Capitulo 9
parangaricutirimicuaro
Un empate no era una victoria, pero tampoco precisamente una derrota, cuando aquello sucedía lo normal era que el moreno tomase la decisión por sí mismo de si quería o no intentar salir con el rival a turno, aquella situación de empate solo le había sucedido en una ocasión anterior que había sido en su primera batalla contra Kid aunque extrañamente no recordaba haber estado tan adolorido tras aquella batalla, pero si lo pensaba bien aquella ocasión había sido una batalla de King Of Figthters y no una real, así que tenía sentido.
De cualquier manera ahora estaba de nuevo ante la encrucijada no tan difícil de si darle una nueva oportunidad al ojeroso o no, si bien aquel le había decepcionado ligeramente con su actitud inicial algo le decía que podían llegar a llevarse bastante bien, sobre todo porque a pesar de su apariencia parecía que Torao era un chico bastante agradable y amable, al menos con los animales ¿Quizá también con los niños? después de todo su amiga Nami era de esa manera también, aunque en el caso de la chica se debía a su pasado como huérfana y con Torao no era así ¿O lo era? Bueno no que él fuera huérfano, pero quizá había algo en su pasado… pensar aquellas cosas le hacía doler un poco el chichón en su cabeza cortesía de su abuelo que acababa de llegar de su último viaje y que gritando que ningún nieto suyo faltaría a clases por "leves raspones" le había pateado fuera de la casa, literalmente, y lanzadole sus ropas y mochila antes de cerrarle la puerta en la cara.
De nada habían servido que sus hermanos intentasen interpelar por él, al final había tenido que cambiarse en casa de la vecina que amablemente le había ayudado a ponerse la ropa pues con el esguince en su hombro le era un tanto difícil.
Bien podría haberse saltado las clases igualmente, después de todo tenía su justificante medico firmado por su doctor familiar Tony Chopper que a pesar de estar especializado en el área de pediatría seguía consultándolo a él y a sus hermanos y en ocasiones hasta a su padre pues a pesar de la apariencia de aquel castaño de baja estatura el médico había tratado a su familia desde que Dragón no fuera más que un niño y salvo por el tiempo con Pandaman (con quien había realizado el programa de movilidad medica) ningún otro doctor les había atendido anteriormente, el castaño sabia a la perfección cuando algo andaba mas con ellos y cuando solo mentían acerca de un dolor de panza o un resfrió con tal de faltar a la escuela. Bien podría haberse saltado las clases pues pero sentía curiosidad por saber si Traffy estaría ahí ¿Y si no lo estaba? bueno, ya pensaría en eso una vez llegando a la escuela y comprobando si el otro moreno estaba ahí o no.
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El ojigris probablemente habría estado más cómodo en una fría camilla de hospital que en su acogedora y mullida cama, y es que al menos de la camilla habría podido levantarse.
Al parecer el "estoy bien, no me pasa nada" No era para nada valido en aquella casa, ni sus padres ni su hermana y ni siquiera su perro le habían permitido levantarse después de ser trasladado de la escuela a su casa en una ambulancia (cosa completamente innecesaria y que agradecía haber estado inconsciente mientras pasara pues no habría habido manera que lo subieran en esta de alguna otra forma) incluso Lami había chantajeado de alguna manera a Beepo para que se echase encima de él sin dejarle moverse siquiera en la cama mientras no había nadie para supervisarlo, llevaba ya casi una hora solo en casa con el animal encima de él, y no es que sus padres fueran crueles o que su hermana quisiera torturarlo, es solo que sus primos, que debían haber ido a hacerse cargo de él mientras su hermana iba al colegio y sus padres al trabajo resultaban ser unos irresponsables de primera, y bueno que no por nada los habían expulsado de su ultima escuela y ahora debían estar de vagos por un año.
Aunque si eran completamente justos su expulsión no había sido únicamente por vagos si no también por encubrir "ligeramente" a su primo, y es que eso de prenderle fuego al automóvil del profesor Doflamingo mientras su hermano Rosinante se hallaba en las cercanías no había sido exactamente la idea más brillante que alguna vez tuvieran, si bien habían logrado apagar el cuerpo del rubio a tiempo aquello le había granjeado a Penguin y Shachi la expulsión definitiva de la institución educativa y si aquellos no hubieran insistido en echarse toda la culpa probablemente a Law le hubiera ido igual.
Y bien, no es que esos dos fueran completamente irresponsables (aunque Law siempre dijera que sí) o que no quisieran bastante a su primo (que si ya se habían echado la culpa de un siniestro así y alguien dudaba de su cariño es porque estaban mal de sus facultades obviamente) si no que desde que habían sido expulsados se habían vuelto bastante flojos y eso de estar en casa de su primo a las 8am que era la hora en la que su hermanita se iba al colegio como que no les había sentado muy bien.
Normalmente no le hubiera importado demasiado, pero Beepo insistía en no quitársele de encima y para colmo le estaba presionando la maldita vejiga...
