fuerza, y el rubio no replicó esta vez, sino que rodeó con fuerza el cuello de Sasuke. Este le acariciaba los cabellos con suavidad, y le susurraba al oído:

-Tranquilo Naruto… ambos nos hemos hecho daño el uno al otro, y deseo que lo que sentimos quede aquí y ahora aclarado. Tengo algo que explicarte, y espero que lo entiendas; si no lo haces comprenderé, pero quiero que sepas que nunca te he dejado de amar.

El rubio se separó un poco de Sasuke, y se limpió las lágrimas vanamente, pues más amenazaban con salir de el rostro del rubio. Sasuke lo condujo al sillón y se sentaron. Naruto no había dejado de abrazar a Sasuke. Este tomó aire y se dispuso a hablar:

-Admito lo que hice, besé a Sakura; pero no fue intencional ni mucho menos. Como recordarás, nos separamos en el festival a causa de la gente que había. Sin querer fui arrastrado por una avalancha de personas, y paré en un claro del bosque, cerca de la plataforma de los Kages. Estaba dispuesto a ir a buscarte, cuando sentí que me detenían por detrás. Creí que eras tú, y al darme la vuelta, besé a la persona sin pararme a ver quien era. – Naruto abrió mucho los ojos, y notó el tono de arrepentimiento en la voz temblorosa de Sasuke. Éste temblaba un poco por la rabia, pero siguió- Te juro que no fue mi intención, a la última persona a la que quisiera besar sería esa estúpida niña. Cuando oí tu voz tras de mi, me horroricé. No sabes lo mal que me sentí al verte ahí, tirado en el piso… llorando…- a Sasuke se le quebró la voz, y se permitió sollozar un poco. Naruto se conmovió con el chico, y posó una mano en su mejilla. Le dolía más que nunca verlo así, y se sentía terriblemente culpable.

-Discúlpame Naruto, por favor, yo no sabía que…

-El que debería disculparse soy yo- dijo el trigueño con tristeza. Se separó de Sasuke y enterró la cara entre las manos.- yo… ¡Yo pretendía tener sexo con Gaara! ¡Todo por mi estupidez! Si tan solo me hubiera parado a saber que había sucedido, yo… yo… Gaara no me habría...- Naruto cerró los ojos fuertemente para no mirar a Sasuke. No podía hacerlo. Entonces reparó en algo.- ¿Tu… como sabes que Gaara…?

Sasuke sintió que le oprimía algo el pecho.

-Los… los seguí por el bosque y… vi todo. O casi todo. No pude soportar ver como le devolvías las caricias…- Sasuke apartó la mirada hacia otro lugar. Naruto estuvo a punto de decirle que no había sido él quien controlaba su cuerpo en ese momento, pero antes de que pudiera hablar, Sasuke lo interrumpió- Ya sé que no fue tu culpa Naruto… Itachi me contó lo sucedido y el motivo de ello…

Sasuke le contó todo a Naruto. Le refirió lo de los Bijuus y cómo estos habían repercutido con sus instintos en el cuerpo del rubicundo y en el del pelirrojo. El trigueño se tapó la boca al oírlo, y se puso frenético.

-¡Lo lamento…tanto Sasuke! Jamás creí que esto de Kyuubi pasara, ni siquiera sabía de la naturaleza de este ser… He destrozado nuestras almas- Naruto comenzó a llorar nuevamente, pero Sasuke lo abrazó con fuerza. Naruto apartaba su mirada, pero el pelinegro le alzó el rostro, obligándolo a mirarlo. Sonrió con suavidad.

-Lo que halla visto yo, o lo que hallas visto tu Naruto, quedó en el pasado. Yo… estoy dispuesto a olvidar toda esta experiencia por ti, por el amor que te siento. Estoy dispuesto a superar toda adversidad del mundo, ya sea la moral o los celos con tal de estar a tu lado, contigo. Quiero que te quedes a mi lado.-Sasuke acercó su rostro a la cara bañada de lágrimas de un ojiazul conmovido-¿Aceptas?

Naruto se abalanzó sobre el, y le besó como jamás lo había hecho. Sasuke había olvidado por el, ahora era su turno de borrar de su memoria todo recuerdo de esa horrible noche, y lo haría junto a la persona que más amaba.

Junto a Sasuke.

