Capitulo 1
Conociendo a los cuñados.
La escena ya era casi común, el menor de los D. suspirando con sus brazos cruzados mientras otro desafortunado chico salía huyendo por las escaleras del departamento donde vivía con sus dos hermanos mayores, su padre y su abuelo era el pan de todos los días, claro que no siempre había sido así, pero después de todo tampoco al menor le había interesado mucho aquello de las citas antes, las cosas, sin embargo siempre están en constante movimiento.
Luffy, obviamente no se dejaría desanimar tan fácilmente, aquel pelirosado que ahora huía despavorido del lugar no le había atraído demasiado de principio, así que no se lamentaba tanto, pero esperaba un día poder encontrar a alguien que no saliera corriendo solo enfrentar a su familia, y por familia se refería principalmente a sus hermanos mayores Sabo y Ace, pues su abuelo y su padre rara vez se encontraban en casa.
En cualquier caso el pelirosado había durado casi 32 segundos completos en la puerta, aunque si eso había sido porque tenía un poco mas de agallas de las que había esperado en un principio o por que se había quedado paralizado del miedo no estaba muy seguro.
El pequeño era popular en la escuela por causar revuelo, no era un chico muy brillante ni demasiado atractivo, solo era en extremo carismático y un tanto impulsivo y caprichoso.
Ahí, ese era el detalle, si entrabas en la mira del pequeño solo había de dos sopas, o te convertías en su amigo o te enamorabas irremediablemente de él, aquello no había quien lo tuviera más claro que sus sobreprotectores hermanos, que no eran la excepción a los encantos del menor pero habían jurado proteger su dignidad a toda costa.
Además de su carisma lo único en lo que resaltaba Luffy era en los deportes y las peleas, adoraba causar peleas y por ello a pesar de caerle bien a casi todos se le había clasificado como uno de los 11 chicos mas problemáticos de la escuela, aunque debido a ese mismo carisma se había ganado el cariño de varios profesores eh incluso sería difícil que le expulsaran a pesar de todo. Pero ese mismo carácter era que le hacía no molestarse con sus hermanos por espántale a los pretendientes, después de todo si llegaba a comprometerse con alguien debía ser como mínimo alguien que pudiera ganarle en primer lugar a el mismo y como segundo que pudiera vencer a sus hermanos, esto último debido a que el mismo no había conseguido vencerles antes ni una sola vez… aunque no se daría por vencido obviamente.
El pelirosado no había logrado vencerlo a él, pero le había resultado tan gracioso que decidió darle una oportunidad, claro que aquello más que oportunidad había parecido masacre.
-Hola Sabo, olvide mis llaves, ¿Qué hay de cenar? Ah, el es Coby, me invito a salir, los dejo para que platiquen, tengo hambre, iré a ver que hay en el refrí.- Luffy no se había detenido a preguntar siquiera si el pecoso ya estaba en casa, se enteraría de cualquier manera eventualmente, ya se sabía la rutina bastante bien. Pasando de largo a la cocina se puso a rebuscar a ver que encontraba para picar
Mientras que Luffy pasaba de largo el ojiazul había bloqueado el camino del menudo chico de cabello rosado, evitando así que entrase a la casa siquiera-Así que tu eres el cabrón que quiere salir con Luffy esta vez eh, ¿eh?- Dijo el chico rubio que había ido a atender la puerta pues Luffy había olvidado sus llaves, de nuevo.
-s.s.ss.s..sii… señor…-
-¿Que has dicho? No te escucho niñato.
-q..q.q..qu..que sii… se.. señor…
- ¿Cuál es tu nombre cabroncito de mierda?-
-Co…Co…Co…
-¿Acaso eres gallina o por que cocoreas? Habla bien con un carajo.
-¡Coby! ¡Me llamo Coby señor!