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Para la hora en que sus primos dignaran a presentarse en su casa con el cabello medio revuelto y tremendas caras de sueño Trafalgar había esperado apenas medio segundo antes de salir corriendo al baño sin saludar siquiera, solo había esperado a que el can se quitase de encima para recibir a los recién llegados. Al regresar la escena que había encontrado le había hecho sonreír, aquellos dos desvergonzados se hallaban recostados en el piso encima de su san Bernardo abrazados y dormidos, si no supiera que eran sus primos hasta les habría considerado tiernos, pero los malditos le había hecho sufrir bastante (sin saberlo) así que sin tentarse el corazón siquiera le había brindado un buen puntapié al más cercano de ellos que había resultado ser Penguin quien por el impacto y la cercanía se callera enzima de Shachi en posición bastante comprometedora.
-Oh, ya regresaste Law.- dijo el que no había sido pateado soltando un sonoro bostezo.- nos dijeron que estabas enfermo, pero apenas si lo pareces.- se quejo el chico al que había pateado, volteando a ver a su primo mientras levantaba un poco la visera de aquel gorro donde llevaba escrito su nombre, sin preocuparse de quitarse de encima de quien fuera su hermano que parecía apenas ligeramente incomodo con el otro castaño entre sus piernas, de no haber sabido mejor Law hubiera considerado que entre esos dos había algo más de lo que se aparentaba.
-Le eh dicho a los viejos que estaba bien, pero ya sabes cómo son de exagerados.- Comento el ojigris sentándose a la cama con las piernas cruzadas y una sonrisa ligeramente sardónica, era verdad que le dolían las fisuras en sus costillas pero el daño había sido un tanto menor de lo que esperaba y no era como si no estuviera acostumbrado a las peleas desde antes, aquel era el motivo, probablemente, de que sus primos no le considerasen enfermo aun con la cantidad de golpes por su rostro y los vendajes en su cuerpo, incluso el suero y las sondas para monitorear sus signos vitales (que al correr al baño se habían desconectado y que de nuevo eran completamente innecesarias) les habían pasado casi desapercibidas, no por nada aquellos castaños eran sus compañeros de crimen desde que fueran niños apenas, estaban más que acostumbrados a quedar bastante adoloridos después de las peleas con chicos de otros barrios y en la escuela entre otras.
Ver al ojigris así no era nada nuevo y casi habían asentido obedientemente con eso de que los padres del moreno eran unos exagerados.
El grito que habían pegado sus tíos el día que Law llegase a casa con todos esos tatuajes aun les estaba grabado en la memoria como si hubiera sido ayer, incluso había entrado a discusión la cirugía para retirar aquellos, aquel había sido uno de los últimos actos de rebeldía por parte del moreno antes de que sus padres entendieran que no podían obligarle a hacer lo que ellos quisieran, y es que aunque desde pequeño aquellos habían planeado que el menor fuera un gran cirujano al igual que ellos el verdadero amor del ojeroso eran los animales y sin importarle la paga o el prestigio había insistido que acabada la preparatoria entraría a estudiar veterinaria, idea que no hacia demasiada gracia a sus padres, después del incidente de los tatuajes sin embargo las aguas se habían calmado a ese respecto mientras el ojeroso prometiera a portarse bien al menos.
Aunque ahora estaba esta pelea, la verdad es que su primo no solía meterse en líos solo porque si, normalmente solía haber algún motivo, como los idiotas que molestaban a Lami antes o aquellos desgraciados que habían puesto el numero de celular de Shachi en un baño público con mensajes obscenos referentes a este, habían tenido que cambiarle el número por la cantidad de llamadas de pervertidos que recibieran, joder si hasta parecía que el que fuera un chico en vez de espántales les alentaba aun mas, de cualquier manera Penguin estaba seguro que si Law se había metido en ese lio era por un buen motivo, o al menos eso quería pensar.- ¿Y bien? ¿A quién tenemos que patearle el trasero capitán?- Había dicho sonriendo con sorna ante aquella forma de llamarle al más alto mientras se sentaba en el suelo quitándose de encima de su hermano por fin, mirando directamente al rostro del moreno con una vista perfecta de como aquel se iba coloreando lentamente en un sonrojo que había nacido de manera discreta primero en sus mejillas y se había ido extendiendo progresivamente hasta las orejas del pelinegro conforme pasaban los segundos sin respuesta, bueno, ahora SI que eso era algo raro de ver.