El pelinegro agradeció el gesto de Naruto con frenesí, contestando el roce con toda la pasión que no había podido desbordar dos días antes. Le había extrañado tanto, que mantenía el contacto tan fuertemente como si fuera el último.
Se separaron agitados, con el sonrojo iluminando sus rostros. Naruto se echó a los brazos de Sasuke.

-Sasuke... creí que mi mundo se derrumbaba cuando te vi ahi con esa...- Naruto se acurrucó en los brazos de su pelinegro. Sasuke se dedicó a acercar más al chico contra si, acariciando sus cabellos como el oro.

-Soy un completo idiota mi Naruto... jamás debí haber besado a alguien por las espaldas... aunque cuando lo de Gaara...

Naruto miró desfallecido a Sasuke. Le dolía aún esa noche con el Kazekage.

-Sasuke, por favor... no me recuerdes esa noche... cuando me di cuenta de lo que hacía, era demasiado tarde.- Sasuke, intranquilo, acercó al kitsune a su rostro.
-No te culpo... pero ahora quiero demostrarte cuando te extrañé... -Sasuke acarició con fervor los labios necesitados de Naruto, y prosiguió a besarlo nuevamente con pasión....

Se quedaron así por un rato, disfrutando de la compañía del otro. Sasuke se hallaba sentado en el sillón del rubio, con la cabeza del trigueño apoyada en su hombro, mientras éste estaba recostado sobre las piernas del pelinegro como si fuera un niño pequeño. Los dedos finos de Sasuke acariciaban los cabellos dorados de Naruto, y éste tomaba la otra mano del Uchiha.

-Es tan…hermoso estar así.- susurró Sasuke, deteniendo por un momento las caricias a su koi. Naruto sonrió enormemente, y besó con lentitud los rojizos labios del ojinegro. Sasuke atrapó la cintura del chico con su brazo, y lo atrajo hacia sí. Rápidamente esa inocente caricia llevó a rumbos más insinuadores, haciendo que comenzaran a excitarse.

Naruto se sentó a horcajadas sobre los muslos de Sasuke, y le tomó el rostro sin dejar de besarlo. Sasuke posó una mano en el pecho del kitsune y otra en el trasero de éste, sintiendo su perfecta curva que lo caracterizaba, haciendo que Naruto gimiera un poco. Aún estaba lastimado por la penetración tan brusca, pero no impidió que Sasuke siguiera. Las entrepiernas de los dos se rozaban un poco, ocasionando que los gemidos comenzaran a hacer acto de presencia. Naruto dirigió la mano de Sasuke por su pecho debajo de la ligera camisa del pijama que portaba, y comenzó a acariciar con los labios la base del cuello del menor de los Uchiha. Sasuke no se cansaba de acariciar donde la espalda perdía su nombre, y sentía como el calor se extendía por todo el pecho del kitsune. Con la yema de los dedos rozó la punta de un pezón rosado del trigueño, y éste dio un suspiro en su cuello.

Sasuke de repente se acordó de cierta promesa que le había hecho a su hermano, y antes de que pasaran a más de aquel jugueteo, susurró al oído de Naruto lo que Itachi le había comunicado.

-Naruto… ah… Itachi me dijo que cuando aclaráramos todo, fuéramos a casa… ah…- Sasuke se estremeció al sentir la mano de Naruto acercarse a su vientre. El ojiazul le dirigió una sonrisa zorruna.

-¿No puede esperar eso? Quiero estar contigo…

-Oh vamos Naruto… ya tendremos tiempo para que me hagas todo lo que tu quieras- Uchiha sonrió con picardía- pero creo que debemos ir. Se lo debemos a Itachi. Si no fuera por el, quizá nosotros no…

-Shh… calla por favor.- el rubio le colocó un dedo en los labios, y Sasuke sonrió.- no hay que decir esas cosas, recuerda que esta en el pasado. Esta bien, vamos a tu casa. Me acabo de acordar que me habías mencionado que tenías un jardín enorme, y quisiera verlo.

-Serás consentido- rió Sasuke, sacándose con suavidad al rubio de sus piernas. Este hizo un puchero y le sacó la lengua. Sasuke miró la ropa ligera que llevaba el trigueño, y creyó que era momento de aplicar las reglas de presentación de Itachi.


Continuará…

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