-¿Coby? ¿Seguro? Porque para mí que cabroncito de mierda te va mucho mejor, si valoras tu vida yo te sugeriría correr…- la sonrisa ligeramente sádica del rubio había hecho que el chico de las gafas que ya de por si temblaba considerablemente se estremeciera aun mas, imposibilitándole hablar más, Luffy observaba la escena bastante entretenido mientras mordisqueaba una manzana para matar el hambre, no fue hasta sentir una presencia detrás suyo que despego los ojos de ella
- ¿Qué hacen en la puerta ustedes dos?- pregunto un adormilado pecoso desde detrás suyo, cuando regreso la mirada a la puerta está ya estaba cerrada y el rubio se desempolvaba las manos con una sonrisa de satisfacción en el rostro.
-Nada, Sabo me espantaba otro pretendiente.- Dijo el chico soltando un suspiro y cruzándose de brazos, asomándose a la ventana para contemplar ligeramente divertido al tipo que huía despavorido de aquel lugar.
- Che, no es justo, debieron avisarme, yo también tengo derecho a divertirme un rato.- protesto el pecoso quitándole la manzana de las manos al menor y dándole una mordida a esta antes de regresársela al pequeño, mirando distraído en la misma dirección que su hermano menor para observar el ultimo rastro rosado de huidizo terror.
-Me asegurare de que el próximo sea más tenaz entonces.- dijo el menor de los chicos riendo divertido.
Sabo le miro con reproche pero el moreno le ignoro por completo.- Preferiría que no trajeses “otro” son como alimañas, a este paso te pegaran alguna enfermedad rara, quizá deberías quedarte a estudiar en casa, entre Ace y yo podríamos darte tutorias- recrimino antes de dirigirse a la cocina, seguido por los otros dos.
-¡¿Ahh?! ¡Claro que no! Eso seria demasiado aburrido, además ya tengo a alguien más en mente.- en realidad lo de Coby nunca lo había considerado seriamente, pero tenía que ver la manera de deshacerse del chico antes de intentar las cosas con otra persona, aunque no le molestaba ser amigo de sus ex siempre prefería cortar las cosas claramente, pero con el del pelo rosa le había dado algo de flojera batallar, además de que tenía hambre.-Torao se ve como un chico interesante.- dijo sonriendo ampliamente al recordar al alto y delgado chico nuevo, su mirada penetrante y aquella sonrisa le habían llamado la atención, pero lo que más le había gustado de él era que ya en su primer dia se había forjado una “buena” reputación al buscarle pleito a uno de los 11 y derrotarlo, Luffy estaba impaciente por enfrentarse a él y ver que tan bueno era en verdad.
-¿Quién jodidos es Torao?.- intervino el pecoso no muy a gusto con la sonrisa enamorada que se había instalado en los labios del menor.
-Un chico nuevo, es bastante fuerte y muy apuesto.- ante aquellas palabras melosas los dos hermanos mayores no pudieron menos que hacer un gesto de desagrado y asco ¿Por qué era que a su hermanito debían de haber empezado a interesarle las personas de aquella manera? En verdad era mucho mejor cuando únicamente les buscaba pleito y no acababa declarándoseles (o haciendo que se le declarasen eventualmente) después de la pelea.
- Hoy hay estofado de carne, pero si sigues hablando de cosas desagradables me asegurare de que tu trozo sea especialmente pequeño Luffy.- dijo el rubio completamente serio a lo que el menor solo inflo los cachetes de manera caprichosa y permaneció callado, la sonrisa del rubio había regresado a la normalidad ante aquel gesto.- buen chico.-
El estofado del rubio era realmente bueno, y como recompensa a portarse bien había obtenido dos trozos de carne para él solo, callarse sus comentarios a veces merecía la pena, pero aquello no quería decir en nada que iba a olvidarse de sus intenciones con el chico nuevo así como así, después de todo hacia mucho que no tenía la oportunidad de una buena pelea con un chico interesante… y después quizá de otras cosas.
Continuara…