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Las horas habían pasado lentas como nunca, ya una vez llegado se había dado cuenta enseguida que Traffy no iría a la escuela, aun así había mantenido sus esperanzas al menos la primera hora y media, ya para la segunda clase del día se había resignado completamente, había pasado las siguientes clases hasta la hora del receso dormitando y solo había despertado a la mención de comida realmente, sus amigos habían sido tan considerados como cabía esperar, Nami ya corría las apuestas de si saldría con Torao (aun no le hacía saber a sus amigos que había decidido llamarle Traffy mejor) o no después de la pelea del día anterior y aunque le había intentado sobornarle con carne Luffy había hecho acopio de toda la fuerza de voluntad de la que era capaz para no revelarle aquello a la chica antes de al mismo interesado en aquella respuesta. Quizá Luffy fuera desconsiderado y egoísta en muchas situaciones pero aquella no era una de estas.
Prometiendo, sin embargo, que una vez se lo hiciera saber al ojigris le mandaría un mensaje de texto a la pelinaranja había conseguido que esta le diera el soborno, después de todo estaba armando una pequeña fortuna con las apuestas y aquel negocio apenas comenzaba pues si el ojigris y el monito aquel comenzaban a salir seriamente empezaría a correr ahora la apuesta de cuantos días duraría el ojigris saliendo con el chico antes de que saliera huyendo pues tanto la reputación de los hermanos del pequeño como la del club de fans del menor era bastante conocida y esa semana volvían el vicepresidente de aquel, la presidenta del club se había graduado aquel año y por tanto el vicepresidente era activo responsable pero había tenido que salir en asuntos personales así que Trafalgar aun no tenía el gusto/desgracia de haberle conocido, pero ya se encontraría con Bartolomeo y una vez este supiera lo que había acontecido en su ausencia Boa seguramente no tardaría en enterarse... a pesar del reconociendo como club de fans oficial "Muguiwara love y asociados" en realidad este constaba únicamente de dos personas oficialmente pues las formas de inscripción resultaban ser bastante estrictas.
De cualquier manera apenas sonara el timbre de la salida Luffy iría a hacerle una visita al ojigris, eso era seguro.
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-¡Hola Traffy! ¿Te gustaría salir conmigo el sábado?-
La invitación se había hecho de manera tan descarada como espontanea por el chico que parado en el umbral de su casa no había sentido pena alguna en formular aquella pregunta aun con sus primos asomándose descaradamente detrás de él en la puerta, el más alto podía, aun después de que había cerrado apresuradamente, escuchar las risas ahogadas detrás de esta, seguramente aquellos chicos le bombardearían con preguntas en cuando volviera a entrar en casa comenzó a pensar con el sombrero moteado cubriéndole ligeramente los ojos ante aquella sombría perspectiva ¿Por qué ese chiquillo debía ser tan inoportuno? Perdido en aquel rencor momentáneo no había notado cuando Luffy se había acercado más hasta que observase a este con su rostro a escasos centímetros del propio.- ¿Que sucede Tras..fa...- ¿Estaba alucinando o el chico intentaba decir su apellido apropiadamente?- Tras... mmm...- la leve expresión de frustración en el rostro del pequeño le hacía lucir ligeramente adorable.- ¿Estás bien?- habítale escuchado decir al final y no pudo evitar sonreír de manera un tanto sincera.
-Estoy bien Monkey-ya...-
--Luffy.-
-¿Mmm? -
-Llámame Luffy, si llegamos a ser algo más que amigos no te quiero llamándome por mi apellido.-
-¿Si llegamos a…?- pregunto levantando una ceja de manera inquisitiva.
-Si bueno, aun no estoy seguro de que debamos ser novios, y no creo que Traffy esté seguro tampoco.- Sosteniendo la mirada de aquellos orbes color chocolate el más alto había podido sentir todas sus intenciones completamente al desnudo, si estaba engañando a alguien al decir que hacia aquello por orgullo era a si mismo pues si bien era verdad que algo había de eso aquellos ojos del mas bajo le decían que si aquel era el único motivo no tendría oportunidad alguna.- por eso te invitaba a salir el sábado, supongo que podemos decidir después de eso.-
-Bien, Luffy.- Dijo haciendo énfasis en el nombre del chico.- Entonces deberías llamarme por mi nombre también.- no entendía por qué si tanto trabajo le costaba al menor decir su apellido no le llamaba simplemente por su nombre.
-mmm...- pensándoselo por unos minutos el monito desvió la mirada hacia un lado mientras juntaba sus labios uno contra el otro hacia el interior de su boca, haciéndole poner una expresión bastante curiosa.- Me lo pensare...- a decir verdad aunque el apellido de aquel muchacho era mas difícil que un trabalenguas quería intentar a decirlo bien por lo menos una vez antes de llamar al otro por su nombre pero no se lo diría, aun no, si salían juntos entonces quizá.- ¿Te veré el sábado entonces?-
El más alto se llevo una mano a la nuca, pasándosela por el cabello por debajo del gorro.- Supongo que si.- La brillante sonrisa del monito incluso le había hecho sonreír a su vez, no estaba muy seguro todavía de que aquello fuera lo que quisiera pero aquella sonrisa al menos le hacía sentir bastante bien y el que aquella no fuera a ser una decisión unilateral tampoco estaba tan mal.
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Continuara